El acorazado Rio de Janeiro: el acorazado de los tres nombres
Parte 1 - Parte 2
Turquía y Grecia
En Septiembre de 1911, una disputa entre Italia y Turquía desato una guerra en la que los otomanos fueron sonoramente derrotados. En 1912, Turquía se halló en guerra nuevamente, esta vez contra Serbia, Bulgaria, Grecia y Montenegro-y el decadente Imperio Otomano sufrió otra humillante derrota. La marina de guerra turca, institución notoriamente corrupta e ineficiente era en términos reales una fuerza prácticamente inexistente. En las guerras balcánicas, sin embargo una unidad redimió a la armada tuca: el crucero Hamidieh, al mando del capitán Raouf Bey logró burlar el bloqueo naval griego, y hostigó la retaguardia, de este enemigo, paralizando el tráfico costero, interfiriendo con el despacho de refuerzos y cañoneando sus puertos.
Bey era un tenaz disciplinario, y sus marinos eran disciplinados y sabían como emplear la artillería de abordo. En acción nocturna cerca del puerto búlgaro de Varna, el Hamidieh atravesó una flotilla de torpederos, anunciando algo después que había hundido a dos de esas naves. Un tercer torpedero, al que el Hamidieh había averiado asestando un torpedo en la proa del crucero, y Bey regresó a puerto en Turquía con la proa semi-sumergida. Bey supervisó la reparación del buque en Constantinopla, y con una rapidez poco usual en astilleros turcos el buque zarpó nuevamente el 4 de Enero de 1913. Penetrando en el Mar Egeo, el Hamidieh hundió a un crucero auxiliar griego, y por semanas jugo al gato y al ratón con la marina griega. Apareciendo por sorpresa ante el puerto de Syra, bombardeó a una fábrica de pólvora, un depósito de carbón y una usina eléctrica. El 19 de Enero zarpó hacia Port Said, donde reaprovisionó y cargó carbón. En Febrero regresó al teatro operativo donde llevó a cabo una campaña sistemática de destrucción y evasión, bombardeando transportes y concentraciones de tropas, destrozando campamentos militares griegos y hundiendo buques a través de todo el Mediterráneo oriental y el Mar Egeo. Un solo crucero había paralizado a toda la marina griega. No debe de sorprender a nadie, que cuando el gobierno otomano decidió adquirir al ex-Rio de Janeiro, al que denominaría Sultan Osman I; el hombre escogido para comandar a esta nave fuera Raouf Bey.


Fotos del ex-Rio de Janeiro
El crucero Hamidieh