Guerra aérea sobre Nigeria (3)
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Los biafreños rápidamente comprendieron la importancia del poder aéreo y empezaron a organizar una heterogénea fuerza aérea, así como también a usar aviones de transporte para traer cargamentos de armas al país. Los vuelos regulares del DC-7 de Air TransAfrica desde Sudáfrica ya se iniciaron en el verano de 1966; otros aviones operaron desde Portugal, vía la Guinea portuguesa (hoy Guinea-Bissau) y Camerún. En octubre de 1966, por ejemplo, un DC-4M Argonaut, de Royal Air Burundi, pilotado por un mercenario, Henry Wharton/Heinrich Wartski, aterrizó de emergencia en Garoua, en Camerún, mientras llevaba una carga militar desde Rotterdam. El mismo piloto supuestamente también voló el Super Constellation (5T-TAF) de Transportes Aereos Portugueses (TAP), detenido con una carga de armas en Malta, en septiembre de 1967. Más aviones se involucraría posteriormente, incluyendo veteranos Constellations (algunos llevando falsas matrículas nigerianas como 5N83H, 5N84H, y 5N86H), DC-4, DC-6 y un DC-7 de AirTrans-Africa (VP-WBO/ZP-WBO), volado por Ernest Koenig, el rhodesiano Jack Malloch y el mercenario británico Alistair Wickes.
El 23 de abril de 1967, un Fokker F.27 (5N-AAV) de Nigerian Airways fue secuestrado mientras volaba de Benin a Lagos, y obligado a aterrizar en Enugu. El avión fue después equipado como bombardero improvisado. Un segundo transporte, un DC-3 (9G-AAD) de Ghana Airways, se agregó el 15 de junio, después de que fuera obligado a aterrizar en Port Harcourt. A principios de julio, también un Douglas B-26R Invader ex-francés (41-39531) estaba operacional en Enugu, después de que fuera llevado a Biafra por Jean Zumbach (también conocido como Johnny Brown oKamikase Braun). Un segundo B-26 (41-34531) lo va a seguir en agosto. En julio también un Riley Dove -con matrícula estadounidense (N477PM)- fue conducido a Port Harcourt desde Suiza, por André Juillard/Girard/Gerard, llevando una carga de 2.000 rifles de fabricación húngara. El avión se usó en misiones de reconocimiento, pero ya el 13 de julio de 1967 se vio obligado a aterrizar en el interior de Argelia y luego fue incorporado al servicio de la fuerza aérea local.
El ejército federal empezó a movilizarse sólo el 6 de julio, comenzando la guerra varios días después asegurando Ogoja, Nsukka y la terminal petrolera de Bonny. Pero, ya el 10 julio la Fuerza Aérea de Biafra (Biafran Air Force - BAF) empezó a atacar, enviando a su avión a bombardear el campo de aviación de Makurdi dónde varios DC-3 civiles –usados para el transporte de tropas federales- fueron dañados. En los días siguientes, el único B-26R fue empleado para atacar Lagos y Kano, causando en ambos lugares sólo escasos daños: debido a que la NAF todavía no estaba operacional, también había muy poco que bombardear en cualquier lugar. El 26 de julio, el B-26 y el DC-3 secuestrado fueron usados para atacar el destructor Nigeria, que estaba bloqueando Port Harcourt. En cuanto el segundo B-26 llegó a Biafra, el 12 de agosto de 1967, ambos Invaders se usaron para atacar y hundir un ferry en el río Níger.
Con los biafreños completamente incontestables en el aire, las fuerzas federales se desesperaron para obtener aviones de combate, y después de entablar negociaciones con los soviéticos y Gran Bretaña, el 13 agosto la URSS empezó a transportar los primeros MiG-17 desde Egipto a Kano, enviando simultáneamente un gran cargamento a bordo de un mercante polaco. Sudán también prestó dos Jet Provosts de reacción, pero éstos quedaron pronto inoperantes. La BAF reaccionó con una serie de ataques contra Kano, el 19 y 20 agosto, dañando varios MIG en tierra. Carentes de bombas convencionales, los biafreños las improvisaron, utilizando, por ejemplo, tambores de combustible a los que adosaban una simple mecha. No obstante, los MIG se volvieron operacionales y volaron sus primeras misiones de combate el 30 del mismo mes, atacando los campos de aviación de Onitsha. La NAF logró su primer éxito el 10 de septiembre, cuando los MIG destruyeron uno de los B-26 en tierra, en Enugu.
La llegada de los MiG no sólo cambió la situación en el aire, sino pronto también se hizo sentir en tierra. En una vasta ofensiva, el 22 de septiembre los biafreños fueron arrojados de Benin City, y en los días siguientes perdieron más territorio: Enugu cayó el 4 de octubre y Ojukwu se vio obligado a trasladar su capital a Umuahia. El 7 de octubre, el F.27 de la BAF estalló sobre Lagos: las fuerzas federales afirmaron haberlo derribado, pero es muy probable que una de las bombas improvisadas que llevaba el avión estallara accidentalmente.
Durante el invierno siguiente, el mal tiempo y la falta de repuestos en ambos bandos hicieron que las operaciones aéreas se suspendieran casi por completo, pero en mayo de 1968 ambos contendientes regresaron al aire, cuando las tropas federales iniciaron una nueva ofensiva. El 18 de mayo cayó Port Harcourt; la BAF pierde su DC-3, así como el segundo B-26. Por ese tiempo, los biafreños y sus agentes intentaron también adquirir aviones de reacción, comprando dos Fouga Magisters en Austria. Pero, mientras los fuselajes de los 4D-YF y 4D-YL llegaron intactos, sus alas fueron saboteadas mientras estaban en Bissau, dejándolos inutilizados.
La ofensiva federal continuó, y el 18 de junio de 1968 cayó Awgu, dejando a Biafra con sólo una pista de aterrizaje, un tramo de un camino consolidado cerca de Uli-Ihailia, denominada “Annabelle”. La Cruz Roja construyó otra pista de aterrizaje cerca de Afikpo. Esta pista no sólo sería usada por los C-97G de la Cruz Roja Internacional, sino también por los DC-4 y C-130 empleados por la Cruz Roja francesa y sueca respectivamente, y los aviones alquilados por JointChurchAid y el Consejo Mundial de Iglesias a Balair (dos DC-6A), así como muchos otros aparatos, incluidos los de organizaciones de socorro más pequeñas, principalmente Avro Anson ex-RAF, para transportar comida y suministros médicos (en noviembre de 1968, 20 toneladas de alimentos y suministros en promedio eran llevadas por avión a Biafra todas las noches). El gobierno de Alemania Occidental incluso cedió el tercer prototipo del Transall C.160 a Balair: este avión voló 198 misiones desde Cotonou, en Dahomey, en 1969. Pero, la NAF entretanto estaba operando no sólo con MiG-17: seis bombarderos Il-28, pilotados por egipcios y checos, fueron entregados desde Egipto y estacionados en Calabar y Port Harcourt. Estos aviones se usaron para una campaña de bombardeo indiscriminada que no sólo dañó fuertemente ambas pistas de Biafra, sino también muchos otros objetivos e instalaciones, y mató a más de 2.000 civiles. Con la NAF en posesión de una superioridad aérea completa, los vuelos a Biafra se volvieron sumamente arriesgados de día, y todos tuvieron que ser realizados de noche.
Pero, los biafreños, no obstante, pudieron reforzarse e incluso reclutar bastantes mercenarios para organizar la 4ª Brigada de Comandos, que iba a convertirse en la unidad principal en la siguiente ofensiva sobre Onitsha, así como para sitiar a la 3ª División de Comandos nigeriana en Oweri. La NAF intentó abastecer a la guarnición sitiada y a la 3ª División desde el aire, pero finalmente ambas localidades fueron capturadas por los biafreños. Esto fue causado, en parte, por el líder de la junta nigeriana, Gen. Gowon que –bajo inmensa presión debido a la imagen muy negativa de Nigeria en la opinión pública internacional, influenciada por una campaña propagandística muy exitosa sobre el sufrimiento de población de Biafra, promovida por Ojukwu- ordenó a la NAF que encontrara la manera de permitir a los aviones de auxilio continuar sus operaciones en Biafra, mientras intentaba evitar que se filtraran los suministros de armas. A la larga, no se encontró nunca una solución apropiada: el flujo de armas a Biafra continuó hasta el amargo final. Esto, a su vez, hizo posible el último drama de esta guerra.
A fines de 1968 y principios de 1969, el Consejo Mundial de Iglesias enviaba suministros a Biafra a bordo de varios DC-7B de Transair, uno de los cuales era pilotado por el conde sueco Carl Gustav von Rosen. Von Rosen había llevado una vida aventurera, volando para la Fuerza Aérea Finlandesa durante la guerra contra la URSS, en 1939, y en Etiopía en el momento de la invasión italiana. Muy preocupado por la suerte de los biafreños, él volvió a Suecia para intentar formar una nueva BiAF, comprando cinco entrenadores armados MFI-9F Minicon y contratando a varios mercenarios. Los Minicon se enviaron a Francia, donde fueron armados con cohetes no guiados, y luego a Libreville (Gabón), para ser ensamblados y camuflados. Los nuevos “fighters” biafreños se volvieron operacionales en Orlu, el 22 de mayo de 1969. Ese mismo día uno de ellos fue usado para atacar el campo de aviación de Port Harcourt, dónde dos MiG-17 y dos Il-28 fueron reclamados como destruidos o dañados. El día 24, los Minicon también atacaron el campo de aviación de Benin City, afirmando haber dañado un MiG y un Il-28. El 28 de mayo Enugu fue atacada, y en la noche siguiente las instalaciones petrolíferas de Port Harcourt corrieron la misma suerte. Von Rosen regresó entonces a Suecia para adquirir más Minicon, supuestamente para el Aeroclub de Abidján, pero éstos no iban a llegar antes de octubre. Entretanto, Ernest Koenig compró dos C-47 ex alemanes occidentales, y en noviembre de 1969 también cuatro T-6 Texan fueron adquiridos. El 9 de noviembre, los Texan atacaron el campo de aviación de Port Harcourt y reclamaron la destrucción de un DC-4 de Pan African Airways. A su vez, la NAF organizó patrullas aéreas de combate que empezaron a volar sobre el área, y uno de los mercenarios británicos que pilotaba los MiG-17 reclamó el derribo de un T-6. Ese mismo mes también un DC-6 de la Fred Olsen Line se estrelló en Uli, mientras intentaba realizar un aterrizaje nocturno.
A pesar de los golpes infligidos por los Minicon, las fuerzas federales nigerianas estaban asediando con éxito a Biafra, intentando someter por hambre al país. Los MIG de la NAF volaban incluso de noche, intentando directamente detener los vuelos de suministro. En junio de 1969, un DC-7 de la Cruz Roja se estrelló después de cruzar la costa cerca de Eket, luego de ser atacado por un MiG-17, conducido por un piloto británico contratado. Los biafreños inmediatamente intentaron conseguir cazas nocturnos, adquiriendo dos Meteor NF.14, usados como remolques de blanco por la Enterprise Films, vía Templewood Aviation. Ambos cazas alcanzaron Africa, pero el primero acabó su viaje en Bissau, de dónde no se le permitió continuar; el otro se reportó desaparecido el 10 de noviembre de 1969, frente a las Islas de Cavo Verde, aunque el piloto holandés fue rescatado.
El 22 de diciembre de 1969, las tropas federales, apoyadas por los MiG-17 e Il-28 sobrevivientes, lanzaron la ofensiva final, cortando en dos el territorio bajo el mando de Ojukwu. Por entonces, la BAF había quedado reducida a tres Minicoin, un T-6 y un Alouette II. Durante un bombardeo de la NAF a Uga, una bomba destruyó dos Minicoin. El día 4 de enero fue abatido Ibi Allwell Brown en el último Minicoin. Entretanto el Alouette II quedó inoperativo. En la primera semana de 1970 la BAF se reducía a un único T-6G operativo.
El 13 enero de 1970, las restantes fuerzas de Biafra capitularon y Ojukwu escapó de Uli a Abidján, a bordo del Super Constelation 5N-86H.
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