martes, 6 de junio de 2017

Ejércitos: Ejército de la República de Irlanda

El Ejército de la República de Irlanda 

El ejército irlandés esta formado por unos 8.500 efectivos (más algo más 10.000 en las fuerzas de reserva), y dividido en 3 brigadas de infantería, 1 Escuadrón de caballería, 1 Regimiento de defensa aérea y una unidad de Operaciones Especiales, el “Army Ranger Wing”. Además las fuerzas de reserva, aportan otras 3 brigadas de infantería. 

 
Distribución de las Brigadas


Fuerzas de Defensa Permanentes (soldados voluntarios por un periodo de 5 años renovables) 

-1ª Brigada Sur: 
--CG de la Brigada 
--CG de la 1ª Brigada de Reserva Sur 
--3º Bon. Infantería 
--4º Bon. Infantería 
--12º Bon. Infantería 
--1º Regimiento Artillería de Campaña. 
--1º Escuadrón de Caballería 
--1º Bon. de Apoyo Logístico 
---1ª Cia. Ingenieros de Campaña. 
---1ª Cia. De Policía Militar de la Brigada 
---1ª Cia. de Comunicaciones de Campaña 
--1º Centro de Entrenamiento de la Brigada. 



-2ª Brigada Este: 
--CG de la Brigada 
-CG de la 2ª Brigada de Reserva Este 
--2º Bon. Infantería 
--5º Bon. Infantería 
--27º Bon. Infantería 
--2º Regimiento Artillería de Campaña. 
--2º Escuadrón de Caballería 
--2º Bon. de Apoyo Logístico 
---2ª Cia. Ingenieros de Campaña. 
---2ª Cia. De Policía Militar de la Brigada 
---2ª Cia. de Comunicaciones de Campaña 
--2º Centro de Entrenamiento de la Brigada. 

-4ª Brigada Oeste: 
--CG de la Brigada 
--CG de la 4ª Brigada de Reserva Oeste 
--1º Bon. Infantería 
--6º Bon. Infantería 
--28º Bon. Infantería 
--4º Regimiento Artillería de Campaña. 
--4º Escuadrón de Caballería 
--4º Bon. de Apoyo Logístico 
---4ª Cia. Ingenieros de Campaña. 
---4ª Cia. De Policía Militar de la Brigada 
---4ª Cia. de Comunicaciones de Campaña 
--4º Centro de Entrenamiento de la Brigada. 



-1º Regimiento de Defensa Aérea. 

-1º Escuadrón de Caballería Acorazada. 

-“Army Ranger Wing” – Tiene funciones tanto estrictamente militares como “civiles” (Escolta VIP o Anti-terroristas) con el apoyo de la unidad especial de la “Garda”. 

Las Fuerzas de Reserva (escogen hombres y mujeres de entre 17 y 35 años por un periodo de 3 años) se articulan de la siguiente manera: 

-1ª Brigada de Reserva Sur: 
--CG de la Brigada 
--32º Bon. Infantería 
--33º Bon. Infantería 
--34º Bon. Infantería 
--31º Regimiento Artillería de Campaña. 
--31º Escuadrón de Caballería 
--31º Bon. de Apoyo Logístico 
---31ª Cia. Ingenieros de Campaña. 
---31ª Cia. De Policía Militar de la Brigada 
---31ª Cia. de Comunicaciones de Campaña 


-2ª Brigada de Reserva Este: 
--CG de la Brigada 
--62º Bon. Infantería 
--65º Bon. Infantería 
--67º Bon. Infantería 
--62º Regimiento Artillería de Campaña. 
--62º Escuadrón de Caballería 
--62º Bon. de Apoyo Logístico 
---62ª Cia. Ingenieros de Campaña. 
---62ª Cia. De Policía Militar de la Brigada 
---62ª Cia. de Comunicaciones de Campaña 



-4ª Brigada de Reserva Oeste: 
--CG de la Brigada 
--51º Bon. Infantería 
--56º Bon. Infantería 
--58º Bon. Infantería 
--54º Regimiento Artillería de Campaña. 
--54º Escuadrón de Caballería 
--54º Bon. de Apoyo Logístico 
---54ª Cia. Ingenieros de Campaña. 
---54ª Cia. De Policía Militar de la Brigada 
---54ª Cia. de Comunicaciones de Campaña 



-2ª Batería de Defensa Aérea. 
-3ª Batería de Defensa Aérea. 
-4ª Batería de Defensa Aérea. 


 
Tropas con Steyr AUG (Pelotón del 62º Batallón de Infantería de Reserva) 
  
Fuerzas Especiales irlandesas
Entre el armamento que utiliza el Ejército de Irlanda, se puede citar el siguiente: 
Pistolas Browning y HK USP, Fusiles de asalto Steyr AUG, fusiles de precisión AI L96, ametralladoras medias FN MAG, pesadas M2, lanzagranadas M-203m, Carl Gustav, morteros de 60, 81 y 120 mm, y misiles CC Milan que están siendo reemplazados por Javelin. Como artillería cuentan con los obuses ligeros M-118/119 y piezas Bofors AA de 40mm, además de misiles SAM RBS-70. 
Entre sus vehículos blindados destacan los Piraña III, los AML-90/20 y los Scorpion. 

Durante los últimos años, Irlanda ha estado presente en varias partes del mundo en operaciones de la ONU, siendo los contingentes más importantes por efectivos, Liberia, Kosovo, Timor Este y últimamente el Libano.



lunes, 5 de junio de 2017

Estonia prepara su guerrilla ciudadana contra Rusia

 
Tambores de guerra en el Báltico
John Carlin | El País





Ejercicios militares de los kaitseliit con la OTAN el pasado mayo. / FERNANDO MOLERES

La creciente tensión entre Rusia y Occidente tiene un escenario bélico posible: los países bálticos. La invasión rusa de Crimea (Ucrania) en 2014 desató las alarmas. La población local se organiza en grupos de autodefensa y la OTAN ha enviado tropas a las fronteras con Rusia, en un despliegue militar que no se veía desde la Guerra Fría. La inquietud se agrava porque el voraz presidente ruso, Vladímir Putin, tiene enfrente a un Donald Trump tan arrogante como inexperto.


ES EL AÑO 2020, 9 de mayo, y Narva, una ciudad en la frontera entre Estonia y Rusia, está de fiesta. El 9 de mayo es la fecha que más orgullo inspira entre los rusos. Es el Día de la Victoria contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Narva pertenece a Estonia, pero el 90% de la población local habla ruso en casa y casi todos están en las calles esta mañana, celebrando. Muchos sienten que deben su lealtad principal no al pequeño país en el que viven, sino al gigante vecino, nación de sus antepasados.

Una multitud se congrega alrededor de un monumento al lado del río que separa los dos países. Hay discursos patrios y banderas rusas, una orquesta que toca música marcial, ramos de flores, señores mayores vestidos con uniformes militares de la era soviética y un centenar de policías y soldados del Ejército nacional estonio que vigilan la celebración con nerviosismo. Se palpa un trasfondo de tensión geopolítica nunca visto desde la Guerra Fría, quizá desde la crisis de los misiles en Cuba en octubre de 1962, cuando el mundo estuvo más cerca que nunca de una guerra nuclear.


Un miembro de los 'kaitseliit', una organización semioficial de voluntarios paramilitares.  FERNANDO MOLERES

Hace tres días, una noticia ha dado la vuelta al mundo: un caza estadounidense ha desaparecido sobre el mar Báltico y barcos de guerra de la OTAN lo rastrean ante la atenta mirada de la Armada rusa. El Gobierno de Estados Unidos advierte de que habrá consecuencias si se descubre que los rusos han derribado el avión. En las capitales de Occidente existe la sospecha de que Vladímir Putin, el presidente ruso, está intentando crear un conflicto internacional para desviar la atención de los graves problemas internos que amenazan la estabilidad de su país: la economía se desploma, las acusaciones de corrupción contra su Gobierno aumentan y las protestas se extienden desde Moscú a Vladivostok. Los medios estatales rusos echan la culpa de todo a “las mentiras de la Unión Europea y Estados Unidos”. Los Gobiernos europeos piden calma, pero Putin acumula tropas y tanques cerca de la frontera con Estonia, y todas las naciones de la región báltica, Suecia y Finlandia incluidas, movilizan sus ejércitos.

En Narva, Vladímir Alexeyev, un líder ruso local y veterano militar soviético, empieza su discurso ante el monumento de la Victoria: “Como bien ha dicho nuestro presidente, Vladímir Putin, ¡el colapso de la Unión Soviética fue la catástrofe geopolítica más grande del siglo XX!”. Aplausos, vítores y, de repente, una exclamación colectiva. Alguien ha lanzado un huevo al embajador ruso, salpicándole el traje. Perseguido por una veintena de hombres furibundos, un joven corre en dirección a los soldados estonios. Imposible saber quién dispara primero, pero minutos más tarde hay dos civiles muertos y varios heridos. Gritos, llantos, rabia.


Un veterano de la Segunda Guerra Mundial celebra junto a su esposa el 9 de mayo la victoria del Ejército Rojo frente a los nazis en Narva (Estonia).  FERNANDO MOLERES

La conmoción se extiende a Tallin, la capital de Estonia, y a Riga, la de la vecina Letonia, también fronteriza con Rusia. En ambos lugares se han celebrado eventos similares al de Narva, conmemorando el heroísmo ruso en la derrota de los nazis, y en ambos lugares hay brotes de disturbios callejeros. Son peores en Riga, donde la población de origen ruso es mayor y donde se ha quemado una bandera rusa frente al monumento de la Independencia. Aparece una pintada obscena en la puerta del edificio, en el centro de la capital, donde vive Vaira Vike-Freiberga, la expresidenta que promovió la entrada de Letonia a la Unión Europea y a la OTAN en 2003 y 2004. El canciller de Letonia recibe una llamada de su homólogo ruso que, exaltado, exige que se garantice la seguridad de los que considera sus compatriotas en territorio letón. Si no, el Estado ruso no tendrá más remedio que enviar a sus tropas para protegerlos. El canciller letón le recrimina, apoyado en un informe de la CIA, que el lanzador del huevo que detonó la violencia fue un agente del KGB.

En Tallin, grupos armados de la Liga para la Defensa de Estonia, los ‘kaitseliit’, una organización semioficial de voluntarios paramilitares, patrullan los barrios en la periferia de la ciudad. Narva, mientras tanto, hierve. En las calles se oyen disparos esporádicos, corren rumores de más muertes y los pocos habitantes estonios no rusos se han encerrado en sus casas. Todos salvo Ants Limets, el secretario municipal, que está en su despacho. Un grupo irrumpe en el Ayuntamiento y le da una paliza. La ciudad está sublevada, y el jefe del contingente militar estonio pide refuerzos. Un batallón de la OTAN destacado en Estonia, en el que se integran soldados británicos y franceses, se acerca a la ciudad. Aviones militares rusos sobrevuelan la frontera. Un tanque aparece del lado ruso del puente que cruza el río a territorio estonio…


Lisa Rohila, una de las voluntarias de esta fuerza paramilitar estonia formada por civiles.  FERNANDO MOLERES

SALVO LOS NOMBRES de las personas, el relato es, por supuesto, inventado. Pero no es inverosímil, y tampoco es del todo original. Se inspira en un libro en el que un general británico se imagina un panorama similar. Richard Shirreff fue el oficial número dos de la OTAN —“vicecomandante supremo aliado europeo”— entre 2011 y 2014. Describe su libro, publicado a finales del año pasado, como “una advertencia”. Utilizando como punto de partida lo que percibe como la creciente tensión hoy en día entre el régimen de Vladímir Putin y Occidente, Shirreff elige una ciudad fronteriza letona y narra la posible escalada de hostilidades, malentendidos, cinismo político y errores que podrían llevar a Europa y Estados Unidos, con los países bálticos como escenario bélico, no solo a la guerra con Rusia, sino al borde del Armagedón nuclear.

Estuve en Letonia y Estonia hace unas semanas. El lugar que más me impactó fue Narva. No tanto por el gélido clima político, aunque también, sino por el dramatismo de la imagen visual en el cruce fronterizo fluvial con Rusia. Del lado estonio del río hay un bonito castillo, como de un cuento de hadas; del lado ruso, otro, enorme y sombrío. Centinelas enemigos se observan a través del río desde 1492. Aquí se libró una tremenda batalla entre los imperios de Suecia y Rusia en 1700 y otra en 1944, en la que cayeron cientos de miles de soldados soviéticos y alemanes.


La comunidad rusa de Estonia celebra el aniversario de la victoria del Ejército Rojo contra los nazis en Narva.  FERNANDO MOLERES

La posibilidad de que la historia se pueda repetir ha estado presente en las mentes de la mayor parte de los 1,3 millones de habitantes de Estonia, la cuarta parte de los cuales se consideran “rusos étnicos” desde que el país declaró la independencia un par de años después de la caída del muro de Berlín. Lo que más ansiedad les provoca hoy es un recuerdo más reciente: la anexión rusa de Crimea, en el este de Ucrania, en 2014. La invasión militar ordenada por el Kremlin hizo sonar las alarmas aquí y en el resto de Europa, precipitando la decisión de la OTAN de enviar batallones a los países bálticos esta primavera como medida disuasoria en caso de que Putin intente aquí otra expansión forzosa del territorio ruso. El batallón asignado a Estonia operará bajo mando británico e incluirá tropas de Francia y Rumania. Fuerzas del Ejército de Tierra español, cuyo despliegue completo está programado para el mes de junio, se desplegarán en Letonia bajo mando canadiense. La OTAN también está reforzando su presencia en Lituania, con Alemania al frente, y en Polonia, donde mandarán militares de Estados Unidos. No se ha visto una escalada militar de esta magnitud en las fronteras con Rusia desde el final de la Guerra Fría.
Otra señal de la seriedad con la que los países de Occidente se toman la amenaza ha sido la decisión que tomó en febrero la pacífica Suecia, país no miembro de la OTAN, de imponer el servicio militar obligatorio a partir de 2018. La razón oficial: “Tensión en los países bálticos”.

El Gobierno ruso dice que la escalada militar de los países occidentales en sus fronteras ha incrementado irresponsablemente la posibilidad de una conflagración indeseada. En Narva, la mayoría local rusa comparte esta opinión. Una de las varias personas que lo expresa es Vladímir Alexeyev, que se retiró hace poco tras 45 años trabajando en una central eléctrica, 25 de ellos como líder sindical. Alto, brusco y fuerte, perfecto ejemplo de homo sovieticus, nació en Rusia y sirvió durante su juventud en el Ejército Rojo.


El río que separa Narva (Estonia) de la rusa Ivángorod, con sus dos castillos enfrentados.  FERNANDO MOLERES

“Rusia es mi patria, lo tengo claro”, asegura Alexeyev, pese a que sus papeles dicen que es ciudadano estonio. “Los triunfos rusos, como la anexión de Crimea, siguen siendo mis triunfos. Las derrotas rusas son mis derrotas, y no hubo derrota más grande en mi vida que aquel día de 1991 en el que Estonia se independizó”.

“LA LLEGADA DE LAS TROPAS DE LA OTAN ES UN ERROR COLOSAL”, DICE EL RUSO-ESTONIO CHUYKIN. “EL RIESGO DE UNA ESCALADA DESCONTROLADA EN LA ZONA ES ENORME”
El desastre más reciente para Alexeyev ha sido la aparición en los países bálticos de las tropas de la OTAN. Un vecino de Alexeyev llamado Vladímir Chuy­kin, nacido en Siberia en 1951, piensa igual. “La llegada de las tropas de la OTAN aquí es un colosal error”, opina. “Es como si dos vecinos se llevan bien hasta que un día uno de ellos adquiere un perro feroz. De repente se dejan de llevar bien, uno no es bienvenido en la casa del otro, un día el perro te puede morder y después puede que tú quieras matar al perro… Si alguien de los dos bandos aquí muerde primero, aunque sea un accidente de tipo militar, el riesgo de una escalada descontrolada es enorme”.

En búsqueda de un poco de equilibrio hablé con Ants Limets, el secretario de la alcaldía de Narva desde hace 22 años. Limets pertenece a la minoría étnica estonia local, pero durante la época soviética trabajó en el aparato propagandístico del Partido Comunista. “Estar bajo el comunismo”, cuenta, “fue como vivir bajo el islam: te daban órdenes detalladas de cómo tenía que ser tu vida. La verdad es que nos ha ido muy bien en Estonia desde que nos independizamos de la Unión Soviética. Tenemos más dinero y mucha más libertad. Pero muchos de la mayoría rusa aquí en Narva aún siguen perplejos en este nuevo mundo sin reglas. Para ellos es como si a un musulmán devoto le demostraran un día que Dios no existe”.

Sus vecinos rusos ven a los soldados de la OTAN en territorio estonio, sostiene Limets, como agentes de Satanás. “En mi opinión, sin embargo, la llegada de los batallones de la OTAN es una cosa buena. Putin sabe que si muere un soldado inglés a manos rusas es muy diferente a que muera uno de aquí. Eso le hará pensárselo dos o tres veces antes de lanzarse aquí a una aventura como la de Ucrania”.


El estonio Ants Limets, secretario de la alcaldía de Narva desde hace 22 años.  FERNANDO MOLERES

Dicho esto, Limets reconoce que la presencia de soldados europeos y americanos hace que la situación sea más combustible. “Es una cuestión de elegir entre dos males. Pero sí, con las fuerzas militares de la OTAN aquí y los rusos con sus tropas del otro lado de la frontera y el zar Putin con sus ansias imperiales y su paranoia y su necesidad política de tener enemigos… Pues sí, lo que vemos aquí es un juego muy peligroso”.

“Ahora me he convertido en la muerte, destructora de mundos”. Estas fueron las palabras que salieron de la boca de uno de los inventores de la bomba atómica, Robert Oppenheimer, ocho segundos después de la detonación de la primera bomba, el 16 de julio de 1945. Las leí durante el vuelo a Riga, la capital de Letonia, en un libro titulado Sapiens, un brillante recuento de la historia de la humanidad escrito por un israelí llamado Yuval Noah Harari. Observa Harari que desde el día en que el experimento de Oppenheimer funcionó, el ser humano “se enfrenta por primera vez a la posibilidad de total autoaniquilación”.

También leí durante ese vuelo una entrevista en el diario Financial Times en la que el actual número dos militar de la OTAN, el general Adrian Bradshaw, advierte de consecuencias “catastróficas” si Occidente pierde la coherencia en su repuesta a Putin.

UNO DE LOS FACTORES CLAVE DEL INCREMENTO DE LA ACTIVIDAD MILITAR RUSA EN LA ZONA ES LA VORACIDAD DE PODER DE PUTIN Y SU CÍRCULO, Y SU DESEO DE MANTENERLO
Mencioné la entrevista a numerosas personas en Riga —el ministro de Relaciones Exteriores, funcionarios del Gobierno, parlamentarios, periodistas, gente joven y gente mayor— y nadie dudaba del peligro que representa la vecindad con Rusia. Como dice una arquitecta: “Todos llevamos un pequeño sistema de alarma dentro de nuestros cerebros”. Por eso tanto los letones como los estonios han formado sus grupos de voluntarios paramilitares, Davides que se preparan para repeler una invasión del vecino Goliat. Por eso todos suman al recuerdo reciente de la invasión de Crimea los testimonios colectivos de un país que, al igual que Estonia, fue víctima de invasiones soviéticas y nazis a lo largo del siglo XX.

Hoy se añaden nuevos elementos de riesgo. El director de planeamiento estratégico del Ministerio de Relaciones Exteriores de Letonia, Andris Razanas, enumera algunos de ellos: desde la anexión de Crimea, los rusos han incrementado su actividad militar en la frontera, donde llevan a cabo juegos de guerra continuamente; cazas rusos sobrevuelan el mar Báltico con más y más frecuencia, muchas veces con sus transpondedores apagados [para evitar que se les identifique]; el gasto militar ruso ha crecido y están modernizando sus armas; y la ofensiva propagandística en los medios estatales rusos contra los países bálticos, Europa y Occidente en general aumenta en volumen. Lo último forma parte de los que los militares llaman “la guerra híbrida”, una combinación agresiva —similar a los intentos rusos de influir en las elecciones presidenciales de EE UU en 2016— de desinformación política, subversión económica y desestabilización clandestina.


En Narva, un ruso-estonio celebra el Día de la Victoria.  FERNANDO MOLERES

¿Por qué? ¿Qué es lo que motiva a Putin? ¿Cuáles son los objetivos rusos? Pocos conocen la mentalidad rusa mejor que los habitantes de los vecinos países bálticos. Pauls Raudseps, un veterano periodista letonio, identifica cuatro factores: “Uno, intentar debilitar o causar confusión en Occidente es, desde la época soviética, parte de su naturaleza. Dos, necesitan convencer a su gente de que los países bálticos son, como dice su propaganda, “fascistas” y “fallidos”, y que Occidente en general está en decadencia. Tres, el antiguo impulso imperial ruso. Cuatro, el deseo de Putin de mantener el poder en su mafia-Estado”.

Andris Vilks, director de la Biblioteca Nacional de Letonia, está de acuerdo, como lo están varios diplomáticos occidentales con los que hablé, en que el factor clave es el cuarto de la lista de Raudseps: la voracidad de poder de Putin y su círculo. Vilks, cuya madre fue condenada a la esclavitud de los Gulag de Siberia en los años cuarenta, agrega un elemento psicológico a la ecuación. “Son gente complicada, los rusos”, dice. “Son arrogantes, pero con complejo de inferioridad. Es una combinación peligrosa en un individuo y lo es más en un país con tanta potencia destructiva”.

Imposible, oyendo a Vilks, no hacer una conexión con Donald Trump, cuyo perfil psicológico parece corresponder, en versión infantil, con el diagnóstico de Vilks sobre el colectivo ruso. Cuando Trump repite su consigna, “volver a hacer grande a América”, uno sospecha que habla de sí mismo, quizá de su perdida juventud. No me sorprendió cuando Razanas, el estratega de la cancillería letona, me dijo que el sentimiento que motivaba a Putin era “volver a hacer grande a Rusia”.


En una celebración ortodoxa, un grupo de rusos-estonios llevan flores al monumento a los héroes de la URSS caídos en la Segunda Guerra Mundial.  FERNANDO MOLERES

Zaneta Ozolipa, una académica que asesora al Gobierno de Letonia, profundiza en la cuestión. “Hay mucha irracionalidad”, opina. “Hoy Rusia es más pequeña en cuanto a territorio que en ningún momento desde la época de Pedro el Grande, hace 300 años. Por más enorme que sea el país, el orgullo ruso exige una expansión del territorio nacional. A esto se suma la nostalgia por la grandeza perdida, su percepción de que ganaron la Segunda Guerra Mundial prácticamente solos y que su sacrificio nunca fue apreciado por Occidente. Putin utiliza esta visión colectiva rusa para mantener el poder y su dinero, pero es importante entender que no se trata de puro cinismo. Él también se la cree; él comparte con sus compatriotas todos estos resentimientos y orgullos, vanidades y complejos”.

EL PROBLEMA ES QUE PUTIN NO ES EL ÚNICO NIÑO REVOLTOSO SOBRE EL ESCENARIO. TRUMP TIENE TAMBIÉN LA CAPACIDAD DE ACTIVAR EL BOTÓN NUCLEAR
La figura política más venerada y, por reputación, más sagaz de Letonia, conoce bien a los rusos, y a Putin personalmente. Se llama Vaira Vike-Freiberga y fue presidenta del país de 1999 a 2007. La visité en su piso en el centro de Riga y le hice la misma pregunta que a los demás. ¿Por qué la permanente hostilidad rusa?

“El señor Putin siempre está poniendo a prueba los límites, como un niño de dos años”, contesta. “Se salió con la suya en Crimea, y si siente que se puede salir con la suya aquí también, lo intentará”. ¿Es un impulso meramente infantil, entonces, o es realpolitik? “Las dos cosas. Al lado del sentimiento colectivo ruso de martirio está el sentimiento de heroísmo. Necesitan actos de bravura para compensar el permanente martirio. Así que si el rublo cae, o el Estado no gasta el dinero del gas y el petróleo en infraestructura, en educación y en sanidad, y la gente se vuelve más pobre mientras los gobernantes se enriquecen, lo que hace Putin es recurrir a la opción heroica. Es una herramienta fácil para ganar popularidad. No es que necesiten territorio, obviamente. ¡Necesitan sentirse grandes!”.


Miembros de la unidad de ciberdefensa de los kaitseliit estonios, grupos de voluntarios paramilitares formados para repeler una eventual invasión rusa.  FERNANDO MOLERES

Y grandes en una gran causa que en este caso sería, como explica Vike-Freiberga, la defensa de aquellos “rusos” en Letonia, y en Estonia, que sienten aún que perdieron su identidad patria cuando ambos países declararon su independencia de Rusia en 1991. La propaganda estatal rusa no deja hoy de denunciar que los cientos de miles de estos rusos apátridas en Letonia y Estonia, como los que conocí en la ciudad fronteriza de Narva, viven bajo el yugo de la injusticia y la opresión. La única manera de entender por qué difunden este mensaje es que están abonando el terreno en caso de que un día necesiten justificar una invasión.

Por eso la expresidenta Vike-Freiberga da la bienvenida a los batallones de la OTAN. Es la respuesta correcta que se les exige a los padres, dice, para marcar los límites al niño revoltoso.

El problema es que Putin no es el único niño revoltoso sobre el escenario. Son dos con el dedo en el botón nuclear. La mayor amenaza que Donald Trump representa para la humanidad reside no en sus planes presupuestarios y sus promesas de construir muros, sino en la posibilidad de que su relación con Putin termine mal y se desate un conflicto con Rusia. Uno puede soñar con que un adulto le reemplace en la Casa Blanca, pero hoy hay que suponer que Trump seguirá ahí en 2020.

El día después de los disturbios del 9 de mayo de 2020, el tanque sigue colocado del lado ruso del puente que cruza el río a Estonia; un batallón de la OTAN se acerca a Narva; muchas más tropas rusas avanzan rápidamente en dirección al tenebroso castillo al otro lado del río; aviones de guerra de ambos bandos sobrevuelan la zona. Un caza estadounidense ya ha caído en el mar Báltico. Ahora, un avión ruso ha desaparecido del radar. A las tres de la madrugada, en Washington, Trump recibe una llamada. Es el embajador de Estados Unidos en Moscú. Le informa de que Putin acaba de dar un discurso en el que se presenta como el salvador del pueblo ruso ante la amenaza de exterminio que representa Occidente.


Fuerzas de la OTAN en Estonia revisan un vehículo de defensa aérea.  FERNANDO MOLERES

El escenario terrorífico que el mundo había temido desde el día en el que Trump ganó las elecciones presidenciales en noviembre de 2016 se hace realidad. Trump, que carece de principios fijos y de una visión estratégica del lugar que ocupa su país en el mundo, y cuyos procesos mentales se guían por impulsos primarios, debe tomar una decisión.

¿Dialogar con Putin? ¿Lanzar misiles al cuartel general ruso en el mar Báltico? ¿Ambas cosas a la vez? Trump no tiene ni experiencia ni criterio para saber elegir. Durante la crisis de los misiles nucleares rusos en Cuba en 1962, los presidentes de Estados Unidos y Rusia eran Kennedy y Kruschev, dos hombres políticamente maduros, curtidos en la Segunda Guerra Mundial. Trump y Putin son personajes narcisistas que comparten una combinación fatal para cualquier ser humano y peor para un líder: la arrogancia del poder y un profundo complejo de inseguridad.

Mientras Trump duda sobre qué hacer, el general Adrian Bradshaw, ‘número dos’ militar de la OTAN, advierte en la BBC de que estamos en el umbral de una catástrofe sin precedentes. “La amenaza que supone Rusia”, dice Bradshaw, “es que podamos resbalarnos hacia un conflicto indeseado con implicaciones existenciales por el oportunismo y los errores y una ausencia de claridad respecto a nuestra capacidad disuasoria”.


La expresidenta de Letonia (1999-2007), en una imagen de 2005 junto a Putin.  SERGEI GRITS (AP)

ESTAS PALABRAS de Bradshaw no me las he inventado yo. Aparecen en la entrevista que cité antes del Financial Times. Es cierto que Bradshaw es un militar y que su trabajo consiste en estar preparado para lo peor, y uno quiere creer que su profesión le exige ser alarmista; que se impondrá la cordura; que Putin y sus compinches, en el Estado mafioso que gobiernan, han acumulado demasiado dinero en tierras y paraísos fiscales como para arriesgarse a perderlo todo; que los mayores en el Pentágono y en la Casa Blanca, si los hay, frenarán los arrebatos de su comandante en jefe; y que Europa hablará con una voz y actuará como contrapeso de racionalidad en la disputa entre los dos gigantes.

Esta es la respuesta que pide la expresidenta Vike-Freiberga. Que Europa se ponga seria, que deje de obsesionarse por las pequeñeces locales o nacionalistas, que proteja la herencia democrática y la riqueza cultural que la civilización occidental ha aportado al mundo y que tome medidas políticas, diplomáticas y económicas para que la paz no se entienda solo como ausencia de guerra. La paz verdadera llega, como escribe en Sapiens el israelí Harari, cuando la guerra ni siquiera se considera algo factible. La historia que me he inventado aquí quizá no sea probable, pero, tras hablar con muchos habitantes de Estonia y Letonia y sentir lo que es vivir bajo la sombra de la guerra, creo que es posible.

La culta señora Vike-Freiberga, anti Putin y anti Trump, citó una línea de un antiguo poema sobre la muerte cuando le pedí al final de nuestra entrevista que definiera en pocas palabras por qué el resto del mundo debería preocuparse por lo que ocurre en los pequeños países del noreste de Europa: “No preguntes por quién doblan las campanas. Doblan por ti”.


Escopetas: NORINCO/Hawk Industries (China)

Escopetas semiautomáticas NORINCO/Hawk Industries (China)


La escopeta semiautomática Hawk modelo SF28WB, en la configuración de caza. Observar que utiliza el alimentador tubular debajo del cañón más común.
Hawk Group ©


Escopeta semiautomática Hawk de la policía (arma anti-motín de 18.4 milímetros en nomenclatura china), con el alimentador de caja y la culata plegable
Hawk Group ©


La escopeta semiautomática de policía Hawk bullpup (arma anti-motín de 18.4 milímetros en nomenclatura china), con el alimentador de caja
Hawk Group ©


Arma anti-motín Hawk / Arma estándar anti-motín Hawk, bullpup 
Tipo: escopeta semiautomática
Calibre 12; con cámara de 76 milímetros/3"
Longitud 900 milímetro/35.4 " 630 milímetros/24.8 "
Peso 3.2 kilogramos/7 libras 3.2 de kilogramo/7 libras
Alimentación Alimentador de 5 desprendible de caja

La compañía china Hawk Industries produce una línea de las escopetas semiautomáticas para propósitos de caza y de seguridad/policía, que presumiblemente se basan en las escopetas americanas Remington 1100 semiautomáticas (aunque esta información todavía no se confirma). Los modelos semiautomáticos civiles de formación de Hawk con los alimentadores tubulares se venden fuera de China continental bajo variedad de nombres, exportada a menudo con la corporación de NORINCO. Parece que las versiones de la misma escopeta, pero adaptado para los alimentadores desmontables propietarios de una caja se piensan sobre todo a las ventas de exportación del gobierno, como ésos fue demostrado en varios las exhibiciones internacionales Militares y de Policía/Seguridad. Una versión más compacta bullpup también se produce, y fue exhibida en varios exhibiciones.

Las "armas semiautomáticas anti-motín de 18.4 milímetros" Hawk (18.4mm es un equivalente métrico del calibre 12) son escopetas autocargantes a gas. Ésos son inusuales al usar los alimentadores desmontables propietarios en forma de caja (al parecer iguales según lo utilizado a las escopetas Type 97-1 de acción a bomba del mismo fabricante). Las escopetas "estándar" de configuración de policía de esta línea se ajustan con culata plegable, la mordaza de pistola y el miras tipo fusil; las escopetas configuradas bullpup se ajustan con las miras fijas integrales al mango de transporte. Parece que las culatas bullpup son una cáscara plástica, empernada sobre el receptor estándar.

World-Guns

Caza interceptor: McDonnell Douglas F-101 Voodoo (USA)



McDonnell Douglas F-101 Voodoo
por Alexandre Galante





En 1946, el Comando Estratégico Aéreo de la USAF emitió una solicitud de un "caza de penetración", destinado principalmente para escoltar a los B-36 o explorar los cielos delante de la fuerza de bombarderos y destruir las defensas aéreas del enemigo.

Uno de los competidores fue el XF-88 McDonnell Douglas, que fue trasladado en forma de prototipo, pero fue abandonado luego.

En 1951, el proyecto utiliza al McDonnell XF-88 como base para un avión totalmente nuevo, con el 
fuselaje aumentado para dar cabida a dos motores Pratt & Whitney J57-P-13, proporcionando una velocidad de 1.600 kmh (1.000 mph) y una techo 15.850m (52.000 pies), con más combustible a bordo.



En la nueva configuración, el avión se convirtió en la F-101 Voodoo y voló por primera vez el 29 de diciembre de 1954.

Los primeros cincuenta F-101A fueron seguidos por 47 unidades de la versión mejorada C, que alcanzó el record trabajo libre de accidentes y su conversión a RF-101C y H de la ANG con un 35 RF-166 RF-101A y 101C, utilizado ampliamente en Vietnam.

La variante de interceptación F-101B Voodoo de dos plazas, equipó 16 escuadrones del Comando de Defensa Aérea de la USAF. Esta versión también ha equipado tres escuadrones de la defensa aérea de Canadá como CF-101B.

El F-101B de la capacidad de combustible sacrificado para dar cabida a un tripulante, que estaba operando el radar de control de incendios MG-13. Otros dispositivos se han convertido en 478 F-101F de dos asientos o TF-101F para la ANG.

El F-101C era una versión caza-bombardero para la TAC (Tactical Air Command), entrando en emserviço el Escuadrón de Combate Táctico 523a del Ala de Combate Bombardero 27 de mayo 1957. Se ha equipado a nueve escuadrones, pero su carrera fue relativamente corta, que fue sustituido por aviones más modernos en la década de 1960. El F-101C también sirvió en el Ala de Combate Táctico 81ro en Bentwaters Suffolk, Inglaterra.









Poder Aéreo

domingo, 4 de junio de 2017

SGM: Un puente demasiado lejos (1/2)

Un puente demasiado lejano: La historia asombrosa de la batalla de Arnhem

Gabe Christy - War History Online
Parte 1 - Parte 2



Prisioneros británicos después de que Arnhem cayó. Los hombres no se habían afeitado en 4 días debido a la falta de agua, la moral fue destruida, y sus municiones se agotaron. Esta derrota ha caído como uno de los días más oscuros en la historia de los paracaidistas británicos.


La película magistral de Richard Attenborough A Bridge Too Far fue adaptada del libro de Cornelius Ryan del mismo nombre. Se lanza al público en medio de uno de los mayores fracasos militares de la Segunda Guerra Mundial.

La historia sigue a los hombres del 1r ejército aerotransportado aliado, formado por las unidades aerotransportadas británicas, polacas y americanas combinadas, así como las divisiones acorazadas del Cuerpo XXX (30) de Gran Bretaña.

Estos hombres estaban involucrados en una de las operaciones más grandes y más atrevidas de la guerra: Market Garden.

La película deja poco a la imaginación, pero esta es la verdadera historia de la Primera División de Paracaidistas británica y de la 1ª Brigada Paracaidista Independiente de Polonia.

Planificación

Los comandantes de la unidad aerotransportada fueron informados del plan el 11 de septiembre de 1944. También les dijeron que tenían menos de siete días para prepararse.

Los aterrizajes debían tener lugar entre las 1300 y las 1400 horas del 17 de septiembre. El objetivo para los paracaidistas británicos y polacos era el puente de Arnhem, un importante cruce sobre el Rin, y el acceso al corazón industrial de Alemania.


Fuente de la imagen: Wikimedia Commons / Por usuario: Ranger Steve, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=30721640

La preparación comenzó de inmediato, pero también lo hicieron los problemas. Las zonas de descenso británicas estaban a 8 millas de su objetivo previsto, obligando a los hombres ligeramente armados a luchar su camino a pie.

Los informes iniciales de reconocimiento e inteligencia sugerían una defensa alemana ligeramente armada y atribulada, por lo que este no sería un problema. Sin embargo, otros informes y algunas fotografías de reconocimiento limitadas indicaron que dos divisiones alemanas SS Panzer se habían trasladado a la zona.


El alto mando estaba bajo intensa presión política para avanzar más hacia Alemania. Cualquier sospechas o argumentos sobre el plan fueron despedidos o nunca levantados, por temor a la reacción política.

Casi todos los comandantes de la unidad tenían preocupaciones, pero escondían sus sentimientos y empujaban hacia delante sin tener en cuenta.


El general polaco Stanislaw Sosabowski tenía severas dudas sobre la operación, pero fue obligado por la presión política a continuar. Se muestra aquí, (izquierda) hablando con el teniente general Browning, que comandó el ala aerotransportada de la batalla.

Día 1 El lanzamiento inicial


Fuente de la imagen: Wikimedia Commons / Por usuario: Ranger Steve, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=43585488

1240, el 17 de septiembre de 1944, los hombres de la 21ra compañía independiente del paracaídas golpearon el suelo cerca de Arnhem. Eran los precursores de la primera oleada de la División Aerotransportada Británica, que llegó a la fuerza en 1445.

Poco después de aterrizar y después de que los batallones de paracaidistas comenzaron a marchar sobre los puentes, ya se estaban presentando problemas.

Primero, las radios emitidas eran defectuosas, llevando a una comunicación intermitente con el alto mando.


Planeadores y sus marcas de derrape en una zona de caída cerca de Arnhem.

Entonces se encontraron con una resistencia mucho más dura de lo esperado. Elementos de un SS Batallón de entrenamiento y reemplazo se encontró inesperadamente entre las zonas de caída del planeador y Arnhem sí mismo.

Los jeeps de reconocimiento que se suponía debían encabezar el asalto a la ciudad se vieron obligados a retirarse, dejando a los paracaidistas armados a la ligera línea defensiva sin ningún reconocimiento para guiarlos a través de puntos fuertes enemigos.

Las tropas británicas bordearon la línea alemana y cavaron durante la noche. Un grupo, de unos 745 hombres, bajo el teniente coronel John Frost, fue capaz de colarse en Arnhem mismo, y asegurar el extremo norte del puente.

G6D: Israel planeó explotar una bomba nuclear en el Sinaí

'El último secreto' de la Guerra de 1967: El Plan Día del Juicio Final de Israel para una Exhibición Nuclear
Por WILLIAM J. BROAD y DAVID E. SANGER  | The New York Times



Las fuerzas armadas israelíes avanzaron contra las tropas egipcias al inicio de la guerra árabe-israelí de 1967. Credit Shabtai Tal / GPO, via Getty Images

En la víspera de la guerra árabe-israelí, hace 50 años esta semana, funcionarios israelíes corrieron para montar un dispositivo atómico y desarrollaron un plan para detonarlo encima de una montaña en la Península del Sinaí como una advertencia a las fuerzas egipcias y otras fuerzas árabes, según una entrevista con un organizador clave del esfuerzo que se publicará el lunes.

El plan de contingencia secreto, llamado "operación del juicio final" por Itzhak Yaakov, el general de brigada retirado que lo describió en la entrevista, habría sido invocado si Israel temía que iba a perder el conflicto de 1967. La explosión demostrativa, según creían las autoridades israelíes, intimidaría a Egipto ya los países árabes vecinos, Siria, Irak y Jordania.

Israel ganó la guerra tan rápidamente que el dispositivo atómico nunca fue trasladado al Sinaí. Pero el relato de Yaakov, que arroja nueva luz sobre un enfrentamiento que marcó los contornos del conflicto de Oriente Medio, revela la temprana consideración de Israel sobre cómo podría usar su arsenal nuclear para preservarse.

"Es el último secreto de la guerra de 1967", dijo Avner Cohen, un destacado estudioso de la historia nuclear de Israel que realizó muchas entrevistas con el general retirado.

El Sr. Yaakov, que supervisó el desarrollo de armas para el ejército israelí, detalló el plan al Dr. Cohen en 1999 y 2000, años antes de morir en 2013 a la edad de 87 años.

"Mira, fue tan natural", dijo Yaakov, según una transcripción de una entrevista grabada. "Tienes un enemigo, y él dice que te va a tirar al mar. Usted le cree."

"¿Cómo puedes detenerlo?", Preguntó. Le asustas. Si tienes algo con lo que puedas asustarlo, lo asustas.

Israel nunca ha reconocido la existencia de su arsenal nuclear, en un esfuerzo por preservar la "ambigüedad nuclear" y prevenir las llamadas periódicas para un Oriente Medio libre de armas nucleares. En 2001, el Sr. Yaakov fue arrestado, a los 75 años, acusado de haber puesto en peligro la seguridad del país al hablar del programa nuclear a un reportero israelí, Ronen Bergman, cuyo trabajo fue censurado. En varios momentos, funcionarios estadounidenses, incluido el ex presidente Jimmy Carter, mucho después de que dejó el cargo, han reconocido la existencia del programa israelí, aunque nunca han dado detalles.

Un portavoz de la Embajada de Israel en Washington dijo que el gobierno israelí no comentaría sobre el papel de Yaakov.

Si la dirección israelí hubiera detonado el dispositivo atómico, habría sido la primera explosión nuclear utilizada con fines militares desde los ataques de los Estados Unidos contra Hiroshima y Nagasaki 22 años antes.

El plan tenía un precedente: Estados Unidos consideró lo mismo durante el Proyecto Manhattan, ya que los científicos del programa debatieron acaloradamente si debían disparar una explosión cerca de Japón en un esfuerzo por asustar al emperador Hirohito en una rendición rápida. Los militares vetaron la idea, convencidos de que no sería suficiente para poner fin a la guerra.

Según el Sr. Yaakov, el plan israelí fue nombrado en clave Shimshon, o Samson, después del héroe bíblico de inmensa fortaleza. La estrategia de disuasión nuclear de Israel ha sido llamada "la opción de Sansón" porque Sansón derribó el techo de un templo filisteo, matando a sus enemigos ya sí mismo. Yaakov dijo que temía que si Israel, como último recurso, continuara con la explosión nuclear de demostración en territorio egipcio, podría haberlo matado a él ya su equipo de comando.

El Dr. Cohen, profesor del Middlebury Institute of International Studies de Monterey en California y autor de "Israel and the Bomb" y "The Worst-Kept Secret", describió la idea detrás de la demostración atómica de dar "al primer ministro un El Dr. Cohen, nacido en Israel y educado en parte en los Estados Unidos, ha empujado las fronteras del discurso público sobre un tema ferozmente oculto: cómo Israel se convirtió en una potencia nuclear no reconocida en los años sesenta.

El lunes, el Proyecto de Historia Internacional de la Proliferación Nuclear del Centro Internacional Woodrow Wilson para Estudiosos en Washington - donde el Dr. Cohen es un compañero global - está lanzando en una página web especial una serie de documentos relacionados con el plan atómico. El proyecto mantiene un archivo digital de su obra conocida como Avner Cohen Collection. (El presupuesto propuesto por el Presidente Trump pide la eliminación de todo el financiamiento federal para el centro, que el Congreso creó como un monumento vivo a Wilson).

Desde hace tiempo se sabe que Israel, temeroso por su existencia, se apresuró a completar su primer dispositivo atómico en vísperas de la guerra árabe-israelí. Pero la manifestación planeada permaneció en secreto en un país donde es un tabú discutir planes nucleares de medio siglo y donde persisten los temores de que Irán obtenga finalmente un arma nuclear, a pesar de su acuerdo con las potencias mundiales.

Shimon Peres, ex presidente y primer ministro israelí que murió el año pasado, insinuó la existencia del plan en sus memorias. Se refirió a una propuesta sin nombre que "habría disuadido a los árabes e impedido la guerra".
Itzhak Yaakov

En el momento de la guerra de 1967, las principales potencias nucleares del mundo estaban observando un acuerdo conocido como Tratado de Prohibición Parcial de Pruebas. Para frenar los riesgos de radiación, prohibió todas las detonaciones de prueba de armas nucleares, excepto las que se realizaron bajo tierra. Que Israel considerara una explosión abierta era una medida de su desesperación.

"El objetivo", dice Yaakov en la cinta transcrita, "fue crear una nueva situación sobre el terreno, una situación que obligaría a las grandes potencias a intervenir, o una situación que obligaría a los egipcios a detenerse y decir" Espera un minuto, no nos preparamos para eso. "El objetivo era cambiar la imagen".

El Dr. Cohen dijo que inició una relación con el Sr. Yaakov después de que publicara "Israel and the Bomb" en 1998. Lo entrevistó durante horas en el verano y el otoño de 1999 ya comienzos de 2000, siempre en hebreo y principalmente en Midtown Manhattan , Donde vivía el ex general.

Esas entrevistas pintan un cuadro del reconocimiento de Israel a principios de los años sesenta de que necesitaba un programa de choque para obtener la bomba. En 1963, el Sr. Yaakov, un coronel recién acuñado con títulos de ingeniería del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de Technion, el Instituto de Tecnología de Israel, se convirtió en oficial de enlace entre las Fuerzas de Defensa de Israel y las unidades civiles de defensa del país, Para hacer una bomba atómica.

Cuando el Sr. Yaakov contó la historia, en mayo de 1967, mientras las tensiones se alzaban con Egipto por su decisión de cerrar el Estrecho de Tirán entre el Golfo de Aqaba y el Mar Rojo, estaba a medio mundo, visitando la Corporación RAND en California. De repente fue convocado a Israel. Con claro que la guerra era inminente, dijo el Sr. Yaakov, inició, redactó y promovió un plan destinado a detonar un dispositivo nuclear en el desierto del Sinaí, escasamente poblado, en un despliegue de fuerza.

El sitio elegido para la explosión propuesta fue una cumbre a unos 12 kilómetros de un complejo militar egipcio en Abu Ageila, cruce de caminos críticos donde, el 5 de junio, Ariel Sharon comandó a las tropas israelíes en una batalla contra los egipcios. (Sharon más tarde se convirtió en primer ministro, y murió en 2014.)

El plan, si se activaba por orden del primer ministro y del jefe militar, debía enviar una pequeña fuerza paracaidista para desviar al ejército egipcio en el área desértica para que un equipo pudiera preparar los preparativos para la explosión atómica. Dos grandes helicópteros iban a aterrizar, entregar el dispositivo nuclear y luego crear un puesto de mando en un arroyo de montaña o cañón. Si la orden llegara a detonar, el destello cegador y la nube de hongos se habrían visto en todo el desierto de Sinaí y Negev, y tal vez hasta en El Cairo.

Es imposible saber cuál podría ser el alcance de las bajas. Eso habría dependido de desconocidos como el tamaño del arma, la densidad de población de la región y la dirección del viento el día de la detonación.

Yaakov describió un vuelo de reconocimiento de helicópteros que hizo con Israel Dostrovsky, el primer director general de la Comisión de Energía Atómica de Israel, el brazo civil del programa de bombas. El helicóptero tuvo que volver atrás después de que los pilotos se enteraron de que los aviones egipcios estaban despegando, tal vez para interceptarlos. "Nos acercamos muy cerca", recordó Yaakov. "Vimos la montaña, y vimos que hay un lugar donde esconderse allí, en algún cañón".

En la víspera de la guerra, dijo Yaakov, estaba lleno de las mismas dudas que habían roído a los científicos estadounidenses durante el Proyecto Manhattan. ¿La bomba explotaría? ¿Sobreviviría a la explosión?

Nunca llegó a averiguarlo. Israel derrotó a tres ejércitos árabes, ganó territorio cuatro veces su tamaño original y se convirtió en la principal potencia militar de la región utilizando armas convencionales.

No obstante, el Sr. Yaakov continuó presionando para una manifestación atómica para aclarar el nuevo estatus del país como una potencia nuclear. Pero la idea no llegó a ninguna parte. "Todavía pienso hasta el día de hoy que deberíamos haberlo hecho", le dijo al Dr. Cohen.

Durante una visita a Israel, un año después de contar su historia al Dr. Cohen en Nueva York, donde había trabajado como capitalista de riesgo después de haber jugado un papel clave en la fundación de la industria tecnológica de Israel, el Sr. Yaakov fue arrestado bajo cargos de "Alto espionaje" que llevaba una pena máxima de vida detrás de las rejas. Los cargos exactos eran un misterio, y fue puesto en un juicio secreto.

"Vemos esto como una historia muy triste de una persona que dedica su vida a la seguridad de Israel y termina atrapado en una gran historia que se desborda y pone en peligro su reputación, su carrera, su legado, todo", dijo Jack Chen, uno de sus abogados, dijo a The New York Times en ese momento.

Resultó que los cargos se centraban en sus conversaciones con el reportero israelí, cuyo relato del plan de 1967 fue censurado por los militares. El Sr. Yaakov fue declarado culpable de entregar información secreta sin autorización, el menor de los cargos en su contra. Le dieron una condena suspendida de dos años.

El periódico israelí Haaretz, en su obituario de Yaakov, dijo que nunca se había recuperado completamente de su juicio legal y, durante sus últimos días, discutió amargamente sus detalles con sus compañeros retirados.

El Dr. Cohen dijo que él y el Sr. Yaakov siguieron reuniéndose mucho después de las entrevistas y el juicio secreto -por ejemplo, en un restaurante de Tel Aviv alrededor de 2009. Dijo que había prometido al Sr. Yaakov que encontraría el momento adecuado y el Lugar adecuado para hacer pública su historia. Ahora, dijo, en el 50 aniversario de la guerra - con el Sr. Yaakov y tantos otros testigos muertos hace tiempo - parecía ser el momento adecuado.