miércoles, 27 de julio de 2016

Conflictos americanos: Conflicto del Marañón, 1941

Guerra peruano-ecuatoriana de 1941 


La Guerra Peruano-Ecuatoriana tuvo lugar entre 1941 y 1942 enfrentando a Ecuador y al Perú. Ambas naciones están en completo desacuerdo en la forma en que se originó el conflicto: 

La versión peruana de los hechos es que tropas ecuatorianas invadieron territorio peruano de Zarumilla, lo que originó una batalla que se extendió hasta una zona denominada Quebrada Seca. 

La versión ecuatoriana es que el Perú tomó como pretexto una serie de incidentes que se venían produciendo entre patrullas fronterizas de lado y lado para invadir al Ecuador, con la intención de forzarlo a la firma de un acuerdo limítrofe que fije de manera clara la frontera entre ambos países, citando la evidente disparidad de fuerzas entre ambas naciones como soporte para su argumento. Esta corta guerra fue un éxito para las fuerzas armadas peruanas. Perú había formado una unidad paracaidista en la zona e hizo uso de ella con buen resultado - el primer combate en el hemisferio en el que intervinieron tropas aerotransportadas produjo la toma de Puerto Bolívar el 27 de julio de 1941. 

Al cese de las operaciones militares a finales del mes, el Ejército del Perú, se encontraba en posesión de la mayor parte de la provincia ecuatoriana de El Oro, junto al océano Pacífico, así como de partes de la provincia de Loja y reafirmó el control peruano sobre los territorios orientales amazónicos sobre los que el Ecuador reclamaba derechos de soberanía. 

El Gobierno ecuatoriano del doctor Carlos Alberto Arroyo del Río suscribió el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Rio de Janeiro, el 29 de enero de 1942. 



Bombardero de ataque Northrop 8A3P peruano. Una de las 9 máquinas en servicio al estallar el conflicto. Noten el casco italiano modelo 1935 del motociclista. y el Adrian 1916 del soldado cerca del ala. 

Consecuencias 
Aunque en el Ecuador sigue estando muy difundida la creencia de que el Protocolo de Rio de Janeiro despojó a la nación de más de 200.000 kilómetros cuadrados de territorio amazónico, lo cierto es que, si se considera la línea de frontera establecida en el status quo de 1936, la diferencia territorial a consecuencia del tratado de 1942 fue de 13.480 kilómetros cuadrados (Tobar Donoso, 1945). 

Más allá de las posiciones nacionales, es necesario recordar que, como en casi todas las guerras entre las repúblicas americanas, exisitió en ésta intereses internacionales y un "fuerte olor a petróleo". 

El asunto de los intereses estadounidenses en América Latina ha sido analizado por múltiples intelectuales, y uno que destaca por su lucidez es el libro de Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina. 

En el caso de la guerra Ecuador-Perú de 1941, como ha notado el geógrafo francés Jean Paul Deler (que ha trabajado en toda la región andina) en su obra Ecuador, del espacio al estado nacional, Quito, 1987: " 

Existe una notable concordancia entre el trazado de la frontera de 1942 y los límites orientales de una inmensa concesión otorgada en 1937 a una filial de la Royal Dutch Shell por el gobierno ecuatoriano, en detrimento de una filial de la Standard Oil of New Jersey. 

En efecto, tras 1941 Perú concesionó a compañías estadounidenses las zonas limítrofes hasta donde avanzaron sus tropas en aquel conflicto, y donde está ahora la frontera. 

Reaparición del conflicto Dificultades en la Demarcación Fronteriza 
Para llevar a cumplimiento la demarcación de la frontera según las instrucciones del Protocolo de Rio, ambos países formaron comisiones mixtas demarcadoras, que comenzaron la labor de colocación de los hitos fronterizos a mediados de 1942. 

Pronto, sin embargo, quedó demostrado que la labor de demarcación en sí misma se prestaba para malentendidos y encerraba ya el gérmen de posteriores conflictos. Las divergencias de pareceres entre las comisiones sobre la interpretación de las instrucciones fijadas por el Protocolo tenían dos causas fundamentales: en primer lugar, ambas naciones interpretaban de manera distinta accidentes geográficos claros y definidos, un ejemplo de lo cual fue la definición del cauce del río Zarumilla. En segundo lugar, y esto referente a la delimitación de la frontera en la región amazónica, la falta de conocimiento detallado en 1942 acerca de la geografía de grandes áreas de dicha región había obligado a los firmantes del Protocolo a utilizar fórmulas general y poco específicas, tales como "nacientes del río X" o "divortium aquarum" (divorcio o separador de aguas), fórmulas que naturalmente podían prestarse para diversas interpretaciones, de acuerdo a los intereses de cada país. 

El Ecuador y Perú veían con distintos ojos la aparición de dichos impasses: para el Perú, las protestas y reclamos ecuatorianos no eran sino una maniobra de dicho país para desconocer el Protocolo de Río y perennizar un conflicto que debía haber quedado superado definitivamente. Para el Ecuador, en cambio, las interpretaciones peruanas eran vistas como el intento del vecino del sur por trazar los límites interpretando el Protocolo de acuerdo a sus conveniencias, aprovechando para ello de su posición de país más poderoso, y amagando con hacer uso de la fuerza en caso de ser necesario. Así, el Protocolo de Rio, lejos de terminar con la vieja disputa entre ambas naciones, inauguraba un nuevo período de tensiones ecuatoriano-peruanas, caracterizado fundamentalmente por la desconfianza y el resentimiento, sentimientos que enraizaron más en el Ecuador que en el Perú, país que intentaba cerrar un frente de potenciales conflictos para concentrarse en el peligro que se consideraba como más inmediato para su seguridad nacional, las diferencias y tensiones con la República de Chile. 


Mapas de las zonas en litigio 


El divortium aquarum: La demarcación se suspende indefinidamente 

Como quiera que fuese, las comisiones demarcadoras fueron realizando su labor, y reportando ante los garantes del Protocolo las discrepancias a medida que éstas iban surgiendo. De esta manera, varias divergencias fueron superadas mediante la intervención del canciller de Brasil, Oswaldo Aranha, dejándose otras en manos del capitán Braz Dias de Aguiar, también brasileño, quien dio solución a otro grupo de impases con un arbitraje emitido el 14 de julio de 1945. Entre los fallos emitidos por Dias de Aguiar se encontraba uno referente al trazado de la línea en las inmediaciones de la confluencia de los ríos Santiago y Yaupi. 

La divergencia más importante, sin embargo, surgiría con la aplicación de las instrucciones contenidas en el artículo VII del Protocolo, en su literal (a), numeral (1), el cual rezaba: 

De la quebrada de San Francisco, el divortium aquarum entre el río Zamora y el río Santiago, hasta la confluencia del río Santiago con el Yaupi. 

La razón para la utilización del término no muy preciso de divortium aquarum en esta sección del documento se debía a que, al momento de la firma del Protocolo, se tenía escaso conocimiento de la geografía de la región aludida, lo que impidió hacer uso de nombres específicos de ríos o quebradas, como sí se lo hacía en el resto de literales. Con el fin de procederse a la demarcación del sector, las Partes solicitaron a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en tanto que país Garante, elaborar un mapa aerofotogramético de la región, el cual fue entregado oficialmente a cada una de las partes en febrero de 1947. Paradójicamente, dicho mapa, lejos de dar las herramientas para el rápido cierre de la frontera en el sector aludido, fue en sí mismo el causante de un impase aún mayor. 

Una declaración polémica: la "nulidad" del Protocolo 
El desastre militar de 1941 y la firma del tratado de paz del año siguiente dejaron una huella profunda en el proceso histórico ecuatoriano. El sentimiento de humillación nacional, agudizado por divisiones internas que sacaban a la luz acusaciones de cobardía de parte del Ejército durante la invasión peruana, y de traición a la Patria de parte de los diplomáticos y políticos que firmaron el Protocolo de Rio de Janeiro, dio paso a un deseo latente de revanchismo y de reivindicación, que se habían hecho ya patentes en 1948 con la decisión unilateral por parte del Ecuador de suspender el proceso de demarcación de la frontera, y que se resumían de manera cabal en la frase que se convirtió en un estribillo nacional coreado por los actores políticos ecuatorianos de las más diversas ideologías. 

El Ecuador es, fue y será País Amazónico 
En un país carente de conciencia nacional desde su misma fundación en 1830, y rasgado por el intenso regionalismo y la rivalidad entre las ciudades de Quito -ciudad capital-, y Guayaquil, -núcleo económico de la nación-, el antiperuanismo pasó a convertirse en el único polo de atracción capaz de unir a todos los ecuatorianos. 

Aunque en el Perú nunca llegó quizá a enraizar un sentimiento generalizado de antiecuatorianismo -a excepción hecha de Iquitos y las regiones nororientales colindantes con el Ecuador, paradójicamente los mismos territorios sobre los que el Ecuador insistía en reclamar como suyos-, su propio proceso histórico contribuyó a perpetuar el ambiente de conflicto permanente. En efecto, la guerra del Pacífico con la República de Chile, que trajo aparejada una humillante y dolorosa ocupación de Lima, y la posterior pérdida de territorios a consecuencia de la firma de la paz, influyeron de manera no poco importante en las futuras relaciones del Perú con su "problemático" vecino del norte. 

Ya la guerra de 1941 con el Ecuador, que trajo aparejada la invasión y ocupación temporal de la provincia ecuatoriana de El Oro, había servido a sus fuerzas armadas como una reivindicación simbólica del desastre nacional de 1879-1884. Posteriormente, la recalcitrante negativa ecuatoriana al cierre de la frontera en el sector disputado de la Cordillera del Cóndor, sin previa revisión del tratado, fue interpretada por el Perú como una intentona artera, por parte del Ecuador, de querer desconocer un convenio internacional debidamente firmado por ambos países, y ratificado por sus respectivas legislaturas. A la luz de sus dolorosas experiencias con Chile, el Perú se negó a considerar cualquier revisión al Protocolo, y adoptó la política de que, firmado el Protocolo, con el Ecuador "no había ningún asunto fronterizo pendiente de resolver". 

La combinación de las actitudes ecuatorianas y peruanas traía consigo el gérmen de posteriores enfrentamientos no sólo diplomáticos, sino también militares. El Ecuador, sus protestas desoídas tanto por parte del Perú como de los países garantes, se encaminó por una senda peligrosa: la de infundir en el país un sentimiento de inconformidad, clamando el derecho a una reivindicación nacional, simbolizado a través del intento de buscar una "salida soberana" al río Amazonas, concepto que de por sí implicaba el derecho a exigir, cuando menos, un corredor de tierra hacia el río Marañón. 

El Perú, por las razones arriba mencionadas, adoptó una actitud cada vez más intransigente, en la que fue primando el concepto de que la única manera de tratar con el Ecuador consistía en hacer uso de la fuerza. Cualquier intentona ecuatoriana de "infiltrarse" en territorios vistos como legítima e indiscutiblemente peruanos sería, en adelante, solucionada rápidamente por la vía de las armas. 

El siguiente paso era apenas cuestión de tiempo, o de personalidades. En 1960, el presidente ecuatoriano Dr. José María Velasco Ibarra declaró de manera sorpresiva que el Protocolo de Rio de Janeiro no sólo era inejecutable sino que era "nulo de nulidad absoluta", porque había sido impuesto bajo coerción y con presencia de fuerzas militares peruanas en suelo ecuatoriano. 

Según la administración de Velasco Ibarra y posteriores análisis, los problemas del tratado eran los siguientes: 

Que el protocolo no era ejecutable, dado que uno de los puntos del mismo no concordaba con la realidad geográfica de la zona: Específicamente que no hay un solo divortium aquarum entre el Zamora y el Santiago sino dos: uno entre el Zamora y el Cenepa, y otro entre el Cenepa y el Santiago. Más aún, en tanto que no se había mencionado a la Cordillera del Cóndor en ninguna parte del artículo séptimo del Protocolo, no existía razón de fuerza para considerarlo indiscutiblemente como el divortium aquarum al que se hacía referencia. 
Que fue firmado mientras tropas Peruanas ocupaban territorio Ecuatoriano. 
Que la conquista de territorio por la fuerza está en contra de la ley internacional. 
Por falta de cumplimiento de ciertas disposiciones en cuanto a navegación por ríos de la Amazonía. 
Sin embargo tal declaración produjo poco impacto en la comunidad internacional, y el tratado siguió siendo tenido por válido por el Perú y los cuatro países garantes del mismo, Argentina, Brasil, Chile y los Estados Unidos). Hecha la declaración, era poco lo que posteriores gobiernos ecuatorianos podían hacer al respecto. Ningún gobierno ecuatoriano abjuró oficialmente del Protocolo de Rio de Janeiro ni ante el Perú ni ante ningún organismo internacional. No se puso en tela de duda la legitimidad de los hitos ya colocados, ni se desconoció la calidad de garantes de los Estados Unidos, Argentina, Brasil y Chile, aunque eufemísticamente se los pasó a denominar "países amigos" en vez de "países garantes".


Zarumilla-Marañón: El breve conflicto de 1941 entre el Ecuador y el Perú 
En Julio de 1941, un conflicto latente entre dos naciones Sudamericanas estalla, cuando una patrulla ecuatoriana abre fuego sobre Guardias Civiles peruanos en un paraje llamado Brumador, un viejo cauce del rió Zarumilla. El balance de fuerzas, capacidades, población y recursos se inclina obviamente hacia el Perú, país que a fines de la década de 1930 contaba con una superficie de 1.2 millones de km2 y una población de 6,6 millones de habitantes, las entradas del fisco sumaban unos 31 millones de dólares anuales; y desde 1935 al menos el 25% de dichas entradas fue dedicada a la modernización y expansión de las fuerzas armadas 

 
Tanque THN38 P. Unos de 24 vehículos de este tipo utilizaba el Ejército peruano. (foto: cortesía Jorge Souto) 

]Estos tanques, de un modelo considerado como el mejor en su tipo a fines de la década de 1930 habían llegado al país a fines de 1938. Previamente, el ejercito peruano había recibido seis tractires Latil UE armados con ametralladoras Maxim de cal. 7,65 mm . Dicho tractor era una versión francesa, fabricada bajo licencia, de la tanqueta Vickers Carden Lloyd Ml VIb adquirida por Bolivia y Chile a comienzos de esta década. Luego de la amarga experiencia sufrida en 1933 frente a Colombia, el gobierno peruano presto singular atención a las necesidades de las fuerzas armadas. El ejército peruano, vio doblar sus efectivos, que en 1940, en vísperas del conflicto, sumaban 15.723 hombres, de los cuales alrededor de 8.000 se hallaban distribuidos en bases y destacamentos a lo largo de la frontera con el Ecuador. El equipo disponible consistía de unos 77.000 fusiles y carabinas Máuser cal. 7,65, entre los que se incluían el mod. 1909, y alrededor de 16.000 mod. argentino 1891, 140 moteros Stoke-Brandt de 60 y 81 mm, 16 piezas de artillería A.A. Semag y Masen mod, 1935 de 20 mm, y a 56 piezas de artillería de montaña y campaña, las mas modernas de las cuales eran unas pocas baterías de obuses de 105 mm Schneider mod. 1928, y de casi omo cañones Arisaka mod 1905 de 75 mm de campaña, y piezas anti-tanque de fabricación japonesa de 37 mm adquiridos en las postrimerías del conflicto con Colombia. En caso de guerra, el Perú podría movilizar 1350.000 reservistas entrenados y asimismo contar con 400.000 reservistas sin entrenamiento. La marina de guerra contaba con dos viejos cruceros livianos de 3200 toneladas cada uno, el "Coronel Bolognesi" y el "Almirante Grau", con un armamento de 2 cañones Vickers de 152 mm L.50, 6 x 76,2, 2 x 80 mm A.A., 2 x 20 mm A.A. y dos tubos torpederos de 45cm. La eficiencia de estos buques, construidos en Inglaterra en 1906 era cuestionable. La flota incluía a dos antiguos destructores de la marina de guerra Zarista construidos durante la 1a. Guerra Mundial, que fueron adquiridos en Estonia al agravarse la disputa de Leticia, 4 submarinos de construcción estadounidenses, 7 cañoneras fluviales, y tres cañoneras menores. Las unidades de la flota eran anticuadas, y se hallaban en condiciones de mantenimiento y eficiencia a las que el agregado naval de los EEUU clasifico como de "mediocre". 

Como hemos de ver próximamente, el CAP (Cuerpo de Aviación del Perú), era una fuerza de relativa importancia en el contexto militar sudamericano. En cuanto a eficiencia y entrenamiento, los agregados militares de EEUU la clasificaban en tercera posición en Sudamérica, después de las fuerzas aéreas de la Argentina y el Brasil. El CAP contaba con 205 pilotos y 3607 hombres, y como hemos de ver, una importante flota que en cantidad solo era superada el Comando De Aviación del Ejército argentino.




Tanque THN38 en acción  
 
Soldados del Agrupamiento El Algarrobo, los fusiles me queda claro que son Mauser, la ametralladora es una 
Hotchkliss mod. 1914.

Piezas AA Breda de 20mm tomadas al Ecuador 

Northrop 8AP  
 
Escuadrilla Caproni CA 310 y Northrop 8A 
 
Caproni CA 135 

Material aéreo del Agrupamiento Norte 


Fuente
Enciclopedia Wikipedia 
Foristas Brunner y Mangosta15

martes, 26 de julio de 2016

Ametralladoras: HK MG4 (Alemania)



Ametralladora Heckler und Koch MG 43 MG4 (Alemania) 

 
Versión temprana de la ametralladora HK MG43 
 
Versión de producción de HK MG4 según lo adoptado por Bundeswehr (ejército alemán), con la mira de telescopio instalada y el bipode doblado 
 
La ametralladora de HK MG4, con el bipode y la maneta que llevaba extendida y las miras abiertas instaladas 

La HK MG 43 (ésta es una designación original del fábrica del proyecto) es una ametralladora liviana de 5.56mm, desarrollada por la famosa compañía alemana Heckler y Koch siendo un rival directo al establecido LMG FN Minimi/M249 SAW. El MG 43 fue desarrollado durante finales de los 90 y el primero apareció circa 2001. El Tipo había sido clasificado por la Bundeswehr (ejército alemán) en 2003 como MG4, y antes de 2007 estaba ya funcionando como arma terrestre y montada en vehículo, gradualmente para reemplazar a la ametralladoras más vieja, pero de más alcance MG3 de 7,62mm en el servicio alemán. HK ha anunciado recientemente que España ha pedido una versión levemente modificada de MG4, conocida como HK MG4 E (Export). 

Como el fusil de asalto de HK G36, el MG-43 es un salto cuántico de los diseños anteriores de HK, que fueron basados en el diseño de Vorgrimler, las acciones retroceso retrasado de rodillo. MG4 es un diseño convencional, a gas, y utiliza todas las nuevas tendencias en el desarrollo de las armas ligeras, incluyendo los polímeros y los interfaces de accesorios (barandas de Picatinny). 

 
 
 

La HK MG4 es un arma automática enfriada aire y operada a gas, alimentación por cintas. El grupo del gas está situado debajo del cañón de arma de fuego y utiliza un pistón convencional del gas para operar el grupo del tornillo. El cañón de arma de fuego es bloqueado usar diseño giratorio típico del tornillo. El cañón de arma de fuego de HK MG4 es un desmontable rápido, y tiene una maneta que lleva que dobla para asistir al repuesto de los cañones de arma de fuego calientes. La alimentación del cinturón del dos-gatillo es operada por el rodillo en la capota de la onda portadora del tornillo. El cinturón se introduce desde las cajas separadas o abrazadera-en plásticas, de izquierda a derecha. Los eslabones gastados del cinturón se expulsan a las cartucheras derechas, gastadas se expulsan abajo de la ventana en la parte inferior del receptor. 


En servicio en las FFAA españolas 
 
 

Ajustan con el bipode plegable, integral al final, y tiene a HK MG4 un interfaz estándar para el trípode de la infantería del tipo M2 o el montaje del vehículo. El culatón plástico se puede doblar al izquierdo para ahorrar el espacio, y el arma se puede disparar con el extremo doblado. Ajustan con la baranda de Picatinny en la capota del receptor, y también se equipan a HK MG4 de miras abiertas como estándar. La mira delantera se monta en el cañón de arma de fuego y puede ser doblada abajo de cuando es parada. La mira trasera se gradúa hasta 1000 metros, montados en la baranda Picatinny y se puede extraer fácilmente si no es requerida. 

La maneta que carga plegable está situada en el derecho del receptor. El interruptor de seguro ambidextro está situado en la mordaza de pistola, y tiene en cuenta solamente manera automática completa del fuego. 

En servicio en el Bundeswehr 
 
 

 

World-Guns


Guerra Anglo-Norteamericana de 1812: batalla de Chippawa

La guerra anglo-norteamericana de 1812 
Rafael Mariotti

Esta contienda resultó un fiasco para la joven república americana, que quiso aprovecharse de la supuesta debilidad del imperio británico que se hallaba combatiendo enconadamente contra Napoleón. 
No resultó así, los ingleses batieron a los americanos en tierra y en el mar e incluso incendiaron y ocuparon la nueva capital Washington. 

Aún así, en medio de derrotas, hay episodios donde el buen entrenamiento puede levantar el espíritu de un ejército desmoralizado. Narro el suceso: 

La batalla de Chippawa, Guerra Anglo-Estadounidense de 1812 

Chippawa, Canadá Superior, 5 de julio de 1814. El comandante británico observaba el avance de la línea americana con complacencia, porque esos hombres vestían las chaquetas grises entregadas a los milicianos sin entrenamiento que había batido fácilmente antes. A medida que las líneas avanzaban impávidas sin inmutarse por el mortífero fuego de metralla que les disparaba, súbitamente se dio cuenta de su error: ¡¡Por Dios Santo, son regulares!! exclamó. Era la brigada de infantería de Winfield Scott, adiestrada el invierno anterior para convertirse en una unidad de choque. Arrojó a los ingleses del campo de batalla; mejor aún, después de dos años de interminables errores, devolvió al soldado americano la confianza en sí mismo. 

 

algo más sobre la batalla de Chippawa... 


"Los comandantes de ambos ejércitos estaban un tanto asombrados de la rápida evolución de los acontecimientos, pero ambos cayeron en cuenta de que un choque era ahora inevitable. Los hombres de Scott (americanos) avanzaron en una formación ordenada a pesar del fuego que le hacían las fuerzas del comandante inglés Norton, dispuestas en guerrilla en el bosque a su izquierda, y de las ululantes granadas de artillería lanzadas por los británicos. El comandante en jefe inglés General Phineas Riall creía que estas tropas vestidas de gris eran solamente milicias de Buffalo. A medida que avanzaban tenazmente, llenando los claros de los hombres caídos por el fuego inglés, Riall quedó impresionado al admitir que estos soldados debían ser tropas regulares bien entrenadas.
Los ingleses quedaron azorados al ver que los americanos adherían totalmente a las tácticas de guerra estilo europeo. Los ejércitos estaban separados por tan sólo 100 metros y disparaban andanadas unos a otros, pero los hombres de Scott no se desanimaron. Su devastador fuego había costado a los ingleses muchos oficiales, creando confusión en el comando de las líneas de vanguardia. La artillería americana también había virtualmente silenciado los cañones delanteros de los ingleses mientras la sólida línea de Scott realizaba una poco común maniobra en U para flanquear a los ingleses en ambos extremos.
A pesar de la cabalgata del comandante Riall a todos los extremos de la línea para alentar a sus tropas, fueron los ingleses quienes empezaron a ceder. Cuando Winfield Scott lanzó la orden de preparar una carga a la bayoneta, Riall optó por una retirada total.
En menos de media hora los ingleses cambiaron de lanzar un confiado ataque sorpresa a poco menos que una precipitada retirada a través de Chippawa, rasgando el símbolo real mientras se retiraban. Los americanos no los persiguieron, porque Riall aún mantenía una poderosa posición al otro lado del río. Por el momento, los hombres de Scott olvidaron sus fuertes pérdidas para disfrutar de esta victoria sin precedentes. Habían enfrentado a una fuerza inglesa superior en una clásica batalla campal y habían salido victoriosos."



Por Formodeloa

Guerra de Corea: Ases de Sabres y MiGs

Sabres, MiG y Ases en Corea 
por Alejandro Galante 

 

Al igual que el Spitfire y Me 109 en la Batalla de Gran Bretaña, el Sabre F-86 y el MiG-15 marcaron para siempre la mente de los entusiastas de la aviación militar en la Guerra de Corea. El norteamericano F-86 Sabre empezó como las alas de los aviones de combate directo de la Marina, el FJ-1 Fury. Pero los datos aerodinámicos capturado por los alemanes, sumados a las ideas de la NACA, convencieron a los ingenieros de North American del diseño de las alas y la cola barridas en el avión. El resultado fue el F-86. 

El Sabre 

 

F-86A-5 
-Monoplaza de caza diurno 
-Alcance de transferencia: 1.032 millas 
-Velocidad máxima a 35.000 pies: 601 mph 
-Tasa de ascenso: 7.550 pies / min 
-Techo de servicio: 48.000 pies 
-Armamento: seis ametralladoras de 0,50 "(12,7 mm), Maroon 5", bombas de napalm 2.000 libras por debajo de las alas. 

 

El MiG-15 fue desarrollado por Artem Mikoyan y Mikhail Gurevich y voló por primera vez el 30 de diciembre de 1947. 

Con ala en flecha y cola sobre la base de los mismos datos aerodinámicos alemán, el MiG-15 clon fue impulsado por una turbina de Inglés de Rolls-Royce Nene. 

Los soviéticos habían comprado el motor de los británicos y lo copiaron con la misma atención al detalle que el Tu-4. 

 

El MiG-15 
-Monoplaza de caza diurno 
-Alcance de la transferencia: 1250 millas 
-Velocidad máxima de 40.000 pies: 655 mph 
-Tasa de ascenso: 9.055 pies / min 
-Techo de servicio: 51.000 pies 
-Armamento: dos cañones de 23 mm, un cañón de 37 mm, 1.100 libras de bombas y cohetes bajo las alas. 

En el combate 

 

Cuando operaron en el noroeste de Corea, el corredor de los MiGs o "MiG Alley", los Sabres solo podían estar unos 20 minutos del río Yalu, mientras que el MiG-15 estaban a minutos de sus bases en Manchuria. Además del problema de los límites, el Sabre también era menos capaz que el MiG-15 sobre diversos aspectos de rendimiento. 

El MiG podría subir más rápido que el Sabre en todas las altitudes, aunque esta última fue marginalmente más rápido en vuelo nivelado. El límite superior de funcionamiento del MiG le dio una ventaja inicial a causa de una mayor aceleración en un picado, pero el Sabre era más pesado y por lo tanto tenía una picada más sostenido. 

 

Las subidas del Mig y las curvas cerradas (excepto a altas velocidades) le dieron una ventaja, pero los positivos fueron compensados por un mal control a altas velocidades, la baja tasa de inestabilidad del balanceo y de dirección en las altas altitudes. 

Su armamento (dos cañones de 23mm y 37mm a) era mejor para interceptar bombarderos que para la "pelea de perros". Los seis armas de fuego del "calibre 50" del Sabre obtuvieron una mayor tasa de fuego, pero con mucho menor alcance y poder de parada. 

El Sabre, por su parte, tenía una mejor visión trasera, el K14, que dio una gran ventaja para el piloto, en particular el movimiento de sustancias derivadas de enemigo, que era de gran valor en la "pelea de perros". 

Los Sabres que operaban en el "MiG Alley se encontraban grandes formaciones de aviones enemigos volando a 50,000 pies o más, que no podía hacer frente. Los pilotos americanos tuvieron que desarrollar tácticas para hacer frente a los MiG que picaban sobre ellos. 

 

La solución fue los "jet stream" de 16 Sabres fueron divididos en cuatro escuadrones o vuelos, cada uno entrando al "MiG Alley", con un intervalo de 5 minutos, a las diferentes alturas entre 27 y 33 mil pies. 

Los Sabres volaron a altas velocidades (por lo general a Mach 0,87, así que cuando encontraban un escuadrón de MiG, los otros podrían converger en un corto período de tiempo para el combate). Cada formación escuadrón adoptó la táctica de "fluido cuatro", entre ellos dos líderes cubiertos por dos alas. Incluso operando con la desventaja de altura frente a los MiGs, las formaciones de Sabres se dieron apoyo mutuo contra los MiG que picaban contra los F-86. 

 


El registro de combate de los Sabres en Corea es impresionante. De los 900 declaraciones de victorias aéreas de la USAF, 792 de ellos fueron MiG-15 derribaos por los Sabres. El MiG, a su vez, derribó 78 Sabres, lo que significa una "tasa de derribo" de 10:1. 

Mientras tanto, las investigaciones hechas después de la guerra indican que las victorias de Estados Unidos llegaron a lo sumo a 379 MiGs. Los soviéticos exigieron haber matado a 650 Sabres, pero los registros muestran 224 F-86 de la USAF destruido por cualquier causa, incluidos los accidentes. 

Duelo de Titanes 
El 20 de mayo de 1951, 28 aviones F-86 Sabre del 335º FIS participaron contra 30 MiG-15 de la IAP 196 sobre el "MiG Alley." Con 58 cazas en esta batalla fue la mayor batalla aérea hasta la fecha. El capitán James J. Jabara fue miembro de los 334º FIS, pero cuando la unidad tuvo que rotar, se quedó en la 335° para convertirse en el primer as avión jet de la USAF, porque él solo le faltaba una victoriano tenía una sola para ganar. 

A pesar de no eyectar uno de los tanques y de estar volando peligrosamente con carga desequilibrada, Jabara había disparado al piloto soviético Kapetan Nazarkin, lo que le obligó a abandonar la aeronave. 

Ese fue su quinto derribo y el kill de Jabara lo convirtió en el as de primer as de la era jet en la historia. Jabara también atacó a otro que afirma haber derribado MiG, pero pronto fue atacado por dos MiG-15, uno pilotado por el futuro as de Rusia, Starshij Lejtenant V. N. Alfeyev, que disparó a su Sabre con proyectiles de 23 mm. 

Jabara fue salvado por la intervención de otro F-86 pilotado por Eugene Holley, que obligó a Alfeyev a desengancharse, incluso cuando Holley fue ligeramente dañado por distrito Alfeyev, Fyodor Starshij Lejtenant Shebanov. 

 

Jabara logró aterrizar, pero sus F-86 BuNo 49-1318 estaba tan atestado de balas que se consideró "cancelled". A pesar de ello, Jabara fue muy feliz: ahora era el primer as de la era jet y sobrevivió para contar su historia. Jabara fue enviado de inmediato a los EE.UU.. Pero de acuerdo a los registros de Rusia, el "score" de los kills de Jabara fue de 4 y él no se tornaría en su as hasta su segunda gira en 1953. 

Durante esta batalla, dos americanos se habían acreditado con tres derribos de MiG, con Jabara solicitando dos y E. Milton Nelson el tercero, pero en realidad sólo para el MiG de Nazarkin se perdió. Cuatro pilotos rusos alegaron el derribo de un Sabre cada uno (Mayores Kirizov, y Shebanov Alfeyev, y el coronel Yevgeni Pepelyayev), cuando en realidad la muerte de Alfeyev fue "cancelado" y la Shebanov sufrió daños y el "kill" de Pepelyayev fue el único confirmado. Esa fue la primera de 19 "kills" que ese gran piloto ruso haría durante la guerra. 

 

En el primer choque de titanes, dos ases y Alfeyev se enfrenta a Jabara. Ambos regresaron a sus bases con aviones tan dañados que eran considerados "cancelados". La foto fue tomada "después de la misión," Jabara mostrando frente a un F-86, en realidad se trataba de otro avión, no lo que él voló. 

Esta lucha puso de manifiesto que los pilotos de los dos lados eran equivalentes. En las siguientes imágenes, los Ases del ruso MiG-15, de izquierda a derecha: Aleksandr Smorchkov (12 victorias), Nikolay Ivanov (6 muertes), Semyon Fedorets (8), Yevgeny Pepelyayev (19) y Sergey Kramarenko (13). 

 

NOTA DE JAMES Jabara: Nacido en 1923, James Jabara tenía sólo 1,65 m de altura y llevaba gafas para corregir la visión, nunca podría haberse convertido en un piloto de combate. Pero esto no le impidió incorporarse como cadete aviador en Fort Riley. Después de asistir a cuatro escuelas de vuelo en Texas, recibió sus alas y la comisión de teniente segundo en 1943 en Moore Field, Texas. 

 
Jabara estaba decidido a convertirse en un piloto de combate y lo hizo. También estaba decidido a convertirse en un as en F-86 y logró también. 

Jabara murió el 17 de noviembre de 1966 en un trágico accidente automovilístico junto con su hija de 16 años de edad, Carol Anne, Florida. Jabara se preparaba para su primera gira en la guerra de Vietnam. 

Los cuerpos de los dos fueron enterrados juntos en el Cementerio Nacional de Arlington. El nieto Jabara, Nicholas Jabara, egresado de la United States Air Force Academy en 2001 y murió también en un entrenamiento T-37, 31 de enero de 2002. 

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