jueves, 18 de diciembre de 2025

Camuflaje: Viper

PGM: La retirada de Marzo

La retirada de Marzo



 

La “Retirada de Marzo” de 1918 se recuerda como una de las peores derrotas en la historia del ejército británico. Después de cuatro años de estancamiento, en su ofensiva de primavera los alemanes usaron nuevas tácticas de artillería e infantería para romper las trincheras del Quinto Ejército británico y volver a una guerra de movimientos. El Quinto Ejército perdió gran cantidad de hombres y cañones capturados, y tuvo que retirarse apresuradamente. Alimentados por informes inexactos de la prensa, los rumores de desastre ganaron peso cuando el primer ministro David Lloyd George, en un discurso al Parlamento el 9 de abril de 1918, puso en duda el desempeño del Quinto Ejército y de su comandante, el general Sir Hubert Gough, destituido al octavo día de combate. Gough lo resumió con amargura: “Todos coincidieron en que la causa real de la retirada fue mi ineficiencia como general y el espíritu pobre y cobarde de oficiales y hombres”. Pero esta visión tradicional es engañosa: el Quinto Ejército no fue derrotado tan gravemente como se dijo, la ofensiva de primavera alemana fracasó en su conjunto, y ese fracaso representó una victoria defensiva británica.

A fines de 1917, Alemania tuvo una oportunidad única para ganar la Primera Guerra Mundial. Rusia, derrotada en el campo, había colapsado en revolución, liberando tropas para el frente occidental: en la primavera de 1918, Alemania podía desplegar 192 divisiones contra 156 aliadas. La guerra submarina sin restricciones, iniciada a comienzos de 1917, había fracasado: no sólo no hundió a Gran Bretaña, sino que empujó a EE.UU. a entrar en guerra. El alto mando alemán (Hindenburg y Ludendorff) decidió apostar todo en una ofensiva en el oeste antes de que llegara la fuerza estadounidense. El plan, llamado Operación Michael, apuntaba a golpear en el sector Somme–Arras, romper el frente británico y girar al norte para envolver su flanco.

Los alemanes tenían dos grandes ventajas: superioridad numérica local (Gough defendía 67 km de frente con 12 divisiones frente a 43 alemanas, y con menos de la mitad de artillería pesada) y tácticas de asalto más pulidas. Los británicos habían adoptado la defensa en profundidad, con zonas Avanzada, de Batalla y Retaguardia, pero muchas veces la retaguardia no estaba terminada y se llenó la línea avanzada con demasiada tropa, algo contrario al manual.

El 21 de marzo a las 4:20, la artillería alemana inició un bombardeo masivo bajo la dirección de Bruchmüller. La niebla densa favoreció el asalto, y para el final del día el enemigo había capturado casi todas las zonas avanzadas y roto el frente sur. Aun así, no lograron todos sus objetivos y sufrieron unas 40.000 bajas en la primera semana.

El 23 de marzo, Ludendorff cambió sobre la marcha el plan original: hizo de la 18ª Armada de von Hutier el eje principal, buscando abrir un hueco entre británicos y franceses. Esto dispersó su esfuerzo y debilitó el avance. Mientras tanto, la retirada británica se hacía caótica: carreteras atestadas de tropas, vehículos, artillería y suministros. El 27 de marzo Gough fue relevado del mando.

El 26 de marzo se designó al general francés Foch como comandante supremo aliado, lo que evitó una ruptura de coordinación. El 28 de marzo, los alemanes lanzaron Operación Mars contra el Tercer Ejército de Byng, pero fueron rechazados con fuertes pérdidas, al atacar posiciones mejor preparadas y sin las ventajas iniciales. Ludendorff terminó deteniendo los ataques el 5 de abril, tras ser frenado a sólo 16 km de Amiens por fuerzas australianas y británicas en Villers-Bretonneux.

La ofensiva Michael se dio por terminada, dejando claro que, pese a los avances iniciales y la retirada británica, el objetivo estratégico alemán había fracasado.

miércoles, 17 de diciembre de 2025

EA: Maniobras con los TAM VCA

  

Ejercicios de Artillería en Santa Cruz




En el campo de instrucción General Adalid, el Grupo de Artillería Blindado 11 desarrolló actividades de adiestramiento operacional en el marco de los ejercicios finales de la XIra Brigada Mecanizada.



Durante la ejercitación, el personal efectuó acciones propias del Arma con sus cañones calibre 155 mm y vehículos de combate de artillería Palmaria.



De esta forma, y en el contexto de actividades de nivel gran unidad de combate, el Grupo brindó apoyo de fuego a los elementos de maniobra de la Brigada, en cumplimiento de misiones específicas impartidas por el escalón superior.

Combate aéreo: ¿Quién gana en un combate entre un Rafale (griego) y un Typhoon (turco)?

Rafale vs. Typhoon: ¿Quién gana?

Roman Skomorokhov || Revista Militar




En general, todos los países productores de aeronaves intentan vender sus equipos a quienes están dispuestos a pagar por ellos. Por ello, a veces la rivalidad entre países que adquieren aeronaves "del exterior" adquiere formas grotescas, con aviones del mismo fabricante luchando en bandos opuestos.

Actualmente nos enfrentamos a una situación algo diferente: Turquía y Grecia. Dos países que llevan mucho tiempo enfrentándose en las olas del mar Egeo. La guerra aérea no declarada, conocida como el conflicto greco-turco, costó a ambos bandos cinco F-16: tres aviones perdidos por los turcos y dos por los griegos. Además, las causas fueron diversas: misiles, colisiones aire-aire, colisiones en vuelo y maniobras peligrosas. Naturalmente, hubo otras pérdidas durante un período tan largo, pero no es de eso de lo que estamos hablando ahora.

El enfrentamiento por el mar Egeo lleva en marcha desde los años 70, desde que los turcos adquirieron los Phantoms y los griegos los Mirage. ¿Por qué hacen esto y qué sentido tiene? No tiene ningún sentido. Luchan porque tienen pilotos, y los pilotos tienen aviones. La única pregunta es quién es mejor en ambos.



Completamente frustrada con el F-35, Ankara no se planteó adquirir el Su-57 (que, tras adquirir el S-400, habría resultado un auténtico lujo). Al parecer, Washington y Bruselas tenían garantizado un auténtico parque de atracciones. En cambio, los turcos decidieron adquirir 20 aviones europeos para reforzar sus capacidades.


Grecia, preocupada por la compra de 20 cazas Eurofighter Typhoon por parte de Turquía, estaría considerando ampliar su flota de Rafale con los modelos más avanzados F4 y F5.



Tras una larga lucha para modernizar su envejecida fuerza aérea, Turquía firmó el 27 de octubre un acuerdo por 10.660 millones de dólares para comprar 20 aviones de combate Eurofighter Typhoon con opción a comprar más.



El acuerdo incluye un paquete integral de armamento, que incluye el misil aire-aire MBDA Meteor y el misil tierra-aire Brimstone, según informó Reuters, citando fuentes bien informadas. Se espera que el primero de estos aviones llegue a Turquía en 2030.


Además de los nuevos cazas, Turquía está negociando la compra de 24 Eurofighter Typhoon Tranche 3A a Qatar y Omán. Estos aviones más antiguos servirán como solución temporal hasta que se entregue una variante más avanzada, y también permitirán el entrenamiento de tripulaciones.



Preocupada por la expansión de la
flota turca de cazas Typhoon hasta 44 unidades, su principal rival, Grecia, considera la posibilidad de adquirir más cazas Rafale a Francia, en la última configuración F4 o la futura F5.

En resumen, es justo decir que Grecia mira al futuro con una visión clara, ya que su Fuerza Aérea está actualmente a la par, e incluso la supera, con respecto a la Fuerza Aérea Turca. El núcleo de la Fuerza Aérea Turca son sus cazas F-16C/D con licencia, que se han actualizado debido a una relación algo tensa con Estados Unidos. La Fuerza Aérea Griega, por su parte, opera menos aviones, pero se trata de variantes más modernas del F-16, el F-16DG Bloque 52+, el llamado Advanced Fighting Falcon, fabricado específicamente para la Fuerza Aérea Griega. En este caso, la cantidad no prima sobre la calidad, y Grecia también cuenta con el Rafale. Y tienen lista de espera para el F-35.

En general, la situación del Rafale es compleja. Algunos están encantados con el avión, mientras que otros lo consideran mediocre y caro. Abundan las opiniones.



Sin embargo, el ejército griego cree que la adquisición de 20 cazas Typhoon por parte de Turquía no cambiará el equilibrio de poder en la región del Egeo. Destacan que la Fuerza Aérea Helénica (FAH) mantiene su superioridad tecnológica y operativa gracias a sus cazas F-16 Viper y Rafale, así como a la adquisición prevista de F-35.


El F-35 es sin duda una decisión acertada, pero… hay muchos matices. Existe una larga lista de espera, y los "éxitos" que este avión está demostrando son, digamos, poco exitosos. Por lo tanto, es perfectamente claro y comprensible que el ejército griego esté muy atento a lo que sucede en el otro bando, en Turquía. Y el hecho de que ambos países pertenezcan a la OTAN no cambia nada en absoluto. La OTAN es una alianza estratégica, y Grecia y Turquía llevan bastante tiempo en disputa por Chipre y el mar Egeo, sin posibilidad de reconciliación. Y si la situación llega a un punto en que se enfrenten en serio, no habrá suficiente OTAN para detenerlos.

Por lo tanto, no es de extrañar que Atenas esté siguiendo de cerca la adquisición por parte de Turquía de un caza multifunción de cuarta generación equipado con capacidades de alcance más allá del visual (BVR), como el misil Meteor.



Se cree que Turquía podría adquirir la última versión del Eurofighter Typhoon Tranche 5, compartiendo los costes de desarrollo con Alemania, que ya ha realizado un pedido de este modelo. El Typhoon Tranche 5 estará equipado con un radar más potente, sistemas de guerra electrónica mejorados y una mejor integración de sensores y armas en comparación con el Rafale F3R, actualmente en servicio en la Fuerza Aérea Griega.


En general, comparar el Rafale F5 y el Typhoon Tranche 5 no es del todo preciso, ya que ambos aviones, a grandes rasgos, aún son solo una versión preliminar. Sin embargo, no cabe duda de que ambas modificaciones verán la luz.

El Eurofighter Typhoon y el Rafale son muy similares en muchos aspectos: cazas bimotores, multifunción, de cuarta generación o superior, con alas delta y canards. Cuentan con una buena maniobrabilidad y velocidad, radares de matriz en fase activa y una variedad de armas, incluyendo misiles Meteor BVR. Se desarrollaron como parte de un único proyecto europeo en la década de 1980: Francia desarrolló el Rafale, mientras que los demás participantes desarrollaron el Typhoon.



Cabe destacar que el Rafale lleva más armamento (9.500 kg frente a 7.500 kg), pero si hablamos de vuelos con un conjunto completo de armas a máxima distancia, el Rafale pierde rotundamente, ya que la mayor parte de su suspensión está ocupada por tres tanques de combustible, sin los cuales la autonomía del avión es nula: unos 600 km, lo cual no es sorprendente, ya que el Rafale solo lleva 4.700 kg de combustible en sus tanques internos y 6.700 kg en sus tanques de combustible.


El Typhoon es más rápido, tiene mejor rendimiento vertical, tiene un techo de 4 kilómetros más alto, que alcanza más rápido, y su conjunto de armas no es peor. Además, la autonomía también está del lado del equipo europeo.

El Rafale F4 está actualmente en plena producción, el F5 se producirá bajo contrato en la década de 2030 y el Typhoon Tranche 5 acaba de entrar en producción.

El Rafale F4 es una versión mejorada del Rafale F3R y cuenta con capacidades mejoradas, como una radio definida por software Thales, comunicaciones por satélite, modificaciones del radar activo de matriz en fase RBE2, el sistema de puntería Talios, un sistema electroóptico de sector avanzado y funciones de pantalla montada en casco. También está equipado con un nuevo conjunto de interferencias digitales para el sistema de guerra electrónica SPECTRA. Estas mejoras podrían ayudar a mitigar parte del impacto negativo de la participación del Rafale en el conflicto indo-pakistaní.

La variante del Rafale F5, también conocida como Super Rafale, se encuentra actualmente en desarrollo y se considera el avión francés más avanzado existente en la actualidad.

A principios de este año, Eric Trappier, director ejecutivo de Dassault Aviation, declaró: «La variante del Rafale F5 estará equipada con motores más potentes, mayor capacidad de supervivencia y sistemas de transmisión de datos, e irá acompañada de un vehículo aéreo de combate no tripulado de más de 10 toneladas». En teoría, todo suena bien... Pero es un Rafale...



Lo irónico es que el Rafale F5 se está desarrollando como una solución provisional hasta que Francia desarrolle un caza de nueva generación. Dada la retirada de Francia del triunvirato con Alemania y España, el panorama no pinta muy bien. Sobre todo porque Dassault planea crear algo similar a un caza y a un centro de control de vuelo táctico, integrando sensores y procesando datos. Esto es similar a las capacidades del F-35, equipado con una innovadora tecnología de fusión de sensores.


Aún no está funcionando con el F-35; lo que Francia tendrá en ese caso es una incógnita.

El Rafale F5 está previsto que incorpore dos nuevas capacidades: un piloto de escuadrón no tripulado (como se mencionó anteriormente) y la supresión de las defensas aéreas enemigas (SEAD). Se ha reconocido que las futuras versiones del Rafale deberán incorporar la capacidad de suprimir las defensas aéreas enemigas. Esto es lógico, ya que, como ha demostrado la experiencia, las defensas aéreas pueden fácilmente, y mucho menos suprimir, un Rafale.

Mientras tanto, el nuevo Eurofighter Typhoon Tranche 5 (actualmente pedido sólo por Alemania) también estará equipado con los últimos sensores.


Si bien no se han confirmado la variante ni el tipo de radar, las fechas de entrega tardías sugieren que serán modelos Tranche 5 equipados con el radar de matriz en fase activa (TurDef) ECRS Mk2.

El radar ECRS Mk2 es un producto bastante moderno, pero hay otros desarrollos en Europa que podrían aplicarse. Entre estos, destaca el nuevo radar electrónico E-Scan, a veces denominado radar de matriz de barrido electrónico activo (AESA) Mk 1 del Sistema de Radar Común Europeo (ECRS). Mientras tanto, Airbus ha declarado que instalará el conjunto de sensores Saab Arexis tanto en aeronaves nuevas como existentes para ampliar sus capacidades de guerra electrónica. EW).

Además, el paquete de actualización incluirá, según se informa, una interfaz de cabina mejorada y una interoperabilidad de radiofrecuencia (RFIO) mejorada, lo que mejorará la eficiencia y la capacidad de supervivencia en el enfrentamiento de objetivos.

Si bien se ha revelado que se está desarrollando una pantalla de formato ancho para el Typhoon, actualmente no está claro si formará parte de la nueva interfaz de cabina mejorada.

En general, aún no está claro quién será el primero en la carrera de modificaciones: Turquía con el Typhoon o Grecia con el Rafale.

Un juego supersónico del gato y el ratón entre Grecia y Turquía

Grecia modernizó su economía a un ritmo vertiginoso. La aviación y aseguró una superioridad militar cualitativa en el mar Egeo tras la expulsión de Turquía del programa F-35 Joint Strike Fighter (JSF). Estados Unidos impuso sanciones a la industria de defensa griega en virtud de la CAATSA (Ley para Contrarrestar a los Adversarios Estadounidenses a través de Sanciones) por la adquisición del sistema de defensa aérea ruso S-400.



En enero de 2021, Grecia firmó un acuerdo para la compra de 12 cazas Rafale usados ​​y seis nuevos para modernizar su fuerza aérea y disuadir a Turquía. Posteriormente, el acuerdo se amplió para incluir seis cazas Rafale más, elevando el número total de estos cazas de cuarta generación a 24.


En enero de 2025, la Fuerza Aérea Helénica completó oficialmente la adquisición de 24 cazas Rafale. En aquel momento, los medios de comunicación griegos declararon con orgullo que la Fuerza Aérea Helénica había alcanzado la superioridad aérea total sobre Turquía, que aún utilizaba cazas F-16 Bloque 30-50 más antiguos.

Este importante hito no solo afecta al Rafale, sino también al misil Meteor, que se integrará en el caza francés. Este misil, que se ha convertido en todo un icono europeo, supuestamente vuela 200 km a Mach 4. Pero la clave es que los turcos no tienen nada comparable; todos los misiles aire-aire del arsenal turco son inferiores a este misil.

Por esta razón, Turquía, cuya fuerza aérea está envejeciendo rápidamente, criticó a Grecia por la compra de aviones de combate Rafale, alegando que socavan la paz y la estabilidad regionales. Claro que preferirían construir un nuevo Imperio Otomano, pero ahí vienen los griegos...



En 2023, cuando Turquía aún intentaba conseguir los cazas F-16 Viper Block 70/72 más recientes de Estados Unidos, el general Abidin Ünal, jefe de la Fuerza Aérea Turca, advirtió que Grecia obtendría una ventaja decisiva en el aire a menos que Turquía modernizara su flota.


Por su parte, Grecia ha seguido modernizando sus aviones F-16 Block 52+ a la configuración F-16V Viper Block 72, de acuerdo con un contrato con Lockheed firmado en 2018. Los 84 cazas F-16 estarán modernizados para 2027.

A medida que aumentaba la brecha de capacidad con Grecia, Turquía intensificó el trabajo en su propio caza de quinta generación (KAAN). Sin embargo, aún no se han logrado avances, lo que le ha llevado a optar por un avión de cuarta generación. En noviembre de 2023, el ministro de Defensa turco, Yaşar Güler, anunció que el país estaba en conversaciones con España y el Reino Unido para adquirir Eurofighters Typhoon.



En febrero de 2024, la posición de Turquía mejoró ligeramente cuando Estados Unidos aprobó la venta de cazas F-16 Bloque 70/72 a cambio de que Turquía ratificara la adhesión de Suecia a la OTAN. Sin embargo, la situación no duró mucho.


Ya en julio de 2024, Grecia anunció la compra de cazas F-35 a través del programa estadounidense de Ventas Militares al Extranjero (FMS). La intención de comprar 20 aviones, con la opción de pedir 20 más en el futuro, es una decisión muy contundente. Sin embargo, esta decisión es a futuro: el F-35 es un proceso lento.

Mientras tanto, Turquía se enfrentó a un serio obstáculo para obtener cazas Eurofighter: Alemania se negó a permitir la exportación de estos aviones a Turquía, alegando violaciones de derechos humanos en Ankara. El veto se levantó finalmente en julio de 2025.

Turquía también insiste en volver al programa F-35. A principios de este año, Erdogan se mostró optimista ante la prensa sobre la posibilidad de persuadir a la Casa Blanca para que levantara las restricciones que impedían a Turquía adquirir cazas F-35, aunque el problema es simple: los S-400 rusos son el obstáculo.

Turquía también pretende reanudar las negociaciones de alto nivel con Lockheed Martin para resolver el prolongado impasse de precios sobre el programa de adquisición de F-16, valorado en 23 000 millones de dólares. Es esencial encontrar una salida al impasse en materia de aviación para que la Fuerza Aérea Turca pueda competir con la Fuerza Aérea Griega.

Cabe afirmar que Turquía está modernizando su flota de F-16 para contrarrestar los ya modernizados F-16 griegos, busca adquirir F-35 para contrarrestar los F-35 griegos y está comprando Eurofighter Typhoon para competir con el Rafale griego.



Pero esta "recuperación y superación" no es tarea fácil, dadas las precarias relaciones con Estados Unidos. En realidad, no es el Su-57 lo que se está comprando a Rusia... Aunque sería una decisión muy interesante; tras el inicio de dichas negociaciones, Estados Unidos podría sin duda volver al programa F-35...


Mientras tanto, Grecia se esfuerza al máximo por mantener su superioridad cualitativa sobre Turquía. Además de modernizar su propia fuerza aérea, busca que sus aliados prohíban el suministro de ciertos tipos de municiones a Turquía. En concreto, el misil Meteor.

La situación es realmente curiosa: dos países de la OTAN se impiden mutuamente adquirir armas modernas porque son prácticamente adversarios regionales. Considerando que el F-16 es la columna vertebral de las fuerzas aéreas de Grecia y Turquía, cualquier adquisición de armamento más moderno en otro lugar sería un peso en la balanza y podría inclinarla.

Los F-35 para Grecia son una posibilidad remota, pero pronto, mucho después del lanzamiento en 2028, Grecia recibirá sus F-35. La importancia de esto es una gran incógnita. Es probable que Turquía nunca consiga los Penguins.

Rafale contra Typhoon, Typhoon contra Shkval: así es como griegos y turcos aprovecharán su ventaja en los cielos del mar Egeo. De hecho, sería bueno que el Typhoon demostrara su valía en combate real, en lugar de perseguir a rebeldes y terroristas en Oriente Medio. Supuestamente, el avión ha participado en muchas operaciones de la OTAN, pero no se ha encontrado con oponentes comparables en el aire.

Pero seamos objetivos: tampoco nos hemos encontrado con el Rafale, y hoy en día es muy difícil saber quién venció a los Rafale indios en el aire: si los sistemas de defensa aérea rusos o las versiones pakistaní-chinas del MiG-21; en cualquier caso, las probabilidades son bajas.

Si estos dos aviones se enfrentaran en la vida real, siendo sincero, no apostaría por el Rafale. Claramente, no son las cifras de rendimiento lo que importa, pero sobre el papel, el Typhoon parece más fuerte. Sin embargo, estoy seguro de que tarde o temprano estos dos fenómenos naturales empezarán a dar vueltas en el cielo, y entonces todo encajará. Incluso podrían apostar a quién ganará.

martes, 16 de diciembre de 2025

EA: Logística del ejercicio "Dogo Negro"

  

Logística en el Ejercicio Dogo Negro



La Base de Apoyo Logístico “Río Gallegos” desarrolló actividades operacionales en el campo de instrucción General Adalid, en apoyo a las unidades dependientes de la XIra Brigada Mecanizada desplegadas en la zona.



Las distintas subunidades llevaron a cabo tareas específicas de alistamiento de personal y medios, para asegurar el traslado hacia el área de operaciones y el mantenimiento de los equipos en el terreno. El apoyo incluyó a todo el personal especialista y al equipo de sanidad, que acompañó cada etapa de la actividad, así como las instalaciones de mantenimiento móvil. 
El trabajo central se enfocó en garantizar la operatividad de los vehículos de apoyo y la estandarización de los procedimientos de embarque y desembarque para el transporte de vehículos de combate M113 y vehículos a rueda.

Teoría de la guerra: ¿Qué es la guerra asimétrica?

¿Qué es la guerra asimétrica?

por Brian Colwell || Fuente






El término guerra asimétrica se usa con frecuencia para describir lo que también se conoce como guerra de guerrillas, insurgencia, terrorismo, contrainsurgencia y antiterrorismo; en esencia, un conflicto violento entre una fuerza militar formal y un oponente informal, con menos recursos, menos personal y apoyo, pero con gran resiliencia. Es una forma de guerra irregular. A lo largo del tiempo, se han usado distintos términos para intentar definir este tipo de conflictos: conflicto de baja intensidad, operaciones militares distintas de la guerra, guerra de cuarta generación, guerra irregular, entre otros.

¿Cuál es el problema?

Aunque la guerra actual adoptó nuevas formas y se desarrolló a niveles inéditos, esta modalidad no es nueva, ni lo son muchas de sus tácticas. El concepto de guerra asimétrica existe desde hace siglos. Según Sun Tzu, toda guerra es asimétrica, ya que se basa en explotar las fortalezas del enemigo mientras se ataca sus debilidades. Los griegos usaban la falange para vencer a enemigos montados; Aníbal fingía retirarse para luego envolver a sus adversarios en un doble movimiento y vencer a los romanos. Cada vez que una táctica o invención cambiaba el equilibrio de poder entre dos ejércitos o imperios, surgía una asimetría que definía el resultado.

Lo que sí es nuevo es que este tipo de guerra hoy tiene alcance global, y potencias como Estados Unidos y sus aliados se encontraron poco preparados para enfrentarlo.

“Esta es otra forma de guerra, nueva en su intensidad, antigua en su origen: guerra de guerrillas, subversivos, insurgentes, asesinos, guerra por emboscada en lugar de combate directo; por infiltración en lugar de agresión, buscando la victoria desgastando y agotando al enemigo sin enfrentarlo directamente... Se alimenta del malestar económico y los conflictos étnicos. Exige, en los contextos donde debemos hacerle frente —y estos serán los desafíos que tendremos en la próxima década si queremos preservar la libertad— una estrategia completamente nueva, una fuerza totalmente distinta y, por ende, un nuevo y distinto tipo de entrenamiento militar.”
John F. Kennedy, discurso en West Point, 1962

Los cuatro elementos de la guerra asimétrica

La guerra asimétrica se basa en una ecuación que incluye: amenaza asimétrica, operaciones asimétricas, asimetría cultural y costo asimétrico.



1. Amenaza asimétrica

Terrorismo

El terrorismo abarca todas sus formas actuales: ataques suicidas, atentados masivos como el del 11-S, asesinatos políticos, ataques biológicos como los sobres con ántrax, y otros. El objetivo es provocar un impacto horroroso. En la era de la información, su efectividad aumentó porque el mensaje se difunde de manera instantánea y global. Para un terrorista, el efecto psicológico es más importante que el número de muertos. Las redes terroristas pueden operar con una estructura de mando descentralizada y no necesitan el apoyo de la población para actuar.

Insurgencia

A diferencia del terrorismo, la insurgencia es una guerra revolucionaria que depende por completo del apoyo de la población. El pueblo es tanto el medio como el objetivo. Por ejemplo, en Irak se identificaron al menos 17 grupos insurgentes y cuatro organizaciones terroristas, muchas enfrentadas entre sí. Bin Laden, por su parte, actuaba más como un insurgente transnacional que como un terrorista, buscando respaldo popular para su causa.

Operaciones de información

Según Galula, en Warfare and Counterinsurgency, la mayor arma del insurgente es una idea. Esa idea se convierte en soldados, apoyo, influencia. La propaganda, las mentiras y las conspiraciones son herramientas comunes del enemigo, cuyo objetivo es generar desconfianza entre la población objetivo y el poder establecido, como sucedió tras la publicación de caricaturas de Mahoma en Dinamarca.

Amenazas disruptivas

El simple hecho de generar caos es, en sí mismo, un objetivo válido para el enemigo asimétrico. A veces ni siquiera necesita actuar: basta con una amenaza creíble. El impacto suele ser más psicológico que físico. Ejemplo: después del 11-S, Estados Unidos perdió miles de millones de dólares por la interrupción del tráfico aéreo. Y ha gastado mucho más en prevenir otro ataque similar que en identificar nuevas vulnerabilidades.

Amenazas desconocidas

Un enemigo asimétrico puede usar prácticamente cualquier medio para lograr sus objetivos. Aunque cosas como el crimen, el narcotráfico o las catástrofes naturales no son amenazas asimétricas en sí, pueden ser aprovechadas como herramientas por estos enemigos. Atacar estas herramientas en lugar de identificar al verdadero enemigo puede generar simpatía hacia su causa por parte de la población.

2. Operaciones asimétricas

Las operaciones asimétricas son acciones ofensivas ejecutadas por el lado más fuerte, aplicando un “giro asimétrico” a las herramientas del poder nacional: diplomacia, información, fuerza militar y economía (modelo DIME).

Diplomacia

Aunque los enemigos asimétricos suelen ser actores no estatales, la diplomacia sigue siendo clave. El Departamento de Estado de EE. UU. debería estar preparado para llegar directamente a poblaciones objetivo, más allá de los gobiernos.

Información

La guerra de la información no se limita a operaciones psicológicas militares. Cada declaración pública de un funcionario tiene impacto global. Las acciones (o la inacción) pesan más que las palabras. Los mensajes son más creíbles cuando provienen de líderes locales. Y un error puede hacer retroceder todo un esfuerzo diplomático. La coordinación, la coherencia y la sensibilidad cultural son fundamentales.

Militar

Las fuerzas especiales estadounidenses históricamente se encargaban de operaciones como la contrainsurgencia, la defensa interna extranjera y el reconocimiento especial. Hoy, todo el ejército se está adaptando a estas misiones. La contrainsurgencia se volvió central, pero aún falta que otras agencias federales comprendan su papel en ella.

Económico

El desarrollo y la reconstrucción son herramientas económicas cruciales. La población objetivo necesita ver beneficios concretos de apoyar al bando con ventaja asimétrica. La coordinación entre los distintos niveles de operación —diplomático, militar, informativo y económico— es esencial.

Explotar la ventaja asimétrica

El bando con superioridad (tecnológica, económica, militar o de inteligencia) debe aprender a usarla eficazmente. No basta con tenerla.

3. Asimetría cultural

Esta es una de las dimensiones más difíciles de comprender, pero también una de las más importantes. La guerra asimétrica gira en torno a la población, por lo que entender su cultura es vital.

Valores

Lo que para Occidente es una atrocidad (como los atentados suicidas), para otros puede verse como un sacrificio legítimo. Aunque no se justifiquen, es fundamental entender qué lleva a alguien a actuar así.

Normas

La concepción occidental distingue claramente entre combatientes y civiles. Pero en otras culturas, esa línea es difusa. Por ejemplo, un terrorista puede considerar a las víctimas del 11-S como culpables por participar del sistema económico que combate.

En muchas culturas, la lealtad vale más que la honestidad. Para un soldado occidental, mentir por proteger a un insurgente puede parecer inmoral; para el poblador local, es una cuestión de honor.

Reglas

El enemigo asimétrico no está atado a las Convenciones de Ginebra. Ataca civiles, usa imágenes impactantes y recurre a tácticas terroristas sin limitaciones éticas o legales. Hay que planificar considerando que ninguna atrocidad está fuera de su alcance.

4. Costo asimétrico

Galula ya lo explicaba en 1964: un insurgente puede volar un puente por poco dinero, pero el Estado debe protegerlos todos. Esta disparidad se refleja también en los costos de proteger aeropuertos, filtrar el correo, garantizar servicios públicos, etc.

Activos en juego

Mientras que un Estado tiene territorio, población e intereses que proteger, un actor no estatal puede no tener nada que perder. Su único activo es su idea.

Costo de defender

Un insurgente puede esperar y elegir cuándo atacar. Para ser efectivo, el contraataque requiere una fuerza diez veces mayor. Eso se traduce en dinero, logística y desgaste político.

Costo de actuar o no actuar

La omisión puede ser tan perjudicial como una acción mal ejecutada. Reaccionar adecuadamente ante un desastre natural —como el tsunami de 2004 o el terremoto de Pakistán en 2005— puede fortalecer el prestigio y la influencia más que cualquier acción militar.

Guerra de información y costos

Mientras el enemigo puede construir su narrativa con rumores o conspiraciones, el bando occidental necesita respaldarse en hechos. Y cualquier falla —como no restablecer la electricidad en un pueblo— puede ser usada por el enemigo como prueba de incapacidad o castigo divino.

Reflexión final

La guerra asimétrica es uno de los mayores desafíos actuales para las fuerzas militares y diplomáticas. Requiere un cambio de mentalidad: de medir el éxito por logros militares a comprender que la población es el verdadero centro de gravedad.

Las cuatro dimensiones —amenaza, operaciones, cultura y costos— están profundamente conectadas. Ignorar una debilita las demás.

Y quizás la lección más importante: la victoria en una guerra asimétrica no se ve como en las guerras tradicionales. No se trata de conquistar, sino de convencer. No se trata de vencer al enemigo, sino de ganar el respaldo de la gente.


lunes, 15 de diciembre de 2025

EA: Maniobras del RIMec 35 en Santa Cruz

   

Adiestramiento operacional en Santa Cruz




El Regimiento de Infantería Mecanizado 35 desarrolló una intensa jornada de adiestramiento operacional en el campo de instrucción General Adalid. 



La actividad incluyó la preparación de personal y medios y el alistamiento de las subunidades de combate, de las secciones independientes y de los elementos de sostenimiento propios de una unidad mecanizada.
La jornada culminó con ejercicios de tiro de combate con todos los sistemas de armas de dotación, lo que permitió consolidar la cohesión, la coordinación y el nivel profesional del personal en un ambiente geográfico exigente.