sábado, 8 de marzo de 2014

Kfir: Los colombianos en Red Flag 2012



Kfirs en la Red Flag 2012

Durante la segunda quincena del mes de Julio se llevaron a cabo en la Base Nellis de la Fuerza Aérea en Nevada, los ejercicios aéreos denominados Red Flag 2012. Una primera nota se había subido al blog en 2012. Ahora que tal vez los Kfirs pisen territorio nacional (no hay nada confirmado completamente en este momento) es bueno recordar esas imágenes.







PGM: La vida de los submarinistas alemanes

La vida en un submarino alemán durante la Primera Guerra Mundial
GONZALO LÓPEZ SÁNCHEZMADRILANEA_ABC / MADRID
ABC
Los corresponsales de ABC cubrieron la Gran Guerra desde todos los frentes. Antonio Aizpeitúa escribió desde un submarino alemán en el Mar del Norte

 1-3-1915 El submarino «U-8» alemán sale a flote en una operación durante la Primera Guerra Mundial

«Tiene usted carta blanca para, en servicio de nuestros lectores, moverse como crea más conveniente. Mis instrucciones son éstas: veracidad, interés y rapidez». Con estas palabras el director de ABC, Torcuato Luca de Tena, enviaba al periodista Antonio Aizpeitúa a cubrir la guerra en Europa. El reportero español se convertiría probablemente en el primer periodista en enviar una crónica desde un submarino.

Corría el otoño de 1914 y Europa ardía en la guerra. Alemania había invadido Bélgica y la que iba a ser una rápida ofensiva se había estancado en una lucha de trincheras que mantenía en vilo a la opinión pública. Por otra parte, al mismo tiempo que España declaraba su neutralidad, las simpatías de la sociedad se repartían entre las potencias centrales y los aliados.

ABC pretendía ser un periódico imparcial, y por eso su director hizo un amplio despliegue de corresponsales y enviados especiales por multitud de ciudades europeas: Julio Camba, Azorín, Juan Pujol y Antonio Aizpeitúa, entre otros muchos, llenaron páginas y páginas para cubrir el conflicto. «Las crónicas eran entonces muy personales, muy literarias, estaban muy bien escritas», afirma Hughes, cronista de ABC aficionado a leer en la hemeroteca los periódicos de entonces. «Se puede aprender mucho del periodismo de aquel momento».

Crónicas desde un submarino

Antes de la Primera Guerra Mundial, los submarinos se emplearon en la guerra en contadas ocasiones. Pero con el nuevo conflicto, se convirtieron en una eficaz arma. En septiembre de 1914, el U-9 torpedeó de manera espectacular los cruceros británicos Aboukir, Cressy y Hogue. Bauer, comandante general de los U-Boote (submarinos alemanes), empezó a insistir en llevar a cabo una campaña de destrucción del comercio. De hecho, a lo largo de 1915, los alemanes iniciaron su campaña contra la flota mercante de Gran Bretaña con su escuadra submarina.

Cuando Aizpeitúa recibió el visto bueno, se dirigió a la base naval de Kiel para embarcar en un submarino y escribir desde allí sus crónicas. Pero no las tenía todas consigo. «A medida que el tren devora kilómetros y se acerca a la costa del Báltico, yo confieso que siento un poco de miedo por la aventura que iba a correr. He de declarar que si solicité el permiso fue con la vaga esperanza de que no se me concedería», escribía el periodista.

Al llegar a Kiel, la estación bullía en la actividad propia de un país en guerra. «Igual movimiento, idénticas olas de gente que se agitan en los andenes y otras dependencias. Y soldados, y oficiales, y marineros con sus bonitos uniformes de largas filas de botones dorados en la chaquetilla y en las mangas». Se refería a esos «jóvenes azules», a los marineros de la armada alemana. «Parecen niños desarrollados exageradamente con sus ojos claros y sus mejillas sonrojadas. Pero estos niños, cuando tripulan un Endem o cuando se esconden bajo las aguas, hacen cosas muy serias».

Tuvo que firmar ciertos documentos en la comandancia de Kiel según los cuales liberaba al almirantazgo de la Marina Imperial de toda responsabilidad sobre su vida y se comprometía a no revelar datos secretos. «Yo no sé cuántos peligros vi en un instante, entre aquellas líneas escritas a máquina». Finalmente, el periodista español embarcó a bordo de un submarino: «A su lado había otro, y más allá otro, y luego otro, como ballenatos dormidos».

A bordo de un arma innovadora, capaz de sumergirse bajo las aguas para torpedear a naves enemigas muy superiores en armamento, Aizpeitúa reflejó en sus crónicas la atmósfera del sumergible. «La trepidación hacía que uno se comparase a una pulga que hubiera caído en el interior de un reloj. Y luego el calor era más de 30 grados; el olor a bencina, a aceite, a grasa, a caucho, a pintura era muy desagradable».


1-8-1916 Ingleses con su «trofeo»: el submarino alemán «UC5» / ARCHIVO ABC
En el submarino estuvo bajo el cargo del capitán S…, «Un hombre joven, apenas tendrá treinta años, está afeitado, y bajo unas cejas espesas lucen dos ojos que revelan audacia, sangre fría, tranquilidad interior». Enseguida le alertó de las incomodidades y de la importancia de no malgastar el oxígeno: «La vida en estos barcos no es muy divertida para el que no tiene costumbre, y luego, ¡son tan pocas las comodidades que puedo ofrecerle! La mayor parte del tiempo se lo pasará usted durmiendo».

Pasó las primeras horas de viaje dentro de su camarote, pasando calor y anhelando el tabaco, hasta que finalmente el capitán le hizo llamar hasta la torre del submarino en medio de los bandazos del mar. «Parece que ha dormido usted muy bien», le dijo el capitán sonriendo. El submarino se encontraba en el Mar del Norte, frente a las costas de Escocia. «El mar estaba un poco agitado; olas enormes levantaban a la pequeña nave hasta la cima de una montaña de agua para luego lanzarla al valle que formaban otras dos». Entonces, el sumergible detectó una voluta de humo en el horizonte. Forzando las máquinas, la proa cortó las olas para acercarse al barco. Después de un intercambio de banderas de señales y voces, resultó tratarse de un barco danés que viajaba a Francia cargado de madera. «Muchos de esos barquitos que parecen tan inofensivos, van armados de ametralladoras y de cañones de pequeño calibre. Muchas veces hemos estado expuestos a un disgusto […] apenas nos ven se lanzan a toda velocidad sobre nosotros con el propósito de embestirnos por el costado», alertó el capitán S…

En el interior del «ballenato metálico» había 22 hombres. Aizpeitúa describió la sala de máquinas, tan grande que ocupaba casi las dos terceras partes del submarino: «Todas las ruedas, todos los engranajes, las bielas, chorreaban aceite. […] Todo está tan ingeniosamente dispuesto, tan bien organizado, que maravilla». Después visitó los dormitorios de la tripulación, «especie de estanterías colocadas en una salita» de la proa.

Días después, Aizpeitúa retomaba su crónica: «Toda la tarde la pasamos en la torre del submarino. El mar tenía un color plomizo y las olas eran grandes, pesadas, lentas. El submarino cambiaba de rumbo, al Norte, al Sur, al Este, al Oeste. Otras veces se paraba, descansando muellemente sobre el lomo de una ola grande, que luego se lo entregaba a otra, como si estuvieran jugando con él. El ballenato metálico parecía al acecho y, según supe después, aguardaba el paso de un barco carbonero de cuya salida de Londres había tenido aviso».


23-9-1917, un submarino alemán en las playas francesas de Calais / ARCHIVO ABC
El capitán S… alertó al periodista español: «Tenemos el aviso de que un barco carbonero, que sale o salió de Londres, lleva soldados y material de guerra para Francia. Puede que haya desistido de su viaje o que lo haya aplazado; pero nosotros le esperaremos todo el tiempo que sea preciso». Horas después, Aizpeitúa escribía: «Sentí como una conmoción en el barco, como si unas manos de gigante lo sacudieran. Después tuve la sensación de que desdencía en un ascensor. El capitán observaba por el periscopio. Comprendí que nos habíamos sumergido y que algo justificaba nuestra inmersión».

El submarino alemán había establecido contacto con un barco enemigo que había comenzado a dispararle. «Describir la emoción que yo sentí en aquellos momento sería imposible; yo no veía nada, no sabía a qué distancia estaba el otro barco, a qué profundidad navegábamos. Y, sin embargo, tenía la sensación de la situación grave, de que empezaba el duelo terrible entre el ballenato y su presa. La vibración que noté al entrar por la primera vez en el submarino había desaparecido, y todos los ruidos interiores eran apagados, como si estuviéramos dentro de una cabina telefónica acolchada», escribió.

El capitán le envió a la sala de torpedos para presenciar el proceso de carga y disparo del proyectil. «Otra lucecita en el cuadro, esta vez encarnada, y una nueva orden del marino… el torpedo navega ya, llevando la muerte… el hijo del ballenato a a defender a su padre…». En medio de la turbación, escribía: «No sé cuánto tiempo permanecí sentado en el diván, imposibilitado para pensar, para darme cuenta de todo lo que veía, luchando con una somnolencia terrible».


19-3-1919, el submarino alemán UC 48» / ARCHIVO ABC

De nuevo, en superficie y en la torre del submarino, el periodista pudo ver los resultados del ataque: «vi sobre las aguas maderos, trozos de cuerda, pedazos de muebles rotos, cajas, toneles, ropas… entonces comprendí el drama: el barco había sido torpedeado, hundido, y solo quedaban flotando sobre el mar sus restos».

Las crónicas de Aizpeitúa, primero desde París, luego desde Bruselas y, después, desde Berlín, reflejaban una visión del conflicto favorable a los alemanes. Aizpeitúa se hizo eco del derrotismo que invadía, a su juicio, a los franceses: «Si Francia no está vencida materialmente, lo está moralmente», escribía en septiembre de 1914. También se maravilló ante el poderío del país germano, a pesar del bloqueo naval de Gran Bretaña: «La vida industrial, fabril y mercantil no se ha interrumpido en Alemania. […] Alemania seguirá compitiendo en todos los mercados del mundo». Las crónicas del español agradaron tanto al Estado Mayor alemán que el teniente de navío Wilhem Canaris, que sería durante la Segunda Guerra Mundial jefe del servicio secreto alemán, redactó en 1916 un informe en el que podía leerse: «los únicos artículos que en España causan una impresión favorable a nosotros en círculos muy amplios […] son los de Aizpeitúa».

Otro de los reporteros germanófilos era Javier Pujol, corresponsal de ABC en Londres, quien escribió desde allí duros editoriales y artículos en contra de la política británica, antes de viajar por Europa y cubrir el frente directamente. «Han comenzado a castañetear las ametralladoras […]. Las oigo tan cerca, que muchas veces miro a lo alto, esperando ver saltar a los enemigos, armadas las bayonetas, dentro de la trinchera».
Pero si Aizpeitúa y Pujol eran estrellas del periodismo de entonces que escribían a favor de los alemanes, ABC envió a Europa a uno de los más populares escritores de periódicos de España, para defender la causa francesa. Desde Bayona, Biarritz y después París, Azorín escribió sobre «la bella, la buena, la intrépida Francia» y defendió su papel desde todos los puntos de vista posibles, pero sobre todo desde el cultural.

Para completar el repertorio de corresponsales aliadófilos, Luca de Tena envió a un periodista-novelista de cierto renombre: Alberto Insúa. «Usted en su sección—le dijo Luca de Tena a Insúa—es libre de manifestar sus sentimientos. Usted se convencerá de que ni yo ni ABC somos aliadófilos ni germanófilos, sino españoles». Así, desde 1915 Insúa cubrió desde Francia y las trincheras la actualidad de la guerra. Con enviados especiales o corresponsales en muchas ciudades europeas, ningún periódico español tuvo tantos periodistas cubriendo el conflicto ni le dedicó tanto espacio.

Casi 100 años después, la crónica de Aizpeitúa conserva su viveza. «Un submarino es el lugar más remoto desde el que se puede escribir una crónica, un útero donde se puede escribir con absoluta independencia», según Hughes. Cuando se cumple el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, los relatos de los periodistas de entonces mantienen viva la historia.

*Este artículo ha sido escrito en Madrilánea, la revista digital de los estudiantes del Master ABC-UCM


Dibujo publicado en ABC: «La guerra europea. Buque de guerra inglés torpedeado por un submarino alemán» / ARCHIVO ABC

FAdeA: El gobierno "se desvió" los fondos del Pampa

El Pampa no despega... pero los millones siguen volando

Desde 2010 el Estado pone millones y millones en la fábrica de aviones, Fadea, donde el principal proyecto, el Pampa III, está paralizado y los otros planes de producción corren la misma suerte. Mientras, los nuevos directivos realizan una exhaustiva auditoría por el presunto desvío de millones de dólares. ¿Qué tiene que ver La Cámpora en todo esto?



La estatización de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), hace ya 4 años, había generado grandes expectativas en la industria local. Sin embargo, las esperanzas se fueron diluyendo tras las sucesivas presentaciones del “inminente” arranque de producción. Hoy, por el contrario, en los grandes galpones no hay señales de que los diferentes proyectos anunciados logren levantar vuelo.

Desde su estatización, el Estado puso en Fadea entre US$ 60.000.000 y 70.000.000, a valor actual, en sueldos y capital de trabajo. Más de US$ 250.000.000 en cuatro años a lo que hay que sumarle casi US$ 50 en deudas, lo que totaliza unos US$ 300.000.000.

Para 2014, en tanto, el presupuesto sigue siendo abultado. Los gastos de la cartera de Defensa para mantenimiento y producción serán de casi $950.000.000 de los cuales $530.281.533 se destinan al funcionamiento de las actividades de Fadea.

Según contaron experimentados operarios de la empresa, que piden mantener el anonimato, al sitio 'InfoNegocios', los principales proyectos están paralizados y los más de 1.000 empleados que trabajan allí poco tienen para hacer por estos días.

- Construcción 40 aviones IA-63 Pampa III para la Fuerza Aérea Argentina: En octubre pasado la empresa estatal presentó el primer prototipo y anunció que estaría volando en marzo de este año. “La devaluación y las deudas impagas paralizaron el plan. No hay nada”, cuenta uno de los informantes internos.

El desarrollo y producción en serie de 40 máquinas del sistema de armas IA 63 Pampa III se concibió como el producto insignia de la compañía. Es un avión evolucionado del Pampa II, monomotor, subsónico, biplaza en tándem, de ala alta, destinado al entrenamiento avanzado de pilotos de combate con capacidad de ataque ligero. El sistema ofrece -según la web oficial- una integración con simulador de vuelo, soporte logístico integrado, armamento y sensores asociados. Su costo en el mercado ronda los US$ 10 millones. Una cifra insignificante si se compara con los US$ 300 millones que ya se gastaron en Fadea desde 2010.

- Helicópetro chino CZ-11: Desde Fadea anunciaron en julio que este año arrancaría la producción en serie tras el acuerdo con la asiática Catic. “Se cayó el acuerdo. Los chinos quieren plata, no son tontos”, sentenció una fuente bien informada.



- Producción de piezas para el KC-390 de Embraer: Las 62 aeropartes de material compuesto y otras tantas de aluminio que la empresa iba a enviar a Brasil están con demoras. Según cuentan, se debe a una decisión de la empresa brasilera.

- Aviones de entrenamiento Grob: El plan de Fadea era empezar a utilizar las 10 aeronaves que adquirió a la firma alemana pero nada de eso ocurrió. Sólo cuatro aviones llegaron (los otros no se pagaron aún) y en los primeros vuelos de prueba hubo accidentes que hicieron reformular el proyecto.

Mientras tanto, la devaluación trajo incertidumbre en los pagos que la compañía tiene que realizar a proveedores extranjeros; gastos contraídas durante la gestión del expresidente de la firma estatal, Raúl Argañaraz, quien fue remplazado el año pasado por Martín Savoca.

Según detallan, el joven Savoca inició una exhaustiva auditoría por fondos desviados durante la anterior gestión. Se desconoce el monto total, pero los rumores dentro de la empresa hablan de unos $300 millones, cifra que días atrás también publico el diario 'Perfil'.

Un excolaborador de Argañaráz negó que se trate de deudas. “Son obligaciones contingentes”, dijo escueto.

Según publicó el diario 'Perfil', una auditoría interna realizada a pedido del Ministerio de Defensa a cargo de Agustín Rossi habría detectado un presunto desvío de fondos de poco más de $ 300 millones.

A fines del año pasado, APTA (Asociación del Personal Técnico Aeronáutico) el gremio que nuclea a los trabajadores de Fadea, denunció que en esa planta no se fabricó ni un solo avión de los 40 Pampas tal como lo anunciaba la presidente de la Nación, Cristina Fernandez.

En diálogo con 'Cadena 3', Estanislado Forbes, delegado gremial expresaba entonces que "el 20 de diciembre nos damos con la noticias de que luego de una auditoría interna de Fabricaciones Militares, que determinó que no está claro el destino de 300 millones, había un nuevo directorio en Fadea".

El gremialista no ahorró críticas y señaló que Argañaraz "se encargó de perseguir, maltratar, discriminar y no cumplir con lo anunciado por la Presidenta de los 40 Pampas".

Además, agregó que "Fadea era una fábrica militante de La Cámpora". "Apta fue el único gremio que dio la cara y denunció y seguirá denunciando", señaló Forbes.

El gremialista comentó que no hubo avances en la producción "Desde 2009, cuando se estatiza, lo único que hicieron fue pintarla y acomodarla, pero no se fabricó ni un solo Pampa". Y agregó: "tendríamos que hacer un Pampa por mes y así llegar a los 40 prometidos por la Presidenta".

Urgente 24

Nota del administrador: La mujer Cristina Fernández que gobierna Argentina es la Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas por lo tanto la máxima responsable de que todo esto haya pasado. En cualquier caso se observa que todo lo anunciado en los últimos años fue simplemente pura propaganda sin absolutamente NADA concreto detrás. Otro ítem de corrupción que hay que añadirle al, sin lugar a dudas, gobierno más corrupto de la historia argentina.

EA: Planes encajonados

Memoria del Ejército Argentino, 1992-1999 
LA MODERNIZACIÓN

 A fines de 1991, la estructura de la Fuerza era, básicamente, la misma que había surgido a partir de la última reestructuración efectuada en 1964. En consecuencia, los modelos sobre los que se había basado, estaban desactualizados. Además, los cambios ocurridos en el mundo, más el avance tecnológico extraordinario de los años 80, imposibilitaron una respuesta acorde con las demandas que la realidad imponía. La Guerra de Malvinas demostró claramente el fracaso del entramado doctrinal y operativo vigente. Por otra parte, las políticas de reducción presupuestaria adoptadas por los sucesivos gobiernos, agudizaron los problemas estructurales existentes.

Frente a las evidencias del pasado, se debió diseñar, pues, un escenario prospectivo, que quedó definido por:
  • La existencia de una nueva situación estratégica mundial a partir de diferentes desafíos, riesgos y amenazas para la seguridad del Estado Nación.
  • La necesidad de una mayor presencia de la Fuerza en el ámbito internacional.
  • El desarrollo de procesos de integración regionales.
  • Necesidad imperiosa de una utilización racional de los recursos frente a presupuestos cada vez más reducidos.

Frente a estas imposiciones del entorno real, se debieron completar, en un plazo perentorio, los estudios que en los años anteriores se habían iniciado para encaminar la evolución y desarrollo de la Fuerza. Por ello, se fijó un objetivo de Largo Plazo, que se materializó en un amplio y ambicioso proyecto denominado "Instrumento Militar Terrestre Futuro 10" (IMT-F-10), a alcanzar en un período de 20 años (Año 2010). Dicho proyecto, con las correcciones y adaptaciones sucesivas, producto de las variaciones de la situación en un mundo de cambios vertiginosos, constituyó un sinónimo del Ejército Futuro.

Hacia ese objetivo debían concurrir, consecuentemente, en forma coherente y coordinada todos los esfuerzos. Su característica distintiva era la de no ser estático. Por el contrario, su formulación implicaba la factibilidad de materializar modificaciones según conviniere a la Defensa Nacional, pero asegurando siempre la continuidad de la evolución.

A fines de 1991, y a pesar de no contar con los fondos extrapresupuestarios para la concreción de dicho proceso evolutivo, el Jefe del Estado Mayor General del Ejército resolvió poner en ejecución las acciones correspondientes, las cuales, hasta el momento, se vienen concretando sistemáticamente.

La idea fuerza que sirvió de guía a la modernización del Ejército fue la necesidad de concretar un proceso de naturaleza cultural. De allí debía partir cualquier intento de transformación. Por ello, el eje de la modernización residía, básicamente, en el profundo cambio de las pautas culturales de sus
integrantes.

Entre dichas pautas merecen destacarse:
  • Respeto y subordinación a la Constitución y a las Leyes Nacionales.
  • Actitud de servicio hacia la comunidad, buscando la armoniosa inserción de la Fuerza en la sociedad argentina.
  • Vocación por la excelencia.
  • Nuevo estilo de mando, por objetivos compartidos.
  • Promoción de un mayor grado de responsabilidad, participación e iniciativa desde los menores niveles de comando.
  • Asignación de cargos por idoneidad.
Los elementos que se consignan a continuación, completan las ideas centrales de este proceso de reingeniería militar. Ellos definieron la concepción particular de la Fuerza para el siglo XXI:
  • Misión operativa principal y otras subsidiarias.
  • Nuevo sistema educativo.
  • Nuevo despliegue de fuerzas, racionalizado y optimizado.
  • Servicio Militar Voluntario.
  • Incremento de la participación de la mujer.
  • Integración con otros ejércitos de la región y del mundo.
  • Activa presencia internacional en Misiones de Mantenimiento de la Paz.
  • Optimización de los recursos asignados.
  • Desprendimiento de inmuebles innecesarios.
Paralelamente con el proceso de evolución, el Ejército Argentino mantuvo y sigue profundizando la importancia de los valores éticos sobre los que se apoya el ejercicio de la profesión militar.

La disciplina, la honestidad, la vocación de servicio, la lealtad, la subordinación, el espíritu de sacrificio, el valor y el ejemplo personal fueron y serán siempre destacados como objetivos permanentes en la formación del soldado argentino.

El proceso de modernización


Reestructuracion - (1992/1999)

Consistió, básicamente, en la adecuación de la estructura del Ejército para alcanzar el Objetivo de Largo Plazo. Para producirla, fueron necesarias las siguientes acciones:
  1. Disoluciones.
  2. Fusiones.
  3. Inactivaciones.
  4. Concentraciones
  5. Construcciones.

Equipamiento - (1995/2010) 

Se desarrolló sobre la base de la ejecución de un Plan de Equipamiento, afín a los recursos necesarios previstos y al completamiento de la etapa anterior.

Las pautas impuestas para la reestructuración fueron:

Desarrollar un nuevo sistema educativo para: 
  • Actualizar y mejorar la formación y excelencia en los oficiales y suboficiales.
  • Lograr mayor eficiencia en el adiestramiento operativo de los conjuntos a través de ejercitaciones en el gabinete (aula) y en el terreno, dando prioridad al combate nocturno.
Elaborar una nueva doctrina. Para ello, fue necesario:
  • Redactar y actualizar el cuerpo doctrinario, respondiendo a las necesidades y posibilidades de la Institución ("Argentinización de la Doctrina").
  • Redactar y experimentar las bases doctrinarias para el empleo conjunto y combinado del Ejército del futuro.
Establecer nuevos sistemas funcionales. Para ello, fue necesario:
  • Adecuar la estructura de personal a las necesidades previstas para el Objetivo de Largo Plazo, con la consigna de suplantar cantidad por calidad.
  • Adaptar la estructura superior de la Fuerza a las necesidades de conducción del Ejército Futuro.
  • Lograr una adecuada relación de efectivos entre el cuerpo comando y el cuerpo profesional.
  • Reducir el Sistema de Inteligencia, adaptándolo, progresiva e integralmente, para la producción de Inteligencia Táctica.
  • Adecuar la estructura logística a las necesidades de apoyo del futuro, dando mayor participación a empresas civiles (tercerización), y avanzar hacia sistemas logísticos conjuntos.
  • Implementar el uso generalizado de la informática en todas las tareas de la Fuerza.
  • Instrumentar un nuevo sistema de apoyo al bienestar de todo el personal.
Realizar un nuevo ajuste orgánico y un nuevo despliegue. Para ello, fue necesario:
  • Reestructurar los elementos para optimizarlos, posibilitando un mejor empleo de los recursos disponibles, minimizando gastos.
  • Conformar las unidades acorde con nuevos cuadros de organización que respondiesen al Instrumento Militar Terrestre Futuro.
  • Adaptar la estructura operacional a la concepción de Fuerzas de Empleo Regional y Fuerzas de Empleo Variable, de acuerdo con las prioridades asignadas.
  • Concentrar los elementos para lograr un mejor aprovechamiento de sus capacidades y una mayor integración interarmas.
Optimizar el presupuesto asignado. Para ello, fue necesario:
  • Analizar sistemáticamente la asignación de las partidas funcionales, para efectuar las correcciones que fueran necesarias.
  • Asignar los recursos de acuerdo con la calidad y cantidad de los materiales a mantener, la actividad operacional y la ubicación geográfica de cada elemento.
  • Lograr la máxima centralización posible en la administración de los recursos.
  • Vender o conceder en uso los bienes inmuebles prescindibles, a fin de obtener los recursos necesarios tendientes a facilitar el proceso de reestructuración y el equipamiento.
Las pautas impuestas para el plan de equipamiento fueron las siguientes: 
  • Mantener los materiales existentes, mientras fuesen útiles y fuera rentable su mantenimiento en condiciones de servicio.
  • Repotenciar los efectos que sirviesen a mediano plazo, brindando nuevas capacidades a materiales antiguos que mantuvieran su potencialidad.
  • Completar las necesidades de los cuadros de organización básicos con material moderno e imprescindible para el adiestramiento de la Fuerza.
  • Obtener equipos y armamento nuevos que reemplazarán a los antiguos y/u obsoletos, cuyo mantenimiento resulta excesivo, inconveniente, o negativo en la ecuación costo-beneficio.
Actualmente, la tendencia persigue la potenciación de las capacidades operativas de las Unidades, incrementando la movilidad táctica y estratégica, la protección, el poder de fuego y la interoperabilidad.

El Plan de Equipamiento tiene un carácter sistémico, ya que abarca los principales componentes que hacen a la operatividad de la Fuerza, integrados coherentemente para obtener una óptima relación.

Se compone de los siguientes subplanes:

Subplan de Modernización:
Tiene como propósito principal incorporar evolución tecnológica a los sistemas de armas, de tal manera que permita al Instrumento Militar Terrestre actuar eficientemente en un escenario de variadas y múltiples amenazas y riesgos, hecho que impone desarrollar nuevas capacidades.

Subplan de Completamiento:
Consiste en la adquisición e incorporación de material para completar las dotaciones del Instrumento Militar Terrestre, que permita cubrir las organizaciones como núcleo o estructura básica en tiempo de paz. Las cantidades de armamento y material responden a una organización del 50% de lo necesario
(cuadro de organización básico) y a las prioridades asignadas a los distintos elementos de la Fuerza.

Subplan de Mantenimiento y Repotenciación:
Consiste en el conjunto de acciones a llevar a cabo sobre determinados materiales, para restituirles las condiciones de servicio y la modernización necesarias.


Instrumento Militar Terrestre Futuro (IMT-F)

La concepción orgánica del Ejército Futuro, sinónimo de Instrumento Militar Terrestre - Futuro, consiste en disponer de una Fuerza caracterizada por su agilidad, versatilidad, flexibilidad, polivalencia e interoperatividad, en la cual se maximicen la excelencia, la calidad, el liderazgo y la tecnología, y se minimicen la cantidad y los costos.

El Instrumento Militar Terrestre - Futuro, en el marco de la acción militar conjunta, deberá estar en capacidad de:
  • Actuar en un campo de batalla aeroterrestre en cualquier área del país, en operaciones autónomas caracterizadas por el aislamiento y la dispersión de los efectivos.
  • Ejecutar operaciones con gran movilidad, disponiendo de un gran volumen de información,con poco tiempo de resolución y reacción.
  • Sostener las operaciones sin recurrir a la movilización en primera instancia, conformando reservas para las fases subsiguientes de la campaña.
  • Alcanzar un nivel tecnológico adecuado en lo referente a: sistemas informáticos para comando y control, capacidad de combate nocturno, de defensa aérea, de defensa antitanque, de adquisición de blancos y de apoyo de fuego sostenido y suficiente.
  • Ejecutar Operaciones de Mantenimiento de la Paz en el marco de las Naciones Unidas o conformando Fuerzas Multinacionales, a gran distancia del propio territorio, con o sin el apoyo logístico de otros Estados u organizaciones.

En 1996, para alcanzar las características anteriormente señaladas, se estableció como objetivo del mediano plazo, desarrollar una capacidad de disuasión orgánica - operativa y tecnológica que posibilitará:

  • Ejercer el control del ámbito terrestre.
  • Negar la eventual ocupación territorial de nuestro país.
  • Participar de la gestión y el control de crisis en que se emplee el poder militar.
  • Proyectar el poder militar terrestre con adecuada movilidad, rapidez y profundidad.
  • Llevar a cabo operaciones terrestres simultáneas en más de un área estratégica.
  • Contribuir con el mandato constitucional de la defensa y el apoyo al accionar de la política exterior de la Nación, mediante la organización y despliegue de Fuerzas de Empleo Regional (FER) y Fuerzas de Empleo Variable (FEV) que asegurarán, por su versatilidad o su posicionamiento, una capacidad de respuesta adecuada a los distintos escenarios y contingencias de la estrategia nacional.


El despliegue de estas Fuerzas tenderá, pues, al progresivo agrupamiento de elementos, de modo que permita o facilite:
  • El cumplimiento de las funciones derivadas de la Misión del Ejército Argentino.
  • El accionar conjunto y combinado.
  • El aprovechamiento de las capacidades instaladas.
  • La disponibilidad de lugares aptos para la instrucción y adiestramiento, en forma integrada, de armas y servicios.
  • La posibilidad del desarrollo integral del personal de oficiales, suboficiales, soldados y su grupo familiar.
  • La economía de medios.
  • El sostén logístico apoyado en infraestructura civil y con orientación conjunta.
No obstante esa tendencia a la concentración, los amplios espacios existentes obligarán a mantener elementos aislados que respondan a la necesidad de ocupación de áreas geográficas de interés estratégico y de presencia territorial.

Este Objetivo de Mediano Plazo (año 2000) se materializó en un documento denominado PLAN 2000, cuya concreción permitirá al Ejército Argentino irrumpir con sabiduría y poder en el siglo XXI.


Organización del Instrumento Militar Terrestre Futuro (IMT-F):
En 1997, el esquema denominado "Plan 2000" (Objetivo de Mediano Plazo del Instrumento Militar Terrestre) finalizó su fase de experimentación, y se encuentra actualmente en la etapa de implementación general, esperándose concluirlo en el año 2003.

Así, el Ejército Argentino ha reorganizado sus medios, sobre la base de dos grandes agrupamientos que responden a conceptos de empleo diferenciados, los que se denominan Fuerzas de Empleo Regional (FER) y Fuerzas de Empleo Variable (FEV).


Fuerzas de Empleo Regional (FER)
Estarán organizadas, equipadas e instruidas, en relación con las regiones donde se prevea su posible empleo. Como misiones generales, cumplirán las siguientes:
  • Desarrollar, de manera independiente, operaciones en su zona de acción.
  • Rechazar, desgastar y/o debilitar un ataque enemigo, mediante el oportuno y correcto empleo de las Fuerzas Terrestres disponibles.
  • Proporcionar apoyo a la comunidad y a la preservación del medio ambiente.
Fuerzas de Empleo Variable (FEV)
Serán aquellas Fuerzas organizadas, equipadas e instruidas con diferentes grados de movilidad estratégica, para concurrir donde lo determine la Estrategia Militar. Podrán operar en variados ambientes geográficos.

Fuerzas de Empleo Variable / Operacionales 
Las Fuerzas de Empleo Variable / Operacionales serán:

Fuerzas de Despliegue Rapido (FDR)
Estarán constituidas por elementos ligeros y flexibles de rápida reacción. Sus misiones generales, serán las siguientes:
  • Operar como primera acción militar para prevenir u enfrentar situaciones de crisis (Compañía de Comandos, Batallón de Asalto Aéreo y Brigada Aerotransportada).
  • Proporcionar apoyo a la comunidad y a la preservación del medio ambiente.
Fuerzas Pesadas (FP)

Estarán constituidas por los elementos de mayor poder de combate del Instrumento Militar Terrestre. Serán empleadas para la obtención de la decisión. Sus misiones generales serán las siguientes:
  • Destruir las fuerzas enemigas debilitadas que hayan penetrado en propio territorio, demoradas por las Fuerzas de Empleo Regional.
  • Reforzar las Fuerzas de Empleo Regional.
  • Contribuir a la defensa de la integridad territorial en otras situaciones que requieran la presencia del Ejército Argentino.
  • Proporcionar apoyo a la comunidad y a la preservación del medio ambiente.

Fuerzas de Empleo Variable / Proyección Internacional
Estarán organizadas, equipadas e instruidas, según sea necesario, para ser empleadas en el marco de la política exterior de la Nación, integrando operaciones internacionales de paz y ayuda humanitaria.

PDGS

viernes, 7 de marzo de 2014

Subfusiles: Degtyaryov PDM KB-P-135 (URSS)

Metralleta Degtyaryov PDM KB-P-135 (URSS)



Calibre, mm 7,62 x25 TT
Longitud, total, mm 550/768
Peso, kg 3,1 (menos cargador)
Longitud del cañón, mm 270
Capacidad del cargador, tiros 30
Índice del fuego, disparos por minuto 600

La metralleta Degtyaryov PDM (designación de fábrica KB -P -135) fue desarrollado a principios de 1942 por el equipo, dirigido por el famoso diseñador de armas soviético Vasily Degtyaryov (diseñador de la línea de subametralladoras PPD-34/38/40, entre otras armas). La PDM fue diseñada en los requisitos para una metralleta compacta, sencilla y de fácil fabricación, elaborada a finales de 1941 por GAU (Departamento General del Estado Mayor General del Ejército Rojo de Artillería). La metralleta PDM fue probada extensivamente durante 1942, y al final fue rechazada en favor de la metralleta PPS-42 Sudaev. Sólo algunas metralletas PDM experimentales se realizaron en Kovrov.

La metralleta PDM es un arma de operada por retroceso simple, disparando casi sin cerrojo abierto, en modo sólo totalmente automático. El alimento es de cargadores de doble pila de caja desmontable. Las miras de hierro incluyen hoja de la mira trasera abatible con ajustes de 150 y 300 metros. La culata se plegaba inferiormenta y estaba hecha de acero estampado, como la mayoría de otras partes del arma.

World Guns

Literatura militar: "Stalingrado y la evolución del combate urbano soviético" (David Stone)

MRAP: Vehículo Blindado Golan

Vehículo Blindado Golan

TipoVehículo de movilidad de infantería
Origen Israel
Historia de servicio
Usado porUS Marine Corps, Israeli Defense Forces, Policía de Detroit
Historia de producción
ProductorRafael Advanced Defense Systems /Protected Vehicles Incorporated
Número construidos64
Especificaciones
Peso15 tons[1]
Longitud5.9 m
Ancho2.55 m
Altura2.35 m
Tripulación1+10

Armamento principal
Sistema de arma remoto
MotorCummins Diesel
315 HP
TransmisiónAllison
Suspensión4x4 wheeled
Alcance operacional
600 km



El Vehículo Blindado de Ruedas Golán (hebreo: גולן ) es un prototipo de vehículo de movilidad de infantería israelí realizada por el Rafael Advanced Defense Systems de Israel conjuntamente con la estadounidense  Protected Vehicles Incorporated. La empresa estadounidense se ha enfrentado a demandas por la partida del fundador Garth Barret de la Protected Vehicles Incorporated (que hace que Puma y Buffalo) y afirma que robó información confidencial. [2]
La misión del Golán es proporcionar la máxima protección a sus pasajeros y tripulación. La plataforma Golán puede adaptarse para servir como un vehículo blindado, vehículo de mando, ambulancia o vehículo de recolección de inteligencia. En el rol de transporte de personal , que tiene una capacidad de hasta 10 soldados.

El casco en forma de V y la carrocería del vehículo ha sido diseñado específicamente para resistir minas y explosiones de IED. Se puede configurar para llevar a los diferentes niveles de la armadura, la armadura pasiva de luz para blindaje reactivo pesado que puede desviar los juegos de rol. Cuando está equipado con blindaje reactivo, el vehículo es el único vehículo MRAP capaz de derrotar formación explosiva Penetrators, el tipo más mortal de IED.
El Cuerpo de Marines de EE.UU. ha realizado un pedido de 60 vehículos de su alineación en Irak como vehículos Mine Resistant Ambush Protected Category 2. [3] Fue considerado para compras grandes, tanto en las fuerzas armadas estadounidenses e israelíes. El Golán fue eliminado de la competencia del Cuerpo de Marines, y la mayoría de los vehículos saldrá de servicio en la Marina. [4]






Guerra contra Brasil: Combate de Cerro de la Caballada



Cerro de la Caballada




Por Pedro Pesatti

El 27 de febrero de 1827 hacía su aparición en el horizonte una poderosa escuadra de guerra con intenciones de ingresar al río Negro. El pueblo de Patagones y Viedma debieron organizarse para enfrentar el mayor desafío de su larga historia.

Debemos remontarnos al 7 de marzo de 1827 para comprender como se desencadenó la guerra con el Brasil y la pretendida invasión al otrora Fuerte y Población Nuestra Señora del Carmen que fue derrotada por los milicianos aquél día de gloria.

La Banda Oriental siempre tuvo una mentalidad más democrática que el resto, signada por la figura de Artigas, el ejecutor de las ideas federales de Dorrego. Las divergencias entre Buenos Aires y la Banda Oriental, por otra parte, se remontan a 1813 cuando son desconocidos los representantes de Artigas. En razón de ello, el patriota oriental, desde siempre, tuvo que pelear contra un doble enemigo: Buenos Aires y los portugueses. En 1814 Artigas está muy solo. Debe enfrentar a las tropas portuguesas que ingresan al territorio uruguayo y en vez de colaborar con él lo dejan librado a su suerte para que desgaste su poder. Finalmente, en 1820, se produce la batalla de Tacuarembó que Artigas pierde y determina su exilio al Paraguay.

Buenos Aires hace poco y nada frente a este estado de situación hasta que advierte que los portugueses se roban el ganado de la Banda Oriental, lo pasan al Brasil y se dedican a la industria del saladero. El tasajo, que sustentaba buena parte de la economía de Buenos Aires, comienza a ser vendido también por Brasil y a menor precio. Esto significa lisa y llanamente una competencia para los grandes estancieros que concentraban el negocio. Paralelamente, patriotas como Oviedo y Lavalleja escapan del Uruguay y vienen a Buenos Aires para reclamar una acción contra el enemigo.



Sin duda, la competencia del tasajo fue determinante. Las guerras, ya lo sabemos, esconden siempre en sus causas razones económicas. Los grandes estancieros, en consecuencia, no dudan en financiar la expedición de los 33 orientales para librar al Uruguay. En poco tiempo todo el país se insurrecciona en contra de los invasores. Sólo logran conservar la ciudadela de Montevideo. Paralelamente se convoca a un congreso y allí los uruguayos reafirman su voluntad de continuar perteneciendo a las Provincias Unidas del Río de la Plata, con lo cual, formalmente, se desencadena la guerra. Una vez desatadas las hostilidades, los imperiales logran bloquear el puerto de Buenos Aires. Patagones, empero, continúa operando a través de los corsarios contratados por las Provincias Unidas. Su puerto se constituye en un objetivo militar y Brasil decide enviar una escuadra para destruir el Fuerte.

La guerra llega a la Patagonia

A las 9 de mañana del 28 de febrero de 1827, la infantería de negros del coronel Pereyra abrió fuego de cañón y metralla contra el bergantín el “Escudero” de la Escuadra Imperial del Brasil. El barco, que enarbolaba la bandera de las Provincias Unidas para engañar a los defensores, izó la bandera de su país al ganar las tranquilas aguas del estacionario y celebró su victoria. Detrás de este bergantín ingresó una poderosa corbeta, la “Itaparica”, que traspasó la línea de la defensa sin dificultades porque ya no quedaban municiones para atender la batería ni existían otros medios para enfrentar la agresión.

Sobre el mediodía, y en plena bajante, un tercer barco intentó franquear la desembocadura pero quedó varado en los bancos exteriores, impidiendo el desplazamiento de la cuarta nave que avanzaba detrás.

A esta altura de los hechos, y sin posibilidades de trabar combate con los invasores, la infantería se replegó en dirección al Fuerte junto a los corsarios de los comandantes Harris, Dautant y Soulin y a los hombres del gaucho Molina. Dos negros y el corsario Fiori, de origen Italiano, mueren durante estas acciones.



La población se prepara para resistir

Luego del choque en la desembocadura, y sin que se volvieran a producir nuevos enfrentamientos, el comandante de la “Chacabuco”, capitán Jorge Santiago Bynon, es designado para ejecutar el plan defensivo.

No todos los vecinos están de acuerdo con la decisión adoptada por el jefe militar, el coronel Lacarra. Hay quienes opinan que el Fuerte no puede ser un punto de resistencia y aconsejan armar las naves corsarias para salir al encuentro de los agresores.

El informe de Melchor Gutiérrez será decisivo. Adelantado con un puñado de hombres al escenario controlado por los brasileños, Gutiérrez examina el deplorable estado que presenta la Escuadra por el desconocimiento que sus jefes tenían del río. La suerte de la “Duquesa de Goyaz”, que había varado el 28 de febrero en los bancos exteriores, era irremediable. El oleaje, y el insistente viento proveniente del mar la estaban demoliendo. A su vez, la “Itaparica” presentaba una encalladura en el estacionario. Estas novedades producen un giro en los planes: Bynon debe preparar una escuadra para pasar a la ofensiva y atacar la debilitada fuerza del comandante James Shepherd. Sin embargo, el desconcierto parece reinar entre los defensores. Algunos proponen, como el corsario Doutant, concentrar todas las fuerzas en Patagones y esperar a los brasileños. Otros, como Ambrosio Mitre - padre de Bartolomé Mitre -, no confían en la fortaleza de las instalaciones y son partidarios de atacar por el río con las naves corsarias.

Patagones no tiene un fondo estratégico para retirarse si el enemigo logra llegar al puerto. ¿Para dónde marchar? ¿Remontar el río con toda la población? ¿Internarse en el campo? ¿A quién acudir en caso de una retirada en pleno confín del mundo? No hay muchas salidas. Con el río bloqueado en poder de los invasores y a mil kilómetros de Buenos Aires, el pueblo debe tomar las armas para enfrentar al enemigo.


Felipe la Patria fue uno de los héroes del combate del 7 de marzo de 1827. Murió a los 104 años en 1892.

Las acciones sobre la orilla de Viedma

Luego de permanecer un día en alta mar, la “Constancia” logra atravesar la barra con los sobrevivientes de la “Duquesa de Goyaz”, la corbeta insignia de la expedición que se hundió en la desembocadura tras permanecer cinco días encallada en los bancos exteriores.

Sobrepasada en su tonelaje y con el peligro de varar en el estuario, el comandante de la “Constancia” decide un desembarco en inmediaciones de lo que hoy se conoce como el “Pescadero” para aligerar su carga y redistribuir a los náufragos en el resto de las naves.

El propósito de los invasores era desembarcar para marchar por tierra hasta la altura del estacionario donde estaba varada la “Itaparica” y el “Escudero”. Pero un grupo de milicianos que tenían la misión de custodiar la margen sur los tomó por sorpresa. Los invasores abandonaron sus botes de desembarco y gran cantidad de pertrechos que inmediatamente fueron incendiados por los defensores.

Los milicianos de Olivera

Patagones, pese a los días que ya habían transcurrido desde que la Escuadra Imperial había hecho su aparición en la desembocadura, no terminaba de adoptar un plan para hacerles frente.

El 5 de marzo se decide convocar un Consejo de Guerra con el propósito de establecer un curso de acción definitivo. La Escuadra, reducida a la mitad de su poder original por el hundimiento de la “Duquesa de Goyaz” y el encallamiento de la “Itaparica”, se había adelantado hasta la Estancia de Rial para aprovisionarse de víveres. Esta situación favorecía un ataque con los barcos corsarios aunque, de acuerdo con la opinión del práctico Guillermo White, la operación presentaba muchas dificultades por las características del río Negro.

Al tiempo que se cumplían distintas tareas en el Fuerte para protegerse de un posible ataque de la infantería brasileña y tomaban posiciones en el lugar los negros libertos del coronel Pereyra, la caballería, integrada por vecinos armados y los 22 “tragas” del gaucho Molina, eran adelantados a Laguna Grande - bajo las órdenes del subteniente Olivera -, con la misión de determinar la ubicación del enemigo y el posible escenario desde donde podrían consumar un desembarco.

La caballería tomó posiciones en el lugar en horas de la tarde, tras lo cual Olivera dispuso que un grupo de vecinos, a cargo de Cabrera, marche hacia el cerro de Pepe Rial para efectuar tareas de reconocimiento.

Alrededor de la diez de la noche del 6 de marzo, dos centinelas de este grupo avistan una división de infantes brasileños que había desembarcado más abajo de la estancia de Rial con la aparente intención de inspeccionar el terreno.

Frente a este cuadro de novedades Olivera decide que el Juez de Paz Alfaro marche hasta el Fuerte para transmitir la información y destaca a un nuevo grupo para que siga de cerca la acción del enemigo.

Por esas horas, el comandante de los invasores, James Shepherd, acababa de confirmar a sus oficiales la realización del plan que había articulado los días anteriores: avanzar por tierra durante toda la noche para sorprender a Patagones con las primeras luces del 7 de Marzo.



El triunfo

Alrededor de las dos de la mañana del 7 de marzo de 1827, las tropas brasileñas inician su marcha hacia El Carmen desde un punto ubicado a unos dieciocho kilómetros río abajo, al este del Cerro Dirección. La fuerza, compuesta por cuatrocientos efectivos y trece oficiales, fue conducida hasta el Cerro de la Caballada por un negro brasileño. El baqueano - que había vivido un tiempo en Patagones luego de ser tomado en una de las presas del corsario “Lavalleja” -, para eludir las zonas barrancosas y cortadas de la costa se internó por el monte cerrado, sometiendo a los invasores a una difícil travesía.

El calor sofocante y los terrenos arenosos de la ruta elegida, pronto comenzaron a minar la energía de los agresores que durante todo el trayecto estuvieron privados de agua y con el río demasiado lejos para obtenerla.

A las cinco y media de la mañana, cuando ya el negro del “Lavalleja” había enfilado la columna hacia el Cerro de la Caballada, distante a unos cuatro kilómetros, los hombres del subteniente Olivera apostados en Laguna Grande se preparaban para una nueva vigilia.



Ninguno de los dos bandos sabía, obviamente, que estaban separados por apenas un kilómetro de monte y que en pocos minutos se trabarían en combate.

En esos momentos, Francisco Herrero y Domingo Miguel son mandados por Olivera a buscar unas reses para carnear y racionar a los milicianos. Se internan hacia el norte. A poco andar comprueban una infinita cantidad de huellas que delatan la presencia del enemigo. En menos de quince minutos están frente a Olivera con la novedad y toda la caballada, a brida suelta, sale en busca de la gloria.

Los brasileños, por su parte, ignoraban que los milicianos estaban alertados y empeñaron los últimos alientos para trepar por el cerro desde el que pensaban rendir sin mayor trámite al pueblo de Patagones.

En los pliegues del uniforme del capitán James Shepherd - uno de los primeros enemigos que cayó bajo el fuego de los defensores - se encontró una carta en la que requería la rendición: “Permaneced tranquilos en vuestros hogares; vuestras personas y propiedades serán respetadas, en caso de acceder a mi justa solicitud; pero en caso contrario incendiaré todas vuestras propiedades”. Para su desazón, el comandante imperial comprobó que toda la población estaba en pie de guerra y que su demanda, en Patagones y Viedma, jamás encontraría destino.

Pedro Pesatti



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