sábado, 18 de febrero de 2017

Sanidad militar: El difícil escenario del MOUT (1/2)

Consideraciones sobre el apoyo sanitario en combate urbano (I)


"La población de la Tierra sobrepasó por primera vez los mil millones en 1830. La población se dobló cien años más tarde por una serie de factores que influenciaron la tasa de natalidad. Entre 1930 y 1996 la población total se multiplicó por tres alcanzando los seis mil millones. La población mundial en 2025 sobrepasará los ocho mil millones.Un aumento de dos mil millones de personas podría crear 280 ciudades del tamaño actual de Nueva York. Pero se prevén pocas ciudades nuevas. Se cree que la mayor parte del crecimiento será absorbido por las adiciones incontroladas de "ocupas" a las ciudades ya existentes en el tercer mundo"
- Non Attributable Lecture, Marine Corps CSC 1996

El combate urbano es en sí mismo tan antiguo como la misma existencia de las aglomeraciones humanas. Ejemplos históricos se pueden encontrar ya en la Biblia y en la literatura, donde se describen con todo tipo de detalles como se asaltaban las ciudades, a menudo tras sitiarlas, y como se desarrollaba una lucha frecuentemente despiadada donde no se daba cuartel y que podía llegar a significar la desaparición de la ciudad como tal. Ejemplos clásicos son la Troya de Homero, Jerusalén en el año 70 de nuestra era, Roma en el 476, y Constantinopla en 1454.

Pero si bien este tipo de combate se ha venido produciendo desde hace milenios, es cada vez de más actualidad y parece inevitable que su frecuencia aumente de manera notable en el futuro. El incremento del combate urbano, o siguiendo el termino anglosajón “operaciones militares en terreno urbano” (MOUT), parece garantizado y se produce en contra de la experiencia acumulada, que es lo suficientemente importante como para que ya Sun Tzu desaconsejara el ataque a las ciudades. Y ese consejo se mantiene en la actualidad ya que la complejidad y dureza del MOUT lo hacen muy penoso y difícil y, después de todo, si se derrota al enemigo en campo abierto la ciudad es casi seguro que caiga sola.

Si se pudiera de alguna forma marcar el inicio de la época moderna del MOUT podría estimarse que la primera batalla urbana moderna fue la de Madrid en el otoño de 1936.(4) Pero de esta primera batalla poco podían deducir los teóricos del arte de la guerra sobre los caminos por los que se iba a desarrollar este tipo de combates.

Las razones que se esgrimen para afirmar que el MOUT tendrá un lugar preponderante en las operaciones militares son fundamentalmente demográficas. En los últimos decenios se han producido dos fenómenos fundamentales. El primero es un crecimiento exponencial de la población mundial y el segundo lo constituye el incremento de la emigración desde las zonas rurales a las urbanas.



Este fenómeno de la “urbanización” se produce de forma especialmente marcada en el África subsahariana, donde se estima que cada año un cinco por ciento de su población se traslada desde el campo a los arrabales de las grandes ciudades. Pero no es sólo en África donde se produce este fenómeno; muchos expertos afirman que en pocos años la mitad de la población mundial vivirá en ciudades, o hasta el setenta por ciento en el año 2020. Y por otro lado basta un breve estudio del mapa del mundo para observar que un porcentaje muy significativo de las grandes ciudades del mundo están ubicadas en la zona litoral. Esto hace que el campo de batalla urbano sea de especial importancia para el Cuerpo de Marines de los EE.UU. (USMC) que consideran por tanto las áreas urbanas como los sitios más probables de sus futuros combates. Así en 1999 realizaron un ejercicio denominado “Urban Warrior”, en el que se trataba de explorar las dificultades del MOUT, sus peculiaridades y posibles soluciones, demostrando de esta forma la preocupación y el interés que experimentan ante el desafío representado por el MOUT. De hecho es innegable que cada vez se producen más ejemplos de combate en áreas urbanas y simplemente como un ejemplo se puede citar que de las 250 últimas misiones de los Marines 237 se han desarrollado en terreno urbano.(12)

Pero sin embargo el pistoletazo de salida en lo referente al MOUT para las FAS de los EEUU, y para los ejércitos occidentales en general, fue el combate producido en Mogadiscio (Somalia) en octubre de 1993. El impacto de esta acción sobre el pensamiento militar actual no es acorde con su envergadura real, pero la realización de la película y el libro que lo recrean, “Blackhawk down”, transmiten perfectamente el ambiente del MOUT, acción de pequeñas unidades, con grandes dificultades de coordinación, dificultad del apoyo, incluido el sanitario, y sobre todo la inmediatez de la acción, que agota física y psicológicamente al combatiente.

Las grandes ciudades cada vez son más numerosas en el Tercer Mundo y parece razonable pensar que estas grandes urbes serán nuestro campo de batalla futuro. No siempre podremos evitar las ciudades o, como proponen algunos, simplemente rodearlas y cortar los servicios básicos de agua, luz, etc.



Por esto siempre se ha considerado que se debe evitar el combate urbano; para el jefe es difícil de conducir, las comunicaciones son precarias, el número de bajas alto, el abastecimiento es escaso para unas tasas de consumo muy aceleradas de munición y otros elementos. El MOUT acelera el agotamiento del personal, aumentando simultáneamente la posibilidad de producción de bajas por fuego propio debido a unos tiempos de reacción extremadamente cortos y a un combate muy cercano donde el cuerpo a cuerpo es muy frecuente. Por otro lado debido a la infraestructura urbana hay una alta densidad de posibles posiciones enemigas y simultáneamente la necesidad de mantener constantemente actualizado el conocimiento sobre el desarrollo de la batalla en un terreno enormemente complejo en su tridimensionalidad (sótanos, alcantarillados, pisos bajos y altos) y que algún autor ha denominado “esférico”, hace que el consumo de hombres y material sea aún más rápido de lo que cabría esperar.

En suma, el MOUT presenta una constelación de dificultades que prácticamente nunca se encuentra en otros ambientes y que le confieren un nivel de complejidad fuera de toda comparación con otras operaciones militares. Pero nuestro mundo es cada vez más urbano y además, no solo es atractivo controlar las ciudades como centros de comunicaciones, transportes, fábricas, etc, sino que muchas veces podemos vernos forzados a ello por motivos especialmente políticos, y sobre todo en el nuevo tipo de operaciones de mantenimiento de paz o de apoyo humanitario.



A este respecto podemos señalar que las operaciones en terreno urbano pueden ser muy diferentes y abarcar toda la gama, desde el apoyo humanitario estricto hasta la altísima intensidad de la batalla de Stalingrado en la Segunda Guerra Mundial. De hecho el que fuera jefe del USMC, General Krulak, describió en cierta ocasión el paisaje de las futuras operaciones urbanas como la "guerra de los tres bloques." Según esto podremos hallarnos en una parte de la ciudad proporcionando ayuda humanitaria, en la manzana contigua conduciendo una operación de mantenimiento de paz y luchando una auténtica batalla en otra parte de la ciudad. Para continuar con su analogía, en este tipo de situaciones nos encontramos con el “cabo estratégico” es decir, que las acciones de los más bajos niveles de mando, por la inevitable descentralización del mando y su contacto directo con la población civil, pueden tener unas repercusiones muy superiores a las que dicho nivel tendría en una operación convencional, y que pueden afectar hasta el nivel político y representar incluso el éxito o el fracaso de la misión.

Un caso que, en el ambiente actual de concienciación del MOUT, llama la atención es la anterior falta de interés de las FAS alemanas sobre el MOUT, a pesar de la espada de Damocles que durante la guerra fría pendía sobre sus ciudades. Aunque su doctrina citaba los efectos de la presencia de población civil y los problemas que de ello se derivaban, las menciones del MOUT eran sólo de pasada y sin verdaderamente profundizar en sus peculiaridades.(12) Pero también el Pacto de Varsovia en sus planes para un ataque en Europa, por razones estratégicas, consideraba muy superior la opción de pasar de largo las aglomeraciones urbanas y continuar adelante en penetraciones rápidas y en profundidad con el objetivo de alcanzar rápidamente el Canal de la Mancha. Y aunque la doctrina soviética no era tan reacia como la occidental frente al combate urbano, en realidad nadie estaba interesado en un tipo de combate que se estimaba difícil, penoso y de escaso rendimiento. Las diferentes doctrinas contemplaban todavía el MOUT al estilo de la Segunda Guerra Mundial, y concretamente los rusos, que habían atesorado una gran experiencia en Stalingrado, tuvieron que reaprender todas sus lecciones ante los chechenos en Grozny (Chechenia).

Sin embargo también había quien, como en un documento oficial del ejército canadiense ya en 1950, comenzaba un análisis del MOUT y sus dificultades, afirmando que es esencialmente un combate de infantería y probablemente el peor tipo de combate que ésta puede realizar. Se debe combatir en terreno desconocido, restringido, a muy corta distancia, con un apoyo de difícil realización. Es incómodo, ruidoso, psicológicamente agotador, en pequeños grupos, exige gran habilidad y valor. Es para resumirlo una acción en un medio extraño para un ejército, que tradicionalmente está organizado, entrenado y equipado para combatir en el medio ambiente natural y no en el artificial que representa una ciudad.

CARACTERÍSTICAS DEL MOUT 


"Bienvenidos al infierno. Segunda parte."

- Graffiti a la entrada de Grozny, Chechenia, 1999

El terreno urbano es único en sus características, precisamente por ser el único ambiente artificial, y esto hace que el combate en el desarrollado sea también único. El MOUT tiene dos características esenciales que lo apartan completamente de las clásicas operaciones en el medio ambiente natural, y que marcarán el desarrollo de las operaciones, ya sean éstas de alta o baja intensidad. Estas características son por un lado la población de la ciudad y por otro la infraestructura de esta. Ya de entrada el tipo de terreno nos impone restricciones en el empleo de la fuerza para evitar bajas civiles, y para reducir al mínimo los daños a la infraestructura que pudiera ser de difícil o imposible reemplazo, como por ejemplo catedrales, museos, etc. Pero además tendremos que evitar bajas civiles sin que a menudo podamos distinguir entre combatientes y población civil, entre la que cabe esperar que se camufle el enemigo o incluso la utilice como escudo humano.

La infraestructura urbana convierte a este terreno en el campo de batalla más complejo que se pueda imaginar. Ningún otro ambiente llega a igualar la complejidad tridimensional de una ciudad; los edificios proporcionan muy diferentes niveles no solo para francotiradores sino para unidades enteras, los subterráneos permiten el ocultamiento y el desplazamiento fácilmente entre puntos muy distantes de la ciudad, es posible tomar un piso y tener al enemigo en el contiguo o en el superior ...(16) Así los diferentes niveles no sólo crean dificultades para el asalto sino que además proporcionan a la defensa un “terreno alto” artificial.

Las características espaciales del MOUT producen además, incluso con la dispersión cada vez más marcada del despliegue moderno, una fragmentación de la contigüidad lateral de las unidades entre sí, lo que genera un fraccionamiento de la acción que raramente se ve en otro tipo de terreno. Pero no se produce solamente un debilitamiento importante de los límites horizontales entre unidades, sino que además debemos considerar los límites verticales ya que es perfectamente posible, como ya sucedió en Grozny, que un bando domine los sótanos y los pisos altos mientras que el contrario se encuentre en los pisos intermedios.(7)

Todo esto origina una profunda diferencia espacial con el combate convencional, e incluso se puede decir que el MOUT produce un combate de una “verticalidad” tal que, posiblemente, nos obligaría a hablar de km cúbicos en lugar de km cuadrados al determinar el área de combate de una unidad determinada.

En estas condiciones es enormemente difícil mantener un control y una visión actualizada de este campo de batalla “multidimensional”, lo que hace que aumente la relevancia de los niveles más bajos del mando, al convertirse esencialmente en una acción de pequeñas unidades que actúan de forma muy independiente. Normalmente se estima que una compañía de infantería puede controlar una manzana de una ciudad, pero a medida que sus integrantes se van infiltrando en los pisos, habitaciones, trasteros, escaleras, etc, la unidad se va diluyendo y en pocos minutos se encuentran los combatientes solos o como mucho formando una escuadra. Por esta razón se citaba antes al “cabo estratégico”, cuyas decisiones tienen un impacto muy superior al que tendrían en otros ambientes.

El MOUT, además de ser de difícil C2 (mando y control), consume hombres y material a un ritmo muy superior al de otros tipos de combate. De hecho el apoyo logístico representa uno de los desafíos más serios del MOUT, que viene a ser aún más complejo por el hecho de que la presencia de población civil impone la determinación de prioridades para el apoyo que requieran, desde agua y comida hasta alojamiento pasando por atención sanitaria y ropa. Desde el punto de vista estrictamente sanitario hay que destacar además que, debido al mismo combate, es muy posible que no funcione el suministro de agua potable lo que nos impone la necesidad de proporcionar dicho elemento vital, ya que de otra forma se producirán deshidrataciones o las tropas consumirán un agua sin garantías que inevitablemente ocasionará un aumento del número de bajas por enfermedades de transmisión hídrica. Esta fue exactamente la situación de los rusos en Grozny cuando la hepatitis y el cólera originaron un gran número de bajas en sus unidades.

El MOUT históricamente ha sido subestimado, tanto en lo referente al tiempo requerido para completar la operación como en la cantidad de recursos requeridos; en general las operaciones urbanas son relativamente largas y muy costosas, tanto en bajas como en consumo de material.

Una pregunta que surge naturalmente es ¿si tantas dificultades presenta el MOUT, quien está interesado en plantearlo?. Para responder a esta pregunta hay que recordar que la mayor parte de las naciones más avanzadas del planeta pertenecen a la OTAN, o son favorables a ella. Por tanto, y en principio, el enemigo que se enfrenta a nuestras fuerzas normalmente será de un nivel tecnológico inferior, como lo serán su capacidad logística y su C2. Y además el MOUT en el que podamos vernos inmersos se originaría seguramente como evolución de una operación de apoyo humanitario o de mantenimiento de paz, es decir, en el terreno del oponente. Entonces la tendencia lógica del contrario será buscar unas condiciones en las que su inferioridad tecnológica sea menos patente, en las que la lucha se iguale, hombre contra hombre, nuestras fuerzas desconozcan el terreno, se limite la superioridad en comunicaciones, se puedan enmascarar entre la población civil, se diluya nuestra superior capacidad logística, y en una palabra la “asimetría”, que en un principio era nuestra ventaja, se convierta en la hoy denominada “amenaza asimétrica” mediante la cual adversarios, que no pueden esperar igualar nuestras capacidades, juegan otras bazas diferentes de aquellas sobre las que se organizan los ejércitos tradicionales.(20) El terreno urbano elimina las ventajas tecnológicas, favorece al defensor, y además a este le basta simplemente con no perder para ganar; si logra infligir un número suficiente de bajas al enemigo, éste, por consideraciones políticas, puede recibir la orden de retirarse y otorgar así la victoria a un enemigo técnicamente inferior.

Una posibilidad para derrotar a un enemigo “asimétrico”, que utiliza contra nosotros un ambiente que niega nuestra tecnología, podría precisamente ser un incremento de esa misma tecnología que el adversario busca negar, mediante la utilización de nuevas tecnologías y armas no letales, que en la actualidad se están estudiando para su posible desarrollo y que pudieran representar el poder bascular de nuevo la «asimetría« hacia nuestro lado. 



Tabla 1.- Comparación entre el Terreno Urbano y otros Terrenos. (Joint Publication 3-06, Doctrine for Joint Urban Operations, 16 sept 2002).  


ASPECTOS GENERALES DEL APOYO SANITARIO EN MOUT 


"La peor política es atacar las ciudades. Atácalas solo cuando no haya otra alternativa."

- Sun Tzu-

En nuestra civilización el apoyo sanitario de las operaciones militares es de importancia capital por razones éticas y humanitarias, ya que el valor de la vida humana se percibe como muy alto, en contraposición a otras culturas en las que tradicionalmente no se valora de igual manera. Además de las razones éticas se esgrimen además razones de índole práctica como la moral de las tropas y la conservación y recuperación de los efectivos. Si bien estos argumentos son de aplicación en todo tipo de combate, en el MOUT son aún de mayor importancia ya que hay que recordar que el combate se desarrolla esencialmente a nivel de pequeñas unidades, sección, pelotón, y por tanto un pequeño número de bajas puede afectar muy seriamente la capacidad operativa de la unidad. Y estrechamente relacionado con este argumento se encuentra el de la dificultad creciente para reemplazar un personal profesional, que cada día presenta unos mayores requerimientos de instrucción, que alcanzan niveles muy elevados en el caso del MOUT.

Una primera aproximación a la planificación del apoyo sanitario en MOUT debe considerar los puntos básicos: tipos de bajas y estimación de su número, evacuación, medicina preventiva, abastecimiento, despliegue de las instalaciones sanitarias...

La presencia de personal no-combatiente, una característica básica del MOUT, imprime también un carácter especial al apoyo sanitario ya que implica unas responsabilidades que obligarán a establecer prioridades, con los posibles problemas éticos que pueden resultar, y seguramente requerirá un incremento de los recursos sanitarios disponibles. En contrapartida es posible que si existen centros sanitarios en la ciudad, y presentan un nivel aceptable para nuestras fuerzas, se pueda aprovechar, tras la oportuna coordinación, este apoyo de nación anfitriona.

El apoyo sanitario en MOUT presentará diferencias muy significativas del apoyo sanitario en el campo de batalla no-urbano, sin embargo siguiendo los pasos establecidos para el la planificación del apoyo sanitario debemos proporcionar un dispositivo simple y eficaz para recoger, estabilizar, tratar y evacuar a las bajas. Este plan sanitario es tanto más necesario cuanto más compleja y difícil sea la situación, ya que si algo nos indica la experiencia histórica es que el MOUT genera bajas a un ritmo que difícilmente puede igualar el combate en otros terrenos. 




Además las bajas producidas se encontrarán a menudo aisladas y sin tratamiento por períodos de tiempo que pueden sobrepasar las seis horas establecidas por la OTAN como máximo para que una baja reciba atención quirúrgica. De hecho, el combatiente que resulta herido en una habitación de un piso y no puede seguir a sus compañeros, es posible que no sea echado de menos hasta bastante tiempo después, cuando ya su unidad se ha desplazado y resulta muy difícil el regresar a buscarlo. Estos problemas de coordinación se pusieron de manifiesto en Hue (Vietnam) en 1968, donde cesaban las comunicaciones por radio al entrar en los edificios, se perdía la comunicación visual, y los pelotones de marines se encontraban aislados de su sección. Así el control era ejercido cada vez a un nivel más bajo y simultáneamente ocurría también lo mismo con el apoyo sanitario, cuyo personal se iba quedando aislado y finalmente carecía de información sobre las bajas producidas y donde se encontraban éstas. 

TIPOS DE BAJAS  


"Son . . . el equivalente post-moderno de las junglas y montañas – ciudadelas de los desposeídos e irreconciliables. Unas fuerzas no preparadas para las operaciones urbanas en un amplio espectro no están preparadas para el mañana."

- Ralph Peters

Los diferentes estudios realizados hasta la fecha no llegan a las mismas conclusiones sobre los tipos de bajas que se pudieran considerar características del combate urbano. En principio se tiende a pensar que el MOUT produce una mayor cantidad de quemaduras, heridas por metralla y aplastamientos.(23) En lo que respecta a las localizaciones de las heridas se incrementarán las de la parte superior del cuerpo, cabeza, cuello y ojos.

Parece haber un acuerdo general de que los principales productores de bajas son los morteros y las armas individuales. Pero además se producirán heridas por fragmentos secundarios a partir de la infraestructura, vidrios, etc. Otros factores productores de bajas son los incendios, las fracturas por caídas entre los escombros y lesiones oculares debidas al polvo y humos, lesiones por inhalación, etc.

Si se emplea protección individual (casco, chaleco) disminuyen las heridas torácicas y aumentan las heridas en las extremidades y parte no protegida de la cabeza. De hecho el empleo de protección individual se ha demostrado imprescindible, y buena prueba de ello la tuvieron las unidades especiales norteamericanas en Mogadiscio cuando sufrieron bajas por no haber considerado necesario utilizar dicha protección.

No se pueden olvidar tampoco dos importantes causas de bajas en MOUT, como son las enfermedades y el estrés de combate, aunque por sus especiales características, prevención y tratamiento se considerarán en apartados específicos. 




Se debe destacar que el peligro de derrumbamiento de edificios, o de parte de ellos, origina un tipo de bajas por aplastamiento como consecuencia indirecta del fuego de artillería. Paradójicamente la infraestructura que proporciona a menudo excelente cobertura e imprime un sello característico al MOUT, también puede convertirse en un problema sanitario, tanto en la producción de bajas como en las dificultades que plantea el rescate de un herido atrapado en un derrumbamiento. Sin embargo hay que señalar que los rusos en Grozny, al igual que posteriormente los norteamericanos en un ejercicio, sufrieron el mayor número de bajas en las calles y espacios abiertos. Por este motivo se suele aconsejar el desplazamiento por dentro de los edificios, a menudo a base de romper tabiques o volarlos con explosivos.

Sin embargo según la experiencia israelí en el Líbano en 1982 las lesiones oculares y el estrés de combate se dan menos en operaciones urbanas.(25) Las operaciones no-urbanas presentan una mayor incidencia de quemaduras y heridas de la mitad inferior del cuerpo. Así como la artillería produjo el mayor número de bajas en ambos tipos de operaciones, las armas individuales causaron más heridas en el terreno no-urbano, aunque en ambos ambientes fueron una causa importante de muertos. Un punto importante en el estudio israelí es que el chaleco antifragmentos ofreció más protección en MOUT que en otros terrenos ya que de los que lo usaban fueron heridos menos en MOUT (44.6 %) que en ambiente no-urbano (63.1 %). Y entre los que no lo usaban fueron heridos en MOUT 55.4 % y 36.9 % en no-urbano.

Los resultados del estudio israelí plantean cuestiones muy interesantes sobre los tipos y números de bajas que se producen en el MOUT. No parece claro que el MOUT produzca un patrón de bajas específico, y aunque sugiere que hay más bajas en MOUT que en terreno no-urbano tampoco permite afirmarlo de forma concluyente. Por otra parte los datos recogidos no apoyan la idea de que en MOUT se producen más heridas de la mitad superior del cuerpo, quemaduras o lesiones oculares, aunque esto pudiera deberse a la eficacia de los chalecos, cascos, protección ocular, etc. Al igual que en Grozny las armas individuales fueron un factor importantísimo en la producción de muertos.

En Grozny se produjo un alto porcentaje de quemaduras y la mayoría de las bajas de combate fueron debidas a los morteros. En cambio la mayoría de los muertos se debieron a heridas en la cabeza o en el tórax por francotiradores, sobre todo entre los civiles, que no disponían de casco ni chaleco anti-fragmentos.(9)

Otro punto importante es el cociente heridos / muertos, que normalmente es aproximadamente de 5 a 1, y sin embargo en MOUT se puede encontrar invertido. Los rusos en Grozny sufrieron tres muertos por cada herido, aunque hay que destacar que este cociente probablemente está sesgado por el hecho de que a muchos de los heridos no se les prestaron los primeros auxilios con la rapidez necesaria, lo que hubiera podido rebajar el cociente hasta dos heridos por muerto. Y eso a pesar de que, dentro de todas las armas y servicios rusos, el apoyo sanitario fue probablemente el aspecto de la operación de mayor eficacia y calidad.(13) Una dificultad añadida era el peligro de los francotiradores, que a menudo impedía la evacuación hasta la caída de la noche.(9) La experiencia norteamericana en Hue en 1968 fue contraria a la rusa; los marines experimentaron un cociente heridos / muertos de 8/1, mientras que en Okinawa durante la Segunda Guerra Mundial fue de casi 5/1.(2)

Un nuevo agente productor de bajas en el MOUT son las bombas termobáricas, de fuel-aire, empleadas por los rusos durante la Segunda Guerra Chechena, en la lucha por Grozny en 2000. (6) Las bombas fuel-aire al explosionar producen una bola de fuego que consume el oxígeno del área circundante. La falta de oxígeno crea un vacío y una sobrepresión altísima, que es la principal causa de bajas. La sobrepresión alcanzada en el centro de la explosión es de 1,5 a 2 veces mayor que la sobrepresión alcanzada con explosivos convencionales, lo que hace que el personal directamente afectado por la explosión muera por el fuego y la sobrepresión. El personal que se encuentra en la periferia de la explosión sufre quemaduras, fracturas, contusiones por proyectiles secundarios y lesiones oculares. También es posible que se produzcan hemorragias internas, embolismos aéreos, lesiones pulmonares, etc. Estas lesiones internas pueden pasar inadvertidas en los primeros momentos y además la evacuación aérea de estas bajas puede presentar problemas si la cabina no está presurizada.

Finalmente hay que señalar que, debido al habitual aumento de consumo de agua y a las dificultades para su suministro, muchas bajas estarán deshidratadas, lo que empeorará su estado clínico. 


ESTIMACIÓN DEL CÁLCULO DE BAJAS  


"Cualquiera que no este confuso aquí, realmente no entiende lo que esta pasando."

- Belfast Citizen, Abril 1970

El cálculo de bajas es en general de gran dificultad, y sin embargo es necesario efectuarlo para tratar de adecuar el apoyo sanitario a la operación en cuestión. En la OTAN se venía empleando la Directiva ACE 85-8, que se orienta fundamentalmente al cálculo de bajas en el temido gran conflicto en Europa contra el ya disuelto Pacto de Varsovia. Esta Directiva, en la actualidad en revisión, tendía a sobrestimar los recursos requeridos, ya que se basa en una situación de conflicto de alta intensidad, donde además no hay una intención política, como en las operaciones de mantenimiento de paz, de ajustar los recursos a los realmente necesarios. Por otra parte la citada Directiva da unos porcentajes generales de bajas pero no distingue entre ataque y defensa, entre diferentes tipos de terrenos, diferentes niveles de sofisticación del enemigo, etc. (1)

En el caso del MOUT es evidente que no se pueden aplicar directamente los porcentajes proporcionados por la Directiva 85-8, y la dificultad es aún mayor ya que en la literatura actual no se cita ningún estudio o base de datos que se ocupe concretamente de las tasas de bajas y de su estimación en operaciones urbanas.

Aunque parece históricamente que cuando hay un MOUT suele haber un alto porcentaje de bajas, que se viene estimando hasta en un 30 %, (y en el ejercicio Urban Warrior, con intensa participación de personal civil, las bajas de los marines oscilaron entre el 30 y el 70 %) lo cierto es que no hay datos sólidos y, en todo caso, las acciones MOUT desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora presentan situaciones difícilmente comparables, como son Hue, Stalingrado, Grozny, el Líbano, etc.

De hecho en la batalla de Hue en 1968 los porcentajes de bajas en el período más duro de la batalla venían a ser de un 5 % al día(2); lo que aproximadamente coincide con lo establecido en el Manual de Campaña 101-10-1, 21 en el que se afirma que las unidades pueden sufrir un 6.6 % de bajas en el primer día del ataque y un 3.5 % en cada uno de los días siguientes. Desde el punto de vista defensivo el porcentaje esperado es de un 3.5 el primer día y de un 1.9 cada día sucesivo.

También aumentan de manera notable las bajas entre el personal civil, normalmente más que entre los combatientes. Esto se puede explicar por su dificultad para desplazarse y abandonar la zona de combate, falta de equipamiento de protección, o simplemente por ser empleados por el adversario, que los usa como escudos humanos o los pone en peligro deliberadamente para influir sobre la decisión política a través de los medios de comunicación.

De hecho nos podemos encontrar con situaciones de bajas en masa de personal civil por los diferentes riesgos típicos de una zona urbana en combate, como son por ejemplo la liberación de tóxicos industriales, explosión de una gasolinera, y en general los llamados “Releases Other Than Attack” (ROTA) que se refieren a riesgos NBQ no producidos intencionadamente por el adversario.

Este tipo de situaciones implica una sobrecarga para nuestras capacidades de apoyo, tiene repercusiones muy desfavorables sobre el apoyo a fuerzas propias y puede originar problemas éticos de muy difícil solución al vernos forzados a plantear prioridades en el apoyo.

Otro punto que se debe destacar es el incremento del riesgo de bajas por fuego propio, dada la enorme dispersión que se produce en este ambiente y la falta de definición de una línea de frente que hace que ambos lados se encuentren entremezclados. Se ha tratado de solucionar este aspecto estableciendo un sistema básico de identificación “friend or foe” mediante, por ejemplo, paneles colocados sobre los vehículos, telas de colores en las ventanas, etc. Pero quizás la única solución fiable la aporten las nuevas tecnologías en combinación con un estricto entrenamiento.

El aspecto del cálculo de bajas, como otros muchos del MOUT, requiere más estudios para llegar a determinar que porcentajes deben utilizarse para adecuar el apoyo sanitario a cada caso.

EVACUACIÓN 

Cita:
"Los chechenos son pacíficos de día, y un lobo de noche."

- Comandante ruso en Chechenia, enero 2000

Una vez producida la baja, el siguiente desafío del apoyo sanitario es localizarla y transportarla fuera de la zona de peligro a una instalación sanitaria. El primer problema es encontrar a una baja, que puede estar inconsciente, en un bloque de apartamentos, tras un combate en el que se han derribado paredes, bloqueado puertas y en general alterado de forma importante la estructura urbana. El GPS es una posibilidad, siempre y cuando la misma infraestructura no lo bloquee, lo que no es difícil en una ciudad, y por otra parte también podría proporcionar valiosa información al enemigo, por lo que tendría que activarse únicamente cuando el combatiente cae herido, y antes de perder la conciencia, e incluso así el adversario podría utilizar dicha información aunque no fuera más que para preparar una trampa bomba en un cadáver que va a ser recogido. Otras posibilidades que también se han discutido son los silbatos y luces estroboscópicas, o bien paneles coloreados para desplegar una vez finalizada la batalla. En cualquier caso puede ser necesario tras el combate efectuar un rastreo sistemático de la zona para localizar personal desaparecido.

Un enfoque se está estudiando en la actualidad es el de los “drones” (aviones sin piloto) o los robots terrestres que, sin poner en riesgo al personal sanitario, pueden desplazarse, buscar los heridos, permitir el examen de la baja por telemedicina e incluso comenzar a aplicar los primeros auxilios y trasladar a la baja a un lugar seguro.

El siguiente problema es la propia evacuación. Es posible encontrar una baja en un piso alto, o en un sótano, atrapada por una pared derrumbada, y en general en condiciones que requieren el empleo de equipos específicos, como arneses, hachas, escaleras, sierras, etc, para liberarla. Todo este equipo tiene que estar previsto, el personal tiene que estar entrenado para su utilización y simultáneamente impedir que el estado clínico de la baja empeore por los intentos de liberarla. Y hay que tener en cuenta que las dificultades aumentan aún más en el caso de bajas con heridas de cabeza o de cuello, frecuentes en MOUT. Se plantea por tanto ya en las primeras fases del proceso sanitario la necesidad de reconsiderar el equipamiento del personal y más concretamente del sanitario. Además el programa de instrucción del personal sanitario debería contemplar la colaboración con instituciones como bomberos, que tienen mucha experiencia en el rescate de víctimas en este tipo de terreno. Pero las nuevas necesidades no se detienen aquí. La siguiente pregunta es ¿en que tipo de vehículo o camilla se evacua la baja?.

Actualmente las posibilidades disponibles para la evacuación son muy limitadas. Así como el armamento, los equipos y la tecnología en general, han experimentado un avance notabilísimo, la primera fase de la evacuación se mantiene hoy por hoy a un nivel muy rudimentario. Lo habitual es la evacuación a pie, con ayuda del sanitario o en camilla, tal y como se efectuaba en la Segunda Guerra Mundial. La experiencia de los rusos en Grozny, de los israelíes en el Líbano y de los marines en Mogadiscio, es que las ambulancias, por su vulnerabilidad, encuentran muchas dificultades en este terreno. Los rusos acabaron utilizando como ambulancia los BTR-80 (vehículos blindados de ruedas) y los israelíes el carro Merkava, aunque ninguno de los dos tipos de vehículos permite la libertad de movimientos necesaria para atender a una baja durante el transporte.(10,18) La conclusión es que las ambulancias deben ser blindadas para evitar los riesgos de francotiradores y armas individuales en general, e incluso los impactos de RPG (rocket propelled grenade). 




La evacuación por medio de helicópteros está totalmente descartada en el mismo terreno urbano, y aunque en Grozny se intentó en un principio, a semejanza de Afganistán, tras el derribo de algunos helicópteros por los terroristas chechenos, se estableció la evacuación a pie o en BTR-80 hasta salir de la ciudad. La misma experiencia tuvieron los norteamericanos en Mogadiscio, donde fue precisamente la vulnerabilidad de los helicópteros uno de los problemas principales de la operación. La dificultad de utilización de medios aéreos hace que se alargue en muchos casos la duración de la evacuación, y la tardanza en recibir tratamiento quirúrgico puede fácilmente superar las seis horas establecidas en la doctrina OTAN como duración máxima entre la herida y el quirófano. De hecho la mayoría de las bajas norteamericanas en Mogadiscio tardaron hasta quince horas en recibir tratamiento quirúrgico, y en Grozny con frecuencia había que esperar a la caída de la noche para evitar a los francotiradores. En la batalla de Beirut, donde los israelíes disfrutaban de una total superioridad, el 20% de sus bajas tardaron más de doce horas en ser evacuadas, aunque en el resto la evacuación fue más rápida que en terreno no-urbano, lo que puede ser un síntoma de la eficacia del apoyo sanitario israelí, o de que el enemigo no era del mismo nivel que los chechenos. A su vez entre los sanitarios israelíes hubo 77 bajas, lo que ilustra claramente los riesgos a los que está expuesto el personal sanitario.

Para facilitar la evacuación dentro de la ciudad se discuten en la actualidad posibilidades como son los equivalentes de la mula mecánica, o el llamado “MOUT resupply cart”, especie de carretilla pero con asas en ambos extremos, que podría servir para el transporte de material en los últimos trechos o como medio de evacuación de circunstancias (como ejemplo en Afganistán nuestro personal ha podido ver la utilización de carretilla en transporte de pacientes). Esta carretilla está hecha de aluminio y soporta sin problemas cargas de hasta 150 kilos. Otras posibilidades serían camillas ultraligeras, que pudieran ser manejadas incluso por una sola persona, o un vehículo pequeño, rápido, de perfil bajo, de una sola camilla, y naturalmente blindado.

La evacuación a pie o en vehículos blindados se efectuaría por tanto desde el lugar donde se produce la baja hasta el nido de heridos. Allí la baja estaría relativamente a salvo del fuego enemigo y podría recibir el tratamiento adecuado. Desde el nido de heridos hasta la periferia de la ciudad, donde normalmente estaría el puesto de socorro de batallón, la evacuación se efectuaría también mediante vehículos blindados. Una vez llegados allí ya se podrían utilizar helicópteros o incluso aparatos de ala fija para evacuar la baja directamente a la instalación quirúrgica más adecuada para sus lesiones. De hecho la evacuación directa a instalaciones quirúrgicas es más frecuente en MOUT que en terreno no-urbano, ya que en MOUT lo habitual es que fuera de la ciudad no haya peligro de ataques, y por tanto no tiene sentido hacer seguir todo el despliegue sanitario a una baja que puede ser evacuada directamente al quirófano.

ESTRÉS DE COMBATE 


"De cada 100 hombres, diez ni siquiera deberían estar aquí. Ochenta son sólo dianas. Nueve son los verdaderos luchadores, y somos afortunados por tenerlos, porque son ellos los que luchan la batalla. Ah, y uno, uno es un guerrero, y el nos traerá de vuelta a los otros."

- Heracletus, circa 500 AC

El MOUT es un tipo de combate increíblemente fatigoso, tanto desde el punto de vista físico como psicológico. El combatiente debe mantenerse alerta en todo momento para poder sobrevivir en un terreno en el que la amenaza es extraordinariamente cercana, y sin embargo puede no apreciarse ningún indicio, aunque el enemigo se encuentre en la habitación de al lado. Además, la anteriormente mencionada “esfericidad” del combate, hace que la agresión pueda originarse en cualquier punto y desde cualquier nivel, sea superior o inferior. Si a esto se le añade el desplazamiento continuo entre diferentes posiciones, a veces a través de zonas expuestas, subiendo o bajando escaleras, y llevando una carga importante de municiones, agua, protección individual, etc, se concluye que el esfuerzo físico es agotador. Dicho esfuerzo efectuado de forma continua, y frecuentemente sin que se prevea el fin de la lucha, acaba por agotar también psíquicamente a un combatiente, que además carece del beneficio psicológico de estar rodeado de compañeros sino que forma parte de un equipo muy reducido o incluso se llega a encontrar solo.

Otro factor estresante del MOUT es la presencia de población civil, que puede percibirse como hostil y creer que pasa información al adversario, y sin embargo es muy difícil, de acuerdo con nuestro sistema de valores, tomar medidas punitivas contra ella. De hecho el adversario puede encontrarse camuflado entre la población, y la amenaza latente de su intervención en un momento dado obliga al combatiente a mantenerse en guardia incluso ante individuos (mujeres, ancianos) que en principio no debieran ser una amenaza.

En el caso ruso en Grozny en 1996, ciertamente el ambiente desde el punto de vista psicológico representaba una agresión importantísima por un conjunto de factores. Muchos soldados rusos carecían de la instrucción adecuada, las unidades se habían formado poco tiempo antes, e incluso había soldados que no conocían el nombre de los compañeros del mismo carro de combate. Por otra parte muchos de los terroristas chechenos habían formado parte de las FAS soviéticas, hablaban ruso fluidamente y conocían los procedimientos soviéticos por lo que les resultaba fácil prever sus movimientos, interferir sus comunicaciones y dar falsas órdenes a la artillería y aviación rusa. Los chechenos llegaron incluso a amenazar a los pilotos comunicándoles que conocían sus nombres y donde vivían sus familias y que, en caso de que fueran precisos en sus bombardeos, sus familias acabarían pagándolo. Como es fácil de comprender esta situación tuvo una repercusión muy negativa sobre el personal ruso a todos los niveles.

Poco después de la primera acción de los rusos en Chechenia, se efectuó un estudio sobre 1.312 combatientes rusos, donde se encontró que el 72% presentaba algún tipo de afectación psicológica, como por ejemplo insomnio, falta de motivación, altos niveles de ansiedad, estrés, depresión, fijaciones hipocondríacas, etc.14 El porcentaje de combatientes con problemas de estrés de combate era más alto que en Afganistán, lo que según el estudio implicaba que el combate en las ciudades produce más problemas de estrés que en otros tipos de terrenos.

Dado que los problemas son tanto más serios y frecuentes cuanto más prolongado e intenso es el combate es necesario rotar al personal, como posteriormente efectuaron los rusos, permitiendo descansar a las unidades fuera de la ciudad, en un ambiente seguro.(7) Los rusos instalaron unas tiendas de “primeros auxilios psicológicos”, con música clásica ambiental, pantallas en las que se proyectaban paisajes, flores, cascadas, etc. Es un estilo cercano a la doctrina sanitaria OTAN en la que se recomienda mantener al personal en su unidad, permitirle hablar de sus experiencias, descansar, comer caliente y dormir. De esta forma es posible prevenir la mayor parte de las bajas psicológicas, y en la actualidad se recomienda siempre que sea factible la rotación de las unidades para evitar un desgaste irreversible del personal.

Sin embargo en las primeras fases de la campaña rusa en Chechenia el enfoque de los problemas psicológicos no fue como el que se ha expuesto, lo que ocasionó un gran número de problemas permanentes, personal que recurría a las drogas, alcohol, violencia, etc. De hecho algunos veteranos de esta campaña, incapaces de volver a integrarse normalmente en la vida civil y sintiéndose despreciados por una sociedad que los consideraba perdedores, recurrieron al crimen como medio de vida, trasladando a la sociedad los problemas de una campaña y un apoyo sanitario que no logró solucionar los problemas planteados.

Hay que destacar que la constelación de factores integrados por el altísimo nivel de estrés experimentado en un combate tan cercano, junto con el aislamiento, la descentralización del mando y la lejanía de los líderes, parece tener muy serias repercusiones sobre la conducta y la ética del combatiente. Si esta situación estresante se alarga en el tiempo es posible incluso que su percepción de los conceptos del bien y del mal se vea deteriorada. Históricamente son frecuentes los casos de combates urbanos caracterizados por ejecuciones en masa, violaciones y torturas, muy probablemente debidos a las especiales características de este tipo de combate, por lo que es necesario profundizar en este campo para determinar las medidas preventivas necesarias.

El esfuerzo psíquico que plantea el MOUT requiere un personal especialmente estable, maduro, experimentado y probablemente de mayor edad que el soldado actual. Estas características podrían convertirse en un parámetro más a tener en cuenta en la selección de personal, al menos en lo que se refiere a unidades especializadas en este tipo de terreno.

Continuará...


BIBLIOGRAFÍA:

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Reproducido de International Review of the Armed Forces Medical Services Volume 77/2, p.108 (2004)


Fuente

Cesión de soberanía: Empieza a operar la base china en Neuquen

La controvertida base militar china en la Patagonia ya está lista para operar 
La historia detrás de CLTC, la “empresa estatal” que deberá administrar el cuartel “científico”. Las capacidades de la superantena instalada en Neuquén
Infobae




La base militar de comunicaciones en Neuquén que el gobierno argentino concedió a China por 50 años

Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC). Así se identifica la empresa "estatal y popular" que tendrá como misión administrar la extensa y supertecnológica base que China logró establecer en la Patagonia argentina. El cuartel "científico" ya está listo para comenzar a operar, aunque todavía no esté esclarecido a qué dedicará sus jornadas laborales durante el medio siglo que durará la concesión y qué control ejercerá el estado nacional.

Desde hace 30 años CLTC, la "empresa" en cuestión, depende en forma directa del poder central del régimen chino: el Ministerio de Defensa. Fueron pues los propios ingenieros y científicos del Ejército quienes diseñaron la base e indicaron qué tecnología se requeriría según los objetivos que persiguiera Beijing, aún ocultos para las autoridades argentinas. También responde a la Comisión para la Ciencia, la Tecnología y la Industria para la Defensa Nacional.


La superantena fue montada en tiempo récord. Será de uso militar. Tiene la capacidad de interceptar comunicaciones de otras potencias





La central china, construida bajo el pretexto de la exploración espacial y el lanzamiento de satélites, tendrá también capacidades que van más allá de lo científico o astronómico. No sólo se dedicará a mirar las estrellas. Con sus cuarteles generales en Beijing, CLTC nació en 1986 bajo el aura total del Ejército de Liberación Popular de China. Por aquel entonces, sus bases se dedicaban al enlace y logística, pero también a la telemetría, el control y el seguimiento. La interceptación de las comunicaciones siempre resultaron claves para CLTC.

Pero además, el director a cargo de CLTC también es el responsable del Departamento General de Armamentos del Ejército chino. Esta dependencia oficial resulta clave para las fuerzas armadas del gigante asiático en su carrera armamentística. Es la que le provee alertas y notificaciones sobre la actividad en el espacio aéreo. También la que la abastece de nuevas tecnologías.

¿La base en la Patagonia servirá para la primera de las funciones? ¿Interceptará comunicaciones y datos de otros países? La superantena que se instaló en tiempo récord en el predio de 200 hectáreas en la pequeña localidad de Bajada del Agrio en Neuquén y que ya está lista para operar sería una tentación para cualquier militar que pretendiera conocer las comunicaciones de otras superpotencias. Una orden directa sobre CLTC sería obedecida automáticamente.

Aunque en febrero de 2015 la ex presidente Cristina Kirchner y su par Xi Jinping intentaron encuadrarlo dentro de un simple acuerdo bilateral -lo que resulta obvio ya que no se registraron invasiones chinas al sur argentino-, lo cierto es que la instalación de esa central en Neuquén otorga unas facilidades inéditas para otro país en territorio soberano: 50 años de explotación en solitario, con nula participación argentina y sin el pago de un peso en concepto de impuestos.

El levantamiento de esa base militar de China en suelo argentino generó una gran preocupación en Europa y los Estados Unidos. El uso militar que se le dará al lugar es lo que despertó las alarmas en lo más alto de la Unión Europea y Washington.




El gobierno de Cristina Kirchner le concedió 200 hectáreas en la Patagonia para disponer de una base militar. Mauricio Macri deberá autorizar o no su puesta en marcha. La central ya está lista para entrar en operaciones

Otro dato que llama la atención es lo reservado y el secretismo que rodea al área ocupada por el Ejército de Liberación Popular. Solo personal autorizado por Beijing (militares y miembros del régimen chino) tendrán acceso a las instalaciones. Ningún argentino podrá ingresar a supervisar obras o saber qué ocurre en el misterioso predio. Ahora, el gobierno de Mauricio Macri deberá definir si permite que la antena se ponga en funcionamiento. Sobre todo si le cree a Beijing cuando le aseguran vía diplomática que no es su intención hacer un uso militar de la base y que sólo pretenden mirar las estrellas.

Conflictos americanos: Operación Just Cause (1989)

Panamá, 1989; la operación "Just Cause" 
Escrito por Tom Cooper 
26 de agosto 2007 a las 10:34 AM 

Breve historia de la intervención de EE.UU. en Panamá, en diciembre de 1989. 

La relación entre Panamá y EE.UU. ya se había desarrollado desde el siglo 19, mientras que Panamá aún era parte de Colombia. En 1903 el primer contrato para la construcción de un canal que conectaba al Pacífico y el Atlántico y se firmó a finales del mismo año, los EE.UU. también apoyaron la independencia de Panamá de Colombia. Cuando el Canal de Panamá se terminó, la zona circundante quedó bajo control de EE.UU., y fue gobernado por un gobernador de EE.UU.. En total, Panamá se convirtió inmediatamente en un protectorado de EE.UU., y el canal se convirtió en el factor más importante en la economía del país.

Sin embargo, la situación política en Panamá nunca fue estable, y varias veces Washington se vio obligado a desplegar tropas. Finalmente, en 1978, el entonces dictador panameño, Torrijos, firmó un acuerdo con EE.UU. El presidente Carter, con la que se acordaba una completa retirada de las tropas de EE.UU. de la Zona del Canal el 31 de diciembre de 1999, a cambio de elecciones libres que se organizan en el país. Este acuerdo controvertido no iba a ser realizado plenamente, aun cuando las tropas de EE.UU. de hecho se retiraron de la Zona del Canal en 1999: en 1981, Torrijos murió en un accidente de helicóptero, y no hubo elecciones. En cambio, entre 1982 y 1985 nada menos que cinco gobiernos diferentes gobernaron en ciudad de Panamá, antes de que el comandante de la Guardia Nacional, coronel Manuel Noriega, se estableciera en el poder.

Noriega ya había desde mediados de 1960, algunas conexiones con la CIA, pero siempre siguiendo sólo sus propios intereses: ya en ese momento estaba involucrado en actividades dudosas e ilegales, como el contrabando de drogas, lavado de dinero, y venta de secretos militares de EE.UU. a Cuba. También se recibieron informes sobre sus conexiones con la organización guerrillera M-19 de Colombia. Con el tiempo, Noriega empezó abierta y directamente antagonizar incluso EE.UU., y en 1989 las tropas de EE.UU. desplegadas a lo largo del Canal de Panamá estaban bajo creciente presión que obligó a las autoridades panameñas de Noriega a declarar emergencia.

Mientras tanto, la exGuardia Nacional Panameña se desarrolló en las Fuerzas de Defensa de Panamá (PDF), y aumentaron a varios batallones con un total de 6.000 soldados con entrenamiento diferente. Los dos mejores unidades fueron el Batallón 2000, y una pequeña compañía de paracaidistas. La Fuerza Aérea de Panamá (PANAF) era un arma aérea en miniatura, con 500 oficiales y soldados alistados, 21 helicópteros Bell 205A-1, y algunos medios de transporte ligeros, principalmente la tarea de las misiones de vuelo de suministro de las diferentes bases en la selva. El PANAF tenía tres pequeñas unidades, el "Escuadrón de Transporte", Escuadrón de Rescate ", y" Transporte Aéreo Militar ", desplegados en Torrijos/Tocumén y aeropuertos de Río Hato, sino también en ocho pistas pequeñas de todo el país.

Los preparativos de EE.UU. 
A finales de 1989 las tropas de EE.UU. se basaban en las siguientes bases en Panamá: Fort (Ft.) Knobbe, la Base Aérea de Howard, Rodman y NAS, al norte del Canal; BAM Albrook y Fort Clayton al norte de la ciudad de Panamá, y Quarry Heights en la ciudad. Hubo bases adicionales, como Ft. Sherman, al oeste de Ciudad de Panamá, y Ft. Randolph, Ft. Gulck, Ft. William F. Davis, y Colón, al oeste de Ciudad de Panamá.

Ya durante la primera ronda de aumento de las tensiones debido a Noriega, en 1988, el Pentágono preparaba planes para una intervención en Panamá, la operación "Lanza Azul". Sin embargo, esto sólo vio las tropas de EE.UU. ser re-desplegados en los puntos más importantes de todo el país. La "Lanza azul" nunca se realizó, sin embargo, que ya han causado varias unidades adicionales de EE.UU. sean enviadas a Panamá.

En la primavera de 1989 se decidió que el XVIII Cuerpo Aerotransportado sería la base para la futura intervención en Panamá, y luego los preparativos para la creación de la "Fuerza de Tarea Conjunta de Panamá" (JTFP) se iniciaron. Durante el verano de 1989 la 193a Brigada con sede en la Zona del Canal se vio reforzada con 10.300 soldados, la séptima división de infantería, con 13.000 soldados (de los cuales los primeros 1.500 llegaron ya en mayo) la 1 ª Brigada de la 82 División Aerotransportada, y el Regimiento 75o iban a seguir. Con el fin de ocultar el tamaño del despliegue de todas las unidades y sus equipos fueron trasladados a Panamá con transportes C-5B y C-141B de la CAM, en la operación de "Nimrod Dancer", durante el cual también helicópteros AH-6 Little Bird y AH 64A Apache de la 1ra Cpy/1st Bn Aviación Rgt./7th ID, así como AH-1S y UH-60As del Regimiento de Aviación 123a. fueron trasladados inmediatamente después de la llegada, todos los helicópteros estaban escondidos en hangares diferentes alrededor de la Howard AFB. Posteriormente, también los primeros aviones de combate y de transporte llegaron, entre ellos el 61st MAW, equipado con C-22, C-130, y CASA.212s, así como helicópteros adicionales del 1er SOW y el Ala Compuesta 24a. Desde hace algún tiempo los EE.UU. considera desplegar también ocho F-16Cs del 388o TFW a Panamá, pero no había un peligro considerable de estos golpes a las en el caso de los combates en torno a la Base Aérea de Howard, y la idea fue abandonada. Sin embargo, seis A-7DS del TFG 180a (Ohio ANG) ya estaban en el aeródromo, e iban a demostrar su valor.

 
Mapa de la Operation Just Cause (clic para ampliar)  

Después de la llegada del séptimo ID y helicópteros del 123o Regimiento de Aviación - en noviembre de 1989 - también de 12 AH-6, diez MH-6, siete MH-47Es y 17 MH-60K Night Hawks del 617a Destacamento de Aviación. (Operaciones Especiales y el 160to Grupo de Aviación) fueron llevados a la Base Aérea Howard en Panamá, sin que nadie se diera cuenta. En total, el 18 de diciembre - como el 7mo ID finalmente estableció su Sede en adelante Howard - el Ejército de EE.UU. tenía no menos 167 helicópteros, pero diferentes en el país.

Para la operación contra el régimen de Noriega - que llegaría a ser conocido como "Just Cause" - el Ejército de los EE.UU. y el Comando de Operaciones Especiales de la USAF habían creado diversas fuerzas de tarea (TF). La TF "Hawk", con sede en la Base Aérea de Howard, por ejemplo, consistió en la primera Bn 288o y 123o Bn del 1er Rgt de Aviación. En Río Hato el "Wolf Team" se organizó en torno AH-6 y AH-65As de la AD 82), la tarea de apoyo a los rangers que iban a saltar por encima de dos campos de aviación panameños. El Comando de Operaciones Especiales de la USAF (USAFSOC) movilizó a la 23rd Air Force entera - incluyendo las unidades equipadas con EC-130, AC-130, MH 53Js, y MH-60CS para el apoyo de Just Cause.

El plan de la operación contra Panamá era muy complicado y vio amplio despliegue de tropas, pero no menos 4.400 de las diferentes unidades especiales del Ejército, Fuerza Aérea y de la Marina de Guerra, incluyendo a los Rangers, los operadores de Delta Force, y los sellos, que eran rápidamente la captura de once puntos neurálgicos de todo el país, la captura de los principales dirigentes, y des-armar a los militares y las autoridades locales de seguridad.

 
AH-64A Apache y el ATGM AGM-114 Hellfire fueron utilizados en operaciones de combate por primera vez durante la Operación "Causa Justa". Aquí, un Apache del Ejército de EE.UU. es visto durante las pruebas de la HMMS Hellfire (sistema de misiles Modular Hellfire). (Ejército de los EE.UU.) 

Raiders de la tormenta 
La última razón para la invasión de EE.UU. de Panamá entregó un fallido golpe de Estado contra Noriega, organizada el 3 de octubre de 1989: dos días después, Panamá declaró la guerra a los EE.UU.. El 16 de diciembre las tropas de EE.UU. fueron objeto de varios disparos, mientras que en curso un civil en Ciudad de Panamá, y un joven oficial fue asesinado. El presidente de EE.UU. George W. Bush ordenó la ejecución de "Just Cause": las tropas ya estacionadas en bases diferentes en todo el país entraron en sus posiciones de partida en la tarde del 19 de diciembre. Al mismo tiempo, en los EE.UU., 1,700 rangers del 75 Regimiento. y 3.300 paracaidistas de la 82da AD fueron a bordo de 13 C-130 Hércules de transporte, escoltado por varios helicópteros de combate AC-130 A del SOS 711 y AC-130H Spectre artillados del 16 de SOS, y varios interceptores F-15C Eagle.

En marcha para Panamá el Hércules de la primera ola se repostar en el aire por dos aviones HC-130 N petroleros de la novena SOS, el HC-130Ns también suministró varios otros - "especializado" - Hercules, tales como CE-130Es, y los otros nueve C-130 que le siguieron. A su paso una flota de 77 C-141Bs y 12 C-5B fue a seguir con más tropas y equipo pesado - con el apoyo de numerosos camiones cisterna KC-135 y al menos un E-3A AWACS Sentry. La parte trasera compuesta por más McDonnell F-15C con su propia cisterna, y dos Lockheed F-117A avión "stealth".

El ataque fue iniciado por dos F-117As, que alrededor de las 23:00 hora local lanzaron dos GBU-24 frente al CG de Noriega en Río Hato. Esta operación causó más adelante muchas discusiones, ya que fue declarado como una falla por parte del público, mientras que las bombas cayeron justo donde se espera que hagan - ya que la intención era para ellos para crear confusión.

Sin embargo, en lugar de crear confusión, las bombas alertaron a los panameños, de modo que cuando el 13 C-130 cargados con tropas de la TF "Red" llegaron a Río Hato se encontraron con el fuego de varias ametralladoras pesadas ZPU-4, calibre 14.7mm. Antes dos escoltas AC-130 pudieron intervenir, el 8 de SOS MC-130E que conducen a la formación de Hércules fue alcanzado por fuego desde tierra, obviamente, y obligado a hacer un aterrizaje de emergencia con sólo tres motores en funcionamiento. Los helicópteros de combate - poco después articulados por dos AC-130As cada uno de los AFRes SOS 711 y 919a que vinieron desde la Howard AFB - entonces comenzó la supresión de las defensas antiaéreas y esto permitió a los transportes Hércules soltar a los rangers de un nivel de 600ft/200m solamente. Debido a una serie de mucha carga de aterrizaje soldados en la pista de cemento, 35 de ellos resultaron heridos, pero en general se las arreglaron para recuperarse rápidamente y atacar a la principal terminal de Río Hato, la cual fue asegurada entre la una y cincuenta y las tres horas de 20 de diciembre.

 
Cartel del frente del CG de la 6ta Compañía de Infantería Mecanizada de la PDF en Rio Hato. La compañía, equipada con APC V-300, se convirtió en el principal blanco del asalto aerotransportado por parte de miembros del 75th Ranger Regiment

Poco después, los transportes pesados arribaron ​​por primera vez, trayendo refuerzos y evacuar a las víctimas. Durante este ataque de los Rangers perdieron 2 muertos y 27 heridos (además de 35 soldados heridos durante el aterrizaje), mientras que el PDF perdieron 34 muertos y 260 capturados. La TF "Red" - ahora con el apoyo de varias AH-AH 64As y 6s-en avión desde la Base Aérea de Howard, y el SOS 711 AC-dos 130As - entonces comenzaron a prepararse para su próxima tarea.

Unidades especiales 
Simultáneamente con el desembarco de los Rangers en Río Hato, las tropas de EE.UU. en otras partes de Panamá se convirtieron en un activo. Un grupo comando capturó la estación de televisión en el Cerro Azul, y lo puso fuera del aire (la estación más tarde fue reactivada, aunque bajo control de EE.UU.).

Alrededor de cuarenta y cinco minutos después de las doce horas del 20 de diciembre una TF del Ejército de los EE.UU. iba a ser volado por tres helicópteros UH-60As desde Albrook AFB a la Pacora-Puente, algunos 15 km al norte del campo de aviación de Tocumen/Torrijos, con el fin de bloquear la eventual contraataque por el Batallón 2000 de las PDF. Durante el inicio los helicópteros fueron atacados por tropas panameñas desplegadas en todo el campo de aviación: no hubo daños y continuaron de forma segura. Ya durante el aterrizaje cerca de Puente de Pacora los estadounidenses vieron una columna del Batallón 2000 acercarse: las tropas desplegadas con rapidez y luego atacaron. Los primeros vehículos panameños fueron destruidos por lanzadores M-136, y dos AC-130 se unieron con sus armas de fuego calibre 20, 40 y 105 mm. Dentro de pocos minutos, casi todos los vehículos blindados del Batallón 2000 fueron destruidas y dispersas las tropas. Ese fue el final de la única operación panameña que podría convertirse en una amenaza significativa para las tropas de EE.UU..

Mientras tanto, 4 equipos SEAL de la USN se desplegaron desde Howard AFB a bordo de helicópteros MH-53J III Pave Low y MH-60G de la vigésimo SOS para atacar a la pequeña pista de aterrizaje en Punta Paitilla, donde iban a evitar que Noriega saliera de Panamá a bordo de su avión privado. Los SEALs se lanzaron al agua a unos cuatro kilómetros de la costa, y utilizaron botes Zodiac para llegar a la playa. Posteriormente, operadores adicionales fueron desplegados directamente por los helicópteros en el aeródromo.

Inicialmente, el ataque SEAL fue un gran éxito y varias avionetas fueron utilizados para bloquear la pista de aterrizaje, mientras que el jet ejecutivo de Noriega iba a ser puesto fuera de combate. Sin embargo, el pobre reconocimiento y numerosos re-despliegue de unidades de las PDF en los últimos días antes del inicio de "Just Cause", entonces casi dieron lugar a una catástrofe. En el momento en que los SEALs estaban a punto de desactivar el LearJet Noriega, fueron objeto de un contraataque fuerte de las fuerzas de seguridad de las PDF y perdieron cuatro operadores los que murieron en un corto y rápido tiroteo. Sólo una rápida reacción del Ejército de los EE.UU., que desplegaron refuerzos de bases cercanas a bordo de varios helicópteros - como un Pave Hawk de la 55 ª SOS - salvaron al pequeño equipo de la aniquilación. Al final, Punta Paitilla fue asegurada, aunque el Pave Hawk fue dañada por fuego desde tierra.

 
Fotos nocturnas de los SEALs de aterrizaje en el aeródromo de Patilla. (EE.UU. Departamento de Defensa) 
 
SEALs de la USN en el aeródromo de Patilla rápidamente pusieron al LearJet Noriega fuera de acción. (Departamento de Defensa de EE.UU.) 

Alrededor de 01:10 horas de la TF "Red Tango", que constaba de rangers con base en Hunter Army Airfield, saltaron sobre Tocumén/Torrijos. Esta operación fue todo un éxito y el campo de aviación fue asegurado dentro de sólo 15 minutos, de manera que los siguientes transportes pudieron empezar a aterrizar allí ya alrededor de 0130hrs. Sin embargo, el personal de seguridad local tomaron a 347 civiles de un avión brasileño como rehenes y los estadounidenses necesitan varias horas de negociaciones para que se rindieran. Mientras tanto, alrededor de 02:10 horas la próxima ola de 20 C-141 de transporte Starlifter saltaron los paracaidistas de la AD 1 ª Brigada 82a en Torrijos. Uno de los transportes fue dañado por el fuego de tierra, pero el salto fue un éxito, incluso si algunas tropas desembarcaron en las marismas cercanas. Poco después, también de ocho tanques ligeros Sheridan fueron soltados, y muy pronto la TF Red Tango fue capaz de empezar a avanzar, a pesar de algunos pequeños destacamentos de la PDF, cerca de la pista de aterrizaje: éstos fueron tratados principalmente por un AC-130 y varios AH-6 y AH 64s.

Alrededor de 05:00 horas dos batallones adicionales de la AD 82a fueron retirados y ahora los EE.UU. tenía un total de 7.000 soldados en el terreno en Panamá - además de los ya apostados allí: esto hizo posible que el Ejército de los EE.UU. iniciara una serie de las operaciones ofensivas. De ese modo el primer UH-60As fueron utilizados para desplegar un batallón a la captura de La Viejo, los rangers - junto con los Sheridan - luego se trasladaron en la misma dirección.

A las 08:30 hrs otro batallón fue enviado a bordo de helicópteros de Tinajitas, donde dos unidades de PDF fueron destruidos rápidamente. Dos horas más tarde un tercer batallón capturó Ft. Cimmaron, neutralizando los restos del Batallón 2000 (a un costo de un muerto y varios heridos): esta unidad de la PDF con mala suerte estuvo bajo ataques constantes por parte de AC-130 durante la noche y mientras tanto, perdió casi todos sus vehiculos, así como la mayoría de las tropas.

La 82da División Aerotransportada en Acción 
Algunos elementos de la 82 División Aerotransportada fueron enviados a Panamá ya desde el 17 de octubre, donde fueron puestos bajo el mando de la 3ra Brigada/7ma División de Infantería, y apostados en los fuertes Sherman y Clayton, así como en la Base Aérea de Howard. Desde las 00.38hs estas tropas atacaron bases de la PDF en Coca Solo y Fort Espinar, así como en la Península de Colón, lo que limitó los tiroteos. Alrededor de las 01:00 hrs secciones de la 82da División Aerotransportada atacaron la cárcel El Renacer. Ellos fueron desplegados con la ayuda de dos helicópteros UH-1H del 1er Batallón/228vo Regimiento de Aviación, el tercero UH-1 aterrizó algunas tropas fuera de la prisión, que bloqueó la carretera que llevaba allí. Toda la operación fue apoyada por dos OH-58C y un solo AH-1S, que atacaron a los guardias en el cuartel cercano de la PDF. Un ataque similar se ejecutó en contra de la cárcel de Gamboa, donde también estaba un agente de la CIA arrestado por los panameños. La tercera prisión- en Modelo, cerca de la Comandancia - fue atacada por los operadores de la Delta Force, que perdieron uno de sus AH-6 por armas de fuego pequeñas.

 
Delta Force en Panamá 

La batalla por la Comandancia 
La Brigada de Infantería 192o se volvió activa en torno a 01:00 hrs, cuando un ataque contra La Comandacia iba a ser iniciado. La operación tuvo que ser pospuesta durante 15 minutos, mientras las tropas de la PDF cerca de la Base Aérea Howard abrieron fuego en respuesta a los desembarques de EE.UU.. Como las tropas de EE.UU. condujeron en dirección a La Comandancia, se encontraron bajo fuego pesado y perdieron dos vehículos blindados M-113s: los soldados sobre el terreno tuvieron que utilizar todas la potencia de fuego en la mano, más el apoyo de AC-130Hs del 16 SOS con el fin de ser capaz de continuar su avance. Durante este ataque, los Spectre mostraron una nueva táctica, denominada "Top Hat", en el que dos helicópteros volaban círculos concéntricos alrededor del objetivo, volando en una formación casi 15 metros el uno del otro, y luego se concentraba el fuego de todas sus armas en contra de la mismo objetivo. Varias veces al abrir fuego contra las posiciones de la PDF a pocos metros de las tropas de EE.UU., el helicóptero, la tripulación de la 711a, 919a, y SOS 16a demostrado sus capacidades más allá de cualquier duda, y varios fueron condecorados después.


 
Intenso fuego se virtió en la Comandancia desde el aire y la tierra destruyendo el edificio por completo: el lugar no se vio afectado no sólo por helicópteros de combate y las tropas de la Brigada de Infantería 192a, sino también los Rangers, y AH-6 y AH64s, el último de los cuales utiliza una serie de ATGM Hellfire y cohetes Hydra. Especialmente la pequeña y maniobrable AH-6 demostraron su valía fuera de toda duda, ya que podía volar profundamente entre las calles, a menudo poniendo diferentes partes del edificio bajo el fuego de menos de 20 metros. Las tropas panameñas obstruyeron La Comadancia y las casas cercanas para no darse por vencido, pero tuvieron que ser neutralizados en una batalla brutal, que no había terminado antes de las 17:30 hrs. Durante los combates ninguna de las partes podía cuidar mucho de los civiles que viven en los barrios, y hay informes de que hasta 220 personas inocentes fueron asesinados por ambos bandos durante los intensos combates en esta zona.

La Brigada de Infantería 192a también estuvo involucrado en el ataque contra el Fort Armador. Esta operación fue planeada inicialmente para ser ejecutado con la ayuda de helicópteros, pero al final la mayor parte de las tropas llevaron a la batalla en varios autobuses. El resto de este grupo de trabajo se desplegó por helicópteros alrededor de 01:00 horas, pero fue objeto de un intenso fuego y tuvo que luchar una dura batalla - en la que también dos civiles estadounidenses murieron - con el fin de proteger la ciudad pequeña donde las familias militares de EE.UU. altas vida: el Fort Armador sólo se logró en torno a 16:05 hrs.

Tan pronto como comenzaron los enfrentamientos, tres EC-130E (RR) Rivet Riders de la 193a SOG (estacionado en Harrisburg) se utilizaron para emitir una señal de televisión en la que los civiles panameños fueron informados sobre las razones de la operación, y se los llamó a permanecer en sus casas.

Éxito rápido 
En total, durante las primeras 24 horas de "Just Cause" las tropas de EE.UU. aseguraron todos sus objetivos iniciales, y en los días siguientes fueron ocupados todo el establecimiento de la ley y el orden. Durante los combates, dos AH-6 se perdieron (uno derribado y el otro accidentado después de volar sobre cables de alta tensión), así como un único MH-6, y el 123o Regimiento de Aviación perdió un sola OH-58C. Una solo piloto del Ejército de los EE.UU. y dos pilotos de la Fuerza Delta fueron muertos. No menos, de 41 helicópteros de EE.UU. - de un total de 167 usados - fueron dañados por el fuego de tierra en un grado u otro, pero todos, excepto un UH-60A - que también hizo un aterrizaje forzoso - fueron reparados en 24 horas. La mayoría de los helicópteros afectados participaron en las partes más riesgosas de la operación, y en general sus tripulaciones re-aprendieron las lecciones de Granada, que demostró que sin los helicópteros blindados son muy vulnerables a cualquier tipo de fuego. A excepción de los helicópteros, también once C-130 fueron dañados por el fuego antiaéreo.

Después de los principales elementos de los PDF fueron neutralizados en las primeras 24 horas, en los días siguientes sólo algunos pequeños tiroteos se produjeron, durante el cual las tropas de EE.UU. siempre han podido contar con gran ayuda de la población local: los civiles panameños nos alegramos de la ayuda en la búsqueda de simpatizantes y miembros del régimen de Noriega, y muchos voluntarios ayudaron a mostrar la dirección correcta, o punto a los que se esconden entre la población civil.

El 25 de diciembre, el grupo de trabajo Cóndor fue organizado para apoyar a los recién llegados a 2da Brigada/7ma División de Infantería, pero estas unidades no iban a ver más los intensos combates. Como cuestión de hecho, el resto de la "Causa Justa", sobre todo vieron las implementaciones diferentes de la Fuerza Delta, los elementos de los cuales estaban ocupados con la caza de Noriega. El dictador logró escapar en varias ocasiones - aunque el Ejército de los EE.UU. fue en busca de él de forma simultánea en varios lugares - hasta que finalmente se refugió en la Embajada de El Vaticano. El edificio fue rodeado inmediatamente por las tropas de EE.UU., y más negociaciones siguieron, que resultaron en la entrega de Noriega a General de EE.UU. Thurman, el 3 de enero de 1990: el dictador fue llevado de inmediato a bordo de un helicóptero MH-60G Night Hawk que lo esperaba y lo trasladó a la Base Aérea Howard . Una vez en lo que entonces era todavía oficialmente un territorio de EE.UU., Noriega fue detenido por agentes de la DEA y trasladados en avión a Florida a bordo de un MC-130 de la octava SOS. Toda la operación duró menos de 30 minutos. En los días siguientes, pero no menos de 900 miembros del régimen de Noriega y sus partidarios fueron arrestados también.

La operación "Just Cause" concluyó el 31 de enero de 1990. En ese momento, la mayoría de los que participan tropas de EE.UU. fueron desde hace mucho tiempo de vuelta en casa, o al menos no en marcha: fueron reemplazados por varias unidades de la Policía Militar, desplegado en la operación de "promover la libertad", que se ha continuado con la búsqueda para los partidarios de Norriega. Los parlamentarios hicieron amplio uso de helicópteros para implementaciones rápidas de todo el país, y dos de ellos se estrelló durante una tormenta, el 21 de febrero, matando a once soldados de la División de Infantería 7 y el 228o Regimiento de Aviación.

 
Marines en las calles de Panamá 

En total, los EE.UU. sufrieron una pérdida de 23 soldados durante la operación "Just Cause", los elementos de la PDF y otros militares y aparato de seguridad panameños perdieron 202 soldados, todo el equipo pesado, y la mayoría de los aviones y helicopteros. 

Hasta hoy, los EE.UU. envía varios miles de millones de dólares EE.UU. en la economía panameña, con el fin de apoyar la recuperación del país. Varios de los antiguos partidarios de Noriega lograron salir, y algunos de ellos fueron decisivos en la causa de algunos disturbios menores. En diciembre de 1990, por ejemplo, el ex "comandante" Eduardo Hassan lideró un motín de unos 100 soldados de la recién fundada PDF: esto fueron sofocados rápidamente por las tropas de EE.UU. todavía estacionados en Panamá. El 31 de diciembre de 1999, el Canal de Panamá fue dado oficialmente al control panameño y las últimos tropas de EE.UU. se retiraron del país. 

Orden de la batalla de unidades de vuelo de EE.UU. de la operación "Just Cause" 
SOCOM ("Fuerza de Tarea Conjunta del Sur") 
23a de la Fuerza Aérea 
- 16th SOW/8th SOS Black Birds, 3 MC-130E, 
- 16th SOW/9th SOS Night Wings, 2 HC-130N 
- 16th SOW/16th SOS Ghost Riders, 7 AC-130Hs 
- 16th SOW/20th SOS Green Hornets, 5 MH-53J 
- 16th SOW/55th SOS Night Hawks, 4 MH-60G 
(Todos los elementos de la SOW 16a fueron colocados en Hurlburt AFB) 

- 193rd SOG, 4 EC-130E(RR), de Hurlburt AFB 
- 711th SOS (AFRes.), 3 AC-130A, de Duke Field y Howard AFB 
- 919th SOG, 5 AC-130Hs, de Duke Field y Howard AFB 
- 160th Avn. Grp/TF.160, 12 AH-6, 10 MH-6, 10 MH-47E, 17 MH-60K 

USAF 
- TFW 37, F-117A, de Tonopah AFB 
- 24 de CW, OA-37B, de Howard AFB 
- C-130, C-141 y C-5 años de 21 diferentes escuadrones de MAC 
- 830o MAW Division/61st Aire, C-22, C-130, CASA.212 
- 388o TFW, F-16Cs, de Hill y la Base Aérea Howard 
- 180o Gobierno Federal de Transición (ANG), A-7D, de Toledo (Ohio) 
-? AWCW, 3 E-3A, con sede en? 
- 26 escuadrillas de reabastecimiento de combustible con diferentes KC-135 

Ejército de EE.UU. 
- 123o Regimiento de Aviación/Brigada de Aviación séptima división de infantería, volando AH-1S y UH-60As 
- Brigada de Aviación de la 82da División Aerotransportada, volando AH64A y OH-58Cs 
- 1er Batallón /288vo Regimiento de Aviación, volando AH-1S y UH 60As. 

ACIG


viernes, 17 de febrero de 2017

FN FAL: La FALO israelí

El FN FALO israelí
The Hebrew Hammer



En la guerra de independencia de Israel, la Haganah estaba usando cualquier arma que pudiera tener en sus manos - Kar98ks, Sten, SMLEs, etc. Pero después del establecimiento del estado, la nueva FDI necesitaba más de un rifle de servicio estándar - y eso Rifle necesario para ser moderno y capaz. Por lo tanto, el fusil FN FAL y la escuadrilla FN FALO fueron adquiridos y, posteriormente, fabricados en el país. Como es común con el FAL, estas variantes israelíes tienen sus propias peculiaridades.

Sucede que soy dueño de una construcción semi-automática de un modelo israelí FN FALO construido en un receptor Entreprise. Algunos pensamientos después del salto.


No soy un experto en FN FAL, por lo que realmente le aconsejo leer este artículo Wikipedia sobre ellos primero.

La primera cosa que es realmente muy interesante sobre el uso israelí de la FAL es la rapidez con que se subieron a bordo con ellos. Según el libro “The FN FAL Battle Rifle“, los israelíes pusieron el FAL en servicio en 1955, que fue un desnudo dos años después de que el rifle se puso en producción en Bélgica. Estos rifles comprados fueron utilizados en 1956 en la crisis de Suez. Más tarde, rifles fabricados por Israel fueron utilizados en la Guerra de los Seis Días y la Guerra de Yom Kippur. La historia dice que los israelíes intercambiaron la licencia para la Uzi a FN por los rifles y la licencia para hacer la FAL.

Pero, si eso no te está volando la cabeza, también considera esto: 7,62 × 51 sólo fue estandarizado por la OTAN en 1954. Sí, eso es correcto: los israelíes estaban usando calibres y armamentos occidentales antes de la OTAN. A partir de 1958, los israelíes también comenzaron a rebarbar su Kar98ks a este mismo calibre, presumiblemente para simplificar la logística de las fuerzas de reserva.



Como se alude al principio de este artículo, la variante fabricada en Israel tiene algunas características únicas. En primer lugar: los muebles. El agarre de pistola de plástico es bastante normal. El stock es en su mayoría normal, pero tiene una bisagra ala de la M14. Creo que esto se supone que debe ayudar a disparar desde la posición de prono, o cuando se utiliza el fuego totalmente automático. El protector de mano de madera es muy distintivo, ya que tiene un escudo de calor de metal perforado muy prominente que se extiende de él. IMHO, habría sido un poco mejor si el guardamanos fuesen más largos, pero no se puede negar que hace el trabajo bien.



Las miras son también más altas de lo normal, a pesar de esto ser un "métrico" FALO. No parece que sean tan altos como los lugares de interés de la Commonwealth, sin embargo. El poste de vista posterior es un poco más grueso, y lo hace un poco más fácil de usar como una vista de compañeros. No hay provisiones para montar una óptica - mi entendimiento es que los israelíes usaron el Trilux en sus M16, no sus FAL.

Algunas de las otras partes también difieren, muchos en el sistema de gas. Los israelíes también utilizan su propio tipo de hilo de barril - supuestamente este era el barril original enhebrado, y FN lo modificó más tarde después de la adopción canadiense. Esta es la razón por la que los receptores del Entreprise Israeli Match  no son receptores de "coincidencias" en el sentido de una competencia - simplemente tienen los hilos correctos para instalar un barril israelí.




Dado que Israel era la fuente de la mayoría (casi todos?) De los kits FALO en el mercado americano, el bépode es sin duda vale la pena hablar. En resumen: es difícil y fácil de usar, pero también es pesado y no parece tan bueno en ser una plataforma de tiroteo estable. Me pareció que se movía mucho por los "pies de esquí". También pone la pistola bastante alta debido a la longitud de las piernas, pero al menos las cargadores no actúan como monopodes.

Ese bípode pesado contribuye al (enorme) peso de 13 libras del FN FALO. Esta es la primera pistola que he usado en realidad el asa de transporte, y realmente hace que sea más fácil de transportar alrededor. Supongo que 13 libras se siente ligero en comparación con los 20 libras de la barra, pero teniendo en cuenta que el infinitamente superior a las ametralladores ligeras FN Minimi y IWI Negev sólo pesan 16 libras, es fácil ver por qué este arma salió de servicio antes de los FN de peso normal. (Hay muy, muy pocos kits FN FAL de "cañón ligero" israelíes en el mercado - sospecho que éstos fueron vendidos a otro país o están en reserva.)

En el lado positivo, la seguridad en el FALO es el estilo amistoso AR, y se puede utilizar sin quitar la mano de la empuñadura de la pistola. Yo no encontré el tirón de gatillo para ser malo, tampoco. Las cargadores son rock-and-lock - este no es mi sistema preferido, pero el magwell perdonante lo hace bastante fácil de usar. No me gusta que los controles de liberación de apertura o de lanzamiento de perno, pero son utilizables. El mango de carga no es recíproco y fácil de agarrar (si usted es derecho).



Sin embargo, el despojo de campo del FN FAL es refrescantemente fácil. Tire de una palanca en el receptor inferior, abra los receptores con bisagras y tire del grupo de portaobjetos. Quitar el tapón de gas y el pistón es también trivial - simplemente empuje hacia abajo un retén en el tapón de gas, gire y observe todo el conjunto saltar hacia usted. Estoy un poco más preocupado por el reensamblaje - es un poco demasiado fácil poner su rifle en el modo de lanzagranadas por accidente si se pone en el enchufe de gas de forma incorrecta.

Desafortunadamente, sin un barril de cambio rápido o una cargador de mayor capacidad, el FN FALO no es un buen arma automática de pelotón. El barril de toro ayuda a la precisión sobre el fuego sostenido, pero en última instancia, no va a ser capaz de mantenerse en un compromiso extendido. Uno recuerda la experiencia soviética con el RPK, con la excepción de que el RPK tenía por lo menos cargadores de cuarenta tiros para el fuego sostenido. Hay fábricas de cargadores de 30 tiros para el FALO, pero éstas también son responsables por el síndrome "bang, bang, click" (dos tiros disparados, y luego un atasco) que plagó todas las variantes de FALOs. Nunca he visto un cargador israelí marcada en el número 30, tampoco creo que los hayan usado. Si lo hubieran hecho, esperaría verlos por todo el mercado de excedentes, y no lo están. (Si alguien tiene información conflictiva, por favor avíseme.)

Tomando mi FN FALO al final, me pareció largo, pesado y engorroso. El rifle era exacto, en la medida en que el FAL es un arma 2-3MOA incluso con munición de calidad. Los visores traseros que los israelíes pusieron en sus FALs eran bastante decentes, y un paso más allá de la habitual vista trasera FAL. Encontré las miras de hierro utilizables, pero también descubrí que mi habilidad para disparar con ellos se degradaba bastante rápido a medida que aumentaba el rango, y tuve dificultades para producir grupos decentes incluso a niveles moderados (100m). Las miras de hierro del FN FAL son famosas por ser inexactas (diseño pobre, ajuste suelto, montado en receptores diferentes), así que supongo que no debería estar tan sorprendido.

Como se mencionó antes, el bipod no funcionaba tan bien como yo quería. Cauterizar los pies probablemente habría ayudado, pero esta es realmente la tecnología de producción de los años 50 que estamos hablando ... Probablemente no debería tener grandes esperanzas. Me pareció que la charnela buttplate algo más útil para conseguir una buena imagen de la vista cuando tiro desde el banco, por lo que los israelíes que parte derecha.



En resumen, no es difícil ver por qué la variante FALO de la FAL murió de una muerte temprana, y nunca alcanzó mucha popularidad para empezar. Las ventajas que trae no son muy importantes sobre el FAL regular, y usted paga un precio muy duro en el peso adicional. Era aceptable como un reemplazo de BAR, pero el BAR nunca fue tan genial de un arma automática de escuadrón de todos modos.

Por otro lado, los israelíes hicieron un trabajo bastante bueno con su variante de FN FAL y FN FALO. La vista trasera es mejorado, y las partes de madera es excelente. Si yo fuera a hacer una nueva construcción de un FN FAL, sin duda tratar de encontrar un kit FN FAL de Israel de precio razonable (no FALO) para construirlo. El FALO se ve sexy, pero el FAL es un rifle mucho más utilizable, sobre todo como un tipo semi-automático sólamente.

Foto del día: Dientes en forma de misil

Foto del día

Su-27SK de la VVS muestra la dotación completa de armamento aire-aire (AAM R-27 y R-73)

Vehículo de ingenieros: M88A2 Hercules (USA)



Vehículo blindado de recuperación M88A2 Hercules (USA) 


El vehículo de recuperación pesado M88A2 Hércules entró en servicio en 1997 
 

Entró en servicio 1997 
Tripulación tres hombres 
Dimensiones y peso 
Peso 63 t 
Longitud 8,6 m 
Ancho de 3,7 m 
Altura de 3,2 m 
Rendimiento 
Capacidad de levantamiento de 31,8 t 
Capacidad del guinche 63,5 t 
Carga remolcada ~ 63 t 
Armamento 
1 x ametralladoras de 12,7 mm 
Movilidad 
Motor Continental AVDS-1790-8DR diesel 
Potencia del motor 1 050 CV 
Velocidad máxima en carretera 48 kmh 
Alcance 500 kilometros 
Maniobrabilidad 
Gradiente de 60% 
Pendiente lateral 30% 
Paso vertical 1.1 m 
Zanja de 2,6 m 
Vadeo 1,4 m 
Vadeo (con preparación) 2,6 m 


El vehículo blindado de recuperación M88A2 Hercules es un desarrollo del M88A1 ​​anterior. Ha sido desarrollado especialmente para apoyar a los tanques de batalla principal Abrams. Un prototipo de vehículo blindado de recuperación, basado en el chasis Abrams se desarrolló en la década de 1980, sin embargo, no fue aceptado en el servicio y se decidió a producir el M88A2 mejorado. Vale la pena mencionar que dos M88A1 ​​ARV se requiere con el fin de remolcar el tanque M1A1 Abrams. A más potente M88A2 Hércules se introdujo en la década de 1990. Las entregas de este vehículo blindado de recuperación se inició en 1997. El Ejército de los EE.UU. y la Infantería de Marina operar alrededor de 280 de estos ARVs. Los operadores de exportación son Alemania, Australia y Egipto. 
El Hércules es un poco más grande y más pesado que su predecesor. También cuenta con un motor más potente "A" de tipo de trama auge de elevación y del cabrestante. Las tareas típicas de esta pesada ARV incluyen la recuperación de los tanques dañados, atrapado, hundido o se volcó en el campo de batalla. También ofrece servicio de mantenimiento en el campo o remolques a unidades de mantenimiento. 
La grúa tiene una capacidad de 31,8 t. Se utiliza para levantar vehículos averiados, torretas, PowerPacks, u otras cargas. Si las reparaciones son necesarias para la suspensión de un vehículo, la grúa levanta la parte delantera de la trasera del vehículo para permitir el acceso al sistema dañado. Cuando no es necesario que la grúa se establecen en la parte superior del techo. 
El cabrestante principal tiene una capacidad de 63,5 t. Se utiliza para la recuperación de los daños, vehículos atascados, hundidos y volcó. También hay un cabrestante auxiliar. Se utiliza para la entrega de la cuerda del cabrestante principal y otras operaciones de manejo de carga. 
La hoja topadora frontal se utiliza para estabilizar el vehículo durante el arrastre y estirando operaciones. Puede también ser utilizado para limpiar los obstáculos y la luz obras de corte de tierra, como la cobertura de zanjas, etc.
El vehículo tiene un equipo de soldadura para trabajos de soldadura y corte en el campo. Estos son llevados por uno de los miembros de la tripulación. El Hércules también tiene un conjunto de herramientas para reparaciones en el campo. 
El M88A2 ARV remolca tanques dañados, defectuosos o fuera de control y vehículos blindados con ganchos rígido o no rígido, con una precisión de refugios, puntos de reunión de los centros de reparación. 
Este vehículo blindado de recuperación ha mejorado la protección de blindados sobre su predecesor. Armadura de la M88A2 y resiste golpes de proyectiles de 30 mm. También resiste y anti-tanque de explosión de una mina bajo el casco. El vehículo está equipado, además, con los faldones laterales. El Hércules está equipado con sistema de protección NBC. 
Armamento de la recuperación de vehículos Hércules se limita a un montaje en el techo de 12,7 mm ametralladora para la defensa propia. Esta arma es operado por el comandante del vehículo. 
El Hércules tiene como tripulación de tres personas, incluyendo al comandante, el conductor y el aparejador. Todos los miembros de la tripulación tienen sus compuertas separadas en el techo de la superestructura. También hay una puerta en cada lado. 
El M88A2 está equipado con un motor más potente motor diesel turboalimentado Continental AVDS-1790-8DR, que desarrolla 1050 caballos de fuerza. Es, junto con la transmisión Allison XT-1410-5A. Se ha mejorado la velocidad y alcance en comparación con la anterior M88A1. El Hércules también está equipado con unidad de potencia auxiliar que alimenta todos los sistemas y de equipos adicionales cuando el motor principal está apagado. En caso de emergencia el vehículo de recuperación de Hércules puede reabastecer de combustible el MBT Abrams desde su propio depósito de combustible. El M88A2 se puede equipar con un kit de vadeo profundo. Después de la preparación se puede obstáculos vado de agua de hasta 2,6 m de profundidad. 


 

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