martes, 12 de junio de 2012

Ejércitos: Rusia reconfigura sus fuerzas especiales

Rusia reconstruye su fuerza de comandos 

Rusia está tratando de reconstruir sus fuerzas de operaciones especiales después de la disolución de tres de las doce brigadas de Spetsnaz (el 67 en Berdsk, 12 en Asbest, y la 3ra en Samara) hace tres años. Los recortes de hace tres años eran parte de una reorganización de un amplio ejército y la reducción de la dotación de personal. También hubo problemas de reclutamiento, en especial la incapacidad para reclutar y retener suficientes tropas de carrera Spetsnaz. Pero ahora una de las brigadas disueltas (la 67) está siendo reconstruidas en Siberia. El gobierno está preocupado por creciente radicalismo islámico en el centro de Rusia, y las cinco naciones de Asia Central que formaban parte de la Unión Soviética, pero que se independizaron en 1991. Rusia tiene acuerdos militares y de seguridad con estas cinco naciones musulmanas, y quiere que otra brigada Spetsnaz disponible en caso de que haya un aumento en el terrorismo islámico. Los generales rusos han llegado a aprender que cuando se necesita que se haga algo, nada funciona mejor que una brigada de comandos de operaciones especiales. 

A pesar de los recortes de 2009, las fuerzas terrestres de Rusia, especialmente numerosas unidades de operaciones especiales en el país, aparentemente, han beneficiado enormemente de las principales reformas que se instituyera en las fuerzas armadas en los últimos ocho años. Las fuerzas aerotransportadas (paracaidistas) y las fuerzas de operaciones especiales (Spetsnaz) históricamente han sido una importante fuente de orgullo para los rusos que se remonta a los años 70 y 80, cuando 30.000 Spetsnaz y tropas aerotransportadas constituyeron las tropas más eficaces disponibles en la guerra de Afganistán (1979 - 1989). Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, las operaciones especiales de Rusia sufrieron los mismos problemas que el resto de la Rusia, la corrupción es decir, la baja moral, la escasa financiación, y una disminución importante en la calidad de la formación. Los soldados de operaciones especiales fueron a menudo acusados ​​de hacer asesinatos por encargo y otras "tareas especiales" de la mafia rusa en los caóticos años 90. Sólo unos 12.000 de estos soldados de élite permanecieron. 

El punto más bajo para el estado de las fuerzas rusas de operaciones especiales fue el período 1999-2004, durante el apogeo de la Segunda Guerra Chechena. Spetsnaz y tropas aerotransportadas sufrieron importantes retrocesos y derrotas a manos de los rebeldes chechenos, con una compañía entera, supuestamente de elite, de paracaidistas en vías de desaparición durante una batalla. El momento más embarazoso para la élite de Rusia fue el asedio del el teatro de Moscú de 2002 y el asedio de 2004 a la escuela de Beslan. Durante las tropas anteriores, los Spetsnaz, en lugar de ejecutar un ataque bien planeado contra los secuestradores, fallaron en el rescate, lo que resultó en la muerte de cientos de rehenes, junto con todos los secuestradores. Durante el incidente de Beslan, las fuerzas de operaciones especiales de Rusia realizaron un asalto de estilo convencional en el edificio, en algunos casos temerarios usando lanzadores de cohetes con ojivas incendiarias RPO-A, tanques y lanzagranadas RPG-7V1s para arruinar su camino hacia la escuela. Ambos incidentes no sólo dañaron la reputación de Rusia en el extranjero, ya que fueron vistos como cruelmente sin tener en cuenta las vidas de sus propios ciudadanos, sino también la reputación de los mejores soldados del país. 

Después del incidente de Beslan, los Spetsnaz aparentemente decidieron poner orden, y lo demostraron en los últimos años. Sin embargo, para el año 2009, las fuerzas rusas de operaciones especiales se habían ampliado a un tamaño que no podía sostener sino disminuir la calidad. Las reformas militares rusas dieron lugar a importantes mejoras en el equipamiento y entrenamiento de las fuerzas de elite rusas, principalmente paracaidistas y fuerzas de operaciones especiales. Pero no había dinero suficiente para pagar lo que se necesitaba para mantener muchas tropas de élite. Eso está cambiando ahora. 
En el futuro previsible, los rusos saben que sus tropas de élites son las más eficaces, las más confiables que tienen y no pueden permitirse el lujo de diluirlas en diferentes formaciones militares. En cambio, los rusos parecen estar concentrando sus fuerzas más eficaces en unidades específicas con el fin de tener un montón de ellos listos para salir y ya integrado cuando entran en acción. Lo mismo ocurre con el ejército regular, ya que poco a poco mejora en la calidad. 

Las brigadas de Spetsnaz contienen alrededor de 1.600 soldados, con toda su fuerza, y la brigada 67ma sólo tenía alrededor de un millar de soldados cuando fue disuelta en 2009. Ahora está siendo revivida con 400 efectivos transferidos de otra brigada Spetsnaz. Tomará varios años, tal vez hasta cinco años, para llegar a que la brigada 67ma reviva con la dotación completa. 

Strategy Page

Soldados del futuro: Evolución del mercado

Reducción de tropas, las medidas de austeridad retrasan los esfuerzos de modernización de soldados 

 
Los soldados franceses entrenan con su nuevo equipo de soldados FELIN. 

Frost & Sullivan ve creciente preferencia por los modelos incrementales, Adquisición de híbridos 

LONDRES | Muchos programas de modernización de soldados se han retrasado o reducido en su alcance debido a las presiones presupuestarias y a aspectos tecnológicos. A pesar de estos obstáculos, sigue existiendo importantes oportunidades de crecimiento, especialmente en muchos programas sin explotar de Europa y Asia. 

La génesis de los programas de modernización de soldados se inició en la década de 1990 cuando las fuerzas militares sintieron la necesidad de cambiar la posición de su capacidad para contrarrestar las amenazas de hoy en día. La guerra asimétrica y urbana fueron identificados como amenazas futuras y de los países comenzaron a conceptualizar el soldado del futuro, de acuerdo con estas tendencias. Sin embargo, la mayoría de los países consideraron que estos programas previstos eran demasiado ambiciosos y difíciles de manejar. 

Un nuevo análisis de Frost & Sullivan, "Modernización Global del Soldado: Evaluación del mercado", considera que los ingresos total del mercado es probable que sean del orden de los $ 12,73 mil millones en todo el periodo previsto de 2011-2020. Se estima que el mercado de la modernización militar crecerá de $ 420.2 millones en 2011 a $ 1.54 mil millones en 2020. 

"Los países están apuntando a fuerzas armadas ultra-profesionales y, en consecuencia, los efectivos se han reducido en la mayoría de los países", señala el analista senior de investigación Mahendran Arjunraja de la consultora Frost & Sullivan. "Reducir el número de tropas tendrá un impacto en los volúmenes de contratación, lo que limita la posibilidad del volumen de negocio." 

Disminuir el tamaño de la tropa está preparada para limitar el potencial de las economías de escala. Sin embargo, sería abrir oportunidades para soluciones de alta calidad. 

Las recientes operaciones en Afganistán e Irak han influido en los planes de modernización de los soldados. Con el retiro de funcionamiento, la mayoría de los países se espera que se centran en los programas de compras planificadas. 

Los ingresos del mercado se establecen en su punto máximo en 2015, cuando el mercado crece a un valor de $ 1830,5 millones y las tendencias de este tipo se prevé mantener hasta 2017. Esto es en gran parte resultado de los programas principales que entran en la fase de producción. 

"Los próximos programas de modernización de soldado en la India, Corea del Sur y Brasil están en sus etapas iniciales", comenta Arjunraja. El gasto significativo se espera que sólo en la segunda mitad del período del pronóstico. 

"Frost & Sullivan ha identificado tres enfoques diferentes: la modernización total del sistema (un programa definido en el que se adquirió un moderno equipo como un equipo individual), incremental (la modernización militar se lleva a cabo en varias fases), y la híbrida (una combinación de enfoques, tanto totales como incrementales). El enfoque total del sistema está siendo adoptado por algunos países europeos como Francia, Alemania, España e Italia, mientras que otros han mostrado una preferencia por el enfoque incremental o híbrido. 

"Cuestiones sobre la tecnología como la energía y el peso siguen siendo los principales desafíos técnicos y son la prolongación de los programas de modernización", concluye Arjunraja. "Los enfoques de adquisición incrementales e híbridos son los modelos más preferidas y un impacto directo en la cadena de valor de los programas. 

Defpro

Teoría: Sobre la factibilidad de la sorpresa estratégica

¿Puede existir una sorpresa estratégica? 
Por el Teniente Coronel Guillermo Horacio Eduardo Lafferriere 





Hace muchos años -¡cada vez más lejos para mi gusto!- mientras me desempeñaba como oficial instructor de cadetes en el Colegio Militar de la Nación, en ocasión de asistir a una instrucción ofrecida por cadetes antiguos a los recientemente incorporados al I curso, escuché la ponencia de uno de aquellos que tenía por misión enseñar la forma correcta de adoptar la posición cuerpo a tierra, con el fusil. El mencionado cadete, a cargo de la instrucción, había preparado la misma de manera excelente. Sin embargo, algo me llamó la atención: y es que para reafirmar en sus hombres la necesidad de mantener pegados los tacos al piso, hacía referencia a que, el concepto, palabras más o menos, era el siguiente: “...durante la guerra de Corea las tropas norteamericanas habían sufrido una gran cantidad de bajas por causa de heridas en los talones, debido a la tendencia de las mismas a no mantenerlos pegados al piso...”. Cuando le pregunté al cadete en cuestión, acerca de la fuente a la que había recurrido para realizar una afirmación tan categórica, me respondió que la desconocía, pero como siempre la había escuchado la consideró como cierta, y por tal motivo la empleaba en su instrucción. 


Esta anécdota tan simple, viene a cuento para el desarrollo de este trabajo, en la medida que explica cómo a todo nivel, ciertas afirmaciones son tomadas en el Ejército como válidas, sin que anteriormente se haya efectuado un análisis previo de su contenido conceptual. A este tipo de conocimiento, que se transmite de manera oral, casi como un rumor, lo denomino mito o leyenda. Y creo que, a su vez, se puede aplicar a la idea muy difundida entre los oficiales, según la cual no será posible que se produzca una sorpresa estratégica militar. Ciertamente, si se siguiese al pie de la letra lo asegurado por esta corriente de pensamiento y su forma tan anodina de divulgación, no sería posible pensar que una crisis puede derivar en el empleo sorpresivo del recurso militar, por parte de alguno de los actores. Así, de acuerdo con este criterio, las fuerzas militares dispondrían siempre de un preaviso que les permitiría, al menos, no ser sorprendidas por la acción que desarrolla su contraparte. 
Consecuentemente, es propósito de este artículo demostrar que tal aseveración no se ajusta a la realidad, para lo cual recurriremos al auxilio de algunos ejemplos de la historia militar para ayudar a fundamentar nuestra posición, y finalmente, efectuar algunas consideraciones acerca del tema. 

El día que el mundo contuvo su aliento 

El 22 de junio de 1941, en horas de la madrugada, Alemania y otros países satélites iniciaron la invasión a la entonces Unión Soviética, para lo cual emplearon cerca de 4.000.000 de hombres agrupados en 180 divisiones, 3.350 tanques, 7.200 cañones y el apoyo de 2.000 aviones (1). Por supuesto, resultaba imposible que toda esa inmensa fuerza militar no fuese detectada por la inteligencia soviética. En efecto, desde diferentes fuentes, se puso en conocimiento al gobierno acerca de la amenaza que sobre él se cernía desde Occidente (2). Sin embargo Stalin, hasta último momento, se negaría a todas las evidencias más que claras sobre la intención nazi para su país, impidiendo así todo tipo de preparación defensiva eficiente capaz de ser concretada por sus fuerzas armadas. Todo esto tenía, asimismo, un agravante, el cual hace aún más difícil comprender la actitud del líder soviético. En efecto, Adolfo Hitler, de manera más que temprana -casi quince años antes de la invasión-, escribió en Mein Kampf su visión de la expansión de Alemania hacia el Este, con la finalidad de ganar espacio, a costa de Rusia, en el mencionado lugar, a punto tal, que Hitler llegaba a mencionar la disolución total de ese estado (3). ¿Por qué Stalin se negó entonces a tomar recaudos ante una amenaza que en su época era evidente para muchos? No es propósito de este artículo dar una respuesta al tema -que de por sí es compleja- pero deberíamos recordar que los lazos que unían a estos países se remontaban bastante más atrás en el tiempo, hasta llegar al pacto de no agresión de 1939 firmado entre Alemania y la Unión Soviética, hecho que posibilitó el posterior reparto de Polonia, luego de su aniquilamiento militar en ese mismo año. Se comprobaba, pues, que al menos en la teoría, había delimitado con cierta precisión sus respectivas áreas de influencia en el mundo. En verdad, durante el período de entreguerras, fuerzas militares germanas emplearon campos de instrucción soviéticos para el entrenamiento de la incipiente Wehrmacht (4), sin olvidar que fue el propio gobierno alemán el que posibilitó el arribo de Lenin a Rusia, para facilitar la revolución en ese país (5). Probablemente, la suma de estos factores y otros que podrían responder a consideraciones psicológicas profundas propias del entonces dictador soviético, fueron las causas de la falta de preaviso de las tropas de la URSS para hacer frente al inminente ataque alemán. 



Para nuestro trabajo, el ejemplo citado resulta de sumo interés, ya que presenta una particularidad, consistente en que las máximas autoridades del país citado estaban alertadas acerca de la inminencia de una agresión externa, y como lo expresáramos anteriormente, por diferentes circunstancias, no hicieron nada relevante para preparar su instrumento militar en favor de la lucha que se avecinaba. Se da, pues, en este caso, la circunstancia de contar con la información necesaria, pero sin el correlato de un uso eficiente de la misma, lo que en la práctica equivalió a que el poder militar no tuviese el tiempo necesario para prepararse para la guerra, con la desastrosa consecuencia que puso al borde de la derrota a la mencionada Unión Soviética. 

La guerra que casi pierde Israel 

Cuando el 6 de octubre de 1973, las fuerzas egipcias efectuaron el franqueo del Canal de Suez, en una operación militar llevada a cabo de manera excelente, los israelíes sufrieron una verdadera sorpresa estratégica, dado que no contaron con el preaviso necesario, que permitiera a sus fuerzas militares movilizarse y adoptar las previsiones oportunas para hacer frente a una eventualidad como la que iban a sufrir. Es importante, en este caso, recordar que la guerra a la que se vio sometido el Estado de Israel era una en dos frentes, donde de manera relativamente coordinada, fuerzas egipcias y sirias atacaron casi simultáneamente: los primeros, en la península del Sinaí, y los segundos, en las alturas del Golán. Se considera de importancia destacar que a diferencia del ejemplo citado en el punto anterior, el gobierno de Israel no tenía ni había recibido información alguna que lo indujera a alertar a las fuerzas de defensa, para hacer frente a la inminente amenaza (6). Como prueba de lo expresado, puede citarse el hecho relativo a que las fuerzas apostadas en los sectores que iban a ser atacados eran, en su mayoría, reservistas, dado que las fuerzas del ejército permanente que guardaban esos lugares, se encontraban en uso de licencia por la fiesta religiosa del Yom Kippur. 

Resulta interesante analizar el caso que nos ocupa, teniendo en cuenta que los espacios donde los bandos en conflicto debían operar, eran relativamente pequeños comparados con la magnitud del terreno donde se concentraban los alemanes, previo a su ataque a la Unión Soviética, hecho que, indudablemente, favorecía el trabajo de inteligencia. De la misma manera, no debería olvidarse que Israel contaba, en ese momento, con la colaboración de los EE.UU., por lo que puede suponerse que no carecería de acceso a inteligencia altamente restringida, relativa a la situación en Oriente Medio. De este modo, las FF.AA. israelíes se vieron en la necesidad de enfrentar una guerra en dos frentes, contra enemigos que habían aprendido mucho de sus antiguos errores. Y solamente pudieron obtener el triunfo, gracias a su maestría en el empleo de la maniobra por líneas interiores, sumado a ello, el liderazgo de sus jefes militares, la ayuda material de los EE.UU., y la debilidad de las coordinaciones de detalle que los mandos árabes evidenciaron. 

Nuestra propia sorpresa estratégica 

En la madrugada del 2 de abril de 1982, fuerzas anfibias argentinas recuperaron, en una operación brillantemente ejecutada, el archipiélago de las Islas Malvinas, en una acción militar de muy difícil concreción, ya que se les había impuesto a las tropas, no causar bajas entre los circunstanciales enemigos. La operación en sí misma sólo era conocida por un reducido número de oficiales de las FF.AA., quienes, en un secreto celosamente guardado (7), llevaron adelante el proceso de planeamiento que posibilitó la ejecución de esta operación militar conjunta. 
Y el secreto de estos preparativos fue tal, que el resto de las FF.AA. desconocía la operación a desarrollar. Tampoco se recibieron órdenes en concreto relativas a la preparación destinada a efectuar operaciones militares de ningún tipo, fuera de las que indicaban las hipótesis de conflicto vigentes en la época. Como todos sabemos, sólo pocos días después de la operación de desembarco, grandes contingentes de las FF.AA. recibieron inminentes órdenes dirigidas a intervenir en la defensa del archipiélago recuperado, por lo que muchos de esos elementos debieron desarrollar operaciones militares de alta intensidad contra la segunda potencia militar de Occidente –la cual recibió un amplio apoyo de sus aliados de la OTAN (8)-, sin ningún tipo de preaviso. Resulta interesante señalar este caso particular, ya que la sorpresa del instrumento militar se produjo, como en el caso soviético de 1941, por la decisión del propio gobierno que controlaba a las FF.AA., cuyos integrantes negaron con su accionar, aun la mínima oportunidad de que las tropas alistasen sus medios para enfrentar una guerra inminente. 
En el caso argentino, la falta de alistamiento para el combate, pudo haber sido la apreciación referida a que sería posible llevar al Reino Unido a una resolución definitiva acerca del ancestral tema de soberanía, mediante la respuesta militar. Aunque otra causa, pudo ser la premura en encarar una respuesta militar ante una crisis que se desarrollaba a una velocidad no prevista por las autoridades políticas. Al respecto, merece considerarse que recientemente, han aparecido publicaciones relativas a la posibilidad de que el origen de la guerra se base en consideraciones de orden político estratégico, desarrolladas muy lejos de las costas argentinas (9). 

Independientemente de las consideraciones políticas que condicionaron la necesidad de saber de las FF.AA., el hecho cierto es que nos encontramos ante un caso más, en que el elemento militar se vio enfrentado a un conflicto, sin ningún tipo de preaviso por parte de las autoridades superiores, ante lo cual, los jefes militares debieron recurrir a la improvisación, para hacer frente, de la mejor manera posible, a la guerra con la que se enfrentaban. 


La madre de todas las batallas 

En la medianoche del 2 de agosto de 1990, masas de fuerzas iraquíes avanzaban en dirección al pequeño estado de Kuwait, con la finalidad que, una vez ocupado militarmente, pudiera procederse a anexarlo a Iraq. Esta acción, desarrollada en una región tan crítica para el mundo como el Medio Oriente, sirvió para la puesta en marcha del aparato militar más importante movilizado para la guerra desde la Segunda Guerra Mundial. Como mencionáramos, la altísima prioridad que revestían los asuntos de este sector del mundo, hizo que las principales potencias manejasen una amplia inteligencia sobre las actividades que allí se desarrollaban. Sin embargo, y tal como aconteciera en la guerra del Yom Kippur, la amenaza fue desatendida y nuevamente las fuerzas militares se encontraron sin el preaviso suficiente como para tomar alguna medida que les permitiera hacer frente, de cierta manera, a la guerra que se avecinaba. En este caso, no faltaba información sobre la concentración militar de Iraq, sino que el error debe ser investigado en relación con las divergencias de criterios entre diferentes agencias de un mismo gobierno. En efecto, el Departamento de Estado de los EE.UU., la Agencia de Inteligencia de Defensa y la CIA consideraban que las declaraciones del líder iraquí respecto de Kuwait y sus aprestos militares eran sólo meras bravatas que no pasarían de ese tenor. Esta consideración era efectuada en contra de la opinión de importantes líderes árabes de la región, y aun de la de los propios militares norteamericanos afectados a actividades de planeamiento de contingencias en la región (10). Como todos conocemos, la invasión se llevó a cabo, y si no hubiera sido por la incapacidad estratégica de Iraq, relativa a no atacar de inmediato a Arabia Saudita, muy difícilmente se hubiera podido obtener el espacio necesario para concentrar el instrumento militar multinacional, capaz de desalojar a los iraquíes de Kuwait y restablecer el equilibrio político-militar en la región (11). Nuevamente somos testigos de un caso de sorpresa estratégica, en el que la información está disponible para las autoridades, quienes, debido, quizá, a errores de apreciación, no han alistado en tiempo y forma a su instrumento militar, para hacer frente a la eventualidad de su empleo. 

Conclusiones 

Los ejemplos que sintéticamente hemos mencionado, son una prueba clara de que muchas veces depositamos una fe excesiva en la aptitud de los niveles superiores y en su capacidad para proporcionar una alerta relativamente temprana sobre el empeñamiento del recurso militar en operaciones. Esta confianza extrema en dicha aptitud parte, a nuestro juicio, de un error que guarda relación con nuestra perspectiva militar rígida acerca de la cuestión. En efecto, cuando en el ámbito de las FF.AA. hacemos referencia a los diferentes niveles de inteligencia, mencionamos que la misma guarda una estrecha relación con el nivel de conducción a la que sirve. Así, y en la doctrina vigente en la Argentina, reconocemos una inteligencia estratégica nacional, otra militar, más otra estratégica operacional y táctica. Como antes mencionáramos, los militares, normalmente, asociamos un mayor nivel de conducción con la mayor aptitud para tomar resoluciones, ya que, lógicamente, los mismos disponen de mayor cantidad de medios, tanto para reunir información como para procesar la misma. De esta manera, y según nuestra forma de focalizar el tema, consideramos que los niveles superiores están situados en una posición tal, que les permite adoptar sus resoluciones con un margen de tiempo suficiente. Sin embargo, los elementos militares olvidan que los niveles superiores no se encuentran apremiados exclusivamente por consideraciones militares, sino que, por el contrario, los que prevalecen son los factores estrictamente políticos, y que ellos, normalmente, responden a una lógica y a un tempo que no es, por sí mismo, el que los militares desearíamos para efectuar nuestras actividades. Encontramos, así, que esas consideraciones de orden político podrán, muchas veces, ser la causa y el origen para que el instrumento militar no cuente con el tiempo adecuado para un preaviso operativo. No deberíamos, asimismo, olvidar, que los integrantes de las filas militares somos solamente un instrumento más a disposición del Estado, quien los empleará, según lo decida, en la resolución de sus problemas, y que como tales y por esta parcial perspectiva, no podemos priorizar nuestras consideraciones, sobre todo cuando el estado de guerra no es evidente. 




¿Cómo podemos, entonces, evitar una sorpresa? Creemos, con firmeza, que la respuesta se encuentra en dos acciones: 

  • Proporcionar a los niveles que correspondan, el asesoramiento preciso sobre las necesidades del propio instrumento militar, para poder reaccionar ante las contingencias previsibles que pueda enfrentar el estado, de tal manera que la máxima autoridad que disponga el empleo del recurso militar, posea la información que le permita jugar con el momento oportuno, para disponer que sus fuerzas se preparen en vista al desarrollo de operaciones militares. 
  • Mantener en tiempo de paz un grado de aptitud para el combate -lo más elevado posible- que posibilite, ante la eventualidad de una sorpresa, disponer, en tiempos relativamente razonables, de un instrumento militar apto para hacer frente al accionar enemigo, con la creencia cierta de que al menos, se le infligirá al mismo un daño significativo, que le impida la obtención de su objetivo, a un costo aceptable para su propia conducción. 

La guerra es un acontecimiento que desde hace milenios se presenta entre los grupos humanos. Su naturaleza podrá cambiar, pero su capacidad de destrucción y de afectación de la vida y recursos tienden a crecer, en la medida que aumentan la aptitud de las armas y la agresividad del ser humano. Está en nosotros, la responsabilidad de lograr que nuestro instrumento militar se halle en condiciones de desempeñarse con propiedad, aun en la eventualidad de producirse una sorpresa estratégica que inicialmente lo desequilibre. Ese es nuestro indelegable desafío. 

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Notas al pie 

(1) Cifras citadas por el reconocido historiador militar John Keegan en The Second World War, Penguin Books. New York. 1990 (página 181).
(2) Winston Churchill, en su monumental obra The Second World War, Penguin Books. London. 1989, se explaya en la página 454 sobre las diferentes advertencias que Stalin recibiera de autoridades tanto del Reino Unido, entre las que se incluía el propio Churchill, como del gobierno de los EE.UU.
(3) Citado por William Shirer, The rise and fall of the Third Reich, Simon & Schuster. New York. 1990 (Página 796).
(4) Citado por el General Giuseppe Mancinelli en su trabajo Nazismo y Wehrmacht en Así fue la segunda guerra mundial, Anessa-Noguer-Rizzoli. Barcelona. 1972 (Tomo I, página 32).
(5) Ver los siguientes libros: Martin Gilbert, The first world war, Henry Holt. New York. 1994 (Página 317) y John Keegan, The first world war, Knopf. New York. 1998 (Página 338).
(6) Ver Henry Kissinger, Diplomacy, Simon & Schuster. New York. 1994 (Página 739).
(7) Cnl Carlos Landaburu, La guerra de las Malvinas, Círculo Militar. Buenos Aires. 1988 (Página 121 y subsiguientes).
(8) Alexander Haig, Memorias, Atlántida. Buenos Aires. 1984 (Página 305) y Nicanor Costa Méndez Malvinas, esta es la historia, Sudamericana. Buenos Aires. 1993 (Página 238).
(9) Al respecto, se puede mencionar el trabajo de Mariano Bartolomé, El conflicto del Atántico Sur, una perspectiva diferente, Círculo Militar. Buenos Aires. 1996, y la obra de Richard Thornton, The Falkland Sting: Reagan, Thatcher and Argentina’s Bomb, citado por Russell Ramsey en Parameters, Vol XXX, Nro 1, Spring 2000 (Página 140).
(10) Ver Grl Norman Schwarzkopf, It doesn’t take a hero. Bantam Books. West Yorkshire. 1992 (Página 362 y subsiguientes) y Thomas Houlahan, Gulf War. Schrenker Military Publishing. New London. 1999 (Página 13).
(11) Houlahan, en su ya citado Gulf War, expone, en su capítulo 2, muy interesantes consideraciones sobre la posibilidad de las fuerzas iraquíes para operar en territorio saudita.

lunes, 11 de junio de 2012

Sanidad militar: Vendajes

Primeros Auxilios 
Vendajes 

DEFINICION 
Los VENDAJES son las ligaduras o procedimientos hechas con tiras de lienzo u otros materiales, con el fin de envolver una extremidad u otras partes del cuerpo humano lesionadas. En Primeros Auxilios se usan especialmente en caso de heridas, hemorragias, fracturas, esguinces y luxaciones. 
El vendaje se utiliza para: 
• Sujetar apósitos 
• Fijar entablillados 
• Fijar articulaciones 



Las vendas 
Las VENDAS son las tiras de lienzo, estas varían en tamaño y en calidad del material. Las más utilizadas son las siguientes : Venda de gasa orillada, venda de gasa kling, venda de muselina, venda elástica. 

VENDA DE ROLLO 
Existen en diferentes materiales como algodón, elástico, semielástico y otros como la venda de yeso. Una venda angosta se utilizaría para envolver una mano o una muñeca, mediana para un brazo o tobillo, la ancha para la pierna. 

VENDA TRIANGULAR 
Como su nombre lo indica su forma es de triángulo, generalmente es de tela resistente y su tamaño varia de acuerdo al sitio donde vaya a vendar. 
La venda triangular tiene múltiples usos, con ella se pueden realizar vendajes en diferentes partes del cuerpo utilizándolo como cabestrillo, doblado o extendido. 

 
CABESTRILLO 
Se utiliza para sostener la mano, brazo o antebrazo en caso de heridas, quemaduras, fracturas, esguinces y luxaciones. 

Procedimiento
  • Coloque el antebrazo de la víctima ligeramente oblicuo, es decir que la mano quede más alta que el codo. 
  • Ubíquese detrás de la víctima y coloque la venda triangular extendida. 
  • Lleve el extremo inferior de la venda hacia el hombro del brazo lesionado. 
  • Amarre los dos extremos de la venda con un nudo hacia un lado del cuello (del lado del lesionado) NUNCA sobre los huesos de la columna vertebral. 
  • Deje los dedos descubiertos para controlar el color y la temperatura. 
• Las Curitas, son pequeñas vendas adhesivas. 
• Los Apósitos son almohadillas usualmente llenas de gasa y algodón absorvente que se colocan directamente sobre la herida. 

Tipos de vendajes 
Hay distintas formas de superposición de la venda, las más utilizadas son: 

VENDAJE CIRCULAR 
• Se usa para fijar el extremo inicial y final de una inmovilización o para fijar un aposito, también para iniciar y/o finalizar un vendaje. 
• Indica en superponer la venda de forma que tape completamente la anterior. 
• Este tipo de vendaje se utiliza para sujetar apósitos en la frente, miembros superiores e inferiores y para controlar hemorragias. 

VENDAJE ESPIRAL 
• Se utiliza generalmente en extremidades, en este caso la venda cubre el 2/3 de la vuelta anterior y se sitúa algo oblicua al eje de la extremidad. 
• Se emplea una venda elástica o semielástica, porque puede adaptarse a la zona que se va a vendar. 
• Se usa para sujetar gasa, apósitos o férulas en brazo, antebrazo, mano, muslo y pierna. 
• Inicie el vendaje siempre en la parte más distante del corazón en dirección a la circulación venosa. 

Ejemplo: 
Si el vendaje es en el brazo comience por la mano hasta llegar al codo o axila, según sea necesario. 

• Evite vendar una articulación en extensión, porque al doblarlo dificulta su movimiento. 
• De ser posible no cubra los dedos de las manos o de los pies. 

VENDAJE ESPIRAL O CON DOBLEZ 
• Se utiliza en el antebrazo o pierna, Se inicia con dos vueltas circulares para fijar el vendaje. 
• Se dirige la venda hacía arriba como si se tratara de un espiral. 
• Se coloca el pulgar encima de la venda, se doble ésta y se dirige hacia abajo y detrás. 
• Se da la vuelta al miembro y se repite la maniobra anterior, se termina el vendaje mediante dos circulares. 

VENDAJE EN OCHO O TORTUGA 
• Se utiliza en las articulaciones (tobillo, rodilla, hombro, codo, muñeca), ya que permite a estas tener una cierta movilidad. 
• Se coloca una articulación ligeramente flexionada y se efectúa una vuelta circular en medio de la articulación. 
• Se dirige la venda de forma alternativa hacia arriba y después hacia abajo, de forma que en la parte posterior la venda siempre pase y se cruce en el centro de la articulación. 

VUELTA RECURRENTE 
• Se usa en las puntas de los dedos, manos o muñones de amputación. 
• Después de fijar el vendaje con una vuelta circular se lleva el rollo hacia el extremo del dedo o muñón y se regresa hacía atrás. 
• Se hace doblez y se vuelve hacia la parte distal. 
• Finalmente, se fija con una vuelta circular. 

Normas generales para la realización de un vendaje clásico en espiral 
La ejecución de un vendaje perfecto exige un entrenamiento previo, a continuación se indican una serie de puntos que debe regirse en una ejecución de un vendaje: 
• Se colocará la zona a vendar más cómoda para el socorrista, procurando que el área afectada no este en contacto con ninguna superficie evitando además posiciones peligrosas para el accident 
• Siempre iniciará en vendaje por la parte más distal, dirigiéndose hacia la raíz del miembro, con ello se pretende evitar la acumulación de sangre en la zona separada por el vendaje. 
• Se vendará de izquierda a derecha, facilitando la labor del socorrista. 
• El núcleo o rollo se mantendrá en la parte más próxima al socorrista. 
• No desenrollar de manera excesiva la venda. 
• El vendaje debe ser aplicado con una tensión homogénea, ni muy intensa ni muy débil. El paciente bajo ninguna circunstancia después de haber terminado el vendaje debe sentir hormigueo en los dedos, notarlo frío o apreciar un cambio de coloración en los mismos. 
• Se utilizarán vendas del tamaño adecuado a la zona que debe vendarse. 
• Antes de iniciar el vendaje, se colocará la zona afectada en la posición en la que debe quedar una vez vendada. 
• El vendaje se iniciará con la venda ligeramente oblicua al eje de la extremidad, dando dos vueltas circulares perpendiculares al eje, entre las cuales se introducirá el inicio de la venda. 
• El vendaje se termina también con 2 vueltas circulares perpendiculares al eje del miembro. 
• El extremo final de la venda se puede sujetar por distintos sistemas : 
• Con un imperdible o un esparadrapo. 
• Cortando la venda por la mitad y uniendo los extremos mediante un nudo. 
• Doblando la venda hacia atrás en dirección opuesta a la que se llevaba. Cuando se llega al punto en el que se ha realizado el doblaje, se hace un nudo con el cabo suelto de la venda. 
• Utilizando un ganchito especial para este fin. 
• Durante la ejecución del vendaje se cubrirán con algodón los salientes óseos y las cavidades naturales, como axilas o ingles. 
• Sólo se darán las vueltas precisas; la venda sobrante será desestimada. 

VENDAJE PARA CODO O RODILLA 
• Con la articulación semiflexionada, se efectúan dos vueltas circulares en el centro de esta, para posteriormente, proseguir con cruzados en 8, alternos sobre brazo y antebrazo, o pierna y muslo. 
• Este tipo de vendaje no se debe inmovilizar totalmente la articulación. 


VENDAJE PARA TOBILLO O PIE 
• Se comienza con dos circulares a nivel del tobillo. 
• Luego se procede a efectuar varias vueltas en 8 que abarquen alternativamente pie y tobillo, remontando de la parte distal hacia la proximal, para terminar con dos vueltas circulares a la altura del tobillo y la fijación de la venda. 


VENDAJE PARA MANO Y DEDOS 
• Se inicia este vendaje haciendo dar dos vueltas circulares a nivel de la muñeca. 
• Se lleva la venda hacia el dedo, donde se efectúan 2 recurrentes, que son fijadas con dos circulares a nivel del dedo. 
• Para terminar la operación se siguen con varias espirales en 8 entre el dedo y la muñeca, para finalmente acabar con dos circulares de fijación a nivel de la muñeca. 

VENDAJE PARA PIE 

• Recibe el nombre de zapatilla. 
• No debe apretarse excesivamente pues, dado que si no se dejan descubiertos los dedos, es imposible el control de circulación sanguínea de los mismos. 
• Se inicia en el talón dando dos vueltas circulares siguiendo el reborde del pie. 
• Al llegar al 5ª dedo, se dirige la venda hacia abajo por debajo de los dedos para hacerla salir a nivel del 1ª. 
• A partir de aquí se lleva hacia el talón al que se rodea, para dirigirse de nuevo al 5º dedo. 
• De esta forma, se va ascendiendo por el pie a base de vueltas en 8. 
• Se termina mediante 2 vueltas circulares a nivel del tobillo. 

VENDAJE PARA EL OJO 
• Proteger al ojo con un apósito. 
• Dar dos vueltas circulares a nivel de frente sujetando el borde superior del apósito. 
• Descender la venda hacia el ojo afectado, tapar este y pasarla por debajo de la oreja del mismo lado. 
• Repetir esta maniobra tantas veces como sea necesario para tapar completamente el ojo. 


VENDAJE PARA LA CABEZA O CAPELINA 
• Para efectuarlo se precisan dos vendas. 
• Se inicia efectuando una vuelta circular en sentido horizontal alrededor de la cabeza. 
• Se coloca el cabo proximal de la otra venda a nivel de la frente y se dirige la venda hacía atrás, siguiendo la línea media de la bóveda craneana hasta encontrarse a nivel de la otra venda, se vuelve a efectuar una circular con esta venda de modo que quede aprisionando el cabo inicial de la 2º venda, así como la venda que se ha deslizado hacia atrás. 
• De esta forma se van efectuando vueltas recurrentes con la 2º venda, que son fijadas mediante vueltas circulares con la segunda. 
• Se termina con dos vueltas circulares. 


VENDAJE EN FORMA DE CORBATA 
• Doble la punta hacia la base de la venda, vaya por la mitad en la misma dirección, según el ancho deseado. 
• Utilizado para vendar la muñeca, mano, rodilla y pie.

Guerra del Paraguay: Batalla Naval de Riachuelo (Paolini/Iricíbar)

Artículo: Batalla Naval de Riachuelo, por Jaime E. Grau Paolini y Manuel A. Iricíbar.

Sin dudas, el artículo de Paolini e Iricíbar (2008) es el más completo informe y racconto de la batalla. Una muy clara descripción de los eventos, los personajes, las naves empleadas y el escenario. La pregunta investigada es por qué ocurrió esa batalla. Una lectura para disfrutar y aprender.

Batalla Naval de Riachuelo, por J.E. Grau Paolini y M.A. Irícibar, Boletín del Centro Naval Nº 822, Octubre/Diciembre 2008.

Guerra del Paraguay: La batalla naval más grande de América


Riachuelo

El 11 de Junio de 1865 se libró la batalla naval más grande de América, en el sitio donde desemboca el curso de agua llamado Riachuelo, situado en la desembocadura del río Paraná en su conjunción con el río Paraguay, a pocos kilómetros de la ciudad de Corrientes, sobre aguas argentinas. Esa zona de la provincia de Corrientes estaba en esos momentos en poder de las tropas paraguayas, por lo que tenian el dominio de la costa.




Para principios de 1865, Solano López estaba determinado a tomar el dominio del río de Paraná en primer lugar para controlar una futura limpieza entera del Río de la Plata. Si tuviera éxito en acercarse por sorpresa a la flota imperial brasileña en aguas inferiores del río entonces alcanzaría una victoria importante que habilitaría para operaciones de tierra más profundas a futuro.

La sorpresa sería esencial. A finales de 1864 la armada del Paraguay consistía de 17 pequeñas embarcaciones de tamaños diversos. Solamente dos de ellas, del Anhambay y la Tacuarí fueron construidos como cañoneras. Durante los 1860s López estaba esperanzado de obtener nuevos encorazados (ironclads) agregados a su flota. Mantuvo contactos con algunos países europeos para obtener estas naves. Este proyecto, sin embargo, tuvo que ser abandonado para problemas financieros.

La flota imperial, en el otro lado, alineaba 45 embarcaciones, 33 vapores y 12 veleros en el inicio de la guerra. La fuerza tenía en la disposición una fuerza humana total de casi 2.400 oficiales y hombres. Las unidades principales eran el tipo hélice Niterói y el barco a hélice con palas traseras Amazonas. La flota, sin embargo, tenía un defecto importante: había sido proyectada para alta mar más que para operaciones de río.

El 8 de junio, la flota paraguaya fue concentrada en Asunción para la partida hacia la fortaleza de Humaitá. López mismo estaba a bordo del Tacuarí. La población de la capital entera estaba presente para atestiguar la partida. Al final de la mañana las naves se fueron hacia la fortaleza. Tan pronto como llegara a Humaitá en la mañana del día siguiente, López comenzó inmediatamente a preparar el ataque contra el escuadrón enemigo colocado próximo a Corrientes, en una anchura llamada Riachuelo, que le daba apoyo a las fuerzas terrestres de la Triple Alianza para expeler a los paraguayos de Corrientes. Recolectó el grueso de la armada paraguaya para golpear las naves brasileñas al amanecer del 11 de junio. El escuadrón consistió en ocho naves, el buque insignia Tacuarí, el Paraguarí recientemente llegado, construido en Inglaterra, el buque de vapor brasileño capturado Marquês de Olinda y el Ygureí, Ybera, Yporá, Jejuí, Salto Oriental y el Pirabebé. Junto con las naves, seis barcazas de fondo plano bajas con un cañón de ocho pulgadas cada uno, conocido como chatas, serían remolcadas para hacer frente al enemigo. El escuadrón ascendió a 36 cañones. El comodoro Pedro Ignacio Meza ordenaría el asalto. Además, las naves paraguayas tendrían el apoyo de una batería de cañones bajo el mando del coronel José Maria Bruguez colocado a lo largo del litoral del río.

El escuadrón del Brasil anclado cerca de Corrientes formó al Amazonas (buque insignia) y las naves Jequitinhonha, Belmonte, Parnaíba, Ipiranga, Mearin, Iguatemi, Araguarí y el Beberibé. El poder de fuego total del escuadrón ascendió a 59 cañones. El Almirante Francisco Manuel Barroso estaba en el mando de las naves.

Meza debe navegar hacia aguas abajo del Paraná durante el amanecer del 11 de junio para alcanzar al enemigo hacia el amanecer. La sorpresa compensaría el hecho de que las naves paraguayas eran superadas en armamento. A las dos en la mañana la flota dejó Humaitá. A las cinco los chatas ensamblaron las naves. A pesar de ello, un problema en el motor del Iberá retrasó el plan.


Plano de la batalla

Solamente a las nueve, en la luz amplia del día, las naves alcanzaron Riachuelo.

Después de colocar los chatas cerca de la costa, Meza condujo sus naves directo en el enemigo para separar el escuadrón imperial en dos.

Las naves de Barroso fueron ancladas cerca de la confluencia del Paraná y de dos canales estrechos. El ataque, si no una sorpresa entera, sucedió cuando las naves de Barroso fueron alineadas hacia la costa.


El escuadrón de Meza pasó sobre las naves enemigas enviando fuego sobre ellas. Cada uno de sus embarcaciones elige una nave para empeñar. Pronto el Amazonas estaba bajo fuego del Tacuarí, mientras que el Ipiranga intercambiaba fuego con el Salto.


Mapa satelital del escenario de la batalla

En la batalla los dos escuadrones cambiaron la posición. Meza estaba abajo del escuadrón y cortado por los enemigos de su base en Humaitá. Entonces, el comandante paraguayo adoptó la estrategia de atraer a los enemigos a los canales más bajos donde no podrían maniobrar tan bien como lo hicieron los paraguayos.

El Jequitinhonha, la nave más grande de Barroso después del Amazonas, quedó golpeado en un banco de arena. Ello lo hizo un objetivo fácil para la artillería sin piedad de Bruguez.

El Belmonte fue pegado varias veces por el fuego de los chatas.



El Parnaíba golpeó en la costa y quedó a la deriva. Varias naves paraguayas pronto la rodearon. El Marquês de Olinda subió a la nave brasileña y un combate mortal ocurrió en la cubierta de Parnaíba. En varias ocasiones, los paraguayos intentaron tomar el mando sobre la nave. Solamente con la resistencia férrea de la dotación Parnaíba salvó la nave. Finalmente, un asalto final fue expelido y la nave se deslizó lejos del enemigo.

A este punto, las cosas comenzaron a cambiar.

A pesar de las dificultades en maniobrar, el poder de fuego superior de las naves de Barroso comenzó a mostrar eficacia. El Jejuí fue hundido por el fuego cercano de naves brasileñas. El Marquês de Olinda hizo sus calderas explotar y estaba fuera de acción. El Paraguarí fue pegado por el Amazonas y quedó desamparado. Meza dio órdenes de retirada. A la 1 P.M. el combate había terminado. De los ocho embarcaciones paraguayos, solamente cuatro volvieron a Humaitá. El otros fueron hundidos, capturada o puesta desamparado en un banco de arena (éste incluyó el Paraguarí, el Jejuí, el Marquês de Olinda y el Salto Oriental). Dos chatas fueron hundidas y los otros cuatro quedaron en manos brasileñas. Unos días más adelante, sin embargo, los paraguayos tuvieron éxito en retirar al Paraguarí, enviando la nave a Asunción para la reparación. Las bajas paraguayas no se saben exactamente. Los supuestos brasileños de 1.000 bajas son probablemente exagerados. Quizá esta quede el número entre 300 y 400 (fuentes brasileñas dicen que puede alcanzar 750).

Meza murió algunos días más adelante en Humaitá de las heridas que recibió durante la batalla.

El escuadrón imperial perdió una nave, el Jequitinhonha mientras que otras dos embarcaciones, el Parnaíba y Belmonte fueron severamente dañadas. El Ipiranga fue dañado ligeramente. Barroso tenía 104 hombres muertos, 123 heridos y 20 perdidos.

Los paraguayos fallaron en la tentativa del tener el poder entero del río de Paraná de Asunción a Montevideo. Además, no podrían reemplazar las naves perdidas. Mientras que el Brasil agregaba nuevas unidades a la flota.



domingo, 10 de junio de 2012

ARA: Ejercicio "Cuchillo"

Intensidad e interoperabilidad marcaron la ejercitación anfibia 



4-6-2012 | El ejercicio tuvo un alto grado de realismo. Participaron infantes de Marina, unidades de superficie y medios aeronavales. 

 

Puerto Belgrano - En el marco de la segunda etapa de adiestramiento en el mar se llevó a cabo la semana pasada la primera ejercitación anfibia denominada "Cuchillo". 

Contó con la participación de los transportes ARA “Hércules” y “San Blas”, la corbeta “Espora” y el multipropósito “Punta Alta”, además de los medios de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar centrados en el Batallón de Infantería de Marina Nº2 y las unidades de apoyo de Artillería de Campaña, Artillería Antiaérea, Logística, Comunicaciones, Ingenieros, Vehículos Anfibios y Comandos Anfibios. 

Asimismo personal de la Agrupación Buzos Tácticos se trasladó desde Mar del Plata para participar en la ejercitación anfibia. 


En tanto que los medios de la Fuerza Aeronaval Nº2 apoyaron la ejercitación con tareas de helitransporte de asalto, evacuación médica, apoyo aéreo cercano, vigilancia y apoyo logístico entre otros aspectos. Participaron helicópteros Sea King y Fennec y aviones Super Etendard, Turbo Mentor y B-200. 

“Los propósitos primordiales de la ejercitación estuvieron orientados a incrementar el nivel de adiestramiento en técnicas, evaluar los procedimientos operativos y el estado de alistamiento de los medios y propiciar la transmisión de experiencia al personal más joven”, explicó el comandante Naval Anfibio y Logístico, capitán de navío César Julio Recalde. 


El comandante de la Flota de Mar, contralmirante Julio Alberto Graf, zarpó a bordo del “Hércules” a fin de supervisar los ensayos del día previo al desembarco y el asalto anfibio helitransportado y por superficie que se realizó el pasado jueves. 

Posteriormente, luego de observar la realización de una práctica de evacuación médica real desde a bordo hasta el Hospital Naval Puerto Belgrano, un helicóptero lo trasladó al destructor “Almirante Brown” donde permaneció hasta el final de la ejercitación. 

La acción 
El ejercicio se efectuó en una situación simulada en la cual el Grupo de Tareas Anfibio, en cumplimiento de un mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, debía llevar a cabo una incursión anfibia para el rescate de personal de esa organización que se encontraba como rehén en una zona de amortiguamiento entre dos países en conflicto. 

En tal contexto se efectuó la secuencia completa de una operación anfibia incluyendo el movimiento buque costa por superficie y aerotransportado, el desarrollo de las operaciones en tierra y la ejecución de ejercicios de apoyo operativo (fuego naval de apoyo y apoyo aéreo cercano) y de apoyo logístico en lanchas EDPV del Destacamento Naval de Playa, vehículos anfibios a ruedas y en helicópteros Sea King. 

Las operaciones en tierra consistieron en la obtención de objetivos claves del terreno para asegurar el control táctico de la zona donde se encontraban los rehenes y, posteriormente, la ejecución de la tarea de rescate y evacuación por medio de helicópteros. A bordo del transporte “Hércules” se efectuaron los procedimientos previstos para la recepción de no combatientes. 


En tanto las aeronaves T-34 actuaron como atacantes a las fuerzas anfibias aferradas a la cabeza de playa con el propósito de incrementar el adiestramiento en la defensa aérea integrada entre los buques y los medios desplegados en tierra. 


Las unidades de superficie, por su parte, tuvieron una sesión de adiestramiento intensivo en técnicas de buque tales como control aéreo, reaprovisionamiento vertical y rescate de hombre al agua con helicópteros, defensa antiaérea y visita, registro y captura, entre otras. 

“Las actividades se llevaron a cabo en forma continua durante el día y la noche, lo cual favoreció el realismo de las ejercitaciones y dejó tripulaciones muy cansadas al tomar puerto pero satisfechas con los resultados”, concluyó el capitán Recalde. 

Fuente: www.gacetamarinera.com.ar