lunes, 19 de marzo de 2012

Sanidad militar: Transporte aéreo en el paciente crítico (1/2)

Transporte aéreo en el paciente crítico
(parte 1) 

Introducción. 

El transporte sanitario aéreo constituye un complemento importante del transporte terrestre, conformando ambos uno de los eslabones fundamentales en la actuación médica prehospitalaria, enmarcada dentro de los Sistemas Integrales de Emergencias. Los medios aéreos, por tanto no reemplazan en modo alguno a las unidades móviles terrestres, sino que está indicado su uso en situaciones concretas. Factores como la distancia, accesibilidad y gravedad, determinan la idoneidad del transporte aéreo. Problemas como los costes económicos y las condiciones meteorológicas adversas limitan su utilización. 

Los medios sanitarios aéreos cada día son más valorados en el transporte primario (prehospitalario propiamente dicho) y secundario. El impacto que han producido en uno y otro tipo de transporte se ha mostrado altamente positivo. Podemos apuntar, como aspecto a tener en cuenta, que el transporte aéreo sanitario presenta inherentemente mayor riesgo de accidente que el transporte aéreo rutinario. 

El empleo del medio aéreo es practicamente imprescindible en muchas situaciones de catástrofe, tanto para la localización, rescate y evacuación de pacientes como para la aproximación de material y equipos a la zona afectada. Su utilización en la asistencia médica cotidiana no es tan versátil, debiéndose destinar al transporte de determinados pacientes críticos y, por ello, el transporte aéreo sanitario siempre debe ser asistido o medicalizado. 


Tipos de transporte aéreo

1) Transporte aereo primario

Es el que se realiza desde el lugar de la emergencia hacia un centro asistencial. El transporte aéreo hace suyos los principios estratégicos de la medicina prehospitalaria: 

1. Reducción del intervalo libre de tratamiento. 
2. Asegurar suficiente y cualificado tatamiento "in situ". 
3. Preparación adecuada del paciente para el transporte. 
4. Minimizar el tiempo de transporte al centro hospitalario adecuado. 

Los medios de transporte que se utilizan son helicópteros asistidos o medicalizados. Los helicópteros deben considerarse como un complemento del transporte terrestre. El ojetivo es conseguir la atención precoz del paciente acortando el tiempo de llegada del equipo médico al lugar donde se ha producido la emergencia. Éste es el avance más importante en la nueva filosofía de la asistencia prehospitalaria a las emergencias. 

Debido al reducido espacio disponible en la mayoría de los helicópteros utilizados, la atención médica en ruta es extremadamente complicada. Es preciso realizar las maniobras de estabilización antes de iniciar el traslado. En los pacientes traumatizados graves el reconocimiento primario y reanimación (ABC) debe realizarse "in situ", iniciándose el reconocimiento secundario durante la evacuación. Por ello, el control de la vía aérea, drenaje de neumotórax, la canalización de vías venosas, la colocación indicada de sonda nasogástrica y/o vesical y la inmovilización de fracturas, tienen que realizarse como paso previo al embarque del paciente. Los fluidos para administración intravenosa es preferible que esten contenidos en envases de plástico para facilitar su infusión. Todos los elementos que configuran el soporte asistencial (tubos, sondas, catéteres, etc) deben ser asegurados y fjados antes del despegue. El colchón de vacío es un elemento fundamental para la adecuada inmovilización del paciente durante el vuelo, si bien, es necesario vigilar su consistencia ya que disminuye con la altura. 

Durante el transporte, se deberá continuar con la terapéutica iniciada "in situ", monitorizando las constantes vitales, el electrocardiograma y el resto de los parámetros específicos. Cuando el paciente recibe ventilación asistida es preciso la vigilancia puntual de ésta, ya que puede ser conveniente la reducción del volumen a administrar debido a la expansión de los gases con la altura. 

A bordo, la desfibrilación es segura; no se han demostrado interferencias con el instrumental de vuelo. La desfibrilación debe realizarse sin vacilación cuando esté indicada, tan sólo, es preceptivo informar al piloto de su realización y observar las precauciones habituales de dicha técnica. 

En politraumatizados, durante la evacuación, debe ser inexcusable el examen secundario preciso para impedir que pasen desapercibidas lesiones que puedan ser evolutivamente devastadoras. Además es imperativo mantener una actitud razonable de sospecha, basada tanto en los datos obtenidos en la exploración, como en el propio mecanismo lesional. De esta manera, las posibles lesiones internas trascendentes para la evolución clínica y pronóstico, apenas sugeridas en los primeros momentos, pueden ser atisbadas en estos pacientes iceberg o grandes traumatizados. 

La elección del centro sanitario al que vamos a trasladar el paciente es un aspecto muy importante dentro del proceso de la asistencia prehospitalaria. Hay que tener por objetivo llevar al paciente al centro útil (centro idóneo), esto es, no necesariamente al hospital mas cercano, sino, en relación con las posibilidades reales, al que cuente con la capacidad adecuada para realizar el tratamiento definitivo. 

2) Transporte aéreo secundario. 

Es el transporte que se efectúa desde un centro hospitalario a otro. El hospital receptor es generalmente de nivel superior y en él puede efectuarse el diagnóstico y/o tratamiento definitivo. 

El equipo de transporte requiere un grado de preparación relacionado con las dificultades del medio aéreo, proporcional a la situación de inestabilidad del enfermo, sus posibles complicaciones en vuelo y al tiempo previsto del traslado hasta el centro hospitalario destino. 

Como paso previo al traslado del paciente, hay que valorar

a) Situación de inestabilidad
La estabilización pretransporte de pacientes graves tiene que realizarse siempre que los medios de los que se dispongan lo permitan. Los pacientes con hipoxemia grave, inestabilidad hemodinámica o hipertensión intracraneal deben ser minuciosamente valorados y tributarios de estabilización. 

b) La seguridad de la vía aérea y la eficacia de la ventilación
Para el control de la vía aérea debe tenerse a mano el equipo de intubación. Si el paciente está intubado hay que comprobar la colocación del tubo endotraqueal y practicar la aspiración de la vía aérea. Es conveniente que el sellado del manguito se realice evitando la sobrepresión sobre la mucosa traqueal. El examen de la posición del tubo en una placa radiográfica debe ser una medida sistemática cuando sea factible. 
Valorar la mecánica pulmonar es fundamental para conocer las necesidades de ventilación y establecer los parámetros del respirador de transporte, en todo caso, después del cambio de respirador se comprobará mediante análisis de gases arteriales la idoneidad de la ventilación y oxigenación. 

c) Los medios para el control hemodinámico
Para el control hemodinámico se debe disponer, como en los traslados terrestres, de equipos para la monitorización cardiaca continua y presión arterial, ya sea invasiva o no invasiva. Los catéteres intravasculares tienen que colocarse previos al transporte y fijarse de manera segura. La perfusión de fármacos se realiza con el empleo de bombas de infusión alimentadas con baterias, ya que el conteo de gotas se hace imposible. 

d) La inmovilización adecuada.Como se ha comentado, el paciente se inmoviliza completamente con el colchón de vacío, éste se fija solidamente con correas a la camilla y, posteriormente, la camilla se asegura a la aeronave. 

En vuelo, durante la evacuación, es necesario continuar con la monitorización y vigilancia continua del paciente, para así detectar de forma precoz las posibles complicaciones que puedan aparecer instaurando las medidas terapéuticas más adecuadas. 

Fuente: http://tratado.uninet.edu

Ejército Argentino: El futuro de las fuerzas motorizadas

El futuro de nuestras tropas blindadas y mecanizadas 

Tcnl Guillermo Horacio Eduardo Lafferriere 

La guerra del Golfo Pérsico combatida en el año 2003, y las acciones que hasta el momento de ser escrito este trabajo, vienen desarrollando las tropas aliadas en Irak, deberían ayudarnos a pensar sobre el empleo que, en el desarrollo de operaciones de combate, deberíamos dar a nuestras tropas blindadas y mecanizadas (en adelante TBM) en el futuro. Para ello, deberíamos hacer uso tanto de la experiencia que los recientes conflictos nos proporcionan, junto con la capacidad de configurar escenarios donde nuestras TBM podrían ser empleadas. Pero hacer esto, requiere de nosotros, efectuar el análisis con total honestidad, de manera que nuestro aporte pueda ser de utilidad a la Fuerza como un todo, y no que se trasunte en un mero justificativo de las creencias que tenemos profundamente arraigadas en nuestra cultura institucional. 

Permítasenos aquí, hacer un breve comentario, que creemos, nos ayudará a percibir lo que más adelante trataremos de exponer respecto a las TBM en el trabajo. En el desarrollo de las operaciones en Irak del año 2003, se hizo otra vez la comprobación de una cuestión que sabemos viene repitiéndose en los conflictos desde que finalizara la 2da Guerra Mundial. No hay, en el campo de batalla actual, posibilidad para que fuerzas masivas aerotransportadas, puedan desarrollar operaciones de combate con probabilidad de éxito. Así, en Irak, vimos el año pasado, el lanzamiento de una fuerza militar de cerca de mil hombres en la zona norte del país, pero en modo alguno, observamos las masivas acciones que como las que en el norte africano y Europa Occidental, los aliados llevaron a cabo[1]. Esto es así, pues el despliegue aéreo necesario para que una fuerza aerotransportada pueda efectuar el tipo de operaciones tan comunes en la 2da Guerra Mundial, constituye hoy en día un blanco imposible de proteger de las acciones de las aeronaves y mísiles del enemigo. Este cambio operado, no suprimió la necesidad de contar con tropas de infantería capaces de ser estacionadas en la profundidad del enemigo, solo cambió la forma en que ello debe hacerse. ¿Qué queremos decir con todo esto?, Pues que para las TBM, ha cambiado el escenario, y creemos que las mismas deben de revisar su doctrina, de manera de poder operar eficientemente en los futuros escenario de combate. 

¿Cómo tradicionalmente vemos nosotros al empleo de las TBM? 

Consideramos que en el ambiente de las TBM, se continúa vislumbrando al empleo de las mismas, en una forma similar a lo que en la 2da Guerra Mundial pusieron en práctica en diferentes campañas alemanes y aliados; las operaciones de la Fuerza de Defensa de Israel hicieron en el Sinaí en sus varas campañas desde la independencia y hasta 1973; o lo que los aliados hicieron en Kuwait e Irak en 1991 y recientemente en Irak al comienzo de la campaña. Esa imagen, tan profundamente arraigada, parece a veces no percibir adecuadamente los cambios que aún en los conflictos antes mencionados fueron desarrollándose, y pareciera que queda solamente, la idea algo romántica de masas de TBM, desplazándose a gran velocidad, sobre terrenos llanos y descubiertos, en dirección a un punto vulnerable del enemigo. 

Esta idea, desgraciadamente, ha sufrido el mismo embate que las masivas operaciones aerotransportadas. No es viable de ser siquiera concebida si, el enemigo a quien debemos enfrentar posee el dominio del aire mínimo y suficiente, como para que sus vectores puedan afectar severamente el enorme blanco que las TBM conforman, tanto en sus lugares de concentración como en los desplazamientos hacia sus objetivos. Cuando vemos con detenimiento la historia, percibimos claramente que Israel y los aliados en las dos versiones de la Guerra del Golfo, actuaron con masas de TBM, con total impunidad, ya que pudieron suprimir a la amenaza aérea enemiga[2]. Con absoluta honestidad, podemos mencionar, que resulta cuanto menos muy aventurado pensar que en la eventualidad de un conflicto, podremos contar con la aptitud necesaria como para lograr un dominio del aire siquiera parecido al que sirvió de marco a las operaciones que anteriormente hicimos referencia[3]. Por supuesto que quienes se desempeñan en TBM conocen acabadamente esta problemática, sin embargo, pensamos que no hemos hecho un esfuerzo por encontrar formas de avanzar positivamente al respecto. 

Por otra parte, seguimos teniendo ciertas prevenciones respecto al empleo de las TBM en terrenos que no son los que de manera natural, mejor se adaptan a sus aptitudes. Así, seguimos negándonos al combate urbano[4], pese a que el mismo ofrece a las TBM un campo propicio para la explotación de muchas de las aptitudes que las mismas poseen, como lo han demostrado también los israelíes en Ramala y los aliados en Irak. Todo ello, consideramos nos hace perder la potencialidad enorme de nuestras TBM, la que se conforma en primer lugar por décadas de experiencia en la formación de personal y en el mantenimiento y empleo de los medios. 

La naturaleza preponderantemente urbana del futuro campo de combate 
La población mundial tiende a vivir cada vez más en conglomerados urbanos, lo que hace que los ejércitos deban prepararse para la inevitabilidad de tener que combatir en ellas[5]. De manera tradicional, la doctrina trata de evitar el combate urbano, y aconseja el rodeo de los grandes centros poblados, de manera de mantener a las TBM fuera de ellas, y aprovechar así los espacios vacíos, donde explotar al máximo las aptitudes para la maniobra. Esta doctrina, no se compadece con la realidad de estos tiempos, ya que la imposibilidad que poseen ciertos enemigos de librar un combate en terreno abierto contra fuerzas regulares, hace que los mismos recurran al concepto de “guerra asimétrica” como procedimiento para el desarrollo de sus operaciones[6]. El terreno urbano, por su compartimentación presenta mayores posibilidades para que una fuerza pueda mantenerse a la defensiva durante lapsos extremadamente prolongados, con capacidad para infligir daños importantes a los atacantes. La TBM, han sido empleadas de manera marginal hasta el presente en este ambiente, ya que se piensa que lo constreñido de los espacios hace que puedan ser fácilmente blancos de acciones donde se desarrollan procedimientos de emboscadas antitanque. Para reforzar esta creencia, la experiencia en Grozny de los rusos, pareciera ser una suerte de recordatorio de los graves peligros que encierra para una fuerza de TBM el operar en ambientes urbanos. Los rusos perdieron centenares de blindados en operaciones urbanas en la capital chechena, pero probablemente la causa haya sido el haber echo uso de los mismos de una manera no inteligente, al tiempo que las agencias de apoyo de fuego rusas, destruían la ciudad, y por supuesto, creaban decenas de nuevos sectores para que los chechenios combatieran más apropiadamente a las TBN rusas. 

Este ejemplo ha sido convenientemente analizado en los ejércitos de occidente, y debe darse el crédito a las Fuerzas de Defensa de Israel, las que en sus operaciones en territorio urbano palestino, hacen un empleo continuo de elementos de TBM, llegando inclusive a emplear vehículos de combate de infantería en etapa de prototipo. Asimismo, los aliados en Irak, en el 2003 y actualmente, hacen un uso intenso de TBM en sus operaciones urbanas, tanto en aquellas que desarrollaron contra tropas regulares como hoy en día que operan mayoritariamente contra irregulares. ¿Qué es lo que encontraron en las TBM? Hallaron en las mismas una aptitud inmensa para efectuar un combate urbano con cierta protección contra el enemigo, al tiempo de contar con un menú amplísimo de variantes que las TBM ofrecen para el combate urbano. Asimismo, aplicaron el viejo concepto de agrupamientos más o menos transitorios de tropas blindadas y mecanizadas que por muchos años rige en nuestra doctrina para el combate en terrenos abiertos, pero llevado a las condiciones compartimentadas del combate urbano. Avancemos en este aspecto. Si a una fracción de tropas mecanizadas de infantería se le da la misión de combatir en un terreno urbano, seguramente empleará a sus tropas desmontadas, avanzando por delante de los vehículos de combate de infantería (VCI). Esta tropa desembarcada, podrá aplicar las técnicas de combate en localidades que le son propias a cualquier infantería, y contaría con los VCI que avanzan más atrás como apoyo de fuego directo, para hacer frente a un punto fuerte que deba ser eliminado. Sin embargo, esa fracción mecanizada, carecerá de la potencia de fuego más pesado en caso de enfrentar una amenaza que este protegida contra la acción del arma principal del VCI. Ese fuego, tradicionalmente, era proporcionado por armas pesadas de infantería o por la artillería de campaña. Este tipo de fuego, es contraproducente, ya que como mencionáramos para el caso de los rusos en Grozny, lo que en la práctica sucede, es que se termina trabajando para mejorar las posibilidades de defensa del enemigo, ya que el margen de error de los proyectiles, sumado a los problemas de enlace que normalmente poseen los observadores adelantados en un terreno compartimentado, son la causa que se favorezca el reforzamiento del enemigo, así como se contribuya a compartimentar aún más el terreno que presenta la urbe. Ante este panorama, es que se le agrega tropa blindada a la fracción de infantería mecanizada, la que marchando lo más próxima posible a la tropa a pie, proporciona a la misma el fuego de apoyo directo y preciso necesario; sin crear restricciones insalvables a la transitabilidad por la localidad[7]. La combinación de tropas blindadas hacia las mecanizadas en combate urbano, revierte, cuando en ciertas urbanizaciones, se cuenta con espacios abiertos de relativa importancia, que favorecen el empleo principalmente de los blindados. En este caso, son las tropas mecanizadas las que se agregan a fracciones blindadas, de manera que éstas últimas cuenten con la posibilidad de combatir a elementos antitanque que pudieran obstaculizar el combate de los blindados. Cabe que nos preguntemos ¿Qué nivel de integración puede darse?. Pensamos que el mismo en modo alguno debe restringirse a los que nuestra doctrina establece, cuales son las de Fuerza de Tareas o Equipo de Combate, ya que habrá situaciones donde deberá llegarse a la integración al nivel de sección. De esa forma, a cuatro tranques se le podrá agregar un VCI, o a cuatro tanques un VCI; sin que por esto, pueda llegar a conformarse agrupamientos más equilibrados, los que dependerán de las circunstancias, nivel de instrucción previa alcanzado, etcétera. 

Obviamente, las TBM que en la actualidad contamos, presentan un diseño que le es propio para el combate en terrenos abiertos, y difícilmente podamos esperar contar en un futuro previsible con TBM montadas en vehículos de combate que presenten un diseño específicamente concebido para este ambiente tan complejo. Sin embargo, creemos que aún en nuestros días, sería importante que ante la eventualidad de combatir en zonas urbanas, pudiera contarse con al menos las siguientes previsiones: 

- Tropas Blindadas: La munición del arma principal, debiera ser mayoritariamente de tipo explosivo, aunque tendría que contarse en cada tanque con munición específica para batir tanques, toda vez que puede encontrarse con vehículos blindados enemigos, incapaces de combatir en movimiento, pero emplazados en lugares específicos como un punto fuerte. La ametralladora de torre, será importante que cuente con un número relevante de munición trazante y perforante, de manera que permita al tanque batir posiciones de armas antitanque, al menos mientras las tropas de infantería mecanizada se colocan en posición de atacar al emplazamiento enemigo. El teléfono externo de los tanques deberá estar en muy buenas condiciones de empleo, toda vez que las comunicaciones en muy alta frecuencia, tendrán una tendencia importante a ser dificultadas por la compartimentación del terreno. El teléfono facilitará el fuego de apoyo en circunstancias difíciles, pero altamente factibles de suceder. 

- Tropas Mecanizadas: Deberán contar con una cantidad reforzada de munición para las armas antitanque, no tanto para su empleo en ese rol, sino para atacar puntos fuertes del enemigo y para abrir pasos en los edificios, que posibiliten a los grupos de tiradores la posibilidad de “envolver” en el terreno urbano. Asimismo, se deberá contar con cargas explosivas, como para complementar el empleo de las armas antitanque. Por otra parte, elementos como cuerdas, pequeñas escaleras, pintura y pinceles, serán útiles a la hora de franquear obstáculos, así como para identificar edificaciones limpiadas por la propia tropa. La munición del arma principal de los VCI, debe tener una mayor preponderancia del tipo perforante, y rige para las ametralladoras externas, un criterio igual que al expresado para el mismo tipo de armas de los tanques. 

Cabe aquí que hagamos un breve comentario sobre el combate nocturno de las TBM en terreno urbano. En principio, creemos que el mismo debe ser evitado, ya que si bien podemos contar con distintos tipos de visores, las particularidades del terreno urbano no permiten confiar en que los mencionados ingenios puedan ser útiles en el desarrollo de un avance. Antes bien, creemos que podrían darse con mucha facilidad actos de fratricidio, así como existiría un importante margen para que se produjera un elevado daño colateral en las acciones. La noche debiera servir para establecer un perímetro de seguridad para las TBM, las que aprovecharían esas circunstancias para reaprovisionarse, mantener los vehículos y descansar. Sin embargo, situaciones particulares podrán imponer el combate en este tipo de condiciones, y al respecto, las ejercitaciones efectuadas a nivel sección en la Escuela de Infantería en el año 2002, parecen indicar que con dificultades y con empleo de precisas medidas de coordinación es factible combatir de noche en terreno urbano. Básicamente, el peso de la acción la llevarían las tropas de infantería mecanizada desembarcadas, con los vehículos blindados avanzando relativamente más próximos que durante el día, para que su fuego pueda ser más preciso. La tropa desembarcada, deberá dividirse en dos. Una de ellas dedicada a la ejecución de la operación que corresponda, y otra, a la protección de los tanques. Esta última, deberá servir asimismo de guía en la ejecución de los desplazamientos, dependiéndose en una medida importante de las comunicaciones radioeléctricas y de señales luminosas simples y precisas. Reiteramos, no es un empleo éste último recomendable, pero puede ser inevitable. 

¿Hay que olvidarse del combate en terreno abierto? De ninguna manera. Entre las ciudades hay terreno que debe ser conquistado o defendido, de acuerdo al tipo de operación que se trate, y allí todo el bagaje de conocimientos que nuestras TBM poseen, debe ser explotado. Teniendo en cuenta fundamentalmente la amenaza grave que los diferentes vectores aéreos del enemigo poseen para cualquier agrupamiento más o menos masivo de TBM. Lo que hemos tratado de potenciar en este trabajo, es la imperiosa necesidad que las TBM asimilen la idea que el campo de combate está cambiando a una velocidad que supera incluso el desarrollo tecnológico a nuestra disposición. Si no encaramos el desafío que el mutante ambiente operativo presenta, corremos el riesgo de quedar atados a consideraciones doctrinarias que en modo alguno resultarán de utilidad en los ambientes en que puede llegar a darse el combate en el futuro. Contamos con el conocimiento y el personal idóneo para encarar el combate urbano en muy buenas condiciones, solo resta que pensemos en el mismo no como una eventualidad en el curso de una campaña, sino como algo rutinario; para que de esa manera encaremos los ajustes en los procedimientos que nos permitan encarar este tipo de acciones con una chance importante de resultar victoriosos. 

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[1] El My I Alejandro AGOGLIA, un profundo conocedor de todo lo relacionado con operaciones aerotransportadas, ha publicado en la Revista de la Escuela Superior de Guerra (Nro 550, Pag 105), un muy interesante trabajo sobre el empleo de lo que se conoce como “Infantería Ligera”. 
[2] Para el caso de los asaltos masivos aerotransportados, cabe recordar que al efectuarse los mismos a bajas alturas, no son los aviones de transporte un blanco rentable solamente para la aviación enemiga, sino para las tropas en el terreno, tanto las de artillería antiaérea, como las que pueden hacer uso de mísiles AA portátiles. 
[3] En la Revista de la Escuela Superior de Guerra Nro 538, Pag 99, presentamos un trabajo donde mencionamos un escenario donde nuestro instrumento militar podría operar. 
[4] El Tcnl (US Army / Retirado) Ralph Peters, ha escrito profusamente sobre el tema del combate urbano, así como de las características que el campo de combate presentará en el futuro. Al respecto se recomienda, consultar sus trabajos en la revista Parameters (US Army War College) en la siguiente dirección: http://carlisle-www.army.mil/usawc/parameters/a-index.htm. 
[5] Ver el artículo “Urban warfare and urban warfighter of 2025”, escrito por R. Hahn II y B. Jezior en el volumen XXIX, Nro 2, pagina 74 de PARAMETERS. 
[6] En un trabajo titulado “La Guerra Asimétrica del Siglo XXI” (Publicado en la Revista Ejército de España en el Nro 730), nos hemos explayado ampliamente sobre este 
tema. 
[7] En el año 2002, durante el desarrollo del Curso Básico de las Armas, se llevaron a cabo en la Escuela de Infantería, ejercitaciones de conjuntos de nivel Sección de Tiradores Mecanizados en terreno urbano, practicándose operaciones ofensivas, defensivas y aún retrógradas en ese ambiente; tanto de día como de noche; obteniéndose importantes experiencias.

Vehículo de ingenieros: Hydrema 910 (Dinamarca)



Vehículo de desminado Hydrema 910 (Dinamarca) 


 
El vehículos de limpieza de minas Hydrema 910 está destinado a operaciones militares o de mantenimiento de la paz 

Entró en servicio 1996 
Tripulación 1 + 2 hombres 
Dimensiones y peso 
-Peso 18,3 a 18,6 t 
-Longitud 9,18 m 
-Anchura 2,79 m 
-Altura 2,7 m 
Rendimiento 
-Limpieza de ruta de ancho de 3,5 m 
-Limpieza a una velocidad de hasta 1,4 kmh 
Movilidad 
-Motor 2 x Perkins 1006-6TW diesel 
-Potencia del motor 2 x 178 CV 
-Velocidad máxima en carretera 35 kmh 
Maniobrabilidad 
-Gradiente 60% 
-Pendiente lateral 30% 
-Paso vertical de 0,5 m ~ 
-Fosa ~ 0,5 m 
-Vadeo ~ 0,7 m 



El MCV Hydrema 910 vehículo de limpieza de minas fue diseñado para operaciones militares y mantenimiento de la paz. La producción comenzó en 1996. Este vehículo de limpieza de minas está en servicio en Dinamarca. 
El MCV Hydrema 910 está equipado con un batiente giratorio y 72 cadenas con martillos en los extremos. Mediante la rotación de las cadenas excavan en el suelo. Las minas terrestres son marcadas, desgarradas, o detonadas. Las cadenas o martillos dañados pueden ser reemplazados fácilmente. El vehículo está equipado también con un escudo deflector de acero blindado. Se protege el vehículo contra la presión y fragmentos de minas. Tal diseño con el eje de rotación ya se utilizaba durante la Segunda Guerra Mundial. El Hydrema 910 tiene una ruta de 3,5 m de ancho de compensación. 



Durante la limpieza de las minas las unidades Hydrema 910 conducen en la dirección opuesta a los viajes por carretera con la cabina en la parte trasera. Este vehículo soporta explosiones de 10 kg de TNT. Limpia tanto minas anti-tanque y antipersonal. 



La cabina ofrece una protección contra el fuego de armas pequeñas y los escombros fragmento de la mía. También resiste explosiones debajo del vehículo. 
Este vehículo de limpieza de minas es normalmente operado por un solo hombre, sin embargo, la cabina puede acomodar a dos pasajeros más durante las operaciones de compensación de transporte o en la mía. Este vehículo de limpieza de minas no lleva armamento. 
El Hyrema 910 está equipado con dos motores diesel turboalimentados idénticos Perkins 1006-6TW, que desarrollan 178 CV. El motor principal se utiliza para el transporte por carretera, mientras que otro impulsado por el motor de la rotación mayal. En caso de emergencia de este vehículo de limpieza de minas se puede mover fuera del campo minado en el segundo motor, una vez que el principal motor parado o dañado. Probadas de automóviles fuera de la plataforma de componentes se utilizan siempre que sea posible. 



El Hydrema 910 tiene un chasis articulado. La parte delantera y trasera del chasis están conectados con una dirección por los pivotes, por lo que las ruedas siempre se ejecutan en la misma pista. Este vehículo de limpieza de minas tiene un tiempo completo en todas las ruedas y puede desplazarse en terrenos difíciles. En el modo de viajar un sistema de compensación completa mina está replegada sobre el extremo posterior del vehículo. El Hydrema 910 puede auto-despliegue de la misión entre los sitios sin la necesidad de un remolque. También está equipado con un cabrestante de auto-recuperación en caso de que el vehículo se empantanó. Este vehículo de limpieza de minas puede ser transportado por vía aérea por un avión de carga militar Hércules C-130 o mayor sin preparación. 

 

Variantes 

Hydrema 910 MCV2 (serie 2) una versión de producción actual con la capacidad de intercambio de información mejorada. Está equipado con motores más potentes. Cuando está en funcionamiento, los dos motores de este vehículo traccionan la unidad de desgranado. Esta actualización del sistema está en servicio con la India y los EE.UU. 


 
 
 

Military-Today

domingo, 18 de marzo de 2012

FFG: Proyecto 11661 clase Gepard (Rusia)

Fragata Proyecto 11661 clase Gepard, Federación de Rusia 


Una fragata clase Gepard 3,9 en construcción. 


Datos clave 
Tripulación: 103 
Constructor: Astillero Zelenodolsk 
Operadores: Armada de Rusia, Armada Popular de Vietnam 
Largo: 102.2m 
Ancho: 13.6 m 
Calado: 5 m 
Desplazamiento de carga completa: 2.100 t 

Las fragatas ligeras Proyecto 11661 de la clase Gepard se han desarrollado y construido por el Astillero Zelenodolsk para el mercado de exportación. Cinco variantes se han previsto para la venta externa. Diseñado para realizar tareas de escolta y patrulla, la fragata Clase Gepard pueden combatir a buques de superficie, submarinos y blancos aéreos. El barco se puede implementar de forma independiente o como parte de un grupo de trabajo. 
La quilla del primer buque de la clase, Tatarstán (antes Yastreb), se colocó en el astillero Zelenodolsk Zavod en Tatarstán, en 1991. La construcción fue suspendida en 1995 debido a problemas de financiación. El Tatarstán finalmente fue botado en julio de 2001 y comisionado en la Armada de Rusia en agosto de 2002. 
La segunda nave, Daguestán (anteriormente conocido como Albatros), fue establecido en 1993 y puso en comisión en abril de 2011 para su ingreso al servicio final en 2011. 
En diciembre de 2006, Vietnam firmó un contrato con Rusia por dos fragatas de la clase Gepard 3.9. La quilla de la primera fragata, Dinh Tien Hoang, fue colocada en julio de 2007. Fue lanzado en diciembre de 2009 y comisionado en la Marina de Vietnam en marzo de 2011. La segunda fragata no identificada fue colocada en noviembre de 2007 y puso en marcha en marzo de 2011. 

Diseño y características de la clase Gepard 
El casco, fabricado en acero de baja aleación, está dividida en diez compartimentos estancos. Aleación de aluminio-magnesio se utiliza en la superestructura superior. El barco está diseñado para permanecer a flote, aun cuando dos compartimentos laterales están inundadas. La fragata se puede emplear armas hasta en el estado de la mar 5. 

El ruido submarino fue disminuido para no afectar la función del sistema de sonar. El radar secundario, los campos térmicos, magnéticos y electromagnéticos creados por los sistemas de la nave también se redujeron. 
La fragata cuenta con una cubierta para helicópteros a popa para llevar un helicóptero naval Ka-28 o un Ka-31 Helix. El sistema de aire acondicionado se crean las condiciones cómodas para el equipo de trabajo en todas las áreas. 
La clase tiene una longitud total de 102m, eslora de 13m y el calado de 5,3 m. El desplazamiento del buque es 2.100 t. La fragata puede complementar a un equipo de 103 personas. 

Misiles 
La clase Gepard está armado con el sistema de misiles a bordo disparando misiles anti-buque Kh-35E Uran-E. El Kh-35E puede destruir los barcos lanzamisiles, torpedoros a motor y lanchas cañoneras y buques de superficie de hasta 5.000 t. 



Cañones navales 
El arma principal instalado en la torre de proa es un cañón de 76,2 mm AK-176M. Puede disparar 120 tiros por minuto para un rango de 10 km. La fragata también está armado con dos CIWS AK-630M de 30 mm. 
La defensa aérea de muy corto alcance es proporcionada por un sistema de cañones Palma equipado con SAM-R Sosna y sistema de control de fuego de armas pequeñas o de mediano calibre 3V-89. El Palma puede proteger la nave contra los misiles de crucero anti-navíos y bombas aéreas guiadas. Puede ser desplegado en contra de aeronaves de ala fija y helicópteros, embarcaciones menores y de objetivos en tierra. 

Capacidad de guerra antisubmarina en la clase Gepard 
Los sistemas de guerra anti-submarina incluyen dos tubos de torpedos dobles de 533mm disparando torpedos antisubmarinos y un cañón lanzamisiles de 12 tubos del cohete anti-submarino RBU-6000. Cerca de 12-20 minas se encuentran también en dos carriles de la mina. 



Sensores, radares y contramedidas 
Los radares incluyen un radar de superficie Cross Dome y el radar de búsqueda aérea Pop Group y radar de control de tiro SA-N-4. La suite de sonar Zarnitsa integra un sonar MF montado en el casco y un sonar de profundidad variable (VDS). 
La fragata está equipada con el soporte bajo designador de objetivos con misiles crucero y detector de emisión láser Spectr-FN. 
La guerra electrónica incluye un ECM ASOR-11661 (sistema de contramedidas electrónicas), un sistema de contramedidas de sonar remolcado Zmei, un interceptor de Bell Shroud pasivo y dos bloqueadores Bell Squat. 
Cuatro lanzadores de cohetes señuelos de 16 redonda PK-16 fijos se utilizan para enfrentar a los misiles anti-buque entrantes. 

Propulsión de la clase Gepard 
La clase Gepard es accionado por un sistema de propulsión de motor diesel o de gas combinado (CODOG) compuesto por dos turbinas de gas y un motor diesel de tipo 61D. La energía se genera a bordo de tres conjuntos de 600 kW diesel alternador. 
Los buques vietnamitas están equipadas con una pequeña hélice de proa. El sistema de propulsión proporciona una velocidad máxima de 28 nudos y un alcance de autonomía de 5.000 millas a una velocidad de 10 nudos. 


La clase Gepard está equipado con un cañón de 76.2mm AK-176M. 

El sistema de misiles Uran-E a bordo en la Clase Gepard puede disparar misiles anti-buque Kh-35E. 

La clase Gepard tiene una cubierta de helicóptero para un Ka-28 o un helicóptero Ka-31 Helix naval. 

Navy Technology


Armas Argentinas: Fusil de asalto FARA 83 (2/2)

EL SISTEMA QUE NO FUE 

Por: Eduardo Julio Rodi 
Parte 2

Viene de Parte 1


Las Características Técnicas Destacables 

Los requerimientos técnico-operativos que se exigían por parte de nuestras 
Fuerzas Armadas, eran los siguientes: 
1. Proyectil con una cantidad de movimiento Q = 0.360 a 0.500 kg.seg. 
2. Alcance eficaz no inferior a 400 metros. 
3. Arma individual con cargador de 30 a 35 cartucho. 
4. Con selector de tiro para fuego semiautomático y automático. 
5. Cadencia de tiro entre 650 y 750 disparos por minuto. 
6. Con apagallamas y posibilidad de engarzar una bayoneta. 
7. Longitud del arma máximo 850 mm (plegada). 
8. Peso del arma con cargador, sin cartuchos ni accesorios, menor a 4 kg. 
9. Aparato de puntería de dos distancias: 200 y 400 metros. 
10. Sistema de puntería para tiro nocturno. 
11. Apta para ser empleada en todo tipo de terreno. 
12. Capaz de lanzar granadas de hasta 0.5 kg. 


 
 


Otros que se consideraban como deseables, se enumeran a continuación: 
1. Uso universal para todas las fuerzas, sin modificaciones ni agregados. 
2. Aparato de puntería lanzagranadas integrado. 
3. Capaz de recibir alza óptica. 
4. Que pueda ser operado por personal diestro o zurdo sin agregados ni modificaciones. 

Se solicitaban comprendiera los siguientes accesorios: 
1. Cuchillo bayoneta. 
2. Para el arma de pelotón, bípode. 
3. Equipo de mantenimiento incluido en el arma. 
A continuación algunos datos que se evaluaban como altamente positivos en aquella época, tomando como parámetro de comparación el FAL IV. 

 


El F.A.A. 81 era un fusil de carga automática operado por gases, de cierre positivo, con posibilidad de tiro automático y semiautomático. El cierre del arma lo constituía un cerrojo rotativo, cuyo movimiento era comandado mecánicamente por una corredera impulsada por los gases. Poseía cargadores de caja con una capacidad de 30 cartuchos. El sistema de seguridad estaba integrado por un seguro mecánico independiente del selector de tiro, que bloquea el movimiento del disparador. Este sistema permitía poner el arma en seguro, cualquiera sea el modo de fuego seleccionado. 

Veamos algunas de sus características principales en el cuadro siguiente. 

Dimensiones 
Longitud 
-Total con culata desplegada 980 mm 
-Total con culata plegada 730 mm 
-Del cañón 440 mm 
Altura total del arma con cargador 260 mm 
Ancho del arma 70 mm 

Peso 
-Del arma con cargador vacío 4,310 kg. 
-Del arma con cargador lleno 4,670 kg. 
-Del cargador vacío 0,260 kg. 
-Del cargador lleno (30 cartuchos) 0,620 kg. 

Rayado del cañón 
Número de estrías 6 
Sentido de giro a la derecha 
Longitud estriada 398 mm 
Paso 178 mm ó 229 mm 

Cadencia de tiro aproximada 710 tiros por minuto 

En la imagen siguiente, se podrá apreciar una vista explotada donde se describe al arma en su máximo desmontaje de campaña. 

 

Veamos a continuación la manera en la que el soldado debería realizarlo en el campo de batalla, apoyado por las imágenes que en cada caso se indican: 

1. Como en toda arma, asegurarse en primer lugar que esté descargada (sin cartucho en recámara) y sin cargador. 
2. Desenganchar la correa y retirarla. 
3. Llevar la palanca de mando de la válvula de gases a posición vertical. (Imagen 1) 
4. Presionar el retén del apagallamas. 
5. Para retirarlo, desenroscar el apagallamas, girando en sentido antihorario. (Imagen 2) 
6. Retirar el conjunto zuncho. 
7. Retirar el guardamanos. (Imagen 4) 
8. Retirar el tubo guía del pistón. (Imagen 5) 
9. Con la ayuda de un cartucho, presionar de derecha a izquierda, el pasador de unión que vincula la armadura con el cajón de mecanismos. El pasador queda retenido en el costado izquierdo. (Imagen 6) 
10. Presionar hacia abajo la culata para separar, por rotación alrededor del tornillo eje de unión, la armadura respecto del cajón de mecanismos. (Imagen 7) 
11. Retirar el resorte recuperador con su guía. 
12. Retirar el conjunto corredera-cerrojo. 
13. Separar el cerrojo de la corredera llevándolo hacia atrás. El cerrojo girará en sentido antihorario por acción del perfil de leva de la corredera. Continuar el giro, hasta que el tetón de guía del cerrojo escape de su alojamiento. 
14. Tirar del cerrojo hacia delante para retirarlo. 



Epilogo 

Como Uds. habrán podido apreciar en este relato, se mezclan toda una serie de sensaciones agridulces, que al menos para mí resultan difíciles de soslayar. Pero como me considero una persona positiva, no puedo cerrar esta nota sin enviar un mensaje de esperanza para todos aquellos que aman este metie, y para los que sin conjugar con él, creen en un país desarrollado que debe estar ubicado en otra posición en el concierto de las naciones del mundo. 
En los últimos meses he redescubierto a una gran cantidad de personas que, devaluación mediante, han percibido la necesidad de contar con una industria nacional capaz de sustituir lo que, hasta hace un año nada mas, ingresaba habitualmente del exterior y a precios medianamente accesibles. Hoy se han cerrado muchas de esas opciones, y para desgracia de todos, la última década de fundamentalismo económico, encubriendo la mayor rapiña de la que tenga memoria, nos ha dejado entre otros males una industria desfalleciente. 
De todas formas resulta necesario para erradicar el mal, en primer lugar reconocer su existencia. Si la mayoría de la población, ha tomado conciencia de la interesada falsedad en el discurso de ciertos formadores de opinión que, doña Rosa mediante, los convencieron que se podía ser una nación independiente y soberana comprando en el exterior hasta los espejitos de colores, y privatizando 
hasta lo que está por debajo de nuestro suelo: hemos reconocido el mal. 
A partir de este hecho, y con todo lo que aun nos queda de capacidad técnica, podemos retomar el camino del desarrollo industrial y económico que nos marcaron esos grandes prohombres como Savio y Mosconi. 
Que así sea, y hasta nuestro próximo encuentro a través de MAGNUM. 



Publicado originalmente en la revista Magnum

Helicóptero de combate: AAC Penetrator

Prototipo de cañonero/transporte de tropas AAC Penetrator
El Hind de Occidente 

 
 

A un "Bell UH-1 Huey" se le sacó al motor y la transmisión, se le modificó los controles dispuestos en tándem y se re-cubrió con estructura de material compuesto blindado, teniendo el compartimiento que contiene las tropas, dos torretas de popa que se enfrentan artillero a cada lado del motor y dos hacia adelante frente a las torretas. El avión, llamado "Penetrator", fue equipado también con alas cortas auxiliares que se descendían del rotor principal haciendo que su vuelo a alta velocidad. Este avión era para satisfacer las necesidades Gobierno surcoreano de un helicóptero de combate y un transporte de tropas, frente a la "amenaza de los "Mi-24 Hinds" de Corea del Norte. En 1990 el señor Gorbachov declaró que la verdad con el resto del mundo y la estadounidense American Aircraft cayó en la insolvencia. 

Atrapado en un "Catch 22" de proporciones gigantescas, las fuerzas militares en todo el mundo se enfrentan a nuevas guerras y helicópteros viejos. La tecnología se basan en es de 20 a 30 años de retraso, con diseños que ofrecen un rendimiento insuficiente, que no oponen resistencia al fuego de armas pequeñas y no integrados paquetes de armas. Las fuerzas militares del Tercer Mundo están mal equipados para luchar contra los conflictos actuales, incluido el terrorismo en todo el mundo, crisis de los rehenes, los conflictos fronterizos y guerras de baja intensidad, ya que ellos también confían en la tecnología obsoleta: los helicópteros en Vietnam época que la obsolescencia de acción, la redundancia, rendimiento aerodinámico, la vulnerabilidad de balística y las armas no. 

 
 

America Aircraft Corporation (AAC) ofrecía sus helicópteros reconfigurados remanufacturados a nuevo para satisfacer las actuales del transporte aéreo /amenazas de batalla terrestre, con la incorporación de las tecnologías emergentes de las últimas dos décadas en su diseño. Uno de los más nuevos helicópteros AAC es el "Penetrator" - el único helicóptero de choque y asalto de Occidente capaz de ser artillado con una capacidad de carga de tropas de un pelotón de seis soldados más una tripulación de cuatro personas. Se utilizó el muy éxitoso sistema de rotor y el tren motriz del Huey como base, pero se le dio un nuevo alto rendimiento, la forma aerodinámica a través del diseño innovador. El modelo básico es un helicóptero de todos los compuestos mezclados con un total en el despegue de 4280kg de peso. El fuselaje aerodinámico del avión reducía al mínimo la resistencia y el perfil de sus alas y el ascensor descargar los rotores durante el vuelo hacia adelante. 

 

Para reducir la resistencia del Penetrator, todas las ametralladoras, cañones y algunos lanzacohetes se portaban internamente. Las vainas de armas del Penetrator, en lugar de los tipos sin filo actualmente en uso, son aerodinámicas formas libres. El "Penetrator" comandaba un más "cooperativo" poder de fuego, permitiendo la capacidad de 360 ​​grados del perímetro y mayor velocidad, alcance, agilidad y resistencia. Su elegante polifacética forma también crea un objetivo menor, con una firma menos observables en el radar, los rangos de infrarrojos, acústicos y visuales. 

Con estas ventajas, el "Penetrator", asegura una mayor capacidad de supervivencia de su tripulación y contingente de tropas en combate. 

En la actualidad, los helicópteros actuales sólo tienen puerta lateral de armas colgadas para disparar hacia delante y "ojos" mirando hacia adelante. En los 75 años de historia del combate aéreo, más del 80% de los vencidos nunca vieron la victoria ya que el piloto fue derrotado disparando desde la parte trasera. El "Penetrator", ofrecía la función de un puesto de dos en la cabina junto con el piloto situado en el primer asiento de la visión sin obstrucciones y el operador hacia adelante disparando armas de fuego está en el segundo asiento, con los operadores de armas de la tercera y cuarta en los asientos de popa de la la cabina principal para controlar las armas que miran hacia atrás. Esto permite que el poder de fuego "Penetrator" para llevar a cabo como un helicóptero de combate de choque asalto excelente transporte de tropas con aire-aire, aire-tierra-y la capacidad de comunicaciones tierra-tierra. 

 
 

El "Penetrator", como un helicóptero de combate y transporte de tropas erizado, tenía 360 ​​grados de poder de fuego perimetral para el asalto en la zona de aterrizaje, así como por las amenazas aire-aire. La destrucción de un "Penetrator" por ataque furtivo es prácticamente imposible siempre y cuando los operadores de las armas estén en posición. Es la construcción compuesta de Kevlar reforzado por Nomex y la forma angular de su diseño lo que permitía al "Penetrator" la resistencia balística de armas de fuego pequeñas y baja observabilidad. 

La adición de transporte de tropas del Penetración de un escuadrón de seis hombres de los soldados, la capacidad de portar artillería pesada de "masivo poder de fuego" ponía a la capacidad al "Penetrator" en una clase insuperable. Era verdaderamente un cañonero de choque de asalto de masivo poder de fuego artillado diseñado y construido para satisfacer el objetivo de las misiones modernas de combate y con posibilidad de ganar. 

 
 

American Aircraft International de San Diego, California, desarrolló el "Penetrator", de dos asientos de helicóptero artillado. Este se basa en una extensa modificación Bell UH-1B "Iroquois", con una cabina de dos asientos en tándem, fuselaje que incorpora nuevos paneles planos blindados y una cabina de pasajeros con dos abultados ventanas de observación. El Penetrator estaba equipado con alas auxiliares, un tren de rodaje patín (o equipo opcional triciclo retráctil), una torreta inferior al  fuselaje mirando hacia atrás y dos cañones hacia adelante. El prototipo (N3080W ex USArmy 63 a 8508) era impulsado por un motor turboeje Lycoming 1300shp Avco T52-L-13. 

Aviastar

sábado, 17 de marzo de 2012

Armada Argentina: Faro Beauvoir

Faro Beauvoir 

Inaugurado: 23 de Octubre de 1980 



La característica más notable de esta señal, es que se encuentra instalada sobre la torre de la Iglesia Nuestra Señora de la Guardia, en la ciudad de Puerto Deseado, Provincia de Santa Cruz. 

Situación geográfica: Lat. 47°45' S Long. 65°53' W 

Es un faro giratorio conectado a la red de electricidad urbana de la iglesia y cuyo alcance es de 19 millas. La altura de la torre es de 27 metros. 

Origen del topónimo
El nombre de este faro recuerda al Reverendo Padre José María Beauvoir, incansable luchador salesiano que recorrió la Patagonia entre 1881 y 1924. 

Sector de la Carta Náutica N° 60 
"De Cabo Tres Puntas a Cabo San Francisco de Paula" 
Publicada por el Servicio de Hidrografía Naval. 






Fuente: www.hidro.gov.ar