viernes, 8 de diciembre de 2017

Estonia: Doctrina de defensa (frente a Rusia)


Política de defensa de Estonia: Independencia y cooperación internacional


Andrus Öövel || NATO Review
Ministro de Defensa de Estonia

Andrus Öövel en la sede de la OTAN el 14 de junio para
asistir a una reunión de los Ministros de Defensa de la OTAN
con socios de cooperación.



Estonia se ha embarcado en un camino hacia la asociación con las estructuras de seguridad europeas y atlánticas. Con este fin, sigue el principio de que la cooperación y la asistencia internacionales solo pueden apoyarse si Estonia manifiesta claramente su intención de defenderse y si posee las fuerzas necesarias para la autodefensa. Acepta que la cooperación en materia de defensa debe basarse en el principio de la participación igualitaria y la responsabilidad compartida, por lo que cada Estado perteneciente a una alianza militar debe contribuir con la parte que le corresponde para la creación de una defensa unida.


La doctrina de defensa nacional de Estonia se basa en dos principios complementarios e interdependientes: una capacidad de defensa nacional independiente y la cooperación militar internacional. De esta manera, la seguridad de Estonia está directamente relacionada con la seguridad europea.

El objetivo último de la cooperación de defensa internacional para Estonia es garantizar la defensa nacional del país mediante garantías de seguridad. Por un lado, un sistema de defensa nacional es una característica necesaria de la independencia y soberanía de una nación: su existencia como estado. Por otro lado, un estado pequeño del tamaño de Estonia, debido a sus recursos limitados, no puede construir un sistema de defensa capaz de excluir por completo cualquier amenaza de agresión. Por lo tanto, surge la necesidad de garantías de defensa directa o, como mínimo, cooperación internacional activa en defensa.

Al buscar garantías de seguridad, Estonia se concentra en la Organización del Tratado del Atlántico Norte. La OTAN, en la actualidad, es la única organización de defensa colectiva occidental con los medios para garantizar la seguridad y la defensa colectiva, basada en principios democráticos.


Prioridades en el campo de la defensa

La política de defensa de Estonia en la actualidad prevé la necesidad de una cooperación de defensa internacional en cuatro áreas:

  • Relaciones multilaterales, a través de organizaciones internacionales de seguridad y defensa;
  • Relaciones bilaterales, es decir, cooperación de defensa con países individuales;
  • La cooperación báltica, entre los Estados ribereños del Mar Báltico;
  • Participación internacional en operaciones de paz.

Nuestra primera prioridad en la creación y el fortalecimiento de nuestras estructuras de defensa es acercarnos a la OTAN. Los contactos entre Estonia y la OTAN han evolucionado desde 1992, cuando Estonia se unió al Consejo de Cooperación del Atlántico Norte (NACC). Nuestras relaciones con la OTAN se intensificaron cuando nos unimos al programa de la Asociación para la Paz (PfP) en febrero de 1994, como el cuarto país en hacerlo. PfP se ha convertido en el marco principal de nuestras relaciones con la Alianza

El pleno potencial de la defensa nacional de Estonia solo puede cumplirse mediante la cooperación internacional. La participación en el programa PfP no es un objetivo en sí mismo, pero lo vemos como parte de un proceso que conduce a una eventual membresía de la OTAN. A través de la participación en PfP, nuestras fuerzas armadas están adquiriendo la capacidad de cooperar con las fuerzas de la OTAN, lo que demostrará nuestra capacidad para asumir responsabilidades en materia de defensa.



El documento de presentación de la Asociación para la Paz de Estonia, que indica nuestras propuestas y aspiraciones para una mayor cooperación, se pasó a la OTAN en junio de 1994. Luego se elaboró ​​nuestro Programa de Asociación Individual (IPP), que enumera áreas concretas de cooperación. Las áreas de cooperación más importantes para nosotros incluyen la organización del control del tráfico aéreo y del espacio aéreo, la participación en estudios especiales con seminarios y cursos asociados, capacitación en idiomas, cooperación en mantenimiento de la paz y actividades relacionadas, familiarización con los estándares y equipos de la OTAN, el desarrollo de estructuras civiles y afianzar los principios del control civil de los militares.

Estonia no tiene la intención de ser simplemente un consumidor de seguridad; también tiene la intención de participar en la creación de seguridad. Con este fin, nuestra participación activa en operaciones de mantenimiento de la paz y apoyo a la paz es esencial. Las unidades estonias de mantenimiento de la paz participaron junto con las fuerzas de paz danesas en la misión de la ONU en Croacia. Nuestros militares han tenido la oportunidad de ayudar a asegurar la paz en la operación IFOR dirigida por la OTAN en Bosnia y Herzegovina, como parte de la Brigada Nórdico-Polaca. Además, el establecimiento del batallón báltico de mantenimiento de la paz «BALTBAT» representa una empresa importante en el mantenimiento de la paz y la cooperación báltica en defensa.

En defensa de un pequeño estado

Al desarrollar un sistema de defensa independiente, debemos tener en cuenta el hecho de que, como estado pequeño, cualquier posible fuerza enemiga sería muy superior y, por lo tanto, no podemos excluir un escenario de defensa que implique la ocupación parcial de nuestro territorio. Debido a que el tamaño de nuestras fuerzas armadas no nos permite crear un frente continuo para detener a una fuerza atacante en la frontera, debemos confiar en las tácticas de defensa móvil y territorial. Las fuerzas armadas de Estonia deben ser capaces de emprender una resistencia independiente en todo nuestro territorio.


El presidente estonio Lennart Meri (izquierda), que visitó la sede de la OTAN en marzo pasado, es recibido en el Consejo por el secretario general Solana, el presidente del Consejo.

El objetivo de la defensa móvil es resistir el avance de un ejército invasor desde posiciones tácticamente favorables sobre el principio de "atacar y esconderse". Tales tácticas ralentizarían los avances del enemigo, mientras aseguran pérdidas mínimas a las fuerzas defensoras y máximo a los atacantes. Las fuerzas de defensa móviles están compuestas por las unidades armadas estonias mejor entrenadas y equipadas, y la mayoría de ellas.

Llevar a cabo la defensa del hogar o territorial es la tarea de las fuerzas territoriales, que por lo general, operan en sus regiones asignadas. Su tarea es detener y destruir al enemigo en sus regiones específicas, por separado del curso de las batallas en otras partes del país. Hace que la destrucción total del sistema de defensa nacional sea difícil e impondrá grandes pérdidas a los atacantes.

Las fuerzas territoriales se basan en fuerzas de reserva, llamadas Kaitseliit o 'Liga de defensa'. La Liga de Defensa se considera una organización de defensa nacional en evolución y cambiante de acuerdo con las necesidades actuales. La tarea principal de la Liga de Defensa en la defensa nacional es contribuir a la formación de batallones de fuerzas territoriales, así como a conducir el entrenamiento y asegurar su efectividad en la lucha. Durante tiempos de paz, militares profesionales, suboficiales, oficiales y voluntarios conforman la Liga de Defensa, y durante tiempos de guerra constituirían la parte principal de las unidades militares establecidas.

El papel de las fuerzas armadas

Teniendo en cuenta los requisitos esenciales de la defensa nacional y el papel de las diferentes unidades militares, la rama principal de las fuerzas armadas es la infantería, cuya creación y gestión es considerablemente más barata que las fuerzas aéreas o navales. Al mismo tiempo, la infantería dispersa por todo el país es la defensa más confiable. Las unidades de infantería son difíciles de localizar y destruir, y la invasión del territorio exigiría fuerzas considerables del enemigo, con una alta probabilidad de pérdidas inaceptables.
Los principales tipos de armamento requeridos para la infantería son fusiles, morteros, armas antitanque de corto y mediano alcance y armas antiaéreas de corto alcance. La adquisición de tales armamentos para nuestros batallones de infantería es una alta prioridad. Los modernos equipos de comunicaciones también son esenciales para operaciones efectivas.


Fuerzas de paz de la IFOR en la brigada nórdico-polaca.

Las fuerzas navales de Estonia ayudan a mantener el equilibrio militar en la región. Las fuerzas navales se adaptan a las condiciones especiales del mar Báltico y su propósito es la defensa de las aguas territoriales. En caso de guerra, la armada, incluidos los buques a disposición de la guardia costera en tiempo de paz, debe ser capaz de defender las zonas costeras y las aguas territoriales de las fuerzas navales enemigas y evitar las operaciones de desembarco. Se debe prestar especial atención al uso efectivo y la protección contra las minas.

En tiempos de paz, la armada estonia debe estar lista para participar en operaciones internacionales de búsqueda y rescate y para ayudar en la lucha contra las amenazas ambientales. Sus deberes en tiempos de paz también incluyen ayudar a mantener el orden en el mar y llevar a cabo investigaciones oceanográficas. Todo esto supone un alto nivel de experiencia, preparación y experiencia en cooperación internacional. Los objetivos a largo plazo para el desarrollo de la armada son, por lo tanto, una mejor capacitación profesional, lo que lleva a un nivel técnico competente y la capacidad de cooperar con las fuerzas navales de los estados vecinos.



El papel de las fuerzas aéreas es asegurar el control del espacio aéreo del país y proporcionar defensa aérea de los sitios estratégicos. Las fuerzas aéreas incluyen unidades de vigilancia aérea y defensa aérea, así como un sistema unificado de control de tráfico aéreo civil-militar. La tarea del sistema unificado de control de tráfico aéreo civil-militar es monitorear el espacio aéreo, las misiones de búsqueda y rescate, y los vuelos de transporte militar necesarios para la seguridad nacional.

Nuestras fuerzas aéreas deben establecerse de manera que garantice el máximo grado de integración con otras estructuras nacionales de defensa y civiles. Al mismo tiempo, debemos prepararnos para la cooperación en un sistema de defensa aérea internacional de la región del Báltico y la posible integración con los sistemas de defensa aérea de la OTAN. También buscamos trabajar más estrechamente en el campo del control del tráfico aéreo, para que sea compatible con los estándares de la OTAN.

Los Estados Unidos han presentado una iniciativa del espacio aéreo regional para los Estados bálticos para ayudar a cada país a desarrollar una estrategia para modernizar su sistema de control de tránsito aéreo y los elementos de su sistema de defensa aérea en tiempo de paz. En la tercera Conferencia de Gestión del Espacio Aéreo Regional de Europa Central y Oriental en septiembre, los informes finales del estudio se presentarán a cada Estado báltico.


Relaciones cívico-militares

En una sociedad democrática, el control civil de las fuerzas armadas es un principio básico. Esto significa un sistema legalmente regulado en el cual los cuerpos legislativos y ejecutivos elegidos democráticamente deciden sobre el uso de las fuerzas armadas, organizan su financiamiento y controlan su gestión y estado. La palabra clave aquí es la relación civil-militar, que puede ser de cooperación mutua o de conflicto. Por lo tanto, los políticos y los funcionarios deben comprender que, en las decisiones relativas a la defensa nacional, se debe tener en cuenta el consejo de las fuerzas armadas y no solo las consideraciones de fundamento económico o la política del Partido.


Un ejercicio de entrenamiento de soldados de la compañía estoniana de mantenimiento de la paz.

Al mismo tiempo, los militares deben darse cuenta de que su deber es obedecer las decisiones tomadas por los civiles, incluso si estos civiles no son expertos en cuestiones militares. Las decisiones deberían estar influenciadas por las discusiones de los temas, no por la crítica o el argumento público. Entrar en debates con políticos conduciría inevitablemente a politizar al propio ejército, lo que podría significar reemplazar la idea de defender el estado con la idea de defender ciertas ideologías políticas. Las fuerzas armadas deben seguir siendo una base de estabilidad democrática, no una fuente de inestabilidad.

El control civil es más que solo el resultado de una decisión declarativa y no puede establecerse simplemente con un acto de legislación. En una sociedad democrática, el control civil debe surgir del proceso de establecer ciertas obligaciones y derechos junto con la unificación de factores civiles y militares y la normalización de las relaciones entre los políticos, los funcionarios y los militares. Todos los partidos políticos deben comprender la necesidad de la existencia y las actividades de los demás.

En la sociedad estonia, se ha llegado a un consenso sobre la necesidad de aumentar sustancialmente los recursos para la defensa nacional. Además de desarrollar diferentes ramas de las fuerzas armadas, resolver cuestiones relativas a equipos y logística, capacitación, educación y garantías sociales para los militares, entendemos la importancia de aumentar la eficiencia del ejército y las estructuras civiles junto con el establecimiento del control civil típico de una sociedad democrática.

La defensa de Estonia, como un estado pequeño, no puede basarse solo en el poder militar. El mantenimiento de nuestra independencia se basa sobre todo en la capacidad de estimar rápida y adecuadamente las situaciones en el mundo cambiante, reaccionar de manera flexible a los eventos internacionales y mantener buenas relaciones con otros países. Nuestro objetivo es que todos los países se beneficien de la existencia de una Estonia independiente.

G6D: La intercepción de comunicaciones árabes por parte de israelíes

En 1967, los israelíes escucharon conversaciones telefónicas de los ejércitos árabes


Las escuchas telefónicas fueron una fuente vital de información sobre tiempos de guerra



La FDI utilizó helicópteros S-58 para la inserción clandestina de comandos Sayeret Matkal para operaciones de tapping en el Sinaí.

Tom Cooper || War is Boring

El 5 de junio de 1967 durante la guerra entre Israel y sus vecinos árabes, el piloto egipcio de bombardeo de la fuerza aérea Hosni Mubarak - el futuro presidente de Egipto - llamó a El Cairo para informar que su formación de bombarderos Tu-16 había aterrizado en el aeródromo de Asuán. Cuarenta y cinco minutos más tarde, un ataque aéreo israelí atrapó a los seis bombarderos en el suelo.

Es evidente que, en el período previo a la guerra árabe-israelí de 1967, los comandantes de la Fuerza de Defensa de Israel tuvieron una mejor comprensión de los despliegues de unidades árabes que los principales comandantes egipcios, sirios, iraquíes y jordanos en los despliegues israelíes.

La pregunta es, ¿cómo? Hay evidencia de que los israelíes, entre otros esfuerzos de inteligencia, interceptaron las líneas telefónicas de las fuerzas árabes.

La recolección de información israelí es legendaria. Pero a mediados de la década de 1960 Israel perdió algunos de sus principales espías a los esfuerzos de contraespionaje árabe.

Wolfgang Lotz, un judío nacido en Alemania, logró penetrar en algunos de los más altos círculos de defensa egipcios. Presentándose como un hombre de negocios y ex oficial de la Wehrmacht que había servido en el norte de África durante la Segunda Guerra Mundial, Lotz reunió una lista de científicos alemanes que trabajaban en proyectos de cohetes egipcios y envió cartas bomba a algunos de ellos, obligándolos a dejar su trabajo.

Lotz fue arrestado en 1965 y encarcelado de por vida.

El judío nacido en Alejandría, Eli Cohen, que había ingresado a Siria en 1961, se presentó como el hijo de una rica familia de damascenas bajo el nombre falso de Kamal Amil Ta'abs. Se ganó la confianza de muchos altos funcionarios sirios militares y civiles e incluso recorrió las fortificaciones sirias en los Altos del Golán antes de que él también fuera arrestado en 1965 y luego ahorcado.


Se sabe que el helicóptero SA.321K participó en la inserción de los comandos de Sayeret Matkal en el Sinaí durante la Operación Yergezi en 1967. Fotos de las FDI

La fuerza aérea israelí realizó decenas de misiones de reconocimiento sobre Egipto, Jordania y Siria en la década de 1960, pero ni siquiera estos vuelos proporcionaron la inteligencia detallada que claramente sustentaba las operaciones de Israel en 1967. Para eso, el estado judío evidentemente aprovechó los cables de teléfono y telégrafo principales bases aéreas árabes y altos mandos.

Ya en 1964, el ejército sirio atrapó a un equipo de cinco soldados de la 1ª Brigada de Infantería de Golani de las FDI cerca de un puesto de avanzada sirio en los Altos del Golán. Los informes militares oficiales israelíes publicados al público décadas después confirman que la misión del equipo era "reemplazar las baterías que alimentaban un grifo [desvío] en un cable telefónico usado por el ejército sirio". Es obvio que el grifo en cuestión había estado en servicio por algún tiempo. .

Es bastante improbable que este fuera el único grifo, y por lo tanto no es sorprendente que al comienzo de la Guerra de Suez en 1956 los israelíes fueran perfectamente conscientes de la importancia de los cables telefónicos para las comunicaciones militares árabes. En consecuencia, las FDI abrieron ese conflicto enviando cazas P-51 Mustang para barrer el Sinaí y cortar los cables telefónicos que conectan varias bases militares egipcias.

Durante la década de 1960, la fuerza aérea israelí llevó a cabo una serie de operaciones que implicaron la inserción nocturna y la recuperación de pequeños grupos de fuerzas especiales en el Sinaí, como las Operaciones Pioneer en agosto de 1963 y el Bee-eater en marzo de 1964.

Una de las empresas más grandes de este tipo fue la Operación Kachal, lanzada la noche del 1 de diciembre de 1965. Tres helicópteros S-58 de las FDI dirigidos por el mayor Eliezer Cohen volaron escuadrones del grupo de fuerzas especiales Sayeret Matkal en el Sinaí. La última operación conocida de este tipo lanzada antes de junio de 1967 fue probablemente la Operación Yergezi, realizada la noche del 20 de febrero de 1967, cuando los helicópteros SA.321 insertaron a otro grupo de comandos de Sayeret Matkal en el Sinaí.

Aunque ninguno de los informes relacionados menciona específicamente el uso de los cables telefónicos egipcios, sí indican que todos los helicópteros involucrados llevaban "equipo especial", posiblemente con dispositivos de tapping, grabación y transmisión de equipos y fuentes de alimentación.

Teniendo en cuenta que durante la guerra de junio de 1967, las FDI demostraron ser capaces de reaccionar al redespliegue de las fuerzas árabes en 30 minutos, es casi seguro que las operaciones israelíes se basaron en información recopilada mediante dispositivos de escucha en varios cables de comunicación egipcios, iraquíes, jordanos y sirios.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Combate aéreo: Controlador Aéreo Avanzado




Controlador Aéreo Avanzado

Por Federico Funes 

Publicado el 17 de Diciembre de 2003 

Con el fin de integrar el esfuerzo de las fuerzas terrestres y aéreas, cada una operando bajo su propio comando, se reconoció a nivel doctrinario la necesidad de un nexo que sirviera para intercambiar información de combate, y así proveer al comandante de ejército un servicio al cual pudiera solicitarle su requerimiento de apoyo aéreo, éste a su vez proveería al comandante del componente aéreo un elemento clave para el planeamiento de dicho apoyo y un control en tiempo real de la operación y en el terreno mismo. 
El Controlador Aéreo Avanzado (Forward Air Controller o FAC) es un papel desempeñado por un piloto calificado, cuyo trabajo es el coordinar operaciones aéreas con el elemento terrestre desplegado en el terreno. Los FAC pueden operar tanto desde tierra, a la par de las tropas o desde el aire a bordo de una aeronave. La clave para el éxito de ésta simbiosis tierra-aire es una fuerte relación entre el FAC y las unidades de tierra. Por esta razón y desde sus principios, que se remontan a la Segunda Guerra Mundial, los controladores han sido asignados para apoyar a unidades en particular e incluso han convivido con estos, compartiendo momentos de alegría y de penuria a la par de las tropas. 
Usualmente destacados en aeródromos de despliegue próximos al frente, debieron operar en difíciles condiciones. La historia de ésta especialidad lleva ya 141 años, aunque el eco de su simiente es aún más lejano. 

Los orígenes 
La observación y dirección del fuego tiene orígenes muy remotos. Desde el fondo de la noche de los tiempos, los comandantes han intentado "elevar" su mirada por encima del horizonte, buscando terreno elevado desde donde poder dirigir a sus hombres y así lograr resolver el viejo dilema, que está haciendo el enemigo detrás de la siguiente loma. 
Ya hacia fines del siglo XIX el uso del globo cautivo se hizo extensivo en casi todos los ejércitos de primera línea en el mundo, desde los cuales el observador informaba y dirigía, en un principio mediante banderolas. Con la aparición del telégrafo y luego de la radiotelegrafía dichas comunicaciones se agilizaron aún más y permitieron al observador liberarse de su anclaje a tierra. 
La llegada del avión y su debut en la Primera Guerra Mundial, permitió extender esa observación a todos los frentes e incluso a la profundidad del territorio enemigo mediante extensos patrullajes. Lo que no cambió fue la vulnerabilidad. Desde el globo hasta el avión el observador ha sido un blanco lento, fácil y muy visible. 

El nacimiento de la doctrina de apoyo aéreo a fuerzas locales y las operaciones conjuntas entre unidades terrestres y aéreas, tal como la conocemos hoy en día, puede ser atribuido en mayor parte a la Luftwaffe, y a sus primeras acciones dentro del marco de la Blitzkrieg (Guerra Relámpago). Junto a las unidades acorazadas y de infantería mecanizada de la Wehrmacht, un oficial de enlace de la Luftwaffe, equipado con una radio y una carta de navegación, acompañaba al comandante de la fuerza en tierra y estaba enlazado con el aeródromo de despliegue más cercano, el cual había sido dejado atrás por los tanques escasas horas atrás, y donde las Kampfgeschwader (escuadrillas de ataque) aguardaban en apresto. Una vez en el aire el controlador mantenía enlace radioeléctrico con el jefe de escuadrilla dándole el guiado al blanco solicitado por el comandante terrestre. 
Lugares tales como Polonia, Bélgica y Holanda, Francia, Rusia y el Norte de África fueron escenarios y testigos de ésta eficiente forma de atacar. Sin importar que tan bien defendida estuviera la posición, caía bajo el estruendo de las bombas. 

En la USAF 
La recién nacida Fuerza Aérea había heredado ésta práctica de su predecesora aviación del ejército, la cual había hecho uso intensivo de aviones ligeros como el Piper L-4 Grasshopper (foto 1) (versión militar del mítico J-3) durante la Segunda Guerra Mundial. El primer desafío para ellos fue Corea en los años 50. 

 


Probablemente el elemento más importante de la Fuerza Aérea en el Apoyo Aéreo Cercano fue el uso del Controlador Aéreo Avanzado, quienes volaron bajo y despacio para buscar y marcar blancos en tierra para las escuadrillas de ataque. 
Para cubrir rápidamente esta urgente necesidad, se empleó los viejos y versátiles North American AT-6 Texan, utilizados por la US Army Air Force como entrenadores avanzados durante la II Guerra Mundial. 97 de estos aparatos fueron construidos, los cuales diferían de la versión de entrenamiento por tener equipos de radio adicional HF y VHF y 4 o 6 "racks" para cohetes fumígenos bajo las alas. Cada rack podía llevar tres cohetes de 2,5 pulgadas o uno de 5 pulgadas. Dos ametralladoras calibre 7,62 mm podían ser montadas en pods bajo las alas, pero rara vez fueron usadas, con el objeto de mejorar la performance de vuelo y porque los jefes de escuadrón trataban de desalentar a los pilotos de atacar blancos para disminuir el riesgo de ser derribados. 
La tripulación de estos aparatos incluía además del piloto un observador en el puesto trasero, el cual se encargaba de ubicar las posiciones para que el piloto pudiera marcarlas con humo y operaba los equipos de radio. 
Bajo el mote de "Mosquito" y con el LT-6G (foto 2) como nueva denominación, estos aviones y sus tripulaciones pasaron a formar parte del 6147th Tactical Control Group, proporcionando un valioso servicio durante la guerra. Como dato relevante está el hecho de haber sido la primera y única unidad de la USAF en llevar al T-6 al combate y darle así su bautismo de fuego. Según dichos de sus pilotos el avión probó tener una admirable resistencia y soportar una considerable cantidad de castigo por fuego terrestre y aún así seguir volando. 

 


El TCG utilizó también C-47s como Centros de Comando y Control Aerotransportados, para la coordinación de misiones de Apoyo Aéreo Cercano a distintas zonas en forma simultánea. 
Con el empleo masivo sobrevino la lógica evolución que cualquier método tiene, agilizándolo y mejorándolo incluso con la introducción de mejoras en los equipos de comunicaciones, aeronaves y vehículos más resistentes y mejor equipados. El personal de la Fuerza Aérea (y paralelamente el de la US Navy y Marine Corps) proporcionaron mas y mejor apoyo aéreo a fuerzas terrestres como nunca se había hecho antes. 

Corea 
 


Para abril de 1951 la guerra de Corea estaba en su apogeo, se formaron tres escuadrones de Control Aéreo Avanzado enmarcados dentro del 6147th Tactical Control Group. Los Tactical Control Squadron 6148th y 6149th volaron misiones FAC, mientras que el 6150th operó desde tierra a la par de las unidades del ejército como Tactical Air Control Parties. El Tactical Air Control Party (foto 3), compuesto de un piloto de Mosquito, un operador de radio y un conductor y mecánico de jeep. Cada piloto FAC nuevo debía servir 60 días con el TACP antes de volar una misión FAC. Originariamente su misión era la de brindar control aéreo directo a las incursiones sobre la línea de frente, pero a medida que la guerra progresaba desarrollaron una nueva e importante tarea convirtiéndose en un nexo para las comunicaciones entre los comandantes de unidades terrestres, controladores aéreos avanzados y aviones de ataque. 

 


La compañía K del 21st Infantry US Army (foto 4) se ve asediada por el fuego de morteros y armas automáticas desde las colinas circundantes, ya dos camiones y un jeep arden incontrolablemente. Han quedado clavados al suelo y los soldados arañan el barro congelado intentando hacer un hueco donde guarecerse. El resto del batallón al que pertenecen se encuentra a algunas millas al sur, por lo que pueden oír el combate pero no están en condiciones de enviarles refuerzos. Ante la negativa el capitán de la compañía solicita apoyo aéreo cercano. 

 


El comandante del batallón le indica al TACP la posición de la compañía sitiada y desde donde está recibiendo fuego, el operador de radio pone al piloto FAC al habla con el aeródromo de despliegue, donde un LT-6 (foto 5) ya es preparado para el despegue. 
Algunos minutos mas tarde y con la guía del piloto en tierra un LT-6 hace su entrada en escena a baja altura provocando el griterío de los soldados. El observador en el puesto trasero del LT-6 ubica rápidamente las posiciones de mortero en las colinas, así como las tropas que descienden por las laderas las cuales hacen fuego. 
Ya en el aire, una escuadrilla de P-80 armados con Napalm se aproximan al área, el Mosquito se pone en contacto radial con ellos e indica la posición de la compañía en problemas mientras con salvas de cohetes fumígenos de 2,5 in. señaliza los blancos a batir. 

Tiempo después los P-80 hacen su entrada en una corrida rasante lanzando el Napalm y abriendo fuego con sus ametralladoras. Mientras tanto el LT-6 se mantiene orbitando en altura y marcando cada blanco hasta que los incursores acaban su carga y deben regresar. 

Los Mosquitos perdieron 33 hombres y 42 aviones en las 40354 salidas llevadas a cabo durante la guerra de Corea. El 6147 TCG es considerado responsable por la destrucción de 563 piezas de artillería, 5079 vehículos, 12 locomotoras, cientos de vagones y 84 puentes. 
El 6147 TCG fue desactivado en junio de 1956, tres años después de terminada la guerra. 

Sudeste Asiático 
El Control Aéreo Avanzado aerotransportado se convirtió en una necesidad durante el conflicto del sudeste asiático. La densa vegetación, la falta de caminos y la rudeza del terreno, así como las vastas regiones a ser cubiertas, hacían del medio aéreo un elemento esencial para la conducción de operaciones. 
El nacimiento del helicóptero como medio de transporte y despliegue rápido de unidades terrestres en profundidad tuvo su lugar durante esos años. 
El FAC se convirtió en los ojos y oídos de las fuerzas americanas, mediante una constante vigilancia aérea sobre áreas específicas donde la actividad enemiga era particularmente intensa. Cualquier blanco que a juicio del FAC fuera "rentable" era atacado en cuestión de minutos por una escuadrilla de "fast movers", cazabombarderos en alerta, tanto de la USAF y el US Marine Corp en las distintas bases aéreas, como de la US Navy desde los portaaviones estacionados en el Mar de China Meridional. 

Antes del arribo de estos, el FAC marcaba el o los blancos con cohetes fumígenos o de fósforo blanco, permitiendo así a los pilotos de ataque obtener una referencia a donde apuntar en medio de un monótono escenario verde. Las explosiones secundarias serían la confirmación de blanco abatido, pero de todas formas sería tarea del FAC sobrevolar a baja altura y escasa velocidad la zona del ataque para confirmarlo. 

En Vietnam, el piloto FAC, generalmente un piloto de caza experimentado, era asignado a una zona geográfica específica, para que de esa manera se habituara a la topografía y pudiera conocer cabalmente la actividad normal del sector, para que ante cualquier movimiento inusual el piloto pudiera darse cuenta de ello por más sutil que este fuera. 
La USAF ordenó la adquisición de mas de 3200 "Bird Dogs" como se pasó a designar a las aeronaves FAC, de los cuales la mayoría correspondieron al modelo L-19A. 
El L19 fue desarrollado por la Cessna Aircraft Co sobre la base del biplaza lado a lado modelo 170 de uso civil, según los requerimientos de la llamada a concurso que hicieron en conjunto el ejército y la fuerza aérea en 1950. Sin embargo la Fuerza Aérea no compró ningún avión en ese momento. Este avión variaba del civil en tener cuatro anclajes para cohetes bajo las alas. Para 1962 y con la restitución de la categoría "observador" en el inventario de la USAF, esta adquirió los L-19 del US Army designándolos O-1 (foto 6), totalizando 3431 aparatos. 






Los pilotos que serían destinados a las unidades FAC en Vietnam tuvieron un período de adaptación previa y entrenamiento operativo en la base Holly Field de Florida, para luego recibir instrucción específica sobre el terreno en la base de Hue, Vietnam del Sur, en lo que se dio en llamar la "FAC University" o "FAC U". 

 


La primera unidad FAC de la USAF en ser asignada a Vietnam fue el 19th Tactical Air Support Squadron, la cual fue destacada en la Base Aérea de Bien Hoa, Vietnam del Sur, en julio de 1963. Otros tres escuadrones se sumaron tiempo mas tarde. 

En un ámbito severamente hostil, el liviano y desarmado O-1 tenía poca tolerancia al castigo y el hecho de ser un monomotor a pistón no le daba chance de sobrevivir si su único medio de tracción dejaba de funcionar. La jungla y el terreno irregular hacían de un aterrizaje forzoso una tarea imposible y en la mayoría de los casos su tripulante resultaba muerto por el impacto. Eventualmente fue reemplazado por el O-2 en la Fuerza Aérea y el OV-10 en el Marine Corps siendo la mayoría de los O-1s reasignados a la Fuerza Aérea Sudvietnamita. 

 


El O-2 (foto 7) era la versión militar del Cessna Modelo 337 Super Skymaster. Fácilmente identificable por su doble deriva y sus dos motores en tandem, el frontal traccionando y el trasero propulsando. A finales de 1966, la USAF fue reemplazando los O-1 por este nuevo aparato del cual 532 ejemplares fueron construidos. 

El OV-10A Bronco (foto 8 abajo), es un bimotor turbohélice de características STOL (Short Take Off and Landing) desarrollado en el marco de un programa auspiciado por tres de las fuerzas (USAF, USNAVY, USMC). El primero de estos aviones adquiridos por la USAF fue destinado al servicio en combate en Vietnam en julio de 1968. Un total de 157 OV-10A fue entregado a la USAF antes de que la producción cesara en abril de 1969. 

 


El 13 de octubre de 1967, la tranquilidad de un vuelo de mantenimiento de un O-2A se quebró repentinamente con la voz de un desesperado operador de radio que pedía ayuda. Transmitía a ciegas a cualquier "Big" (El indicativo de los FAC) identificándose como "Mangoose", que era el indicativo de llamada de una escuadra de reconocimiento de Infantería de Marina, situada al norte de Hue. 
Big one-seven quien respondió al llamado hacía tres horas que se encontraba en vuelo de reconocimiento y debía retornar para repostar combustible, por lo que pidió al recién despegado O-2 que lo relevara. No tenía demasiado combustible, pues el vuelo solo iba a demandar 15 o 20 minutos y tenía solo siete cohetes que habían sobrado de la última misión. Poco ayuda podría dar pero era el único en el aire. 
Los infantes de marina ocupaban una posición de observación en un alto cerro desde donde podían vigilar las zonas aledañas. Por lo visto el VC estaba harto de que los infantes informasen sus movimientos desencadenando lluvias de artillería y bombas sobre ellos. Decidieron pues acabar de una vez con la posición. La situación tornaba desesperada a juzgar por el tono de voz del operador de radio. 
Mientras el O-2 se dirigía hacia el lugar se comunicó con el "Big Control" para solicitarle aviones de apoyo aéreo cercano, para que cuando llegase a la posición de los infantes, los cazabombarderos ya estuvieran en las cercanías.
Big Control dio al FAC el indicativo de una patrulla de F-4 Phantom (foto 9) y la frecuencia donde podría contactarlos. Al establecer contacto estos dijeron que iban al norte a dar cobertura a una misión SAR que iba en busca de un compañero de ellos eyectado al norte de la ZDM (Zona Desmilitarizada - Frontera entre Vietnam del Sur y Vietnam del Norte). 
Al volver a llamar a Big Control éste informó que en breve habría otra patrulla disponible. 

 


En ese instante el O-2A sobrevolaba el cerro donde el puñado de infantes se defendía como podía (foto 10 abajo). Por radio confirmaron haber visto al FAC y lanzaron una bengala para marcar su perímetro. El VC estaba sobre la ladera norte y en un principio no parecía haber mucha actividad. Se escondieron al paso de la aeronave pero luego resurgieron y el operador de radio gritó que los tenían al alcance de granadas de mano. 

 


La nueva patrulla de cazabombarderos sintonizó la frecuencia del FAC, pero inmediatamente después también fue llamado a prestar auxilio en el rescate de aquel piloto derribado. La situación en el cerro era por demás crítica y terminaría en cuestión de minutos si no se prestaba apoyo aéreo inmediato. 
Lo único que le quedó por hacer al piloto FAC fue efectuar pasadas intimidatorias con su escaso poder de fuego, hasta que la ayuda llegase. Con un medio tonel seguido de una abrupta picada sobre la ladera norte el O-2 se abalanzó sobre el lugar donde se le había indicado que el VC se encontraba, lanzó un cohete fumígeno y se alejó virando en ascenso para poder observar la zona del impacto. El operador de radio indicó gritando de emoción que el impacto había sido correcto. La carga explosiva de un cohete fumígeno es bastante irrisoria para emplearla en un ataque, pero puede desconcertar al enemigo y hasta cierto punto representar un peligro ya que la lluvia de fósforo blanco incandescente que genera el humo indicador arde a varios cientos de grados y puede herir de gravedad a quien quede expuesto a él. 
Con algunas correcciones desde tierra se disparó un segundo cohete, pero con solo cinco remanentes la situación empeoraba con cada minuto que pasaba y aún no había noticias del apoyo solicitado. El piloto optó entonces por alternar dos pasadas sin disparar con una en la que lanzaba un cohete, y así poder ganar algo de tiempo. Para ese momento el fuego de armas automáticas desde tierra recrudeció en lo que parecían los destellos de las cámaras de una rueda de prensa. 

 


Para alivio de todos una patrulla de A-4 Skyhawk (foto 11) del Marine Corps apareció llamando por la frecuencia al FAC. Inmediatamente éste les indicó el emplazamiento del cerro y ellos localizaron de inmediato los restos de humo que flotaban sobre la ladera. 

Los infantes de marina (foto 12 abajo) quedaron petrificados viendo como las tres siluetas grises de los Skyhawk continuaban acercándose a baja altura y lanzando sus bombas de 227 kg por debajo de la cima del cerro, las cuales dieron en el blanco y provocaron una total algarabía en la frecuencia por parte del radio-operador de los infantes. 
"¡Quedamos sordos por las explosiones amigo, pero sigan largando, sigan largando!" 

 

Tras la segunda pasada de los A-4 una formación de Huey empezaron a zigzaguear desde el lado sur del cerro hasta la posición de los infantes. Desde la cabina del O-2A podía verse al primero de los UH-1 (foto 13) acercarse a la cima para retirar a los sitiados, mientras los Skyhawk efectuaban una nueva corrida saturando de explosiones las laderas. Los esquís del Huey apenas por sobre la tierra fueron suficiente para que los primeros infantes se aferraran a ellos y treparan. Luego el segundo y el tercer Huey hicieron lo mismo hasta que la cima quedo desierta. 
Los Skyhawk prosiguieron el ataque hasta agotar su carga y luego retornaron a casa. Para ese entonces el FAC se había despedido y regresaba a su base pues los 40 minutos que habían transcurrido excedían por mucho el tiempo de vuelo previsto al momento de despegar. Los vietcong habían logrado desalojar el cerro pero a cambio una lluvia de acero y fuego caía con insistencia sobre ellos. 

 


Con las últimas luces del día y con los indicadores de combustible marcando cero, el O-2 entraba en final de aproximación a la pequeña pista de grava de 800 metros de extensión de la ciudadela de Hue. Rebasando la muralla protectora y el foso de aquella antigua ciudad las ruedas tocaron la pista y el avión acabó por detenerse al otro extremo. 
Con la detención del motor y el fin del ruido, la tensión se aflojó y recién entonces el piloto pudo darse cuenta que estaba bañado en sudor, tenía sed y mucho cansancio. 
Pensó: 
"Bueno... Hay un par de Marines que me deben unas cuantas cervezas hoy". 
Hoy 
El uso de sensores remotos, información satelital y aviones de reconocimiento no tripulados, a permitido a los comandantes de campo obtener iguales o mejores resultados, en un tiempo sensiblemente menor y con un mínimo de riesgo para los medios empleados. Pareciera ser que la labor del FAC hubiera quedado relegada a ser parte de la historia, sin embargo aún tiene mucho que hacer en el campo de batalla moderno. Toda esta nueva tecnología no ha hecho más que mejorar y facilitar la tarea del FAC, al poder contar y brindar no solo con lo que sus ojos ven, sino con una gama de información, cuya transmisión no se limita a palabras volcadas en un VHF, sino también imágenes incluso en condiciones marginales de visibilidad. 
El empleo de un servicio de vigilancia sobre el horizonte
ha permitido a los comandantes tomar decisiones sobre la base de datos actualizados y fidedignos desde que las guerras existen. Hoy al mirar atrás podemos ver el largo camino recorrido en la búsqueda de esa verdad oculta tras el próximo cerro.



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