Boeing-Vertol BV-235, un verdadero
patito feo
Vista frontal de la maqueta del
Boeing-Vertol 235. Se puede ver claramente el perfil asimétrico de la nariz y
la posición de la torreta de 30 mm del lado del artillero. |
La historia del Boeing-Vertol YUH-61, quedaría incompleta si no le dedicamos una entrada a la singular aeronave que podemos ven en la foto de arriba.
Conocido como Modelo 235; fue la entrada del fabricante de Filadelfia al programa Advanced Attack Helicopter o AAH, concebido a dotar a la Aviación del Ejército de Estados Unidos de una aeronave de ataque de alas rotativas.
Después de la cancelación, con su cierta cuota de controversia, del AH-56 Cheyenne; el Ejército quedó sin un helicóptero de ataque capaz de reemplazar a los Bell AH-1 Cobra. Aprendiendo la lección, el arma decidió volver a la carga con una versión "dietética" del frustrado AAFSS, bajando sus expectativas y requerimientos. La nueva aeronave debía dar prioridad al combate contra blindados; la razón es que en ese momento, la principal hipótesis que manejaba el alto mando de la OTAN durante la Guerra Fría era el avance de columnas blindadas soviéticas y de sus aliados a través de Alemania, especialmente por la Brecha de Fulda, tomando Frankfurt primero y luego continuando hacia el Rin.
Este nuevo programa de adquisición recibió el nombre de Advanced Attack Helicopter o AAH. Esta vez, el principal requerimiento del Ejército era una aeronave que resultara superior al Cobra en cuanto a performance, poder de fuego y alcance; asimismo la aeronave debería ser lo suficientemente maniobrable como para volar misiones a muy baja altura, siguiendo el perfil del terreno (nap-of-the-earth).
Los requerimientos sobre supervivencia, facilidad de mantenimiento y costos de operación eran similares a los del programa UTTAS, al igual que la planta motriz, dos General Electric T700 de 1,120 kW.
La maqueta del Modelo 235 en una foto
promocional en un bosque. El armamento parece estar compuesto por dos tanques
suplementarios de combustible y 8 misiles TOW. |
Con respecto al armamento, se requería un cañón de 30 mm y 16 misiles antitanque TOW, este requerimiento después fue modificado para incluir una misma cantidad de AGM-114 Hellfire, el cual se encontraba en desarrollo y prometía un mejor alcance y letalidad que el TOW.
El 15 de noviembre de 1972, se publica la solicitud de propuestas (RFP) la cual es enviada a todos los principales fabricantes. A este requerimiento, el Ejército recibió cinco propuestas: Bell con el Modelo 409, Hughes con el Modelo 77, Lockheed con el CL-1700, Sikorsky con el S-71 y finalmente Boeing-Vertol (asociado con Grumman) con el Modelo 235.
Una configuración inusual
En el momento que recibió la RPF, Boeing-Vertol se encontraba trabajando en el YUH-61 por lo que trató de reutilizar la mayor cantidad de componentes de este en el nuevo diseño. Lo cual, tiene mucho sentido desde varios puntos de vista. Para empezar, ambos diseños utilizaban los mismos motores y segundo, como dijimos anteriormente, los requerimientos en cuanto a costos de operación, performance y supervivencia eran similares entre ambos programas. Además de ganar el programa UTTAS, la paridad entre los componentes podría ser un punto a favor para el Modelo 235.
Es así como el Modelo 235, utilizaba el botalón de cola y conjunto dinámico del YUH-61; pero la configuración del tren de aterrizaje era diferente, dejando la configuración triciclo y adoptando una rueda de cola con un tren principal más robusto.
Boeing-Vertol 235 comparado a un Bell AH-1G, notar que la maqueta del primero tiene las palas del rotor camufladas. |
La verdadera innovación del diseño radica en la configuración de la cabina de vuelo. Tradicionalmente, los helicópteros de ataque cuentan con una configuración tándem con el artillero sentado adelante, y el piloto detrás. Esto brinda varias ventajas, por un lado, el artillero tiene una excelente visión y por otro lado hace el fuselaje más angosto haciéndolo un blanco más difícil. Pero la desventaja es que el piloto tiene una visión muy limitada hacia delante y debe contar con la ayuda del artillero para no perder conciencia situacional.
En cambio, en los helicópteros de transporte, al ubicar a ambos pilotos lado a lado, se gana amplitud en la cabina y ambos tripulantes tienen una excelente visión de todo lo que pasa alrededor de la aeronave, además que facilita la interacción entre ellos.
Buscando la manera de tomar lo mejor de los dos mundos, los ingenieros de Boeing-Vertol se decidieron por una configuración lado a lado pero escalonada. El artillero se sentaría a la derecha y más adelante casi sobre la nariz de la aeronave; mientras que el piloto se sentaría a su lado pero más atrás. De su lado la nariz de la aeronave sería ligeramente más corta permitiendo una buena visión hacia adelante y abajo.
La respuesta oficial
Midiendo unos 15.6 m de largo y unos 3.3 m de ancho, la maqueta a escala natural fue presentada, junto con la documentación técnica para su evaluación. Después de un cuidadoso análisis, el Ejército descartó al Modelo 235, junto a la propuesta de Lockheed y la de Sikorsky; decidiendo continuar con las propuestas de Bell y de Hughes quienes recibieron sendos contratos de desarrollo. Finalmente, Hughes (luego absorbida por McDonnell-Douglas) resultaría vencedora del programa AAH, dando origen al AH-64 Apache.
La pregunta que queda en el aire, es si la disposición inusual de la cabina del Modelo 235 resultó demasiado innovadora para el Ejército quien prefería soluciones técnicas un poco más conservadoras. Pero la realidad es que la oferta de Boeing llegó en tercer lugar y fue descartada por la temperatura de trabajo de la turbina que estimada el fabricante de la aeronave. No se sabe que fue de la maqueta, seguramente fue desguazada y perdida para siempre.
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Tres vistas y dimensiones generales del Modelo 235. Fuente: Boeing-Vertol. |
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