jueves, 5 de enero de 2023

INVAP: Desarrollo de radares navales

El desarrollo de radares navales de INVAP

Por José Javier Díaz* || Pucara


Entrevistamos al Ingeniero Hugo Loffler para conocer cómo se diseñó y fabricó el primer radar de uso naval en Argentina. En ese sentido, el desarrollo del denominado Radar Secundario Monopulso Argentino Naval (RSMA-N) constituye el primer paso que dio la empresa estatal INVAP para ofrecer este tipo de sensores para buques civiles y militares.


El desarrollo del primer radar naval criollo surge tras el exitoso proceso de articulación sinérgica que llevaron a cabo la empresa estatal INVAP y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) en la década de los noventa para los satélites SAOCOM de observación por microondas (radar en banda L) y, en el lustro siguiente, con la Fuerza Aérea Argentina (FAA) a través del proyecto para diseñar, fabricar y homologar el Radar Secundario Monopulso Argentino (RSMA), del cual al día de la fecha ya se encuentran operativos más de veinte ejemplares a lo largo y ancho de la Argentina.

De acuerdo con el Ingeniero Hugo Loffler, quien lideró el equipo de INVAP encargado de desarrollar la versión navalizada del RSMA (denominada RSMA-N), “este radar surge a partir de un acuerdo entre INVAP y la Armada de la República Argentina (ARA) para dotar al Rompehielos ARA “Almirante Irízar” (RHAI) de un sensor que permitiera realizar el control y vectoreo (guiado) de aeronaves, ya fueran los helicópteros que embarcan en este buque y/o de otras aeronaves (de ala fija o rotativa) que vuelen dentro de su radio de cobertura”.



La ARA estableció los requerimientos operativos que el radar debía cumplir y el RSMA-N los cumple con holgura, por ejemplo, el alcance que debía superar las 60 MN, en las pruebas de aceptación superó las 80 MN.

A las condiciones hidrológicas que afectan a cualquier buque (movimientos de cabeceo, escora, etc.) se suman la corrosión salina, las temperaturas extremas y los vientos severos que reinan en el Atlántico Sur y la Antártida, el área natural de operaciones del RHAI.

INVAP tuvo que hacer un esfuerzo de ingeniería para desarrollar la versión navalizada del RSMA, teniendo en cuenta los lineamientos y estándares definidos por la OMI (Organización Marítima Internacional) y DNV (Det Norske Veritas) para equipamiento electrónico a bordo de embarcaciones.

También se realizó un estudio de resistencia ambiental de todo el diseño y un plan de ensayos y análisis para comprobar su adecuación al entorno marino. Se tomaron como referencia y guía las normas MIL – STD – 167 – 2A (Mechanical Vibrations of Shipboard Equipment (Recipr Mach & Prop Sys & Shaft) Types 3-4 & 5 - Revision A), MIL – STD – 167 – 1A (Mechanical Vibrations Of Shipboard Equipment (Type I-Environmental And Type II- Internally Excited), MIL – STD – 810G (Environmental Engineering Considerations and Laboratory Tests) e IEC – 60945 (Maritime navigation and radiocommunication equipment and systems).



Descripción del Radar RSMA-N

En palabras del Ing. Loffler, “el RSMA-N es un radar secundario de estado sólido del tipo monopulso, concebido para operar tanto en forma independiente como en asociación con un radar primario. La principal función de este radar es detectar aeronaves, medir su ubicación y mostrar su identificación dentro del volumen de cobertura. Para ello transmite interrogaciones y recibe las respuestas de los transpondedores de las aeronaves, las procesa y presenta la información al operador”.

Los parámetros de operación (frecuencia de repetición de interrogaciones PRF y stagger, secuencia de entrelazado de Modos, potencia transmitida, función IISLS y control temporal de sensibilidad STC) pueden ser programados para cada sector acimutal desde la consola técnica y operativa.

Las señales recibidas por los tres canales de la antena en su funcionamiento como monopulso son procesadas por el módulo receptor. Las señales son desplazadas a frecuencia intermedia y a partir de allí todas las funciones (detección de respuestas, procesamiento monopulso, etc.) son llevadas a cabo por el procesamiento digital.

Mediante un procedimiento de autocalibración, utilizando un transpondedor en una ubicación conocida o un vuelo de ocasión conocido, el radar ajusta los parámetros del extractor para compensar los errores sistemáticos en determinar la distancia y el acimut de los contactos.

El Ing. Loffler también resalta que “la tecnología implementada es de estructura modular, totalmente de estado sólido para obtener un máximo tiempo medio entre fallas. Opera en los modos 1, 2, 3/A, C incorporando la información geográfica provista por el buque”.

El RSMA-N está dotado de los elementos necesarios para el control del buen funcionamiento desde el puesto del operador, de modo de detectar y localizar posibles fallas en subconjuntos fácilmente reemplazables y así minimizar el tiempo de reparaciones.

El radar consta de tres grandes subsistemas, a saber: 1) Antena; 2) Electrónica Central; 3) Consola Operativa. En la siguiente imagen se muestra el diagrama en bloques del RSMA-N.



1)Subsistema Antena

El subsistema de Antena está constituido por un módulo radiante sellado, un subsistema rotador que incluye junta rotativa y encoder y un subsistema de control de antena autónomo que posibilita el encendido, apagado y cambio de velocidad de rotación de la misma.



2) Subsistema Consola Operativa

Consta de una consola móvil que interpreta el rumbo y las coordenadas geográficas extraídas de un girocompás. Para la presentación de la situación el operador puede seleccionar dos modalidades “North-Up” y “Head-Up”. En la primera el norte se ubica en el borde superior de la pantalla, mientras que en la segunda esa dirección representa la proa del buque.

Según el Ing. Loffler: “en ambas modalidades usan los datos enviados por el girocompás y determina la ubicación y rumbo de los blancos manteniendo relacionadas las distintas capas de mapas. Para facilitar la operación el controlador puede elegir usar teclado retroiluminado, trackball o touchscreen como interface HID (Human Interface Device)”.

En la representación del mapa de fondo usa la proyección de Lambert. Los parámetros de ésta se fijan en el archivo de configuración en modo off-line.

La consola operativa interpreta y correlaciona los datos provenientes del girocompás y los datos de tracks entregados por el radar. La consola operativa traslada los valores relativos de posición, rumbo, velocidad y declinación magnética, valores absolutos en la presentación gráfica de la consola, manteniendo siempre al buque en el centro de la gráfica.



3) Subsistema Electrónica Central

Está compuesto por dos conjuntos interrogadores IFF con idénticas capacidades y completamente autónomos que posibilitan la conmutación manual en caso de falla del interrogador principal. También posee una Consola Técnica con la cual se realiza la calibración y verificación de fallas del interrogador que se encuentra emitiendo RF.

Las dos unidades de radar secundario son completamente independientes y tienen la posibilidad de transferir la emisión de RF de la unidad principal a la de reserva con sólo mover manualmente los cables provenientes de la antena.

La señal de encoder del giro de antena se encuentra conectada a ambas unidades. Todas las señales provenientes del exterior se encuentran protegidas con descargadores gaseosos.

La alimentación de todo el gabinete está monitoreada por una PDU. La misma comanda y controla la secuencia de encendido de los distintos módulos, la antena y la Consola Operativa. La aplicación de configuración está disponible en la consola técnica.

El gabinete posee un sistema de control ambiental que controla la circulación de aire mediante tres módulos ventiladores independientes -colocados en el piso, a media altura y en el techo del gabinete- y el sistema de calefacción de 2000Kw.

Este subsistema realiza una función de prueba (BITE) sobre todos los sensores y actuadores que posee, indicando el resumen de fallas en un led amarillo en el frente del gabinete.

En este sentido, el Ing. Loffler destaca que “si bien no debe bloquear el encendido del radar, el subsistema BITE indica con una alarma roja si bajo los parámetros ambientales actuales (llegado el caso) el radar no se debería encender, dejando a criterio del operador si fuese necesario correr el riesgo de operar en condiciones extremas. De todas formas, guarda un registro de temperaturas, humedad y fallas de por lo menos seis meses con valores tomados cada una hora”.

El sistema toma sincronismo temporal de un servidor NTP instalado en el mismo gabinete. La salida de antena se realiza a través de un descargador gaseoso.

La consola técnica rebatible presenta el mímico del radar desde el cual se pueden monitorear los estados operativos de módulos y subsistemas además de poder apagar y encender las consolas técnica y operativa. La configuración del radar se realiza mediante una ventana Telnet y por línea de comando.

El gabinete de Electrónica Central está vinculado a la estructura del buque por medio de amortiguadores diseñados para soportar las vibraciones y aceleraciones propias del RHAI.

Un aspecto relevante del RSMA-N que destaca el Ing. Loffler es que “este radar está concebido para operar de manera no atendida, permitiendo ser programado y operado en forma local, o bien en forma remota desde un centro de supervisión técnica y con una mínima necesidad de personal de mantenimiento”.



Conclusiones

El desarrollo de radares que encaró INVAP junto a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales y la Fuerza Aérea Argentina hace más de dos décadas es un claro ejemplo de cómo se puede lograr sinergia interinstitucional, articulación entre Empresa y Estado, eficiencia y uso estratégico del presupuesto público, innovación y dominio de tecnologías sensitivas, no solo para satisfacer la demanda local de sistemas complejos y costosos como son los radares, sino también con vistas a su exportación, aspecto que ya se ha logrado y seguramente se irá incrementando a medida que pasen los años.

El hecho de que el primer ejemplar del RSMA-N fuera instalado ni más ni menos que a bordo del Rompehielos ARA “Almirante Irízar”, buque de la Armada Argentina que realiza el soporte logístico a las Bases Antárticas de nuestro país y que también sirve de plataforma para la ejecución de diversas investigaciones científicas en las gélidas aguas del Polo Sur, es el mejor banco de pruebas que cualquier cliente podría exigir para comprobar las excelentes características técnicas y prestaciones operativas de un radar embarcado.

Al presente, el radar RSMA-N lleva casi una década en servicio sin haber sufrido desperfectos o requerir modificaciones en su diseño, pese a las severas condiciones hidrometeorológicas a las que se ve sometido en cada campaña antártica, ya que el Rompehielos debe navegar con fuerte oleaje (olas de más de diez metros de altura), vientos con ráfagas que superan los 150 Km/h, temperaturas inferiores a los 30 grados bajo cero, etc.

Estos radares primarios navales no solo serán capaces de satisfacer los requerimientos operativos de la Armada Argentina, sino que también estarán en condiciones de ser ofrecidos a otros usuarios, civiles y militares, ya sean clientes nacionales o extranjeros.



* El autor fue Oficial del Cuerpo Comando de la Armada Argentina; es Licenciado en Administración, Master europeo y Magíster ITBA en Dirección Estratégica y Tecnológica; se desempeña como Consultor de Empresas y Organismos Gubernamentales



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miércoles, 4 de enero de 2023

Argentina: El desastre defensivo nacional comparado

Fuerzas Armadas: los militares de Argentina tienen uno de los presupuestos más bajos de América latina

La inversión en equipamiento, operaciones y personal militar argentino es uno de los menores de la región. Datos comparados de especialistas revelan la baja capacidad operativa del país en términos de defensa.

Martín DiNatale || Cronista



Por problemas de recorte presupuestario, ausencia de políticas de Estado mantenidas en el tiempo por diferentes gobiernos o simplemente por una subestimación de la cuestión militar, lo cierto es que las Fuerzas Armadas de la Argentina se encuentran hoy entre las más rezagadas de América latina en cuanto a cantidad de uniformados, equipamiento militar y operativos de entrenamiento.
Más allá de los gestos del gobierno de Alberto Fernández por equipar a las Fuerzas Armadas, instrumentar el Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF) o promover acciones destinadas a modernizar al sector militar en los resultados concretos la Argentina sigue estando detrás de las Fuerzas Armadas de Brasil, México, Chile, Perú o Colombia en cuanto a capacidad militar, equipamiento y operatividad.
En su reciente mensaje a los oficiales egresados de las tres fuerzas, el Presidente destacó que la "vocación por la paz y la necesidad de afirmar nuestros espacios soberanos imponen contar con Fuerzas Armadas adecuadamente alistadas, equipadas y adiestradas para garantizar la defensa de la Nación".

Esta estrategia implica, en palabras de Alberto Fernández, "afianzar nuestra soberanía en el territorio, en el Atlántico sur y en la Antártida". Es decir, imponer unas Fuerzas Armadas capaces de establecer un esquema de disuasión para la defensa de recursos y territorio nacional.

Pero en los hechos, estas expresiones de deseo presidencial contrastan con la realidad de unas Fuerzas Armadas que muestran a un Ejército, a la Armada y la Fuerza Aérea con capacidades de operación muy limitadas en comparación con los militares de la región.



Esto no es el resultado exclusivo del actual gobierno sino que viene de arrastre. Hubo muchos años de recorte de gastos, éxodo de uniformados a las fuerzas de seguridad y falta de modernización del equipamiento militar.

Especialistas en temas militares y publicaciones de defensa internacional coinciden en mencionar la debacle de las Fuerzas Armadas de Argentina en comparación con sus vecinos latinoamericanos.

Las expresiones de deseo presidencial contrastan con la realidad de unas Fuerzas Armadas que muestran a un Ejército, a la Armada y la Fuerza Aérea con capacidades de operación muy limitadas

Capacidad de los vecinos

Datos concretos. La reciente publicación de la revista especializada Survival cuyo editor es Tandfonline revela que en Argentina "el inventario de equipos es cada vez más obsoleto, con la modernización obstaculizada por problemas de financiación" y añade que "el mantenimiento de defensa cubre los sistemas terrestres, marítimos y aéreos, aunque la industria se ha hundido en los últimos años debido a la falta de inversión".

En números concretos esta publicación destaca que México o Colombia aumentaron en los últimos años el 20% de su presupuesto militar, Ecuador en un 3% y los fondos para militares en la Argentina han decrecido entre un 10 y 20%.



A la vez, la publicación señala que Brasil lidera el top de gastos en defensa en la región con un monto de u$s 21.800 millones de dólares; le sigue México con u$s 6.800 millones; Colombia con u$s 6.000 millones; Chile con u$s 4.000 millones y Argentina con u$s 2.600 millones.

Brasil se encuentra también en la cima del ranking en cantidad de personal militar con 366.510 uniformados en actividad; Colombia tiene 255.910; México, 216.000; Venezuela, 123.00; Perú, 81.000 y Argentina, 72.000 militares.


Todo esto forma parte de lo que el investigador de la UCEMA en temas militares, Juan Battaleme denomina "la creciente presencia de Fuerzas Armadas obsoletas en la Argentina". Es decir, una defensa "poco apta para enfrentar los desafíos que se vienen a nivel mundial en materia de control de los recursos naturales", dijo.

En un reciente artículo de la revista especializada Defense Journal, titulado "Argentina dejó de tener una fuerza capaz de combatir como consecuencia de los recortes presupuestarios" y otro de 2019, de la publicación The National Interest, que menciona "La Armada y la Fuerza Aérea de Argentina están en peligro" se enumeran más detalles del rezago de la Argentina en términos de defensa en comparación con sus vecinos de América latina.



Capacidad en baja

El reciente informe de la prestigiosa publicación militar Jane´s Intelligence Review sostiene que en los últimos años la Argentina fue perdiendo capacidad presupuestaria en materia de defensa. 

Mientras que en 2017 contaba con unos u$s 3.000 millones en fondos para las Fuerzas Armadas, en 2021 esto se redujo casi a la mitad y se proyecta que para 2028 el país contará con no más de u$s 750.000 para la defensa. En todos los años analizados se destaca que el mayor gasto de las Fuerzas Armadas en la Argentina está centrado en el personal militar, hay escasos fondos para operaciones y mantenimiento y casi nada en investigación y desarrollo.

A la vez, el mismo informe de Jane's Intelligence Review sostiene que el Ejército sigue siendo el que más presupuesto insume en la defensa de la Argentina. Le sigue la Armada y la Fuerza Aérea.




El Military Balance revela también que Brasil lidera el ranking de presupuesto militar en América latina con el 43,1% del gasto global en Defensa en América latina. Le sigue México con el 13,5%, Colombia con el 11,9%, Chile, 8,4% y Argentina con el 5,1%. A la vez, este informe revela que desde 2008 hasta hoy Brasil, México, Chile y Perú han ido incrementando su gasto militar.

Esa misma publicación sostiene sin vueltas que "sin bien Argentina adquirió un enfoque continuo en la modernización progresiva de las Fuerzas Armadas, la situación presupuestaria sigue siendo sombría. El presupuesto de 2021 fue menor que el del año anterior en términos reales, lo que significa que los nuevos desarrollos no son tenidos en cuenta a un ritmo que permitiría al país tener capacidades de combate para recuperar el terreno perdido en las últimas décadas en comparación con vecinos como Brasil y Chile".

Otro dato interesante de Tandfonline es el incremento de la presencia de equipamiento militar de China en la región. Allí, Venezuela lidera la cantidad de presupuesto en compra de armas, buques y tanques a Beijing en los últimos años. Le siguen Bolivia y Argentina.

Los datos de superioridad militar de la región en comparación con la Argentina muestran mucho más que un compendio de números. Es el resultado de una dicotomía entre política exterior y defensa que viene de arrastre.

Es lo que mencionan con precisión en el Manual de Política Exterior de Argentina compilado por Juan Pablo Laporte, los investigadores en temas de Defensa, Sergio Eissa y Araceli Díaz: "Una política exterior sin política de defensa es una política sin dientes; es como si invitaran al país a una cena diplomática y no pudieran cenar, o peor aún, se termine convirtiendo en el plato principal". 

El proyecto del gobierno

Desde el Ministerio de Defensa desecharon ante El Cronista la idea de que la Argentina haya perdido capacidad de disuasión y operatividad en sus Fuerzas Armadas. 

Además, aseguran que se continuará con el plan de compra de equipamiento militar que está previsto con el FONDEF, que se sustenta por ley y forma parte de un porcentaje del PIB. Este año se contempló un total de más de 40.000 millones de pesos para ese fondo de la defensa.




Según revelaron a El Cronista fuentes allegadas al terrorista asesino condenado ministro de Defensa, Jorge Taiana, para el año que viene hay previsto un amplio menú de compra de equipamiento militar. Algunos de estos componentes ya llegaron en las últimas semanas

Hace 15 días llegaron al puerto de Bahía Blanca los misiles de corto alcance que compró Defensa para cubrir el sistema de defensa antiaéreo. Estos misiles provienen de Suecia y forma parte de un importante arsenal para la defensa de la Argentina.

A la vez, ya se adquirieron dos helicópteros Sikorsky SH-3 Sea King que es una aeronave bimotor polivalente y está destinado principalmente a la guerra antisubmarina. Estos son fabricados por la compañía estadounidense Sikorsky Aircraft y han estado en servicio con la Armada de los Estados Unidos y en otras fuerzas desde principios de los '60.

Esta semana se firmó un contrato con el titular del Directorio de Cooperación Internacional de Defensa del Ministerio de Defensa de Israel, Yair Kulas, para la compra de municiones de última tecnología, en el marco del plan de adquisición de materiales para fortalecer las capacidades militares. Se trata de municiones inteligentes del tipo "merodeadora" mod HERO-120 y HERO-30.

En Defensa destacan el acuerdo que se hizo con el INVAP para el desarrollo de radares POD del Pucará. Se está trabajando en pruebas para ampliar la capacidad de instalación de radares sobre todo en la frontera norte como mecanismos de apoyo logístico para las fuerzas de seguridad. El acuerdo de SINVICA-INVAP con Fuerza Aérea complementaría este acuerdo y avanza la ejecución del contrato de fabricación de radares del SINVICA.

Por último, el Ministerio de Defensa ya mantuvo conversaciones con la empresa francesa Naval Group para sondear la posibilidad de la compra de un submarino que reemplace la pérdida del ARA San Juan que le costó la vida a 44 tripulantes en noviembre del 2017. Este será un proyecto a largo plazo pero que Taiana quiere dejar en marcha antes de que finalice la gestión de Alberto Fernández.

 

En paralelo a todo esto, el ministro Taiana acaba de firmar una resolución por la cual se establecen nuevos mecanismos de compensación en adquisiciones de bienes y servicios en el ámbito de la Defensa, que incluyen un conjunto de beneficios industriales, económicos o comerciales que el país le exige a empresas extranjeras como parte de las condiciones de la negociación.

Estas nuevas pautas para los Acuerdos de Cooperación Productiva (ACP), también conocidos como "Offsets", deberán ser contempladas por el Ministerio de Defensa, sus organismos y las Fuerzas Armadas en beneficio de la industria nacional ante la adquisición e incorporación de capacidades, material y sistemas de armas de origen extranjero.

Así, se busca maximizar las inversiones del Estado en bienes y/o servicios de origen extranjero destinados al ámbito de la Defensa, a fin de obtener el mayor beneficio económico posible.

A la vez, se avanzó en un relevamiento, evaluación e identificación de las empresas que componen la Base Industrial de la Defensa, a partir de la elaboración del Registro de Proveedores para la Defensa (REPRO-DEF).

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martes, 3 de enero de 2023

FAA: Los F-16 daneses vienen con la bendición de 10 Downing Street

Fuente de defensa británica destaca por qué el Reino Unido intentará detener la compra de un caza JF-17 argentino, pero puede permitir F-16 en su lugar


Military Watch Magazine


Cazas F-16 (izquierda) y JF-17 Block 3



La Fuerza Aérea Argentina ha estado considerando durante más de una década una gama de opciones para modernizar su flota de cazas, sin que se hayan realizado adquisiciones importantes desde la Guerra de las Malvinas en la década de 1980, lo que ha dejado a su flota de aviones de combate en una mala posición hoy en día, incluso para los estándares regionales. Si bien los cazas de sexta generación están hoy en desarrollo.en China y Estados Unidos, Argentina ha considerado adquirir aviones de tercera generación -un nivel de tecnología alcanzado por primera vez a mediados de la década de 1960- en forma de Mirage F1 españoles de segunda mano o cazas Kfir israelíes. Los favoritos más recientes para un acuerdo de caza han incluido el J-10C y el JF-17 Block 3 de China, el FA-50 de Corea del Sur y los MiG-29M, MiG-35 y Su-30SM de Rusia. Argentina también ha mostrado interés en adquirir F-16 de los Estados Unidos, probablemente de segunda mano, aunque como con muchas de las clases de caza consideradas, el uso de asientos eyectables británicos Martin Baker ha sido una barrera para las ventas debido a un embargo de armas británico sobre Buenos Aires. La disputa territorial en curso entre los dos países por las Islas Malvinas, que son reconocidas internacionalmente como territorio británico pero reclamadas por Argentina, sigue siendo el centro de la disputa.


Caza ligero FA-50 de Corea del Sur


El sitio de noticias de defensa británico UK Defense Journal , que publica con frecuencia artículos de expersonal y otras personas con conexiones con el Ministerio de Defensa, el 29 de septiembre publicó un artículodestacando la necesidad de evitar que Argentina adquiera clases de combatientes chinos u otros no occidentales. Aparte de la necesidad de conservar la cuota de mercado para los sectores de defensa occidentales y los ingresos disponibles para los sectores de defensa no occidentales, el argumento central del artículo destacó una razón fundamental subyacente a los esfuerzos generalizados de las potencias occidentales para evitar la venta de armamento de alta gama por parte de estados fuera de la esfera occidental. de influencia Al abogar por relajar el embargo de armas para permitir que EE. UU. comercialice F-16 a Argentina, el artículo de la revista destacó: “El F-16 es un caza muy conocido en el Ministerio de Defensa británico, por lo que ninguna de sus capacidades será una sorpresa. a la Royal Air Force, no se puede decir lo mismo del JF-17, cuyas capacidades son desconocidas para las fuerzas aéreas occidentales.


Caza estadounidense F-16C

Restringir las ventas de armas por parte de China, Rusia, Corea del Norte y otros actores no occidentales sigue siendo clave para garantizar la libertad de acción continua de los militares occidentales en todo el mundo, en particular para las nuevas generaciones de sistemas de armas que a menudo se pueden desactivar de forma remota o cortando el suministro de armas. piezas de repuesto. Restringir el acceso a los códigos o a las municiones modernas proporciona más medios para que los exportadores de armas occidentales den forma a los equilibrios de poder., que sigue siendo muy eficaz mientras no se permita competir a los proveedores no occidentales. Aunque los esfuerzos para negar participación de mercado a rivales como Rusia y China se remontan a décadas, y continuaron incluso en momentos de distensión como en la década de 1990, los esfuerzos de EE. ) que estipula que se impongan sanciones económicas a todos los principales clientes de armas de Rusia, Corea del Norte o Irán.

Aunque negar los ingresos del sector de defensa ruso y expandir la cuota de mercado de los fabricantes de armas occidentales es la justificación más citada, garantizar que las potencias occidentales puedan intervenir militarmente libremente en todo el mundo es otro factor importante potencialmente más importante. Si bien los cazas JF-17 Block 3 o Su-30SM con sus radares escaneados electrónicamente, clases de misiles aire-aire desconocidas y operaciones libres podrían amenazar potencialmente a las fuerzas británicas, el contingente británico en las Malvinas podría estar tranquilo si Argentina desplegara armas de segunda mano. F-16 con aviónica anticuada sabiendo que no tienen secretos en términos de capacidades. Quizás igualmente importante, el avión no podría realizar operaciones ofensivas significativas sin el consentimiento de Washington.

  

Tiro táctico: 8 MG-42 contra una van

lunes, 2 de enero de 2023

Guerra Fría: Los bombarderos estratégicos

Más bombarderos estratégicos

Red Star, White Star





Los bombarderos estratégicos ejercieron una gran influencia durante la primera mitad de la Guerra Fría, principalmente porque en las décadas de 1940 y 1950 eran el único medio practicable de lanzar armas atómicas y de hidrógeno muy pesadas a distancias intercontinentales. Junto a esto, los bombarderos habían jugado un papel importante en la Segunda Guerra Mundial recientemente concluida, con las campañas de bombardeo aliadas contra Alemania y Japón dando la apariencia de una estrategia ganadora de la guerra. De hecho, la guerra había llegado a su fin gracias a los dos bombarderos B-29 de la USAAF (Fuerza Aérea del Ejército de los Estados Unidos) que lanzaron bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.

Sin embargo, también hubo razones burocráticas para la feroz defensa del bombardero. La fuerza aérea de los EE. UU. finalmente se independizó del ejército de los EE. UU. en 1947 y estaba muy interesada en demostrar que era el brazo ganador de la Guerra Fría. En el Reino Unido, que se enfrentaba a la realidad de que ahora era solo la segunda nación más poderosa de Occidente, la pertenencia al exclusivo "club nuclear" parecía ser la única forma de conservar el estatus de superpotencia y, a corto plazo, los bombarderos eran la única forma factible de lograrlo. En el lado soviético, la fuerza aérea se dio cuenta de que nunca había producido una fuerza de bombarderos que igualara a las de EE. UU. y el Reino Unido, y estaba desesperada por rectificar esto. Así, desde 1945 hasta mediados de la década de 1960, el bombardero estratégico armado con armas nucleares fue el símbolo del poder global.

La guerra atómica se asoció con la aviación desde el principio. Las primeras y últimas armas nucleares utilizadas con ira fueron lanzadas por bombarderos B-29 estadounidenses en agosto de 1945 sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Estas acciones representaron el final de la Segunda Guerra Mundial (Japón pronto se rindió) y el comienzo de la Guerra Fría (antiguos aliados alineados entre sí). A medida que aumentaban las tensiones de la posguerra, Estados Unidos se aferró a su monopolio de las armas atómicas como su carta de triunfo en cualquier conflicto futuro. A fines de la década de 1940 y principios de la de 1950, la Fuerza Aérea de los EE. UU. convirtió el Comando Aéreo Estratégico recién creado en una fuerza de élite de bombarderos de mediano y largo alcance capaces de lanzar armas nucleares a objetivos en toda la Unión Soviética, una estrategia de represalia masiva en el caso de guerra con la nación comunista. Aunque la Unión Soviética probó su primera bomba atómica en 1949, años antes de lo esperado, Estados Unidos se mantuvo muy por delante en su capacidad de ataque nuclear durante la década de 1950. A principios de la década de 1950, las superpotencias agregaron armas termonucleares a sus arsenales; algunos rendimientos explosivos fueron 1000 veces más poderosos que las primeras bombas atómicas. A mediados de la década de 1950, se hizo posible matar a una nación entera en cuestión de días. Los planificadores militares de EE. UU. esperaban que su superioridad nuclear disuadiría cualquier guerra, pero en caso de que ocurriera, continuaron creyendo que podían "ganar" un intercambio nuclear al realizar un primer ataque masivo, evitando así las represalias soviéticas. las superpotencias agregaron armas termonucleares a sus arsenales; algunos rendimientos explosivos fueron 1000 veces más poderosos que las primeras bombas atómicas. A mediados de la década de 1950, se hizo posible matar a una nación entera en cuestión de días. Los planificadores militares de EE. UU. esperaban que su superioridad nuclear disuadiría cualquier guerra, pero en caso de que ocurriera, continuaron creyendo que podían "ganar" un intercambio nuclear al realizar un primer ataque masivo, evitando así las represalias soviéticas. las superpotencias agregaron armas termonucleares a sus arsenales; algunos rendimientos explosivos fueron 1000 veces más poderosos que las primeras bombas atómicas. A mediados de la década de 1950, se hizo posible matar a una nación entera en cuestión de días. Los planificadores militares de EE. UU. esperaban que su superioridad nuclear disuadiría cualquier guerra, pero en caso de que ocurriera, continuaron creyendo que podían "ganar" un intercambio nuclear al realizar un primer ataque masivo, evitando así las represalias soviéticas.



El estudio de los motores a reacción alemanes ayudó a los soviéticos a desarrollar sus primeros aviones de combate (en 1946, se introdujeron el MiG-9 y el Yak-15). Al mismo tiempo, los diseñadores soviéticos se beneficiaron de la adquisición durante la guerra de varios bombarderos B-29 estadounidenses. La fuerza de bombarderos estratégicos se reorganizó en 1946 dentro de la Fuerza Aérea Soviética, equipada con bombarderos pesados ​​Tu-4 (basados ​​en el diseño B-29) y bombarderos medianos Il-28.

El progreso de la Guerra Fría desde la década de 1960, el desarrollo de armas nucleares, termonucleares y de misiles, así como el desarrollo de tecnologías completamente nuevas, provocaron cambios significativos en la Fuerza Aérea Soviética. El liderazgo político y militar necesitaba un poderío aéreo de clase mundial para respaldar las crecientes ambiciones globales y poder participar en cualquier número de contingencias, tanto nucleares como convencionales. Al mismo tiempo, el mayor énfasis en los misiles balísticos intercontinentales en el desarrollo del poder estratégico permitió a los soviéticos reducir una cantidad de aviones obsoletos sin disminuir la capacidad de combate de su fuerza aérea.

Desde 1960 hasta 1980, los soviéticos modernizaron su flota de bombarderos estratégicos e introdujeron el bombardero supersónico Tu-22 (1963). A partir de 1987 entró en servicio el bombardero estratégico Tu-160. Esta fuerza de bombarderos era una parte integral (aunque la más pequeña) de la tríada estratégica soviética. Además, los misiles de crucero aire-tierra mejoraron la función estratégica de estos aviones. Los misiles de crucero, así como la introducción del bombardero de mayor alcance Tu-26 en 1974, le dieron a la Fuerza Aérea Soviética la capacidad de realizar ataques profundos en Europa Occidental, el Atlántico Norte y América del Norte.

Misiles de separación

Los diseñadores de bombarderos y los estrategas libraron una guerra interminable contra los posibles defensores en un esfuerzo por garantizar que el bombardero llegara a sus objetivos. A fines de la década de 1940, la principal amenaza provenía de los cañones antiaéreos dirigidos por radar, que habían alcanzado un grado considerable de sofisticación, y la primera respuesta de los bombarderos fue simplemente volar más alto que el techo efectivo de los cañones. La siguiente amenaza fueron los aviones de combate de defensa aérea, y aquí nuevamente los bombarderos respondieron volando más alto y más rápido: hubo numerosos informes de vuelos de reconocimiento británicos y estadounidenses sobre la URSS a principios de la década de 1950 en los que los aviones de combate soviéticos simplemente no pudieron alcanzar la misma altitud. como el intruso.

Los bombarderos de la Segunda Guerra Mundial estaban equipados con ametralladoras en una variedad de posiciones, incluida la nariz, la cintura, por encima y por debajo del fuselaje y la cola, pero rápidamente se redujeron a solo la cola, la eliminación de los demás ahorró considerable. peso y permitiendo que la aeronave vuele más alto y más rápido. También en la Segunda Guerra Mundial, los bombarderos habían sido escoltados por cazas, particularmente en las incursiones diurnas de la USAAF; pero los rangos estratégicos que ahora se estaban volando superaban con creces cualquier cosa que un caza pudiera emprender. Entonces, en la década de 1950, la fuerza aérea de los EE. UU. Probó la idea de que el bombardero B-36 llevara un caza con él, transportando este último en una cuna retráctil desde la cual podría lanzarse en el aire para hacer frente a los cazas enemigos, y luego ser recuperado para el regreso a la base. Un luchador en miniatura especial, el McDonnell XF-85 Goblin,

Siempre se utilizaron contramedidas electrónicas (ECM), que se volvieron cada vez más sofisticadas a medida que pasaba el tiempo. Por lo tanto, se utilizó interferencia electrónica para confundir los radares enemigos, al igual que "chaff" (tiras de lámina de metal cortadas a la longitud de onda del radar), que fue arrojada en grandes cantidades, ya sea por el bombardero o por aviones de escolta especializados.

Uno de los primeros dispositivos para ayudar al bombardero a pasar fue el ADM-20 Quail de la fuerza aérea de EE. UU., que parecía un avión no tripulado en miniatura y se dejó caer sobre territorio enemigo, donde voló unos 400 km, utilizando sus dispositivos ECM a bordo para confundir al enemigo en cuanto a la fuerza, la dirección y los objetivos probables de la fuerza de bombarderos entrante. Un B-52 podía transportar un máximo de tres codornices y el dispositivo estuvo en servicio desde 1962 hasta 1979.

Luego, el énfasis principal se centró en los misiles de separación, un concepto que, como tantos otros, tuvo su génesis en Alemania, donde los misiles V-1 se lanzaron desde los bombarderos Heinkel He-111 en 1944-1945. Los misiles de la Guerra Fría llevaban una ojiva nuclear y fueron diseñados para ser lanzados desde el bombardero mientras aún estaban fuera del alcance de las defensas aéreas enemigas. Uno de los primeros fue el Hound Dog de EE. UU., un misil delgado con pequeñas alas en delta y propulsado por un turborreactor, que entró en servicio en 1961. Dos Hound Dogs, cada uno con una ojiva nuclear de 1 MT, fueron transportados debajo de las alas de un B -52. El misil podía configurarse para volar a cualquier altura entre unos 50 m y 16 000 m, y tenía un alcance a alto nivel de 1 140 km, menos a bajo nivel. El sistema de guía era capaz de acercarse a un nivel alto o bajo, con patas de perro y maldiciones para confundir a la defensa.

Luego vino la desdichada saga de Skybolt, que fue un intento de usar un bombardero para lanzar un misil balístico, lo que habría dado mayor alcance y, lo que es más importante, un tiempo de vuelo mucho más corto. La fuerza aérea del Reino Unido se unió al proyecto, pero la administración entrante de Kennedy lo canceló unilateralmente en diciembre de 1961, para gran indignación de los británicos, que utilizaron el tema como palanca para obtener misiles Polaris y tecnología SSBN para reemplazar sus bombarderos V-force.

El misil de ataque de corto alcance (SRAM), que entró en servicio en 1972, era un misil propulsado por cohete con una ojiva nuclear de 170 kT y una velocidad de Mach 3. Los SRAM podían volar semibalísticos, de seguimiento del terreno o perfil de vuelo 'bajo el radar', este último termina en un pull-up y una inmersión de gran ángulo hacia el objetivo. El alcance dependía de la altura, y era de 56 km en cota baja a 170 km en cota alta. Los B-52 normalmente llevaban veinte SRAM, mientras que el FB-111A llevaba seis y el B-1B veinticuatro.



El misil de crucero lanzado desde el aire (ALCM) entró en servicio con la fuerza aérea de los EE. UU. en 1982. Esta arma tenía alas plegables que se extendían cuando se dejaba caer desde el avión de transporte y estaba propulsada por un pequeño motor turborreactor. Diseñado exclusivamente para vuelos a baja altura, el ALCM utilizó un altímetro de radar para mantener la altura y un proceso de comparación de mapas conocido como comparación de terreno (TerCom) para brindar una navegación muy precisa. La versión con armas nucleares (AGM-96B) tenía una ojiva de 200 kT, un CEP de 30 my un alcance de unos 2.500 km. El AGM-96C estaba armado convencionalmente, con una ojiva altamente explosiva, y esta versión demostró su eficacia y precisión cuando los B-52 lanzaron treinta y cinco durante la Guerra del Golfo. Los B-52 podían transportar hasta doce y los B-1B veinticuatro.

El desarrollo de misiles de separación soviéticos siguió un patrón y una escala de tiempo similares, aunque en las primeras etapas de la Guerra Fría los misiles tendían a ser mucho más grandes y menos efectivos que sus contrapartes estadounidenses. De hecho, el primer misil diseñado para bombarderos estratégicos, el AS-3 (NATO = 'Kangaroo') sigue siendo el mayor misil lanzado desde el aire que ha entrado en servicio, con una longitud de unos 15 m, una envergadura de 9 m y un peso de 11.000 kg; solo uno podría ser transportado por un Tu-95 (Bear-B). Sin embargo, tenía un alcance útil (650 km) y una alta velocidad (Mach 2), y con una ojiva de 800 kT estaba dirigido contra objetivos de gran área como ciudades y puertos.

El AS-15 (NATO = 'Kent') era mucho más pequeño y generalmente similar en tamaño, rendimiento y función al Tomahawk estadounidense; dieciséis podrían ser transportados por el Tu-95 Bear-B y doce por el Tu-160 Blackjack. Llevaba una ojiva nuclear de 200 kT y volaba a altas velocidades subsónicas en un rango de unos 3.000 km a una altura de 200 m, con una precisión (CEP) de 150 m.

El bombardero más espectacular que sirvió con SAC fue el Convair B-58 de alas delta y sin cola, con una velocidad Mach 2 y un alcance de 8.250 km. El reabastecimiento de combustible en el aire permitió al B-58 realizar vuelos largos (por ejemplo, de Tokio a Londres), publicitando en voz alta sus capacidades en tiempos de guerra. El avión usó un sistema único en el que una gran cápsula debajo del fuselaje albergaba tanto el arma nuclear como el combustible para el vuelo de ida; se dejó caer por completo, lo que permitió que la aeronave hiciera una escapada muy rápida antes de regresar a la base con su suministro interno de combustible. Aunque en general tuvo éxito, el B-58 era muy costoso de operar, incluso para los estándares estadounidenses, y se retiró después de solo diez años de servicio, sin reemplazo.



En 1969, los satélites estadounidenses comenzaron a enviar fotografías de un nuevo bombardero soviético en la plataforma de la nueva fábrica de aviones en Kazan. Esto resultó ser una versión de ala oscilante del Tupolev Tu-22, designado Tu-22M (NATO = 'Backfire'). Posteriormente, apareció un avión prácticamente nuevo con algunas similitudes externas con el Tu-22M y se puso en producción como el Tu-26 (OTAN = 'Backfire-B'). (La relación entre el Tu-22M y el Tu-26 probablemente fue similar a la que existe entre el B-1A y el B-1B estadounidenses).

Entraron en servicio tres versiones del Tu-26, una de las cuales llevaba armas nucleares para su uso en la función de ataque terrestre. Sin embargo, hubo repetidos argumentos entre los Estados Unidos y la Unión Soviética sobre el papel de este bombardero, afirmando el primero y negando el segundo que se trataba de un bombardero estratégico. Esto se convirtió en un tema importante en las negociaciones de SALT II, y el presidente Brezhnev finalmente ordenó que se retiraran las sondas de reabastecimiento de combustible en vuelo de la aeronave para demostrar que no tenía la capacidad de llegar a los EE. minutos esto fue sólo un gesto simbólico. El Tu-26 entró en servicio a mediados de la década de 1970 y se produjo al ritmo acordado en SALT II (treinta por año), con un número de servicio que alcanzó un máximo de 220.


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domingo, 1 de enero de 2023

Luftwaffe: El polifacético Junkers Ju-88

Bombardero, caza nocturno, avión de reconocimiento: el avión más versátil de la Luftwaffe

Mientras aún estaba en desarrollo, el Ministerio del Aire del Reich exigió que el Junkers Ju-88 estuviera equipado para ataques en picado, una decisión equivocada. Solo después de aproximadamente la mitad de la producción total se corrigió.

Por Johann Althaus || Die Welt




 
Con casi 15.000 unidades construidas, el Junkers Ju-88 fue el avión de combate más producido por la Fuerza Aérea Alemana.
Fuente: alianza de imágenes / arkivi


Lo mejor es enemigo de lo bueno. El Heinkel He-111, el primer bombardero moderno de peso medio desarrollado en Alemania, apenas había completado su vuelo inaugural en 1935, e incluso antes de que comenzara la producción en serie, cuando el Ministerio del Aire del Reich encargó a su sucesor. Tres fábricas de aviones participaron en la licitación secreta de un futuro bombardero de alta velocidad: Henschel con el Hs-127 , Messerschmitt con el Bf-162 , una variante ampliada del caza pesado Bf-110, y Junkers con el Ju-88 .

Desde el principio, la invitación a licitar puede haber estado dirigida a un diseño de Junkers Flugzeugwerke, que fue totalmente nacionalizado en 1935 ; las órdenes de desarrollo para los dos competidores podrían haber sido cosméticas, pero esto no se ha probado con certeza. En cualquier caso, el cliente ejerció bastante más influencia en la propuesta de Junkers que en los otros dos borradores.


 

Ilustración de un Ju-88 de una revista británica dibujada en 1941

Fuente: Getty Images

Y así, el piloto jefe de Junkers, Karlheinz Kindermann, pudo emprender el vuelo inaugural tres días antes de la Navidad de 1936 con un prototipo del Ju-88. El Bf-162 no estuvo listo para volar hasta febrero de 1937 y el Hs-127 no hasta septiembre del mismo año. Por cierto, ambos diseños de la competencia eran más pequeños que el Ju-88: cada uno tenía poco menos de 40 metros cuadrados de área alar, mientras que el Ju-88 tenía 52 metros cuadrados. Sin embargo, el Bf-162 y el Hs-127 se parecían mucho al De Havilland Mosquito , cuyo desarrollo no comenzó hasta 1938.

Un cambio en los requisitos finalmente descartó los dos diseños en competencia en el verano de 1937: incluso antes de las primeras experiencias positivas con el bombardero en picado monomotor Junkers Ju-87 en la Guerra Civil Española , el Ministerio del Aire del Reich exigió que el gemelo proyectado -El bombardero de alta velocidad del motor también tiene la capacidad de realizar ataques en picado. Para el sexto prototipo se consiguió un freno de picado automático; de hecho, aproximadamente la mitad de todos los Ju-88 producidos estaban equipados con ellos. Sin embargo, esta modificación redujo la velocidad máxima en unos 40 kilómetros por hora, algo contraproducente para un "bombardero rápido".



En el otoño de 1938, se encargó a Junkers que se preparara para la producción a gran escala. A mediano plazo, el Ju-88 debería reemplazar a los anteriores bombarderos semipesados ​​Dornier Do-17 y Heinkel He-111 como estándar de la Luftwaffe. Sin embargo, la producción no comenzó realmente hasta mediados de 1939, por lo que a finales de año solo se pudieron entregar unas cien máquinas a la Luftwaffe.

Después de misiones individuales sobre el Mar del Norte a fines de 1939 y durante la invasión de Noruega en abril de 1940, la primera operación a gran escala del nuevo tipo siguió unas semanas más tarde contra la evacuación del ejército británico de Dunkerque. A mediados y finales del verano, varios escuadrones de caza equipados con Ju-88, como los que tenían el He-111, realizaron bombardeos diurnos contra las bases de la Royal Air Force.


 
Un Ju-88G-1 capturado con radar Lichtenstein, tomado durante un vuelo de prueba de la RAF
Fuente: alianza de imágenes / Mary Evans Pi


Pero las bajas fueron numerosas, no tan malas como las de los Dornier y Heinkel, que son más lentos, o las de los Ju-87 que pronto se retirarán , pero aun así fueron demasiado numerosas. Entonces, la Luftwaffe cambió de táctica a incursiones nocturnas, lo que llevó al bombardeo indiscriminado de objetivos civiles en Londres y otros lugares.

En los otros teatros, sobre el mar Mediterráneo y el norte de África, los Balcanes y sobre todo en el frente oriental, los Ju-88 fueron las mejores máquinas en acción hasta bien entrada la guerra. Pero esto no se aplicó a la guerra aérea sobre Europa occidental y central. Desde la primavera de 1942, el Comando de Bombarderos Británicos pudo desplegar regularmente más bombarderos a la vez de los que la Luftwaffe jamás había logrado.

Ahora, el Ju-88 recibió una nueva tarea: convertido en un caza nocturno (sin frenos de inmersión, pero equipado con radar) y equipado con motores más potentes, defendía el frente interno contra la corriente cada vez mayor de bombarderos británicos pesados. Los bombarderos estadounidenses, que atacaban regularmente durante el día desde 1943, atacaban grupos de cazas monomotor, por la noche esa era la tarea de los cazas pesados Ju-88 y Messerschmitt Bf-110, que ahora volvían a ser útiles y en realidad habían sido jubilado 

Para proteger a las ciudades y, sobre todo, a la industria armamentista del constante peligro cenital, la fuerza aérea tuvo que retirar miles de cañones antiaéreos y cientos de aviones de otros teatros de guerra; Podría decirse que este fue el efecto más importante de la guerra aérea estratégica que el daño directo causado por las bombas incendiarias y de alto explosivo en tierra.


 
Los Ju-88 estacionados cerca de Flensburg esperan ser desguazados a principios de agosto de 1945
Fuente: Imperial War Museums a través de Getty I

El Ju-88 demostró ser el avión de producción en serie más versátil y constructivamente mejor de la Luftwaffe; se construyeron casi 15.000. A diferencia del Focke-Wulf Fw-190 de un solo motor , que a veces estaba técnicamente incluso por delante de los últimos cazas británicos, el Junkers nunca alcanzó el rendimiento del bombardero rápido Mosquito igualmente variable. Sin embargo, esta máquina, hecha de madera contrachapada especial, era más liviana por un lado y más poderosa por otro, y nunca fue diseñada para las cargas particularmente altas de las inmersiones frecuentes (que el Ju-88 rara vez volaba en la práctica).

Alrededor de 1.100 del desarrollo adicional ampliado del Ju-188 (sin frenos de inmersión) se entregaron a la Luftwaffe como bombarderos, cazas nocturnos y aviones de reconocimiento. Pero en septiembre de 1944, por ejemplo, solo 350 de estos estaban en servicio, mientras que al mismo tiempo estaban disponibles 2483 Ju-88 de todas las versiones.

En 1945, el borrador de 1936 quedó finalmente técnicamente obsoleto. Se desecharon miles de Ju-88 que todavía existían pero que ya no estaban en condiciones de volar debido a la falta de repuestos o combustible. Ni siquiera quedan una docena de copias en los museos, y solo dos de ellas no tuvieron que ser restauradas en profundidad.

CFS: La irrecuperabilidad de la clase TR-1700