Drones "hackeables": Nuevo peligro en la guerra cibernética
Investigadores de la Universidad de Texas, en USA han descubierto una forma de cambiar la ruta de navegación de aviones no tripulados, provocar su choque, o simplemente apropiarse de cualquiera de ellos.
En el marco de su experimento, dirigido por el profesor Todd Humphreys, los científicos lograron tomar el control de un drone civil, operado por el Departamento de Seguridad Nacional, enviándole señales falsas por GPS. De esta manera los investigadores demostraron que un arma que se usa contra terroristas podría caer en sus propias manos.
Los expertos advierten: los componentes para crear este mecanismo están disponibles en cualquier tienda de tecnología y cuestan tan solo unos 1.000 dólares, hecho que podría desatar una nueva ola de terrorismo hacia el año 2015.
Este mismo año USA tiene previsto abrir su espacio aéreo para los vuelos de aviones de este tipo, destinados a servicios de emergencias y a compañías de seguridad.
Juan José Gutiérrez, miembro de la Organización Vamos Unidos USA, opina que si los drones son robados, esto sería una buena escusa para que USA impusiera aún más vigilancia en su territorio, obligando así a su población a vivir en permanente supervisión.
El analista advierte que “lo peligroso es que estos drones pudieran caer en manos equivocadas, porque le daría a las autoridades un poder adicional para continuar efectuando drásticas medidas de seguridad y así, una vez más, encaminar a nuestra sociedad a que nos acostumbremos a vivir bajo una permanente e intrusiva vigilancia que nos acerque cada vez más a vivir prácticamente en un estado policiaco”.
El peligroso negocio
Los drones revolucionaron la industria bélica y se hicieron famosos por sus misiones de persecución y destrucción en Afganistán y Pakistán. Sin embargo, en pocos años vigilarán también el territorio estadounidense. “En el 2020, más de 30.000 drones podrán sobrevolar el cielo estadounidense, es una cifra enorme.
Básicamente habrá uno en cada ciudad”, dijo a RT Trevor Timm, de Electronic Frontier Foundation. Desde que el Congreso y el presidente despejaron el camino para que estos dispositivos dominen el espacio aéreo de USA, las empresas de defensa y aeroespaciales empezaron a aumentar su producción con la esperanza hacer buenos negocios con el gobierno.
“De momento el mercado global de drones es de 6.000 millones dólares, pero se espera que se duplique hasta más de 11.000 millones la próxima década”, afirma Andrea Stone, reportero de The Huffington Post. En el 2001, el Departamento de Defensa de USA disponía de 90 drones. En tan solo 11 años esta cantidad creció hasta más de 9.500 aviones no tripulados.
Cuando se acaben las guerras en el extranjero la mayor parte de estas naves aéreas será usada en el país para vigilar y prestar ayuda de emergencia, elevando el nivel de seguridad. “¿Para qué necesitan aviones no tripulados contra sus ciudadanos? Eso es armamento militar. Ustedes son policías no el Ejército.
Hemos perdido esa distinción”, cuestiona el pacifista Maureen Cruise. Las compañías que construyeron los drones gastaron millones de dólares en cabildeo el año pasado. Estos esfuerzos les ayudarán a obtener contratos con el gobierno y los grupos de negocioadores ya tienen una influencia muy fuerte sobre la legislación. “Los productores de estos armamentos saben que necesitan una guerra para que el negocio sea lucrativo, entonces compran el Congreso”, denuncia Cruise.
Con contratos de miles millones de dólares Northrop Grumman es uno de los principales jugadores en el negocio de los aviones no tripulados. El año pasado gastó en su cabildeo más de 4 millones de dólares. El costo total de los contratos firmados por la empresa con sede en San Diego y la Homeland Security desde el 2005 es de 250 millones de dólares.
“El argumento para aprobar el uso de los drones legalmente es que estos aviones son muy baratos y muy eficaces, sin embargo, a pesar de que ponen en riesgo la privacidad de los ciudadanos estadounidenses, la Policía no ha probado que puede utilizarlos de forma segura y eficiente”, dijo Timm. Por el contrario, la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional calificó el programa de vigilancia de drones en la frontera con México como altamente “ineficaz” y recomendó dejar de comprarlos.
Recientemente, en Maryland se estrelló y quemó un drone de la Marina de 176 millones de dólares. “Ahora la Marina tiene solo cinco naves aéreas de este tipo, todas se usan. Cuando sean 500, tendremos más riesgo de caídas”, afirma Jefferson Morley, escritor de Salon.com A pesar de las críticas, los líderes del Congreso colaboran con la industria aeroespacial y de defensa y aprueban reglamentos y autorizan inversiones millonarias para la cada vez más cercana ‘revolución’ de la vigilancia aérea.
Urgente24
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