martes, 17 de enero de 2017

Tecnología argentina: Sistema de entrenamiento Neo Nahuel

Neo Nahuel
Un sistema argentino para la instrucción de tanquistas



Ya está desarrollado, y SOLDADOS comprobó su puesta a punto en la pantalla, el Neo Nahuel 05, un simulador que reproduce todas las posibles situaciones del combate de tanques. Esos pesos pesados del campo de batalla requieren de una dotación sumamente adiestrada, lo cual en los términos habituales es muy costoso. No ocurre lo mismo con este sistema, que permitirá llevar el nivel de instrucción al máximo, al mínimo costo.




El simulador Neo Nahuel 05 surgió de la experiencia diaria y del entrenamiento con los futuros tanquistas. Tres capitanes lo llevaron del papel a los hechos. Con mínimos costos, aumenta el tiempo de adiestramiento. Permite recrear innumerables situaciones de combate sin movilizar tropas, material y, tampoco, utilizar munición real. Un sistema que está a la altura de los avances tecnológicos.

Los tres son Capitanes. Juntos emprendieron un sueño. Luego de varios años de intenso trabajo, lo hicieron realidad. Hugo Gismondi (38), Pablo Regazzoni (37) y Marcelo López Romero (32) concibieron el simulador de blindados Neo Nahuel 05 para entrenar tripulaciones del tanque TAM en un entorno virtual de combate. Y lo presentaron en sociedad el 23 de abril último, durante la celebración del Día del Arma de Caballería, en el Comando de Remonta y Veterinaria. Durante tres horas, varias tripulaciones del Regimiento 8 de Tanques hicieron un ejercicio que incluyó todos los condimentos de un enfrentamiento real. “Llegaron y, sin ninguna experiencia previa, les mostramos el sistema y con el entrenamiento que cada una tenía empezaron a ‘jugar’ y de lo básico llegaron al combate tanque contra tanque", explica el trío con el rostro lleno de satisfacción.

La idea nació como fruto de la experiencia. En el Centro de Instrucción de Blindados y Exploración (CIBE) del Colegio Militar, donde Gismondi y López Romero entrenaban a los cadetes del escuadrón de caballería, estudiaron la posibilidad de integrar el software Steel Beast -que con ese fin utilizan varios ejércitos del mundo- a la torre del TAM. Los enigmas técnicos eran muchos. Con la asistencia de Regazzoni como ingeniero militar en electrónica y de preguntar y recabar datos con otros colegas, integraron la imagen virtual en una computadora a los aparatos de puntería para ejecutar todo tipo de tiro y de variar y simular factores que se presentan en operaciones en el terreno. Con la colaboración de los ingenieros Edgardo Comas, Daniel Pastafiglia y Héctor Velasco, de CITEFA, adaptaron los manillares del simulador americano a la concepción criolla. Así, construyeron una cabina donde se sitúan los participantes en los roles de jefe de tanque y apuntador, cada uno en su posición, conectados en red con dos o más computadoras, con todos los dispositivos del blindado a su alcance que les permite entrenarse horas y horas y hacer el juego entre fracciones.

Con poca plata
El primer financiamiento fue de 200 dólares. Así comenzaron, con muchas tardes de probar y repetir, soldar, pegar y cortar. Más tarde, con el apoyo económico dispuesto por el General de Brigada Eduardo Luis Anschütz, ex titular de la Jefatura V y actual Inspector General del Ejército, le dieron forma definitiva al primer prototipo. Entre los beneficios del Neo Nahuel hacen hincapié, lógicamente, en los costos. “Se ahorra un montón de dinero al no mover los vehículos y no utilizar munición de guerra”. Ponen un ejemplo. “Para que un TAM recorra una pista de combate de diez kilómetros de largo y sus hombres disparen cuatro veces con el cañón y dos con la ametralladora coaxial, es necesario que utilicen 100 litros de combustible ($150); cuatro proyectiles Heat de 105 mm ($ 8.100) y 200 cartuchos de 7,62 mm ($114); o sea, alrededor de $ 8.500, que es la tercera parte de lo que cuesta la cabina del simulador”, aseguran.

No dejan de resaltar las ventajas del entrenamiento continuo. “Puede dispararse las veces que uno quiera contra blancos múltiples y simultáneos, hacer ejercicios virtuales con todas las dificultades que se presentan en el campo de combate, de día y de noche, con inconvenientes técnicos y frente a un enemigo virtual que responde y ocasiona daños al vehículo… ¡sin gastar nada! Sólo el consumo de energía eléctrica, que es mínimo. También, evita costosas repeticiones si los ejercicios salen mal”.

Las cabinas fueron diseñadas en la sección de la Compañía de Mantenimiento de Comunicaciones del Comando de Arsenales y las estructuras, fabricadas en los Batallones 601 y 602 de ese organismo. Los tres oficiales no dejan de destacar la tarea del Suboficial Principal Daniel Cortéz (40), encargado de la compañía, quien también dio su punto de vista. “Empezamos en febrero de 2006 y han recibido al sistema con entusiasmo porque permite un montón de posibilidades”, explica.

LSN

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