Un F-16 argentino armado con bomba planeadora Dardo 3



El fabricante checo de motores a reacción pequeños, PBS GROUP, opera en un sector donde la precisión tecnológica va de la mano con la responsabilidad por la seguridad y el control de las exportaciones. Sus motores están clasificados como material militar en la República Checa, lo que significa que su exportación está sujeta no solo a las regulaciones comerciales estándar, sino también a estrictas medidas de control.
CZ Defence
La situación de seguridad global y la consiguiente creciente demanda de productos de PBS GROUP han transformado a esta tradicional empresa checa, que hasta hace unos años se centraba principalmente en programas de producción civil, en una empresa dedicada principalmente a la exportación de equipo militar. Esto, inevitablemente, impone mayores exigencias en materia de seguridad. La empresa ha superado con éxito diversas inspecciones, incluyendo los trámites de licencia para la exportación de equipo militar. «Nuestros productos son tecnología de vanguardia que impacta en las capacidades de defensa de las naciones. Por eso, insistimos en que nunca caigan en malas manos», declaró Pavel Čechal, director ejecutivo de PBS GROUP, a CZ DEFENCE.
Obtener
una licencia de exportación de equipo militar en la República Checa es
un proceso complejo que garantiza que cada exportación se examine
cuidadosamente desde múltiples perspectivas. Cuatro ministerios
participan en este proceso. El principal coordinador es el Ministerio de
Industria y Comercio. Recibe las solicitudes de licencia de
exportación, gestiona la tramitación administrativa y también es
responsable de garantizar el cumplimiento de todos los requisitos
legales y normativos relacionados con las exportaciones. «La cooperación
con el Ministerio de Industria es fundamental. Se trata de garantizar
que el proceso administrativo sea lo más eficiente posible y que se
respeten todos los estándares de seguridad», afirma Čechal.
Desde
una perspectiva de política exterior, el Ministerio de Asuntos
Exteriores evalúa las licencias de exportación. Examina los riesgos
asociados a los posibles usuarios finales y su impacto en la seguridad
internacional. El Ministerio de Defensa evalúa si la exportación
socavará la seguridad de la República Checa y sus intereses de defensa.
Este paso es importante para garantizar que la tecnología checa no se
utilice indebidamente en contra de los intereses nacionales. Otro
organismo gubernamental involucrado en el proceso es el Ministerio del
Interior, que se centra en prevenir infracciones de las normas de
control de armas y materiales sensibles y en minimizar el riesgo de uso
indebido. «Cada uno de estos pasos añade un nivel adicional de control,
garantizando que el resultado final se ajuste tanto a los requisitos de
seguridad como a las normas internacionales», declaró Pavel Čechal.
Uno
de los pasos más importantes para obtener una licencia de exportación
de material de uso militar es investigar exhaustivamente al usuario
final del producto, como un motor de aeronave pequeña o una unidad
auxiliar de potencia (APU). Este proceso incluye la identificación y
verificación del comprador, la evaluación de los riesgos asociados a un
posible uso indebido y la comprobación del cumplimiento de las sanciones
y embargos internacionales. «La verificación del usuario final no es
solo un procedimiento formal, sino también una parte vital de nuestra
responsabilidad. Necesitamos asegurarnos de que nuestra tecnología no se
utilice indebidamente», enfatiza Pavel Čechal.
El sistema de licencias de exportación de la República Checa está diseñado para minimizar el riesgo de uso indebido de equipo militar y garantizar que las exportaciones se realicen de conformidad con las normas internacionales de seguridad. Este estricto régimen de control refuerza la confianza de los socios extranjeros en los proveedores checos y garantiza que la República Checa siga siendo un actor fiable en el mercado mundial de equipo militar.
«Las
licencias de exportación no son, sin duda, una simple tramitación
burocrática, sino una garantía esencial que protege no solo a nuestra
empresa, sino también a la comunidad internacional, del riesgo de uso
indebido de tecnología avanzada», afirma Čechal. «Gracias a este
proceso, podemos garantizar a nuestros clientes extranjeros que la
cooperación con PBS GROUP no solo es garantía de calidad, sino también
un enfoque responsable hacia la seguridad internacional», añadió el
director ejecutivo de PBS GROUP.
El
régimen de exportación en la República Checa forma parte de la garantía
de un enfoque seguro y responsable en el desarrollo y la distribución
de equipo militar. Para PBS GROUP, un proceso de licencias de calidad es
un medio y una condición fundamental para el rápido crecimiento de la
empresa en los mercados extranjeros en un momento de gran demanda de sus
productos. Esto le permite consolidar su posición como socio
internacional fiable y responsable para garantizar la defensa de
numerosos países, incluyendo gran parte de la Alianza del Atlántico
Norte.
El PBS TJ150 es un motor turborreactor checo fabricado por PBS Velká Bíteš. Este motor fue desarrollado para vehículos aéreos no tripulados, incluyendo drones objetivo, así como aeronaves tripuladas. Con un empuje de hasta 1500 N, el PBS TJ150 es el segundo motor más potente de la gama de motores PBS. El motor entró en producción en serie en 2019.

El PBS TJ150 es un pequeño turborreactor de un solo eje que consta de un compresor radial , un difusor radial y axial, una cámara de combustión anular, una turbina axial y una tobera de salida fija. El motor cuenta con un generador de arranque integrado para arrancar y suministrar energía a la red de cubierta, y un sistema de aceite independiente.
El motor PBS TJ150 se desarrolló a partir del PBS TJ100 , utilizando el mismo diámetro exterior y peso, pero con un 20 % más de potencia. Una de las versiones del PBS TJ150 permite el aterrizaje en agua salada.
Características generales
Componentes
Rendimiento


La Fuerza Aérea Argentina, a través del Centro de Investigación Aplicada (CIA) dependiente de la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) y en colaboración con el Centro de Ensayos en Vuelo (CEV), ha reactivado el desarrollo de la bomba planeadora FAS 850 Dardo. Este proyecto, que había permanecido prácticamente inactivo durante más de una década, inició una nueva etapa con pruebas de vuelo utilizando una carcasa inerte de la bomba montada en un prototipo del Pampa III matriculado EX-03. Estas pruebas incluyeron un contenedor especial equipado con cámaras para analizar el desempeño de la bomba en el soporte subalar del avión.
El plan contempla que para 2025 se realicen ensayos con bombas inertes y no propulsadas para evaluar su separación segura del avión, lo que permitirá avanzar hacia pruebas con bombas propulsadas, sistemas de guía y, finalmente, bombas con carga explosiva.
Historia y avances del proyecto
El proyecto Dardo, actualmente en su versión Dardo III, tuvo sus inicios en los años 80 con la bomba Dardo I, una munición convencional equipada con un motor cohete para mejorar su capacidad de penetración, de la cual solo se produjeron algunos prototipos. En los años 90, la iniciativa evolucionó hacia la Dardo II, una bomba planeadora con guía GPS, carcasa rectangular y alas desplegables, que comenzó sus ensayos en el nuevo milenio a bordo de un Mirage IIIC (matrícula C-717) operado por el Centro de Ensayos de Armamento y Sistemas Operativos (CEASO).
En 2011, durante el SIMPRODE, se presentó la Dardo 2-B, diseñada para portar bombas Mk.82 o Expal BK-BR de 500 libras, combinando navegación GPS, un sistema inercial y una espoleta Doppler FAS 1020. Esta variante permitía designar objetivos antes de la misión o durante el vuelo, con un alcance de hasta 60 kilómetros, altitud de lanzamiento de 40.000 pies y velocidad de hasta 0.9 Mach. Además, se exhibió la Dardo 2-C, equipada con una pequeña turbina (originalmente una APU de Mirage) que extendía su alcance hasta 200 kilómetros.
Perspectivas actuales
El objetivo actual es consolidar la integración de la bomba en el Pampa III, y, a futuro, buscar autorización para emplearla en aviones F-16, cuya llegada al país está en proceso de negociación. De lograrse estas metas, se alcanzaría una capacidad estratégica para ataques de precisión a larga distancia, reduciendo la exposición a defensas antiaéreas enemigas y potenciando significativamente la utilidad operativa del Pampa III.





