Por falta de fondos, quedó suspendido el entrenamiento de pilotos de la Fuerza Aérea
La Fábrica Argentina de Aviones, encargada de brindar el servicio, comunicó la medida adoptada desde el 21 de junio
Infobae
La empresa encargada de la instrucción de parte del programa de vuelos militares en la Argentina anunció que se suspendió el procedimiento de entrenamiento de pilotos de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) por falta de fondos.
La Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) le comunicó la decisión a las FAA y el servicio que se ve afectado es el de la denominada Prestación de Horas de Vuelo en el Sistema Grob TP 120. La medida fue tomada desde el 21 de junio hasta la fecha y aún no se sabe cuándo podrá restituirse el servicio.
"Por la presente, me dirijo al señor Jefe a los efectos de informarle que a partir del día miércoles 21 de junio de 2017, la FAdeA se verá obligada a suspender el Servicio de Prestación de Vuelos Grob, que actualmente se lleva a cabo en la Escuela de Aviación Militar para el CBCAM (…) Motiva lo expuesto la falta, por parte de FAdeA, de los fondos necesarios para la adquisición de repuestos que aseguren el mantenimiento continuado de las aeronaves Grob TP 120-A, que prestan el mencionado servicio", expresó el comunicado presentado por la Fábrica Argentina de Aviones
El curso radica bajo la tutela del jefe de Estado Mayor Conjunto, cargo ocupado en la actualidad por el teniente general Bari Del Valle Sosa y el entrenamiento era realizado mediante la adquisición de 10 aviones alemanes modelo Grob TP 120 obtenidos por parte del Gobierno Nacional en 2013. Hasta ese momento, la Fuerza Aérea no disponía de un avión loable como para poder formar adecuadamente a los aspirantes.
La FAA le debe a la FAdeA más de un millón de dólares desde el mes de enero. Segun supo Infobae, si la situación no se regulariza en los próximos meses, la paralización de la empresa será total. La medida será tomada ante la falta de insumos y repuestos que están preparados desde hace meses en Alemania y esperan poder ser enviados a la Argentina.
Así, volvió a desnudarse la crisis presupuestaria existente entre la propia Fuerza Aérea y la FAdeA. El conflicto llegó incluso a afectar al suministro de material para la propia construcción de nuevas naves y para la refacción de las ya existentes.
Actualmente, la FAdeA tiene un contrato de alquiler con la FAA en el que se estipula el pago de 1.000 dólares por cada hora de vuelo de entrenamiento.
El faltante de repuestos es elocuente. Por eso, hoy una de las prácticas más habituales dentro de la empresa es la de utilizar partes de aviones en desuso para refaccionar los nuevos, en lugar de apuntar al uso de partes nuevas y modernas.
En tanto, mientras se intenta resolver la restitución de los fondos, la empresa estatal augura poder concretar las firmas de los contratos de la fabricación de un Jet de entrenamientos IA-63 Pampa versión III y de los servicios de mantenimiento de los aviones de la Fuerza Aérea. Sólo ese último servicio implicaría una entrada de unos 50 millones de dólares por año para FAdeA.
La Fuerza Aérea Argentina estuvo enfocada en las últimas semanas en la modernización de sus seis radares Elta EL/M2106 y en la actualización de las consolas de visualización de los mismos. Con los avances se aspira a poder acelerar la comunicación inalámbrica de los dispositivos, facilitar la identificación de trayectos de blancos detectados y agilizar la transmisión de información digital de todos sus sensores.
jueves, 29 de junio de 2017
SPAAG: ZA-35 (Sudáfrica)
Prototipo de cañón autopropulsado antiaéreo de 35-mm ZA-35 (Sudáfrica)
El trabajo de desarrollo del SPAAG ZA-35 se detuvo a principios de los 90s
La cañón antiaéreo autopropulsado ZA-35 fue desarrollado por ARMSCOR en los años 90 bajo el programa del Sistema de Defensa Aérea Autopropulsada ó ZA-SPADS. Sin embargo el trabajo de desarrollo sobre este SPAAG se ha detenido. Algunas fuentes afirman que fue construido un solo vehículo.
El SPAAG ZA-35 está armado con dos cañones M-35 de Lyttleton Ingeniería. Estas armas tienen un diseño simple y demostraron ser confiables. La tasa combinada de fuego es 1100 proyectiles por minuto. Esta SPAAG utiliza munición estándar de la OTAN. Se dispararon rondas HE-FRAG contra objetivos aéreos y AP-I, contra vehículos blindados ligeros. Esta ronda penetra en la placa de acero 100 mm a 1000 m de alcance. Las armas son cintas de munición de dos cargadores, sosteniendo 230 rondas cada uno. siendo que los cargadores se sustituyen en 8 minutos.
La ZA-35 está equipado con un radar de vigilancia y seguimiento EDR 110, que puede seguir hasta 100 blancos aéreos al mismo tiempo. Antena podrá elevarse a una altura de unos 5 metros para una mayor visibilidad, cuando el vehículo está parado. Puede proporcionar la orientación de datos a otros SPAAGs cerca y sistemas de defensa aérea, que no tienen radares. El vehículo está también equipado con sistema computarizado de control de disparo, totalmente estabilizada con el artillero provisto de un telémetro láser. La ZA-35 puede atacar objetivos en la noche y en cualesquiera condiciones meteorológicas.
El blindaje frontal del ZA-35 ofrece protección contra proyectiles de 23-mm. Protección 360° existe contra de pequeñas armas de fuego y esquirlas de artillería. De vehículos ha mejorado la protección contra las minas terrestres.
El vehículo tiene una tripulación de tres personas, incluyendo al comandante, artillero y conductor.
El ZA-35 se basa en un chasis del cazatanques 8x8 Rooikat extendido con ruedas. Compartimiento del motor está situado en la parte trasera del casco. El vehículo está propulsado por un motor diesel, el desarrollo de 563 CV. También está equipado con unidad de potencia auxiliar. Eñ inflado central de neumáticos está equipado para mejorar la movilidad a campo traviesa.
El ZA-35 estaba destinado a ser utilizado junto con los ZA-HVM-SAM de corto alcance, también basado en el chasis del Rooikat. Una batería de defensa antiaérea fue planeado para incluir de tres SPAAGs, un SPAAM, así como de radar de alerta local.
Tripulación 3 hombres
Dimensiones y peso
Peso 34 t
Longitud 7.2 m
Ancho 2.9 m
Altura (con la antena elevada) 6 m
Armamento
Cañón principal 2 x 35-mm
Peso del proyectil 0.55 kg
Alcance máximo de disparo 10 km
Tasa de fuego 1 100 rpm
Rango de elevación - 8 to + 81 grados
Rango de travesía 360 grados
Carga de munición
Arma principal 460 rondas
Movilidad
Motor diesel
Potencia del motor 563 hp
Máxima velocidad en ruta 120 km/h
Alcance 700 km
Military-Today
El trabajo de desarrollo del SPAAG ZA-35 se detuvo a principios de los 90s
La cañón antiaéreo autopropulsado ZA-35 fue desarrollado por ARMSCOR en los años 90 bajo el programa del Sistema de Defensa Aérea Autopropulsada ó ZA-SPADS. Sin embargo el trabajo de desarrollo sobre este SPAAG se ha detenido. Algunas fuentes afirman que fue construido un solo vehículo.
El SPAAG ZA-35 está armado con dos cañones M-35 de Lyttleton Ingeniería. Estas armas tienen un diseño simple y demostraron ser confiables. La tasa combinada de fuego es 1100 proyectiles por minuto. Esta SPAAG utiliza munición estándar de la OTAN. Se dispararon rondas HE-FRAG contra objetivos aéreos y AP-I, contra vehículos blindados ligeros. Esta ronda penetra en la placa de acero 100 mm a 1000 m de alcance. Las armas son cintas de munición de dos cargadores, sosteniendo 230 rondas cada uno. siendo que los cargadores se sustituyen en 8 minutos.
La ZA-35 está equipado con un radar de vigilancia y seguimiento EDR 110, que puede seguir hasta 100 blancos aéreos al mismo tiempo. Antena podrá elevarse a una altura de unos 5 metros para una mayor visibilidad, cuando el vehículo está parado. Puede proporcionar la orientación de datos a otros SPAAGs cerca y sistemas de defensa aérea, que no tienen radares. El vehículo está también equipado con sistema computarizado de control de disparo, totalmente estabilizada con el artillero provisto de un telémetro láser. La ZA-35 puede atacar objetivos en la noche y en cualesquiera condiciones meteorológicas.
El blindaje frontal del ZA-35 ofrece protección contra proyectiles de 23-mm. Protección 360° existe contra de pequeñas armas de fuego y esquirlas de artillería. De vehículos ha mejorado la protección contra las minas terrestres.
El vehículo tiene una tripulación de tres personas, incluyendo al comandante, artillero y conductor.
El ZA-35 se basa en un chasis del cazatanques 8x8 Rooikat extendido con ruedas. Compartimiento del motor está situado en la parte trasera del casco. El vehículo está propulsado por un motor diesel, el desarrollo de 563 CV. También está equipado con unidad de potencia auxiliar. Eñ inflado central de neumáticos está equipado para mejorar la movilidad a campo traviesa.
El ZA-35 estaba destinado a ser utilizado junto con los ZA-HVM-SAM de corto alcance, también basado en el chasis del Rooikat. Una batería de defensa antiaérea fue planeado para incluir de tres SPAAGs, un SPAAM, así como de radar de alerta local.
Tripulación 3 hombres
Dimensiones y peso
Peso 34 t
Longitud 7.2 m
Ancho 2.9 m
Altura (con la antena elevada) 6 m
Armamento
Cañón principal 2 x 35-mm
Peso del proyectil 0.55 kg
Alcance máximo de disparo 10 km
Tasa de fuego 1 100 rpm
Rango de elevación - 8 to + 81 grados
Rango de travesía 360 grados
Carga de munición
Arma principal 460 rondas
Movilidad
Motor diesel
Potencia del motor 563 hp
Máxima velocidad en ruta 120 km/h
Alcance 700 km
Military-Today
miércoles, 28 de junio de 2017
Conflictos americanos: El incidente de Pacocha
El combate de Pacocha
Las armadas de América ...del Sur, han escrito páginas de gloria que no son muy bien conocidas y que vale la pena recordar. Uno de esos significativos hechos tuvo como protagonista a la Armada del Perú en la segunda mitad del siglo XIX, cuando derrotó a buques de Su Majestad.
En ese hecho estuvo involucrado el Huáscar, uno de los buques emblemáticos de su armada clasificado como "blindado de mar" con espolón, que desplaza 1.130 toneladas, de 67 metros de eslora, 11 de manga, artillado con dos cañones Armstrong de 300 libras en una torre "Coles", y otros dos, de 40 libras a las bandas y un Armstrong de 12 libras a popa para tiro en retirada.
Sucedió que en el año 1877, el capitán de navío en situación de retiro Germán Astete (1), junto a dos oficiales de la marina de guerra peruana, de apellido Carrasco, abordaron al acorazado Huáscar cuando estaba al ancla en el Callao, redujeron a los oficiales y adhirieron a la revolución de Nicolás de Piérola, quien se había alzando en armas contra el presidente constitucional, Mariano Prado.
El Huáscar se hizo a la mar con el objetivo de llevar a cabo acciones corsarias contra el gobierno y sus aliados, llegando a interceptar buques extranjeros. Fue así que ordenaron detener la marcha y abordaron al John Elder, paquebote de bandera británica perteneciente a la Pacific Steam Navigation Company. Los amotinados quisieron violar la correspondencia oficial que transportaba, pero terminaron por desistir ante la resistencia de su capitán.
El gobierno organizó de inmediato una división de caza integrada por el blindado Independencia, la corbeta Unión, el monitor Atahualpa y la cañonera Pilcomayo, bajo el mando del Capitán de Fragata Juan Guillermo Moore.
La situación era muy comprometida para el gobierno, ya que un buque de su bandera, que si bien no respondía a sus mandos legítimos, estaba realizando acciones de guerra contra buques de otras potencias. El Encargado de negocios de la embajada de Su Majestad, James Graham, exigió al presidente Prado que tomara medidas enérgicas, al tiempo que el Almirantazgo decidió poner fin a aquellas acciones que afectaban el comercio.
El contralmirante de la Royal Navy, Algernon Frederick Rous de Horsey, que estaba destinado en Chile, viajó de urgencia a Lima para participar de la planificación de las acciones navales con el objetivo de perseguir y capturar al Huáscar. El alto jefe expresó con energía y convicción sus intenciones, enviándole al capitán Astete un mensaje en los siguientes términos:
Pero el comandante sublevado no se amilanó ante la amenaza, y le respondió con una carta donde le decía:
Las cartas estaban echadas y nada haría retroceder a dos hombres de carácter que sabían qué es lo que se juega en el mar y en la guerra.
La división enviada por el gobierno logró tenderle un cerco al Huáscar, pero éste se opuso a tal designio con una salva de sus cañones, perforando la coraza de Independencia, matándole a dos tripulantes y logrando escabullirse hacia mar abierto.
Sin embargo, un buque sin puerto es como un alma errante, así que el Huáscar no podía tomar amarras para reaprovisionarse, por lo que no le quedó otra alternativa a los sublevados que buscar el carbón y alimentos haciendo presas. Otros dos mercantes británicos cayeron en sus garras, lo que colmó la paciencia británica y les dió la perfecta excusa para pasar a la acción.
Fue así que en proximidad de la Bahía de Pacocha, sobre las costas peruanas, la fragata protegida HMS Shah y la corbeta HMS Amethyst lograron alcanzar al Huáscar. La Shah era la capitana y a bordo estaba el contraalmirante Rous de Horsey. Era un buque rápido para la época (16 nudos), desplazaba 6.250 toneladas y su artillería, de diferentes calibres, sumaba 16 bocas de fuego, todas ellas de avancarga, además de torpedos Whitehead. Estaba al mando del capitán Frederick George Denham Bedford. La HMS Amethyst, de 1970 toneladas, contaba con 14 piezas de 64 libras, así como torpedos Spar.
Conforme a las leyes de la guerra, el almirante envió una lancha al mando de un teniente, exigiendo la inmediata rendición del Huáscar y, a viva voz, le dijo a un oficial que lo observaba desde la borda:
El almirante británico estaba actuando más en base a una tradición y poderío de la Royal Navy esparcido por otras partes del mundo, que en base a las fuerzas que tenía en ese momento, ya que si bien superaba ampliamente en bocas de fuego a los peruanos, sus buques eran cascos reforzados, no auténticos blindados.
Nicolás de Piérola se puso las botas, el sable en su cintura y tras decirle a los británicos que se estaban metiendo en los asuntos internos de un país soberano, les informó que la bandera del Huáscar solo sería arriada cuando nadie pudiera sostenerla a bordo.
"Hombres del Huáscar: Todos a sus puestos. Ahora la revolución de Piérola ha concluido. Ahora somos sólo peruanos ante quienes el destino ha encargado la defensa de nuestra bandera y la de toda América. ¡Viva el Perú!".
Esa misma tarde, a eso de las tres, el almirante británico puso sus buques en línea de fondo a poco menos de 2.000 yardas y ordenó a las baterías que dispararan una primera andanada. Los proyectiles rebotaban en el blindaje de cinco pulgadas del Huascar, levantando chispas, torciendo algunas chapas, cortando drizas pero si causar ninguna avería, apenas quebrando el asta de popa lo que le hizo creer, por un instante, que el pabellón había sido arriado.
Por su parte, el Huáscar realizó durante dos horas las maniobras evasivas -a pesar de su menor velocidad, de solo 11 nudos- con sus fuegos, llegando incluso a arremeter con la idea de clavarles el espolón para mandar a pique a sus contrincantes. Los británicos decidieron jugarse la carta que les quedaba y era emplear una nueva arma, con la que se tenía poca experiencia pero que se creía letal para un casco a flote: el torpedo. Así que se lanzó una de aquellas máquinas infernales de hélices contrarrotantes, un Whitehead de la clase Fiume, calibre 350 mm, cuyo motor de tres cilindros le permitía filar 18 nudos en corrida recta y cuya carga explosiva de 12 kg podía ser proyectada hasta una distancia de 600 metros.
Si bien erró el blanco gracias a la maniobra evasiva del Huáscar, que podía virar 180 grados en apenas dos minutos, consignan las crónicas que fue la primera vez en la historia naval que un torpedo motorizado fue usado en combate. Igualmente, fue tambièn la última vez que buques británicos con casco de madera y cañones de avancarga presentaban batalla.
Otra anécdota curiosa, que probablemente sea una leyenda, es que "los artilleros del HMS Shah solicitaron la orden por escrito, "pues los peruanos habían demostrado ser unos oponentes galantes y no merecían una suerte tan terrible".
Del lado de los peruanos la puntería no era mejor, ya que no acertaban una sola andanada de sus piezas de mayor calibre que, de golpear en los cascos ingleses, podrían hacerlos zozobrar en pocos minutos, así que se hizo la noche sin que nadie recibiera el castigo que prometían las armas, excepto un muerto de lado de los peruanos y algunos heridos los británicos.
Se habían disparados en total del lado inglés 427 tiros, de los cuales medio centenar dió en el Huascar pero gracias a su poderoso blindaje no le causaron daños.
Al caer la noche y con ello tornarse imposible seguir batallando, cesó la persecución, el Huascar se alejó de la zona y transcurridas 48 horas los revolucionarios se entregaron a las fuerzas consitucionales al comprender que era inútil seguir peleando por una causa que, valga la metáfora, hacía agua por todos lados ya que no habían logrado el apoyo que esperaban.
Lo cierto es que los buques de Su Majestad habían violado la soberanía del Perú al hacer uso de sus armas dentro de sus aguas territoriales, y nada menos contra un blanco que suponía reprimir una cuestión interna ya que el buque era tripulado por amotinados.
Los ingleses, aunque se retiraron de las aguas peruanas con el rabo entre las patas y los comandantes en operaciones fueron severamente criticados por su acción, que terminó de hecho en una derrota humillante, el contralmirante Algernon Frederick Rous de Horsey dijo en su informe que "El blindado peruano ejecutó una hermosa acción naval".
1877 - Combate entre los británicos SHAH y AMETHYST, y el encorazado peruano con torre HUASCAR (a la derecha).
Becquer
(1) El capitán Astete murió en la batalla de Huamachuco, en 1883, durante
la Guerra del Pacífico.
(2) Una más completa historia y profundamente documentada sobre la batalla de Pacocha, escrita por Juan del Campo, puede consultarse aquí
Las armadas de América ...del Sur, han escrito páginas de gloria que no son muy bien conocidas y que vale la pena recordar. Uno de esos significativos hechos tuvo como protagonista a la Armada del Perú en la segunda mitad del siglo XIX, cuando derrotó a buques de Su Majestad.
En ese hecho estuvo involucrado el Huáscar, uno de los buques emblemáticos de su armada clasificado como "blindado de mar" con espolón, que desplaza 1.130 toneladas, de 67 metros de eslora, 11 de manga, artillado con dos cañones Armstrong de 300 libras en una torre "Coles", y otros dos, de 40 libras a las bandas y un Armstrong de 12 libras a popa para tiro en retirada.
Sucedió que en el año 1877, el capitán de navío en situación de retiro Germán Astete (1), junto a dos oficiales de la marina de guerra peruana, de apellido Carrasco, abordaron al acorazado Huáscar cuando estaba al ancla en el Callao, redujeron a los oficiales y adhirieron a la revolución de Nicolás de Piérola, quien se había alzando en armas contra el presidente constitucional, Mariano Prado.
El Huáscar se hizo a la mar con el objetivo de llevar a cabo acciones corsarias contra el gobierno y sus aliados, llegando a interceptar buques extranjeros. Fue así que ordenaron detener la marcha y abordaron al John Elder, paquebote de bandera británica perteneciente a la Pacific Steam Navigation Company. Los amotinados quisieron violar la correspondencia oficial que transportaba, pero terminaron por desistir ante la resistencia de su capitán.
El gobierno organizó de inmediato una división de caza integrada por el blindado Independencia, la corbeta Unión, el monitor Atahualpa y la cañonera Pilcomayo, bajo el mando del Capitán de Fragata Juan Guillermo Moore.
La situación era muy comprometida para el gobierno, ya que un buque de su bandera, que si bien no respondía a sus mandos legítimos, estaba realizando acciones de guerra contra buques de otras potencias. El Encargado de negocios de la embajada de Su Majestad, James Graham, exigió al presidente Prado que tomara medidas enérgicas, al tiempo que el Almirantazgo decidió poner fin a aquellas acciones que afectaban el comercio.
El contralmirante de la Royal Navy, Algernon Frederick Rous de Horsey, que estaba destinado en Chile, viajó de urgencia a Lima para participar de la planificación de las acciones navales con el objetivo de perseguir y capturar al Huáscar. El alto jefe expresó con energía y convicción sus intenciones, enviándole al capitán Astete un mensaje en los siguientes términos:
"Si se repite, señor, un acto similar al cometido contra los vapores John Elder y Santa Rosa, me veré forzado a tomar posesión del barco por la fuerza y retornarlo a las autoridades legales. Acciones de esa naturaleza serán consideradas una causa justa para su captura por parte de las fuerzas navales de su Majestad Real".
Pero el comandante sublevado no se amilanó ante la amenaza, y le respondió con una carta donde le decía:
"Las fuerzas bajo mi mando son conscientes de los derechos y obligaciones que la práctica y el código de las naciones establecen en nuestras costas. Están muy lejos de haber violado dichas leyes y la información con respecto a los incidentes ocurridos con el John Elder y el Santa Rosa no es totalmente cierta. En todo caso, apoyado en mi derecho, pero por sobre todo, encima de cualquier interés personal el de la soberanía y la dignidad de la República, rechazo con calma pero firme resolución, no sólo en mi nombre y el de mi tripulación, pero en el nombre del Perú, la amenaza incluida en su carta. Declaro, señor almirante que -Dios no lo permita- si llega el caso que una agresión sea cometida por su comando, cumpliré con mi deber".
Las cartas estaban echadas y nada haría retroceder a dos hombres de carácter que sabían qué es lo que se juega en el mar y en la guerra.
La división enviada por el gobierno logró tenderle un cerco al Huáscar, pero éste se opuso a tal designio con una salva de sus cañones, perforando la coraza de Independencia, matándole a dos tripulantes y logrando escabullirse hacia mar abierto.
Sin embargo, un buque sin puerto es como un alma errante, así que el Huáscar no podía tomar amarras para reaprovisionarse, por lo que no le quedó otra alternativa a los sublevados que buscar el carbón y alimentos haciendo presas. Otros dos mercantes británicos cayeron en sus garras, lo que colmó la paciencia británica y les dió la perfecta excusa para pasar a la acción.
Fue así que en proximidad de la Bahía de Pacocha, sobre las costas peruanas, la fragata protegida HMS Shah y la corbeta HMS Amethyst lograron alcanzar al Huáscar. La Shah era la capitana y a bordo estaba el contraalmirante Rous de Horsey. Era un buque rápido para la época (16 nudos), desplazaba 6.250 toneladas y su artillería, de diferentes calibres, sumaba 16 bocas de fuego, todas ellas de avancarga, además de torpedos Whitehead. Estaba al mando del capitán Frederick George Denham Bedford. La HMS Amethyst, de 1970 toneladas, contaba con 14 piezas de 64 libras, así como torpedos Spar.
Conforme a las leyes de la guerra, el almirante envió una lancha al mando de un teniente, exigiendo la inmediata rendición del Huáscar y, a viva voz, le dijo a un oficial que lo observaba desde la borda:
"Dígale al comandante del Huáscar que he venido a tomar posesión del barco en nombre de la Reina Victoria. Si su bandera no es arriada, me veré forzado a capturarlo por la fuerza", para despues prometer respetar las vidas de los tripulantes y entregarlos en un punto neutral "que podrá ser decidido por su comandante".
El almirante británico estaba actuando más en base a una tradición y poderío de la Royal Navy esparcido por otras partes del mundo, que en base a las fuerzas que tenía en ese momento, ya que si bien superaba ampliamente en bocas de fuego a los peruanos, sus buques eran cascos reforzados, no auténticos blindados.
Nicolás de Piérola se puso las botas, el sable en su cintura y tras decirle a los británicos que se estaban metiendo en los asuntos internos de un país soberano, les informó que la bandera del Huáscar solo sería arriada cuando nadie pudiera sostenerla a bordo.
"Hombres del Huáscar: Todos a sus puestos. Ahora la revolución de Piérola ha concluido. Ahora somos sólo peruanos ante quienes el destino ha encargado la defensa de nuestra bandera y la de toda América. ¡Viva el Perú!".
Esa misma tarde, a eso de las tres, el almirante británico puso sus buques en línea de fondo a poco menos de 2.000 yardas y ordenó a las baterías que dispararan una primera andanada. Los proyectiles rebotaban en el blindaje de cinco pulgadas del Huascar, levantando chispas, torciendo algunas chapas, cortando drizas pero si causar ninguna avería, apenas quebrando el asta de popa lo que le hizo creer, por un instante, que el pabellón había sido arriado.
Por su parte, el Huáscar realizó durante dos horas las maniobras evasivas -a pesar de su menor velocidad, de solo 11 nudos- con sus fuegos, llegando incluso a arremeter con la idea de clavarles el espolón para mandar a pique a sus contrincantes. Los británicos decidieron jugarse la carta que les quedaba y era emplear una nueva arma, con la que se tenía poca experiencia pero que se creía letal para un casco a flote: el torpedo. Así que se lanzó una de aquellas máquinas infernales de hélices contrarrotantes, un Whitehead de la clase Fiume, calibre 350 mm, cuyo motor de tres cilindros le permitía filar 18 nudos en corrida recta y cuya carga explosiva de 12 kg podía ser proyectada hasta una distancia de 600 metros.
Si bien erró el blanco gracias a la maniobra evasiva del Huáscar, que podía virar 180 grados en apenas dos minutos, consignan las crónicas que fue la primera vez en la historia naval que un torpedo motorizado fue usado en combate. Igualmente, fue tambièn la última vez que buques británicos con casco de madera y cañones de avancarga presentaban batalla.
Otra anécdota curiosa, que probablemente sea una leyenda, es que "los artilleros del HMS Shah solicitaron la orden por escrito, "pues los peruanos habían demostrado ser unos oponentes galantes y no merecían una suerte tan terrible".
Del lado de los peruanos la puntería no era mejor, ya que no acertaban una sola andanada de sus piezas de mayor calibre que, de golpear en los cascos ingleses, podrían hacerlos zozobrar en pocos minutos, así que se hizo la noche sin que nadie recibiera el castigo que prometían las armas, excepto un muerto de lado de los peruanos y algunos heridos los británicos.
Se habían disparados en total del lado inglés 427 tiros, de los cuales medio centenar dió en el Huascar pero gracias a su poderoso blindaje no le causaron daños.
Al caer la noche y con ello tornarse imposible seguir batallando, cesó la persecución, el Huascar se alejó de la zona y transcurridas 48 horas los revolucionarios se entregaron a las fuerzas consitucionales al comprender que era inútil seguir peleando por una causa que, valga la metáfora, hacía agua por todos lados ya que no habían logrado el apoyo que esperaban.
Lo cierto es que los buques de Su Majestad habían violado la soberanía del Perú al hacer uso de sus armas dentro de sus aguas territoriales, y nada menos contra un blanco que suponía reprimir una cuestión interna ya que el buque era tripulado por amotinados.
Los ingleses, aunque se retiraron de las aguas peruanas con el rabo entre las patas y los comandantes en operaciones fueron severamente criticados por su acción, que terminó de hecho en una derrota humillante, el contralmirante Algernon Frederick Rous de Horsey dijo en su informe que "El blindado peruano ejecutó una hermosa acción naval".
1877 - Combate entre los británicos SHAH y AMETHYST, y el encorazado peruano con torre HUASCAR (a la derecha).
Becquer
(1) El capitán Astete murió en la batalla de Huamachuco, en 1883, durante
la Guerra del Pacífico.
(2) Una más completa historia y profundamente documentada sobre la batalla de Pacocha, escrita por Juan del Campo, puede consultarse aquí
G6D: La increíble concesión de Israel
La Asombrosa Concesión Israelí de 1967
En un momento de triunfo, la bandera de Israel fue izada sobre el recién conquistado Monte del Templo, luego rápidamente replegada.
El comandante israelí Motta Gur y su brigada observan el Monte del Templo durante la Guerra de 1967
YOSSI KLEIN HALEVI | The Atlantic
El 6 de junio de 1967, el mayor Arik Achmon, jefe de inteligencia de la Brigada 55 de los reservistas de paracaidistas de Israel, celebró su 34 cumpleaños mientras estaba de pie en un tejado en un barrio judío ultraortodoxo que pasaba por alto la tierra de nadie, Alambre de púas y búnkeres fortificados que separan la Jerusalén occidental del Jerusalén oriental. Alzando binoculares, pudo ver muy poco a través de la oscuridad casi total y el humo que se elevaba de los proyectiles de artillería que caían a cada lado de la divisoria urbana. Pero cuando llamó por radio al cuartel general, buscando una actualización sobre los movimientos de tropas jordanos, la respuesta fue la misma que había estado recibiendo todo el día: Lo siento, sabemos tan poco como usted.
La asombrosa e inédita historia de la batalla de Jerusalén fue la forma en que Israel estaba mal preparado para la más mítica batalla de su historia: La conquista de los paracaidistas de Jerusalén Este y la Ciudad Vieja, incluyendo los dos sitios más sagrados al Judaísmo, El Muro Occidental. Pocas batallas con tan fatales consecuencias fueron tan fortuitas y no planificadas. A pesar de las acusaciones periódicas de que Israel provocó la guerra para apoderarse de Jerusalén oriental, Achmon me dijo en una conversación reciente que no había planes de contingencia accesibles y poca inteligencia.
Aún más sorprendente fue la decisión israelí, en el momento de la victoria, de conceder soberanía sobre el Monte del Templo, el sitio más sagrado del Judaísmo.
En las semanas previas a la guerra, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser expulsó a las fuerzas de paz de la ONU del Sinaí, inició una masiva concentración de tropas en la frontera con Israel, prometió la inminente destrucción de Israel y bloqueó el Estrecho de Tirán. Finalmente, el 5 de junio, los aviones israelíes lanzaron un ataque preventivo, destruyendo la mayor parte de la fuerza aérea egipcia en el suelo. Esa misma mañana, el rey Hussein de Jordania, que había firmado un pacto militar con Egipto, lanzó un bombardeo contra barrios judíos en Jerusalén occidental. El primer ministro de Israel, Levi Eshkol, envió un mensaje a Hussein: cesar de disparar y no atacaremos. Hussein, convencido por Nasser de que las fuerzas egipcias victoriosas estaban en camino a Tel Aviv, ignoró el llamamiento.
La Brigada Paracaidista 55 se había formado un año antes. Aunque algunos de sus hombres eran veteranos de las incursiones de comandos de Israel contra bases terroristas en la década de 1950, la mayoría eran jóvenes reservistas de 20 años sin experiencia en combate. Lo más perjudicial de todos, la Brigada 55 se había preparado para la guerra equivocada. En las semanas previas a la huelga preventiva de Israel en el Sinaí, Achmon y su equipo habían preparado informes de inteligencia para la conquista de El Arish, una ciudad fuertemente fortificada en la costa del Sinaí. "Yo conocía todas las posiciones egipcias allí", me dijo Achmon. Y no sabía casi nada acerca de Jerusalén.
Pero luego, cuando la artillería jordana golpeó cientos de apartamentos israelíes en Jerusalén occidental, los paracaidistas fueron enviados a Jerusalén y le dieron 12 horas para prepararse para el ataque. La misión, al menos inicialmente, se limitó a detener el bombardeo jordano de barrios judíos y rescatar a una unidad israelí sitiada en el monte Scopus, el único enclave israelí en Jerusalén Este. La operación limitada excluyó la Ciudad Vieja y sus sitios sagrados.
"Nuestra tarea era imposible", dijo Achmon. "No puedes planear una batalla urbana en 12 horas. No puedes atacar posiciones fortificadas sin inteligencia adecuada. Pero nos dieron la misión y no dudamos por un momento de que lo cumpliríamos. Sabíamos que habría un precio muy alto, pero la misión era esencial. "
A las 2 de la mañana del 6 de junio, los paracaidistas, comandados por el Coronel Motta Gur, cruzaron la tierra de nadie. Uno de los tres batallones de la brigada 55 atacó la posición jordana conocida como la colina de la munición, y luchó una de las batallas más sangrientas de la guerra, combate mano a mano en trincheras. Otro batallón se dirigió hacia el Rockefeller Museum, un enorme complejo construido por la familia Rockefeller en la década de 1930 para albergar artefactos arqueológicos. El Rockefeller era adyacente a la ciudad vieja amurallada y sería el punto de parada para el ataque si el gobierno dio la orden. Pero careciendo de mapas de la calle, algunas unidades se perdieron. Un oficial detuvo a un anciano palestino en la calle y le preguntó: ¿Qué camino hacia el Rockefeller? Otro oficial se perdió el turno hacia el Rockefeller y llevó a sus hombres directamente a una línea de fortificaciones jordanas. Las calles se llenaron de muertos y heridos.
Incluso en esta etapa tardía, los paracaidistas tenían poca idea de lo que les esperaba en los estrechos callejones de la Ciudad Vieja amurallada. De hecho, la mayoría de las tropas jordanas estacionadas dentro de las murallas se habían deslizado la noche anterior; La Ciudad Vieja estaba abierta.
El medio camino de Gur condujo el ataque, estrellándose a través de las enormes puertas de bronce en la Via Delarosa, luego girando a la izquierda y sobre el Monte del Templo. Gur y Achmon se precipitaron por un tramo de escaleras que conducían a una gran plaza -la cúpula dorada de la Roca y la cúpula de plata Al-Aqsa. Gur informó por radio: "El Monte del Templo está en nuestras manos". Él no sólo estaba haciendo un reporte militar, sino apostando una reclamación histórica. El foco de siglos de anhelo judío, el lugar hacia el cual los judíos oraban sin importar dónde vivían, estaba ahora en manos israelíes.
El jefe de comunicaciones de la brigada, Ezra Orni, recuperó una bandera israelí de su bolsa y preguntó a Gur si debía colgarla sobre la Cúpula de la Roca. "Yalla", dijo Gur, sube. Achmon lo acompañó a la Cúpula de la Roca. Subieron a la parte superior del edificio y colocaron victoriosamente la bandera israelí en un poste coronado con una media luna islámica.
Excepto entonces la bandera fue bajada rápida y sin ceremonias. El ministro de Defensa Moshe Dayan, observando la escena a través de binoculares del Monte Scopus, urgió a Gur por radio y exigió: ¿Quieres incendiar el Medio Oriente? Gur le dijo a Achmon que retirara la bandera. Pero Achmon no podía soportar la idea de bajar la bandera israelí, por lo que ordenó a uno de sus hombres que lo hiciera en su lugar.
Es, en retrospectiva, un momento asombroso de restricción religiosa. El pueblo judío acababa de regresar a su sitio más sagrado, del que se le había negado el acceso durante siglos, sólo para entregar efectivamente la soberanía en su momento de triunfo. Poco después de la guerra, Dayan se reunió con los funcionarios del Wakf musulmán, que gobernó el sitio sagrado, y formalmente devolvió el monte a su control. Mientras los soldados israelíes determinarían la seguridad y estarían de pie en las puertas, el Wakf determinaría quién oró en el sitio, un arreglo que efectivamente prohibiría la oración no musulmana. El Monte del Templo ya no estaba en las manos de Gur.
Una victoria imprevista terminó en una concesión espontánea. Ninguna reunión del gabinete autorizó el movimiento de Dayan. El ministro de Defensa simplemente aprovechó su popularidad dentro del público israelí para gestionar el problema religioso más sensible de Israel, un acuerdo que ha persistido desde entonces.
Al ceder el derecho de los judíos a rezar en el Monte, la intención de Dayan era minimizar el derramamiento de sangre y evitar que el conflicto palestino-israelí se convirtiera en una guerra santa. Fue apoyado por la mayor parte del establishment religioso de Israel, que estaba interesado en impedir que los judíos invadieran el Santo de los Santos, el área del antiguo Templo al que sólo se permitía entrar al Sumo Sacerdote y sólo en Yom Kippur, Ubicación ya no se conocía.
Los israelíes todavía discuten con vehemencia si Dayan actuó con sabiduría o debilidad. Un grupo de presión del Knesset ha intentado, sin éxito, presionar al gobierno para que permita alguna forma de oración judía en el Monte. Mientras tanto, pequeños grupos de judíos religiosos suben al Monte, buscando mantener una presencia judía. Mientras caminan por la plaza de piedra, están acompañados por guardias Wakf que vigilan sus labios para asegurarse de que no se recitan oraciones. Los judíos que intentan orar en el Monte son escoltados.
A pesar de todo el dolor que muchos israelíes sienten al negarse el derecho a orar en lo que es, después de todo, el sitio más sagrado del Judaísmo, todo gobierno israelí, incluso por la derecha política, ha mantenido el statu quo.
Ahora, mirando hacia atrás, Achmon sostiene la decisión de Dayan de bajar la bandera sobre la Cúpula de la Roca. "Estábamos todos en la euforia y sólo Dayan estaba pensando con una cabeza clara y entendió las consecuencias más amplias", dijo Achmon, que acaba de celebrar su 84 cumpleaños. "¿Puedes imaginar cuál habría sido la reacción en el mundo musulmán si se hubiera publicado una fotografía de eso? Estoy orgulloso de que hayamos levantado la bandera, y estoy aliviado de que la hayamos bajado ".
En un momento de triunfo, la bandera de Israel fue izada sobre el recién conquistado Monte del Templo, luego rápidamente replegada.
El comandante israelí Motta Gur y su brigada observan el Monte del Templo durante la Guerra de 1967
YOSSI KLEIN HALEVI | The Atlantic
El 6 de junio de 1967, el mayor Arik Achmon, jefe de inteligencia de la Brigada 55 de los reservistas de paracaidistas de Israel, celebró su 34 cumpleaños mientras estaba de pie en un tejado en un barrio judío ultraortodoxo que pasaba por alto la tierra de nadie, Alambre de púas y búnkeres fortificados que separan la Jerusalén occidental del Jerusalén oriental. Alzando binoculares, pudo ver muy poco a través de la oscuridad casi total y el humo que se elevaba de los proyectiles de artillería que caían a cada lado de la divisoria urbana. Pero cuando llamó por radio al cuartel general, buscando una actualización sobre los movimientos de tropas jordanos, la respuesta fue la misma que había estado recibiendo todo el día: Lo siento, sabemos tan poco como usted.
La asombrosa e inédita historia de la batalla de Jerusalén fue la forma en que Israel estaba mal preparado para la más mítica batalla de su historia: La conquista de los paracaidistas de Jerusalén Este y la Ciudad Vieja, incluyendo los dos sitios más sagrados al Judaísmo, El Muro Occidental. Pocas batallas con tan fatales consecuencias fueron tan fortuitas y no planificadas. A pesar de las acusaciones periódicas de que Israel provocó la guerra para apoderarse de Jerusalén oriental, Achmon me dijo en una conversación reciente que no había planes de contingencia accesibles y poca inteligencia.
Aún más sorprendente fue la decisión israelí, en el momento de la victoria, de conceder soberanía sobre el Monte del Templo, el sitio más sagrado del Judaísmo.
En las semanas previas a la guerra, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser expulsó a las fuerzas de paz de la ONU del Sinaí, inició una masiva concentración de tropas en la frontera con Israel, prometió la inminente destrucción de Israel y bloqueó el Estrecho de Tirán. Finalmente, el 5 de junio, los aviones israelíes lanzaron un ataque preventivo, destruyendo la mayor parte de la fuerza aérea egipcia en el suelo. Esa misma mañana, el rey Hussein de Jordania, que había firmado un pacto militar con Egipto, lanzó un bombardeo contra barrios judíos en Jerusalén occidental. El primer ministro de Israel, Levi Eshkol, envió un mensaje a Hussein: cesar de disparar y no atacaremos. Hussein, convencido por Nasser de que las fuerzas egipcias victoriosas estaban en camino a Tel Aviv, ignoró el llamamiento.
La Brigada Paracaidista 55 se había formado un año antes. Aunque algunos de sus hombres eran veteranos de las incursiones de comandos de Israel contra bases terroristas en la década de 1950, la mayoría eran jóvenes reservistas de 20 años sin experiencia en combate. Lo más perjudicial de todos, la Brigada 55 se había preparado para la guerra equivocada. En las semanas previas a la huelga preventiva de Israel en el Sinaí, Achmon y su equipo habían preparado informes de inteligencia para la conquista de El Arish, una ciudad fuertemente fortificada en la costa del Sinaí. "Yo conocía todas las posiciones egipcias allí", me dijo Achmon. Y no sabía casi nada acerca de Jerusalén.
Pero luego, cuando la artillería jordana golpeó cientos de apartamentos israelíes en Jerusalén occidental, los paracaidistas fueron enviados a Jerusalén y le dieron 12 horas para prepararse para el ataque. La misión, al menos inicialmente, se limitó a detener el bombardeo jordano de barrios judíos y rescatar a una unidad israelí sitiada en el monte Scopus, el único enclave israelí en Jerusalén Este. La operación limitada excluyó la Ciudad Vieja y sus sitios sagrados.
"Nuestra tarea era imposible", dijo Achmon. "No puedes planear una batalla urbana en 12 horas. No puedes atacar posiciones fortificadas sin inteligencia adecuada. Pero nos dieron la misión y no dudamos por un momento de que lo cumpliríamos. Sabíamos que habría un precio muy alto, pero la misión era esencial. "
A las 2 de la mañana del 6 de junio, los paracaidistas, comandados por el Coronel Motta Gur, cruzaron la tierra de nadie. Uno de los tres batallones de la brigada 55 atacó la posición jordana conocida como la colina de la munición, y luchó una de las batallas más sangrientas de la guerra, combate mano a mano en trincheras. Otro batallón se dirigió hacia el Rockefeller Museum, un enorme complejo construido por la familia Rockefeller en la década de 1930 para albergar artefactos arqueológicos. El Rockefeller era adyacente a la ciudad vieja amurallada y sería el punto de parada para el ataque si el gobierno dio la orden. Pero careciendo de mapas de la calle, algunas unidades se perdieron. Un oficial detuvo a un anciano palestino en la calle y le preguntó: ¿Qué camino hacia el Rockefeller? Otro oficial se perdió el turno hacia el Rockefeller y llevó a sus hombres directamente a una línea de fortificaciones jordanas. Las calles se llenaron de muertos y heridos.
En la mañana del 7 de junio, Eshkol envió un último llamamiento a Hussein: Si aceptas las conversaciones de paz, no invadiremos. Hussein no respondió y el gobierno ordenó a los paracaidistas que entraran en la Ciudad Vieja.
El ministro de Defensa Moshe Dayan, mirando la escena a través de binoculares, urgió a Gur por radio y exigió: ¿Quieres incendiar el Medio Oriente?
Incluso en esta etapa tardía, los paracaidistas tenían poca idea de lo que les esperaba en los estrechos callejones de la Ciudad Vieja amurallada. De hecho, la mayoría de las tropas jordanas estacionadas dentro de las murallas se habían deslizado la noche anterior; La Ciudad Vieja estaba abierta.
El medio camino de Gur condujo el ataque, estrellándose a través de las enormes puertas de bronce en la Via Delarosa, luego girando a la izquierda y sobre el Monte del Templo. Gur y Achmon se precipitaron por un tramo de escaleras que conducían a una gran plaza -la cúpula dorada de la Roca y la cúpula de plata Al-Aqsa. Gur informó por radio: "El Monte del Templo está en nuestras manos". Él no sólo estaba haciendo un reporte militar, sino apostando una reclamación histórica. El foco de siglos de anhelo judío, el lugar hacia el cual los judíos oraban sin importar dónde vivían, estaba ahora en manos israelíes.
El jefe de comunicaciones de la brigada, Ezra Orni, recuperó una bandera israelí de su bolsa y preguntó a Gur si debía colgarla sobre la Cúpula de la Roca. "Yalla", dijo Gur, sube. Achmon lo acompañó a la Cúpula de la Roca. Subieron a la parte superior del edificio y colocaron victoriosamente la bandera israelí en un poste coronado con una media luna islámica.
Excepto entonces la bandera fue bajada rápida y sin ceremonias. El ministro de Defensa Moshe Dayan, observando la escena a través de binoculares del Monte Scopus, urgió a Gur por radio y exigió: ¿Quieres incendiar el Medio Oriente? Gur le dijo a Achmon que retirara la bandera. Pero Achmon no podía soportar la idea de bajar la bandera israelí, por lo que ordenó a uno de sus hombres que lo hiciera en su lugar.
Es, en retrospectiva, un momento asombroso de restricción religiosa. El pueblo judío acababa de regresar a su sitio más sagrado, del que se le había negado el acceso durante siglos, sólo para entregar efectivamente la soberanía en su momento de triunfo. Poco después de la guerra, Dayan se reunió con los funcionarios del Wakf musulmán, que gobernó el sitio sagrado, y formalmente devolvió el monte a su control. Mientras los soldados israelíes determinarían la seguridad y estarían de pie en las puertas, el Wakf determinaría quién oró en el sitio, un arreglo que efectivamente prohibiría la oración no musulmana. El Monte del Templo ya no estaba en las manos de Gur.
Una victoria imprevista terminó en una concesión espontánea. Ninguna reunión del gabinete autorizó el movimiento de Dayan. El ministro de Defensa simplemente aprovechó su popularidad dentro del público israelí para gestionar el problema religioso más sensible de Israel, un acuerdo que ha persistido desde entonces.
Al ceder el derecho de los judíos a rezar en el Monte, la intención de Dayan era minimizar el derramamiento de sangre y evitar que el conflicto palestino-israelí se convirtiera en una guerra santa. Fue apoyado por la mayor parte del establishment religioso de Israel, que estaba interesado en impedir que los judíos invadieran el Santo de los Santos, el área del antiguo Templo al que sólo se permitía entrar al Sumo Sacerdote y sólo en Yom Kippur, Ubicación ya no se conocía.
Los israelíes todavía discuten con vehemencia si Dayan actuó con sabiduría o debilidad. Un grupo de presión del Knesset ha intentado, sin éxito, presionar al gobierno para que permita alguna forma de oración judía en el Monte. Mientras tanto, pequeños grupos de judíos religiosos suben al Monte, buscando mantener una presencia judía. Mientras caminan por la plaza de piedra, están acompañados por guardias Wakf que vigilan sus labios para asegurarse de que no se recitan oraciones. Los judíos que intentan orar en el Monte son escoltados.
A pesar de todo el dolor que muchos israelíes sienten al negarse el derecho a orar en lo que es, después de todo, el sitio más sagrado del Judaísmo, todo gobierno israelí, incluso por la derecha política, ha mantenido el statu quo.
Ahora, mirando hacia atrás, Achmon sostiene la decisión de Dayan de bajar la bandera sobre la Cúpula de la Roca. "Estábamos todos en la euforia y sólo Dayan estaba pensando con una cabeza clara y entendió las consecuencias más amplias", dijo Achmon, que acaba de celebrar su 84 cumpleaños. "¿Puedes imaginar cuál habría sido la reacción en el mundo musulmán si se hubiera publicado una fotografía de eso? Estoy orgulloso de que hayamos levantado la bandera, y estoy aliviado de que la hayamos bajado ".
SGM: Imágenes del Lancaster (1/2)
20 imágenes de bombarderos de Lancaster
War History Online
Parte 1 | Parte 2
Uno de los aviones más emblemáticos de la Segunda Guerra Mundial, el bombardero británico Avro Lancaster de la RAF con cuatro motores, de los cuales más de 7.000 fueron construidos.
El Lancaster entró en servicio con el Comando de Bombarderos de la RAF en 1942 y voló 156.000 salidas, dejando caer más de 608.612 toneladas de bombas. Siendo capaz de transportar 6.350 kg (14.000 libras) de bombas normales ( e incluso la bomba Grand Slam de 9.980 lg (22.000 libras), fue este bombardero el que destruyó la industria, los ferrocarriles, los búnkeres y las ciudades alemanas.
También fue el Lancaster que se utilizó en la misión Dambusters, dejando caer bombas que destruyeron las presas en el río Ruhr.
Diecisiete Lancasters sobreviven hasta el día de hoy, dos de ellos son aeronavegables y un tercio está preparado para el vuelo.
Fotografía mirando hacia atrás sobre el ala de estribor de un Lancaster del Escuadrón 61, Comando de Bombardero, después de un ataque a U-751 en el Golfo de Vizcaya, el 17 de julio de 1942. El U-barco había sido atacado y lisiado por un Whitley de No 502 Squadron antes, antes de ser finalmente hundido por los cargos de profundidad cayó por el Lancaster.
En su base, East Wretham, Norfolk, dos miembros de la tripulación de Avro Lancaster B Mark II, DS669 'KO-L', del Escuadrón No. 115 de la RAF, examinan la parte trasera de sus aviones, donde la torreta trasera, con Su desafortunado artillero, fue cortado por las bombas lanzadas desde un avión que volaba arriba, durante una incursión en Colonia la noche del 28/29 de junio de 1943.
El personal necesario para mantener un Avro Lancaster volando en operaciones, tomado en Scampton, Lincolnshire. Primera fila (de izquierda a derecha); Oficial de control de vuelo, empaquetador de paracaídas WAAF, oficial de meteorología, siete tripulantes (piloto y capitán, navegante y observador, bombardero aéreo, ingeniero de vuelo, operador inalámbrico / air gunner y dos artilleros): segunda fila, doce tripulantes de vuelo Mecánico de mantenimiento de vuelo, mecánico de mantenimiento de vuelo, cinco mecánicos de mantenimiento de vuelo, mecánico eléctrico, reparador de instrumentos y dos mecánicos de radio): tercera fila, bombardeo del equipo; WAAF con un tren de bombas de 16 contenedores de bombas pequeñas (SBC), cada uno cargado con 236 x 4-lb n. 15 incendiarios y, detrás, tres tripulantes de bombardeo: cuarta fila, diecisiete tripulantes de tierra (de izquierda a derecha; Mecánico del cuerpo, mecánico de cuatro aviones, oficial de máquinas, armador, tres armadores, mecánico de radio, dos reparadores de instrumentos, tres manipuladores de bombas, instalador de cinturones de seguridad): fila trasera (de izquierda a derecha); AEC Matador de gasolina de licitación y dos tripulantes, Avro Lancaster B Mark I bombardero pesado, taller móvil y tres tripulantes.
Un Lancaster Mk III del Escuadrón 619 en un vuelo de prueba de la RAF Coningsby, 14 de febrero de 1944.
Un artillero del Escuadrón 57, el Sargento 'Dusty' Miller, 'escanea el cielo para ver aviones enemigos' desde la torreta Fraser Nash FN50 de Lancaster. Esta imagen era parte de una secuencia tomada para una historia del cuadro del ministerio del aire titulada "T para Tommy hace una salida de combate", que retrató los acontecimientos que rodeaban a un solo bombardero de Lancaster y su equipo durante una operación típica.
Lancaster B III, LM449 PG-H, del escuadrón No. 619 RAF basado en Coningsby, Lincolnshire, en vuelo.
La tripulación aérea del Escuadrón Nº 106 fotografió delante de un Lancaster en Syerston, Nottinghamshire, en la mañana después de las incursiones en Génova, 22-23 de octubre de 1942. No se tripulaciones de 106 Escuadrón fotografiaron delante de un Lancaster En Syerston, Nottinghamshire, la mañana después de las incursiones en Génova, del 22 al 23 de octubre de 1942. El cuarto de la derecha es el Oficial de Piloto David Shannon, un futuro "Dambuster" y líder del 617 Squadron.
Los británicos ex prisioneros de guerra se preparan para abordar un Avro Lancaster B Mark I, PB934, del Escuadrón N ° 582 RAF en Lubeck, Alemania, para su repatriación al Reino Unido.Canadian PO (A) S Jess, operador inalámbrico de un Avro Lancaster Bombardero que funciona de Waddington, Lincolnshire que lleva dos cajas de la paloma. Las palomas de destino sirvieron como un medio de comunicación en caso de un accidente, desembarque o falla de radio.
Lancaster mal dañado se devuelve con seguridad después de un ataque contra Mailly Le Camp
War History Online
Parte 1 | Parte 2
Uno de los aviones más emblemáticos de la Segunda Guerra Mundial, el bombardero británico Avro Lancaster de la RAF con cuatro motores, de los cuales más de 7.000 fueron construidos.
El Lancaster entró en servicio con el Comando de Bombarderos de la RAF en 1942 y voló 156.000 salidas, dejando caer más de 608.612 toneladas de bombas. Siendo capaz de transportar 6.350 kg (14.000 libras) de bombas normales ( e incluso la bomba Grand Slam de 9.980 lg (22.000 libras), fue este bombardero el que destruyó la industria, los ferrocarriles, los búnkeres y las ciudades alemanas.
También fue el Lancaster que se utilizó en la misión Dambusters, dejando caer bombas que destruyeron las presas en el río Ruhr.
Diecisiete Lancasters sobreviven hasta el día de hoy, dos de ellos son aeronavegables y un tercio está preparado para el vuelo.
Fotografía mirando hacia atrás sobre el ala de estribor de un Lancaster del Escuadrón 61, Comando de Bombardero, después de un ataque a U-751 en el Golfo de Vizcaya, el 17 de julio de 1942. El U-barco había sido atacado y lisiado por un Whitley de No 502 Squadron antes, antes de ser finalmente hundido por los cargos de profundidad cayó por el Lancaster.
En su base, East Wretham, Norfolk, dos miembros de la tripulación de Avro Lancaster B Mark II, DS669 'KO-L', del Escuadrón No. 115 de la RAF, examinan la parte trasera de sus aviones, donde la torreta trasera, con Su desafortunado artillero, fue cortado por las bombas lanzadas desde un avión que volaba arriba, durante una incursión en Colonia la noche del 28/29 de junio de 1943.
El personal necesario para mantener un Avro Lancaster volando en operaciones, tomado en Scampton, Lincolnshire. Primera fila (de izquierda a derecha); Oficial de control de vuelo, empaquetador de paracaídas WAAF, oficial de meteorología, siete tripulantes (piloto y capitán, navegante y observador, bombardero aéreo, ingeniero de vuelo, operador inalámbrico / air gunner y dos artilleros): segunda fila, doce tripulantes de vuelo Mecánico de mantenimiento de vuelo, mecánico de mantenimiento de vuelo, cinco mecánicos de mantenimiento de vuelo, mecánico eléctrico, reparador de instrumentos y dos mecánicos de radio): tercera fila, bombardeo del equipo; WAAF con un tren de bombas de 16 contenedores de bombas pequeñas (SBC), cada uno cargado con 236 x 4-lb n. 15 incendiarios y, detrás, tres tripulantes de bombardeo: cuarta fila, diecisiete tripulantes de tierra (de izquierda a derecha; Mecánico del cuerpo, mecánico de cuatro aviones, oficial de máquinas, armador, tres armadores, mecánico de radio, dos reparadores de instrumentos, tres manipuladores de bombas, instalador de cinturones de seguridad): fila trasera (de izquierda a derecha); AEC Matador de gasolina de licitación y dos tripulantes, Avro Lancaster B Mark I bombardero pesado, taller móvil y tres tripulantes.
Un Lancaster Mk III del Escuadrón 619 en un vuelo de prueba de la RAF Coningsby, 14 de febrero de 1944.
Un artillero del Escuadrón 57, el Sargento 'Dusty' Miller, 'escanea el cielo para ver aviones enemigos' desde la torreta Fraser Nash FN50 de Lancaster. Esta imagen era parte de una secuencia tomada para una historia del cuadro del ministerio del aire titulada "T para Tommy hace una salida de combate", que retrató los acontecimientos que rodeaban a un solo bombardero de Lancaster y su equipo durante una operación típica.
Lancaster B III, LM449 PG-H, del escuadrón No. 619 RAF basado en Coningsby, Lincolnshire, en vuelo.
La tripulación aérea del Escuadrón Nº 106 fotografió delante de un Lancaster en Syerston, Nottinghamshire, en la mañana después de las incursiones en Génova, 22-23 de octubre de 1942. No se tripulaciones de 106 Escuadrón fotografiaron delante de un Lancaster En Syerston, Nottinghamshire, la mañana después de las incursiones en Génova, del 22 al 23 de octubre de 1942. El cuarto de la derecha es el Oficial de Piloto David Shannon, un futuro "Dambuster" y líder del 617 Squadron.
Los británicos ex prisioneros de guerra se preparan para abordar un Avro Lancaster B Mark I, PB934, del Escuadrón N ° 582 RAF en Lubeck, Alemania, para su repatriación al Reino Unido.Canadian PO (A) S Jess, operador inalámbrico de un Avro Lancaster Bombardero que funciona de Waddington, Lincolnshire que lleva dos cajas de la paloma. Las palomas de destino sirvieron como un medio de comunicación en caso de un accidente, desembarque o falla de radio.
Lancaster mal dañado se devuelve con seguridad después de un ataque contra Mailly Le Camp
martes, 27 de junio de 2017
Rifles militares: Gewehr 43/Gew.43/Kar.43/K43 (Alemania)
Rifle semiautomático Gewehr 43/Gew.43/Kar.43/K43 (Alemania)
Gewehr 41(W) / G41(W) - el predecesor directo para el G43 / K43. Notese el gran freno de boca en forma de copa que cubría en fracasado sistema de gas del tipo Bang
Rifle Gew.43 / Kar.43
Rifle de francotirador K43 con mira telescópica
Calibre: 7.92x57 mm
Longitud: 1015 mm
Longitud del cañón: 558 mm
Peso: 4.33 kg
Capacidad del cargador: 10 tiros
Antes de comenzar la SGM el ejército alemán tenía escaso interés en los fusiles autocargantes. Su doctrina táctica se centraba alrededor de la pelotón de infantería con una ametralladora universal MG.34 como fuente primaria de poder de fuego, apoyada por rifleros con rifles de acción de cerrojo Kar.98K.
Gewehr 41
En 1940, se hacía necesario contar con un fusil semiautomático, con una mayor cadencia de fuego que los fusiles de cerrojo existentes, para aumentar la eficacia en combate de la infantería. Se establecieron especificaciones para varios manufactureros, y Mauser y Walther prepararon prototipos muy similares. Pero había tres restricciones ilógicas en los requisitos para el diseño del nuevo fusil:
El mecanismo de transporte de gases no tenía reflexión, resultando en trabas.
Los fusiles no podían tener piezas móviles externas.
En caso de que el mecanismo de autocarga fallase, debía incluir un mecanismo de cerrojo manual.
Para 1941, dos compañías enviaron a evaluación rifles autocargantes al ejército alemán - Walther y Mauser. Estos rifles fueron designados como Gewehr 41(W) y Gewehr 41(M), respectivamente, ó G41(W) y G41(M), para hacerla más corto. Ambos rifles fueron bastante similares en que eran operados por autocargadores operados a gas, ambos utilizando el sistema manual de pistones a gas del tipo Bang, localizados en la boca del cañón, dentro de una relativamente gran cierre de boca. Ambos eran alimentados por cargadores fijos de 10 tiros. Ambos rifles fueron evaluados en combate y ambos probaron tener pobre desempeño.
Gewehr 43 / Karabiner 43
En 1941, Alemania invade la Unión Soviética como parte de la Operación Barbarroja. Al comenzar las hostilidades, el Ejército Rojo rearma sus tropas, reemplazando los viejos fusiles Mosin-Nagant con el SVT-38 y el SVT-40. Esto provocó un shock a los alemanes, que empezaron a capturarlos para su propio uso.
El sistema de gas de boca del tipo Bang era la clave de los problemas, entonces para finales de 1943 los ingenieros de Walther lograron unir el G41(W) con el màs efecitvo y confiable sistema de gas del rifle ruso Tokarev SVT-40. El diseño resultante fue designado como Gewehr 43, ó Gew.43, ó G43.
SVT-40 soviético
El SVT-40 usaba un mecanismo muy simple de gas, que fue copiado por la Walther y agregado a su G 41(W), produciendo el Gewehr 43 (o G 43). El simple mecanismo del G43 lo hizo liviano, fácil de fabricar en masa y fiable. La adición de un cargador con 10 balas resolvió la lenta recarga. Se puso en fabricación en octubre de 1943, y le siguió en 1944 el Karabiner 43 (K 43), idéntico salvo que era 5 cm más corto.
En 1944 el Gew.43 fue re-designado como Kar.43 (Karabiner 43, K43), sin cambios visibles, y bajo esta designación fue producido hasta el fin de la guerra. El Kar.43, hecho en relativamente grandes cantidades, fue enviado mayormente a unidades especiales, usualmente provisto de una mira telescópica. Como otras armas hechas durante las etapas finales de la guerra, el Kar.43 mostró poca atención a los detalles de terminado en todas las áreas, donde el finalizado era insignificante para necesidades funcionales. Hubo diversos desarrollos experimientales en la base del Kar.43, incluyendo versiones de fuego selectivo, así como versiones camarizadas para el proyectil 7.92x33 Kurtz y adaptado para los cargadores del Stg.44. Ninguna versión entró en producción. Durante principios del período de posguerra, el ejército checoslovaco usó algunos rifles Kar.43 como armas de francotirador.
Producción total
Al final de la guerra: 402 713 de ambos modelos, incluyendo 53 435 fusiles para francotiradores; el K 43 fue el preferido, con una mira telescópica Zielfernrohr 43 (ZF 4) de 4x. El arma podía usar la Schiessbecher para disparar granadas (estándar en el Kar 98k) y el silenciador Schalldämpfer; pero el G 43 no podía utilizar bayoneta. Después de la guerra, el Ejército checo lo siguió usando por muchos años.
Funcionamiento
El Gew.43 / Kar.43 es un arma semiautomática operada a gas. El pistoòn de corto recorrido estaba localizada por encima del cañón. El cerrojo esta fijado por los paletas, las que se extendían en los descansos de cierre en las paredes del receptor. Cuando se liberaba, estas paletas se retraían al cuerpo del cerrojo. Los grupos de cerrojo y receptor eran hechos de acero estampado, con muchas de las superficies siendo mecànicamente no terminadas. Mucho estampado era tambien usado a lo largo de la construcción. El rifle es alimentado por cargadores desprendibles en forma de caja, que contenían 10 rondas. Cada rifle G.43/K.43 tiene la cola de paloma el cual aceptaba el montaje de una mira telescópica para de las tradicionales miras abiertas ajustables.
Variantes
-Versiones con cañón de 600, 650 y 700 mm
-Versiones con miras de 4x ó 2,5x
El Gw 43 en la guerra
Referencias
World Guns
Wikipedia
Gewehr 41(W) / G41(W) - el predecesor directo para el G43 / K43. Notese el gran freno de boca en forma de copa que cubría en fracasado sistema de gas del tipo Bang
Rifle Gew.43 / Kar.43
Rifle de francotirador K43 con mira telescópica
Calibre: 7.92x57 mm
Longitud: 1015 mm
Longitud del cañón: 558 mm
Peso: 4.33 kg
Capacidad del cargador: 10 tiros
Antes de comenzar la SGM el ejército alemán tenía escaso interés en los fusiles autocargantes. Su doctrina táctica se centraba alrededor de la pelotón de infantería con una ametralladora universal MG.34 como fuente primaria de poder de fuego, apoyada por rifleros con rifles de acción de cerrojo Kar.98K.
Gewehr 41
En 1940, se hacía necesario contar con un fusil semiautomático, con una mayor cadencia de fuego que los fusiles de cerrojo existentes, para aumentar la eficacia en combate de la infantería. Se establecieron especificaciones para varios manufactureros, y Mauser y Walther prepararon prototipos muy similares. Pero había tres restricciones ilógicas en los requisitos para el diseño del nuevo fusil:
El mecanismo de transporte de gases no tenía reflexión, resultando en trabas.
Los fusiles no podían tener piezas móviles externas.
En caso de que el mecanismo de autocarga fallase, debía incluir un mecanismo de cerrojo manual.
Para 1941, dos compañías enviaron a evaluación rifles autocargantes al ejército alemán - Walther y Mauser. Estos rifles fueron designados como Gewehr 41(W) y Gewehr 41(M), respectivamente, ó G41(W) y G41(M), para hacerla más corto. Ambos rifles fueron bastante similares en que eran operados por autocargadores operados a gas, ambos utilizando el sistema manual de pistones a gas del tipo Bang, localizados en la boca del cañón, dentro de una relativamente gran cierre de boca. Ambos eran alimentados por cargadores fijos de 10 tiros. Ambos rifles fueron evaluados en combate y ambos probaron tener pobre desempeño.
Gewehr 43 / Karabiner 43
En 1941, Alemania invade la Unión Soviética como parte de la Operación Barbarroja. Al comenzar las hostilidades, el Ejército Rojo rearma sus tropas, reemplazando los viejos fusiles Mosin-Nagant con el SVT-38 y el SVT-40. Esto provocó un shock a los alemanes, que empezaron a capturarlos para su propio uso.
El sistema de gas de boca del tipo Bang era la clave de los problemas, entonces para finales de 1943 los ingenieros de Walther lograron unir el G41(W) con el màs efecitvo y confiable sistema de gas del rifle ruso Tokarev SVT-40. El diseño resultante fue designado como Gewehr 43, ó Gew.43, ó G43.
SVT-40 soviético
El SVT-40 usaba un mecanismo muy simple de gas, que fue copiado por la Walther y agregado a su G 41(W), produciendo el Gewehr 43 (o G 43). El simple mecanismo del G43 lo hizo liviano, fácil de fabricar en masa y fiable. La adición de un cargador con 10 balas resolvió la lenta recarga. Se puso en fabricación en octubre de 1943, y le siguió en 1944 el Karabiner 43 (K 43), idéntico salvo que era 5 cm más corto.
En 1944 el Gew.43 fue re-designado como Kar.43 (Karabiner 43, K43), sin cambios visibles, y bajo esta designación fue producido hasta el fin de la guerra. El Kar.43, hecho en relativamente grandes cantidades, fue enviado mayormente a unidades especiales, usualmente provisto de una mira telescópica. Como otras armas hechas durante las etapas finales de la guerra, el Kar.43 mostró poca atención a los detalles de terminado en todas las áreas, donde el finalizado era insignificante para necesidades funcionales. Hubo diversos desarrollos experimientales en la base del Kar.43, incluyendo versiones de fuego selectivo, así como versiones camarizadas para el proyectil 7.92x33 Kurtz y adaptado para los cargadores del Stg.44. Ninguna versión entró en producción. Durante principios del período de posguerra, el ejército checoslovaco usó algunos rifles Kar.43 como armas de francotirador.
Producción total
Al final de la guerra: 402 713 de ambos modelos, incluyendo 53 435 fusiles para francotiradores; el K 43 fue el preferido, con una mira telescópica Zielfernrohr 43 (ZF 4) de 4x. El arma podía usar la Schiessbecher para disparar granadas (estándar en el Kar 98k) y el silenciador Schalldämpfer; pero el G 43 no podía utilizar bayoneta. Después de la guerra, el Ejército checo lo siguió usando por muchos años.
Funcionamiento
El Gew.43 / Kar.43 es un arma semiautomática operada a gas. El pistoòn de corto recorrido estaba localizada por encima del cañón. El cerrojo esta fijado por los paletas, las que se extendían en los descansos de cierre en las paredes del receptor. Cuando se liberaba, estas paletas se retraían al cuerpo del cerrojo. Los grupos de cerrojo y receptor eran hechos de acero estampado, con muchas de las superficies siendo mecànicamente no terminadas. Mucho estampado era tambien usado a lo largo de la construcción. El rifle es alimentado por cargadores desprendibles en forma de caja, que contenían 10 rondas. Cada rifle G.43/K.43 tiene la cola de paloma el cual aceptaba el montaje de una mira telescópica para de las tradicionales miras abiertas ajustables.
Variantes
-Versiones con cañón de 600, 650 y 700 mm
-Versiones con miras de 4x ó 2,5x
El Gw 43 en la guerra
Referencias
World Guns
Wikipedia
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