martes, 2 de agosto de 2022

FAA: ¿Cazas JF-17 o Despegar.com?

¿Reequipamiento de las FF.AA. o turismo con cargo al Estado Argentino?

JF-17 de la Fuerza Aérea Pakistaní (foto: Aldo Bidini / Wikimedia Commons).

En tanto por enésima vez la situación de la economía argentina es terminal a julio de 2022, llama la atención la continua seguidilla de anuncios de adquisiciones que vienen realizándose desde el Ministerio de Defensa.

Mientras la ministro de Economía, Silvia Batakis, le niega a los argentinos el derecho a viajar al exterior y los dólares para hacerlo, desde la cartera de Defensa se organizan viajes a diversos proveedores del exterior del país, tanto del propio ministro Jorge Taiana, como de diverso personal técnico de las FF.AA.

La pregunta es: ¿Está Argentina en condiciones de comenzar, y pagar, los necesarios programas de reequipamiento de sus FF.AA.? ¿O va a seguir malgastando dinero en viajes a proveedores a los cuales el país no les va a comprar nada?

El caso del caza chino-pakistaní

La reciente visita a Pakistán del teniente general Juan Martín Paleo, jefe del Estado Mayor Conjunto argentino, ha fogoneado la idea de que un acuerdo por la compra de los aviones de combate JF-17 está cerca, después de más de una década de interés por parte argentina. Pero a pesar de la voluntad política de China de facilitar la financiación del programa de adquisición, no está claro que progresos reales hay en ese sentido.

El jefe del Estado Mayor Conjunto visitó a varias figuras militares y gubernamentales los pasados 14 y 15 de junio de 2022 en Islamabad, incluido el jefe de la PAK (Pakistan Air Force – Fuerza Aérea de Pakistán), mariscal del aire Zaheer Ahmed Baber Sidhu y al ministro de Producción de Defensa, Muhammad Israr Tareen.

Pero, aunque Paleo es un oficial militar de alto rango, no es quien toma las decisiones clave en la selección de un nuevo avión de combate. Ese papel pertenece al brigadier general Xavier Isaac, el jefe de la Fuerza Aérea. A todo esto, hay que sumar la firma del presidente Alberto Fernández, poco adepto a utilizar la lapicera, y que gobierna acosado por una vicepresidente, a su vez atormentada por causas de corrupción que son su única inquietud real.


Los JF-17 del Block II incorporan a partir del 29º avión del Batch 5 una sonda fija para IFR. La posibilidad de incorporar sistemas de reabastecimiento en vuelo surgió a partir de la evolución del modelo que mutó de un caza de defensa aérea puntual y ataque a las de un verdadero avión multirrol. Dentro de ese amplísimo entorno operativo asimiló el requerimiento de la PAF de garantizar un alcance stand off a los escuadrones afectados al rol de interdicción marítima como remplazo de los Mirage V PA2/PA3. La posibilidad de reabastecimiento en vuelo sumado a los misiles C-802AK (200 Km) y de los supersónicos CM-400 AKG (100-240Km dependiendo de la cabeza de guerra de alto explosivo o de penetración) garantizan un vector de armas de capacidades realmente excepcionales. Demás está decir que las posibilidades que otorga el sistema IFR son igualmente válidas a la hora de asumir los roles de defensa aérea y ataque, toda vez que se disponga de aeronaves reabastecedoras de combustible con la performance adecuada a los regímenes de vuelo del JF-17. (Foto: Ahmed Hader).

En mayo de 2022, una delegación de pilotos y técnicos de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) evaluó el JF-17 en China. Esto incluyó una valoración técnica completa, el uso de un simulador y vuelos reales de evaluación. En el viaje más reciente a Pakistán, los funcionarios argentinos discutieron la colaboración en la producción de material militar durante una visita al Ministerio de Producción de Defensa paquistaní.

Durante la visita, se conversó la posibilidad de montar en FAdeA el FC-1 (variante de exportación del JF-17), con componentes suministrados por China y Pakistán, además de algunos producidos localmente. El país eventualmente querría disponer de las facilidades para hacer modificaciones importantes a un eventualmente “nuevo” FC-1.

La política

Lo cierto es que el viaje de Paleo no implica un acuerdo inminente sobre un eventual programa JF-17 Thunder. En el sector de defensa argentino nada está firme hasta que se refrendan los contratos y el país realmente comienza los desembolsos. Por otra parte, el descontrol económico reinante, la profunda crisis económica del país con reservas peligrosamente bajas y altas posibilidades de incumplimiento, tampoco pintan un buen panorama para cualquier vendedor.

En cuanto al gobierno argentino, plagado de funcionarios que no funcionan, es muy poco probable que siquiera se plantee hacer grandes inversiones en áreas de la defensa de dónde no va a sacar ningún beneficio político inmediato.

La estrafalaria predilección del gobierno kirchnerista de equilibrar a los proveedores por nacionalidad, también puede obstaculizar los esfuerzos de adquisición de cualquier nuevo sistema de armas.


El JF-17 Thunder ingresa sin prisa pero sin pausa dentro de una categoría en la que se siente cada vez menos intruso; con presencia casi permanente en el marco de diversos ejercicios multinacionales ha podido confrontar en igualdad de condiciones con modelos concebidos desde su esencia como para destacarse holgadamente del resto y no obstante sus supuestas limitaciones, ha conseguido performances sorprendentemente destacadas. Resulta imposible resistirse por estos días a la evolución del JF-17, especialmente cuando se lo aprecia con más que sobradas capacidades para asumir los roles que en la FAA quedaron vacantes tras la baja del SDA Mirage, así como los que se sumarán tras el inexorable y cada vez más cercano destino final de los A/OA-4AR Fighting Hawk. El SDA Thunder ahora se amplía y complementa con una nueva versión para el adiestramiento de los futuros pilotos, el JF-17B, 100% compatible con el Block II de base, la posibilidad de incorporar IFR y con plenas capacidades para combatir; y la llegada del novísimo Block III impulsa indiscutiblemente al JF-17 hacia la Generación 4.5/4++. (Foto: Sohaib Malik).

¿Por qué comprar el JF-17?

Desde que perdió su capacidad supersónica en 2015, la FAA ha carecido de interceptores supersónicos de alto rendimiento. Su inventario operativo actual incluye no más de cinco cazabombarderos A-4AR Fightinghawk, que se complementan con aviones de entrenamiento armados IA-63 Pampa.

En septiembre de 2021, el Ministerio de Defensa argentino anunció US$ 664 millones para la adquisición de 12 aviones de combate, habiendo recibido ofertas de Rusia por los MiG-29/MiG-35 Fulcrum, así como de China y Pakistán por el JF-17. Los planes para adquirir aeronaves de otras fuentes han fracasado en los últimos años, en buena medida como resultado de gestiones británicas que buscan impedir el rearme aéreo argentino.

Es probable que la FAA esté considerando concretamente la variante JF-17 Block III, la que actualmente está en producción para Pakistán. El Block III dispone de radar activo escaneado electrónicamente, así como armamento aire-aire avanzado y misiles antibuque supersónicos. En consecuencia, la variante Block III sería la más competitiva contra los cazas británicos F-35B y Typhoon.

Argentina parece estar buscando la mejor relación capacidad-precio y esto es un buen augurio para el JF-17. Por estos días el avión chino se enfrenta a una oferta danesa de una docena de cazas F-16A/B MLU excedentes… ¡que ya han sido rechazados por Colombia!

Offset y financiación

Argentina mantiene la esperanza de llegar a un acuerdo con China para producir localmente el JF-17 y convertirse en un proveedor regional de aviones de combate. Está por verse si Pakistán aprobaría y facilitaría al país alcanzar esa capacidad.

Hay que tener en cuenta que Pakistán tiene una participación laboral del 58% en el programa JF-17, lo que significa que incluso los aviones exportados a Myanmar por el socio chino Chengdu Aircraft Corp. se fabricaron parcialmente en Pakistán, con el montaje final a cargo de los chinos.

Si bien el complejo aeronáutico pakistaní perdería carga de trabajo debido a una eventual producción en FAdeA, aún recibiría regalías continuaría rentabilizando el negocio enviando componentes para ensamblar en Argentina.

En teoría, el montaje final del caza chino-pakistaní podría realizarse en la fábrica de aviones cordobesa, con la generación de trabajo que probablemente involucraría a otros subcontratistas repartidos Argentina. En el Área Material Río Cuarto también podría instalarse un centro de mantenimiento de motores y subcomponentes.


Los JF-17 del Block I y II han sido captados recientemente con un nutrido paquete de armas en fase de homologación como LGB GBU-12 Paveway II junto con el pod ASELPOD (Advanced Targeting Pod Electro-Optical Reconnaissance, Surveillance, and Targeting System) de la firma turca Aselsan, junto con REK (Range Extension Kit) que transforma bombas de la serie MK en armas de guía INS/GPS con un alcance máximo de 60km. Sumadas a las y conocidas alternativas de armamento de misiles aire-aire y aire-mar, estas nuevas capacidades no hacen más que justificara al Thunder como un muy accesible SDA de multirrol que entre muchos beneficios ofrece la posibilidad de contar con el respaldo de una línea de producción abierta al menos hasta el 2024, fecha prevista para cumplir con la entrega de los 50 aviones del Block 3. (Fotos/insert: Zohaib Malik).

También es posible que el programa involucre al INVAP como desarrollador de radares y optrónica, ya que la empresa estatal argentina tiene la capacidad de adaptar sistemas extranjeros para la integración en aeronaves, o de desarrollar sistemas autóctonos.

Pakistán ya descartó los planes de coproducción en Argentina hace una década. Pero con su propio programa tan avanzado, es posible que se abra a alcanzar acuerdos ante la eventual posibilidad de rentabilizar un proyecto que comienza a envejecer.

En teoría, el montaje y la producción en Sudamérica con respaldo chino, agregaría un incentivo político a países con gobiernos de izquierda y con ganas de abrazarse a China.

El expansionismo chino

Concretar este tipo de operaciones en la región ayudaría a las ambiciones regionales de China, que ya ofreció a Argentina el F-10C Firebird alrededor de 2014/2015. Sin embargo, ya en aquel momento, la operación era inalcanzable económicamente… y hoy es completamente inviable.

Como con la experiencia se aprende, y ahora el coste de un programa con el JF-17 debería ser menor (al menos en teoría) ya que el caza chino-pakistaní es más asequible. China sabe que debe ofrecer una financiación muy favorable o no venderá ningún caza. Para ello, desde Beijing habrían ofrecido un préstamo de gobierno a gobierno y estarían dispuestos a aceptar pagos en commodities argentinos.

No es nada nuevo que China, en su solapado enfrentamiento a Occidente, quiere cambiar el equilibrio estratégico en Latinoamérica. La ansiosa ayuda de neocipayos argentinos, y de otros países latinoamericanos, actualmente hacen lobby por China, que tendrá que subsidiar las compras de armas para posicionarse en la región.

Argentina, y otros países latinoamericanos, ya han tenido experiencias poco felices con suministradores de material aeronáutico de origen ruso. ¿Hemos de repetir esas dudosas experiencias, pero ahora con los chinos?

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