lunes, 3 de diciembre de 2018

Guerra de Biafra (parte 4): La guerra civil nigeriana



Guerra civil nigeriana 

Fecha 1967-1970 
Lugar Sur de Nigeria 
Resultado Victoria del gobierno federal 
Combatientes:Gobierno Federal de Nigeria, República de Biafra 
Comandantes: 

Yakubu Gowon 
 
Odumegwu Ojukwu 
 

Bajas:1.000.000 de soldados y civiles, Aprox. 2,000,000 civiles 

 

La Guerra Civil de Nigeria, también conocida como Guerra de Biafra (6 de julio de 1967 a 13 de enero de 1970, fue el conflicto político causado por el intento de secesión de las provincias del Sudeste de Nigeria bajo el nombre de República de Biafra. La guerra saltó a los medios por la hambruna en diversas zonas sitiadas, y la consecuente acusación de genocidio procedente en gran medida de los Igbo (Ibo) de estas regiones. Bernard Kouchner y otros doctores franceses que estuvieron en la Biafra sitiada crearon, en 1971, la ONG Médicos Sin Fronteras como resultado de la guerra. 



Golpe militar 
Las sospechas de fraude llevaron, el 15 de Enero de 1966, a un golpe militar de tendencia izquierdista por parte de los oficiales junior del ejército, en su mayoría comandantes y capitanes. Este golpe convirtió al jefe del ejército nigeriano, Johnson Aguiyi-Ironsi en presidente, y en el primer jefe de estado nigeriano de procedencia militar. El golpe benefició en su mayor parte a los Igbos, ya que la mayoría de golpistas eran Igbos o Ironsi. Un Igbo promocionaría a muchos de su misma etnia en el ejército, en detrimento de los oficiales Yoruba y Hausa. El 29 de Julio de 1966, los norteños realizaron un contra-golpe, dirigido por el alférez coronel Murtala Mohammed. Esto situó en el poder al alférez coronel Yakubu Gowon. Las tensiones étnicas consecuencia del golpe y contra-golpe aumentaron y condujeron, en Septiembre de 1966, a las masacres a gran escala de igbos cristianos residentes en el Norte musulmán. 

El descubrimiento de grandes cantidades de petróleo en el delta del río Níger, con su enorme red de ríos y ciénagas en la punta más al Sur del país, entre las regiones del Este y Sudoeste, llevó a las provincias del Sudeste a anexionarse esta región para ser autosuficientes y cada vez más prósperos. Sin embargo, la exclusión del poder de las regiones orientales hizo que muchos temieran que los beneficios obtenidos del petróleo fueran empleados en beneficio de las áreas del Norte y Oeste, y no en el Este. 

Todos estos factores llevaron al Este Igbo a reclamar la secesión. 

La secesión 
El gobernador militar del Sudeste Igbo, el coronel Odumegwu Ojukwu, aludiendo a las masacres norteñas y al fraude electoral, anunció en el parlamento sureño la secesión de la región del Sudeste de Nigeria y proclamó el 30 de mayo de 1967 (29 de Mayo en diversas fuentes) la República de Biafra como nación independiente. Aunque gozaban de la simpatía europea y de muchas otras partes del mundo, sólo cuatro países reconocieron la recién fundada república. También se dice que una de las principales razones por las que Ojukwu proclamó la República de Biafra fue que no reconocía a Gowon como jefe de estado ya que no era el siguiente oficial en al jerarquía militar tras Ironsi. Los diferentes acuerdos de paz, y especialmente el de Aburi, Ghana (Acuerdo de Aburi) no tuvieron resultado y los tiroteos continuaron. 

Guerra Civil 
El gobierno nigeriano lanzó una "acción policial" para recuperar el territorio secesionista tras una avance de las fuerzas de Biafra en territorio adyacente no perteneciente a los Igbos. La guerra empezó el 6 de Julio de 1967, cuando las tropas federales nigerianas avanzaron en dos columnas hacia Biafra. La columna derecha entró en la ciudad de Nsukka, que cayó el 14 de julio, mientras que la columna de la izquierda tomó Garkem, que fue capturada el 12 de julio. Pero Biafra respondió con una ofensiva el 9 de julio, cuando las tropas se movieron a través del río Níger, desde el Oeste hacia las tierras del centro del país, pasando por la ciudad de Benin City, que se había proclamado también "república independiente", hasta alcanzar el 21 de agosto la ciudad de Ore, justo sobre la frontera del estado, a 130 millas al este de la capital de Nigeria, Lagos. Aunque Benin City volvió a manos de los nigerianos el 22 de septiembre, Biafra cumplió con éxito su primer objetivo de sitiar el máximo de tropas federales de Nigeria posible. Se necesitaron cuatro batallones de la Segunda División de Infantería de Nigeria para hacer retroceder a Biafra y eliminar las conquistas territoriales conseguidas en la ofensiva. Pero los nigerianos fueron expulsados tres veces al intentar cruzar el Níger en octubre. 

Los nigerianos, en ese momento, calmaron sus ofensivas y empezaron un periodo de asedio a Biafra. Desembarcos anfibios de la flota naval nigeriana llevaron a la conquista de las ciudades sureñas de Bonny, al sur del Puerto Harcourt, el 26 de julio y del puerto de Calabar el 18 de octubre por parte de miembros de la tercera división de Marina de Nigeria. Al norte, las fuerzas de Biafra fueron obligadas a retroceder a su propio territorio, y la ciudad de Enugu (capital de Biafra) fue capturada por las fuerzas nigerianas de la primera División de infantería el 4 de octubre. Los biafreños resistieron en las tierras centrales igbos, siendo en seguida rodeados por las fuerzas nigerianas. 

Sin embargo, la reorganización del ejército nigeriano, la reticencia de la armada biafreña a lanzar nuevos ataques y los efectos del bloqueo naval, aéreo y terrestre sobre Biafra llevaron a un cambio en el equilibrio de las fuerzas. El excéntrico conde sueco Carl Gustav von Rosen dirigió una brigada de aviones miniCOINS (MFI-9b), la BAF o Fuerza Aérea de Biafra, formada por tres suecos y dos biafreños. 



T-6


Igualdad 
Desde 1968 en adelante, la guerra cayó en unas largas tablas, con las fuerzas nigerianas incapaces de realizar avances significativos en las zonas todavía bajo control biafreño. No obstante, otra ofensiva nigeriana, realizada de Abril a Junio de 1968, empezó a estrechar el círculo sobre Biafra, gracias a los avances en los dos frentes del Norte y a la conquista de Port Harcourt el 19 de mayo de 1968. Este asedio tuvo como consecuencia el desastre humanitario de hambruna e inanición en las áreas igbos, ya que una de las tácticas más utilizadas por las fuerzas nigerianas fue el sabotage de las tierras de cultivo. Las imágenes de niños biafreños afectados por la hambruna dieron la vuelta al mundo, mientras que el gobierno de Biafra acusó a Nigeria de utilizar el hambre y el genocidio para ganar la guerra, reclamando la ayuda del resto de naciones. 

Numerosos grupos de voluntarios organizaron vuelos de ayuda a Biafra, con comida, medicinas, e incluso en ocasiones armas (según diversas fuentes). Nigeria también acusó al gobierno de Biafra de reclutar mercenarios extranjeros para prolongar la guerra. Bernard Kouchner fue uno de los doctores voluntarios de la Cruz Roja francesa que trabajó en hospitales y centros de nutrición en la sitiada Biafra. La Cruz Roja requería a sus voluntarios la firma de un acuerdo, considerado por muchos (como Kouchner y sus partidarios) como un “acuerdo-mordaza”, y diseñado para mantener la neutralidad de la organización, sin importar las circunstancias. Kouchner y otros doctores franceses firmaron este acuerdo. 

Tras entrar en el país, los voluntarios, así como los trabajadores de hospitales y centros de salud biafreños, fueron atacados por el ejército nigeriano y fueron testigos de los asesinatos e inanición de civiles. 

Kouchner fue también testigo de estos acontecimientos, y particularmente del gran número de niños hambrientos. Cuando regresó a Francia criticó públicamente al gobierno nigeriano y a la Cruz Roja por la supuesta complicidad de sus comportamientos. Con el respaldo de otros doctores franceses, Kouchner situó a Biafra en el centro de la atención pública y reclamó una respuesta internacional para solucionar la situación. Estos doctores, liderados por Kouchner, vieron la inexistencia de una organización humanitaria que ignorara las fronteras politico-religiosas y que priorizara el bienestar de las víctimas y en 1971 constituyeron Médecins Sans Frontières (Médicos sin fronteras).

Durante todo 1968 y parte de 1969, las dificultades logísticas hicieron que las fuerzas federales nigerianas no dieran el golpe de gracia a una guerra que se decantaba a su favor. A pesar de la ayuda exterior y el daño político causado en Nigeria, el área controlada por el gobierno biafreño era cada vez más y más pequeña. Pero en Junio de 1969, los biafreños lanzaron una ofensiva desesperada con el objetivo de mantener el desequilibrio entre los nigerianos y prolongar la existencia de la nación separatista el máximo posible. Les apoyaron pilotos mercenarios extranjeros, que seguían proporcionando comida, medicamentos y armas. Uno de los mercenarios más notables fue el conde sueco Carl Gustav von Rosen, que dirigió a cinco MFI-9b MiniCOINS, pequeños aviones con motor de pistones, armados con lanzacohetes y ametralladoras, en el ataque a los campos de aviación militares de Nigeria en Port Harcourt, Enugu, Benin y Ughelli. En esta acometida, se consiguió alcanzar algunos de los jets nigerianos (utilizados para atacar los aviones de ayuda humanitaria) y tres de los seis bombarderos Ilyushin Il-28, usados diariamente para bombardear los pueblos y granjas de Biafra. Aunque desprevenidos ante la sorpresa de la ofensiva de Biafra, los nigerianos se recuperaron pronto y contuvieron a los biafreños lo suficiente como para paralizar su ofensiva. Los ataques aéreos biafreños desbarataron las operaciones de combate de la fuerza aérea nigeriana, pero sólo durante unos meses. 

Las fuerzas federales nigerianas lanzaron su ofensiva final contra Biafra el 23 de diciembre de 1969, con una gran acometida por parte de la tercera división Marine Commando, que consiguió dividir el territorio biafreño en dos partes hacia finales de año. La ofensiva final, llamada “Operación viento de cola”, se lanzó el 7 de enero de 1970 con la incursión de la tercera división Marine Commando, respaldada por la primera división de infantería en el Norte y la segunda en el Sur. Las ciudades biafreñas de Owerri y Uli cayeron el 9 y 11 de Enero, respectivamente. 

La guerra acabó el 13 de enero de 1970 con la rendición final de las fuerzas de Biafra en Amichi, última ciudad controlada por su ejército. Unos días antes, Ojukwu huyó al exilio hacia la república de Costa de Marfil, dejando los detalles de la rendición a su diputado Philip Effiong. Para sorpresa del resto del mundo, la mayoría de las represalias y masacres prometidas no tuvieron lugar, y se intentó de manera sincera la reconciliación. 



Niño biafrano con evidencia de hambruna

Secuelas 
Más de una docena de golpes han tenido lugar en Nigeria desde 1960. La guerra fue muy costosa para Nigeria en términos de vidas humanas, dinero e imagen exterior. Se estima que alrededor de tres millones de personas murieron a causa del conflicto, básicamente por hambre y enfermedades. La reconstrucción, impulsada por el dinero procedente del petróleo, fue rápida. Sin embargo, las antiguas tensiones étnicas y religiosas han seguido caracterizando la vida política nigeriana. El gobierno militar mantuvo el poder durante muchos años, y los habitantes de las áreas productoras de petróleo reclamaban una repartición justa de los beneficios procedentes del combustible. Se aprobaron leyes por las cuales los partidos no podía tener orígenes étnicos o tribales. Sin embargo, este punto ha sido difícil de llevar a la práctica. 

El 29 de mayo de 2000, el periódico The Guardian of Lagos informó que el presidente Olusegun Obasanjo retiraba los cargos contra todos los militares que lucharon por la secesión de Biafra en la Guerra civil nigeriana. En una retransmisión nacional, afirmó que esta decisión estaba basada en el principio de que "la justicia debía estar siempre suavizada por la compasión". También se cree que Obasanjo intentó a través de sus declaraciones apaciguar a los Igbos, ya que, durante las elecciones que tuvieron lugar el año anterior, había recibido un respaldo electoral masivo de estas regiones. 

Wikipedia

domingo, 2 de diciembre de 2018

EA: Modernizan los VCA Palmaria

Argentina: Obúses autopropulsados ​​VCA Palmaria 155 mm renovados

Army Recognition





Después de dos años de arduo trabajo, se llevó a cabo la evaluación y entrega de la segunda serie de vehículos de combate de artillería (VCA) Palmaria de 155 mm en la ciudad de Sarmiento, provincia de Chubut. Este trabajo fue llevado a cabo conjuntamente por el personal del Batallón de Arsenales 602, del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas y de la compañía del Grupo ST, quienes completaron la revisión y reparación del circuito electrohidráulico, el reemplazo de los componentes del sistema de control. y la reparación del motor auxiliar.


Los obuses autopropulsados ​​de Palmaria de 155 mm se han restaurado y mejorado (Fuente de la imagen: Ministerio de Defensa argentino)

La evaluación comenzó con una serie de pruebas en el Batallón de Arsenales 602 para verificar el correcto funcionamiento de la torreta. Las pruebas de disparo se realizaron con cada pieza, realizando disparos controlados con radar de medición de velocidad inicial y cámara de alta velocidad, a distancias superiores a 7.000 metros, con ángulo de disparo normal y gran angular, verificando los valores y la dispersión de acuerdo con lo establecido en el disparo. mesas. Finalmente, y en el marco de los ejercicios finales de la Novena Brigada Mecanizada, las pruebas de disparo fueron realizadas por la batería A del Grupo de Artillería Blindada 9.

El vehículo de combate de artillería Palmaria de 155 mm fue creado como parte de la familia Mediano Tanque Argentino (TAM) en la década de 1980, utilizando el chasis del proyecto, con algunas modificaciones equipadas con un cañón Palmaria del fabricante italiano Oto Melara (ahora Leonardo). En 2014, la Dirección de Arsenales, el Batallón de Arsenales 602 y la Compañía de Automatismo Industrial ST emprendieron un proceso de análisis de factibilidad para la recuperación de las capacidades iniciales de la torreta. El trabajo incluyó el reemplazo de los componentes electrónicos del sistema de control por controladores lógicos programables, la revisión y reparación del circuito hidráulico y el motor auxiliar, la adición de pantallas táctiles, en redundancia con los dispositivos originales, para el comandante y el artillero, y otras funcionalidades que proporcionan información y alarmas. La evaluación inicial se llevó a cabo entre octubre y diciembre de 2014, con diferentes pruebas y ensayos en el Batallón de Arsenales 602.

En 2015, se llevaron a cabo pruebas adicionales y se llevaron a cabo controles en la guarnición militar de San Luis, que validó la producción en serie y sentó las bases para un proyecto de modernización por parte de la Dirección General de Investigación y Desarrollo.

Durante 2016, se repararon y evaluaron cuatro VCA, aplicando un procedimiento similar al del vehículo prototipo: pruebas en el Batallón Arsenals 602, evaluación y habilitación del binomio del equipo, prueba de disparo con cada obús autopropulsado y evaluación técnica por Sección operacional de toda la batería. Después de superar las demandas de esta evaluación, que consistió en marchas sucesivas, ocupación de posiciones y disparos, con una duración de cuatro horas, se entregaron las armas al Grupo de Artillería Blindada 11.

La segunda serie de operaciones de restauración / mejora tuvo lugar entre 2017 y 2018. Se evaluaron y verificaron los VCA pertenecientes al Grupo de Artillería Blindada 9. Cabe destacar que este proceso de restauración de la torreta se complementó con la capacitación de artilleros y mecánicos, y la reconfiguración del circuito logístico de piezas de repuesto y accesorios para el mantenimiento programado.

Simultáneamente, se completó el proceso de modernización de la tercera etapa en 2016 en el prototipo VCA, en el cual se incorporaron nuevos sensores que brindan información adicional sobre la condición del vehículo y dan mayor precisión a los movimientos del arma y reconfiguraron el programa de control, lo que permite Integración de una unidad inercial para el apuntamiento autónomo de la pieza de artillería y el Sistema Automatizado de Tiro (SATAC).
Este trabajo permitió recuperar capacidades que se consideraron perdidas, alcanzando resultados favorables inmediatos y generando una gran motivación en las unidades de usuarios. Su principal fortaleza radica en el bajo costo en relación con las ofertas internacionales y el desarrollo civil y militar nacional y compartido. Por lo tanto, reconociendo el potencial del arma, la Palmaria VCA de 155 mm restaurada y mejorada justifica el esfuerzo realizado por la Fuerza para recuperar sus capacidades.

Así, reconociendo el potencial del arma restaurada y mejorada, la Palmaria VCA 155 mm tiene un nivel técnico y operativo actual que justifica el esfuerzo realizado por la Fuerza para recuperar sus capacidades.

Antimina: Los vehículos protegidos sudafricanos

Vehículos protegidos de minas sudafricanos


Weapons and Warfare





Casspir APC

El Casspir es un vehículo inusual, ya que está en servicio en gran parte de la misma forma no solo con varias fuerzas de la Policía de Sudáfrica, sino también con la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica en una forma prácticamente idéntica.

Construido originalmente por TFM (Ply) Limited, el Casspir se basó originalmente en un chasis de camión comercial pesado de Bedford, pero esto se modificó y fortaleció gradualmente para que el Casspir pueda tomarse como un diseño original.

El Casspir se asemeja a un camión blindado con la armadura que se extiende a placas bajo el casco especialmente diseñadas para reducir los efectos de las minas terrestres y Casspir ha demostrado repetidamente que pueden sobrevivir a detonaciones de minas pesadas; algunos han sido equipados especialmente para detectar y despejar minas de carreteras en áreas remotas.

El primer Casspir apareció en 1981. Desde entonces, se han producido más de 2.500 y muchos se han reconstruido para prolongar su vida útil, ya que la producción ha cesado.

El techo de la cabina tiene capacidad para una estación de armas, generalmente un solo MG de 7,62 mm, pero los vehículos de la policía pueden tener todo tipo de armas antidisturbios, incluido un dispensador de balas de goma de disparo rápido.

Las tropas (o la policía) están sentadas en asientos de banco orientados hacia afuera en el centro del compartimiento trasero y cuentan con bloques de visión y puertos de disparo (las versiones de policía generalmente tienen bloques de visión más grandes cubiertos por parrillas). La entrada al compartimento del suelo, que está bastante alto, se realiza a través de una puerta en la parte trasera: se proporcionan escotillas grandes en el techo.

También se produce una ambulancia de Casspir y tres "especiales". Uno de ellos es el cisterna de combustible Duiker de 5000 litros con el tanque que reemplaza el compartimiento de la tropa.

El Blesbock es un portador de carga blindado con un cuerpo de carga capaz de transportar 5 toneladas de suministros; un tanque de agua puede formar parte de la carga.

El Gemsbock es un vehículo de recuperación.

Ha habido tres modelos principales de Casspir, Mk 1, Mk II y Mk III, todos los cuales han incorporado mejoras como resultado de la experiencia operacional. Siempre que sea posible, se utilizan componentes comerciales estándar en la construcción de la familia de vehículos Casspir.

Actualización del sudafricano [Denel Mechem] Casspir: en servicio con 10 naciones africanas, sudamericanas y asiáticas, el Casspir protegido contra explosiones se encuentra en el corazón de una amplia familia de vehículos. Entre ellos se incluyen APC, Ambulance, Blesbok Freighter / Weapons Platform, Duiker 5000 litros Tanker y Artillery Fire Control, Fire Support Team, capacidad de 15 ton Gemsbok Recovery, limpieza de minas de Mechem, Mechem explosivos y sistema de detección de drogas Sensor de minas, Mechem Vehicular Array Sistema de detección de minas, Sistema de desminado de minas Plofadder, Control de disturbios y Vehículos de bajo perfil / distancia corta de ruedas Mechem.

Especificación Tripulación: 2 Asientos: 10 Peso: (combate) 12,580 kg Longitud: 6.87 m Ancho: 2.5m Altura: 2.85 m Distancia al suelo: 0.41m Vía: 2.07m Velocidad máxima: (carretera) 90km / h Capacidad de combustible: 220 litros Alcance 850 km Fording: 1 m Obstáculo vertical: 0,5 m Motor: ADE 352T diesel Potencia: 170 hp Suspensión: ballesta Armamento: 1 a 3 7,62 mm MG Variantes: Blesbock, Duiker, Gemsbock


Casspir para Angola - 2014+

Angola ha ordenado 45 vehículos blindados Casspir de Denel Land Systems (DLS). El pedido es para el Casspir NG 2000B, que ofrece protección a los niveles B7 y STANAG 4569. Comprende 30 vehículos blindados de transporte de personal (APC) con torretas ligeras para ametralladoras, cuatro vehículos de apoyo contra incendios capaces de montar un cañón doble de 23 mm o un rifle sin retroceso, dos vehículos de comando, dos ambulancias de cuerpo ancho, dos vehículos de recuperación media, Tres variantes logísticas, un camión cisterna diesel y un camión cisterna, así como un paquete de repuestos y capacitación inicial para conductores y mecánicos.

Se cree que Angola seleccionó el modelo B porque usa un tren de potencia Powerstar 4 × 4 1729VX modelo Euro 2 de Sudáfrica que no tiene interfaces de control de motor electrónico, lo que lo hace más confiable en las condiciones operativas de África. La "nueva generación" Casspir NG 2000 también puede suministrarse con unidades de transmisión que cumplan con las normas Euro 3 o 4, y se ha suministrado con una transmisión china.
DLS ha vendido Casspir NG 2000 APC a Benin (10) y a las Naciones Unidas (15) para su uso en Somalia, Sudán y otros teatros.

La decisión de Angola de comprar Casspirs podría estar motivada por planes para participar en operaciones de apoyo a la paz. Sus fuerzas han estado notablemente ausentes en este rol, pero Luanda parece estar buscando aumentar su influencia regional, lo que requerirá que participe en tales misiones. Sin embargo, gran parte del equipo del Ejército de Angola no es adecuado para las operaciones de mantenimiento de la paz o es extremadamente antiguo y de dudosa utilidad.





Mamba APC

A primera vista, el APC de Mamba se parece a un transportista de personal algo voluminoso pero convencional, pero se desarrolló no solo como un APC sino también como un vehículo protegido de la mina para operaciones en áreas donde es probable que se encuentren minas terrestres. Fue desarrollado a lo largo de una serie de vehículos a prueba de minas producidos específicamente para contrarrestar las condiciones de guerra en las minas que alguna vez prevalecieron a lo largo de las fronteras de Sudáfrica y en la antigua Rhodesia.

El Mamba originalmente producido por Reumech Sandock, por lo tanto, tiene una parte inferior blindada con placas inclinadas destinadas a dirigir lo peor de una explosión de la mina lejos del vehículo. El chasis en sí se basa en el uso de componentes Unimog y, por lo tanto, el Mamba tiene un rendimiento extraordinario en todo el país.

El casco superior de acero puede ser blindado virtualmente de acuerdo con los requisitos, pero generalmente es una prueba contra el fuego de armas pequeñas y astillas de municiones. El interior tiene al comandante y al conductor sentados uno al lado del otro y hasta nueve soldados sentados muy cerca en la parte trasera; la entrada a todas las posiciones es a través de una sola puerta en la parte trasera o a través de las escotillas del techo.

El comandante tiene una escotilla en el techo sobre la cual se puede montar una MG; si es necesario, todos los ocupantes cuentan con ventanas a prueba de balas y todo el techo puede abrirse cuando sea necesario. El área trasera se puede configurar fácilmente para formar una ambulancia blindada o una vehículo de mando.

Otros tipos de cuerpo incluyen un cuerpo plano para transportar carga, para montar armas ligeras o para acomodar una cesta de recuperación. Se ha propuesto que la Mamba se pueda equipar como un transporte protegido VIP. El Mamba ha sido adquirido por la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica y varios otros países.

Especificación Tripulación: 2 Asientos: 9 Peso: (combate) 6,800 kg Longitud: 5.46m Ancho: 2.205m Altura: 2.495m Distancia al suelo: 0.4 m Pista: 1.79m Velocidad máxima: (carretera) 102km / h Capacidad de combustible: 200 litros Rango : 900 km Fording: 1 m Obstáculo vertical: 0,4 m Motor: Mercedes-Benz OM352 diesel Potencia: 123 hp Suspensión: muelle helicoidal Armamento: 1 x7.62 mm MG (si está instalado)

Entrando al MRAP



Las minas y los dispositivos explosivos no son nuevos para la guerra. Los campos de minas masivas se colocaron en todos los teatros durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea, mientras que las trampas de fabricación local fueron un peligro común que enfrentan las patrullas en las selvas y los arrozales de Vietnam. En general, estos fueron desatendidos y pasivos con su detonación provocada por la acción del vehículo o soldado que les ocurrió. Fueron inesperados y mortales con efectos adversos en la moral de la tropa, lo que hizo que se movieran con mayor cautela. También se utilizaron ampliamente en Rhodesia y en contra de las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica (SADF) en sus incursiones en Angola, Namibia y Zambia en las Guerras Fronterizas de 1966 a 1990. De hecho, el uso de minas se adoptó como la táctica principal de la Ejército Popular de Liberación de Namibia (PLAN) contra la SADF. Las minas vinieron a definir el conflicto.

Este aspecto táctico del conflicto sudafricano recibió poca atención internacional por parte de los principales ejércitos, pero pronosticó el papel dominante que las minas y los IED asumirían en los próximos conflictos. También ofreció algunas soluciones ya preparadas para protegerse contra estas amenazas a través del desarrollo de SADF y el despliegue de vehículos blindados con casco en V. Los desarrolladores sudafricanos, incluida la empresa OMC que perfeccionó el casco monocasco, desarrollaron diseños que resistieron el estallido de una explosión debajo de la panza o las ruedas del vehículo. Combinando una panza en ángulo, una forma de casco no comprometido, una mayor distancia al suelo y componentes de suspensión disidentes, sus diseñadores pudieron proporcionar una serie de vehículos que protegían de manera confiable a los ocupantes del vehículo. Una parte clave de la efectividad del diseño fue dirigir las fuerzas de explosión lejos del compartimiento blindado soldado de la tripulación del vehículo (que se conoció como su "ciudadela"). El diseño inicial del Vehículo protegido de la mina Casspir (MPV) se introdujo en 1980 y permanece en servicio en más de 22 países. El concepto de diseño fue perfeccionado aún más por TFM Industries como Mamba y luego ampliado por OMC como el RG-31 Nyala MPV. El valor de estos vehículos protegidos contra las minas fue bien reconocido y fueron adquiridos y empleados en diversas operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.



La magnitud de la amenaza del IED en Afganistán e Irak y la insuficiencia de los esfuerzos de armado ascendente se hicieron evidentes y un equipo de los EE. UU. Viajó a Sudáfrica donde vio a un Casspir cruzar con éxito un campo de minas en vivo.

Forma de V


Dos enfoques para dar forma a V: los transportes blindados de personal Casspir y Mamba.



Incluido el ángulo de la forma de V en ciertos vehículos blindados de Rodesia.

Para mejorar la capacidad de supervivencia de los ocupantes reduciendo la aceleración a los ocupantes, gran parte del esfuerzo se ha centrado en la desviación de la onda expansiva del vehículo. Y así, la mayoría de los vehículos blindados modernos tienen cascos en forma de V para lograr esto.

La deserción explosiva a través de la conformación en V se desarrolló a principios de la década de 1970 por los sudafricanos. Durante este tiempo, modificaron un APC SKPF M / 42 sueco de la Segunda Guerra Mundial al integrar una cápsula de acero con forma especial con un fondo en forma de V a 43 ° (Hoffman et al. 1991). En términos generales, la geometría dicta que cuanto menor sea el ángulo incluido de la forma en V, más se desviará la energía de explosión y, por lo tanto, se enviará un impulso vertical más bajo al vehículo. Sin embargo, la altura del vehículo también aumentará con el potencial de hacer que el manejo y la estabilidad sean más problemáticos. La imagen de arriba muestra algunos de los ángulos incluidos de los vehículos utilizados por los rodesianos. En particular, el Camel fue nombrado así debido a su apariencia "desgarbada".
Para los vehículos donde simplemente no es posible introducir una forma de V en el casco debido a la altura y los problemas de manejo que pueden surgir, es posible introducir una forma de "V doble" (o esencialmente una forma de "W"). Con este concepto, en lugar de que la explosión se dirija únicamente hacia el exterior del vehículo, una disposición doble en forma de V significa que parte de la explosión se dirige al centro del vehículo (Lee 2013). Luego, la explosión se extiende hacia adelante y hacia atrás a lo largo del eje central del vehículo utilizando un "conducto" adecuadamente reforzado que es cóncavo hacia abajo. La deformación de las partes angulares internas conduce a un 'tirón' hacia abajo en la parte cóncava central, contrarrestando así parte del impulso ascendente de la explosión. Por lo tanto, esto proporciona una ruta para proporcionar una protección significativa contra explosiones en vehículos que de otro modo no podrían acomodar una forma en V completa.

Una ligera modificación de este concepto es el método de chorro de chorro estructural en el que una pequeña chimenea (aproximadamente del tamaño de una computadora portátil) está integrada en el centro del vehículo (Túnez y Kendall 2013). Esta chimenea proporciona una ventilación para la explosión y, por lo tanto, minimiza la aceleración hacia arriba del vehículo.


Diferentes conceptos para el diseño de cascos AFV que muestran los caminos tomados por una onda expansiva. (a) Fondo plano, (b) en forma de "V", (c) Concepto de chimenea.

Técnicas generales para la protección de minas

Otras técnicas para aumentar la capacidad de supervivencia en vehículos blindados pueden incluir el uso de ejes de rueda "rompibles" para que la explosión no quede atrapada por la estructura de la rueda, materiales que absorben energía para adaptarse a la energía de onda de onda y suficiente espacio de la explosión para reducir la energía. Densidad de las ondas en contacto con la estructura. El Buffel (un transportista de tropas sudafricano) utilizó algunas de estas técnicas.

Mientras los ocupantes estén lo suficientemente ajustados y no haya proyectiles sueltos para volar alrededor de la cabina, un factor principal a considerar es la aceleración del ocupante. Esta es la razón por la que a menudo es conveniente "aislar" al individuo de las estructuras que se deforman rápidamente, como las placas de piso. Sin embargo, cuando el ocupante está sujeto a la aceleración (debido al movimiento ascendente del vehículo), o cuando el ocupante está en contacto directo con una estructura de aceleración, como una placa de piso, pueden producirse lesiones graves.

Medidas de protección empleadas en un AFV.

ruede sobre (o sea desviado hacia un lado) cuando esté sujeto a una onda expansiva. Los cascos en ángulo también son ventajosos desde un punto de vista balístico. Tener una cantidad decente de armadura obviamente ayudará a la supervivencia. Los lados de los cascos son particularmente vulnerables al ataque de los fragmentos de IED, los proyectiles de forma explosiva, los jets de carga con forma y los fragmentos de concha altamente explosivos y, por supuesto, las balas. También es necesario añadir un escudo protector. Estos generalmente se construyen a partir de plástico reforzado con fibra de vidrio o materiales compuestos de polietileno de peso molecular ultra alto. Su ventaja es que durante un ataque de alta velocidad, el diámetro del cono de fragmentos que se produce se reducirá. Esto lleva a menos letalidad y mayor supervivencia de una tripulación. El refuerzo de las soldaduras también es crucial para garantizar que el vehículo no sufra fallas estructurales durante la carga de voladura. Las soldaduras suelen ser el punto débil de una estructura y, por lo tanto, es necesario mantener un buen control de calidad.


En las imágenes de arriba se muestra un esquema típico de las medidas de protección que generalmente son empleadas por un AFV.

De la misma manera que la conformación en V conduce a un aumento en la perspectiva de deflexión de la energía de onda de onda expansiva, el hecho de tener conductores en ángulo en el casco proporciona esa ventaja de una explosión de lado a lado. Esto puede reducir la propensión del vehículo a. Además, es beneficioso mantener al ocupante alejado de cualquier parte que se deforme dinámicamente, como una placa de piso. Durante una explosión, la placa del piso puede ser sometida a altas aceleraciones que pueden provocar lesiones graves, especialmente en la parte inferior de la pierna. Por lo tanto, los asientos suspendidos y los reposapiés se utilizan para este propósito.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Reflexiones americanas para invadir Irán

Invadiendo Irán 

Durante décadas, los estadounidenses han argumentado a favor y en contra de un ataque a la República Islámica.


Paul Iddon | War is Boring


 
 En la parte superior - USS Vincennes. Foto de la Marina de los Estados Unidos.
 

El 4 de noviembre de 1979 marcó un punto de inflexión en la relación entre Estados Unidos e Irán. Menos de un año después de que la Revolución iraní depusiera al último shah de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, estudiantes militantes, actuando por su cuenta, ocuparon la embajada de Estados Unidos y tomaron a 52 estadounidenses como rehenes.

El nuevo líder iraní, el ayatolá Ruhollah Jomeini, respaldó su acción y se produjo el infame rehén de 444 días, comprometiendo cualquier posibilidad de que el nuevo régimen islámico y los Estados Unidos pudieran formular algún tipo de nueva asociación post-Shah.

Desde entonces, la imagen de un militante iraní empeñado en destruir Estados Unidos y Occidente se ha arraigado en la mente de muchos estadounidenses. De hecho, los funcionarios de los Estados Unidos en el poder hoy eran jóvenes cuando comenzó la crisis de los rehenes y, por lo tanto, no tienen ningún recuerdo real de Irán como un aliado importante bajo el Sha.

En retrospectiva, casi parece notable que en la década de 1970. La comunidad de expatriados estadounidenses más grande del mundo estaba en Irán, con un total de 52,000, muchos de ellos contratistas militares.

La revolución y la crisis de los rehenes acabaron con todo esto. Casi de la noche a la mañana, Irán pasó de ser un gran aliado y cliente a un adversario. A lo largo de la crisis de rehenes de 444 días, los estadounidenses contemplaron atacar o incluso invadir a Irán para rescatar a los rehenes y castigar a Jomeini.

En diciembre de 1979, Elmo Zumwalt y Worth Bagley, respectivamente el jefe y subjefe retirado de operaciones navales de los Estados Unidos, coescribieron un artículo en The Los Angeles Times en el que argumentaron que "las opciones militares existen en la crisis iraní".

Los autores, señalando la falta de presencia militar importante de los EE. UU. En el Golfo Pérsico en ese momento, recomendaron que Washington pudiera usar aviones para lanzar minas cerca de la isla Kharg en el Golfo Pérsico, desde donde Irán exporta la mayor parte de su petróleo, junto con Otros puertos para bloquear el país y aplicar presión económica a Khomeini.

Los Estados Unidos podrían ofrecer eliminar todas las minas a cambio de la liberación de los rehenes.

"En privado, Khomeini podría dejar en claro que si mataba a rehenes en represalia por tal minería, Estados Unidos podría atacar las instalaciones iraníes en tierra", escribieron Zumwalt y Bagley. El ataque dejaría a Jomeini "vulnerable a la pérdida de territorio para Irak y para los nacionalistas kurdos".

Una segunda opción que sugirieron se refería a la toma activa de un puerto o aeródromo iraní para "crear una base para la introducción posterior de aeronaves terrestres, fuerzas terrestres y defensas aéreas estadounidenses". Tal "alojamiento" daría la posibilidad de realizar excursiones por tierra y aire más allá. Irán y la incautación de campos petroleros ".

Esta opción, anticiparon que "pondría en peligro a los rehenes más que a la minería", ya que sin duda resultaría en el asesinato de los iraníes. Sin embargo, razonaron que tal opción era factible ya que "la cabeza de playa también se convertiría en una compensación explícita y visible para la liberación segura de los rehenes".

Los autores también se dirigieron al elefante en la habitación en ese momento, la Unión Soviética. Zumwalt y Bagley reconocieron que los soviéticos podrían invadir Irán en el caso de una operación estadounidense dirigida a Khomeini.

Sorprendentemente, los oficiales navales retirados todavía argumentaron que los ataques simultáneos estadounidenses y soviéticos contra Irán no conducirían a una confrontación militar entre las superpotencias. Si Washington implementara la propuesta minera, "los soviéticos no tendrían una presencia armada de los Estados Unidos dentro de las fronteras terrestres iraníes para justificar la intervención".

Además, una cabeza de playa en el sudoeste de Irán habría visto a las tropas estadounidenses "posicionadas en rangos extremos desde las fronteras soviéticas con Irán", argumentaron Zumwalt y Bagley. Washington podría justificar la cabeza de playa declarando de antemano que las tropas estadounidenses "estaban allí como un alojamiento temporal para reforzar la diplomacia".

En agosto de 1980, el columnista y periodista de investigación Jack Anderson informó sobre un plan secreto de Estados Unidos "para invadir y mantener partes de Irán" a partir de mediados de octubre de 1980. Anderson afirmó que los objetivos de la operación planeada incluían el rescate de los rehenes y la retribución contra Teherán. y ayudando a pres. Jimmy Carter ganó la reelección en las elecciones de ese año.

El hecho de que el plan de invasión no avanzaría a menos que Carter lo aprobara significaba que "el presidente puede negar, al menos técnicamente, que ahora planea invadir Irán", escribió Anderson. "Pero no puede negar sinceramente que tal plan está en marcha y que ha expresado la intención de seguir adelante con él".

Anderson escribió que no divulgaría todo lo que sabía sobre este supuesto plan secreto, ya que eso podría dar a los soviéticos "una visión de nuestros métodos". La Casa Blanca negó las afirmaciones de Anderson.

Cuando el periodista británico David Frost entrevistó al Shah en el exilio en Panamá en enero de 1980, le preguntó si algún tipo de presencia militar estadounidense en la región más amplia del Golfo Pérsico podría cambiar la situación en Irán.

El Shah estimó que tomaría “760,000 tropas de primera clase”. Frost preguntó por qué un destacamento mucho más pequeño de 100 o 1,000 no podía hacer ninguna diferencia. "No, el día de un cañonero ha terminado", respondió el Shah.

Los Estados Unidos, por supuesto, no invadieron Irán y Carter perdió las elecciones de 1980 ante Ronald Reagan. Aparte de la fallida Operación Eagle Claw, un fallido intento de rescate de los rehenes que utilizaron helicópteros navales a fines de abril de 1980, que terminó en un desastroso accidente en el desierto que mató a ocho militares estadounidenses. El ejército estadounidense nunca realizó ninguna operación en suelo iraní.


Arriba - Masa de tanques soviéticos para la invasión de Afganistán.

Los estadounidenses se encontraron en un dilema. ¿Podrían los soviéticos explotar el caos en Irán e invadir, tal como lo hicieron en el vecino Afganistán en diciembre de 1979?

"Sería muy desafortunado y no querríamos hacerlo, pero obviamente tendríamos que ayudar a ese país", dijo un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional a Los Angeles Times en enero de 1980, subrayando acertadamente el problema que tal desarrollo habría planteado para Washington.

En febrero de 1980, el columnista de la UPI, Dick West, escribió una columna satírica en la que transmitía sentimientos de confusión con los estadounidenses sobre qué país odiaría más en ese momento, Irán o la Unión Soviética. El columnista postuló una conversación ficticia entre él y un "experto en enemistad" del gobierno de los Estados Unidos.

West comienza expresando un profundo desdén por Irán, argumentando que, desde la distensión, simplemente no puede sentir tanta indignación por los soviéticos como lo había hecho anteriormente en la Guerra Fría. El experto en enemistad citó la entonces reciente invasión soviética de Afganistán, que obligó al autor a revisar sus sentimientos hacia Moscú.

Sin embargo, cuando el experto en enemistad señala la posibilidad de una invasión soviética a Irán, el autor, que transmite el sentimiento contemporáneo de la época, no necesariamente ve eso como algo malo. "Ningún país que amenaza a Irán puede ser tan malo", razonó. "Si Khomeini es derrocado por las tropas soviéticas, obtendrá lo que realmente merece".

Cuando el experto en enemistad responde advirtiéndole que no permita que su hostilidad hacia Irán "modere su sensación de indignación por la renovación de la agresión soviética", el autor responde al plantear un escenario en el que los soviéticos invaden Irán, derrotan a Jomeini y liberan a los rehenes estadounidenses en el proceso.

"Entonces, ¿cómo te sentirías?", Pregunta. El experto en enemistad insta a los estadounidenses a considerar "reordenar las prioridades" y mantener "nuestras opciones abiertas".

Los estadounidenses, en general, tenían sentimientos encontrados sobre la perspectiva de una invasión soviética a Irán. El periódico Daily Item en Pennsylvania preguntó a la gente qué opinaban sobre la posibilidad de una invasión.

"Realmente no veo lo que tendrían que ganar con esto", respondió Norman Grove, un constructor. "Los Estados Unidos tendrían todo lo que ganar porque tendríamos una excusa perfecta para ir a Irán y hacer lo que queríamos".

Tina Sheaffer, una estudiante universitaria, creyó lo contrario. "Creo que si tomamos más acciones contra Irán ... los soviéticos probablemente invadirán Irán", razonó.

Un editorial en el Gibson City Courier de Illinois, también publicado en abril, preguntó: "¿Podría haber más detrás de la escena iraní?" El artículo de opinión citó una serie de informes en la década de 1970 que indicaban que los soviéticos poseían un ejército más grande que los estadounidenses.

Como Estados Unidos probablemente no habría buscado ni ganado una pelea contra los soviéticos sobre Irán, el autor pensó si era posible que Washington hubiera "arreglado" de alguna manera la crisis de los rehenes para disuadir cualquier posible invasión soviética. La amplia atención de los medios de comunicación que resultó de la crisis limitó las opciones de los soviéticos, afirmaba el artículo de opinión.

"Si alguien tuviera el derecho de invadir el gobierno revolucionario, tendría que ser Estados Unidos", razonó el autor. "El resultado sería que los rusos no atacarían a Irán y que el Golfo Pérsico permanecería seguro por un tiempo".

En septiembre de 1980, Anderson informó que la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. Había interceptado cables de la KGB al Kremlin sobre el potencial de una invasión de Irán por los EE. UU. En octubre de 1979, que los cables de la KGB denominaron "golpe de octubre".

Anderson citó a expertos que dijeron que esto fue en respuesta a una potencial invasión estadounidense o que los soviéticos estaban inventando con más astucia un plan de invasión estadounidense como pretexto "para una agresión al estilo de Afganistán" contra Irán.

De hecho, Moscú reforzó sus tropas a lo largo de la frontera iraní, incluso reubicando los obuses nucleares de Europa del Este junto con los sistemas de misiles tierra-aire SA-11 Gadfy, que acababan de entrar en servicio.

"Los expertos dudan de que los soviéticos desplegarían la mayor parte de sus SA-11 en sus fronteras del sur, debilitando las defensas contra China y la OTAN, a menos que esperaran seriamente una confrontación militar en Irán", escribió Anderson.

Pero la naturaleza defensiva del hardware que desplegaron los soviéticos indicaba que eran más propensos a "prepararse para un contraataque en lugar de una invasión propia".

El New York Times informó en 1986 que las redistribuciones soviéticas en 1980 fueron un importante catalizador en la creación por parte del Pentágono de la llamada Fuerza de Despliegue Rápido, una agrupación suelta de barcos, aviones y paracaidistas en rápido movimiento. El Comando Central de los Estados Unidos, que eventualmente supervisaría las guerras de los Estados Unidos en Irak y Afganistán, surgió del concepto de la Fuerza de Despliegue Rápido.

La anterior invasión soviética de Afganistán también empujó a Carter a anunciar la "Doctrina de Carter" en su discurso sobre el Estado de la Unión en enero de 1980, el mismo mes en que el Sha huyó de Irán.

"Un intento de cualquier fuerza externa para obtener el control de la región del Golfo Pérsico se considerará como un asalto a los intereses vitales de los Estados Unidos de América, y tal asalto será rechazado por cualquier medio necesario, incluida la fuerza militar", Carter. dijo.


Los manifestantes sostienen retratos de Jomeini durante la Revolución Islámica de 1979. Foto via Wikipedia

Sin embargo, las acciones del presidente a principios de 1980 en realidad transmitieron debilidad. Envió 12 combatientes Águila F-15 a Arabia Saudita en un intento de tranquilizar a Riad después de la partida del Sha. El movimiento fue vergonzosamente contraproducente cuando el Pentágono reveló que los aviones no estaban realmente armados. El fracaso posterior del intento de rescate de Eagle Claw reforzó esta imagen de debilidad.
En marzo de 1980, The Economist teorizó que la Unión Soviética podría atacar a Irán en un intento por apoderarse de sus campos petroleros, mientras que Washington y Teherán estaban atrapados en un enfrentamiento y la posición de Washington en la región era significativamente más débil que la de Moscú. La presencia soviética en Afganistán colocó a las fuerzas soviéticas cerca de los principales campos petroleros de Irán.

Un artículo de opinión en The Cincinnati Enquirer en abril de 1980 afirmó que una vez que la inteligencia estadounidense se enterara de una inminente invasión soviética, las tropas aerotransportadas de EE. UU. Obtendrían el petróleo de Irán en una intervención preventiva. "Los soviéticos entonces sabrían cuáles podrían ser las implicaciones completas de lo que iban a hacer", dijo una fuente anónima de Washington que citó el artículo.

Cuando el portavoz soviético Pravda afirmó que Estados Unidos se estaba preparando para invadir Irán en enero de 1981, el gobierno de Carter, en el momento de las negociaciones finales para liberar a los rehenes, lo negó rotundamente. Cuando Reagan tomó el juramento del cargo, Teherán liberó a los rehenes.

No es completamente improbable que los soviéticos realmente creyeran que Estados Unidos invadiría. Henry Trofimenk, el jefe del departamento del Instituto U.S.-Canadá de Moscú, dijo a un diario sueco en julio de 1983 que los temores de una invasión de Estados Unidos a Irán motivaron la invasión de Afganistán por parte de la Unión Soviética.

"Temíamos que Estados Unidos invadiera Irán, esa fue la verdadera razón por la que [invadimos Afganistán]", afirmó Trofimenk. "Los EE. UU. Habían concentrado enormes fuerzas en el Mar Árabe [sic] y el Océano Índico", agregó, señalando que los estudiantes tomaron como rehenes a los estadounidenses a principios de noviembre de 1979 y los soviéticos invadieron Afganistán el mes siguiente.

Un plan secreto del Pentágono de 106 páginas, publicado por primera vez por la prensa en 1983, describía cómo podría estallar una guerra mundial como resultado de una invasión soviética de Irán. Si bien el documento declara explícitamente que "no es una predicción de eventos futuros ni una guía para el empleo de fuerzas", sin embargo, mostró cuán seriamente el Pentágono estaba considerando las consecuencias de la acción soviética en Irán.

En el escenario, el Ejército Rojo invade Irán con 24 divisiones. Arabia Saudita permite que las tropas estadounidenses se desplieguen en el reino. Las peleas de perros se desatan entre las fuerzas aéreas soviéticas y estadounidenses. Luego, los soviéticos vierten 90 divisiones en Europa Central mientras la OTAN y el Pacto de Varsovia van a la guerra. Para empeorar las cosas, Corea del Norte aprovecha la oportunidad para atacar a Corea del Sur.

Incidentalmente, la película apocalíptica de 1984, Threads, describe una guerra nuclear que comenzó entre los Estados Unidos y la Unión Soviética después de que los soviéticos invadieran Irán.

El 22 de septiembre de 1980, Irak lanzó su invasión desafortunada de la provincia de Khuzestan, rica en petróleo y mayoría árabe de Irán. La guerra duró la mayor parte de los años 80 y mató a millones. Casi un año antes de la invasión real, un breve choque fronterizo alimentó rumores de un ataque iraquí.

Los periodistas Rowland Evans y Robert Novak, que informaron desde la frontera entre Irán e Irak en diciembre de 1979, confirmaron que todavía no había guerra, pero que había "evidencia clara de la confianza y el poder militar de Irak".

De hecho, los iraquíes en ese momento sobreestimaron sus capacidades militares. Los dos periodistas entrevistaron a funcionarios que afirmaron que el antes poderoso ejército iraní estaba en ruinas, que la mayoría de las unidades restantes aún eran leales al Shah y no pelearían por Khomeini. Los funcionarios estaban equivocados. Irán se opuso ferozmente a la invasión iraquí en 1980.

Dados los malos sentimientos prevalentes hacia Irán generados por la crisis de los rehenes, los estadounidenses tenían sentimientos encontrados con respecto a la invasión iraquí y la posterior guerra entre Irán e Irak.

"Es una pena que ambos no puedan perder", dijo Henry Kissinger de la guerra. "Les deseamos a los dos la mejor de las suertes", según los informes, el primer ministro israelí, Menachem Begin, habló sobre el inicio de la guerra. Un columnista estadounidense, reflexionando sobre qué lado constituía el mal menor, incluso lo comparó con la elección entre el cáncer y el SIDA.

En un editorial de The Los Angeles Times en diciembre de 1979, Ernest Conine respondió a los rumores iniciales de la invasión iraquí reflexionando sobre si los estadounidenses deberían recibir con beneplácito tal desarrollo. Conine enumeró las razones por las que el régimen de Jomeini era deplorable y un enemigo legítimo de los Estados Unidos, pero luego advirtió a su lector contra el apoyo a Irak como un mal menor.
La desintegración de Irán "es lo último que los estadounidenses deberían desear".

Las minorías iraníes, como los kurdos y los azeríes, pudieron explotar la agitación causada por una invasión iraquí para separarse. "La Unión Soviética, no Occidente, ganaría", escribió Conine, señalando que los soviéticos apoyaban los movimientos separatistas kurdos y azeríes en Irán después de la Segunda Guerra Mundial.

El gobierno de Truman obligó a los soviéticos a retirarse, preservando la unidad de Irán en el proceso. Conine argumentó que si la historia se repitiera, Carter "no estaría en posición de seguir el ejemplo de Truman", ya que Moscú tenía la "preponderancia abrumadora del poder militar convencional en el área, y Estados Unidos ya no es el único poseedor del atómico. Bomba, como lo fue a finales de los años cuarenta ".

Conine llegó a la "incómoda conclusión" de que, si bien Jomeini constituía "un desagradable irritante para los Estados Unidos, el colapso de su autoridad sería peor siempre que no haya un líder alternativo entre los seguidores populares que tome su lugar".

Al final de la guerra entre Irán y Irak, ambas partes atacaron a los petroleros. Irán, que poseía una armada muy superior, comenzó a explotar el Golfo Pérsico. Los Estados Unidos intervinieron volviendo a marcar a los petroleros kuwaitíes y escoltándolos para disuadir los ataques iraníes. La Operación Earnest Will constituyó la misión de escolta naval más grande desde la Segunda Guerra Mundial.

Cuando, en octubre de 1987, uno de los misiles Silkworm de fabricación china de Irán impactó en el nuevo tanque de Sea Isle City, hiriendo a 17 marineros, Estados Unidos lanzó la Operación Nimble Archer. La Marina de los Estados Unidos destruyó las plataformas petroleras que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán estaba usando como base.



USS Wisconsin durante la operación Earnest Will. Foto de la Marina de los Estados Unidos.

En abril de 1988, la fragata USS Samuel B. Roberts golpeó una mina iraní. Diez marineros resultaron heridos. La Armada tomó represalias con la Operación Mantis Religiosa. Los barcos y aviones estadounidenses hundieron la fragata iraní Sahand y paralizaron la fragata Sabalan.

Más de 50 iraníes murieron en los ataques. La única derrota de Estados Unidos fue un helicóptero de ataque de la Infantería de Marina de la Infantería de Marina, que se estrelló 15 millas al suroeste de la isla de Abu Musa en Irán, matando a ambos tripulantes.

Después de la Operación Praying Mantis, los iraníes suavizaron sus ataques contra barcos cisterna que transitan por el Golfo Pérsico.

Pero las tensiones se mantuvieron altas. El 3 de julio de 1988, el crucero USS Vincennes derribó erróneamente el vuelo 655 de Iran Air, matando a los 290 civiles a bordo. Washington insistió en que era un caso de identidad errónea. Teherán afirmó que Vincennes apuntó intencionalmente al avión de pasajeros.

Menos de un mes después, Jomeini aceptó la Resolución 598 del Consejo de Seguridad de Estados Unidos, que puso fin a la guerra Irán-Irak. El frágil y viejo ayatolá equipara el alto el fuego a "beber un cáliz de veneno".

Durante el despliegue de los Estados Unidos en el Golfo Pérsico, el comandante de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos, el almirante James Lyons, abogó enérgicamente por una guerra más amplia con Irán. La propuesta Ventana de Oportunidad de Operación de Lyon, que planeaba ejecutar el 29 de agosto de 1987, preveía que los transportistas y acorazados de la Armada de Estados Unidos bombardearan las bases militares iraníes y los sitios de misiles Silkworm en la costa de Irán.
Los buques de guerra atacarían directamente la economía iraní bombardeando la isla de Kharg y los puertos iraníes. Tomando prestada una página de la propuesta de Zumwalt y Bagley nueve años antes, Lyons aboga por la minería de los puertos iraníes de Bushehr y Bandar Abbas. Imaginó que la operación duraría apenas dos días.

La Operación Ventana de Oportunidad probablemente habría infligido pérdidas significativas a Irán, pero no necesariamente habría derribado al régimen. Lyon mostró el mismo exceso de confianza que plagó a los funcionarios iraquíes en 1979. Todos subestimaron la fiereza con que los iraníes resistirían la invasión.

El gobierno de Reagan apoyó a Irak durante la guerra, pero no buscó un enfrentamiento importante con Irán. Enterró el plan de Lyon. "No, no vamos a tener una guerra con Irán", dijo Reagan en una conferencia de prensa después de una de las escaramuzas mencionadas en el Golfo. "¡No son tan estúpidos!"

El Congreso probablemente se habría opuesto a una guerra. En julio de 1987, Robert Greenberger, corresponsal de The Wall Street Journal, escribió sobre el "sentimiento proteccionista" bipartidista que existía en el Congreso en ese momento. Los representantes cuestionaron por qué los aliados de Estados Unidos no estaban ayudando a pagar la Operación Earnest Will.

La misión de escolta terminó un mes después de la guerra entre Irán e Irak. Poco después, la Unión Soviética colapsó, junto con cualquier temor razonable de una invasión rusa de Irán. La nueva Federación de Rusia, preocupada por sus propias crisis internas postsoviéticas, ya ni siquiera compartía una frontera con la República Islámica.

La próxima vez que los militares de los Estados Unidos se desplegaran en el Golfo Pérsico, se enfrentaron a Irak tras su invasión de Kuwait. Irán permaneció neutral durante la Guerra del Golfo Pérsico de 1991. Sin embargo, rápidamente se sintió incómodo con la presencia continua de tropas estadounidenses en Arabia Saudita y la región del Golfo después de la guerra. Javad Zarif, el diputado embajador de Irán en las Naciones Unidas en ese momento, alegó que la presencia de los Estados Unidos tenía "objetivos que van más allá de la liberación de Kuwait".

Los esfuerzos de los Estados Unidos en la región en la década de 1990 se centraron principalmente en contener a Irak. Sin embargo, cuando un camión bomba devastó el complejo de Khobar Towers en Arabia Saudita el 25 de junio de 1996, matando a 19 aviadores estadounidenses, Washington sospechó que Teherán era el responsable.

"No quiero ninguna media-mear-hormiga", Pres. Bill Clinton le dijo al asesor de seguridad nacional Richard Clarke. La administración supuestamente consideró una invasión terrestre de Irán.

Años más tarde, el ex secretario de Defensa de Clinton, William Perry, reveló que uno de los planes de contingencia de la administración Clinton implicó un ataque dirigido a "varias de sus instalaciones militares que se habrían debilitado, sustancialmente debilitadas ... la marina y la fuerza aérea iraní".

"Temían qué acción tomaríamos", dijo Perry sobre los iraníes. "Con razón lo temían. De hecho, tenía un plan de contingencia para un ataque contra Irán, si se hubiera establecido claramente. Pero nunca se estableció claramente, y por eso nunca hicimos eso ".

En 2007, Perry dijo que estaba convencido de que Al Qaeda había llevado a cabo el bombardeo de Khobar.

En la década de 2000 en Washington, se habló con frecuencia e incluso se presentaron propuestas detalladas a favor y en contra de un ataque de los Estados Unidos contra el programa nuclear de Irán. Después de que Estados Unidos invadió Irak en marzo de 2003, algunos expertos abogaron por una invasión de seguimiento de Irán. “Todos quieren ir a Bagdad. Los verdaderos hombres van a Teherán ”, fue una broma popular entre los neoconservadores.

Pronto los Estados Unidos se estancaron en Afganistán e Irak. Irán invasor perdió su atractivo. Ya en julio de 2003, un comentarista que escribía en Los Angeles Times argumentaba que hablar de confrontar a Irán constituía "una amenaza vacía, ya que Estados Unidos no tiene medios militares y el pueblo estadounidense no tiene la voluntad de invadir Irán".

"La amenaza de la intervención militar estadounidense, por lo tanto, solo ayuda a los mullahs conservadores a reunir a la gente alrededor de la bandera iraní".

Una década después, las actitudes cambiaron. En el verano de 2018, la administración Trump retiró a Washington del acuerdo nuclear de julio de 2015 con Irán e impuso sanciones económicas más severas a Teherán. El asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, dijo a un mitin del grupo militante anti-Irán Mojahedin-e Khalq que buscó un cambio de régimen en Teherán "antes de 2019." Más tarde, el gobierno afirmó que no buscaba un cambio de régimen.

Durante décadas, los estadounidenses han argumentado a favor y en contra de invadir Irán. La discusión continúa.