sábado, 18 de mayo de 2013

Bases navales: Rota (España)

La Flotilla de Aeronaves de la Armada y la base de Rota, España
Por Julio MAIZ SANZ 

La Flotilla de Aeronaves de la Armada es una moderna y eficaz fuerza, en lo que se refiere a doctrina, procedimientos y con un amplio elenco de capacidades, sobre todo teniendo en cuenta su limitada disponibilidad de personal y medios. 

Actualmente, la Flotilla de Aeronaves (FLOAN) está formada por un colectivo de unas 800 personas, al mando de las cuales está el denominado comandante de la FLOAN (COMFLOAN), cargo que recae actualmente en la persona del capitán de navío Santiago R. González Gómez. Este marino encabeza una organización que se compone de una Jefatura de Órdenes, cuyo titular es un capitán de fragata, que hace las funciones de Estado Mayor, además de los servicios de Seguridad en Vuelo, Medicina de Aviación, Aeródromo, Departamento de Simulación y el Escuadrón de Mantenimiento. 



Todos estos servicios y unidades dan apoyo a las seis escuadrillas, que alinean un total de 21 aviones (17 Harrier y 4 Citation) y 37 helicópteros (7 AB-212, 10 H-3 Sea King, 8 Hugues 500 y 12 SH-60B Seahawk). Buena parte ellas están mandadas por un comandante con graduación de capitán de corbeta, mientras que en la 3ª está al frente un comandante de Infantería de Marina (IM) y la 9ª y 10ª están confiadas a capitanes de fragata, dado el mayor número de material y personal que tienen. Además, el COMFLOAN es también el jefe del Aeródromo, dependiendo en estas dos funciones del almirante de la Flota (ALFLOT). La tercera Jefatura que reúne el COMFLOAN, la de director de la Escuela de Dotaciones Aeronavales (EDAN), depende en este caso del director de Enseñanza Naval, un contralmirante que tiene su despacho en el Cuartel General de la Armada en Madrid. 



La totalidad de la FLOAN está instalada en la Base aeronaval de Rota (Cádiz), o NAS (Naval Air Station) Rota, según designación de la US Navy, donde, además, están basadas las principales unidades navales de la Flota. En Rota están el portaaviones Príncipe de Asturias, el LHD Juan Carlos I y los LPD Galicia y Castilla, que son los principales navíos con capacidad para operar con varias aeronaves. La instalación, que es la mayor de la Armada, es sede de la 41ª Escuadrilla de Escoltas, que alinea las seis fragatas del tipo F-80, así como del buque anfibio Pizarro y el petrolero Marqués de la Ensenada y otras unidades auxiliares que dan servicio al puerto militar. 

Mediante el denominado Convenio de Defensa y Ayuda Económica Mutua, que firmaron, en septiembre de 1953, España y Estados Unidos, esta última nación fue autorizada a instalar una serie de bases en nuestro país. En el aspecto aeronaval destacó la construcción de la de Rota, que comenzó bajo la supervisión de la Oficina Naval de Astilleros y Puertos. Así, a las puertas del Mediterráneo se acotó una zona de cerca de 25 km2. en el litoral, entre las localidades gaditanas de Rota y El Puerto de Santa María. La elección de los estadounidenses no fue errónea, ya que el control del Estrecho de Gibraltar era una de las claves de la Guerra Fría, que se desarrollaba por aquel entonces. 



Desde entonces, Estados Unidos y la Armada española mantienen a pleno rendimiento esta vital instalación para la Defensa de Occidente. El uso de la base es conjunto, permaneciendo bajo bandera española y al mando de un contralmirante español. Destacamos el gran puerto, actualmente en fase de ampliación, mediante unas obras que comenzaron en octubre de 2007 y se prolongarán hasta el mismo mes de este año, que consisten en el incremento del muelle nº 1, mejora del nº 2, construcción de uno nuevo, el nº 4, y de una nueva dársena para el tren naval. Esta importante infraestructura está cofinanciada por la OTAN y España y dispone de una excelente pista de 3.690x61 m., de orientación 10-28. Es utilizada habitualmente tanto por las aeronaves de la FLOAN como por las de Estados Unidos, destacando el tráfico de transportes C-5 y C-17 del Air Mobility Command (AMC)(1) de la USAF (United States Air Force) (2). 



Historia de la FLOAN 
La Armada empezó su andadura en el campo de las operaciones con helicópteros tras la entrega por parte de Estados Unidos de tres Bell 47G en 1954, que operaron, en principio, desde la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra) y darían lugar posteriormente a la creación de la 1ª Escuadrilla. En 1957 se creó la 2ª con Sikorsky S-55, trasladándose estas unidades a la por entonces nueva base de Rota. Ésta fue la época más decisiva de nuestra Armada, en la que se pasó de la dura fase de la posguerra y la autarquía a recibir la ayuda de Washington. El punto de inflexión que supusieron los acuerdos entre España y Estados Unidos, además de modernas unidades navales, hizo entrar a nuestra Armada en la dinámica de trabajar y adaptar a sus necesidades la mejor doctrina naval actual, la de la US Navy. 

Hoy en día, la FLOAN sigue siendo una fuerza pequeña respecto al número de aeronaves, pero de una eficacia más que probada debido a la excelente gestión que se hace de ellas y, sobre todo, a la experiencia y eficacia acumulada por sus profesionales, que mantienen un espectacular ratio entre el coste de las operaciones y la gran variedad y eficacia de éstas. La FLOAN, además de en su Base de Rota y los mencionados navíos, cuando colabora en maniobras de la Flota que se desarrollan en Ferrol (La Coruña), despliega ocasionalmente sus helicópteros en la cercana instalación de la Armada sita en La Graña y sus aviones en el aeropuerto de La Coruña. Si las maniobras se desarrollan en las cercanías de Cartagena, las aeronaves se llevan a la Base del Ejército del Aire (EA) de San Javier (Murcia). 

Cuando se debe integrar un helicóptero en algunas de las fragatas del tipo F-100 o los buques logísticos que tienen su Base en Ferrol, lo que se hace es desplazar previamente en un avión de la 4ª Escuadrilla, o en vuelo regular, a toda la Unidad Aérea Embarcada (UNAEMB), a excepción de la dotación de vuelo que llevará el aparato. Después, el buque zarpa y se aproxima lo más posible a Rota para recibir a los helicópteros en vuelo. La actual y complicada situación mundial está haciendo participar a las Fuerzas Armadas de España en escenarios muy alejados de nuestras fronteras. El cada vez mayor protagonismo de España en actuaciones internacionales se centra tanto en el apoyo a las poblaciones afectadas por los desastres naturales, como en operaciones de paz y conflictos bélicos, como el de Afganistán. 



La principal ventaja de la utilización de la Armada es que puede actuar en zonas hostiles y sin apoyo logístico por largos periodos de tiempo. La Armada participa activamente, aportando sus navíos a las flotas permanentes de la OTAN, en el Atlántico (SNMG-1) y el Mediterráneo (SNMG-2), donde realizan también importantes misiones de seguridad. Buen ejemplo de esta actividad es la operación Active Endeavour, mediante la cual la OTAN controla la seguridad en el Mediterráneo Oriental. 

La lista de misiones internacionales en las que ha participado y participa la FLOAN es cada vez mayor. Desde las operaciones durante la 1ª Guerra del Golfo en 1990-91, ha actuado durante los años noventa en el contexto del conflicto de los Balcanes, en el bloqueo naval a la antigua Yugoslavia, Albania y la operación Allied Force, así como en el dispositivo AFOR, de nuevo en Albania en 1999, durante el conflicto en Kosovo, sin olvidar el apoyo a las poblaciones devastadas en Centroamérica por el Huracán Mitch. 

Durante la primera década del siglo participó en la operación Strong Escort de vigilancia del estrecho de Gibraltar, en los despliegues de paz en Irak y Haití, en Indonesia con motivo del maremoto de 2004, Líbano, y las operaciones Althea (Bosnia-Herzegovina), Atalanta e Hispaniola, que auxilió a Haití tras el terremoto del año pasado. En el ámbito más puramente español, no se debería olvidar la labor en la recuperación, en 2002, del islote de Perejil y las operaciones de seguridad interior Romeo-Mike, desarrolladas en 2004, en las que se realizó la protección de las vías del AVE ante un posible atentado de terroristas islámicos. 



Helicópteros de transporte 
Fundamentalmente, la Armada cuenta con dos unidades equipadas con helicópteros de transporte, que son la 3ª y la 5ª escuadrillas. Las tareas de estas aeronaves, además de las propias de carácter castrense, se extienden al ámbito civil, en caso de ser requeridas, participando en misiones SAR (Search and Rescue) (3), contra incendios y operaciones humanitarias. Los tercera, como se les llama en el argot de la Armada, tienen una larga tradición como unidad de asalto anfibio. De hecho, lleva bastantes años incorporando pilotos procedentes de la Infantería de Marina, habiendo acumulado una gran experiencia en las operaciones de desembarco. Sus veteranos aparatos fueron relevados hace años de sus funciones antisubmarinas y de guerra electrónica, para pasar a constituirse en unos excelentes elementos de transporte de asalto (táctico) y logístico, aparte de cumplir otras funciones, como las de servir de puestos de mando volantes, aparatos de escolta y CSAR (Combat Search and Rescue)(4). 

Respecto a los Sea King de la 5ª, han pasado por un proceso muy parecido. Así, tras ser relevados de las funciones antisubmarinas por los Seahawk, han sido adaptados a las funciones de transporte táctico y logístico. Para ello se desmontaron sus voluminosos equipos antisubmarinos, las células fueron reforzadas para poder llevar ganchos baricéntricos en los cuales estibar carga, se les instaló un separador de partículas metálicas en la toma de aire de las turbinas, se modificó la cabina para operar con gafas de visión nocturna (GVN), se mejoró el equipo de navegación mediante un sistema de mapping, FLIR y han sido remodelados internamente con veinte asientos. 



Estas mejoras fueron realizadas en los aparatos de transporte de la Escuadrilla, dejando al margen tres del modelo AEW (Airborne Early Warning) (5), que cumplen las vitales funciones de aparatos de alerta temprana, una especie de mini AWACS (Airborne Warning and Control System) naval, ya que portan en su lado derecho un característico y voluminoso radar Thorn-EMI Searchwater. Hace unos años se programó la mejora del sistema, aunque actualmente, dadas las graves dificultades económicas, la iniciativa está suspendida. 

La preparación, tanto de los pilotos de la 3ª como de la 5ª, no sólo se limita a las operaciones navales y anfibias, sino que acuden a cursos, como el de vuelo en montaña, que realizan anualmente las FAMET (Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra) en el Pirineo de Huesca en otoño, así como el ejercicio multinacional Azor, realizado en Zaragoza en junio del pasado año. 

6ª Escuadrilla 
La 6ª Escuadrilla fue creada el 15 de mayo de 1972, al recibir un primer lote de cinco helicópteros Hughes 500M ASW, adaptados a cometidos de lucha antisubmarina, que operaron durante los años setenta y ochenta con los cinco destructores de origen estadounidense de la Clase Churruca y con dos unidades nacionales de la Clase Roger de Lauria. Posteriormente se incorporaron otros nueve, de los que tres llegarían en enero de 1974, cuatro en abril de ese mismo año y dos más en julio de 1976 y julio de 1977. Con la llegada de los Sea King, los Hughes 500 quedaron relegados a misiones de escuela y enlace, aspecto para el que se han mostrado especialmente válidos por su sencillez de manejo, facilidad de mantenimiento y, sobre todo, bajos costes operativos. 



Destaca su vinculación con las tierras gallegas, ya que, a sus anuales destacamentos en la Escuela Naval de Marín para realizar prácticas con sus alumnos, se sumó a mitad de la pasada década la misión de protección de los bosques gallegos. Durante estas operaciones, denominadas Centinela Gallego, los Hughes son desplegados en la Comunidad Autónoma, principalmente en Marín y la Base del EA de Santiago de Compostela, para realizar tareas de prevención de incendios forestales. Entre sus otras misiones destaca su última intervención durante el ejercicio Flotex-2010, donde realizaron funciones de aeronaves de ataque a la Flota, simulando ser una amenaza aérea asimétrica. Finalmente, mencionamos que, el pasado mes de febrero, hicieron tomas a bordo del LHD Juan Carlos I. 



10ª: de helicópteros antisubmarinos a la polivalencia 
Tras el final de la Guerra Fría y la progresiva desactivación de la mayoría de los submarinos de la otrora potente Flota Roja, posteriormente rusa, la amenaza submarina pasó a segundo plano. Actualmente se da el fenómeno del reforzamiento de las flotillas de submarinos de la mayoría de los países emergentes, entre los que está nuestra vecina Argelia. En este caso, aunque es un país amigo, sufre la inestabilidad política que afecta al Norte de África y Oriente Medio, en general. 

En este punto recalcamos la aminorada capacidad temporal antisubmarina del EA, dado que el programa de modernización de los P-3B Orion va muy retrasado, además de haberse dado de baja uno de los cinco aviones de este tipo. Esta situación hace de la 10ª Escuadrilla y su docena de helicópteros Sikorsky SH-60B Seahawk (halcón marino) la principal baza de la capacidad aérea antisubmarina española. La Armada recibió un primer lote de seis aparatos de este tipo, del denominado Bloque 0, el 21 de diciembre de 1988. 

La dotación electrónica de estos helicópteros es una de las claves de su gran eficacia, que incluye un radar de descubierta de superficie AN/APS-124 y el detector de anomalías magnéticas remolcables AN/ASQ-81(V)2. Este dispositivo está integrado en el sistema denominado LAMPS III (Light Airborne Multipurpose System)(6), que, además, permite mandar todos los datos obtenidos en tiempo real a las fragatas, mediante el sistema de enlace de datos Link-11. El armamento de los SH-60B consistía, en principio, en dos torpedos acústicos MK.46 o cargas de profundidad para misiones ASW, además de una ametralladora de 12,7 mm. instalada en la puerta lateral. 




Entre noviembre de 2002 y mayo de 2003 llegaron a Rota un segundo lote de seis SH-60B, de una variante más moderna, denominada Bloque 1, que tiene plena capacidad para operar con misiles ASM tipo Hellfire o Penguin, aunque la FLOAN sólo cuenta con estos últimos. En principio eran distinguibles de sus hermanos especialmente por la torreta del FLIR instalada en el morro del aparato, pero la oportuna modernización y puesta al nivel del Bloque 1 de éstos ha equiparado las características de ambos lotes de aeronaves. Actualmente, y gracias a este refuerzo, se han convertido en las piezas fundamentales en las seis fragatas de la Clase F-80 y las cuatro de la F-100, serie de escoltas que se completará con la entrega de la quinta, la F-105 Cristóbal Colón, a finales de año. 

La 10ª Escuadrilla en aguas del Índico 
El aumento de la piratería en aguas próximas al fallido Estado de Somalia propició que, el 8 de diciembre de 2008, se iniciase la operación Atalanta, mediante la cual una Fuerza Naval de la Unión Europea (EUNAVFOR) inició las acciones contra la piratería en aguas del Cuerno de África. Desde el principio, la Armada española, que ha participado en la operación desde su puesta en marcha, entendió que las fragatas de la Clase F-80 dotadas de una UNAEMB de dos helicópteros Sikorsky SH-60B Seahawk, más la dotación de IM, conformaban un excelente sistema de combate. 
Sobre la decisión de utilizar dos aeronaves, el entonces jefe de la 10ª Escuadrilla nos comentó al inicio de dicha operación: Se decidió operar con dos LAMPS, cuando lo habitual es que sea uno, dadas las circunstancias de la misión, en la que la vigilancia con medios aéreos es fundamental. Las excelentes capacidades de los “Seahawk” hubieran permitido con un solo helicóptero cubrirla, pero se ha querido garantizar la disponibilidad de helicópteros al 100 por ciento. 



Respecto a la rápida capacidad para activar una UAEMB, nos refirió: Se basa en el material de mantenimiento para los SH-60B, que está almacenado previamente en las fragatas. Estos son de dos tipos: repuestos para el helicóptero que incluye desde una turbina a palas del rotor principal, pasando por otras piezas más pequeñas y, asimismo, existe un “stock” de material consumible, como son neumáticos, anillos, frisas, etc. Cuando se activa una misión, sólo queda por embarcar el equipo de técnicos de la Escuadrilla y sus herramientas, entre las que destacan el equipo de test de autodiagnóstico, que detecta las posibles averías del “Seahawk”. 

Es de destacar la larga misión de la fragata Canarias, con ocasión del secuestro del pesquero de pabellón vasco Alakrana, que la llevó a estar en el mar nada más y nada menos que cincuenta días, vigilando y dando apoyo al secuestrado atunero, hasta que fue relevada por la Blas de Lezo. Durante aquellos largos días, la dotación se reforzó con un equipo de 18 miembros de la Unidad de Guerra Naval Especial (UGNE), que permanecieron en la fragata esperando una posible orden de asalto, que nunca llegó. 

En este punto hay que comentar el continuo y completo adiestramiento que realizan los helicópteros de la FLOAN con los equipos de combatientes de élite de las Fuerzas de UGNE. Igualmente, se realizan ejercicios conjuntos con unidades de élite de otras naciones, especialmente con los Sea Air and Land (SEAL) de la US Navy. La capacidad del binomio FLOAN-UGNE hubiera podido cumplir, sin duda, con éxito un asalto al barco secuestrado, pero el Gobierno de España prefirió optar por pagar el rescate, tal y como afirmaron los marineros del pesquero ante el Tribunal que juzga a dos secuestradores, capturados por la dotación de la fragata Canarias. 

Además de este mediático caso, la actuación de la Armada en la zona es continua. Así, los navíos españoles acuden a menudo, con su helicóptero por delante, en auxilio de buques mercantes que informan que están siendo atacados por piratas, aunque en muchas ocasiones resultan ser falsas alarmas. Y es que el temor a ser asaltados es muy alto entre los buques que transitan el Golfo de Adén y cualquier bote pequeño a gran velocidad provoca la alarma. Durante las patrullas se da protección directa a los buques, principalmente del programa World Food Program, que transporta alimentos desde Mombasa (Kenia) a Mogadiscio (Somalia), para la asolada población de este país. 

Durante el año 2009, coincidiendo con el periodo de Mando español de la fuerza aeronaval de EUNAVFOR, se destacó a la zona de operaciones el petrolero de la flota Marqués de la Ensenada, que prestó apoyo logístico a los barcos de la agrupación entre abril y agosto. Es de reseñar que a bordo de éste se embarcó un helicóptero Agusta-Bell AB-212 de la 3ª Escuadrilla de la Armada, que entre otras misiones auxilió al crucero Melody, que había sido atacado por los piratas. Durante el año 2010 también participó en la Operación Atalanta el LPD Galicia, con una dotación de dos helicópteros H-3 y un SH-60B. 

Refuerzos para la Flotilla de Aeronaves de la Armada 
La necesidad de reforzar la flota de helicópteros de transporte a corto plazo es más que evidente, tesis que comparte el actual AJEMA (Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada), según ha manifestado. Hasta el pasado verano, la única perspectiva de refuerzo es la adquisición de 28 de los nuevos helicópteros europeos NH-90 de la empresa NHIndustries. Opción muy distante en el tiempo, debido a que hablamos de un modelo de nueva concepción, que son muy dados a dilatar sus plazos de entrega. 

El NH-90 no es un helicóptero naval, y su versión antisubmarina NFH no está previsto que se adquiera, dado que con los SH-60B se tiene bien cubierto su vector. Aunque tiene capacidad de plegar su cola, y los aparatos que reciba la Armada tendrán también la posibilidad hacerlo con las palas del rotor principal, se trata de un aparato desarrollado para realizar principalmente funciones terrestres. Los profesionales de la Armada han mostrado, de manera oficiosa, sus preferencias por homogeneizar su material con helicópteros navales de fabricación estadounidense, apuntando al modelo de Sikorsky SH-60F, que comparte un gran número de sistemas y repuestos con los SH-60B de la 10ª Escuadrilla. 

El pasado 30 de septiembre, el organismo norteamericano DSCA (Defense Security Cooperation Agency) hacía público que se había solicitado al Congreso de Estados Unidos el permiso para la posible venta a España de seis helicópteros Sikorsky SH-60F Oceanhawk, o Sea Hawk según la US Navy, que se equiparían con turbinas nuevas, además de repuestos y apoyo logístico, por un importe aproximado de 155 millones de dólares. Se trataría de helicópteros de segunda mano, ya que procederían del material excedente. Su destino no es público, si bien todo parece indicar que emplearán más sus capacidades de helicópteros utilitarios (reaprovisionamiento vertical, transporte de personal y equipos de fuerzas especiales, SAR…) que sus posibilidades de aparatos antisubmarinos, más modestas que las de los SH-60B. 

La noticia se ha de encadenar con la que recogen los recientemente publicados presupuestos de Defensa para el próximo año 2011, que prevé una partida presupuestaria para alargar la vida de los Agusta-Bell AB-212 de la 3ª Escuadrilla de la FLOAN, que los emplea como helicópteros utilitarios. Se podría aventurar que los nuevos SH-60F vendrían a reequipar o reforzar a la 5ª Escuadrilla, que opera los Sikorsky H-3 Sea King, unos helicópteros muy veteranos, como ya vimos. 
Oficialmente nada se sabe de cómo será la modernización de los AB-212 de la 3ª Escuadrilla, ya que de momento no está firmado el Pliego de Prescripciones Técnicas (PPT). Obviamente, lo ideal sería aplicarles un programa de refabricación, como el que diseñó Bell para el US Marine Corps, con el que iban a reconvertir sus UH-1N (designación estadounidense del AB-212) a la versión UH-1Y. Aunque el elevado coste de un programa similar, sobre todo para un número tan pequeño de aparatos, no sería viable económicamente. 

El programa entrañaría, de hacerse una modernización similar a la realizada en otros AB-212 militares, un saneamiento/sustitución del cableado, la modernización de su panel de instrumentos, incluyendo un sistema HUD, IFF, dotarles de capacidad para volar con GVN, sistemas de autoprotección y un sistema de misión acoplado al mapping. Esta modernización daría una vida útil de quince años más. Además, se debería de actualizar su control de armamento, dadas las misiones de escolta y CSAR que tienen asignadas. Obviamente, habrá de esperar a que se haga público el PPT, pero, en todo caso, la decisión de modernizar estos excelentes aparatos, que tienen todavía un importante remanente de horas de vuelo, parece una buena decisión, dados los tiempos que corren. 

Aviones: la 4ª Escuadrilla 
La idea de incorporar aviones a la FLOAN se materializó en 1964, cuando la Sección del Arma Aérea propuso la compra de cuatro aparatos de la firma estadounidense Piper Aircraft, haciendo un pedido que incluía dos PA-24 Comanche y dos bimotores PA-30 Twin Comanche. Tras ser recibidos a finales de aquel año, se originó un problema administrativo sobre su dependencia orgánica, dado que el EA reclamaba el control de todos los aviones militares. 

Así, durante trece largos años se mantuvo esta absurda decisión, hasta la incorporación de los AV-8A Harrier a la Armada, y la autorización personal del entonces jefe del Estado, Francisco Franco, que, tras ver las evoluciones del avión de despegue vertical, dejó sin efecto la dependencia de estas aeronaves de ala fija del EA. En 1977, los cuatro Piper fueron dados de alta en la FLOAN, siendo encuadrados en la 4ª Escuadrilla. 

Actualmente se trata de una de las más pequeñas unidades de la FLOAN, dado que está formada sólo por 38 personas y una flota de cuatro aviones, tres Cessna Citation II y un mucho más moderno Citation VII, del que destacamos, al igual que los Citation II, el excelente juego que está dando. Se adquirió de segunda mano y se incorporó en abril de 2007. La 4ª Escuadrilla cumple un amplio elenco de misiones: transporte de material y personal (incluyendo autoridades y personalidades), MEDEVAC y SAR, vigilancia marítima y apoyo a las actividades de la Armada y, eventualmente, a otros organismos civiles y militares. 



9ª Escuadrilla: el paraguas de la Flota 
Durante la II Guerra Mundial se comprobó que los aviones embarcados en portaaviones eran la mejor forma de mantener la superioridad aérea. Desde el principio, nuestros marinos tuvieron el acierto de fijarse en el, por entonces, muy novedoso avión de despegue vertical Harrier. Tras muchas dificultades, la Armada española logra adquirir en los años setenta una docena de aquella inicial versión. 

Durante los años ochenta España se integra en el programa conjunto para la puesta en producción de una versión para sustituir a los primitivos. Así, el 6 de octubre de 1987 llegaron a la Base Aeronaval de Rota, en vuelo directo desde los Estados Unidos, los tres primeros AV-8B, a los que seguirían otros tres en diciembre de ese año y seis más en abril y junio de 1988. Posteriormente vendría otro desarrollo del aparato, el AV-8B Plus, que nació para convertir al Harrier en una plataforma de ataque todo tiempo, solventando, entre otras, la carencia de radar. Se decide instalar el AN/APG-65, que añadió un peso extra, obligando a incorporar una nueva turbina Rolls Royce Pegasus II F402-RR-408A, de 23.400 libras. 

Para las misiones nocturnas o de baja visibilidad dispone de un FLIR (Forward Looking Infra Red) o visor de infrarrojos AN/AAR-51, situado encima del morro. Igualmente, se utilizan para operar en estas condiciones GVN de tercera generación AN/AVS-9 ANVIS (Aviator Night Vision Image System). Este material es el estándar actualmente también en la USAF, US Navy y los Marines. La 9ª dispone actualmente de un total de trece AV-8B Plus. De éstos, ocho fueron montados en EADS CASA en Sevilla, mientras que de los nueve supervivientes, de los doce adquiridos de la versión AV-8B, cinco han sido refabricados. Restan sólo cuatro monoplazas de modelo clásico AV-8B, actualmente en fase de modernización, y un biplaza, adquirido en el año 2000. 

Hoy en día, el principal rol de la 9ª, en torno al 70 por ciento de su actividad, son las misiones de apoyo a las operaciones de desembarco de las fuerzas anfibias aliadas o a las propias de IM, especialmente de acciones CAS (Close Air Support). No se ha de olvidar que estamos ante una Unidad polivalente, que también realiza las misiones de paraguas de la Flota. El Harrier Plus está equipado con el binomio que forman el radar Doppler AN/APG-65 y los misiles de medio alcance AIM-120B, con los que se puede afrontar el combate aéreo, suponiendo estas prácticas un 30 por ciento de la actividad de la unidad. 

Los Harrier de la 9ª han operado normalmente, tanto desde bases terrestres como desde el Príncipe de Asturias, y a partir de este año empezarán a hacer la cualificación para hacerlo desde el LHD Juan Carlos I. Además, los Harrier españoles han sido desplegados desde diferentes portaaviones de nuestros aliados, como los fenecidos británicos del tipo Invencible y el Garibaldi italiano. 

Resaltamos que, tarde o temprano, algún Gobierno debería pensar en la compra de un sustituto, que no es otro que la versión VSTOL del F-35, la Bravo, según anuncia su fabricante Lockheed Martin, y con el que se dotará al USMC, británicos e italianos. La Armada española ha manifestado en varias ocasiones, a través de su máximo jefe, el AJEMA, el interés en el aparato, como único sustituto factible del Harrier 

Tecnología Militar

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