sábado, 10 de agosto de 2024

Crisis del Beagle: Combate aéreo sobre Santiago

Fuego sobre Santiago

Esteban McLaren



Imagina un mundo donde, el 22 de diciembre de 1978, las negociaciones entre Argentina y Chile fracasan y estalla una guerra feroz por el conflicto del Beagle. Las tropas argentinas lanzan una maniobra en la Patagonia Austral para desviar la atención de las fuerzas chilenas, mientras que el verdadero golpe, un asalto blindado a Santiago, se prepara en las sombras. En esta historia alternativa, se desarrolla una batalla aérea épica que enfrenta a dos titanes de la aviación: el F-5 Tiger II y el Mirage III.

Este ensayo te lleva al corazón de ese conflicto, comenzando con una narrativa ficticia que sigue a dos pilotos imaginarios, sus emociones, decisiones y enfrentamientos en el cielo. A medida que avanzas, te sumergirás en un análisis detallado y técnico de lo que habría sido este duelo aéreo, explorando las capacidades y limitaciones de ambos aviones. Un viaje que mezcla la adrenalina de la ficción con el rigor de la táctica militar.

1. Introducción

Una fresca mañana de diciembre de 1978, el cielo de Santiago estaba despejado y brillante, y los primeros rayos de sol proyectaban largas sombras sobre la bulliciosa ciudad. Sin embargo, bajo la serena fachada, bullía una tensión que amenazaba con desbordarse y convertirse en un conflicto a gran escala. La crisis del Beagle había llevado a Chile y Argentina al borde de la guerra y ahora, cuando las fuerzas militares de ambas naciones se enfrentaban, los cielos sobre la capital chilena pronto se convertirían en un campo de batalla.

Para el capitán Benito Calfukelen, un experimentado piloto de la Fuerza Aérea chilena, el día comenzó como cualquier otro, con el estridente sonido de un despertador que lo despertaba de golpe. Pero hoy era diferente. Mientras sacaba las piernas de la cama y se ponía el traje de vuelo, el peso de lo que le esperaba le oprimía los hombros. El embargo de la administración Carter había dejado a los aviones F-5E Tiger II de su escuadrón en mal estado de mantenimiento y todos los pilotos sabían que sus máquinas no estaban a la altura de las circunstancias. Sólo 3 se hallaban en condiciones plenamente operativas. Sin embargo, no había lugar para la duda. Los informes sobre aviones argentinos que se dirigían a Santiago habían llegado apenas unos minutos antes, y la unidad de Calfukelen se apresuraba a interceptarlos.




Al otro lado de los Andes, en la ciudad argentina de Mendoza, el teniente Joaquín Olazábal estaba sentado en la sala de preparación de la base aérea El Plumerillo, preparándose mentalmente para la misión. A diferencia de su homólogo chileno, el avión de Olazábal, un elegante y poderoso Mirage III, estaba en óptimas condiciones, un símbolo de la industriosidad francesa y la destreza de los mecánicos argentinos. Se le había encomendado una misión crítica: proteger una oleada de A-4 Skyhawks que descendían sobre Santiago para atacar objetivos militares clave. Había mucho en juego, y Olazábal sabía que cualquier falla podría tener consecuencias nefastas para la posición estratégica de Argentina en el conflicto.

2. Los personajes

La historia del capitán Benito Calfukelen comenzó en un pequeño pueblo del sur de Chile, de fuerte ascendencia araucana, donde las montañas y los cielos abiertos lo atrajeron desde una edad temprana. Hijo de un maestro de escuela local, Calfukelen fue el primero de su familia en dejar atrás la vida rural, atraído a la Academia de la Fuerza Aérea por el deseo de servir a su país y su amor por volar. En 1978, ya se había ganado un lugar entre los mejores pilotos de Chile, pero las frustraciones de volar el nuevo pero dificultosamente mantenido F-5E lo agobiaban. A pesar de estos desafíos, la determinación de Calfukelen se mantuvo inquebrantable. Había aprendido a arreglárselas con lo que tenía y hoy, más que nunca, su ingenio se pondría a prueba.



El teniente Joaquín Olazábal, por otro lado, tenía una historia diferente. Nacido en una familia militar en Buenos Aires, su camino hacia la cabina de mando estuvo pavimentado con tradición y privilegio. Su padre, un general condecorado, le había inculcado un profundo sentido del deber y la importancia de mantener la supremacía militar de Argentina. Las habilidades de Olazábal en el Mirage III, un caza de última generación capaz de alcanzar velocidades de Mach 2, lo habían convertido rápidamente en una estrella en ascenso en la Fuerza Aérea Argentina. Mientras se preparaba para la misión que tenía por delante, Olazábal sintió el peso del legado de su familia sobre sus hombros. Su papel hoy era más que una misión; era una continuación del servicio de su familia a la Argentina.




3. Preparativos militares y contexto

A finales de 1978, cuando la situación política entre Chile y Argentina se deterioró, ambas naciones se prepararon para la posibilidad de un conflicto militar por la disputa del Canal Beagle. El canal, rico en potenciales reservas de petróleo y valor estratégico, se había convertido en un punto de conflicto que ninguna de las partes estaba dispuesta a ceder. Para Argentina, la junta militar que había llegado al poder en 1976 veía el control del canal como un medio para reforzar el orgullo nacional y distraer la atención de los disturbios internos. En Chile, el gobierno militar del general Augusto Pinochet estaba igualmente decidido a defender lo que consideraba un territorio soberano.

Ambas naciones comenzaron a movilizar sus fuerzas armadas, y las fuerzas aéreas argentina y chilena desempeñaron papeles cruciales en sus respectivos planes de guerra. La Fuerza Aérea Argentina (FAA) tenía la tarea de establecer la superioridad aérea y proporcionar apoyo aéreo cercano a las fuerzas terrestres. La Fuerza Aérea de Chile (FACh), por otro lado, era responsable de defender el espacio aéreo chileno, en particular alrededor de objetivos estratégicos clave como Santiago.

Fuerza Aérea de Chile

Entre los cazas de primera línea de la Fuerza Aérea de Chile se encontraba un escuadrón de aviones Northrop F-5E Tiger II, adquiridos a principios de los años 1970. Sin embargo, en 1978, estos aviones mostraban signos de desgaste. El mantenimiento de los F-5E se había visto gravemente afectado por las sanciones militares de los EE. UU., como resultado de las preocupaciones de la administración Carter por las violaciones de los derechos humanos en Chile. Las piezas de repuesto eran escasas y la FACh luchaba por mantener la flota operativa. A pesar de estos desafíos, los pilotos chilenos, incluido el capitán Benito Calfukelen, se entrenaron rigurosamente, centrándose en tácticas defensivas y misiones de intercepción.

La estrategia de la FACh se basó en el número limitado de F-5E para contener los ataques argentinos el tiempo suficiente para que las defensas terrestres pudieran actuar. Dado el mal estado de sus aviones, los pilotos chilenos recibieron instrucciones de evitar enfrentamientos prolongados y, en cambio, centrarse en ataques rápidos seguidos de maniobras evasivas.

Fuerza Aérea Argentina

En contraste, la Fuerza Aérea Argentina estaba en una posición relativamente fuerte. La FAA había invertido mucho en la modernización de su flota a principios de los años 70, adquiriendo interceptores Mirage III de Francia. Estos aviones estaban bien mantenidos, equipados con sistemas de radar avanzados y capaces de transportar una variedad de misiles aire-aire, incluidos el Matra R530 y el R550 Magic. Los pilotos argentinos, como el teniente Joaquín Olazábal, se entrenaron intensivamente en misiones de superioridad aérea, perfeccionando sus habilidades tanto en intercepciones de alta velocidad como en combate aéreo.

Para el conflicto que se avecinaba, la FAA desarrolló una estrategia para lograr una rápida superioridad aérea sobre objetivos chilenos clave, incluido Santiago. El plan implicaba utilizar cazas Mirage III para proteger oleadas de A-4 Skyhawks, que lanzarían ataques de precisión sobre aeródromos e instalaciones militares chilenas. El objetivo era paralizar la capacidad de Chile de montar una defensa aérea eficaz, allanando así el camino para una invasión terrestre.

4. La mañana del despegue


Benito Calfukelen

La mañana del 22 de diciembre de 1978 comenzó como muchas otras, con el capitán Benito Calfukelen levantándose antes del amanecer. La base del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez en Santiago ya era un hervidero de actividad. Los equipos de tierra se apresuraron a preparar los pocos F-5E que todavía estaban operativos, mientras los pilotos recibían sus últimas instrucciones.

Mientras Calfukelen se ponía el traje de vuelo, no podía quitarse de encima la sensación de inquietud. La noche anterior, le habían informado de los últimos informes de inteligencia que indicaban que los aviones argentinos se preparaban para un ataque a primera hora de la mañana. El mando chileno había previsto un ataque de ese tipo, dada la importancia estratégica de Santiago, y el escuadrón de Calfukelen estaba en alerta máxima.

El avión de Calfukelen, aunque desgastado y cansado, había sido reparado a toda prisa para esta misión. Conocía cada peculiaridad de su F-5E, desde el ligero retraso en los controles hasta el chisporroteo del motor izquierdo a altas velocidades. Pero también sabía que en un combate aéreo, cualquier falla mecánica podría significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Cuando sonó la alarma de despegue, el entrenamiento de Calfukelen entró en acción. Corrió hacia su avión, trepó a la cabina mientras el personal de tierra le daba un rápido visto bueno. El rugido de los motores J85 llenó sus oídos mientras rodaba hacia la pista y, en cuestión de momentos, estaba en el aire, ascendiendo hacia el cielo de la mañana.



Joaquín Olazábal

Mientras tanto, al otro lado de los Andes, el teniente Joaquín Olazábal ya estaba en el aire, liderando un vuelo de Mirage III desde la base aérea El Plumerillo en Mendoza. La oscuridad previa al amanecer había dado paso a la primera luz del día mientras su formación cruzaba el espacio aéreo chileno, volando bajo para evitar ser detectado.

La misión de Olazábal era clara: proteger a los Skyhawks a toda costa. Los A-4 llevaban una carga letal de bombas y cohetes, destinados a instalaciones militares alrededor de Santiago. Como piloto principal, Olazábal era responsable de mantener a raya a los interceptores chilenos, lo que permitía que los Skyhawks atacaran sin obstáculos.

El Mirage III, con su potente motor SNECMA Atar, respondió perfectamente a las órdenes de Olazábal. El avión había recibido un mantenimiento meticuloso y él confiaba plenamente en él. A medida que se acercaban a su objetivo, el radar de Olazábal detectó varios contactos: los F-5E chilenos que se apresuraban a interceptarlos.

Su corazón se aceleró. Había llegado el momento. El enfrentamiento para el que todos se habían estado preparando. Hizo una señal a sus compañeros de ala para que cerraran la formación y se prepararan para el combate.



5. Enfrentamiento: el combate aéreo

El cielo sobre Santiago se convirtió rápidamente en una escena caótica a medida que los F-5E chilenos se acercaban a la formación argentina que se acercaba. Para Calfukelen, la visión de los Mirage y los Skyhawks a lo lejos provocó una oleada de adrenalina. Aceleró al máximo su F-5E, sintiendo la tensión en el viejo avión mientras luchaba por mantener el ritmo de los cazas enemigos que se acercaban.

Primer contacto

Los momentos iniciales del enfrentamiento fueron frenéticos. Olazábal, con su radar superior y su avión en mejor estado, tenía la ventaja de detectar primero a los chilenos. Rompió la formación y dirigió su escuadrón en un ascenso pronunciado para ganar altitud, una táctica diseñada para maximizar la velocidad y la maniobrabilidad del Mirage III. Desde esta posición más alta, Olazábal podía lanzarse en picado sobre los F-5E, utilizando la gravedad para aumentar su velocidad y atacar con el elemento sorpresa.

Calfukelen, consciente de las capacidades del Mirage, intentó mantener su F-5E bajo y rápido, con la esperanza de evadir a los aviones superiores utilizando el terreno a su favor. El paisaje urbano de Santiago proporcionaba cierta cobertura, con edificios altos y colinas que podían interrumpir los bloqueos de misiles y los barridos de radar. Sin embargo, el estrés en su avión era evidente. El motor tosía y chisporroteaba mientras maniobraba con fuerza, y Calfukelen sabía que tendría que ser conservador con sus maniobras para evitar una falla catastrófica.



Comienza el combate aéreo

Cuando Olazábal se lanzó en picado hacia el vuelo de Calfukelen, desató una ráfaga de sus cañones DEFA de 30 mm, obligando a los pilotos chilenos a romper la formación y dispersarse. Los primeros momentos del combate aéreo fueron una confusión de advertencias de misiles y maniobras evasivas rápidas. Calfukelen logró evadir el ataque inicial, sus instintos y su entrenamiento tomaron el control mientras hacía girar su avión a través del laberinto del espacio aéreo de Santiago.

Los F-5E chilenos, aunque superados, no estaban indefensos. Calfukelen y sus compañeros de ala confiaron en su menor tamaño y mayor agilidad para esquivar los Mirage más pesados. Uno de los compañeros de ala de Calfukelen, un joven piloto llamado Francisco, logró ponerse detrás de uno de los Mirage, perdiendo un misil Sidewinder en un intento desesperado por derribar al enemigo. El misil se dirigió a toda velocidad hacia su objetivo, pero el compañero de Olazábal, un piloto veterano, lanzó bengalas y realizó un viraje cerrado, evitando por poco la explosión.

Calfukelen se vio envuelto en un duelo con Olazábal, los dos aviones dando vueltas uno alrededor del otro en una danza mortal. La velocidad superior del Mirage III le permitió a Olazábal dictar los términos del enfrentamiento, pero Calfukelen era un oponente astuto. Mantenía sus maniobras ajustadas e impredecibles, lo que dificultaba que Olazábal consiguiera un tiro limpio.

Desafíos técnicos

La disparidad en las condiciones de sus aviones pronto comenzó a notarse. Mientras que el Mirage de Olazábal respondía impecablemente a sus órdenes, el F-5E de Calfukelen tenía problemas. El motor tartamudeaba bajo la tensión del combate aéreo y los controles se sentían lentos. Calfukelen podía sentir el sudor corriendo por su espalda mientras luchaba por mantener su avión en la pelea.

Olazábal, percibiendo la dificultad del piloto chileno, aprovechó su ventaja. Cambió sus cañones por un misil Matra R550 Magic, un arma de corto alcance diseñada precisamente para este tipo de enfrentamiento. Mientras alineaba el disparo, el tono de bloqueo del misil sonó en sus auriculares y apretó el gatillo.

El misil se lanzó y se dirigió hacia el F-5E de Calfukelen. En un movimiento desesperado, Calfukelen hizo que su avión se lanzara en picado, en dirección a la ciudad que se encontraba debajo. El misil lo siguió sin descanso, pero en el último momento, Calfukelen desechó los tanques de combustible que le quedaban y se elevó con fuerza. El misil explotó sin causar daño en el aire, a unos cientos de metros detrás de él y sabía que Calfukelen estaba al límite de sus fuerzas. Las maniobras del chileno se estaban volviendo lentas, las respuestas ágiles del F-5E ahora eran letárgicas. Era solo cuestión de tiempo antes de que Olazábal pudiera alinear el tiro perfecto.

Pero el tiempo se estaba agotando para ambos pilotos. Abajo, los A-4 Skyhawks ya habían comenzado sus bombardeos sobre las instalaciones militares de Santiago. Las explosiones sacudieron la ciudad mientras caían bombas, incendiando depósitos de combustible y hangares. La misión de Olazábal estaba casi completa; solo necesitaba acabar con este interceptor chileno antes de regresar a su formación.

Calfukelen sabía que solo le quedaba una opción. Su avión estaba casi sin combustible y no tenía más opción que intentar una maniobra de alto riesgo o enfrentarse a una destrucción segura. Mientras Olazábal se acercaba para matarlo, Calfukelen tomó una decisión rápida. Niveló a baja altitud, usando el poco combustible que le quedaba para acelerar, dirigiéndose directamente al corazón de Santiago. Su plan era arriesgado: si lograba acercarse lo suficiente a la densa infraestructura de la ciudad, tal vez los sistemas de orientación del Mirage tendrían dificultades para apuntar, lo que le daría una pequeña posibilidad de sobrevivir.

Olazábal, percibiendo la desesperación del chileno, lo siguió, manteniendo su objetivo. Mientras rozaban los tejados, Olazábal armó su último misil, un Matra R530. Sonó el tono de fijación y se preparó para disparar.

Pero justo cuando estaba a punto de apretar el gatillo, una repentina columna de humo surgió de un edificio de abajo: un misil tierra-aire disparado apresuradamente desde una batería de defensa chilena. No estaba dirigido a él, pero la interrupción fue suficiente. El misil pasó a toda velocidad junto a ambos aviones, lo que obligó a Olazábal a desviarse momentáneamente para evitar ser alcanzado.

Un escape por los pelos

La distracción le dio a Calfukelen el respiro que necesitaba. Lanzó su F-5E hacia el centro de la ciudad, los rascacielos y las calles se difuminaron a su paso mientras buscaba desesperadamente un lugar para cubrirse. Olazábal, que aún mantenía la compostura, intentó recuperar el avión chileno, pero la confusión causada por el lanzamiento del misil y el denso entorno urbano lo hicieron difícil. Cuando recuperó la orientación, Calfukelen había desaparecido en el laberinto de la ciudad, con su F-5E alejándose a baja altitud.

Al darse cuenta de que la persecución era inútil y de que su misión de proteger a los Skyhawks era más importante que arriesgar su vida en una persecución prolongada, Olazábal se detuvo a regañadientes. Inclinó su Mirage III hacia su formación y ordenó por radio a sus compañeros de ala que se reagruparan y se prepararan para regresar a la base. Los Skyhawks habían completado sus bombardeos y el ataque a Santiago había logrado sus objetivos.

Mientras tanto, Calfukelen logró llevar su F-5E dañado hasta un aterrizaje de emergencia en una pista de aterrizaje improvisada en las afueras de la ciudad. Su avión, que apenas se mantenía unido, patinó hasta detenerse, con humo saliendo de su motor. Mientras se desabrochaba el cinturón y salía tambaleándose de la cabina, supo lo cerca que había estado de la muerte. La batalla había terminado, pero la guerra apenas había comenzado.

6. Resultado y consecuencias

La batalla aérea sobre Santiago, aunque breve, marcó un momento significativo en el conflicto que se estaba desarrollando entre Chile y Argentina. Para los pilotos involucrados, fue un bautismo de fuego, una prueba de que la guerra no sería un ejercicio teórico sin sangre, sino un conflicto brutal y real en el que habría vidas en juego.

La perspectiva de Benito Calfukelen

Sus camaradas aclamaron la fuga de Calfukelen como una pequeña victoria. A pesar de las abrumadoras probabilidades y la condición inferior de su avión, había logrado sobrevivir a un encuentro con uno de los mejores pilotos de Argentina y regresar a la base. Su habilidad y determinación fueron celebradas, pero Calfukelen sabía que las probabilidades estaban en su contra. La batalla había expuesto las debilidades de la Fuerza Aérea chilena: el mal mantenimiento, la falta de repuestos y el equipo envejecido. También comprendió que su supervivencia se había debido tanto a la suerte como a la habilidad, y temía la idea de enfrentarse de nuevo a los Mirage en circunstancias similares.

El bombardeo de las instalaciones militares de Santiago había causado daños importantes. Los depósitos de combustible ardían y varios aviones habían quedado destruidos en tierra. Sin embargo, la ciudad no había sido devastada y las defensas chilenas habían logrado repeler lo peor del ataque.

A pesar del daño infligido por el ataque argentino, la infraestructura crítica de Santiago permaneció prácticamente intacta, gracias en parte a las respuestas apresuradas pero efectivas de las defensas terrestres chilenas y a los valientes esfuerzos de pilotos como Calfukelen. Sin embargo, el ataque aéreo había dejado en claro al gobierno chileno y a los líderes militares que sus capacidades de defensa aérea estaban gravemente comprometidas. El embargo de la administración Carter había pasado factura y la capacidad de la FACh para sostener operaciones aéreas prolongadas estaba en serias dudas.



Los pensamientos de Calfukelen en los días posteriores al combate aéreo eran una mezcla de orgullo y temor. Había sobrevivido a un encuentro con uno de los mejores pilotos de Argentina, pero sabía que el próximo enfrentamiento podría no terminar tan favorablemente. Las limitaciones del F-5E ahora eran dolorosamente obvias para todos en su escuadrón. Hubo conversaciones susurradas entre los pilotos sobre cómo podrían resistir si el conflicto se intensificaba aún más, pero la moral se mantuvo cautelosamente optimista. Los chilenos estaban luchando en su propio territorio, y eso les daba una ventaja psicológica que tendrían que aprovechar al máximo si querían sobrevivir.

La perspectiva de Joaquín Olazábal:

Para el teniente Joaquín Olazábal, el combate aéreo sobre Santiago fue una mezcla de frustración y satisfacción. Si bien había logrado proteger a los Skyhawks y garantizar que sus bombardeos fueran exitosos, el hecho de que Calfukelen hubiera logrado evadir la destrucción lo carcomía. Olazábal se enorgullecía de su precisión y habilidad, y dejar que un enemigo se escapara lo sentía como un fracaso personal.

Sin embargo, sus superiores vieron la misión como un éxito. Los objetivos principales se habían logrado: las defensas aéreas de Santiago se habían debilitado y se había enviado el mensaje de que Argentina estaba dispuesta y era capaz de atacar profundamente en territorio chileno. Olazábal recibió elogios por su desempeño, pero en privado, analizó cada aspecto del combate aéreo, decidido a mejorar sus tácticas para el próximo encuentro. Sabía que esto era sólo el comienzo de un conflicto potencialmente largo y agotador, y estaba ansioso por demostrar su valía en los cielos una vez más.



El ejército argentino, animado por el exitoso ataque, comenzó a planificar más operaciones aéreas. Reconocieron que las defensas aéreas chilenas eran vulnerables, pero también sabían que el elemento sorpresa no se lograría tan fácilmente en ataques posteriores. Los chilenos estarían más preparados y la Fuerza Aérea Argentina necesitaba adaptarse rápidamente para mantener su ventaja.

Implicaciones estratégicas

El ataque aéreo sobre Santiago tuvo implicaciones de largo alcance tanto para Chile como para Argentina. Para el gobierno chileno, fue una llamada de atención de que sus capacidades de defensa aérea necesitaban atención urgente. A pesar del embargo, se hicieron esfuerzos para buscar fuentes alternativas de repuestos y acelerar los esfuerzos de mantenimiento y producción nacionales. Los chilenos también comenzaron a repensar sus estrategias defensivas, poniendo mayor énfasis en los sistemas de defensa aérea descentralizados y móviles que podrían sobrevivir mejor a una campaña aérea argentina.

En Argentina, el exitoso ataque a Santiago envalentonó al liderazgo militar. Los argentinos creían que podían mantener la superioridad aérea, especialmente si lograban mantener a la fuerza aérea chilena a la defensiva. Sin embargo, también eran conscientes de que los chilenos se adaptarían y que la guerra podría convertirse en un asunto prolongado y costoso si no se manejaba con decisión. La estrategia argentina comenzó a centrarse en una serie de ataques rápidos y abrumadores diseñados para paralizar la infraestructura chilena y forzar una rápida conclusión del conflicto.


7. Conclusión

El combate aéreo sobre Santiago fue un microcosmos de la crisis más amplia del Beagle: un conflicto intenso y de alto riesgo en el que ambos bandos luchaban por el orgullo nacional, la integridad territorial y la supervivencia. Para los pilotos involucrados, fue una prueba de habilidad, coraje y resistencia, que se desarrolló en el implacable entorno del combate aéreo.

El capitán Benito Calfukelen y el teniente Joaquín Olazábal representaban lo mejor de sus respectivas fuerzas aéreas: experimentados, decididos y dispuestos a exigirse a sí mismos y a sus aviones hasta el límite. Sin embargo, su enfrentamiento también puso de relieve las disparidades entre las dos fuerzas: el Mirage III, moderno y bien mantenido, contrastaba marcadamente con el viejo y escaso apoyo del F-5E. La batalla no era sólo entre dos pilotos, sino entre dos naciones, cada una luchando con sus propias fortalezas y debilidades ante una guerra potencialmente devastadora.

A medida que se desarrollaba la crisis del Beagle, las lecciones del enfrentamiento de Santiago se hicieron evidentes. La importancia de un equipo bien mantenido, el valor de la ventaja de jugar en casa y el papel fundamental del entrenamiento y la adaptabilidad de los pilotos quedaron subrayados por este encuentro. Si bien el resultado inmediato no fue concluyente (ninguno de los pilotos fue derribado, ambas fuerzas quedaron ensangrentadas pero intactas), las implicaciones fueron profundas.

Para Chile, el enfrentamiento enfatizó la necesidad de reforzar las defensas aéreas y mejorar la capacidad de respuesta de los pilotos.en el enfrentamiento aéreo entre Calfukelen y Olazábal fue un gran logro para ambas naciones, ya que demostró que sus fuerzas estaban preparadas a pesar de las limitaciones internacionales. Para Argentina, esto reforzó la creencia de que podían aprovechar su tecnología y entrenamiento superiores para mantener la presión sobre las defensas chilenas. Sin embargo, ambas partes también reconocieron que la superioridad aérea por sí sola no decidiría el resultado del conflicto. Las operaciones terrestres, la logística y la diplomacia internacional desempeñarían papeles cruciales en los próximos días y semanas.

El combate aéreo entre Calfukelen y Olazábal sería recordado como uno de los momentos decisivos de la crisis del Beagle: un choque no solo de máquinas, sino de voluntades, en los cielos de Santiago. A medida que la crisis se prolongaba, el espectro del duelo de esa mañana se cernía sobre las mentes de ambas naciones, un recordatorio de la delgada línea entre la victoria y la derrota en el brutal escenario de la guerra aérea.

Finalmente, la crisis del Beagle se resolvió diplomáticamente, evitando una guerra a gran escala que habría traído una devastación incalculable a ambos países. Sin embargo, las experiencias de esa mañana de diciembre de 1978 dejaron una marca indeleble en quienes participaron. Para pilotos como Benito Calfukelen y Joaquín Olazábal, fue un momento de la verdad: un testimonio de su entrenamiento, su coraje y su compromiso duradero con sus naciones.



¿Cómo hubiese sido un combate aéreo entre un Mirage III y un F-5 II sobre Santiago?

En un escenario de historia alternativa en el que la crisis del Beagle de 1978 se hubiera convertido en un conflicto aéreo, un combate de corto alcance (combate aéreo) entre un Mirage III argentino y un F-5E chileno sobre el aeropuerto de Santiago sería un encuentro de alto riesgo con varios factores críticos a tener en cuenta.


Capacidades de la aeronave:

Mirage III:

  • Velocidad y maniobrabilidad: El Mirage III, diseñado para interceptar a gran velocidad y gran altitud, intentaría aprovechar su velocidad superior en este enfrentamiento. Sin embargo, su diseño de ala delta, si bien es beneficioso para la estabilidad y el rendimiento a alta velocidad, limita su capacidad de giro, especialmente a velocidades y altitudes más bajas donde podría tener lugar el combate.
  • Armamento: Armado con dos poderosos cañones DEFA de 30 mm y misiles como el como el Matra R530 o el R550 Magic de corto alcance, el Mirage III intentaría participar en el combate a una distancia ligeramente mayor o en un ataque cortante antes de ascender, utilizando su ventaja de velocidad.
  • Radar y aviónica: El radar Cyrano proporciona una detección adecuada de objetivos, pero podría tener dificultades en el desorden urbano de Santiago. El Mirage III tendría que depender de señales visuales y posiblemente del control terrestre para apuntar con eficacia en un entorno tan complejo.





F-5E Tiger II:

  • Velocidad y maniobrabilidad: El F-5E es muy maniobrable, con una relación empuje-peso que favorece los giros rápidos y la agilidad a baja altitud. Esto permitiría al piloto chileno superar potencialmente al Mirage III en un combate aéreo, particularmente en el espacio aéreo restringido sobre Santiago.
  • Armamento: Equipado con dos cañones de 20 mm y misiles AIM-9 Sidewinder, el F-5E es letal en combate cuerpo a cuerpo, especialmente si puede entrar en el círculo de giro del Mirage III.
  • Radar y aviónica: Si bien el radar AN/APQ-159 es menos potente que el Cyrano del Mirage, es suficiente para el entorno de corto alcance y alto riesgo sobre Santiago. Los sistemas del F-5E permiten tiempos de reacción rápidos, lo que podría ser crucial en un escenario de este tipo.


Consideraciones tácticas


Altitud y entorno urbano:

  • Restricciones urbanas: La lucha sobre Santiago limitaría severamente el uso de maniobras verticales de alta velocidad típicas de los enfrentamientos al aire libre. El paisaje urbano obligaría a ambas aeronaves a un plano de combate horizontal, donde la capacidad de giro y el manejo a baja velocidad se vuelven críticos.
  • Ventaja del F-5E: La agilidad superior a baja velocidad del F-5E sería particularmente ventajosa aquí. La capacidad de girar con precisión podría permitir al piloto del F-5E permanecer en la cola del Mirage III, lo que podría obligar al piloto argentino a adoptar una postura defensiva en la que la velocidad por sí sola podría no ser suficiente para escapar.
  • Tácticas del Mirage III: El piloto del Mirage III necesitaría explotar cualquier ventaja de altitud y posiblemente utilizar tácticas de golpe y fuga. Una maniobra de auge y zoom bien ejecutada podría permitir al Mirage atacar y luego retirarse, evitando un enfrentamiento prolongado en el que las capacidades de giro del F-5E dominarían.


Normas de combate y seguridad civil:

  • Preocupaciones por los daños colaterales: Ambos pilotos deberían ser muy conscientes de los riesgos para las zonas civiles. Esto podría limitar el uso de ciertas armas o maniobras que podrían provocar daños colaterales, lo que enfatiza la importancia de enfrentamientos precisos y controlados.
  • Implicaciones para la estrategia: El F-5E, al ser más adecuado para combates cuerpo a cuerpo, podría tener una ventaja en este aspecto, ya que sus armas son adecuadas para ataques de alta precisión y corto alcance. El Mirage III, aunque potente, podría ver sus puntos fuertes mitigados por la necesidad de evitar sobrevuelos arriesgados y a alta velocidad sobre zonas urbanas.


Consideraciones tácticas

  • Altitud y entorno: El combate sobre el aeropuerto de Santiago estaría limitado por el terreno urbano, lo que limitaría el uso de tácticas de alta velocidad y largo alcance. La mayor agilidad y maniobrabilidad del F-5E podría ser más ventajosa en este contexto, ya que le permitiría explotar su capacidad de girar rápidamente y mantenerse en la cola del Mirage III.
  • Reglas de enfrentamiento: dada la proximidad a Santiago, ambos pilotos tendrían que tener en cuenta la seguridad de los civiles, posiblemente evitando ciertas maniobras o sistemas de armas que podrían causar daños colaterales. Esto podría jugar a favor de las fortalezas del F-5E en el combate cuerpo a cuerpo, donde los cañones y los misiles de corto alcance son más efectivos.
  • Experiencia y doctrina del piloto: el resultado podría depender en gran medida de la experiencia de los pilotos y de sus doctrinas de entrenamiento. Si el piloto chileno está bien entrenado en explotar las capacidades de giro del F-5E, podría superar en maniobras al Mirage III. Por el contrario, el piloto del Mirage III podría confiar en tácticas de subida y picada, lanzándose sobre el F-5E desde arriba antes de ascender fuera de alcance, un método que podría ser más desafiante en un paisaje urbano.


Experiencia y entrenamiento del piloto:

  • Doctrina chilena: Si el piloto chileno es experto en explotar las capacidades de giro y baja velocidad del F-5E, podría obligar al Mirage III a participar en un combate con giros en el que el F-5E tenga la ventaja. 
  • Doctrina argentina: Por el contrario, el piloto del Mirage III podría centrarse en utilizar la velocidad a su favor, intentando atacar al límite del alcance de los misiles o utilizando tácticas de energía para mantenerse fuera del alcance de giro del F-5E. Sin embargo, ejecutar tales tácticas en el espacio aéreo restringido de Santiago sería un desafío.

Posibles resultados

  • Victoria del F-5E: En un combate aéreo prolongado y cerrado, la maniobrabilidad del F-5E podría permitirle obtener la ventaja, manteniéndose detrás del Mirage III y eventualmente preparando un tiro con sus cañones o Sidewinder.
  • Victoria del Mirage III: Si el piloto del Mirage III puede mantener la velocidad y evitar la tentación de participar en un combate en giro, podría ser capaz de ejecutar un ataque rápido con un misil o una ráfaga de cañón y luego ascender fuera del alcance, retirándose efectivamente antes de que el F-5E pueda contraatacar.


Conclusión final

El encuentro sobre el aeropuerto de Santiago sería un choque de doctrinas y capacidades de las aeronaves, donde la velocidad y potencia de fuego superiores del Mirage III se pondrían a prueba frente a la agilidad y la destreza a baja altitud del F-5E. El resultado probablemente dependería de la capacidad de los pilotos para adaptarse a las limitaciones únicas del entorno urbano, con el F-5E teniendo una ligera ventaja en el escenario de combate a corta distancia que sería claves.


Mirage vs Tiger





Operación Rosario: Obstáculos en la pista de Puerto Argentino

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Obstáculos británicos en la pista del aeropuerto.


viernes, 9 de agosto de 2024

Corbetas clase Visby: Fantasmas del Báltico

Corbeta clase Visby: barco fantasma de los países bálticos


foto de saab

La clase Visby es la tercera clase de corbeta de la Armada sueca, después de las clases de Göteburgh y Stockholm. El diseño del barco da prioridad a la baja visibilidad, una pequeña sección transversal de radar y una firma infrarroja. El primer barco de la clase se llama Visby, en honor a la capital de Gotland. La clase ha atraído una gran atención internacional debido a sus características sigilosas.

Historia

Los barcos fueron diseñados por la Administración Sueca de Material de Defensa (FMV) y construidos por Kockums AB. La construcción comenzó en 1996 en el astillero Kalrskrona de Kockums. El buque líder del Visby (K31) fue botado en junio de 2000 y entregado a la FMV en junio de 2002 para equiparlo con armas y sistemas de combate. El segundo, el HMS Helsingborg (K32), fue botado en junio de 2003 y entregado en abril de 2006. Finalmente, el Harnosand (K33) fue botado en diciembre de 2004. El HMS Visby y el Harnosand fueron entregados oficialmente a la FMV en junio de 2006. Los otros cascos son Nykoping (K34), botado en agosto de 2005 y entregado en septiembre de 2006, y Karlstad (K35), botado en agosto de 2006. Dos corbetas, HMS Helsingborg y Harnosand, fueron entregadas a la Armada sueca en diciembre de 2009. La Armada sueca canceló un opción en un sexto buque (Uddevalla K36).

Diseño

El Visby fue diseñado para disminuir firmas ópticas e infrarrojas, firmas acústicas e hidroacústicas sobre el agua, firmas magnéticas y de potencial eléctrico submarino, firmas de presión, secciones transversales de radar y señales generadas activamente.

El casco está intercalado entre un núcleo de PVC, fibra de carbono y un laminado de vinilo. El uso de materiales compuestos en cascos de barcos tiene muchas ventajas. La excelente conductividad y la planitud dan como resultado una señal de radar baja, mientras que un excelente aislamiento térmico reduce la firma infrarroja y promueve la supervivencia en caso de incendio. Además, el sándwich compuesto empleado no es magnético, lo que reduce la firma magnética. Los compuestos también son bastante rígidos en comparación con su peso, y menos peso equivale a una mayor velocidad máxima y una mejor maniobrabilidad. El material compuesto pesa aproximadamente un 50% menos que el acero de resistencia comparable.


HSwMS Karlstad disparando el arma principal

El diseño angular de la casa rodante de Visby minimiza su señal de radar. Uno de los inventores, Jan Nilsson, dijo a BBC News Online: “Podemos lograr una reducción del 99 por ciento en la sección transversal del radar. Por supuesto, esto no significa que sea completamente invisible, pero sí sugiere que hemos reducido su “distancia” de detectabilidad.

Características generales

La embarcación está equipada con una turbina combinada de diésel o gas (CODOG) para altas velocidades y dos motores diésel para bajas velocidades. Los motores están conectados a dos cajas de cambios que accionan dos propulsores de chorro de agua. El diésel sostiene el barco a 15 nudos, mientras que las turbinas se activan cuando tiene que funcionar a 35 nudos o más.

Especificaciones técnicas

Longitud total 72,7 metros
Eslora, máx. 10,4m
Calado a pleno desplazamiento 2,4m
Desplazamiento, totalmente equipado. 650 toneladas
Velocidad del desplazamiento total. 35+ nudos
Complementar 43 personas

Es un combatiente de superficie flexible, diseñado para una amplia gama de funciones, que incluyen, entre otras, guerra antisuperficie (ASUW), guerra antisubmarina (ASW), contramedidas de minas (MCM) y patrulla.


imagen de saab

Misil antibuque RBS 15 (guerra antisuperficie)

Ocho misiles antibuque Saab Bofors Dynamics RBS 15 Mk2 están montados en las corbetas Clase Visby. El RBS15 es un misil antibuque de largo alcance que roza el mar y tiene capacidad de disparar y olvidar. Tiene una trayectoria tácticamente flexible con numerosos puntos de referencia y elevaciones para ocultar el lugar de lanzamiento, lo que aumenta su supervivencia. El sistema de guía RBS15 se compone de un sistema de navegación GPS/INS, un altímetro de radar y un buscador de radar activo de fase terminal. Como resultado, los misiles RBS15 son inmunes a las contramedidas.

Además, varios de ellos pueden programarse para atacar el área objetivo simultáneamente desde múltiples direcciones, lo que les permite penetrar las defensas aéreas del barco de manera más efectiva. El RBS 15 Mk2 tiene un alcance de más de 200 kilómetros y emplea localización por radar activo en banda Ku. El misil viaja a una alta velocidad subsónica de Mach 0,9 y está armado con una ojiva de 200 kg.


Representación ASM RBS-15 (Saab)

Guerra antisubmarina

El Visby está equipado con un conjunto de lanzagranadas propulsados ​​por cohetes ASW de 127 mm, cargas de profundidad y torpedos. Además, hay tres tubos lanzatorpedos fijos de 400 mm para los torpedos autoguiados antisubmarinos Top 45 de Saab Underwater Systems.

Contramedidas contra minas (MCM)

El Visby transporta OCS del sistema submarino Saab Bofors (vehículos operados a distancia) para la búsqueda de minas y el OCS Atlas Elektronik Seafox para la eliminación de minas.

Sistema de señuelo Multi-Ammunition Softkill (MASS)

MASS ha sido diseñado para proporcionar protección multiespectral contra misiles guiados en todas las longitudes de onda relevantes del espectro electromagnético (incluidos radar, infrarrojos y electroópticos).

Conclusión

Las ventajas de combate de la corbeta clase Visby son una mayor velocidad con la misma potencia que el barco metálico convencional de las mismas dimensiones y una maniobrabilidad más excelente y un calado menor, ambas consideraciones tácticas importantes en aguas litorales. Además, Visby Class Corvette es un buque de guerra costero ideal con sus características sigilosas y capacidades ASUW, ASW, MCM y EW. Sin embargo, las limitadas capacidades AAW de estos barcos los hacen vulnerables a las amenazas aéreas. Por lo tanto, dentro del alcance de las “Mejoras de mediana edad”, se agregará un sistema de misiles de defensa aérea como nueva capacidad. Además, el sistema de misiles antibuque RBS15 se actualizará a la última versión y el sistema de torpedos con el nuevo Saab Lightweight Torpedo.







VI Brigada Aérea: Arranca la ampliación de las instalaciones esperando a los F-16s

La VI Brigada Aérea de Tandil comenzó a ponerse a punto para recibir a los F-16 que compraron a Dinamarca

El Eco



VI Brigada Aérea PH: Archivo


Oficialmente la primera de las intervenciones empezó a realizarse en la unidad con asiento en Tandil. A finales de la semana próxima, en tanto, se conocerán los oferentes para el Centro de Instrucciones.


Oficialmente la VI Brigada Aérea comenzó su proceso de transformación para lo que será la recepción de los caza F-16 que el gobierno nacional compró a Dinamarca en marzo pasado. La semana pasada comenzó la primera de las obras que se harán en el lugar y que, en su totalidad, según explicó el brigadier general Xavier Julián Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, demandarán una inversión cercana a los 15 millones de dólares.

En concreto, fue el punto de partido para la “Readecuación ala suereste grupo aérea IV -VI Brigada Aérea Tandil”. Durante la presente intervención se "realizarán los trabajos necesarios para dejar en condiciones de uso los locales existentes en el Ala Sureste del Edificio, realizando demoliciones menores, cierre de vanos de mampostería, completamiento y reparación de piso técnico, retiro y provisión de nuevo cielorraso, divisorios interiores de placas de yeso, cambio de carpintería, pintura, readecuación de sanitarios, instalación eléctrica, comunicaciones aire acondicionado y detección de incendio".

Además, "los trabajos incluirán todas las tareas necesarias para la concreción de la totalidad de los trabajos de acuerdo al Objeto de la Obra. Por lo que no se aceptaran imprevisiones ni mayores gastos asociados a la misma".

El plazo de la obra es de 90 días corridos, "dentro de este plazo se incluye además de la ejecución de la obra en sí, el tiempo que demande el montaje y desmontaje del obrador, la presentación y aprobación de ensayos, estudios, cálculos, planos, así como también los cómputos correspondientes".

Presupuesto

En el detalle, fueron siete las empresas que se presentaron a la licitación que tenía un presupuesto asignado de 322 millones de pesos. Ninguna pudo alcanzar el monto previsto por las autoridades nacionales, incluso una de ellas, casi que duplicó ese monto.

El pasado 5 de julio, el portal COMPR.AR , publicó el dictamen de evaluación de oferta , recomendando la oferta de la empresa local, Tregar Ingeniería SRL, por un total de 386.951.699,04, una propuesta que superó en 64 millones el presupuesto oficial asignado. En la evaluación, se detalló que la recomendación es “por resultar administrativamente, económicamente y técnicamente conveniente a los intereses del Estado Nacional”.

Finalmente, Tregar Ingenieria SRL, resultó adjudicada y desde el 29 de julio y hasta el 27 de octubre, según se detalló en el resumen de la Orden de Compra, se realizan las modificaciones pertinentes.

Centro de Instrucción

A finales de junio, se publicó en el Boletín Oficial la licitación pública para la construcción de un nuevo Centro de Instrucción que será fundamental para la recepción de los F-16.

Bajo el expediente número 50635353, se habilitó la compra del pliego en la plataforma Contratar. El próximo 16 de agosto se conocerán las ofertas. El presupuesto oficial de la obra es de 3.365.045.945 pesos, más de 3.000.000 millones de dólares a valor oficial hoy.

En concreto, el nombre del proceso de contratación es "Construcción Centro de Instrucción - VI Brigada Aérea". En el detalle del pliego, la obra “se compone de un Espacio Central para Instrucción en las Aeronaves, 2 Aulas de Instrucción teórica, 2 Aulas para Instrucción de idiomas, Biblioteca, Oficinas, Sanitarios y Pañol”.

“El edificio posee una Superficie Total de 2070 m2 desarrollados de la siguiente manera: Espacio Central para la Instrucción Practica y de servicios en una sola planta y Espacio para Instrucción Teórica y de Idioma con locales complementarios en dos plantas”, se destacó en el pliego.

También se subrayó que "la superficie en Planta Baja es de 1740 m2 y en Planta Alta 330 m2. La construcción constará de tres sectores diferenciados tanto por sus usos como por sus características arquitectónicas: Sector A: Sector de Instrucción Teórico. Desarrollado en dos Plantas, posee 4 aulas, biblioteca y oficinas, bar/office, sanitarios masculinos y femenino, hall de acceso y escalera. Comprende un sector de acceso, enfatizado a través de un pórtico metálico, con un Hall de acceso en doble altura, escalera metálica, cerramiento con vidrio laminado y cenefa de Alucobond. La estructura se proyectó de hormigón armado de dos niveles de 8,43 metros de anchos por 36,85 metros de largo con fundación de zapatas. Los tabiques exteriores serán de ladrillos retak y revestimiento exterior texturado tipo Revear. La cubierta será plana con carga perimetral, con cielorraso a +2.80 m, respecto al nivel de piso terminado. Sector B: Sector de Instrucción Práctico. Desarrollado en una sola Planta con altura libre de 7,8m. Se construirá en estructura metálica de acero con una cubierta tipo “diente de sierra” en el sector “B”, en planta de 41.12 metros de frente, por 33.62 metros de fondo. El frente tiene un portón metálico de acceso compuesto por ochos hojas. Dichas hojas son de 3.58 metros de ancho por 6.45 metros de altura, que se soportan mediante guías inferiores/superiores. El cerramiento será de panelearía tipo PIR y paneles traslucidos de policarbonato en algunos sectores de la cubierta. El piso será de pavimento de Hormigón con terminación a la llana y pintura epoxi especificada. El sector contempla: Calefacción por aire, tomas trifásicas y monofásicas. Este espacio tendrá un pavimento de Hormigón de 0,20 m de espesor apoyado en una base de suelo seleccionado con cemento de 0,20m de espesor, cuyo contenido es del 8 % de cemento de peso".

En tanto, en el "Sector C: Sector de servicios para la Instrucción Práctica, se encuentra dentro del Sector B. Este Espacio es el destinado a los servicios anexos de la nave central como: sanitarios, vestuario, pañol y sala de máquinas Será ejecutado en construcción en seco sobre el pavimento. La cubierta y el lateral que da hacia el Hangar será revestido en chapa. Se completa además un área de acceso exterior con veredas perimetrales, canteros y pavimentos de aproximadamente 540 m2, posee además una alcantarilla de desagüe y una plataforma lateral de estacionamiento vehicular de 635 m2. La totalidad de la Obra comprende trabajos de movimiento de suelo, alcantarillas y perfilado de terreno, Instalación eléctrica completa, incluso conexión desde una Subestación Transformadora ubicada a 200 m, instalación sanitaria, gas, calefacción central en espacio Aire Acondicionado en espacio A, instalaciones de detección y extinción de incendios, sistema de descarga atmosférica y servicio de comunicaciones y datos".

El plazo de la obra está estipulado en 420 días corridos. Es decir, que con fechas de apertura de sobres de licitación y de adjudicación de la misma, la obra recién estaría finalizada en septiembre-octubre del 2025. “Se deberán programar los trabajos de manera que en los primeros 210 días de obra, se encuentre finalizado el Sector B (Sector de instrucción práctico) en cuanto a estructura, cerramiento, cubierta y pavimento, pintura y toda otra tarea que posibilite la habilitación parcial del sector”, se remarcó en el pliego.

Compra

La compra de los aviones significa una inversión de más de 300 millones de dólares, que se pagarán en cinco cuotas anuales.

La compra realizada al Ministerio de Defensa de Dinamarca incluye 16 aviones monoplazas y ocho aeronaves biplazas. Así quedó determinado en la decisión administrativa N.º 252/2024 firmada por el titular de la cartera de defensa nacional, Luis Petri, y el entonces jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Nicolás Posse.

El titular del Ministerio de Defensa, Luis Petri, afirmó que todo el espacio aéreo nacional era “un colador” y destacó que los 24 aviones de guerra F-16 que el Gobierno le compró a Dinamarca y llegarán a Tandil, "van a garantizar la soberanía".

"Desde hace 10 años se desprogramaron los aviones Mirage y la Argentina había perdido capacidad de defensa de su espacio aéreo. En un mundo que está en guerra, nosotros estábamos absolutamente indefensos. No sólo nuestra frontera norte era un colador, sino que todo nuestro espacio aéreo era un colador", aseguró Petri.

El funcionario reiteró además que en el pasado se realizaron "promesas de equipamiento y se firmaron cartas de intención, pero los fondos se desviaban y nunca llegaban a la compra de ese equipamiento, sino que caían en saco roto”.

"La compra de los F-16 es la más importante desde la vuelta de la democracia en equipamiento militar" dijo Petri y consideró que “van a garantizar la soberanía".

"Hemos dado todas las precisiones de la compra. Son 24 aviones, un avión escuela, 8 motores, 5 simuladores, 5 años de repuestos para las aeronaves", precisó el ministro.

jueves, 8 de agosto de 2024

EA: Opciones de fusiles AR15 para su reequipamiento

Opciones de reemplazo de fusiles de asalto FN FAL en el Ejército Argentino con variantes de AR15





El FN FAL, utilizado ampliamente por el Ejército Argentino, ha demostrado ser un fusil robusto y confiable durante décadas. Sin embargo, las necesidades modernas de combate y entrenamiento sugieren la evaluación de opciones más ligeras y modulares. Este informe se centra en las variantes de AR15 como posibles reemplazos, evaluando aspectos técnicos, económicos y operativos, incluyendo el Bersa AR15, un producto con raíces argentinas ahora fabricado en Colorado, USA.

1. Lista de las 11 Mejores Opciones de Fusiles de Asalto/Carabinas

  1. Colt M4A1
  2. Daniel Defense DDM4 V7
  3. Smith & Wesson M&P15
  4. SIG Sauer M400
  5. Aero Precision AC-15
  6. Bushmaster XM-15
  7. FN Herstal FN15
  8. Rock River Arms LAR-15
  9. Bravo Company Manufacturing (BCM) Recce-16
  10. Ruger AR-556
  11. Bersa AR15

2. Considerando incluso armas usadas en buen estado ¿Cuál es más barata?

El Smith & Wesson M&P15 es generalmente la opción más económica, tanto en el mercado de armas nuevas como usadas. Su popularidad en el mercado civil y su fabricación en grandes volúmenes contribuyen a su bajo costo.


3. ¿Cuál sería el más adecuado para el uso de un infante en adiestramiento inicial?

Para el adiestramiento inicial de un infante, el Ruger AR-556 es una opción destacada. Es conocido por su facilidad de uso, mantenimiento sencillo y precio accesible. Su diseño ergonómico y la disponibilidad de piezas de repuesto también lo convierten en una elección práctica.


4. Comentario sobre el calibre 5.56mm y su uso por parte de tropas femeninas

El calibre 5.56mm ofrece varias ventajas significativas, especialmente para tropas femeninas. Su menor peso y menor retroceso comparado con calibres mayores como el 7.62mm lo hacen más manejable, reduciendo la fatiga y mejorando la precisión en fuego sostenido. Estos factores facilitan un entrenamiento más efectivo y una operación más cómoda para soldados de cualquier género.


5. ¿Cuál ofrece posibilidad de producción bajo licencia?

El Colt M4A1 es conocido por su amplia adopción y producción bajo licencia en varios países. Colt ha firmado acuerdos de licencia con diferentes naciones, lo que facilita la transferencia de tecnología y la producción local, una ventaja significativa para el Ejército Argentino en términos de logística y soberanía industrial. Además, el Bersa AR15 también podría ser considerado para la producción bajo licencia dado su origen argentino y su actual fabricación en Estados Unidos, lo que facilita la transferencia de tecnología y conocimiento.





6. Lista de Proveedores Americanos para Accesorios

Para mejorar el desempeño de las variantes de AR15, se debe considerar la siguiente lista de proveedores americanos de accesorios. Las opciones que se ofrecen son miras, culatas, cargadores, linternas, guardamanos, etc:

  1. Magpul Industries: Conocido por sus accesorios de alta calidad, incluyendo empuñaduras, culatas y cargadores.
  2. Troy Industries: Ofrece sistemas de rieles, miras y otros accesorios tácticos.
  3. Geissele Automatics: Famoso por sus disparadores de alta precisión y otros componentes internos.
  4. BCM (Bravo Company Manufacturing): Proporciona una amplia gama de componentes y accesorios, desde empuñaduras hasta guardamanos.
  5. Daniel Defense: Sus sistemas de rieles y culatas son reconocidos por su durabilidad y diseño innovador.
  6. SureFire: Principalmente conocido por sus sistemas de iluminación y compensadores.
  7. Aimpoint: Fabricante líder de miras réflex de punto rojo.
  8. Trijicon: Ofrece miras de combate avanzadas, incluyendo la ACOG y MRO.
  9. Vortex Optics: Proporciona una amplia gama de ópticas, desde miras de punto rojo hasta visores telescópicos.
  10. Streamlight: Conocido por sus sistemas de iluminación táctica para armas de fuego.

 

Informe de costos para la adquisición de 10,000 fusiles de asalto/carabinas AR15

Este informe presenta una estimación de costos para la adquisición de 10,000 fusiles de asalto/carabinas AR15, incluyendo tanto el precio unitario aproximado de cada modelo como el costo total para una partida de 10,000 unidades. Los precios están basados en datos de mercado recientes y pueden variar dependiendo de las condiciones específicas de compra y acuerdos comerciales.

1. Colt M4A1

  • Precio Unitario: $1,000
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $10,000,000

2. Daniel Defense DDM4 V7

  • Precio Unitario: $1,800
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $18,000,000

3. Smith & Wesson M&P15

  • Precio Unitario: $700
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $7,000,000

4. SIG Sauer M400

  • Precio Unitario: $1,100
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $11,000,000

5. Aero Precision AC-15

  • Precio Unitario: $800
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $8,000,000

6. Bushmaster XM-15

  • Precio Unitario: $900
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $9,000,000

7. FN Herstal FN15

  • Precio Unitario: $1,300
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $13,000,000

8. Rock River Arms LAR-15

  • Precio Unitario: $1,200
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $12,000,000

9. Bravo Company Manufacturing (BCM) Recce-16

  • Precio Unitario: $1,500
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $15,000,000

10. Ruger AR-556

  • Precio Unitario: $750
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $7,500,000

11. Bersa AR15

  • Precio Unitario: $900
  • Costo Total para 10,000 Unidades: $9,000,000

 Resumen




Conclusión

La transición del FN FAL a variantes de AR15 puede ofrecer al Ejército Argentino numerosas ventajas, desde la facilidad de manejo y mantenimiento hasta la modernización en términos de modularidad y precisión. La adopción del calibre 5.56mm también se alinea bien con las tendencias actuales y las necesidades operativas de las tropas, incluyendo la integración de soldados femeninos en roles de combate. La producción bajo licencia y el acceso a una amplia gama de accesorios tácticos de alta calidad complementan aún más la viabilidad de esta transición. La inclusión del Bersa AR15 destaca una opción con conexiones nacionales, ofreciendo una oportunidad única para fortalecer la industria local y asegurar la autosuficiencia en la producción de armamento.

El Smith & Wesson M&P15 y el Ruger AR-556 son las opciones más económicas en términos de costo unitario y total para una partida de 10,000 fusiles. El Bersa AR15, con un costo unitario de $900, también es una opción competitiva y tiene la ventaja adicional de sus raíces argentinas y la posibilidad de producción bajo licencia, lo que puede ofrecer beneficios económicos y estratégicos adicionales para el Ejército Argentino.

CITEDEF: VANT PIPE, vergonzoso prototipo de UAV desarmado

Luego de 2 años de inversión, la gente lombrosionamente kirchnerista de CITEDEF muestra que invirtió tiempo y dinero del público para realizar un avioncito que vuela, registra y filma, algo que por 40 dólares se puede comprar en China. Es hora de los despidos masivos en CITEDEF.