viernes, 21 de marzo de 2014

Sidewinder: El Bloque II todo lo derriba y ataca al suelo, también



AIM-9X Bloque II & más allá: Los nuevos misiles Sidewinder 

En 2013 la DSCA de EE.UU. anuncia la solicitud formal de Bélgica para comprar 40 misiles AIM-9X-2 Sidewinder Bloque II All -Up- Round Missile, 36 CATM-9X-2 Captive Air Training Missiles, 2 Unidades de Orientación de Misiles CATM -9X-2 Bloque II  y 10 Unidades Tácticas de Orientación AIM-9X-2 Bloque II, 4 misiles maniquí del entrenamiento aéreo, además de contenedores, el apoyo de misiles y equipos de prueba, piezas de repuesto y reparación, capacitación del personal y el equipo de entrenamiento, publicaciones y datos técnicos, y apoyo del Gobierno de los EE.UU. y del contratista. El costo estimado es de hasta $ 68 millones.

El Componente Aéreo Belga coopera con la real fuerza aérea holandesa, que opera el mismo F-16 MLUs y también tiene una solicitud de AIM-9X-2 en marcha. A pesar de ello, un contrato de futuro requerirá algún apoyo adicional a nivel de gobierno  EE.UU. y del contratista. Se espera que un acuerdo exitoso para consolidar el estado del ejército belga en el fondo de pensiones mejor armado del mundo. (Fuente: DSCA de EE.UU.).

El Raytheon AIM -9X Bloque II habría hecho a Top Gun una película muy corta. Es el misil aire-aire de corto alcance más avanzado de los EE.UU., capaz de utilizar su enlace de datos, empuje vectorial maniobrabilidad, y un buscador infrarrojo de imagen avanzada para atacar blancos detrás del caza lanzador. A diferencia de modelos anteriores del AIM-9, el AIM-9X incluso puede ser utilizado contra objetivos en tierra.

Estos cambios ayudarán a mantener su competitividad frente a los misiles extranjeros como el MBDA AIM-132 ASRAAM del Reino Unido, el RAFAEL Python 5 israelí, el IRIS-T de la multinacional liderada por Alemania, y el R73/AA- 11 Archer ruso. Hasta ahora, los únicos tipos de combate que pueden usar misiles AIM-9X son los estadounidenses, pero que no ha dejado de llegar una gran cantidad de solicitudes de exportación y las ventas, especialmente en el Medio Oriente...

AIM -9X : El Programa

Variantes del AIM- 9X 


AIM -9X en un F- 15 de la USAF 

El AIM -9X es el nuevo misil de corto alcance aire-aire de los EE.UU., el uso de un buscador de matriz avanzada que amplía cono "de puntería" del misil, y permite que una imagen de TV como "proyección de imagen infrarroja", eso es mucho más difícil de engañar con señuelos. Las aletas de maniobra del misil son más pequeñas que los Sidewinder anteriores, reduciendo la resistencia aerodinámica durante el vuelo, pero el misil compensa con empuje vectorial en el escape del cohete para mayor maniobrabilidad. La pieza final del rompecabezas es la capacidad de lock-on after launch (la clave de la mejora de bloque II), que aprovecha al máximo la mejora de cono de mira del 9X, la maniobrabilidad, y baja resistencia. Al decirle que el misil vuela a un lugar designado y busque un objetivo, los derribos pueden incluso anotarse detrás de la aeronave de lanzamiento.

En el extremo de mantenimiento, los misiles son reprogramables en el campo, lo que sin duda es mejor que tener que cambiar las tarjetas de circuitos.

Estas nuevas capacidades vinieron con un coste importante: debido a que el AIM -9X es totalmente digital, los aviones que quieren lanzarlo necesitan un trabajo de integración para que sean plenamente compatibles. En la actualidad, los aviones F-16C/D Vipers, F/A-18 Hornet y la familia Super Hornet, F-15C/D Eagles, y algunas variantes F-15 Eagle de ataque pueden utilizar el AIM -9X. Se han comprado para los F-15 Eagles de ataque volados por Singapur (F-15SG) y de Corea del Sur (F-15K), y se integrarán con los próximos F-15SA Eagles de ataque de Arabia Saudita.



Ensayo del AIM-9X en F-18C

Otros aviones estadounidenses, y aeronaves extranjeras que puede disparar Sidewinders, se limitan a la generación anterior AIM- 9Ms por ahora. Tenga en cuenta que esta lista incluye incluso el F-22A Raptor, hasta que su programa de actualización Increment 3.2B se envíe a alrededor de 2017. El misil está siendo probado en el caza furtivo F-35 Lightning II, pero esa combinación no estará en funcionamiento durante algunos años. Otros clientes potenciales incluyen la petición en pie de EAU (pero sin contrato, sin embargo) para equipar sus F-16E/F Block 60 "Desert Falcons" con el AIM -9X.

AIM -9X Bloque I. La combinación AIM -9X Block I (misil) OFS 8.220 (carga de software) incluye una limitada capacidad lock-on-after-launch, plena capacidad de puntería off-boresight sin una pantalla montada en el casco JHMCS, y la mejora de contramedidas limitada contra bengalas. Utiliza la ojiva, espoleta, y el cohete motor de la anterior misil AIM-9M, pero añade - vectorización de empuje, un nuevo cuerpo, una nueva buscador infrarrojo de imagen, un nuevo procesador digital y un nuevo piloto automático.

Los clientes del AIM -9X Bloque I incluyen los EE.UU., Australia, Dinamarca, Finlandia, Polonia, Singapur, Suiza y Turquía. La producción del Bloque I se terminó antes para los militares de EE.UU., y las órdenes terminaron en el año fiscal 2011. Debido a que se separó como su propio programa y terminó antes de tiempo, no lo cubrimos aquí.

AIM-9X-2. Esta variante cambia a un nuevo procesador, una nueva batería de encendido para el motor del cohete, un dispositivo de seguridad/brazo encendido electrónico, mejorando todo el tiempo de espoleta láser contra objetivos pequeños, y el detector de blancos de espoleta activa (DSU-41/B Active Optical Target Detector (AOTD) ) acoplado al montaje de enlace de datos. Ninguna de estas cosas cambian radicalmente el rendimiento por sí mismos, pero las actualizaciones de software del OFS 8,3 ayudan a traer a todos juntos.

AIM- 9X Bloque II. Una combinación de hardware del AIM-9X-2  y software OFS 8.3 +. El OFS 8.3 añade la gestión de trayectorias para mejorar el alcance, hace pleno uso del enlace de datos con la aeronave de lanzamiento, y mejora el lock- on- after- launch y el desempeño de la readquisición de objetivos. Esas capacidades se han refinado aún más en la versión más reciente, OFS 9.3.

En general, el Bloque II tiene aproximadamente el 85% piezas comunes con el Bloque I. El enlace de datos de 2 vías es el único cambio Bloque II más significativo, ya que permite que el misil vuela hacia objetivos de su buscador aún no puede ver, usando la posición de destino seguimiento de su caza. La mejora en el buscador de lock-on-after-launch y re-adquisición tiene el misil más difícil de evadir, y el nuevo perfil de vuelo 'lofting'  impulsa al Bloque II lo suficiente para darle algunas capacidades más allá del alcance visual.

AIM- 9X Bloque III. NAVAIR de EE.UU. está presionando por un AIM -9X bloque III, con capacidad operativa inicial en 2022. El bloque III apunta a un aumento del alcance en un 60 % a partir de un nuevo motor de cohete y una mejor programación de vuelo, y una nueva ojiva de municiones insensibles para un uso más seguro en el mar. Ese rango empezaría a empujar el AIM -9X en territorio comparable al del MICA de Francia, un misil de mediano alcance con radar y versiones guiadas-IR. La decisión representa un reconocimiento creciente de los militares que avanzados perturbadores de radar DRFM de cazas avanzados hacen que sea una mala idea de confiar demasiado en el misil de alcance medio guiado por radar AIM -120 AMRAAM.

Programa y Ventas



F-16C Marroquí 

La producción del AIM -9X Bloque II se inició en junio de 2011. En 2012 el Pentágono trasladó a terminar el programa Bloque I del todo, a favor del Bloque II. El bloque II está programado para una decisión de producción de velocidad completa en abril de 2014, y la capacidad operativa inicial está prevista para septiembre de 2014.

El programa Bloque II está siguiendo de cerca a diciembre de 2011 las estimaciones de costos de línea de base, lo que la colocaría en alrededor de $ 3990 millones ( incl. $ 178,8 millones para I + D) para comprar 6.000 misiles. Es aún muy reciente, con otra 134.100.000 dólares en I + D y 5.635 misiles/3485,6 millones dólares en financiación de adquisiciones EE.UU. la izquierda para ir a partir de agosto de 2012. El programa Bloque II vivió su gran cambio en el año 2012, por lo que el seguimiento a través de los presupuestos de América es un tanto complicado, pero las compras estadounidenses desde el año fiscal 2011 han girado exclusivamente en torno al Bloque II :


Portaaviones: R-01 Dédalo (España)



Dédalo (R-01)
Dédalo (PH1 / PA-1 / R-01)
USS Cabot (CVL-28)



El portaaeronaves Dédalo fue un portaaviones ligero de la Armada Española, originalmente botado como USS Cabot CVL-28 para la Armada de los Estados Unidos. Pasó al servicio de la Armada Española en 1967.


El Dédalo; a popa, se sitúan 4 Harriers preparados para efectuar la maniobra ideada por la armada bautizada como "cruzado mágico", que permitía poner 4 aviones en el aire en poco tiempo alargando la carrera, al hacerla en diagonal

Historial

Astillero New York Shipbuilding Corporation
Clase Independence
Iniciado 16 de marzo de 1942
Botado 4 de abril de 1943
Asignado  julio de 1943. (USA) / 30 de agosto de 1967. (España) Adquirido en 1973.
Baja 12 de febrero de 1947 (USA) /  1988 (España)
Destino Buque museo (1989-1999)
Desguazado (2002)

Características generales

Desplazamiento
  • 13 000 t estándar
  • 16 185 t apc
Eslora 189,9 m
Manga 22 m
Calado 8,50 m
Armamento 26 cañones antiaéreos Bofors de 40 mm
Propulsión
  • 4 calderas B&W
  • 4 turbinas GE
  • 4 hélices
Potencia 100 000 hp
Velocidad: 31 nudos
Autonomía 7500 millas a 12 nudos
Tripulación 1112
Aeronaves
  • Hasta 33 aviones y helicópteros
  • Helicópteros AB-212, Sea King y H-500
  • Aviones VSTOL Harrier AV-8A y AV-8S


El Dédalo sirviendo como portahelicópteros en la Armada Española.

Historial en Estados Unidos

Inició su participación bélica en la Segunda Guerra Mundial en el teatro del Pacífico, recibiendo el impacto de un kamikaze el 25 de noviembre de 1944, aunque no fue hundido por éste. Tras la guerra, fue puesto en reserva en febrero de 1947, pero volvió al servicio activo como portaaviones ASW (lucha antisubmarina). Pasó de nuevo a la reserva en 1955 y fue reactivado en 1965 con el objetivo de prepararlo para su posterior entrada en servicio con la Armada Española.



Historial en España

El Cabot fue entregado a la armada el 30 de agosto de 1967.1 Bajo el mando del capitán de navío Francisco Javier de Elizalde y Laínez, el Dédalo arribó a España el 20 de diciembre de 1967, tras cruzar el Atlántico, desde Filadelfia hasta Rota, en tan solo siete días.2 3 El buque fue cedido a España por cinco años, aunque acabó siendo comprado en el año 1973.
En octubre de 1969, participó en las maniobras hispano-francesas Faron IV en aguas cercanas a Barcelona,4 5 con la presencia del entonces príncipe Juan Carlos de Borbón y Borbón a bordo del Dédalo (R-01). En octubre de 1977, participó en unas maniobras militares en aguas del archipielgo Canario con el nombre "mar Canarias".6 El 9 de agosto de 1978, participó junto a las fragatas Baleares (F-71) y Extremadura (F-75), los destructores Lepanto (D-21) y Roger de Lauria (D-42) y el submarino estadounidense USS Shark, en unos ejercicios antisubmarinos en aguas de Cartagena.7 En noviembre arribó a Cádiz donde se integró, junto a otras unidades, para participar en las maniobras ARDEX-78 entre los días 9 y 13, que consistieron en un asalto en la playa de Carboneras.7



En abril de 1980, participó en unas maniobras aeronavales en aguas de la bahía de Palma de Mallorca.8
El 20 de enero de 1983, sus helicópteros, consiguieron rescatar a 8 tripulantes del carguero polaco Kudowa Zdroj, que se hundió a siete millas de Ibiza a causa de un corrimiento de la carga.9
El 14 de mayo de 1986, se produjo un accidente en aguas de Cartagena, al chocar contra un mástil de comunicaciones del portaeronaves un helicóptero de la tercera escuadrilla del grupo aeronaval de la armada durante un ejercicio nocturno. En éste accidente, se produjeron 3 muertos y un desaparecido.10 11
En junio de 1987, el príncipe de Asturias, realizó a bordo parte de su formación militar, participando en los ejercicios navales Flota-87, en aguas del Atlántico.12 El Dédalo fue el buque insignia de la Armada Española hasta la entrada en servicio del Príncipe de Asturias (R-11).


Unidad aérea en la Armada Española

Aunque en un principio sirvió como portahelicópteros con vocación principalmente antisubmarina, siendo adquirido con este fin, el 8 de noviembre de 1972 un avión de despegue corto y aterrizaje vertical Harrier efectuó con éxito una serie de pruebas sobre su cubierta, que hubo de ser reforzada. Así se convirtió en el primer buque que recibía este tipo de aeronaves. En diciembre de 1973, la llegada de 8 Harrier adquiridos en Estados Unidos confirmaba la creación del núcleo de combate aéreo de la Armada Española. Ha sido el primer portaaeronaves del mundo en llevar normalmente aviones Harrier en su dotación de aeronaves.



Su unidad aérea embarcada comprendía normalmente 4 grupos aéreos. Por ejemplo, uno con 4 helicópteros antisubmarinos tipo SH-3 Sea King, otro con 4 AB-204/AB-212 antisubmarinos/guerra electrónica, un tercer grupo con cuatro helicópteros especializados (por ejemplo, los helicópteros de ataque Bell AH-1 Cobra de la 7.ª Escuadrilla de la Armada, o hasta 1976, y si la prioridad de la misión era la guerra antisubmarina, 4 helicópteros antisubmarinos Sikorsky S-55/CH-19E Chicksaw), y un cuarto grupo para los aviones Harrier AV-8A/S. La capacidad máxima era de 7 de estos grupos embarcados. La cubierta de vuelo medía 168 × 22 m, totalizando una superficie de 3696 m². El hangar de buque era de 70 × 13 m, totalizando una superficie de 910 m2, lo que significaba que del máximo teórico de naves, la gran mayoría deberían estar en cubierta. El buque tenía un ascensor único proel, que era de pozo y centrado.


Baja en la Armada

Tras su retirada del servicio en junio de 1989, zarpó de Rota el 13 de julio de 1989 rumbo a Nueva Orleans,13 14 donde fue entregado a una organización estadounidense de antiguos veteranos del USS Cabot para convertirlo en un museo flotante. Sin embargo, problemas económicos de la institución, obligaron a subastarlo y desguazarlo en Brownsville Texas. Parte de la isla y cubierta de vuelo se encuentran expuestos, como USS Cabot, en el Naval Aviation Museum de la Naval Air Station Pensacola (Florida, Estados Unidos).

El desguace




Referencias

  1. «La Flota Española, va a disponer de un portahelicópteros». ABC:  p. 9. 5 de agosto de 1967.
  2. «El portaeronaves 'Dédalo' regresa a EE UU tras ser cedido a un grupo de 'marines'». El País. 14 de julio de 1989.
  3. «Hoy llega a aguas gaditanas el portahelicópteros Dédalo, destiando al servicio de la aviación naval española». ABC:  p. 67. 20 de diciembre de 1967.
  4. «Los barcos franceses y españoles que participaron en las Maniobras Faron IV anclaron ayer en el puerto». ABC:  p. 43. 24 de octubre de 1969.
  5. «Los barcos franceses y españoles que participaron en las Maniobras Faron IV anclaron ayer en el puerto (continuación)». ABC:  p. 44. 24 de octubre de 1969.
  6. «Maniobras navales en Canarias». ABC:  p. 5. 30 de octubre de 1977.
  7. «Fragata Extremadura».
  8. «Finalizan en el mar las maniobras aeronavales». ABC:  p. 18. 12 de abril de 1980.
  9. «19 muertos y un desaparecido al hundirse un barco mercante polaco cerca de Ibiza». El País. 21 de enero de 1983.
  10. «Tres muertos y un desaparecido al chocar un helicóptero contra la torreta del Dédalo». ABC:  p. 56. 14 de mayo de 1986.
  11. «Tres muertos y un desaparecido al chocar un helicóptero contra el Dédalo». El País. 14 de mayo de 1986.
  12. «Emotivo encuentro en el portaeronaves Dédalo entre el Rey y el Príncipe de Asturias». ABC:  p. 20. 9 de junio de 1987.
  13. ABC: El portaeronaves Dédalo, zarpó ayer de Rota rumbo a Nueva Orleans en su último viaje
  14. La Vanguardia: última singladura del Dédalo

jueves, 20 de marzo de 2014

LGB: Un F-15E muy cargado

¿Cuántas SDB puede llevar un F-15? 


Un F-15E cargado con.. cuantas? 20 bombas SDB (Small Diameter Bomb) guiadas y planeadoras... una pasada y no queda hangar reforzado en pie en ninguna base aérea mediana o grande...

Deserciones: El satánico Tte. No y el primer Fagot de la USAF

Vuelo a la libertad


El primer MiG de USA

Oficialmente, la guerra de Corea estaba casi terminado. Todas las partes estaban discutiendo los términos en la mesa de la paz. Fuerzas de ambos lados del paralelo 38 estaban listas pero no en combate.



Era la mañana del 21 de septiembre de 1953. Para el teniente Kum Sok No, un joven de 21 años de edad, piloto de élite de MiG de la Fuerza Aérea Norcoreana, el amanecer anunciaba no nada más que un día como cualquier otro. Mientras vertía sobre órdenes de operaciones y gráficos, su mente estaba corriendo. Hoy sería el día en que iba a tomar su avión, más fino y más secreto de aviones de combate de Rusia, el MiG-15, hacia el sur y desertaría.

Como finalizó su planificación de vuelo, el teniente No puso su mente a la meta de volar su MiG a la BAM (base aérea militar) Kimpo, Seúl, Corea del Sur. La base era una buena elección, no lejos de la frontera. Kimpo era el hogar de los cuarto escuadrones de Alas de Caza de F-86 y la 67 ª Tac Recon Wing, volando RF-86, RF-80, BM-26C y RB- 26C Invaders, así como base para el contingente australiano, el 77º Squadron de la RAAF, volandos Gloster Meteors. Era una misión arriesgada - si alguno de los pilotos estadounidenses o australianos veía su MiG, es casi seguro que sería derribado.

El Tte. No subió a la cabina de MiG número 2057, y rápidamente completó sus comprobaciones previas. Hizo un gesto para arrancar el motor. Antes de carreteo hacia la pista, miró debajo de su punto de mira y vio las letras rojas de las palabras escritas allí, "Derrama y vacía esta munición vengativa a los malditos yanquis."

Él impulsó el acelerador - hoy no, hoy no habría combate con los estadounidenses.

Dirigiéndose hacia el Sur

Una vez a bordo, el teniente No se dirigió al sur con una venganza. No sabía que los Estados Unidos y las Naciones Unidas habían hecho una oferta de 100.000 dólares a cualquier piloto que desertara con un MiG. En cambio, su razón para salir era simple: él fue "estaba enfermo y cansado del engaño rojo."

De repente, se rompió la formación y se lanzó por la libertad. Con Seúl a unos 50 kilómetros al sur de la zona desmilitarizada, brillaba en el territorio de la ONU a la máxima velocidad. A más de 550 kilómetros por hora, el MiG volaba al sur a un ritmo de cerca de una milla cada seis segundos - que sería tan sólo cuatro minutos tensos después de cruzar la frontera. Divisó la BAM Kimpo y se vino directamente, ignorando el patrón de tráfico. Él realmente desembarcada con el viento a favor, frente a la dirección del tráfico - si un F-86 había estado en la pista de aterrizaje , habrían colisionado . Aterrizó caliente y rápido , pero lo había hecho - que estaba en el suelo.

Sacó el avión salió de la pista y se sorprendió al ver a un miembro de la tripulación de tierra , confundiendo el MiG de un F-86, lo ondear en hacia la rampa. Haciendo caso omiso de la señal, se apaga el motor y se puso de pie en la cabina, con los brazos levantaron a rendirse.

Al otro lado de la base, decenas de pilotos y tripulaciones aéreas habían visto al MiG. Sabían exactamente lo que era. Ahora, que se acumulaban en jeeps y camiones y carena toda la base para una mirada más cercana. Muchos trajeron sus cámaras, deseosos de capturar un momento de la historia en la película. La emoción del momento era palpable.

La torre de control en Kimpo ya estaba en acción. Los pilotos de las dos listas de F-86 en la rampa llamaron porque un MiG acababa de aterrizar. La torre revuelto todo lo que tenían. En cuestión de minutos, toda la 4ta Ala de Caza estaba en el aire, al igual que la 77ª Escuadrón de Meteors de la RAAF australianos. Los escuadrones despegaron uno tras otro y establecieron una extensa patrulla aérea de combate para defender a los cielos alrededor de la base. Poco después, otros escuadrones y alas de otras bases fueron enviados también. No habría ninguna oportunidad dada a los soviéticos o los norcoreanos para atacar y destruir el MiG en el suelo a Kimpo.

A pesar de los escuadrones de cazas de la base, en sí Kimpo era un hervidero. Cuatro personales de los escuadrones de reconocimiento de bases ya estaban al lado del MiG, habiendo llegado incluso antes de la Policía Aeronáutica. Ahora, viendo las luces intermitentes de los puntos de acceso que se acercan, se amontonan de nuevo en su Jeep y se marcharon, dejando al piloto aturdido aún en pie en la cabina, con la esperanza de entregarse a alguien. Los tripulantes de tierra se dirigían al plano lo más rápido que podían. Uno de los 11 pilotos del Tac Recon, el Teniente Gene Johnson, estaba montado en su bicicleta por una calle de rodaje en las inmediaciones y, cuando vio el MiG. Él pedaleó y fue uno de los primeros allí, incluso antes de que el piloto de MiG hubiese salido del avión. No pasó mucho tiempo antes de que una pequeña multitud se había reunido.

La Policía Aeronáutica rápidamente aseguró la zona, llevó al piloto de distancia, y se trasladó el avión en un hangar cercano para esconderlo de los del Norte. De las numerosas fotografías tomadas en el lugar, la Policía Aeronáutica hizo un excelente trabajo de pelar película. Cuarenta años más tarde, el Museo de la Base Aérea Wright- Patterson tenía más que una fotografía del avión, ya que apareció justo después de aterrizar. Esto era solo un disparo, tomada a una distancia de un camión que pasaba, pero dio una cuenta borrosa del MiG en el suelo.

El premio final fue en la mano - primer MiG , preparado y listo para su estudio y evaluación de los Estados Unidos. Increíblemente, el avión aún tenía combustible a bordo y sus armas estaban completamente cargadas. En efecto, el MiG estaba una primera línea, listos para el combate avión - un golpe de suerte única. Dentro de la jornada, el MiG había desaparecido. Un avión de carga fue contratado para viajar a Okinawa para la prueba.

Historic Wings

SGM: Fotos de Do 26 y FW 190 de reconocimiento


El Dornier Do 26 en la campaña de Noruega; El Nahaufklarungsgruppe 13 de Fw 190 

FalkeEins


Belwo; probablemente un Do 26 V-1, codificado P5 + AH, visto durante la campaña de Noruega, posiblemente, después de desembarcar a Gebirgsjäger (tropas de montaña) para las operaciones de alrededor de Narvik. Para la invasión de Dinamarca y Noruega, lanzada el 9 de abril de 1940, los cinco hidroaviones Do 26 (V-1 a V-5) se reunieron en la llamada Transozeanstaffel incorporado al 9./KGzbV 108. Entre los pilotos que volaban estas máquinas estaban la flor y nata de la flota de Lufthansa: Rudolf «miesi» Mayr, el Graf von Schack Wittenau, y más tarde as del cazador nocturno Ernst -Wilhelm Modrow entre otros. El Staffel tuvo la tarea de transporte de tropas, municiones y correo con la responsabilidad particular de re-abastecimiento del área de Narvik que vio luchando duro entre los Aliados y Gebirgsjäger del general Eduard Dietl.



Este avión particular, fue baleado por los Hurricanes del Escuadrón N° 46 en Rombaksfjord el 28 de mayo de 1940, un ataque en el que el piloto Fw . Ernst -Wilhelm Modrow fue herido. Bien puede ser Modrow pie en la nariz de la aeronave en la foto de arriba . Tenga en cuenta el emblema de la Transozeanstaffel bajo la cabina . Tras la convalecencia Modrow se convirtió en un instructor , pero en abril de 1942 se voló la primera de las más de cien salidas a los mandos de una BV 222. Durante 1943 él estaba en el roster de vuelo en el centro de pruebas de Travemünde antes de unirse al Nachtjagd . Fue ascendido rápidamente a Kapitän de 1./NJG 1 y puso fin a la guerra con 34 victorias confirmadas.

 Wilhelm Küppers, operador de radio en Do 26 V - 2 P5 + BH recordó;

"Durante la campaña de Noruega volamos una ronda casi constante de incursiones para traer armas antitanques, municiones, minas y las tropas de montaña a Narvik. Estos vuelos se combinaron con el reconocimiento a lo largo de la costa noruega. Los momentos más peligrosos de cualquier incursión fueron los aterrizajes en los estrechos fiordos alrededor de Narvik y los subsecuentes despegues. Rodeamos a lo largo del espacio aéreo neutral sueca para evitar el fuego antiaéreo antes de zambullirse abajo casi verticalmente - casi helicóptero -como- para la superficie del agua con nuestros motores estrangulando espalda la aeronave tenía para ser descargado rápidamente, pero fue increíble lo que podría lograrse con la amenaza de la muerte tan cerca - . Esperábamos fuego naval o artillería para derrumbarse a nuestro alrededor en todo momento dos toneladas de equipo podría ser descargados en tales circunstancias - con mucho sudor y maldiciendo - . . en veinte minutos despegues eran tan 'suicida', especialmente en el estrecho Beisfjord con sus altos acantilados rodaje hasta el medio del fiordo se hace a menudo bajo el fuego de los barcos británicos. Nuestras pistas de despegue tenían que ser juzgados finamente para evitar los acantilados. Los motores se ponían a plena potencia y tuvimos la suerte si logramos pasar más de diez metros de largo de los estos obstáculos. Cada despegue exitoso en estas circunstancias representa una hazaña considerable de aptitud para el vuelo de un hidroavión tan grande y pesado peso de hasta veinte toneladas".
Extracto de "Luftwaffe Seaplanes Vol II" ('Hydravions de la Luftwaffe' - Roba, Ledet, sección en idioma Inglés por Neil Page, publicado por LeLa Presse in 2010. El volumen 3 en esta serie es publicada en febrero de 2014)

A continuación, los pilotos de Nahaufklarungsgruppe 13 probablemente en St. Brieuc, Francia celebrando una misión número 500 durante 1943. Tenga en cuenta el emblema Gruppe en la inconfundiblemente marcados carenado de estos Fw 190A-4/U4s equipados con cámaras RB12, 5/7x9.





miércoles, 19 de marzo de 2014

Revolución Libertadora: La guerra llega a Bahía Blanca



Guerra en Bahía Blanca

Por Alberto N. Manfredi (h)


Pieza de artillería pesada del perímetro defensivo de Bahía Blanca (Fotografía: Miguel Ángel Cavallo. Puerto Belgrano. Hora Cero. La Marina se subleva)


Mientras tanto, en el sur bonaerense, las fuerzas revolucionarias trabajaban aceleradamente para aislar el sector del inminente ataque de las tropas que avanzaban en socorro del Regimiento 5 de Infantería que, hasta el momento resistía valerosamente los ataques.
En la base Espora, comandos de Infantería de Marina dirigidos por los tenientes de navío Osvaldo D’Aragona y Jorge Yódice abordaron aviones de transporte Douglas, helicópteros, aviones de combate e incluso un par de ómnibus para desplazarse hasta una serie de puntos señalados por el comando rebelde para volar los accesos principales, en particular, vías férreas y puentes carreteros. Entre esos objetivos destacaban los puentes sobre el arroyo Napostá y el río Quequén Grande, ambos al noroeste, cerca de Sierra de la Ventana conmformando un semicírculo de unos 100 kilómetros de radio en torno a las bases.
En realidad la tarea había comenzado a las 23.00 horas del día anterior, con la voladura del puente sobre el Quequén Salado y prosiguió en las primeras horas del 17, con las detonaciones mencionadas y las que derribarían el puente que unía Puerto Belgrano con la localidad de Coronel Dorrego, sobre la Ruta Nacional Nº 3, a la altura del río Sauce Grande (50 kilómetros al noreste de la base). Este último objetivo fue volado con cargas de diez kilogramos de trotyl colocadas por el equipo de ingenieros a cargo del oficial especializado Osvaldo D’Aragona, quien se trasladó hasta el lugar junto a bordo de un ómnibus y un camión militar. Inmediatamente después, el mismo pelotón voló 150 metros de vías férreas, sobre el puente ferroviario que atravesaba el mismo brazo de agua, a escasos metros de la mencionada ruta, y siguiendo estrictamente el plan tendiente a aislar las dos bases navales continuó hasta el puente de Sauce Grande, por el que pasaba el camino que unía las localidades de Coronel Falcón y Bajo Hondo. Inmediatamente después, fueron destruidos otros 150 metros de vía férrea en la estación Paso Mayor, ubicada también a 50 kilómetros de Puerto Belgrano.



El trabajo implicaba riesgos porque las fuerzas leales ya incursionaban por las inmediaciones y en cualquier momento podían establecer contacto.
Así fue como a las 09.45 del día 17, los 15 efectivos de Infantería de Marina que cubrían a los comandos del teniente Yofre que regresaban a la base tras la voladura del puente sobre el Napostá, se toparon con una columna de cinco vehículos del ejército leal que avanzaban en sentido contrario. Su jefe, el teniente de navío Luis Arigotti la vio venir y sabiendo que solo disponía de una ametralladora pesada y que por esa razón, se hallaba en inferioridad de condiciones, decidió atacar primero, a efectos de confundir a un enemigo varias veces superior en número.
En el cruce del camino que unía la ruta con la localidad de Tornquist, la mencionada columna, integrada por una camioneta, tres camiones y una radioestación móvil en la que viajaban oficiales, vieron gesticular a Arigotti hacia lo que creyeron varias ametralladoras pesadas apostadas en los alrededores. En realidad, el oficial naval disponía de una sola de aquellas armas y con ella ordenó abrir fuego. La camioneta, con los oficiales a bordo, frenó bruscamente, dio la vuelta y se retiró hacia el norte en tanto los 18 suboficiales, 23 conscriptos y dos conductores civiles que componían el grueso de aquella vanguardia, se rindieron. Arigotti regresó a la base con los vehículos capturados conduciendo en ellos a los prisioneros, las municiones y los equipos.


Comandos navales vuelan un puente sobre el arroyo Napostá (Fotografía: Isidoro Ruiz Moreno, La Revolución del 55, Tomo II)

Mientras tanto, las tropas del general Molinuevo continuaban desplazándose hacia Bahía Blanca con órdenes precisas de apoderarse de sus bases navales. Las integraban el Regimiento 1 de Caballería con asiento en Azul a las órdenes del teniente coronel Roberto Manuel Barto y el Regimiento 2 de Caballería de Tandil, al mando del teniente coronel Enrique Llambí, quienes desde Juárez, donde se habían unido al comando de la División y otras unidades, prosiguieron su marcha hacia Coronel Pringles, previo paso por Tres Arroyos (el 1 de Caballería), donde arribaron a las 05.30 del día 17, cuando aún era de noche. En esa localidad, las unidades de combate se aprovisionaron de combustible y una hora después continuaron su avance hacia el sur1.
Al medio día de aquella jornada, tuvo lugar un suceso curioso. Cerca de las 12.00 horas, el teniente coronel Barto ordenó a su regimiento detener el avance en Arroyo Chico y esperar. A las 17.00 se presentó en el lugar el propio general Molinuevo, para llamar la atención al mencionado oficial y ordenarle reiniciar la marcha inmediatamente. Así se hizo y a las 18.00 el 1 de Caballería se puso nuevamente en movimiento.
El Comando de Represión, con asiento en Buenos Aires, dispuso el envío a Bahía Blanca del Regimiento 2 de Artillería al mando del teniente coronel Pedro Martí Garro y el experimentado Regimiento 3 de Infantería con asiento en La Tablada, reforzado por una unidad de tanques al comandado del coronel Carlos Quintero y su segundo, el teniente coronel César Camilo Arrechea. La poderosa unidad de combate tenía experiencia bélica que había adquirido el 16 de junio de aquel año, en pleno avance hacia el centro de Buenos Aires cuando fue atacada por la Aviación Naval y combatió con las fuerzas rebeldes inmediatamente después
Ese día, pese a haber emprendido la marcha sin sus cañones antiaéreos Oerlikon que habían quedado apostados en Plaza de Mayo para la defensa del Palacio de Gobierno, sus efectivos manifestaban gran confianza y voluntad de lucha.
El Regimiento salió de sus cuarteles en la tarde del 17 de septiembre, después de la encendida arenga del coronel Quinteros, su comandante, hombre absolutamente leal al gobierno y a la persona de Perón.
La población del sector sudoeste del Gran Buenos Aires fue testigo del paso de una extensa columna de casi 50 kilómetros de largo, integrada por camiones, jeeps y ómnibus militares, que abandonó sus cuarteles en La Tablada y enfiló directamente hacia el sur por la Ruta Nacional Nº 3, a la vista de numerosos curiosos, muchos de los cuales se habían agolpado en las puertas del destacamento para verlos partir. Todo era confianza y decisión, aunque una sola cosa preocupaba a sus jefes, la falta de cobertura antiaérea, asunto que oportunamente comentaron al general Imaz.
La columna motorizada enfiló hacia Tandil para unirse al Regimiento 2 de Artillería del teniente coronel Martí. Llegaron de noche, bajo una intensa lluvia y con mucho frío y una vez allí, tomaron contacto con un móvil policial que se acercó hasta el camión que conducía a Quinteros y Arrechea para transmitirles un mensaje urgente: en la cercana comisaría, el general Imaz aguardaba en el teléfono. Hacia allí se encaminaron ambos y una vez al habla, se enteraron de un nuevo cambio de planes: el avance se interrumpía y la poderosa unidad debía encaminarse hacia Azul con la misión de capturar el arsenal naval “Azopardo” del que se surtían las bases rebeldes Comandante Espora y Puerto Belgrano.
Quinteros y Arrechea se miraron asombrados pero procedieron a obedecer y así, poco antes del amanecer, siempre bajo una persistente lluvia, tomaron el camino del noroeste y se dirigieron hacia la importante ciudad bonaerense, punto de partida de la expedición al Desierto del general Julio Argentino Roca en 1879.
La extensa columna se desplazó hacia su nuevo destino al que llegó una hora después iniciando el despliegue de sus fuerzas en espera del amanecer. La intención era efectuar un reconocimiento del terreno y después atacar. Sin embargo, algo extraño sucedió ya que el arsenal se hallaba en manos leales y sus autoridades no tenían noticias de su llegada. Con asombro e indignación  Quinteros y Arrechea comprendieron que habían caído en una trampa y que habían sido víctimas de una maniobra de sabotaje destinada a distraerlos de su misión y hacerles perder horas cruciales.


Teatro de Operaciones Sur (Imagen: Miguel Ángel Cavallo: Puerto Belgrano. Hora Cero. la Marina se subleva)

Tras reagrupar nuevamente sus tropas, Quinteros enfiló hacia Puerto Belgrano, furioso por el tiempo que había desperdiciado y por el hecho de haber caído tan fácilmente en la trampa. Poco después se supo que la maniobra había sido obra del mismo general Imaz que se había volcado secretamente a la revolución y se hallaba infiltrado en el Comando de Represión.
Mientras tanto, en la Base Naval Comandante Espora se encontraban desde el día anterior, dos pilotos de gran experiencia, los capitanes de corbeta Justiniano Martínez Achával, a quien pusieron al mando de la Escuadrilla de Patrullaje de aviones Catalina y Eduardo Estivariz a quien se solicitó se hiciese cargo de la Escuadrilla de aviones Grumman subordinado al teniente de navío José María Vasallo, que la había sublevado oportunamente.
Cuando Estivariz se hizo presente, Vasallo se apresuró a entregarle el mando por tratarse, no solamente de un superior sino de un individuo de reconocida trayectoria profesional. Sin embargo, aquel, sumamente apegado al reglamento, rechazó el ofrecimiento por hallarse en situación de retiro, solicitando en cambio, integrar la escuadrilla como un piloto más. Así fue como quedó establecido aunque a partir de ese momento, la autoridad y las decisiones emanarían de su persona pues todo el mundo sabía que el teniente Vasallo lo consultaba permanentemente. Lo que todos ignoraban era que en pocas horas protagonizaría uno de los episodios más sangrientos del conflicto.
Quien ideó un plan inteligente fue otro de los recién llegados, el teniente de navío (RE) Mario Escudero, que a efectos de contrarrestar los comunicados oficialistas que daban por desbaratada la revolución, ideó cortar el suministro de gas a Buenos Aires, razón por la cual, se encaminó a la cercana planta de YPF para sabotearla.
Una vez en el lugar, contactó a su encargado que, munido de la llave maestra, cerró el gasoducto. Los resultados no fueron inmediatos porque las tuberías disponían de válvulas y depósitos adicionales que impedían un inmediato corte de la fluctuación y por esa razón, los efectos recién se harían sentir el 18 por la noche, obligando al gobierno a solicitar a la población porteña la reducción del consumo2.



Durante todo el día 17, las patrullas aéreas rebeldes vigilaron los caminos de acceso a Bahía Blanca, llevando a cabo numerosas salidas. A eso de las 06.00 los radares de la Base Naval detectaron un avión que volaba lejos de la costa, sobre el mar, aparentemente en dirección a la Flota. El hecho alarmó a los jefes sublevados que media hora después despacharon los primeros vuelos de exploración hacia Tres Arroyos, Azul, Olavarría, Tandil, Viedma, Carmen de Patagones, Río Colorado y Neuquén.
Uno de esos aviones detectó cinco camiones del Ejército detenidos sobre la Ruta 3, muy cerca de Azul. Poco después el mismo piloto informó haber visto a personal del Regimiento 2 formado en la plaza de armas y casi al mismo tiempo, un helicóptero piloteado del teniente Raúl Fitte observó a la altura de Pringles, más camiones camuflados detenidos bajo un grupo de árboles (120 kilómetros al norte de Puerto Belgrano), en lo que parecía una actitud de espera.
A las 08.30 Comandante Espora despachó una primer escuadrilla de ataque con la misión de bombardear nuevamente al Regimiento 5 de Infantería.
Uno tras otro los bombarderos Beechcraft AT-11 despegaron hacia el objetivo, para arrojar sus bombas con efectividad. De nada sirvieron los esfuerzos de los artilleros por contrarrestarlos. Las constantes incursiones, más intimidatorias que otra cosa, llevaron al teniente coronel Albrizzi a establecer contacto con el comando rebelde para deponer las armas con la sola condición de hacerlo ante el capitán de corbeta, aviador naval Justiniano Martínez Achaval, por quien sentía profundo respeto. Tres efectivos del Regimiento resultaron heridos, un suboficial y dos conscriptos, que fueron alcanzados por las esquirlas cuando se dirigían desde sus trincheras a los depósitos.
La petición de Albrizzi fue aceptada y mientras los aviones navales sobrevolaban los cuarteles, los oficiales mencionados acordaron los términos de la rendición. A las 11.00, la Infantería de Marina ocupó las instalaciones mientras oficiales y suboficiales del Ejército eran conducidos a la cercana Base Naval en calidad de detenidos. Solo 30 de ellos (5 oficiales y 25 suboficiales) permanecerían en los cuarteles junto a los 570 conscriptos que cumplían allí el servicio militar.
Por disposición del capitán Jorge Perren los prisioneros fueron tratados de acuerdo a las normas que establecía la Convención de la Haya y en consecuencia, quedaron alojados sobre la base de su jerarquía, previo registro de grados, nombres, apellidos y categorías, confeccionándose para ello, listas por unidades. Los prisioneros no podrían recibir visitas y por lo menos, una hora al día, deberían salir al aire libre.
Los oficiales prisioneros fueron alojados en los acorazados “Moreno” y “25 de Mayo”, así como también, en baterías, en tanto los suboficiales fueron destinados al “Rivadavia” y a los cuarteles del Regimiento Antiaéreo Nº 1. El capitán Perren fue sumamente atento con sus pares, saludando con cortesía tanto al teniente coronel Albrizzi como a su segundo, cuando aquellos arribaron a la base. Mientras tanto, utilizando vehículos del mismo regimiento, se trasladó el armamento capturado para ser inventariado y depositado en custodia hasta el momento de ser utilizado.


Las tropas de Infantería de Marina se desplazan en las inmediaciones de Bahía Blanca (Fotografía: Miguel Ángel Cavallo. Puerto Belgrano. Hora Cero. La Marina se subleva)

Durante el traslado, ocurrió un típico incidente de guerra, que pudo haber desencadenado una verdadera tragedia. Cuando la columna de camiones avanzaba por la carretera, en dirección a la base, tropas adelantadas que constituían el perímetro de defensa rebelde las confundieron con efectivos leales y abrieron fuego, provocando el vuelco de un camión cargado con proyectiles para morteros de 88 mm y la dispersión del resto en distintas direcciones. La decidida intervención del oficial naval que comandaba la columna evitó un mal mayor. Afortunadamente no se registraron bajas de ninguna índole.
A las 15.00 horas un avión de Aerolíneas Argentinas que se había plegado al movimiento el día anterior, detectó una columna de vehículos del Ejército avanzando por la ruta en dirección a Tres Arroyos. El aparato, carente de todo armamento, descendió varios metros para permitir a su tripulación arrojar bombas de pequeñas dimensiones por sus ventanillas y a poco de radiar su mensaje informando los resultados de su misión, volvió a elevarse y se retiró hacia su base de operaciones. El ataque surtió efecto porque las tropas se dispersaron y uno de sus camiones también volcó.
Detrás de aquel avión llegó un Beechcraft que, pese al bajo plafond y la escasa visibilidad, bombardeó la columna y le arrojó panfletos, aunque debió elevarse presurosamente porque fue repelido por fuego reunido de armas automáticas.
Un segundo aparato de iguales características que sobrevolaba el área de Tres Arroyos, detectó a otra columna motorizada avanzando en dirección a Bahía Blanca, razón por la cual, su piloto decidió atacarla. El avión arrojó sus bombas y mientras recibía disparos de fuego reunido (fusiles y ametralladoras), levantó vuelo y se alejó arrojando también volantes revolucionarios. Pero esa fue una de las últimas salidas de la aviación rebelde por ese día porque a partir de las 15.30 el clima comenzó a empeorar y los aviones no pudieron volar.



A pesar de las malas condiciones meteorológicas, cerca de las 16.10 llegaron desde Buenos Aires dos Avro Lincoln que generaron tal incertidumbre en la Base Espora, que comenzaron a sonar las alarmas. A raíz de ello, el personal fue dispersado y los aviones estacionados en tierra, retirados. Sin embargo, las aeronaves se mantuvieron a cierta distancia volando en círculos, demostrando con ello que se plegaban al alzamiento.
Desconfiando todavía, la torre de control ordenó a los pilotos bajar las ruedas e iniciar su aproximación a velocidad reducida, cosa que aquellos cumplieron al pie de la letra, seguidos pocos minutos después, por aviones Calquin procedentes de Tandil al mando del capitán Jorge Costa Peuser. Increíblemente, el arma creada por Perón en 1945 abandonaba sus filas y entrgaba sus mejores unidades al bando enemigo, dotándolo de un armamento formidable y privando a la causa gubernamental de un elemento indispensable.
Pero no todo eran noticias alentadoras. Por la tarde, radioaficionados civiles de Bahía Blanca y Punta Alta, entre ellos Ignacio Fernández (LU 7 DV) y Enrique Queijeiro Bustillo (LU 2 DJX), dieron cuenta de que tropas destacadas desde Zapala, San Martín de los Andes y Covunco perteneciente a la Agrupación de Montaña que mandaba el general Ramón Boucherie, avanzaban en tren hacia la estación de Río Colorado, provenientes de Neuquén y Río Negro.
El comando rebelde comprendió que esas fuerzas debían ser detenidas y por esa razón, los capitanes Perren y Rial decidieron la voladura de todas las vías férreas y rutas de acceso entre Bahía Blanca, Viedma y Río Colorado, misión que se programó para las primeras horas del día siguiente. Comandante Espora se despachó un nuevo pelotón al mando del teniente D’Aragona, con la misión de volar los puentes ferroviarios y la carretera cercana a la localidad de Ascasubi, junto al paso a nivel del cercano pueblo de Buratovich.
D’Aragona y su grupo partieron a las 22.00 conformando un convoy integrado por una locomotora y tres vagones que una hora después llegó a los objetivos, instaló sus cargas de demolición y los destruyó. Fue un brillante operativo comando en el que incluso fue volcado un vagón de carga dentro del cráter que la detonación había abierto en aquella última población.
Paralelamente, el teniente Yódice se dirigió hacia el sur, a bordo de dos locomotoras enganchadas, con órdenes de volar 50 metros de trayecto en la estación Nicolás Levalle. Una vez allí, sus hombres saltaron a tierra, volcaron una de las locomotoras de 110 toneladas de peso, derribaron postes de telégrafo y cortaron los cables de comunicación. Cuando el pelotón de D’Aragona regresaba de su misión, fue atacado por tropa propia, es decir, efectivos de la Marina que se hallaban apostados en las inmediaciones de Spurr, sin provocarles bajas.
Como la Aviación Naval no podía operar de noche, se montó un dispositivo de vigilancia a cargo de los comandos civiles revolucionarios a quienes se les encomendó recorridos en torno al perímetro de defensa y las localidades cercanas. Al mismo tiempo se dispuso poner en alerta a la artillería de tierra, reforzada por cañones Krupp de 88 mm y Bofors de 40 mm además de las piezas con las que contaba el Batallón Nº 1 y la artillería de los buques surtos en las radas de la base naval, entre ellos el crucero “9 de Julio” y los acorazados “Moreno” y “Almirante Brown”.
El dispositivo defensivo dejaba el área próxima a Bahía Blanca a resguardo y permitía lanzar ataques aéreos sin mayores sobresaltos. Con las luces del nuevo día, la Aviación Naval se disponía a operar sin inconvenientes sobre el enemigo que avanzaba amenazadoramente.
Un hecho que llenó de orgullo y emoción a jefes y oficiales rebeldes fue la llegada, por propia voluntad, de los conscriptos del Batallón 4 de Infantería de Marina que habían sido dados de baja antes del comienzo de las acciones. Los soldados llegaron a pie, en medio de la noche, siguiendo las vías del ferrocarril para no extraviarse y con ellos venían civiles procedentes de las ciudades y pueblos cercanos, como así también trabajadores y pobladores de los campos circundantes, quienes solicitaron armas para luchar.
Como refiere el capitán Perren en “Puerto Belgrano y la Revolución Libertadora”, los defensores del sector rebelde contaban con 1300 efectivos en Espora y Bahía Blanca, con los que cubrían los accesos por el sur y el norte. Otros 1000 hacían lo propio en los caminos que conducían a Puerto Belgrano, por el nordeste y a través de la Ruta 3 y por el Bajo Hondo en tanto150 efectivos de artillería, ubicados en un radio distante a 15 kilómetros al este de la base, protegían el camino de Pehuén-có, manteniendo cerrado, de ese modo, el semicírculo en torno a ambas posiciones. Esas fuerzas estaban unidas entre sí por la línea Bahía Blanca-Base Naval-Baterías, muy cerca de la costa y eso les permitía estrechar el dispositivo. Los acorazados “Moreno” y “Almirante Brown” se posicionaron en la ría, no así el “9 de Julio” que se alistaba para unirse a la Flota de Mar. Automotores particulares, vehículos militares e incluso formaciones ferroviarias mantuvieron contacto con las fuerzas defensoras durante toda la noche en previsión e posibles ataques.

Dispositivo de defensa en torno a Bahía Blanca (Fotografías: Miguel Ángel Cavallo. Puerto Belgrano. Hora Cero. La Marina se subleva)

Notas


  1. Fueron sus vanguardias las que protagonizaron la escaramuza con los infantes de Marina del teniente Arigotti.
  2. El gobierno llegó a pedir el uso de una sola hornalla en las cocinas y prescindir de los hornos “…debido a que los inconscientes rebeldes habían dañado el Gasoducto Presidente Perón en la zona de Bahía Blanca…”. Eso y los comunicados emitidos por la radio de Puerto Belgrano, a cargo del capitán de corbeta Hugo Soria, surtieron notable efecto.
1955 Guerra Civil. La Revolucion Libertadora y la caída de Perón

Autoprotección: Elbit C-MUSIC instalado en aviones de pasajeros



Israel tiene la aerolínea más segura del mundo - y es punto de ser aún más seguro
Rich Smith, The Motley Fool
Reproducido por Business Insider



"¿Cuál es la línea aérea más segura del mundo ? No hay duda . Es El Al, la aerolínea nacional de Israel."
- CBS
Así afirma la revista de noticias de televisión 60 Minutes, en una cláusula inequívoca de la aerolínea nacional de Israel. Hay muchos factores que hacen de El Al la aerolínea No. 1 para volar si no quiere preocuparse por el terrorismo- Medidas de seguridad rigurosas para todos los pasajeros, agentes de seguridad aérea a bordo de todos los aviones, puertas de acero que sujetan la cabina. Todos ellos reducen el riesgo de que los terroristas haciendo de las suyas en el interior de un avión.

Y ahora , Israel está tomando la delantera en la adición de un nuevo nivel de seguridad para eliminar el riesgo de que los terroristas tratan de tomar un avión hacia abajo desde el exterior.

La amenaza

En 2002 , terroristas armados con misiles tierra-aire (MANPADS) rusos Strela-2, intentaron derribar un avión de pasajeros israelí que despegaba del aeropuerto de Mombasa, Kenia. Erraron, pero Israel no es de confiar en la mala puntería de los terroristas para mantener sus aviones seguros en el futuro. Durante años, el contratista de defensa israelí Elbit Systems ha estado desarrollando un sistema de defensa antimisiles en el avión que ofrece protección al alcance de cualquier avión civil.

La solución

Apodado C-MUSIC, el sistema de Elbit detecta y advierte la tripulación aérea de un avión de una SAM entrante, sigue al misil con una cámara infrarroja con visión delantera, y arremete con un láser de gran alcance para desactivar el misil - haciendo que se detone a una distancia segura. Configurado en una "vaina" que se puede conectar al fuselaje de un avión, todo el sistema mide aproximadamente 2.74 metros por 61cm por 61cm, y pesa alrededor de 170 kilos.

Israel ha estado probando C-MUSIC desde hace varios años, y recientemente dio luz verde al sistema para la implementación. Los 38 aviones de la flota aérea de El Al con pronto estarán equipados con C-MUSIC. Entonces, todos los aviones operados por todas las líneas aéreas israelíes.


El costo

¿Cuánto va a costar y cuánto podría C-MUSIC va a valer a Elbit ? Según informes de prensa, el sistema tendrá un costo de alrededor de $ 3 millones de dólares por unidad. A ese precio, el equipamiento de todos los 100 y pico aviones civiles en Israel con C-MUSIC debe generar suficientes ingresos para compensar el 10% de las ventas anuales de Elbit.

A nivel internacional, el mayor cliente extranjero de Elbit es Brasil, que ordenó a los sistemas C-MUSIC a instalar a bordo de sus aviones cisterna de reabastecimiento en vuelo militares KC-390. Lo qué sería una noticia realmente excelente para Elbit, sin embargo, se firmará un importante aerolínea comercial EE.UU. para comprar C-MUSIC. Los cerca de 1.000 aviones en American Airlines Group de la flota, por ejemplo, tendría un valor de ventas de un año a Elbit , mientras que los aviones 700 y pico en las flotas de Delta o United Continental serían casi tan lucrativo.

La competencia

Ganar un cliente de una aerolínea de EE.UU. puede ser difícil para Elbit, sin embargo. Por un lado, las compañías aéreas estarían poco dispuestos a incurrir en el gasto de C-MUSIC en ausencia de una amenaza convincente. Por otra parte, hay un EE.UU. pesca contratista de defensa por el mismo mercado.

El rival de C-MUSIC es el sistema anti-misil "Guardian", fabricado por Northrop Grumman. Guardián se asemeja C-MUSIC en forma, función y precio - salvo por un detalle. Aunque Northrop dice que su sistema costaría $ 3 millones por avión a instalar inicialmente, la compañía cree que si se ordena en escala, eficiencias de producción podrían permitir que empujar el precio del Guardián a $ 1 millón por unidad. A ese precio, las compañías aéreas americanas podrían sufragar el costo del sistema, y proporcionar tranquilidad a los viajantes, por el costo de tal vez $ 1 adicional por boleto.

Y la gran pregunta: ¿Cuándo los estadounidenses llegar a sintonizar con C-MUSIC?

Eso no parece ser un alto precio a pagar por la paz de la mente - no en una época en que los viajeros tenedor rutinariamente más de $ 5 a las compañías aéreas para una comida a bordo que solía ser gratis. Sin embargo, hasta la fecha, no hay aerolíneas de Estados Unidos han expresado su interés en el equipamiento de aviones, ya sea con C -MUSIC o Guardian. Si quiere viajar a salvo de los misiles terroristas, y no se puede reservar un vuelo de El Al, la mejor opción es ir a Alemania, Omán, Qatar o - y se consigue presidente electo, sultán o emir, respectivamente.

¿Por qué? Debido a que los tres países han ordenado según los informes la versión militarizada del sistema Northrop Guardian para sus jefes de Estado. En cuanto al resto de nosotros, que tendremos que tomar nuestras riesgos.

Cine militar: Impactante final para el mayor acorazado de la historia

Film "Otokotachi no Yamato"
Acorazado YAMATO 大和

Impresionante recreación digital del final del mayor acorazado de la Historia.


SGM: El fin del Yamato

Mi última guardia en el “Yamato” 
por el Oficial Mitsuru Yoshida 

 

El acorazado «Yamato» comenzó a construirse en 1937. Fue botado el 8 de Agosto de 1940. Sus dimensiones eran de 263 metros de eslora; 36,90 metros de manga y 10,90 metros de calado. Tenía una dotación de 2.750 hombres aproximadamente. Su armamento consistía en 9 cañones de 460 mm.; 12 de 155 mm.; 12 de 127 mm.; 24 de 25 mm. antiaéreos; 4 de 13 mm. antiaéreos y 150 ametralladoras. Contaba con 12 calderas Kampon que le proporcionaban una potencia de unos 150.000 HP. Su motor era de turbina con 4 hélices. Su velocidad máxima era de 26 nudos y tenía una autonomía de 7.200 millas a una media de 16 nudos. Su desplazamiento estándar era de unas 63.700 toneladas y con plena carga de unas 73.000 toneladas. Este acorazado era, con mucho, más grande que los dos acorazados alemanes más famosos: el «Tirpitz» y el «Bismarck». Podía disparar un proyectil a 41 km. de distancia y realizar dos disparos por minuto. 

 
El Yamato durante su construcción 

El 1º de Abril de 1945 el superacorazado «Yamato», de la Armada Imperial Japonesa, se hallaba anclado en el puerto naval de Kure, aguardando reparaciones y mejoras. El gigante buque de guerra, pintado de plata y gris, surgía del mar como una inmensa roca, dominando todo lo que le rodeaba. Yo era el oficial de radar, el de menor graduación a bordo. 
Súbitamente, el altavoz rompió la calma matinal: -«Comenzar operaciones de navegación a partir de las 8,15 hs.; levamos anclas a las 10,00 hs.»- ¡Tropas norteamericanas habían desembarcado en Okinawa! ¿Iríamos a atacarlas, en lo que acaso pudiera resultar la batalla decisiva del área del Mar del Sur? A las 10,00 hs. en punto, el «Yamato» partió. Al caer la noche anclamos en la playa Mitajiri, lugar de reunión de la flota. 
Todo el personal fue llamado a cubierta. Metidos en nuestros uniformes caquis de batalla, y en posición de firmes, 3.000 marinos escuchamos una breve arenga del Capitán Kosaku Ariga, en la que expresaba la ardiente esperanza de que todos nos comportáramos ejemplarmente. Luego, el segundo oficial, Capitán Nomura, gritó: -«¡Qué el “Yamato” (“Japón”, nombre sentimental), como el “Kamikaze” (“Viento Divino”), honren debidamente su nombre!»- 

 
 
 

A la mañana siguiente, divisamos un bombardero norteamericano B-29. Nos lanzó una bomba mediana que no causó daños, pero que desvaneció toda esperanza de guardar el secreto de nuestra navegación. Alcancé a oír decir a mis superiores, que nuestro ataque estaría combinado con ataques de aviones kamikaze contra el enemigo, en el área de Okinawa. Los contraataques de cazas enemigos superiores, contra nuestra pobre aviación suicida, sobrecargada de explosivos, habrían sido paralizantes. Ahora se hacía necesario atraer con engaño a los aviones enemigos, de suerte que nuestros kamikaze pudieran operar con mayor efectividad. 

 


Esto requería algo que atrajera al mayor número de aviones y resistiera sus ataques el mayor tiempo posible. El «Yamato», con su escolta, resultaba la mejor carnada. Y así, mientras nuestra flota atraía sobre sí el peso de la presión de las fuerzas aéreas enemigas, quedaría despejado el camino para que nuestros aviones suicidas se apuntaran grandes éxitos en sus ataques. Si sobrevivíamos a esta fase de la operación, nuestro objetivo sería avanzar por el centro de las posiciones del adversario y realizar el máximo de destrucción posible. A este fin el «Yamato» estaba cargado a plena capacidad de municiones, para todas las armas que llevaba. ¡Sus tanques, sin embargo, sólo llevaban el combustible necesario para el viaje de ida a Okinawa! Lo que era un suicidio, dictado por la desesperación. Bien entrada la tarde del 5 de Abril, el altavoz anunció: -«Listos para una ración de sake... ¡Cantina abierta!»- Se invitó a los guardiamarinas para el brindis final. Pero cuando el oficial navegante levantó su copa, esta se le escapó de su mano temblorosa y se rompió contra la cubierta: todos comprendimos que la muerte era el destino inevitable y probablemente cercano. Y que, cuando llegara, cada uno de nosotros tendría que saludarla con valor y corazón resuelto. 
A la tarde siguiente la insignia de combate del «Yamato» batía el aire. Armas y equipos estaban listos. A las 16,00 hs., el resto de lo que fue la gran flota japonesa, navegaba hacia Okinawa. El crucero ligero «Yahagi» y ocho destructores servían de escolta. A las 18,00 hs. tocaron a asamblea y el segundo oficial leyó las solemnes palabras que nos dirigía el comandante en jefe de la flota unida: -«¡Haced de esta operación el punto decisivo de la guerra!»- Seguidamente se tocaron el himno nacional del Japón y otros aires marciales. Por último, se dieron tres vivas a Su Majestad Imperial. Yo tenía el encargo, en el puente, de recoger los informes de los vigías y retransmitirlos al Capitán Ariga y sus ayudantes. A mi izquierda estaba el vicealmirante Seiichi Ito, comandante de las fuerzas navales; su jefe de estado mayor, el contralmirante Nobuei Morishita, se hallaba a mi derecha. Yo me sentía afortunado y muy orgulloso. Al romper el alba del 7 de Abril, interceptamos mensajes enemigos que daban nuestro rumbo y velocidad con exactitud. Seguían nuestra posición minuto a minuto. A poco aparecieron dos aviones Martin de patrullaje. Volaron en círculo fuera del alcance de nuestros antiaéreos y continuaron siguiéndonos. El almuerzo fue simple y mísero: arroz acompañado de un té negro caliente, que bebimos hasta llenar el estómago. 

 
Antes del ataque 

A las 12,20 hs. el radar advirtió la presencia de una formación aérea. La tensión aumentó, y cada vigía forzó la vista buscando los aviones que se anunciaban. Súbitamente, una gran formación irrumpió estrepitosamente de entre las nubes y giró en amplio círculo de izquierda a derecha. -«¡Más de cien aviones!»- gritó el oficial navegante. La orden de «¡Fuego»! dada por el capitán, fue seguida de un vivo estruendo producido por 24 cañones antiaéreos y 150 ametralladoras, a las cuales se sumaron las principales baterías de los buques de escolta. Un hombre que estaba cerca de mí, cayó abatido por un fragmento de bomba. En nuestro flanco derecho, el destructor «Hamakaze» había sido alcanzado y empezaba a hundirse. Su popa sobresalía, alta, en el aire. En treinta segundos desapareció bajo las aguas, dejando solamente un círculo de arremolinada espuma. Sobre nosotros, convergían torpedos desde todas las direcciones. Marchando a la velocidad máxima de 26 nudos, zigzagueábamos desesperadamente. El balanceo y la vibración eran terribles. Balas de ametralladoras, disparadas por los aviones, barrían el puente. Una y otra vez escapamos de los torpedos, a menudo por milímetros, pero al fin, a las 12,45 hs., nos alcanzó uno por la parte delantera, a babor. Luego recibimos dos impactos de bombas a popa. En ese momento, la primera oleada enemiga se retiró. 

 
 
El Yamato evadiendo el destino 

Se me entregó una orden: «El cuarto de radar a popa dañado por las bombas. Inspecciónelo inmediatamente». Penetré la cortina de humo hacia la cubierta de popa. A pesar de los fuertes mamparos de acero, el cuarto de radar había sido partido en dos y su mitad superior volada en pedazos. ¡Restos de lo que habían sido ocho seres humanos se hallaban esparcidos aquí y allá! Y habría estado entre ellos, de no haber sido por mi turno de guardia en el puente. Un ruido estremecedor se nos iba acercando. Miré hacia arriba y vi aparecer la segunda oleada de aviones enemigos. En ese instante, pensé: «No es este el lugar donde debo morir». Corrí a mi puesto en el puente. Y cuando ya iba a trepar la escalera, una explosión me obligó a entrecerrar los ojos. Cuando los abrí, una nube de humo blanco se alzaba del sitio donde había estado la torre de control de incendios. Trepé la escalera oyendo rebotar las balas de las ametralladoras sobre las planchas de acero, cerca de mí. 
En este segundo ataque, tres torpedos alcanzaron el costado de babor, cerca de la arboladura de popa. Aún el poderoso «Yamato» resultaba incapaz de resistir golpes tan duros, y nuestra tremenda capacidad de fuego parecía inútil. Tan pronto lanzaban sus mortales cargas, los aviones giraban evitando nuestro fuego y barrían nuevamente el puente con sus ametralladoras. De vez en cuando, caía al mar un avión incendiado, pero ya su misión había sido cumplida. La precisión y serenidad con que esos pilotos repetían sus ataques, eran buena prueba de la fortaleza del enemigo. Una tras otra las torres de los cañones del «Yamato» fueron volando por el aire, bajo el impacto de las bombas. Las que erraban el blanco, estallaban elevando grandes columnas de agua a través de las cuales pasábamos lentamente. La segunda oleada de ataque se retiró; pero en cuestión de segundos ya estaba encima la tercera que hizo cinco impactos en el costado de babor. El clinómetro comenzó a registrar una leve inclinación a la banda. -«¡Todo el mundo a equilibrar el buque!»-, ordenó el capitán por el altavoz. Teníamos que corregir la escora a cualquier precio, y se ordenó bombear agua del mar en los cuartos de máquinas y calderas de estribor. Telefoneé apresuradamente para prevenir a estos compartimientos, pero ya era demasiado tarde. Por las brechas que abrieron los torpedos y las válvulas de inundación, el agua penetró impetuosamente, segando la vida de los hombres que estaban en sus puestos, cientos de ellos en total. A unos 3.000 metros adelante, el crucero «Yahagi» yacía inerte en el agua. Un grupo de aviones que se preparaban para picar sobre el «Yamato», invirtieron la marcha y acribillaron al «Yahagi» con más de diez torpedos. Un torbellino de espumas grises giró en torno suyo al hundirse. El destructor «Isokaze», también detenido, emitía bocanadas de humo negro. Lo único que quedaba intacto de la escolta de nueve buques eran los destructores «Fuyutzuki» y «Yukikaze». Los otro siete yacían escorados o hundidos. 
La cuarta oleada de ataque venía ahora por la proa, a babor. ¡Y eran más de 150 aviones! Los torpedos abrieron nuevas brechas en la banda de babor, mientras que las bombas caían sobre el palo de mesana y el alcázar. Los grandes cañones quedaron reducidos a silencio y sólo unas pocas ametralladoras permanecían intactas. Un grupo de hombres trataba desesperadamente de extinguir un violento incendio en el alcázar. Súbitamente el teléfono transmitió un alarmante informe: «¡Inundación inminente!» Una detonación que se produjo a popa reverberó a través del buque: terminaron los informes. Dejando escapar columnas de llamas, la popa pareció elevarse considerablemente en el aire durante un momento. Grandes nubes de humo negro emergían de un punto próximo a la chimenea. Hubo un repentino aumento de 35 grados en nuestra inclinación y la velocidad se redujo a sólo siete nudos. El enemigo surgió de las nubes para darnos el golpe de gracia. Tendido sobre la cubierta, me aseguré para resistir los efectos del estallido de las bombas. La aguja del clinómetro seguramente continuaba avanzando, porque oí que el segundo oficial informaba: -«Es imposible corregir la escora»- Los hombres se mezclaban desordenadamente en la cubierta inclinada, pero un grupo de oficiales de estado mayor salieron del tumulto y treparon hasta donde se hallaba el comandante en jefe. El jefe de estado mayor los saludó. Luego el comandante cambió significativamente apretones de mano con los oficiales y entró en su camarote. Fue esta la última vez que vimos al comandante de la segunda flota, el vicealmirante Seiichi Ito. Del personal del puente quedábamos menos de tres supervivientes. Vimos al oficial navegante y a su ayudante atarse a la bitácora para evitar la vergüenza de sobrevivir cuando el buque se hundiera. Nosotros comenzamos a hacer lo mismo. Pero el jefe de estado mayor nos ordenó que nos lanzáramos al agua, y acompañó la orden con un buen puñetazo a cada uno para obligarnos a obedecer. Yo me escurrí por la portañola del vigía, cuando el barco herido alcanzaba una increíble inclinación de 80 grados. 
El «Yamato» comenzaba a hundirse. Boqueando en busca de aire yo era succionado hacia abajo, lanzado hacia arriba, sacudido de un lado a otro, restregado contra todo. Sofocado y tirando puntapiés, me abrí paso hacia la única luz que podía ver: un resplandor gris verdoso hacia arriba. Luego, de modo sorprendente, me hallé en la luz del día. Cuando el buque se sumergió, enormes columnas de llamas se alzaron relampagueantes y se oyó el ruido terrible de municiones que estallaban y de compartimientos que reventaban por presión de aire. El aceite derramado me produjo escozor en los ojos. Me enjuagué la cara y tragué aire. Cerca de mí había grupos de nadadores, cuerpos inertes flotando, residuos astillados y carbonizados: era todo lo que quedaba del buque de guerra más poderoso del mundo. Caía una lluvia densa. La batalla contra el «Yamato» había terminado, pero comenzaba otra: esta vez contra las heridas, el aire y el agua fría. Algunos enloquecieron y se ahogaron. Otros, con heridas profundas, gemían de dolor, aunque el aceite negro derramado servía para evitar que se desangrasen.

De pronto, el «Fuyutzuki» se dirigió hacia nosotros; viró de popa hacia la izquierda y se quedó inerte, como a 200 metros de distancia, mientras sus cañones continuaban disparando inútilmente contra los aviones enemigos. En el esfuerzo prolongado por llegar al buque, el aceite se hacía sentir por lo espeso como caramelo derretido. Pocos llegaron hasta el barco. Desde la cubierta gritaban algunas voces: «¡Apresúrense!» Yo me abalancé sobre una escala de cuerdas. Chorreando sangre y aceite, me bamboleaba precariamente mientras izaban con lentitud la escala. Dos hombres de a bordo me tomaron por las manos. Me eché sobre la cubierta, extenuado. Me quitaron el uniforme y me metieron los dedos hasta la garganta para hacerme vomitar el aceite que había ingerido. Alguien dijo: -«Está herido en la cabeza, señor»- No me había dado cuenta de que tenía un corte en el cuero cabelludo. Tambaleándome, me abrí paso hasta la enfermería, llena de cadáveres. 

 
 

El «Yamato» hundiéndose por popa: 
 

Cuando desperté, en la mañana del 8 de Abril, el sueño me había restaurado las fuerzas. Sobre cubierta, el sol de primavera me inundó los ojos. La inútil salida del «Yamato» había terminado. Íbamos de regreso al hogar. Pronto estuvieron a la vista las montañas del Japón. Su belleza me hizo contener el aliento y, por fin, suspiré de alegría. Después de todo, ¡qué maravilla es vivir! 

Fuente: Historias Secretas de la Última Guerra ("Actas del Instituto Naval de los Estados Unidos")
Transcripción: Psicólogo Eduardo Macri 




martes, 18 de marzo de 2014

Israel: El 100º Escuadrón de Inteligencia Aérea

La inteligencia israelí estaría indefensa sin su escuadrón de "Camellos Voladores"
David Cenciotti, The Aviationist
Reproducido por Business Insider



El 100º Escuadrón no sólo es la más antigua unidad de la fuerza aérea israelí.
El Escuadrón de los "Camellos voladores" es también una de las de mayor actividad de la IAF en términos de horas de vuelo.
Ha tomado parte en cada guerra librada por Israel desde Guerra de la Independencia de 1948, y sus aviones espías casi constantemente sobrevuelan la frontera entre Israel y Líbano, cerca de Gaza, o donde quiera que se solicitan para recolectar imágenes, observar blancos terrestres y detectar cualquier actividad de Hamas o de Hezbollah.
De hecho, su tarea consiste en proporcionar inteligencia visual y la orientación para hacer los ataques aéreos quirúrgicos (y eficaces)  de Israel.
El escuadrón está equipado con el "Tzufit", un muy modificados Beech 200 Super King Air que se ha embalado con sistemas de vigilancia electro-ópticos avanzados (y en su mayoría secretos) que actúa como un avión espía, así como un puesto de mando en el aire.
Durante sus vuelos de rutina de vigilancia, la aeronave reúne los datos que se utiliza para construir y actualizar una base de datos de objetivos en tierra: si se reporta una actividad sospechosa o un ataque real cohete dentro de la Franja de Gaza, uno de los aviones se demora revueltos de detectar la objetivo (si no está ya volando en las cercanías), identificar y seleccionarlo "limpiarlo" (lo que confirma que no hay civiles cercanas), y luego la emisión en directo las imágenes de los terroristas a una amplia variedad de "clientes", los aviones de ataque, helicóptero, aviones no tripulados, las patrullas terrestres, que tendrán la tarea de destruir realmente.
En otras palabras, el modificado, aparentemente inofensivo avión bimotor turbopropulsado es fundamental para todo el proceso que va desde la selección a la destrucción del objetivo.



El comandante del 100º Escuadrón, el teniente coronel Yoav (apellido no puede revelarse) fue entrevistado recientemente por el Jerusalem Post en la sede de la unidad en el aeropuerto de Sde Dov en Tel Aviv.
Lo que él dijo es interesante bajo varios puntos de vista.
En primer lugar, explicó que la aeronave Beech de su escuadrón brinda apoyo a fuerzas militares  en Judea y Samaria, en la frontera con Gaza, y también han volado en el extranjero, cuando han tomado parte en un ejercicio conjunto con la Fuerza Aérea Helénica en Creta.
A continuación, destacó la importancia de las plataformas de inteligencia tripulados contra drones, revelando una competencia sutil con las tripulaciones de los UAV (Unmanned Aerial Vehicle): los aviones pilotados pueden observar blancos terrestres desde una mayor distancia, y de mayor altura, permaneciendo fuera de la envolvente de los misiles superficie-aire. Además, los turbohélice "Tzufit" son más rápidos que los drones (de ahí que rápidamente se puede desviar a seguir un "blanco de oportunidad") y se ve menos afectada por el mal tiempo.
Una vez que el objetivo ha sido entregado a una plataforma de ataque, el ataque subsiguiente se puede abortar, incluso cuando un misil ya está en el aire en su camino hacia el objetivo.
"Estamos en contacto con todo lo que ocurre en el Medio Oriente", dijo Yoav al JP. "Si pasa algo, nos involucramos", y podemos entender la razón.