jueves, 1 de mayo de 2025

Teoría de la guerra: La inteligencia artificial y el mando y control del futuro

Aspectos clave de las tecnologías militares avanzadas en el contexto de las guerras del futuro

CZ Defence

Gracias al rápido desarrollo de las tecnologías modernas, estamos presenciando un auge sin precedentes en su aplicación en el ámbito militar, y si seguimos las tendencias tecnológicas al menos desde la perspectiva del potencial futuro, queda claro que las operaciones militares enfrentan cambios revolucionarios como nunca antes se han visto.



Foto: Gracias al desarrollo acelerado de las tecnologías modernas, estamos presenciando un auge sin precedentes en su aplicación en el ámbito militar | Shutterstock

Un campo de batalla orientado a la eficiencia: el resultado de un enfoque puramente pragmático

Una suposición lógica, inspirada en los dominios y tendencias industriales, es que los campos de batalla futuros se desarrollarán siguiendo enfoques altamente pragmáticos, basados en la optimización de costos en el contexto de la efectividad operativa de cada solución. Este factor inevitablemente llevará a la eliminación de toda una serie de dogmas y conservadurismos militares, que muchas veces han bloqueado el camino a nuevas ideas y enfoques no convencionales en las operaciones de combate. La principal razón que fuerza a todos los actores a hacer la transición hacia un campo de batalla altamente tecnologizado es la eficiencia dramáticamente creciente de los sistemas de armas automatizados, lo que afecta las perspectivas de la presencia humana en el campo de batalla del siglo XXI.

La experiencia histórica muestra que el éxito en las operaciones militares se asegura fundamentalmente por dos componentes: la gestión efectiva y coordinada (mediada por una secuencia óptima de procesos de toma de decisiones) y la eficiencia de la tecnología utilizada. Este hecho está vinculado desde hace más de una década a discusiones sobre las principales limitaciones de los sistemas biológicos, donde los principales obstáculos parecen ser el tiempo de reacción y la capacidad para tomar decisiones rápidas y complejas en el contexto de los requisitos del entorno operativo. Dado que la toma de decisiones consiste fundamentalmente en buscar en un espacio de estados para encontrar un conjunto de pasos que lleven a un objetivo con el mínimo esfuerzo, tiempo, riesgo, etc., esto implica un amplio potencial para el modelado matemático, la optimización multicriterio y la posterior automatización e implementación de tecnología informática. Aunque estos procesos representan un gran desafío para la tecnología actual, es seguro que estos factores fundamentales que subyacen a las operaciones militares ya son dominio de los sistemas informáticos avanzados y son ejecutados muchas veces más rápido por sus contrapartes electrónicas.

Transición a un sistema de mando y control apoyado por IA

Basándonos en una amplia experiencia operativa y en las previsiones sobre el desarrollo de la guerra moderna, existe una suposición lógica de que los campos de batalla futuros requerirán un nuevo concepto de mando y control (C2) en todos los niveles. La idea original detrás de esta afirmación fue presentada en 2008 como parte del proyecto DARPA Deep Green, inspirado en una supercomputadora para la toma de decisiones asistida por computadora en ajedrez de los años 90 (DeepBlue). Deep Green introduce una transformación fundamental del paradigma OODA (observar, orientar, decidir, actuar) en relación con el esperado aumento de la dinámica del campo de batalla, donde el enfoque OODA serial original puede llevar a retrasos significativos, especialmente en la comprensión y la predicción del desarrollo de la situación operativa, lo que tiene un impacto fatal en la efectividad de toda la operación.

El enfoque OODA actual es más reactivo que proactivo, lo cual resulta inadecuado en el contexto de un campo de batalla futuro dinámico y cambiante. Un enfoque proactivo consiste en la previsión iterativa de los movimientos enemigos, basada en una simulación táctica-física de una imagen compartida de la situación operativa. La mejora de la arquitectura del paradigma OODA se demuestra en la siguiente figura.


Foto: Transición del paradigma OODA serial a una versión paralelizada | Universidad de Defensa

La paralelización del ciclo OODA trae una pequeña revolución en el enfoque de la toma de decisiones militares y en la implementación de tecnologías avanzadas. Este enfoque también apoya una jerarquía de mando y control descentralizada, dando a los niveles inferiores de mando la capacidad de responder de manera flexible a los resultados de las simulaciones de juegos de guerra y a las amenazas derivadas de ellas en tiempo real, incluyendo una comprensión integral del contexto más amplio del campo de batalla y de las intenciones de los comandantes de niveles superiores, lo que lleva a una mejor conciencia situacional.

La conciencia situacional es crítica para la efectividad operativa y la dominancia en el campo de batalla del siglo XXI. Cuando se agrega la dimensión temporal necesaria para identificar configuraciones críticas futuras del campo de batalla al espacio de estados del mismo, este espacio se vuelve tan vasto que debe procesarse utilizando recursos informáticos de vanguardia y algoritmos avanzados dentro de la categoría de inteligencia artificial. Aunque se ha trabajado mucho en la implementación de la inteligencia artificial en el análisis operativo, la evaluación y la planificación de escenarios tácticos, la complejidad del campo de batalla moderno todavía presenta muchos desafíos, muchos de los cuales no pueden resolverse con recursos informáticos estándar en el futuro previsible. Su implementación práctica depende de las esperanzas puestas en la investigación futura relacionada con las computadoras cuánticas.

El papel de la autonomía y la automatización en la guerra

La autonomía y la automatización jugarán inevitablemente un papel crucial en las operaciones militares futuras. Esto cambiará fundamentalmente el arte operacional y la táctica, y estará plenamente integrado en el mando y control en muchas áreas. Los sistemas autónomos permitirán realizar misiones complejas con mayor eficiencia, menores costos económicos y menor riesgo para el personal humano. Sin embargo, esto abre una nueva dimensión de desafíos y problemas que los departamentos de defensa nunca han enfrentado antes. Los ejércitos que lleguen tarde a dominar esta transformación podrían fácilmente quedar "descalificados" tanto del campo de batalla futuro como de la cooperación con socios significativamente más avanzados.

Uno de los principales problemas radica en la gestión efectiva de un número extremo de entidades tácticas, particularmente en un entorno con comunicaciones limitadas (denegadas). Este problema lleva a promover tecnologías avanzadas de control autónomo, arquitecturas organizativo-control distribuidas y la introducción de plena autonomía en algunas áreas del despliegue operativo de tecnologías de defensa. Sin embargo, este paso requiere una cuidadosa consideración de las implicaciones éticas, legales y operativas, incluyendo asegurar que la integración de autonomía y automatización sea consistente con los valores y objetivos sociales establecidos, lo que puede limitar significativamente la efectividad final de determinadas tecnologías y sin duda será objeto de mucho debate y compromiso.

Uno de los componentes clave de este proceso es generar confianza en las tecnologías avanzadas, especialmente los sistemas autónomos, mediante exhaustivas pruebas y evaluaciones operativas (OT&E). El sector militar suele ser altamente conservador, y construir confianza en tecnologías nuevas y revolucionarias lleva tiempo. Cualquier error o fallo puede resultar en un serio retraso en el proceso de implementación o en el rechazo de la tecnología seleccionada, lo que se agrava por las perspectivas menos prometedoras en el área de recursos humanos en muchos ejércitos. En cualquier caso, la automatización integral de sistemas, componentes y recursos militares, incluido el mando y control, parece inevitable para sobrevivir en el campo de batalla del futuro.

Cooperación internacional

La cooperación internacional y la estandarización en el ámbito militar son esenciales para crear un marco coherente y eficaz para operaciones multinacionales conjuntas, ya que las coaliciones de estados más débiles generalmente no tienen otra forma de contrarrestar eficazmente a un enemigo más fuerte. Organizaciones como la OTAN han profesionalizado estos esfuerzos, desarrollando normas, procedimientos y tecnologías estandarizadas que los países miembros se han comprometido a seguir, facilitando así la interoperabilidad y cooperación mutuas. Sin embargo, lograr incluso una estandarización básica es un proceso complejo y largo que implica muchos obstáculos. A pesar de estos desafíos, la búsqueda de estandarización en la cooperación militar internacional sigue siendo una prioridad clave y continuará siéndolo en el futuro, ya que fortalece significativamente la capacidad colectiva de los ejércitos en coalición para responder de manera coordinada y eficaz a los desafíos de seguridad global.

Conclusión

Los resultados de los avances tecnológicos actuales indican que los campos de batalla futuros probablemente diferirán significativamente del concepto tradicional de "línea del frente" del entorno operativo moldeado por enfoques doctrinales y factores geográficos y climáticos del siglo XX. Al observar las tendencias y previsiones actuales centradas en la eficiencia y la “economía” de la guerra, podemos esperar que el campo de batalla futuro integre una enorme cantidad de sistemas tecnológicos avanzados con importantes vínculos con el dominio operacional cibernético y un desbordamiento hacia las áreas de operaciones informativas y psicológicas.

Estos factores inevitablemente llevarán a la transformación de un entorno operacional altamente dinámico y complejo en el que podemos esperar un aumento de las amenazas no convencionales, el surgimiento de actores no estatales, una hibridación más intensa de las guerras futuras, una combinación de conflictos simétricos y asimétricos, y la rápida expansión del campo de batalla no solo a países vecinos sino también a estados más distantes gracias a la interconectividad global.

Además, la probabilidad de un conflicto global crece constantemente, y con el desarrollo del entorno de seguridad global, no parece haber una reversión inminente de esta tendencia. Esto conduce a una necesidad sin precedentes de desarrollar fuerzas armadas que respeten los principios de alta flexibilidad, avance tecnológico y enfoques no convencionales para resolver los desafíos futuros. Dado que gran parte del segmento de tecnología militar se superpone significativamente con las aplicaciones civiles, existe una fuerte suposición de que los avances en tecnología militar influirán rápidamente en las áreas civiles y viceversa, es decir, que el aumento de los presupuestos de defensa debería tener un impacto positivo secundario en la sociedad en su conjunto.

La experiencia histórica muestra claramente que el grado de diferencia en la sofisticación de las tecnologías utilizadas determina el resultado. Si la diferencia es tan grande que no puede compensarse de ninguna manera —por ejemplo, mediante superioridad numérica o un entorno operativo favorable—, entonces el ganador se decide de antemano. Es natural que todo ejército que se tome en serio su misión quiera seguir este camino, razón por la cual las tecnologías avanzadas se han convertido en una de las áreas centrales de competencia entre los ejércitos avanzados del mundo, y el Ejército Checo no debería quedarse al margen.

Autor: coronel Jan Mazal, teniente coronel Jiří Novotný

No hay comentarios.:

Publicar un comentario