sábado, 9 de mayo de 2020

Malvinas: La emboscada de la CC 601 contra el SAS

Una bala, un rosario y un milagro: la historia de un tucumano en la Guerra de Malvinas

El teniente Jorge Vizoso Posse fue víctima de una emboscada inglesa junto a su compañero, el sargento Mario Antonio Cisnero que terminó muerto tras el impacto de un cohete en su pecho. “Yo no me rendí ante los ingleses”, asegura el mayor que fue condecorado con la Cruz al Heroico Valor en Combate.

El Tucumano



Vizoso Posse (arriba, a la izquierda) y sus camaradas del CC601. Foto Infobae.-


No todos conocen las historias de guerra que los soldados argentinos pasaron entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, tiempo que duró el conflicto de Malvinas entre Argentina e Inglaterra.

Uno de los grandes protagonistas de esos relatos fue el teniente del Ejército Argentino, Jorge Vizoso Posse -soldado de elite, paracaidista, montañista y buzo- un tucumano que el 24 de mayo, en medio del conflicto bélico, pisó las islas para sumarse a la Compañía de Comandos 602 (CC602), liderada por el mayor Aldo Rico y creada especialmente para repeler, mediante operaciones especiales minuciosamente planificadas, distintos núcleos en la avanzada británica.


El teniente del Ejército Argentino Jorge Vizoso Posse.-

Según relata la periodista Loreley Gaffoglio para Infobae, la compañía, golpeada por numerosas bajas, planificaba el montaje de una emboscada cerca del río Murrell, entre los montes Kent y Dos Hermanas.

Durante dicha tiempo, Vizoso Posse entabló una relación de amistad con el sargento catamarqueño Mario Antonio Cisnero. Apodado El Perro,por la lealtad a su principios y camaradas, era querido y respetado como uno de los cuadros más sobresalientes dentro de la fuerza. Pero también se le encomiaba su conducta moral y solidaria.

Un 10 de junio, bajo el mando de Rico, la patrulla de 18 comandos se dividieron en cuatro grupos estratégicos: apoyo, de asalto, de seguridad y de recibimiento.

En la primera de ella se encontraban Vizoso Posse y Cisnero. Cerca de la 1 de la madrugada, el sargento vio que una patrulla, de unos 8 marines ingleses, había logrado penetrar la zona vigilada por el grupo de apoyo, por lo que abrieron fuego sin dudarlo. La respuesta fue un cohete Law de 66mm que pegó de lleno tórax a Cisnero. La onda expansiva revoleó por el aire a Vizoso Posse y que cayó sobre las rocas a metros de él.

Herido y aturdido, el tucumano logró cerciorarse de que su compañero había muerto. Sin pensarlo se acomodó al lado del cadáver fingiendo estar su muerte ante la inminente llegada de sus agresores extranjeros.

Al llegar al lugar de la explosión, los hombres que servían a la Reina decidieron comprobar que sus enemigos habían muerto rematando los cuerpos. Los disparos en automático de las armas inglesas acribillaron al teniente.

Contrariando la estrategia militar, en vez de continuar a la vanguardia, los enemigos descendieron por el mismo lugar por donde habían venido algo que fue aprovechado por el soldado tucumano que milagrosamente aún respiraba. Aturdido, con alguna dificultad para respirar e incrédulo por estar vivo, Vizoso Posse buscó su fusil y agotó un primer cargador hacia sus verdugos en retirada. Extrajo otro más del chaleco de su compañero caído y también lo vació con furia. Recién en ese instante un hilo de sangre le advirtió que estaba herido.

La contraofensiva permaneció acallada desde aquel sector. Si bien no pudo corroborar con sus ojos la efectividad de sus disparos, por la ausencia de fuego pensó que había acabado, o al menos magullado, a algunos de ellos.

Sin cobertura, aferrado a su Fal, El Yanqui, como le decían sus compañeros, trotó hasta donde estaba su jefe. Le comunicó que su sargento dilecto yacía muerto, que él estaba herido y que debía cambiar de posición.

Tras constatar que sus heridas eran grandes pero no letales, Vizoso Posee volvió al combate, que se extendió unos 30 minutos hasta que cesó la resistencia enemiga. Del pelotón argentino, además del Perro, sucumbió el sargento Ramón Gumersindo Acosta y una esquirla lesionó al gendarme Pablo Daniel Parada, del grupo Alacrán.

La herida y el milagro

Tras caminar seis horas, ya en el hospital de campaña de Puerto Argentino, el médico al desvestirlo halló, enredado entre sus ropas, el rosario que portaba, desprendido de su nuca. Ninguno reparó en ese momento que le faltaba una cuenta.

Al revisarlo, el médico, sin otro instrumental que su mano, le extrajo cerca de la clavícula un proyectil de 2cm de largo. Como la munición era trazante al ingresar por el omóplato derecho fue cauterizando la carne en un recorrido ascendente y oblicuo hasta quedar alojada a la altura del cuello, del lado izquierdo. Fue ahí, cuando al observar el proyectil, el médico habló, literalmente, de un milagro.


La munición había impactado primero en una de las cuentas plásticas del rosario y se mantenía todavía fundida y adosada al acero. Ese obstáculo, a corta distancia, no solo amortiguó el impacto; también ralentizó y desvió el recorrido. El rosario—aseguraron los médicos—le salvó la vida o, al menos, de quedar cuadripléjico.

Vizoso Posse fue evacuado de Malvinas hacia el continente en el último Hércules el 13 de junio, un día antes de la caída de Puerto Argentino. Por eso asegura que él nunca se rindió ante los ingleses.

Guerra en Ucrania: Por qué es mayormente un conflicto civil interno


Por qué el conflicto ucraniano es ante todo una guerra civil.

Por qué el conflicto ucraniano es una guerra civil. El conflicto ucraniano a menudo es simplificado por los medios de comunicación como una guerra de invasión. Es más complejo que esto.
Por Renaud Mayers || The Defensiomen


Por qué el conflicto ucraniano es ante todo una guerra civil. El conflicto ucraniano a menudo se simplifica por los medios occidentales como una simple guerra de invasión, como en Rusia invadiendo Ucrania. Como de costumbre, las cosas son mucho más complicadas en el terreno. A su debido tiempo publicaremos un artículo completo sobre el conflicto ucraniano. Somos dolorosamente conscientes de que el tema es controvertido y polarizador: ¡Cualquier cosa que escribamos sobre el tema desagradará al 50% de Internet! Esto probablemente explica por qué hemos estado trabajando en este artículo durante un par de años, ahora, recopilando la mayor cantidad de datos posible de todas las partes y de un máximo de fuentes, haciendo referencias cruzadas de los resultados a medida que avanzamos. Dicho artículo no estará listo por un tiempo. Sin embargo, mientras tanto queríamos proporcionarle un informe limitado. El artículo terminado se remontará en el tiempo mucho más allá del siglo XXI y será mucho más detallado en cuanto a las causas profundas del conflicto. Tome esta publicación como un resumen, aunque ya está lleno de datos. Este resumen también se centra en Crimea, más que en la imagen completa.

A finales de noviembre de 2013, el mundo, pegado a sus pantallas de televisión, fue testigo de Euromaidan en Kiev. El presidente ucraniano pro-ruso, Viktor Yanukovich, fue víctima de una revolución pro-occidental / golpe de estado anti-ruso (dependiendo de su posición sobre el tema).



EuroMaidan

El golpe / revolución y la posterior creación de un gobierno interino pro-occidental en Kiev, abogando por lazos más profundos con la Unión Europea, enfurecieron a la población de Crimea y el este de Ucrania: en ese momento, la población de la región de Donbass estaba compuesta por alrededor del 39% rusos étnicos El 65% de la población de Crimea también era de etnia rusa. Estamos hablando de personas con nacionalidad ucraniana pero con ascendencia rusa.


Comunidades ucranianas de habla rusa

En total, en 2014, ¡8.3 millones de ucranianos (de una población total de 40 millones de personas) mencionaron el ruso como su lengua materna / primera! Vale la pena hacer la distinción: los ucranianos étnicos que viven en Crimea y en el este de Ucrania también mencionaron el ruso como su primer idioma. La mayor parte de la comunidad ucraniana de Russophone vive en el este de Ucrania (principalmente alrededor de los oblastos de Lugansk y Donetsk), el sur de Ucrania (Odessa) y la península de Crimea. Esa porción de la población generalmente apoyaba al presidente derrocado (Viktor Yanukovich). También tenían lazos profundos con Rusia: compartían en común con Rusia no solo su idioma sino también su religión, cultura y tradiciones. Era común que esas personas también tuvieran familiares o amigos viviendo y trabajando en Rusia. Es importante entender que, en ese sentido, los ucranianos en Crimea y en el Donbass tienen más en común con alguien de Moscú que con alguien de Kiev.


Religión en Ucrania Fuente: Aceptación.

En respuesta a los eventos que se desarrollan en Kiev, algunos miembros del consejo municipal de Sebastopol, en Crimea, pidieron la formación de milicias populares a fines de enero. Es interesante observar que a pesar del llamado a la formación de milicias populares en Sebastopol, la administración de Crimea con sede en Simferopol declaró que apoyaría la integridad territorial de Ucrania. Además, declaró que reconocía al gobierno interino en Kiev y que seguiría implementando las leyes ucranianas. Sin embargo, esa posición parecía estar fuera de sintonía con los sentimientos pro-rusos de la población de Crimea y las realidades sobre el terreno, al menos, inicialmente, en Sebastopol, hogar de muchos militares rusos y hogar de la flota rusa del Mar Negro.

Una encuesta realizada por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) del 8 al 18 de febrero de 2014 evaluó el apoyo a la unión con Rusia en toda Ucrania. El 41,0% de los participantes en Crimea respondió que sí. Los resultados fueron igualmente interesantes en Donetsk Oblast (33.2%) y en Luhansk Oblast (24.1%). Esas cifras muestran la participación de partidarios "rusos" pro-rusos dentro de esas regiones ucranianas. A esto, se debe agregar la participación de partidarios pro-rusos más moderados en el Donbass y en Crimea, para tener la imagen / figura correcta.

Es interesante e importante notar que esos partidarios pro-rusos eran ucranianos, en primer lugar. La población en esas regiones no abogaba inicialmente por la secesión del resto de Ucrania. En cambio, pedían buenos lazos con Rusia y estaban en contra de las políticas proeuropeas y pro OTAN defendidas por el gobierno interino en Kiev. Las mismas políticas que fueron apoyadas por una gran mayoría de la población ucraniana occidental. Esto muestra una fractura realmente profunda dentro de la población ucraniana entre el oeste y el este.

También hubo una profunda desconfianza entre la población en Crimea y en el Donbass y el gobierno interino en Kiev: otra encuesta de opinión realizada del 14 al 26 de marzo de 2014 por el Instituto Republicano Internacional mostró que del 26% al 27% de los encuestados En el sur y el este de Ucrania, las protestas de EuroMaidan fueron un golpe de estado. Además, más tarde, cuando Rusia entró en la refriega, la misma encuesta mostró que el 43% de los rusos étnicos en Ucrania apoyó la decisión de la Federación de Rusia de enviar soldados rusos "para proteger a las minorías de habla rusa en el este de Ucrania" ...

En cualquier caso, Vladimir Putin y el gobierno ruso tardaron un tiempo en ponerse al día con la situación en Sebastopol ... De hecho, un mes entero: el 22 de febrero, el presidente ruso mantuvo una reunión de toda la noche con los jefes de los servicios de seguridad rusos. . Al día siguiente, comenzaron a celebrarse manifestaciones y protestas pro-rusas en Sebastopol, Crimea ... Al día siguiente (24 de febrero) aparecieron los cosacos. Este fue el primer indicio de la participación de Rusia en esas protestas.

El 24 de febrero, bajo la presión de las protestas populares y algunos miembros o su propia administración, Volodymyr Yatsuba, jefe del consejo de la ciudad de Sebastopol renunció. El nuevo consejo interino, sin timón, cedió bajo presión y eligió a Alexei Chaly, ciudadano ruso, como alcalde de la ciudad ... Una decisión que era ilegal según las leyes ucranianas como alcalde de Sebastopol es por ley nombrada por el presidente ucraniano ...

El 25 de febrero, entre más marchas y protestas pro rusas, el jefe de policía de Sebastopol, Alexander Goncharov, declaró que no llevaría a cabo órdenes "criminales" emitidas por Kiev: y así, con esta declaración, la policía acababa de desertar a El lado pro-ruso.

Al día siguiente, el 26 de febrero, las protestas pro ucranianas todavía se llevaban a cabo en Simferopol, sede del Consejo Supremo de Crimea. Las protestas a favor de Kiev fueron realizadas por ciudadanos étnicos ucranianos y ciudadanos tártaros étnicos. Al día siguiente, "Little Green Men" se apoderó del edificio. El parlamento de Crimea estaba ahora en manos rusas. Bajo ocupación, el parlamento de Crimea convocó y reemplazó al primer ministro de Crimea por Sergey Aksyonov, que pertenecía a un partido político pro-ruso. Sergey Aksyonov anunció que su administración no reconoció al nuevo gobierno interino ucraniano y, en cambio, reconoció al depuesto presidente Viktor Yanukovich como el líder legítimo de Ucrania. A través de él, Sergey Aksyonov solicitó asistencia militar de Rusia, en nombre de Crimea. Para entonces, Yanukovich ya había llegado al exilio en Rusia. El parlamento también votó para celebrar un referéndum sobre una mayor autonomía para Crimea. Se celebraría el 25 de mayo. Algunas fuentes informan que algunos parlamentarios (pro-ucranianos) votaron la ley mientras estaban detenidos a punta de pistola ...





Hombrecitos verdes

Al mismo tiempo, pequeños hombres verdes, asistidos por policías antidisturbios de Crimea y tropas rusas de la 31ª Brigada de Asalto Aerotransportada Separada vestidos con uniformes policiales, erigieron puestos de control entre Ucrania y Crimea: la península de Crimea ahora estaba aislada de Ucrania continental.

El 1 de marzo de 2014, las autoridades de Crimea solicitaron oficialmente la protección militar rusa. Al día siguiente, las unidades militares rusas salieron de sus bases en Sebastopol y se desplegaron en toda la península. Fueron apoyados por unidades militares rusas de la parte continental de Rusia, incluida la 18 ° Brigada de fusileros de motor, la 31 ° Brigada de asalto aéreo y la 22 ° Brigada de Spetsnaz.

Las bases del ejército ucraniano, los buques de la armada ucraniana y las bases de las fuerzas aéreas ucranianas fueron rodeadas y sitiadas. Los soldados ucranianos tuvieron la opción de unirse al lado ruso o retirarse a Ucrania. Las tropas rusas encontraron cierta resistencia ligera en algunas de las bases, pero todas finalmente se rindieron. No hubo batallas, ni tiroteos. En algunas raras ocasiones, las fuerzas rusas usaron granadas de aturdimiento.


Soldados rusos rodean militares ucranianos


¿Por qué las unidades ucranianas en Crimea se pliegan tan fácilmente? Un factor importante fue el estado decrépito de las fuerzas armadas de Ucrania: tropas mal equipadas, mal entrenadas y hardware inutilizable. El 21 de febrero de 2014, solo 5.000 tropas ucranianas estaban listas para la batalla en toda Ucrania. Se enfrentaron a 20,000 soldados rusos dentro de Crimea solo, con 38,000 adicionales de pie a lo largo de la frontera ruso-ucraniana.

Muchos de los aviones de la fuerza aérea ucraniana con base en Crimea en ese momento estaban en tan mal estado que sus pilotos no podían llevarlos de regreso a la parte continental de Ucrania. ¡Por lo tanto, se quedaron atrás! En 2014, la Fuerza Aérea de Ucrania incluyó 400 aviones de varios tipos en su inventario. Para 2016, después de descontar los aviones que quedaron en Crimea y el Donbass, restar las pérdidas de combate y descartar los aviones que no pudieron repararse, la Fuerza Aérea de Ucrania se quedó con 222 aviones. Esas cifras representan pérdidas de 178 aviones en 2 años.

El factor más importante de esta derrota fue que muchos militares ucranianos que servían en Crimea eran hablantes de ruso y / o rusos étnicos ... Hombres divididos entre la bandera que servían y sus propias raíces lingüísticas, religiosas y culturales. Como resultado, muchos soldados ucranianos en Crimea se unieron al lado ruso. De hecho, el Jefe Adjunto del Centro de Comando Principal de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Rozmaznin, admitió en ese momento que alrededor del 50% de los oficiales y soldados ucranianos con base en la península de Crimea desertaron al lado ruso.

El ejemplo más destacado de todos ellos es Sergei Yeliseyev. Sergei Yeliseyev nació en la Unión Soviética. Cuando dicha Unión se desintegró, él, un ruso étnico, se encontró en un país recientemente independiente: Ucrania. No estaba solo: ¡el día después de la disolución de la Unión Soviética, 25 millones de rusos se encontraron extranjeros en nuevos países (antiguas repúblicas soviéticas)!

En cualquier caso, Sergei Yeliseyev permaneció en Ucrania y sirvió en su Marina, subiendo de rango. En febrero de 2014, en el momento de la revolución EuroMaidan en Kiev y los disturbios en Crimea, fue primer comandante adjunto de la flota ucraniana y, por lo tanto, fue enviado a Sebastopol. Desgarrado como muchos de sus hombres, entre la bandera ucraniana a la que sirvió y la llamada desde sus raíces, renunció y se unió al lado ruso. Por su lealtad, fue recompensado por Moscú y se convirtió en Jefe Adjunto de la Flota Báltica.

El mismo escenario se repitió a bordo de muchos buques de la Armada ucraniana: las tripulaciones intercambiaron lados o solo ofrecieron resistencia simbólica. En total, 51 barcos de la Armada ucraniana fueron capturados por los rusos según la información compilada por Dmitry Tymchuk, director del Centro de Investigación Militar y Política en Kiev. Hasta el 26 de marzo, solo 10 buques ucranianos seguían en posesión de la armada. Más tarde, Rusia devolvió 21 buques a Ucrania, citando su mal estado de deterioro.

El hecho es, como se dijo anteriormente, la guerra de Ucrania es una guerra civil, enfrentando a los ucranianos contra los ucranianos, dividiendo familias y lealtades. No se puede negar que existe una fuerte participación rusa en esta guerra ... ¡Por el contrario, Rusia está profundamente involucrada, política, económica y militarmente! Pero también lo son otros países, como es costumbre durante cualquier guerra civil ...

Sin embargo, para negar que una gran parte de la población ucraniana en Crimea y en el Donbass se sintieron alienados por los eventos en Kiev en noviembre de 2014, se sintieron alienados por el nuevo gobierno interino pro-UE y se sintieron profundamente apegados a sus raíces rusas, la religión, cultura e idioma, es simplemente negar realidades sobre el terreno. La narrativa de buenos ucranianos y malos rusos es extremadamente simplista: antes de la guerra, había entre 1 y 2 millones de ucranianos étnicos viviendo y trabajando en Rusia. De hecho, antes de 2014, más de 300,000 ucranianos emigrarían a Rusia cada año ... En 2014, en el Donbass, cuando las protestas se convirtieron en disturbios y los disturbios se convirtieron en conflictos armados, 2 millones de ucranianos escaparon de la primera línea y los bombardeos y cruzaron la frontera. , convirtiéndose en refugiados en Rusia y Crimea, escapando de la guerra en el proceso. Si esas personas hubieran percibido a Rusia como el agresor, como se lo describe con tanta frecuencia en los medios de comunicación, habrían estado buscando refugio en el oeste de Ucrania ... Y, sin embargo, sí buscaron refugio en Rusia ...

Esto le da una medida de cuán entrelazados están Ucrania y Rusia y cuán compleja era la situación en el terreno en 2014 y sigue siendo hasta el día de hoy ...

El referéndum de Crimea sobre su estado se adelantó y se celebró el 16 de marzo de 2014. Con una participación del 83%, el 96% de los votos fueron para que Crimea se uniera a la Federación Rusa. La administración de Crimea ya no era reconocida por Kiev. Por lo tanto, ni Ucrania ni la comunidad internacional aceptaron el resultado de este referéndum. ¡Esto cambió cosas muy pequeñas para Moscú, que acogió a Crimea de nuevo en su redil por primera vez desde 1954!


El presidente ruso, Putin, el jefe del gobierno de Crimea, Aksyonov, el parlamentario de Crimea, Konstantinov, y el alcalde de Sebastopol, Chaliy, firman el tratado de reintegración de Crimea en la Federación de Rusia en Moscú.

En cualquier caso, antes del 24 de marzo de 2014, impotente, Kiev estaba negociando la retirada de sus tropas restantes de Crimea con Moscú. Ucrania había perdido su península ...

miércoles, 6 de mayo de 2020

Furtividad: Proyecto ATF (7)

Programa ATF

Parte 1 || Parte 2  || Parte 3 || Parte 4 || Parte 5 || Parte 6 || Parte 7
High Tech Web (original en esloveno)


Los requisitos para el nuevo caza de superioridad aérea, que recibió la designación USAF ATF (Advanced Technology Fighter) y el nombre en clave Senior Sky, se formularon formalmente en noviembre de 1981. máquina MDD F-15 Eagle, que podría enfrentar futuros adversarios modernos desde el cambio de milenio. El avión tenía que ser capaz de alcanzar una velocidad supersónica sin supercrucero, despegue y aterrizaje a corta distancia (STOL) para ser detectable por radar, tener un alcance mayor que el F-15 pero con la misma cantidad de equipo. En septiembre de 1985, la USAF invitó a Boeing, General Dynamics, Grumman, Lockheed, McDonnell Douglas, Northrop y Rockwell International a presentar propuestas de ATF para su consideración. Grumman y Rockwell finalmente se retiraron.

Rockwell diseñó una máquina relativamente grande con la parte delantera, tomada del F-16 y un fuselaje trasero grande con dos motores en la parte inferior y superficies de cola verticales dobles. Sin embargo, el concepto no fue elaborado en detalle.





Antes de decidirse por un diseño relativamente convencional, General Dynamics estudió varios conceptos diferentes para los aviones ATF. Uno de los estudios fue etiquetado como Missiler. Los cohetes se colocarían en pozos tubulares sobre una rejilla con bisagras. Cuando el disparo se deslizaría hacia abajo, el cohete dejaría su posición y luego toda la estructura se retraería dentro del fuselaje. Sin embargo, debido al próximo proyecto F-16XL, este estudio fue rechazado.



Su sugerencia más radical fue el autoplano Sneaky Pete, que fue rechazado por su baja maniobrabilidad a pesar de su beneficios en el área del sigilo. Más tarde, sin embargo, tuvo éxito en la competencia ATA por una nueva máquina para la Armada.





Finalmente, se ofreció un diseño relativamente convencional de un avión medio bimotor con delta completo modificado, terminado por dentado.




McDonnell Douglas propuso una modificación radical del F-15 Eagle, conocido como el F-15XX, para crear una alternativa más barata al próximo avión ATF. Después de rechazar esta propuesta, centró sus actividades en el diseño de la máquina en combate de alta velocidad.




Boeing inicialmente centró sus esfuerzos en una gran máquina de concepto de pato con misiles semi-incrustados.





Su diseño final fue más grande que Lockheed y General Dynamics. Esto se debió a un proceso de diseño en el que los diseñadores primero diseñaron la bomba bomba y dibujaron el resto del avión a su alrededor. El concepto avanzado, basado en estudios de fines de la década de 1970, incluía un ala trapezoidal, superficies de cola verticales y horizontales combinadas, una entrada de aire sub-aleta a dos motores y materiales termoplásticos progresivos. Estos elementos deberían permitir que la máquina alcance una velocidad máxima alta. Los misiles aire-aire se ubicaron en los bombarderos principales, el armamento voluminoso debería ser colocada dentro del casco y dos misiles guiados por infrarrojos deberían tener bombarderos separados frente al fuselaje. En la parte delantera había tres radares, uno principal y dos laterales, que permitían cubrir el espacio en el rango de 120 grados. Se complementaron con dos sistemas de seguimiento por infrarrojos. En el concepto de una cierta relación con el diseño posterior de la máquina X-32 JSF .



Finalmente, el concurso se redujo a dos proyectos ganadores por Lockheed / Boeing / General Dynamics YF-22 y Northrop / McDonnell Douglas YF-23. Aunque eran aproximadamente iguales entre sí en rendimiento, eran claramente un concepto y enfoque diferente para los aviones ATF.




martes, 5 de mayo de 2020

Accidente naval: El incendio y hundimiento del Losharik ruso en aguas noruegas

Los secretos del submarino ruso de alta profundidad incendiado en aguas de Noruega

Pocos quieren hablar de cómo 14 marineros encontraron la muerte en una maravilla de la ingeniería rusa. Menos aún quieren hablar de lo que hacían en aguas noruegas. 



Mika Gröndahl

Clarín.com
The New York Times International Weekly

Por James Glanz y Thomas Nilsen

EN LAS AFUERAS DE LA COSTA DE NORUEGA — Difícilmente pudiera haber un lugar más aterrador para combatir un incendio que en el vientre del Losharik, un misterioso submarino ruso de alta profundidad.

Algo, al parecer, salió tremendamente mal en el compartimento de las baterías mientras el submarino se abría camino a través de aguas rusas, 250 millas náuticas al norte del Círculo Polar Ártico, el 1 de julio último.

Un incendio en cualquier submarino puede ser la peor pesadilla de un navegante, pero un incendio en el Losharik era una amenaza totalmente de otro orden. Este buque es capaz de sumergirse mucho más profundamente que casi cualquier otro submarino, pero las hazañas de ingeniería que lo permiten pueden haber ayudado a sellar el destino de los 14 marineros muertos en el desastre.

La única cosa más misteriosa que lo que salió mal exactamente ese día es qué hacía el submarino a 1.000 pies (305 metros) de profundidad a sólo 60 millas náuticas al este de Noruega antes que nada.


Estos oficiales rusos murieron a bordo del Losharik el año pasado. (Ministerio de Defensa ruso)

El extraordinario incidente puede proporcionar una pista más sobre las ambiciones militares de Rusia en las profundidades del mar y cómo se integran esas ambiciones a un plan para aprovechar el poder naval en el Ártico para lograr sus objetivos estratégicos en todo el mundo, incluida la capacidad de bloquear a voluntad canales de comunicación internacionales vitales.

Moscú no se ha sincerado con el desastre del Losharik e insiste en que el submarino sólo era un buque de investigación. Las fuerzas armadas noruegas, cuyos puestos de observación, marina y aviones de vigilancia rastrean la Flota Norte de Rusia para la OTAN, se niegan a informar lo que pueden haber visto. Los únicos testigos civiles del rescate que siguió al incendio pueden haber sido los diversos integrantes de una pandilla de rusos que pescaban ilegalmente en la zona.

Pero claramente se trató de una misión de máxima sensibilidad y la lista de muertos incluyó a algunos de los oficiales más condecorados y experimentados del cuerpo de submarinos rusos.

Para entender por qué estos hombres pueden haberse encontrado en un submarino capaz de sumergirse quizás hasta 20.000 pies —más de 10 veces más profundo de lo que se cree que operan los submarinos tripulados de EE.UU.— es necesario considerar todo lo que atraviesa el suelo del Atlántico Norte: kilómetros interminables de cables de fibra óptica que llevan una gran fracción del tráfico de Internet del mundo, incluidos billones de dólares en transacciones financieras. También hay cables que conectan dispositivos de escucha de sonar que pueblan el fondo del océano.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y sus comandantes han subrayado cada vez más la importancia de controlar el flujo de información para mantener ventaja en un conflicto, dijo Katarzyna Zysk, directora del Centro de Política de Seguridad del Instituto Noruego de Estudios de Defensa de Oslo.

Más allá de en qué lugar del mundo se esté generando un conflicto, cortar esos cables submarinos, señaló la profesora Zysk, puede obligar a un adversario a pensarlo dos veces antes de arriesgarse a una escalada de la disputa.


Un fiordo cerca de Kirkenes, un pequeño pueblo noruego cerca de la frontera rusa. (Mathias Svold para The New York Times)

"Según entienden los rusos, el nivel de daños inaceptables es mucho más bajo en Europa y en Occidente que durante la Guerra Fría", dijo la funcionaria. "Por lo tanto, es posible que no haya que hacer demasiado".

No cualquier submarino puede lograr algo así, al menos no en casi toda la extensión del fondo del mar.

Pero el Losharik no es cualquier submarino. Se cree que su casco interno está formado por una serie de esferas de titanio que contienen la sala de control, las literas, el reactor nuclear y otros equipos. Su nombre aparentemente fue tomado de un antiguo personaje de dibujos animados ruso, un caballo construido a partir de pequeñas esferas.

Las estrechas esferas están unidas entre sí por pasadizos aún más pequeños.

Un procedimiento común cuando hay un incendio en un submarino es cerrar las escotillas para reducir la propagación. Si eso se hizo en el Losharik, los miembros de la tripulación pueden haberse encontrado atrapados en cámaras pequeñas y oscuras llenas de humo.

Y si estaban en la cámara que contiene el compartimento de las baterías donde parece haber comenzado el problema, pueden haber tenido que luchar contra las llamas en espacios de poco más de medio metro, explica Peter Lobner, ex oficial eléctrico de un submarino de EE.UU.

"Es el lugar más espantoso en el que se pueda estar en un submarino", agrega.

Una historia muy rusa

Los pescadores rusos habían salido en un bote chico y se desplazaban hacia el este, probablemente en aguas restringidas, cuando un submarino irrumpió frente a ellos en el mar, según declaró más tarde uno de los tripulantes a un periódico local de Murmansk, el Severpost.

"Nos dirigíamos hacia Kildin", una isla cercana, le dijo el pescador a un reportero del Severpost en una conversación telefónica, "y entonces, alrededor de las nueve y media de la noche, sale a la superficie un submarino. Aparece de repente, completamente. Nunca vi nada parecido en mi vida. La gente corría por la cubierta armando un alboroto".

El submarino que vieron no era el Losharik sino una embarcación mucho más grande: su nave nodriza. El Losharik está diseñado para sujetarse a la parte inferior de esta nave, por lo que puede ser transportado para su mantenimiento, transporte a largas distancias o —como puede haber ocurrido el 1 de julio frente a Noruega— para su rescate.

Se desconoce por qué Rusia no aseguró la zona, pero si el relato del pescador es preciso, parece que él y su grupo fueron los únicos testigos externos de la operación secreta de rescate. Estaban pescando en un área restringida, pero decidieron hablar de lo que vieron de todos modos.

"Es una historia muy rusa", comentó Jeffrey Mankoff, investigador principal del Programa Rusia y Eurasia del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.

El submarino se alejó rápidamente, pero no hubo una alerta inmediata de Rusia a la Autoridad Noruega de Seguridad Nuclear y de Radiación sobre un posible incidente nuclear en el Mar de Barents, indicó Astrid Liland, directora allí de la sección de prevención nuclear.

La agencia oficial de noticias rusa TASS informó del accidente al día siguiente sin mencionar que el submarino era de propulsión nuclear. La noticia del Severpost apareció a la mañana siguiente.

Rusia y Noruega, según Liland, tienen un acuerdo para notificarse mutuamente en caso de incidentes que involucren instalaciones nucleares. "Desafortunadamente", dijo, "Rusia interpreta que ese acuerdo no incluye dependencias militares como los submarinos".

Enrevesada como lo es en muchos sentidos, la historia del Losharik y el creciente poder de la Flota Norte de Rusia comienza con al menos una explicación muy simple, dijo Katarzyna Zysk, la analista noruega.

"Hay un lugar especial en el corazón de Putin para la marina", sostuvo. "Es uno de los símbolos clave de una gran potencia".

La Flota Norte está en la cima del presupuesto militar de Putin, que incluye ítems de primera categoría como los más avanzados buques de superficie y misiles crucero. En 2014, la Flota Norte puso bajo su mando a las brigadas del Ártico, soldados equipados con lo más evolucionado en equipamiento para guerra en clima frío. También se están incorporando nuevas generaciones de submarinos de ataque y misiles balísticos.

Con todo ese poder naval, la manera más rápida de que Rusia sorprenda a Estados Unidos sería salir a todo vapor del Ártico hacia el Atlántico Norte, afirmó Heather A. Conley, vicepresidenta senior para Europa, Eurasia y el Ártico del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

"Realmente se está convirtiendo en un área mucho más dinámica", expresó Conley. "Parece como si estuviéramos actualizando el filme La Caza del Octubre Rojo.” También hay un ojo puesto en el beneficio económico, dijo Conley: Rusia no ha hecho ningún secreto de su deseo de controlar una ruta de navegación del norte a través del Ártico a medida que el hielo retrocede debido al cambio climático y para ampliar su producción de petróleo y gas.

En los últimos cinco años se han abierto o reconstruido 14 aeródromos a lo largo de la Ruta Marítima Septentrional. Se han abierto tres bases totalmente autónomas en archipiélagos del Ártico. Se han gastado miles de millones de dólares en campos para producción de gas en la Península de Yamal, donde los volúmenes totales se estiman en casi 17 billones de metros cúbicos. El gas natural de Yamal alimentará finalmente el gasoducto que se está construyendo actualmente a través del Mar Báltico para abastecer a Europa Occidental.

Aun así, con la extrema dificultad de obtener el petróleo y el gas al norte de Yamal, más las incógnitas del turismo y el transporte marítimo extranjero, el aspecto económico podría no cerrar hasta dentro de medio siglo, si es que entonces se da, sostuvo Andreas Østhagen, investigador principal del Instituto Fridtjof Nansen cercano a Oslo, y autor del libro Coast Guards and Ocean Politics in the Arctic (Guardias Costeros y Política Oceánica en el Ártico)

Más allá de la necesidad de Rusia de preservar la disuasión nuclear en sí, la clave para entender su gran interés en el Ártico, de acuerdo con la profesora Zysk, es considerar lo que Moscú no quiere hacer: involucrarse directamente en cualquier conflicto prolongado con la OTAN. Rusia sabe que no tiene los recursos para ganar ese tipo de conflicto, dijo Zysk.

Por esa razón, sin importar dónde empiece un conflicto, afirmó, "Rusia haría cualquier cosa para mantener la iniciativa estratégica". Y añadió: "Aquí interviene la superioridad de la información".

Los generales rusos, por ejemplo, hablan abiertamente de sembrar caos en el sistema financiero del gobierno de un adversario, aseguró Zysk, y la alteración de los cables del fondo marino "ciertamente encajaría en el objetivo".

Un informe de 2017 del instituto de investigación y educación del Reino Unido Policy Exchange determinó que los cables de fondos submarinos transportan el 97% de los datos de las comunicaciones a nivel mundial, incluidos unos 10 billones de dólares en transacciones financieras al día. Los cables están en gran parte desprotegidos y son fáciles de encontrar. Hace apenas unos pocos años, oficiales militares y de inteligencia de Estados Unidos informaron que submarinos rusos habían estado operando con frecuencia cerca de ellos.

Debido a que Internet puede redirigir los datos cuando los cables se dañan, los analistas occidentales suelen descartar los peligros de sabotaje. Pero considerando el papel vital de los datos en instituciones occidentales de todo tipo, afirma Zysk, el simple hecho de ejercer presión deteriorando la red podría ser suficiente.

"Cuando la gente pierde Facebook y Twitter... ¡Ay, Dios mío!", comentó, no del todo en broma.

Mathieu Boulègue, investigador del programa Rusia y Eurasia de la ONG Chatham House del Reino Unido, señaló que una unidad especializada como el Losharik podría ayudar a probar la capacidad de respuesta de Occidente si se cortan los cables.

"Esto es parte de la capacidad de Rusia recién descubierta de meterse con nosotros", dijo Boulègue.

Un huevo irrompible

En cuanto al accidente en sí mismo, pocos se sorprendieron de que una joya de la flota submarina rusa pudiera incendiarse no muy lejos de su base de operaciones, probablemente en aguas de no más de 1.000 pies de profundidad ( 300 metros), y que la mayoría de su tripulación muriera. Los rusos, según algunos expertos, parecen tener una mayor tolerancia al riesgo que Occidente.

El Losharik fue diseñado en los años 80, pero, retrasado por la caída de la Unión Soviética, no se lanzó hasta 2003, según una edición revisada próxima a publicarse del volumen Cold War Submarines (Submarinos de la guerra fría) de los historiadores Norman Polmar y K.J. Moore.

En 2012 el Losharik fue parte de una operación científica para perforar 2 3,2 kilómetros de la corteza del Ártico y obtener muestras de roca. La mejor imagen pública del submarino llegó unos años después, en 2015, cuando salió a la superficie durante una sesión fotográfica de un todoterreno Mercedes de la versión rusa del programa Top Gear.

Como la cáscara de un huevo, las esferas de titanio de la nave resisten una presión terrible mucho más fácilmente que un casco alargado tradicional, señala Norman Polmar. "Puede ir lentamente hasta el fondo y no se rompe", dice.

Agrega que no ha habido "nada en la flota estadounidense que iguale" las profundidades a las que el Losharik puede llevar a su tripulación. Varios informes, sostiene, sitúan la profundidad máxima de la misteriosa nave en algún lugar entre los 2400 y los 6000 metros.

Peter Lobner, el ex oficial de submarinos de EE.UU., dijo que "no tenemos nada excepto vehículos no tripulados" operando a tales profundidades.

Sin embargo, mientras algunos ven una maravilla de la ingeniería, otros ven pruebas de que Rusia puede ser incapaz de construir el tipo de sofisticados drones submarinos autónomos en los que Estados Unidos parece confiar.

"Prefieren adaptar los sistemas existentes, modernizarlos y tratar de salir adelante", comenta Boulègue. "Por lo tanto, no es de extrañar que estas cosas sigan explotando", comenta. Cree que los accidentes han sido mucho más comunes de lo que se conoce públicamente.

John Pike, director del think tank GlobalSecurity.org, opina que el incendio del Losharik sugiere que el ejército ruso sigue lidiando con algunos problemas de larga data: contratistas corruptos y problemas con el control de calidad en la fabricación, las cadenas de suministro de repuestos y el mantenimiento.

"Supongo que todos los demás submarinos de la flota rusa tienen problemas similares", dice Pike. "Creo que todo se mantiene unido con un montón de alambre y saliva".

Citando fuentes cercanas a una investigación sobre el incidente del Losharik, un periódico financiero ruso, Kommersant, publicó que cuando se detectó humo por primera vez en el submarino, no pareció ser catastrófico. El Losharik pudo haber estado atracado en su nave nodriza en ese momento, según el diario.

Después de una evacuación parcial, 10 miembros de la tripulación se quedaron para combatir el fuego junto con cuatro refuerzos de la nave nodriza; la situación se volvió más y más grave cuando se agotó el oxígeno de dos sistemas de respiración de emergencia a bordo, señaló Kommersant. La tripulación comenzó a sucumbir a la inhalación de humo y puede haber habido una explosión en el compartimiento de las baterías, según dijo el periódico.

Lobner comenta que incluso en un submarino nuclear ordinario, en el compartimento de la batería los espacios son tan estrechos que una inspección de rutina a menudo requiere pasar en posición muy inclinada sobre el tórax o la espalda. Los cuartos de la tripulación han de ser pequeños y podrían llenarse rápidamente de humo, explicó el antiguo submarinista.

"No sería como entrar en una casa en llamas", concluyó.

Ojos abiertos. Bocas cerradas.

Los rusos no son los únicos que no quieren hablar del Losharik.
El Almirante James G. Foggo III, comandante de la 6ª Flota de EE.UU., cuya zona de operaciones incluye Europa, declinó ser entrevistado para este artículo. Otro tanto hizo Haakon Bruun-Hanssen, jefe de defensa de las Fuerzas Armadas Noruegas.

Hasta el cabo Sander Badar, joven recluta del ejército noruego, guardó cuidadosamente sus palabras mientras entrenaba con un par de enormes prismáticos apuntados a las aguas de la costa norte de Rusia desde su puesto de observación en una colina a más de 300 metros sobre el Mar de Barents. Fue en esa dirección, al otro lado de un sector de costa llamado Península del Pescador, que ardió el Losharik.

"No es ningún secreto que estamos vigilando la frontera de ellos y viendo lo que pasa allí", dijo Badar una tarde de octubre cuando la luz del Ártico ya se estaba desvaneciendo.

Con puestos de avanzada como el de Badar, así como con aviones de reconocimiento y barcos de la marina, el ejército noruego sirve como ojos y oídos de la OTAN en la frontera con Rusia. Pero cuando se le preguntó por los submarinos rusos, Badar se negó a revelar lo que podría haber visto.

Cuando la agencia de noticias rusa TASS informó por primera vez sobre el incendio de Losharik, dijo que 14 marineros murieron a bordo en un "puesto de alta mar", sin mencionar el reactor nuclear. Al día siguiente, un portavoz de Putin declaró que la información sobre el accidente "pertenece a la categoría de datos de alto secreto".

En los días que siguieron, Putin confirió póstumamente el más alto honor de la nación, Héroe de la Federación Rusa, a cuatro de los miembros de la tripulación y premios menores a los otros 10. Durante el funeral en San Petersburgo, un oficial de la marina dijo que la tripulación había "evitado una catástrofe planetaria".

Rusia afirma que planea recuperar totalmente el submarino y ponerlo de nuevo en servicio. No todos parecen preocupados por eso.

Un almirante retirado de EE.UU., John B. Padgett III, antiguo comandante de la fuerza de submarinos del Pacífico, afirmó que no le preocupaba que Estados Unidos perdiera terreno frente a submarinos como el Losharik.

"Llegamos tan profundo como lo necesitamos, tan rápido como necesitamos ir", sostuvo.

Pero el coronel Eystein Kvarving, jefe de asuntos públicos del Cuartel General Conjunto de Noruega, dejó claro que hay mucho en juego.

El ejército noruego, señaló, tiene una línea de Skype directa con el comandante de la Flota Norte de Rusia y una vez por semana la prueba. En los meses transcurridos desde el incendio, agregó Kvarving, los rusos han realizado sus mayores ejercicios navales desde la Guerra Fría.

¿Cómo podría encajar en eso el Losharik?

"Vas a lo más profundo; vas en silencio", dijo el coronel. "Indetectable" es la palabra clave. Si pueden pasar desapercibidos donde les plazca, es una gran preocupación.

♦ Traducciôn: Román García Azcárate