
Misil antibuque balístico Golfo Pérsico (Khalije Fars) (Irán)
Alcance: 300 km
Cabeza de combate: 650 kg
Velocidad: supersónica, Mach 3
Guiado:
- Primera fase: Inercial
* Fase terminar: Probablemente Infrarroja, TV & Radar
Característica: Picando hacia el blanco incrementa el ángulo y el impacto
El primer misil balístico antibuque en ser incorporado al servicio fue el DF-21D, desarrollado por China. A pesar de la escasa información disponible, este sistema continúa generando gran interés tanto entre expertos como en la opinión pública, siendo objeto de numerosos debates y controversias. Años después, se dio a conocer un nuevo sistema similar desarrollado por la industria de defensa de Irán. Según diversas fuentes, Irán no solo habría completado su diseño, sino que también habría integrado un nuevo misil balístico antibuque en su arsenal, bajo el nombre de Khalij Fars ("Golfo Pérsico").
Durante las últimas décadas, Irán ha centrado sus esfuerzos en el desarrollo de diversos tipos de misiles, priorizando especialmente los balísticos, capaces de portar ojivas convencionales y, en el futuro, posiblemente especiales. A partir de sus avances en misiles tierra-tierra, se tomó la decisión de adaptar esta tecnología para crear un proyectil capaz de atacar embarcaciones enemigas. El resultado de ese trabajo fue el misil Khalij Fars.
Según informes de medios internacionales, los primeros lanzamientos de prueba del Khalij Fars se realizaron en 2008, durante maniobras navales iraníes. Esto indica que el desarrollo del sistema comenzó probablemente a principios de la década de 2000. En febrero de 2011, Irán anunció oficialmente una prueba del misil. En esa ocasión, aunque no se revelaron todos los detalles técnicos, las autoridades militares ofrecieron información sobre sus principales características y conceptos de diseño. Desde entonces, se han realizado múltiples pruebas adicionales y el misil ha sido empleado en repetidos ejercicios militares.

En 2011, las autoridades iraníes ofrecieron detalles sobre las características del misil Khalij Fars. Indicaron que se trata de una evolución del misil balístico táctico Fateh-110, un sistema de una sola etapa desarrollado en la década de 1990 y adoptado por las fuerzas armadas iraníes en 2002. Algunos informes señalan que en el desarrollo de esta nueva versión, Irán contó con la colaboración de expertos chinos. El Fateh-110 continúa operativo actualmente y ha sido exportado a países como Corea del Norte y Siria. Su función principal es atacar blancos preestablecidos utilizando plataformas móviles.
Tras evaluar las capacidades del Fateh-110, los ingenieros iraníes concluyeron que ofrecía una base ideal para desarrollar un nuevo misil destinado a atacar buques enemigos. Esto permitió reutilizar numerosos componentes ya existentes, lo que facilitó una alta compatibilidad entre ambos sistemas. Sin embargo, el proyecto Khalij Fars requirió el diseño de nuevos subsistemas que no estaban presentes en el modelo original. La información disponible indica que el desarrollo del misil continuó al menos hasta mediados de la década de 2000.
Como evolución directa del Fateh-110, el Khalij Fars conserva muchas de sus características estructurales. El misil presenta un fuselaje cilíndrico alargado con una cabeza cónica. A diferencia del modelo original, carece de un carenado puntiagudo; en su lugar, incorpora una cúpula hemisférica transparente en la sección frontal, diseñada para el sistema óptico de guiado. Justo detrás de esta cúpula se encuentran aletas de control en configuración de cruz. En la parte trasera del misil se disponen dos grupos de superficies aerodinámicas —una combinación de estabilizadores de forma triangular y trapezoidal— que contribuyen a su estabilidad en vuelo.

El misil antibuque Khalij Fars tiene una longitud total de 8,86 metros y un diámetro de 0,6 metros. Su diseño es de una sola etapa, sin capacidad de separación por bloques, lo que incluye la imposibilidad de desprender la ojiva. Esta configuración simplifica la estructura general del misil, aunque implica ciertas limitaciones en cuanto a su rendimiento. En términos de parámetros de vuelo principales, el Khalij Fars no presenta diferencias significativas respecto al misil base, el Fateh-110.
El Khalij Fars mantiene el mismo motor que el Fateh-110: un propulsor de combustible sólido que proporciona el empuje necesario para alcanzar la velocidad y trayectoria deseadas. Este motor le permite alcanzar una autonomía de hasta 300 kilómetros. Además, cuenta con capacidad para ajustar su trayectoria en la fase inicial del vuelo, lo que le permite variar el alcance dentro de un margen considerable.
El Fateh-110, en su versión original tierra-tierra, emplea un sistema de guía inercial diseñado para atacar objetivos fijos con coordenadas previamente determinadas. Sin embargo, un misil antibuque requiere una capacidad de guiado distinta, capaz de detectar y seguir blancos móviles en superficie. De acuerdo con la información disponible, el Khalij Fars incorpora un sistema de guía combinado, que utiliza tanto navegación inercial como un sensor térmico (infrarrojo).
Durante la primera fase del vuelo, el sistema inercial guía el misil hasta aproximarse a la zona del objetivo. Una vez en esta área, el sistema de detección infrarroja se activa para localizar y seguir al blanco. En la fase terminal, el misil utiliza superficies de control (timones) para corregir su trayectoria y asegurar el impacto sobre el objetivo en movimiento.

Sin embargo, algunas fuentes afirman que el cohete no recibió una señal térmica, sino un cabezal de televisión con la capacidad de transmitir una señal de video a la consola del operador del complejo de misiles. Ambas versiones pueden encontrar evidencia de un tipo u otro. En particular, la apariencia característica de los barcos objetivo utilizados durante las pruebas y los ejercicios, así como algunas tomas del video publicado por el ejército iraní, pueden hablar a favor de la versión sobre el buscador de televisión.
De este modo, los ingenieros iraníes pudieron resolver exitosamente una de las tareas más difíciles en el desarrollo de misiles balísticos: la búsqueda de un objetivo de superficie móvil, seguido de señalarlo. Se propone la focalización para el complejo mediante radar y otros medios de detección. Según sus datos, el sistema de misiles debe calcular el programa de vuelo para la parte activa del vuelo, con la ayuda de la cual el misil, después de moverse hacia la parte descendente de la trayectoria, debe ir al área objetivo. Se propone la detección y el seguimiento del objetivo con la orientación posterior del cohete para llevar a cabo un GOS de infrarrojos o de televisión.
Según las declaraciones de los funcionarios iraníes, durante las primeras pruebas realizadas en 2011, el jefe de orientación de Khalij Fars golpeó un objetivo de superficie móvil con una desviación de 30 m. Después de eso, el cliente, en la persona del comando de las fuerzas armadas, recibió la tarea de duplicar la precisión del disparo. Después de terminar el producto y mejorar el sistema de guía, las siguientes pruebas terminaron con la derrota del objetivo con una desviación de 8,5 desde el punto de mira. Como resultado de las mejoras necesarias, el cohete pudo atacar efectivamente a las naves enemigas. Cabe destacar que solo pasaron dos meses entre dos pruebas con indicadores de precisión radicalmente diferentes.

Para destruir el objetivo, el misil Khalij Fars está equipado con una ojiva altamente explosiva de 650 kg. Al impactar a gran velocidad, esta carga puede actuar como penetrante, explotando tras atravesar el casco u otras estructuras de la nave. De esta manera, al dañar el interior del buque, se pueden desactivar varios sistemas críticos o provocar inundaciones, dependiendo de las condiciones específicas. Mientras que en embarcaciones de menor desplazamiento una ojiva de 650 kg garantiza su destrucción, en objetivos de mayor tamaño es probable que se inflija un daño severo, impidiendo que la nave continúe operando de manera efectiva.
El lanzamiento de los misiles Khalij Fars se realiza mediante un sistema móvil basado en un semirremolque. Este vehículo, remolcado por un tractor adecuado, dispone de una plataforma giratoria especial que integra el sistema de guía del misil. Según lo mostrado en diversos videos, antes del lanzamiento se posiciona el misil en el semirremolque, el cual es transportado a un sitio seguro por el tractor. Una vez allí, se ajusta el ángulo de elevación deseado, se enciende el motor y el misil sale de la plataforma de guía. Para el traslado y la recarga, se utiliza nuevamente un semirremolque equipado con los accesorios necesarios. Al igual que otros sistemas de misiles desarrollados en Irán, el Khalij Fars se transporta y despliega sin el uso de contenedores especializados, contando en su lugar con cubiertas protectoras de tela y otros elementos de resguardo.
Diversas fuentes indican que las pruebas del Khalij Fars habrían comenzado a finales de la década anterior, aunque no se dispone de información precisa sobre el cronograma. El primer lanzamiento de prueba, anunciado en febrero de 2011, se efectuó desde uno de los sitios costeros de pruebas en territorio iraní. Para estos ensayos se empleó un buque (ya fuera de servicio, ya fuese una cisterna o buque de carga seca) como blanco de prueba; en algunos casos se instalaron escudos especiales en la cubierta del objetivo para facilitar la evaluación de la precisión y simplificar el funcionamiento del sistema de guiado. Según los informes de las autoridades militares iraníes, en el primer ensayo el prototipo alcanzó una precisión en torno a los 30 metros. Tras este lanzamiento inicial, se continuó trabajando en el desarrollo del misil, con el objetivo de mejorar los sistemas integrados.

Aproximadamente seis meses después del primer ensayo, es decir, en el verano de 2011, se llevó a cabo un nuevo lanzamiento de prueba del misil Khalij Fars. En esta ocasión, el equipo de desarrollo recibió la instrucción de duplicar la precisión del sistema. El objetivo fue alcanzado con éxito: mientras que se requería reducir el margen de error a entre 10 y 15 metros, el misil experimental logró una precisión de aproximadamente 8,5 metros respecto al punto de impacto previsto. También existen informes sobre un lanzamiento adicional a mediados de 2012, aunque no se dispone de confirmación oficial sobre otros ensayos que posiblemente se hayan realizado en ese período.
Ya en 2011, las autoridades iraníes anunciaron que el misil Khalij Fars entraría en fase de producción en masa en un futuro cercano. Todo indica que estos planes se materializaron rápidamente, permitiendo que las fuerzas armadas comenzaran a recibir y operar con este nuevo sistema. En 2012, el misil fue presentado por primera vez al público. Durante el desfile militar de septiembre de ese año, se exhibieron diversos equipos militares, entre ellos vehículos tractores con semirremolques de transporte que portaban misiles Khalij Fars.
La información disponible sugiere que el misil Khalij Fars ya ha sido oficialmente incorporado al arsenal de Irán y asignado a unidades específicas encargadas de la defensa costera. De esta manera, las fuerzas armadas iraníes disponen de un sistema de armas avanzado y con considerable potencial operativo. Los datos conocidos hasta ahora permiten vislumbrar algunas de las capacidades reales del sistema en condiciones de combate.

El desempeño real del misil Khalij Fars en combate contra buques enemigos es objeto de debate. Por una parte, representa una amenaza seria para embarcaciones en su radio de alcance, debido a su velocidad, poder destructivo y sistema de guiado. Sin embargo, por otra parte, muchas fuerzas navales modernas están equipadas con avanzados sistemas de defensa antimisiles, que podrían reducir significativamente la efectividad de este tipo de armamento. Por lo tanto, el impacto real del Khalij Fars en un conflicto armado dependerá de múltiples factores —incluyendo la preparación del adversario, la táctica de uso, el entorno operativo y las condiciones del enfrentamiento— lo que hace difícil prever con precisión su efectividad en combate.
A pesar de estas incertidumbres, el Khalij Fars cumple con eficacia una función estratégica clave: la disuasión. En un contexto regional marcado por tensiones entre Irán y varios países del Medio Oriente, la mera presencia de este tipo de armamento puede influir en los cálculos estratégicos de un adversario. Cualquier intento de ataque contra Irán conlleva el riesgo de sufrir ataques directos contra embarcaciones situadas dentro del radio de alcance del misil. Un análisis geográfico de la región demuestra que, con un sistema como el Khalij Fars en operación, las fuerzas navales enemigas se verían forzadas a retirarse más allá del área de influencia o, en caso contrario, quedarían expuestas a ataques que podrían neutralizar su capacidad ofensiva contra la costa iraní.

El elevado riesgo de perder embarcaciones ante un posible ataque con misiles como el Khalij Fars constituye un factor disuasorio significativo frente a cualquier intento de agresión por parte de estados hostiles. En cuanto a la efectividad real de estos misiles, su verdadero potencial solo podría comprobarse en el contexto de un conflicto armado. Sin embargo, recurrir a la guerra para evaluar capacidades militares es un método inviable y altamente indeseable, por lo que es poco probable que un adversario se arriesgue a ponerlo a prueba directamente. En su lugar, los analistas militares de los países de Medio Oriente deben limitarse al estudio teórico y a la elaboración de estimaciones basadas en información parcial y modelos predictivos.
Actualmente, existen únicamente dos misiles balísticos antibuque en servicio operativo a nivel mundial: el DF-21D desarrollado por China y el Khalij Fars producido por Irán. Aunque difieren significativamente en aspectos técnicos, alcance, diseño y concepto operativo, ambos sistemas están concebidos para cumplir la misma función estratégica: disuadir la presencia de fuerzas navales enemigas o, en caso de conflicto, atacar formaciones navales a gran distancia de la costa con el objetivo de destruir buques clave.
Los misiles balísticos antibuque representan, por ahora, una categoría poco común dentro del armamento naval. No obstante, el desarrollo de nuevos sistemas de este tipo en los últimos años indica un creciente interés por parte de las fuerzas armadas de varios países. A pesar de ello, muchas naciones siguen apostando por el uso de misiles de crucero, más tradicionales y probados en combate. Es posible que en el futuro se sumen nuevos modelos balísticos antibuque al arsenal mundial, pero hasta el momento, esta clase de armamento está representada únicamente por dos sistemas conocidos. No existe evidencia verificable sobre el desarrollo avanzado o la inminente incorporación de otros misiles balísticos de esta categoría.






Nave objetivo después de ser golpeado por el cohete Khalij Fars.
Fuente: Fars News
No hay comentarios.:
Publicar un comentario