Aeronaves Pampa, Pucará e IA 100: las apuestas de FAdeA

Cuando tomaba un curso de costos en la universidad, recuerdo a un profesor que inició una de sus clases mencionando una anécdota personal. "Cuando realizaba una auditoría en una empresa, surgió en el inventario un avión que dicha firma había adquirido por razones que ni ellos mismos podían terminar de definir. Mi primera pregunta fue: ¿Qué hace ese avión en tierra y no está en el aire generando su pago?." Mientras FAdeA avanza en su reestructuración para lograr rentabilidad, tres proyectos clave buscan consolidarse en la industria aeronáutica ¿generarán ganancias esos proyectos?
La Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) es una de las pocas en el mundo con capacidad estratégica para la defensa y busca posicionarse en el mercado. A pesar de enfrentar rumores de privatización en 2024, la empresa sigue siendo clave para la Fuerza Aérea Argentina, su principal cliente. Ya empezamos mal la historia.
En la actualidad, FAdeA busca equilibrio entre la producción de aviones militares y civiles, con el objetivo de reducir su dependencia del Estado y ampliar su cartera de clientes. Su capacidad incluye la fabricación del Pampa e IA 100, el mantenimiento del Hércules C-130, la producción de aeroestructuras para Embraer y servicios de ingeniería y mantenimiento (MRO) para aerolíneas como Aerolíneas Argentinas, Flybondi y Jetsmart.
A pesar de rumores sobre una posible privatización en 2024, la empresa sigue bajo control estatal, pero con la necesidad de mejorar su eficiencia operativa y rentabilidad. Para ello, apunta a cumplir contratos en tiempo y forma, optimizar costos y generar nuevas oportunidades de negocio.
Uno de sus mayores desafíos es la producción del IA 100, un avión de entrenamiento primario fabricado con material compuesto, cuyo prototipo ya está en construcción. Además, trabaja en la modernización del Pucará Fénix, adaptándolo a misiones de vigilancia y control.
La llegada de los F-16 a la Fuerza Aérea podría beneficiar a FAdeA, ya que permitiría que la empresa asuma mayor mantenimiento de otras aeronaves. Sin embargo, sus instalaciones no pueden operar estos cazas por limitaciones en sus pistas.
En sus instalaciones, FAdeA opera con tecnología de alta precisión, desarrollando piezas metálicas y materiales compuestos en salas de ambiente controlado. También produce paracaídas militares y componentes aeronáuticos de extrema precisión para clientes internacionales.
A pesar de desafíos financieros y la suspensión temporal de trabajadores debido a la baja carga de producción, FAdeA continúa siendo un activo estratégico para Argentina, con potencial para insertarse en el mercado global si logra diversificar su producción y consolidar alianzas internacionales. Asimismo, FAdeA debiera explorar asociaciones internacionales a todo nivel para explorar mercados conjuntamente con socios de riesgo. Mucho nos queda por aprender de la experiencia de Embraer, que empezó mucho después que nosotros y hoy es líder mundial en producción aeronáutica.
Los principales desarrollos de FAdeA
FAdeA fabrica y mantiene aeronaves como el Pampa e IA 100, realiza mantenimiento de Hércules C-130 y produce componentes para Embraer. También brinda servicios MRO tanto para la aviación comercial como militar.
El Pampa, utilizado en la Escuela de Pilotos de Caza en Mendoza, ha tenido tres modernizaciones. Además, FAdeA realiza su inspección mayor cada 1.200 horas de vuelo y ha desarrollado un simulador de vuelo. Este modelo ya lleva 50 años en desarrollo y no parece tener un mercado excepto el propio de los pedidos de las Fuerza Aérea Argentina. Sinceramente, FAdeA sigue estafando al erario público con modelos que no generan en lo más mínimo los recursos necesarios para producirlos, dado que no han sido exitosos en ninguna exportación. Pero peor aún, se lo sigue promocionando como con expectativas de desarrollo, es decir de más gasto tributario en esta plataforma, cuando no se menciona ninguna transformación útil del modelo para ubicarlo en el mercado internacional. Seguimos teniendo gerentes míopes que sólo quieren pescar en la pecera del mercado local. ¿Dónde están los planes, los bosquejos, las ideas para convertir esa plataforma en un UCAV o en un caza tripulado o no tripulado para acompañar al F-16 u otras plataformas? Desde este blog ya propusimos mínimamente aprovechar los galpones de esta empresa para aterrizar en el Siglo 21 con una plataforma como el Vanguard de Scaled Composites que puede llegar a tener algo de FUTURO. Evidentemente vamos a tener que esperar aterrados como a alguno se le ocurre revivir el Pulqui II o algún IA-6xxx de la década del 80. Variaciones de las células ya producidas, como el mismo Pampa, pueden convertirse en activos más valorados en el mercado internacional de productos no pilotados multi-misión.
El Pucará Fénix es la versión modernizada del bimotor IA 58, utilizado en la Guerra de Malvinas. FAdeA planea actualizar sus motores, cabina e instrumental, transformándolo en una aeronave de inteligencia y vigilancia. Pero no nos engañemos: es otro proyecto zombie. Si el Pampa ya es un caballo de carreras muerto, el Pucará resulta ser aún peor. Su fabricación fue tan caótica que cada unidad posee piezas distintas a las de cualquier otro. El proyecto quedó obsoleto en los años 90. Con los escasos recursos de FAdeA, esos fondos se podrían invertir en la producción de componentes para aviones en serie —como ya se hace con el Embraer C-390 Millennium—, al menos para costear su operación. Existen múltiples proyectos donde la empresa podría generar ingresos, y de paso aprender a fabricar piezas a nivel internacional. Mientras países como Corea del Sur, Japón y naciones europeas producen aviones en serie, FAdeA se empeña en proyectos sin futuro, perdiendo la oportunidad de colaborar por esos siempre tan necesarios dólares. Ojalá el futuro encuentre a una FAdeA dedicada de verdad a abastecer al mercado exterior, y que se entienda de una vez que, si no se vende, no se puede sostener el negocio.
El IA 100, fabricado íntegramente con material compuesto, es un avión de entrenamiento y enlace con capacidad para cuatro pasajeros. Su producción ha avanzado en un 80%, con el ensamblaje final y la instalación de sistemas en proceso. ¿En serio hay mercado para este avioncito kirchnerista? ¿En serio el mercado no está saturado con productos como el KAI KT-1, Beechcraft T-6 Texan II, Piper Archer TX, Piper Pilot 100i, Cirrus SR20/22 Trainer Embraer EMB-314 Super Tucano, o hasta incluso el Pillan 2 chileno? ¿En serio hay lugar en el mercado cuando también se ofrecen los Grob G 120TP, Diamond DA40 NG Trainer, Pilatus PC-7 Mk II y Pilatus PC-21? ¿O también se pueden pedir los HAL HTT-40 o los PAC CT-4 Airtrainer? ¿En serio? Otra vez la FAA va a ser la única usuaria de este proyecto de escuela técnica. Tal vez sería bueno pensar en una versión ucraniana del IA-100 como una plataforma sin tripulación, cargada a tope de explosivos y usada como dron suicida para ataques de interdicción: ese sí que es un nicho de mercado no abastecido.
FAdeA apuesta a estos desarrollos no solo para fortalecer la defensa nacional, sino también para posicionarse en el mercado internacional. Para eso, debe redirigir la gestión de la empresa a la
internacionalización de su cartera de producción produciendo aquello por
lo que pueden pagar sin afectar el erario público. Pero nada se dice de adaptarse a las nuevas necesidades ni a concretar ventas fuera de sus fronteras ni a adquirir tecnologías de punta ni a modernizar ni mucho menos ampliar sus instalaciones. Dicho esto, cuando no tenemos claro hacia donde vamos, cualquier puerto es buen destino.
JMcL
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