domingo, 16 de julio de 2017
Fusil de asalto: Nadie quiere al SA80
La soldadesca no confía en este fusil de asalto
War is Boring
El SA80 es el principal fusil de asalto del ejército británico y todo lo que se refiere a él es sencillamente una llamada a gritos a los años “1980”.
El servicio de rumores del ejército británico [British Army Rumor Service], un foro de discusión y página web de humor, lo describió como la versión armada de un funcionario civil, “ya que no funciona y no se puede disparar”. El fusil incluso lleva la década incorporada a su nombre. SA80 significa “Small Arms for the 1980s” [armas portátil para los años 1980].
Como muchas de las cosas de aquella época, el SA80 representaba la elegante modernidad. Los generales y los burócratas del Ministerio de Defensa pretendían que fuera el fusil de asalto más preciso y fiable del mundo.
Pero en lugar de eso, fue un completo desastre.
Presentado por primera vez en 1985, el SA80 cuenta con un diseño bullpup [el cierre se encuentra más atrás que el grupo del disparador] y dispara el cartucho 5'56x45 milímetros OTAN. Más compacto y tecnológicamente avanzado, iba a sustituir al venerable fusil de asalto L1A1, más conocido como el Fabrique Nationale FAL.
Pero el SA80, que todavía se encuentra en servicio en diferentes versiones, estaba plagado de problemas. A decir verdad, algunos soldados británicos dicen que el L85A2, la versión más reciente del fusil de asalto SA80, es fiable la mayoría de las veces.
No obstante, las versiones anteriores del SA80 eran tristemente célebres por sus interrupciones, especialmente en las duras condiciones típicas de cualquier campo de batalla. Había “piezas” del fusil que se rompían o se desprendían del arma con frecuencia. Incluso se cuentan historias de bayonetas caladas que “salieron disparadas” cuando los soldados abrieron fuego.
“Ahora mismo el principal problema del SA80 es la falta confianza”, declaró, al The Daily Mail, Terry Gander, editor de la revista Armas de Infantería [Infantry Weapons] de la editorial especializada Jane. “A los chavales no les gusta y el más mínimo problema tiende a magnificarse”.
Pero aunque algunos hablan de la sustitución de este arma, los militares británicos pretenden mantener el SA80 en servicio al menos hasta el 2020, le guste o no a los chavales.
L85A1. Foto de Wikipedia. En la cabecera, un comando de la Real Infantería de Marina apunta con su SA80 en Afganistán. Foto del Ministerio de Defensa británico
El desarrollo del SA80 se remonta a la década de los años 1950. Ya por aquel entonces el ejército británico estaba interesado en el desarrollo de un arma tipo bullpup. Pero no fue hasta la década de los años 1970 cuando el Reino Unido dispuso de verdaderos prototipos del SA80.
Al mismo tiempo, el fusil estadounidense M-16 se había convertido en el fusil más popular de la OTAN, aunque no fuera por otra razón más que el gran número de soldados estadounidenses en la alianza. Los británicos todavía se aferraban al FAL, un arma contundente y fiable que les había funcionado muy bien a los soldados en Malasia, Vietnam y las Malvinas.
Sin embargo, algunos soldados consideran el FAL un arma demasiado pesada que no estaba a la algura de los últimos avances tecnológicos. Por un lado, habitualmente los fusiles más modernos incluían un visor de más aumentos para condiciones de poca luz.
En los escalones más altos de las Fuerzas Armadas británicas se quejaban desde hace tiempo del cartucho 7'62x51 milímetros OTAN. No eran pocos los que creían que ese cartucho era demasiado potente para el tiro a ráfagas [fuego automático].
Así que el sustituto del FAL, el SA80, utilizaría el mismo cartucho que el M-16, más pequeño. Esto haría más fácil la logística y el aprovisionamiento de la munición, y permitiría a los soldados un mayor control del arma al disparar a ráfagas [fuego automático]. Las primeras pruebas del SA80 indicaron que resultaba muy preciso y estaba preparado para su uso en el campo de batalla.
Por lo menos…en teoría.
En 1990, el dictador iraquí Saddam Hussein invadió Kuwait y estalló la Guerra del Golfo Pérsico. Las tropas británicas, armadas con SA80s, se desplazaron rápidamente hasta Arabia Saudí y se unieron al contraataque. Pero los soldados enseguida averiguaron que sus fusiles tenían grandes problemas.
Por ejemplo, el SA80 no disponía de un protector en torno a la palanca de retenida del cargador, lo que a menudo ocasionaba que el cargador cayera al suelo cuando el arma se apoyaba sobre el cuerpo de su usuario. Los ingenieros diseñaron el fusil para tiradores diestros, lo que supuso un importante contratiempo para los soldados zurdos, a los disparar y manejar este fusil se les hacía incómodo y difícil.
Peor aún, el SA80 sufría frecuentes interrupciones por culpa del polvo y la arena del Oriente Medio, interrupciones que podían dejar el fusil de un soldado inservible en el peor momento posible.
“Yo creo que el diseño del SA80 está bien”, le comentó a War Is Boring un antiguo soldado británico. “La versión original del arma fue muy mala. Aquellos que lo utilizaron en la primera Guerra del Golfo apuntaban muchos problemas, especialmente en comparación con el SLR, la versión de fabricación británica del L1A1, que todavía estaba en servicio en aquel momento”.
“Los soldados más veteranos comparaban constantemente ambos fusiles y comentaban lo poderoso que resultaba el cartucho del SLR y el hecho de que podían disparar con él desde cualquier hombro”, explicaba el soldado. “A mi ese problema del L85 no me gustaba nada, que no pudiera disparar con la zurda cuando fuera necesario, porque si lo hiciera acabaría con un bonito moratón en la mejilla izquierda”.
Tras años de mejoras y retoques se logró perfeccionar el diseño del SA80. En última instancia, los soldados británicos recibieron el perfeccionado fusil de asalto L85A2 en 2001, justo a tiempo para la misión de la OTAN en Afganistán.
“Fue un fusil del que realmente no tuve que preocuparme y cumplió con el cometido para el que lo quería”, decía. “No he escuchado demasiadas quejas al respecto desde que se implementaron las mejoras de la versión A2. Es una auténtica vergüenza que pasaran tantos años antes de que se resolvieran los problemas del fusil”.
Pero eso no es suficiente como para que todos los soldados británicos reciban el fusil de asalto con los brazos abiertos.
Para llevar a cabo sus misiones el SAS puede elegir cualquier arma de fuego que desee, pero se niegan a utilizar el SA80. También los Royal Marines en Afganistán están cambiando el SA80 por el canadiense C8 Diemaco, una versión del Colt M-16A3.
Además, el SA80 constituye un total fracaso como arma de exportación. Únicamente Bolivia [WTF?] y Jamaica adquirieron este fusil, lo cual quiere decir que el gobierno británico nunca recuperó la considerable inversión realizada en el desarrollo de este fusil.
¿Qué pasa entonces con el cambio del SA80 por alguna cosa? Bueno, un argumento en contra del cambio es que los británicos ya se han gastado tanto dinero en mejorar el diseño que deshacerse del fusil ahora sería económica y políticamente desastroso.
Así que parece que el SA80 va a quedarse en el ejército británico durante al menos unos cuantos años más, un fusil cuyos mayores críticos dicen que fue “diseñado por el incompetente, adoptado por el indiferente y utilizado por el poco afortunado”.
Reseñas: "La campaña del desierto" (compilado)
"La campaña del desierto", de varios autores
Jun-24-11 - Reseña de Rosendo Fraga
LA CAMPAÑA DEL DESIERTO.
Varios autores
Editado por la Academia Argentina de la Historia, Buenos Aires, 2009.
La extensión del Estado Nacional a los territorios que estaban fuera de su control o jurisdicción en la segunda parte del siglo XIX se ha convertido en el paradigma de una reinterpretación no sólo de la llamada Campaña del Desierto, comandada por el General Julio A. Roca en 1879, sino de toda la historia argentina.
Se ha buscado convertir a Roca en la bestia negra de esta reinterpretación, como en alguna medida sucediera con Rosas un siglo atrás.
Es desde esta perspectiva que este volumen editado por la Academia Argentina de la historia es un aporte valioso por entender que es necesario esclarecer numerosos problemas que aún hay en nuestro pasado histórico y otros que merecen ser revisados o confirmados, como dice en el prólogo el Presidente de dicha institución, Juan José Cresto.
Se trata de catorce ensayos sobre el tema de otros tantos autores, que lo enfocan desde distintas perspectivas y sin tener necesariamente la misma visión histórica e ideológica, lo que hace más interesante el libro.
La categoría de genocidio que se adjudica contemporáneamente a esta campaña es refutada por varios de los autores con datos precisos, incorporando también visiones como el rol de los padres salesianos en la ocupación de los territorios de sur y su relación con la población indígena o pueblos originarios.
Entre las muchas afirmaciones inexactas utilizadas para denostar a Roca en los últimos tiempos está la de que Rosas realizó casi medio siglo antes una campaña contra los aborígenes, que no tuvo la de 1879.
Al respecto resulta interesante uno de los ensayos, el de Roberto Edelmiro Porcel, Pueblos Originarios y Pueblos Invasores, no sólo porque explica que al momento de la campaña gran parte de las tribus que ocupaban los territorios eran provenientes de Chile a comienzos del siglo XIX, los cuales habían desplazado en forma violenta a los habitantes anteriores -los tehuelches que poblaban el norte del Río Negro habían sido derrotados por los mapuches en la batalla de Choele-Choele en 1821-, sino porque explica el rol que jugaba entonces el negocio de vender en dicho país la hacienda robada por los malones en el territorio argentino.
También señala que en 1834, para terminar con los ranqueles que siempre habían sido sus enemigos, Juan Manuel de Rosas permitió la entrada y asentamiento en las Salinas Grandes de los caciques chilenos huilliches Calfulcurá y Namuncurá, quienes hicieron una gran matanza de indios vorogas en el combate de Masallé.
Como consta en el último informe del Presidente Avellaneda al Congreso, murieron en la campaña de Roca al Río Negro 1250 indios de lanza y fueron capturados otros 976.
Como dice el historiador Isidoro Ruiz Moreno en el tomo II de su libro Campañas Militares Argentinas, en el informe de Rosas que publica la Gaceta Mercantil el 24 de diciembre dice que han sido muertos a lanzazos 3.200 indios. También dice este destacado historiador que en las instrucciones de Rosas a uno de sus subordinados, el Coronel Pedro Ramos, le dice no conviene que al avanzar una toldería traigan muchos prisioneros vivos: con 2 o 4 son bastantes, y si más agarran, esos allí nomás en caliente se matan a la vista de todo el que esté presente, pues entonces en caliente nada hay de extraño, y es lo que corresponde.
Presentar la campaña de Roca como de exterminio y la de Rosas como humanitaria es una de las tantas falacias con la cual se pretende desacreditar al primero, con argumentos no sólo erróneos sino también falsos.
Sin desconocer los abusos, injusticias y violencias que se cometieron en estas campañas -que tenían lugar al mismo tiempo en la mayoría de los países de América y las que con menos derecho realizaban los países europeos en África y Asia-, cabe plantearse qué hubiera sucedido si la Argentina en 1879 decide no avanzar hasta el Río Negro y desentenderse del futuro de la Patagonia.
Pues, simplemente, dichos territorios hubiesen sido ocupados por otros países, ya fueran de la región, como Chile, o europeos, como Francia y Gran Bretaña.
Por estas razones, se trata de un libro que aporta enfoques y datos valiosos para alumbrar la polémica sobre la llamada Campaña al Desierto, que más que polémica se ha transformado en cerrada condena.
CENM
Jun-24-11 - Reseña de Rosendo Fraga
LA CAMPAÑA DEL DESIERTO.
Varios autores
Editado por la Academia Argentina de la Historia, Buenos Aires, 2009.
La extensión del Estado Nacional a los territorios que estaban fuera de su control o jurisdicción en la segunda parte del siglo XIX se ha convertido en el paradigma de una reinterpretación no sólo de la llamada Campaña del Desierto, comandada por el General Julio A. Roca en 1879, sino de toda la historia argentina.
Se ha buscado convertir a Roca en la bestia negra de esta reinterpretación, como en alguna medida sucediera con Rosas un siglo atrás.
Es desde esta perspectiva que este volumen editado por la Academia Argentina de la historia es un aporte valioso por entender que es necesario esclarecer numerosos problemas que aún hay en nuestro pasado histórico y otros que merecen ser revisados o confirmados, como dice en el prólogo el Presidente de dicha institución, Juan José Cresto.
Se trata de catorce ensayos sobre el tema de otros tantos autores, que lo enfocan desde distintas perspectivas y sin tener necesariamente la misma visión histórica e ideológica, lo que hace más interesante el libro.
La categoría de genocidio que se adjudica contemporáneamente a esta campaña es refutada por varios de los autores con datos precisos, incorporando también visiones como el rol de los padres salesianos en la ocupación de los territorios de sur y su relación con la población indígena o pueblos originarios.
Entre las muchas afirmaciones inexactas utilizadas para denostar a Roca en los últimos tiempos está la de que Rosas realizó casi medio siglo antes una campaña contra los aborígenes, que no tuvo la de 1879.
Al respecto resulta interesante uno de los ensayos, el de Roberto Edelmiro Porcel, Pueblos Originarios y Pueblos Invasores, no sólo porque explica que al momento de la campaña gran parte de las tribus que ocupaban los territorios eran provenientes de Chile a comienzos del siglo XIX, los cuales habían desplazado en forma violenta a los habitantes anteriores -los tehuelches que poblaban el norte del Río Negro habían sido derrotados por los mapuches en la batalla de Choele-Choele en 1821-, sino porque explica el rol que jugaba entonces el negocio de vender en dicho país la hacienda robada por los malones en el territorio argentino.
También señala que en 1834, para terminar con los ranqueles que siempre habían sido sus enemigos, Juan Manuel de Rosas permitió la entrada y asentamiento en las Salinas Grandes de los caciques chilenos huilliches Calfulcurá y Namuncurá, quienes hicieron una gran matanza de indios vorogas en el combate de Masallé.
Como consta en el último informe del Presidente Avellaneda al Congreso, murieron en la campaña de Roca al Río Negro 1250 indios de lanza y fueron capturados otros 976.
Como dice el historiador Isidoro Ruiz Moreno en el tomo II de su libro Campañas Militares Argentinas, en el informe de Rosas que publica la Gaceta Mercantil el 24 de diciembre dice que han sido muertos a lanzazos 3.200 indios. También dice este destacado historiador que en las instrucciones de Rosas a uno de sus subordinados, el Coronel Pedro Ramos, le dice no conviene que al avanzar una toldería traigan muchos prisioneros vivos: con 2 o 4 son bastantes, y si más agarran, esos allí nomás en caliente se matan a la vista de todo el que esté presente, pues entonces en caliente nada hay de extraño, y es lo que corresponde.
Presentar la campaña de Roca como de exterminio y la de Rosas como humanitaria es una de las tantas falacias con la cual se pretende desacreditar al primero, con argumentos no sólo erróneos sino también falsos.
Sin desconocer los abusos, injusticias y violencias que se cometieron en estas campañas -que tenían lugar al mismo tiempo en la mayoría de los países de América y las que con menos derecho realizaban los países europeos en África y Asia-, cabe plantearse qué hubiera sucedido si la Argentina en 1879 decide no avanzar hasta el Río Negro y desentenderse del futuro de la Patagonia.
Pues, simplemente, dichos territorios hubiesen sido ocupados por otros países, ya fueran de la región, como Chile, o europeos, como Francia y Gran Bretaña.
Por estas razones, se trata de un libro que aporta enfoques y datos valiosos para alumbrar la polémica sobre la llamada Campaña al Desierto, que más que polémica se ha transformado en cerrada condena.
CENM
Mesa de diseño: Proyecto Messerschmitt Me P.1112 (Alemania)
Proyecto «Messerschmitt Me P.1112»
Corte del avión que permite ver los tanques de combustible, el motor a reacción y los cañones:
A comienzos de 1945 se inició el diseño del caza interceptor a reacción «Messerschmitt Me P.1112», descartándose de ese modo la continuación del proyecto P.1111. Las alas estaban montadas en ángulo de 40 grados y llevaba un tanque de combustible en cada una de ellas. Un tercer tanque se ubicaba dentro del fuselaje y por delante del motor. En total, tenía una capacidad máxima de carga de 1.900 litros de combustible y estaba preparado para ampliar esa capacidad a 2.400 litros. El motor a reacción era un Heinkel Hirth He S 011. Tenía un conjunto estabilizador-timón en "V" que, según el proyecto, ayudaría a reducir superficie y a disminuir la resistencia al avance. Dos tomas de aire estaban ubicadas a ambos lados del fuselaje por sobre la base de las alas. El tren de aterrizaje era de tipo triciclo. El piloto se ubicaba en una cabina presurizada, con asiento eyectable, con un ángulo de inclinación de 23 grados y con un blindaje de 100 mm. de espesor en el frente y de 60 mm. en los laterales. El armamento consistía en cuatro cañones MK 108 de 30 mm. Otra posibilidad eran dos cañones MK 108 de 30 mm. y dos MK 103 también de 30 mm. Asimismo, estaba preparado para alojar un cañón MK 112 de 55 mm. en los flancos inferiores del fuselaje o un cañón Mauser MK 214 de 50 mm. a través de la cabina. Longitud: 8,25 metros. Velocidad estimada: 1.100 km/h.
El Ingeniero Waldemar Voigt, jefe del proyecto, había anticipado que las primeras pruebas de vuelo podrían efectuarse a mediados de 1946. El 29 de Abril de 1945 las tropas norteamericanas ocuparon los talleres de Oberrammergau donde se desarrollaba el diseño y "rápidamente tomaron posesión" de todos los archivos correspondientes al P.1112. No es ninguna coincidencia que las alas y el diseño general del «Vought F7U-1 Cutlass» muestren semejanza con el P.1112, desde que Waldemar Voigt, una vez concluída la guerra, halló trabajo en la empresa Vought que fabricó el F7U-1.
Dos fotografías correspondientes a una maqueta a escala natural de la cabina del avión, también capturada por las tropas norteamericanas:
Motor Heinkel Hirth He S 011:
Cañón MK 108 de 30 mm.:
Cañón MK 103 de 30 mm.:
Cañón Mauser MK 214 de 50 mm.:
Montaje del cañón Mauser MK 214 de 50 mm.:
Cañón MK 112 de 55 mm.:
Maqueta del Messerschmitt Me P.1112:
Fuente del texto: http://www.luft46.com/ - website propiedad de Dan Johnson.
Dibujos a color: a) Nro. 1 = Luftwaffe Secret Projects: Fighters 1939-1945; b) Nros. 2 a 11 = Gino Marcomini; c) Nro. 12 = Luca Oleastri; d) Nros. 13 y 14 = Peter Allen.
Fotografía motor Heinkel Hirth: Wikipedia
Fotografía maqueta del avión: website = http://www.motionmodels.com/custluft.html
Un proyecto muy parecido, el P.1110
sábado, 15 de julio de 2017
Avión de ataque: A-4E Skyhawk "Ayit"
A-4 Skyhawk "Ayit"
Global Security
Un avión de ataque ligero de corta alcance y de apoyo cercano. El Skyhawk fue originalmente pensado para las fuerzas de la Armada y de la Infantería de Marina de EE.UU., basado en la experiencia adquirida en la Guerra de Corea. El avión fue un éxito inmediato, y los Skyhawks continúan volando en las fuerzas aéreas alrededor del mundo. La Fuerza Aérea Israelí [IAF] adquirió el Skyhawk en 1967 como un resultado indirecto del embargo francés a Israel, que impidió a Israel recibir 50 Mirage 5 que habían sido comprados de Francia y pagados en su totalidad. El Skyhawk fue el primer avión de ataque que los Estados Unidos acordaron vender a Israel.
Una versión especial del avión - el A-4H - fue desarrollado para la IAF. El A-4H y el A-4E con el cual ofrecieron aviónica mejorada y el motor J-52-P-8A de empuje mejorado de 9.300 libras. Las diferencias externas incluyen la cola de punta cuadrada modificada. A diferencia de los A-4E, tenían un paracaídas de cinta bajo la cola para acortar la carrera de aterrizaje. El armamento consistió en el cañón doble de 30mm de DEFA en lugar de los cañones de la USN de 20mm (que tendían a encasquillarse). Las modificaciones posteriores incluyeron la joroba de la aviónica y un tubo de escape extendido, implementado en Israel por IAI. El tubo de escape extendido proporcionaba una mayor protección contra los misiles de superficie-aire. Un total de 90 A-4Hs fueron entregados, y eran el avión de ataque principal de Heyl Ha'avir en la guerra del desgaste.
Característica del Ayit fue el paracaídas de frenado
A principios de 1973, el A-4N Skyhawk mejorado entró en servicio, con un motor de mayor capacidad, una cabina con visibilidad mejorada, cañón de 30 mm y una mejor capacidad de maniobra. Basado en el A-4M usado por el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, la IAF compró decenas de A-4N Skyhawks, que permanecen en servicio con la IAF.
Los diferentes modelos de Skyhawks llevó a cabo misiones de bombardeo en la guerra de Yom Kippur, y una proporción considerable de las incursiones tácticas. También sufrieron pérdidas considerables, probablemente debido a su velocidad de penetración relativamente baja. También atacaron en la Operación Paz para Galilea, y uno de ellos derribó un MiG-17 sirio. La IAF también tiene dos modelos de asientos, para las operaciones, así como la formación avanzada y el reciclaje. Los primeros modelos de entrenamiento llegaron en 1967, con el primer lote de Skyhawks. Durante la guerra de Yom Kipur, la orden de combate de Skyhawk fue reforzada con los modelos TA-4F y TA-4J.
A mediados de 2003, los "Tigres Voladores" del Escuadrón 102 en la Base Aérea de Hatzerim seguían realizando un curso avanzado de entrenamiento de la IAF con las versiones A-4N y TA-4J. La Fuerza Aérea israelí eligió a RADA Electronic Industries Ltd. para actualizar su entrenador A-4 con sistemas de entrega de armas, navegación y entrenamiento. La integración de una pantalla multifunción y Head-up produjo un plomo avanzado en entrenador de combate para los futuros pilotos de combate de la IAF.
El 8 de diciembre de 2004 RADA anunció que el primer A-4 "Skyhawk" de la Fuerza Aérea de Israel (IAF) había completado con éxito su vuelo inaugural. Este hito crítico del programa se llevó a cabo dentro de un calendario firmemente planificado de sólo 11 meses después de la iniciación del programa. El A-4 "Skyhawk" es el entrenador avanzado de la IAF usado en la academia de vuelo y como entrenador de combate para los combatientes modernos (F-15 y F-16). El programa, activado el 01 de enero de 2004, incluye el reemplazo de las unidades aviónicas anticuadas a bordo de los 50 aviones con equipos de nuevo diseño. La modernización tiene como objetivo mejorar el ambiente de entrenamiento de los cadetes de aire que vuelan el avión, permite un resumen completo de cada vuelo utilizando pantallas gráficas tridimensionales sincronizadas con grabaciones de video y audio, reduciendo significativamente el costo de propiedad de la aeronave. La fase de pruebas en vuelo estaba programada para ser completada dentro de los 3 meses; Con la producción en serie y la instalación continuando hasta el tercer trimestre de 2005.
A-4E para el COAN
Antes del conflicto por las Malvinas la Armada negociaba infructuosamente la adquisición de nuevos "Skyhawks" para reemplazar los viejos y desgastados A-4Q (entre los diversos pedidos se incluía el A-4M ultima versión de este venerable modelo que luego derivaría en la adquisición de los Super Etendards), diferentes circunstancias imposibilitaron a la Armada reemplazar los aviones de la Tercera Escuadrilla de Caza y Ataque, la EA33 (hogar de los "Skyhawks" navales).De esa manera, la EA33 fue al combate por las Malvinas con un Grupo Aéreo muy reducido el cual en parte se mantenía en vuelo gracias a los repuestos (incluso el recambio de juegos de alas completos), procedentes de un lote de A-4B "as is" que se tenían en reserva, y que fueron adquiridos junto a los A-4Q en 1971.
Finalizado el conflicto por las Malvinas, la Armada se vio en la urgente necesidad de reconstruir la aun mas desgastada linea de vuelo de la EA33; de esa manera se inician contactos en Israel ( en realidad durante el conflicto, mas precisamente en Mayo, ya había sido enviado personal para intentar adquirir rotables e incluso mas "Skyhawks" ); el envió de esta comisión naval toma forma en la Operacion "Goliat", la adquisición de doce aviones A-4E "Ayit" (Águila) tal como estaban en reserva en la Fuerza Aérea israelí, pero en Junio finaliza el conflicto y entonces se decide modernizar los aviones; sin embargo transcurrirían dos años, cuando en Mayo de 1984 se firma un contrato con la ELBIT para diseñar un avanzado sistema de navegación y ataque, programa que se llamaría "Proyecto Hope" a instalar en los doce "Skyhawk" A-4E recientemente separados.
Para Noviembre de 1984, ya se había pagado el 81% del contrato, una delegación de la ELBIT llego al Comando de Aviación Naval ( COAN ) para exponer el proyecto técnico ( los aviones aun estaban en Israel ), el cual preveía la modificación en los dos primeros A-4E en Septiembre de 1985, trabajos a realizarse en el Taller Aeronaval Central en Bahía Blanca con personal propio bajo la asistencia de técnicos israelíes; los otros diez aviones serian totalmente modernizados ya sin la ayuda de la ELBIT. Los primeros seis aviones del lote deberían entrar en servicio durante el año 1986; de este grupo, dos maquinas (numerales 3-A-303 y 3-A-311) serian los prototipos y los otros cuatros (3-A-305, 3-A-306, 3-A-307 y 3-A-308) serían modernizados en el Arsenal Aeronaval Nº 2.
A-4E Ayit pintado en los colores del COAN
Ese era el proyecto previsto, sin embargo todavía en Agosto de 1985 los aviones aun se encontraban retenidos en Israel por presiones de índole política a la cual estaba sometida la Argentina, situación que impedía la transferencia de determinados Sistemas de Armas, el Skyhawk no era la excepción, aunque el sistema de navegación y ataque de la ELBIT no estaba sujeto al embargo, por lo tanto se decide en un primer momento la colocación de sendos equipos en los dos primeros aviones en Israel y traer el resto para instalarlo en los A-4Q sobrevivientes que aun operaban en la Armada; cuando se confirmo que los viejos A-4Q deberían ser profusamente modificados para soportar la modernización, sumado esto a las pocas unidades en servicio y el desgaste que presentaban, finalmente se decide cancelar la modernización y anular la Operacion "Goliat" quedando los doce "Ayit" definitivamente en Israel.
A pesar de todo, un lote de repuestos y equipos de apoyo en tierra de A-4E compatibles con los A-4Q lograron burlar el bloqueo y llegaron a la Argentina, entre ellos tres pods de reabastecimiento Sargent-Fletcher, cascos de vuelos y trajes anti-G, ademas de que en por lo menos dos contenedores "habrían" arribado treinta misiles AGM-65A"Maverick", (incluso uno de los misiles tenia el Nº de serie 1330) además de equipos, tales como carros para los misiles "Maverick" y piezas estructurales de A-4E.
Poco tiempo después, los últimos dos Skyhawks A-4Q navales eran dados de baja y la EA33 desactivada.
Biografía: General Herman Balck (Alemania)
El general alemán más grande que nadie ha escuchado - Teniente General de las tropas blindadas Herman Balck
Nikola Budanovic | War History OnlineHerman Balck podría ser uno de los Generales alemanes más eficaces, cuyas acciones están en gran parte olvidadas hoy. Él vino de una familia militar, su padre, William Balck que era un general en el ejército alemán imperial. Herman se inscribió en el Batallón de Rifle Hannoveriano 10 en Goslar como un cadete en 1913. Al año siguiente continuó su educación en el Colegio Militar Hanoverian. Sin embargo, la guerra interrumpió sus estudios, y se convirtió en oficial de infantería de montaña, a la edad de 21 años.
Balck tuvo la oportunidad de probar sus habilidades militares a principios de la Primera Guerra Mundial. Se le confió a su unidad un papel vital; Conduciendo un cruce en Sedan. Ciudad de gran importancia estratégica y simbólica, fue el lugar de una gran victoria prusiana durante la guerra franco-prusiana de 1870.
A partir de entonces, la carrera militar de Balck se disparó - sirvió en los frentes occidental y oriental, en los Balcanes e Italia. Fue nominado para la más alta decoración militar prusiana - Pour Le Merite medalla. La derrota del ejército alemán en 1918 interrumpió el proceso de citación, y nunca recibió el premio. Cuando terminó la guerra, el joven Hermann estaba al mando de una compañía de ametralladoras.
Balck fue un oficial altamente condecorado después de la Primera Guerra Mundial, ya que llevaba en su pecho la Cruz de Hierro 2 ª Clase y 1 ª Clase, Knight of the House Orden de Hohenzollern con Espadas, y varias otras medallas militares significativas.
Después de la guerra, Balck permaneció en el ejército como uno de los 4.000 oficiales que retenían su servicio. En 1922 él ensambló el 18vo Regimiento de caballería donde él sirvió por los 12 años próximos.
Él rechazó ofertas para unirse al Estado Mayor dos veces, prefiriendo permanecer fijado como oficial de línea. En cuanto a su carrera, significó que deliberadamente frenó su avance en las filas del ejército, ya que el servicio en el Estado Mayor garantizaba la promoción.
Sin embargo, como el interés por unidades motorizadas y tanques creció en el ejército alemán, Balck no pudo resistirse a unirse a la Inspección de Tropas Motorizadas. Se encargaron de reorganizar las unidades existentes para que fueran adecuadas para el nuevo equipo moderno que estaba en desarrollo.
Durante este tiempo hizo amistad con el famoso pionero de blitzkrieg, Heinz Guderian. Luchaban lado a lado en Francia, como parte de la 1 ª División Panzer. Balck demostró una vez más su decidido pensamiento e iniciativa encabezando el cruce sobre el río Meuse y estableciendo una cabeza de puente bien sostenida en el otro lado del río.
Después de la caída de Francia, Herman Balck con su División Panzer continuó la conquista de Europa. Él desempeñó un papel dominante en la superación de la línea griega de Metaxas - un sistema complejo de fortificaciones similares a la línea francesa de Maginot. Balck ha capturado con éxito Thessaloniki, una de las ciudades más grandes de Grecia con gran importancia estratégica.
1ª División Panzer cruzando un puente pontón en el Mosa cerca de Sedan, 1940.
Después de Grecia, regresó a sus deberes anteriores en la Inspección de Fuerzas Armadas donde continuó organizando y reformando las Divisiones Panzer.
Él entonces se unió a su amigo influyente, Guderian, en el frente del este, donde las batallas más sangrientas estaban para venir. Fue puesto al mando de una unidad de élite del Heer (el componente de fuerzas terrestres de la Wehrmacht) -La división Panzer Grenadier Grossdeutschland.
Esta fue la unidad mejor equipada y entrenada en el ejército. Con Balck como su líder, tomaron la Segunda Ofensiva sobre Zhitomir en Ucrania en 1943 (siendo la primera en 1941).
La ciudad de Zhitomir y el área circundante era el lugar que se convertiría en el notorio cuartel general ucraniano de Himmler. Fue uno de los motivos experimentales para la colonización alemana de Europa del Este.
Balck en vehículo de mando en Grecia, abril de 1941; Bundesarchiv - CC BY-SA 3.0 de
En 1943, Hermann Balck ya estaba clasificado Generalleutnant, un equivalente del general mayor. En julio de 1944 Balck comandó la fuerza de defensa durante la fase inicial de la ofensiva soviética Lvov-Sandomierz. También estuvo muy involucrado en el fracasado intento de socorro del cercado Cuerpo del Ejército XIII. Estaban atrapados en un bolsillo cerca de la ciudad ucraniana de Brody. A pesar de todos los esfuerzos, los hombres en el bolsillo no recibieron refuerzos y fueron aniquilados.
En septiembre de 1944, el declive total del ejército alemán fue evidente en todos los frentes. Balck fue trasladado a Francia, donde enfrentó a los aliados bajo el mando del general estadounidense Patton. Los alemanes fueron superados en número y obligados a obedecer las ideas insensatas de Hitler que condujeron a la caída del frente occidental. Su viejo amigo, Heinz Guderian, pidió que fuera trasladado a Hungría para detener el avance del Ejército Rojo. En su lugar, se rindió a los estadounidenses.
Soldados Soviéticos En Lviv (Lwów).
El 8 de mayo de 1945, el teniente general de las tropas blindadas Herman Balck terminó su guerra rendiéndose al XX cuerpo de los E. en Austria.
Durante la Segunda Guerra Mundial recogió un gran conjunto de condecoraciones del ejército, avanzando gradualmente al más alto honor militar en la Wehrmacht - Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con hojas de roble, espadas y diamantes.
Herman Balck fue mencionado en varios extensos estudios sobre las tácticas de los tanques alemanes durante la guerra. El general William DePuy lo consideró "quizás el mejor comandante de división del ejército alemán".
Después de la guerra, estuvo en cautiverio hasta 1947. En varias ocasiones le ofrecieron participar en el estudio de la División Histórica del Ejército estadounidense sobre la guerra, haciendo más difícil su posición como prisionero de guerra. Después de haber sido liberado, Balck encontró un trabajo como trabajador de depósito.
Miembros de la Bundeswehr (Ejército de Alemania Occidental) en ejercicios de la OTAN;
Sin embargo, al año siguiente, fue nuevamente encarcelado. Fue juzgado por la ejecución no autorizada de un oficial de artillería que se negó a obedecer sus órdenes. El oficial en cuestión fue el teniente coronel Johann Schottke, y el suceso ocurrió el 28 de noviembre de 1944, cerca de Saarbrücken. La unidad de Schottke no había podido proporcionar fuego de artillería de apoyo sobre su área objetivo designada. Se determinó que Schottke fue encontrado borracho en el deber, que era la razón de su ejecución.
Balck fue declarado culpable y sentenciado a tres años de prisión. Sirvió aproximadamente la mitad de su castigo y se le concedió una liberación temprana. A finales de los años setenta y principios de los 80, la experiencia de Balck volvió a utilizarse en una serie de seminarios para oficiales de la OTAN. Éstos se celebraron con Friedrich von Mellenthin, otro oficial altamente condecorado de la antigua Wehrmacht.
Herman Balck murió el 29 de noviembre de 1982 (edad 88) en Asperg, Baden-Württemberg, Alemania Occidental. Dejó atrás sus memorias tituladas Orden en el Caos: Las Memorias del General de las Tropas Panzer Hermann Balck (originalmente titulado Ordnung im Chaos / Erinnerungen 1893 - 1948).
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