Nota: donde dice "cartuchera" el lector debe leer "funda" o "pistolera" o "revolvera"
Claves para la Elección de una Cartuchera para Defensa
Chuck Taylor [USA]
Una de las más críticas, y muchas veces subestimada categoría dentro del tema de las armas de puño de defensa es la elección de una funda o cartuchera. En la actualidad, las revistas de armas están literalmente llenas de publicidad sobre una enorme variedad de diseños de cartucheras, la mayor en toda la historia de las armas, todas las cuales, naturalmente, exponen la idea de que su diseño en particular, es el mejor.
Sin embargo, si bien la variedad favorece al comprador debido a que dispone de un mayor campo de elección, existe, sin embargo, un aspecto negativo. La infinidad de estilos de cartucheras disponibles hoy en día, generalmente confunde aún al más experimentado tirador táctico, y mucho más al novicio, aumentando el potencial de errores, pudiendo tener como consecuencia la elección de una alternativa equivocada.
Y las alternativas equivocadas pueden resultar peligrosas si se aplican en el ambiente equivocado, no es verdad? Puedes apostar que es así. De hecho, pueden resultar ser más que solamente peligrosas –pueden resultar fatales. De manera que, por esta razón, el tema en cuestión requiere de un análisis serio para cualquiera que intente transportar un arma para defensa propia, independientemente de si pertenece a las fuerzas de la ley o es un civil.
La cartuchera cumple múltiples propósitos
Primero, es el dispositivo de transporte para el arma misma. Como tal, debe mantenerla colocada con firmeza en una determinada ubicación durante todo el tiempo.
En caso contrario, resultará excesivamente difícil tomar el arma con rapidez, tener el control de ella y luego ponerla en acción.
En consecuencia, las presillas que la sujetan al cinturón deben ser suficientemente anchas como para facilitar la rigidez del conjunto, ya que también son parte de la ecuación.
Segundo, la cartuchera debe proteger el arma en forma apropiada del ambiente en el cual va a ser transportada. El polvo, la acumulación de humedad, y la amenaza de daños por golpes en el cañón, los aparatos de puntería o las cachas, producen un efecto negativo sobre el arma en cuestión y son factores a tomar en cuenta.
Tercero, debe ofrecer un cierto grado de seguridad contra la pérdida del arma que sea apropiada para las necesidades del usuario en particular. Después de todo, la pistola o el revólver no resultarán de gran utilidad si se encuentran en el piso a tres pasos de distancia debido a que se ha zafado de su cartuchera debido a los movimientos o la actividad física del usuario.
Cuarto, la cartuchera también debe ofrecer la mayor rapidez posible para la extracción del arma, lo cual, a su vez, permite la presentación o puesta en acción lo más rápidamente posible de ella. Existe un viejo dicho que expresa esta idea: “Cuando necesitas un revólver o una pistola, te encuentras en el peor momento y debe estar al alcance de la mano con la mayor rapidez posible!” Desde mi punto de vista, esto es verdad. El arma de puño es el sucesor tecnológico de la antigua espada corta romana y es, en consecuencia, usada generalmente a una distancia que está justo en el límite del extremo de los brazos. Esto significa que los tiempos de disparo son extremadamente rápidos, convirtiendo a la presentación del arma “una obligación” para tener una respuesta exitosa.
NUESTRAS NECESIDADES
¿Cómo puede la cartuchera satisfacer de la mejor manera estos requisitos? Bueno, antes de continuar el análisis, primero debemos definir nuestras necesidades. Todos tenemos un estilo de vida diferente y esto comprende tanto las distintas rutinas diarias como los entornos socio-culturales que frecuentas. Tomando esto en cuenta, ningún tipo específico de cartuchera puede ser universalmente superior. Lo que resulta más útil para el policía uniformado no le servirá al miembro de la ley que usa traje; la mejor elección para las situaciones que tienen que enfrentar los cuerpos militares resulta ser demasiado lenta para el civil que porta un arma para defensa propia, y así sucesivamente.
Al definir tus necesidades, recuerda la frase “Mantén todo simple”. Cuanto más complicadas sean las cosas, mayor será el potencial de error de parte del usuario y falla del material y más tiempo demandará para realizar cualquier tipo de procedimiento que se requiera. Los encuentros armados entre personas no es nada nuevo. En consecuencia, pueden identificarse fácilmente ciertas tendencias generales y “la simplicidad” ha sido el concepto que más éxito ha tenido en el curso de la historia.
Sin embargo, va una recomendación. No tomes la simplicidad en forma extrema hasta el punto de comprometer el motivo por el cual estás portando un arma. La “simplicidad” significa mantener las cosas tan simples como resulten posibles, pero esto no significa que la simpleza por sí misma garantice el logro del objetivo único: una defensa propia satisfactoria. Expresado en otros términos, para lograr un máximo nivel de eficiencia, debemos equilibrar uno y otro. Puede pensarse que el sentido común vuelve obvio este hecho, pero mi experiencia me indica que, para algunas personas, esto no es así.
REQUISITOS MÍNIMOS
Independientemente de si la cartuchera va a ser usada dentro o fuera de los pantalones, en una cartera o en una riñonera, en forma cruzada o del lado de la mano que empuña el arma, o como sobaquera, para ser totalmente eficiente, debe poseer dos características básicas.
[*] Una, debe permitir que la mano que empuña el arma tenga suficiente espacio para el tirador de manera de que pueda lograr un empuñe correcto estando el arma aún colocada dentro de la cartuchera.
[*] Dos, debe cubrir el arco del guardamonte del arma en forma suficiente como para evitar el acceso accidental del dedo índice sobre la cola del disparador o de cualquier otro objeto extraño, como ramas, etc., eliminando así la posibilidad de un disparo involuntario.
LA SEGURIDAD DEL ARMA COMO PRIORIDAD
La seguridad del arma es, ciertamente, una preocupación mayor y es, de hecho, el factor que se contrapone contra la velocidad de presentación del arma. Pero, la necesidad de un cierto grado de seguridad no resulta más importante que la velocidad de extracción, algo que muchos diseñadores de cartucheras para las fuerzas de la ley han olvidado o no han tomado en cuenta en primera instancia. Seguramente, en virtud de su función diaria, los policías de uniforme usualmente deben forcejear con sospechosos, convirtiendo en un factor de relevancia la capacidad de retención del arma de parte de la cartuchera. Sin embargo, si el policía debe emplear su arma, seguramente necesitará hacerlo con rapidez.
De manera que la capacidad de la cartuchera para facilitar un rápido alcance y extracción del arma tiene, al menos, igual o mayor relevancia.
Para lograr lo mejor de ambos mundos –un nivel razonable de seguridad con un grado acorde en la velocidad de extracción- el concepto de la traba del pulgar toma protagonismo.
Es una buena combinación de los dos, en la medida que la traba del pulgar se libere instantáneamente en dirección al torso y se encuentre reforzada para mantener la rigidez necesaria para ser eficiente durante largo tiempo y garantice una extensa vida útil.
Desafortunadamente, las preocupaciones sobre la seguridad en las armas, usualmente, han ocupado una posición mandatoria sobre el diseño de cartucheras, hasta tal punto, que, debido a elaborados procedimientos, el pobre individuo provisto con tal equipo no puede, en la mayoría de los casos, extraer el arma al menos, después de transcurridos varios segundos, demasiado tiempo para el enfrentamiento armado que esté teniendo lugar en ese instante!
"CARTUCHERAS" PARA TIRO DEPORTIVO
En el otro rango del espectro, tenemos las cartucheras de competición, diseñadas para brindar una gran velocidad de extracción pero que ofrecen muy poca o ninguna seguridad sobre el arma. Estas, también, deben evitarse, ya que el propósito para el cual fueron diseñadas tiene poco que ver con la dura realidad de las situaciones de defensa personal.
Otro método para ofrecer seguridad contra la pérdida del arma se denomina “ajuste al formato del arma”, en donde la cartuchera está configurada para ajustarse a los diversos contornos del arma. Sus ventajas residen en su simpleza, poco peso, resultan económicas y demuestran un equilibrio razonable entre velocidad y seguridad. Su punto débil reside en que están hechas de cuero, y su uso constante hace que se aflojen, reduciendo su capacidad para retener el arma en su lugar.
Otro método consiste en emplear cartucheras de material sintético, tal como el Kydex, el cual no se afloja o cede con el tiempo y el uso, permitiendo un calce sólido que permite extraer el arma con un enérgico tirón de la mano que la empuña.
Super rápida pero segura, es la liviana "Taylor Thunderbolt," la que se caracteriza por una presentación recta hacia arriba y un corte en su parte frontal para facilitar la extracción rápida, simultáneamente protege bien al arma, es fácilmente ocultable y es bastante popular tanto entre las fuerzas de la ley con indumentaria de calle y en aquellos civiles que portan un arma para la defensa personal. De hecho es la elegida entre los instructores de mi instituto (ASAA) y entre una gran cantidad de alumnos que asisten a él.
Durante décadas, para brindar seguridad, se empleó una simple tira de retención con traba en el transporte del arma, pero al costo de resultar demasiado lenta cuando la situación demandaba una extracción rápida. Como tal, especialmente desde la aparición de los modernos diseños, disponibles en la actualidad, que ofrecen al menos igual nivel de seguridad y mayores velocidades de extracción, los modelos que poseen tiras de retención quedan relegados para la caza o el transporte en campo abierto y situaciones similares.
CARTUCHERAS EXTERNAS PARA COMERCIANTES
Los comerciantes y otros que desean estar armadas en sus establecimientos y comercios, pero no portan el arma en otros sitios, prefieren usualmente una cartuchera de las del tipo que se calzan directamente sobre el cinturón.
Esencialmente, son cartucheras con forma de bucle esqueletonizado, que ofrecen un lugar para colocar el arma sobre el cuerpo, pero no parecen cartucheras cuando no tienen el arma colocada.
Son muy livianas y simples, pero no son muy seguras, no ofrecen ninguna protección al arma, y son relativamente lentas al momento de la extracción. Como tales, deben clasificarse como “de propósitos especiales” y no de “uso general”.
Los retenes por fricción resultan ser un medio popular para obtener una seguridad razonable sobre el arma, pero, debes tener en cuenta que tienden a aflojarse con el uso y requieren un ajuste casi constante para mantener un cierto grado de real seguridad en la sujeción del arma dentro de la cartuchera. Muchas veces, se los emplea en combinación con un retén de retención de pulgar para aumentar el grado de sujeción combinando ambos métodos. Una cartuchera muy exitosa es una modificación de la Gordon Wm. Davis designada como la "T-Omega."
Esta cartuchera es usada por muchos departamentos de policía que emplean tanto agentes encubiertos como con ropa de calle, incluyendo al Departamento de Policía de los Ángeles. Ofrece una extracción rápida pero un grado de seguridad suficiente como para permitir que el arma pueda ser enfundada nuevamente sin necesidad de volver a colocar el retén del pulgar ya que no existe un posible riesgo de pérdida de la misma.
LAS SOBAQUERAS
Las sobaqueras, si bien son muy populares en las películas y en las series de televisión, no son confortables debido a que bloquean la circulación de aire a través de la ropa del usuario. Si bien facilitan el ocultamiento del arma, le dan una sensación al que la porta de estar “trabado”, como si estuviera provisto de una cincha envolvente alrededor de la espalda y las axilas, una situación poco confortable a menos que quien las usa disponga del beneficio de estar en ambientes provistos de aire acondicionado.
Más aún, si la sobaquera no está fijada a ambos lados de la cintura, tenderá a moverse y desplazarse, perdiendo su posición original, reduciendo drásticamente la velocidad para la toma y extracción del arma y, usualmente, revelando la existencia del arma oculta al destacar el extremo de la empuñadura claramente contra la parte interna de la sobaquera.
Varios diseños de sobaqueras incorporan la portación horizontal tanto del arma como de la munición suplementaria, haciendo que el arma colocada dentro, quede apuntada hacia atrás, algo que ha demostrado resultar tan perturbador que en muchos campos y polígonos de entrenamiento se ha prohibido su empleo.
Desde otro punto de vista, las cartucheras sobaqueras protegen muy bien al arma y distribuyen su peso en forma más pareja entre ambos hombros en vez de forzar a la cadera para que absorba todo el peso. De manera que, para los cazadores con arma corta (cuya característica principal es la de usar armas de puño de gran tamaño), y otros con iguales necesidades, este tipo de cartuchera es una elección excelente, y de hecho, resulta ser una alternativa mejor que una colocada en el cinturón.
CARTUCHERAS MILITARES
Para acciones puramente militares, las cartucheras de solapa completa siempre han sido populares y con una debida justificación. El ambiente en el cual actúan las fuerzas militares es, por naturaleza, intensamente abusivo, convirtiendo a la protección del arma en un factor de importancia fundamental.
En contraste, el uso militar de un arma de puño, raramente requiere la extracción rápida de la misma, de manera que como las cartucheras tienen una solapa completa que cubre el arma, lentifican la extracción de la misma, pero esto no tiene el mismo grado de relevancia que para un civil o un miembro de las fuerzas policiales.
Las cartucheras que se utilizan por dentro de los pantalones resultan, también, altamente ocultables, y, si están diseñadas adecuadamente, pueden permitir una extracción muy rápida.
Sin embargo, ten cuidado con aquellas que emplean un retén de acero como medio de sujeción al pantalón ya que son propensas a salirse junto con el arma al momento de la extracción, algunas veces con resultados catastróficos!
De manera que, si te atraen las cartucheras para dentro de los pantalones adquiere una que emplee bucles de retención sobre el cinturón que la fijen en su lugar, asegurándote de esta forma la inmovilidad de la funda.
Con la moda actual de la vestimenta informal o deportiva, las cartucheras llamadas “cartucheras-riñoneras” o “fanny pack” han ganado una posición bastante exitosa.
Sin embargo, el mismo criterio referido a las cartucheras normales también se aplica a ellas –el usuario debe ser capaz de lograr una buena sujeción del arma mientras ella se encuentra en la cartuchera y el arco del guardamonte debe estar protegido. Lo mismo se aplica a los “monederos-cartucheras” para las damas.
En mi opinión, los mejores ejemplos de ambos son los fabricados por Rich Gallagher en GALCO Internacional, Ltd.
GALCO también ofrece una variedad completa de prácticamente todas las fundas que puedas imaginar, incluyendo la cartuchera tipo “paddle”, cada vez más popular.
Este tipo de funda puede colocarse y quitarse sin necesidad de manipular el cinturón, de allí que su concepción se haya vuelto tan popular entre aquellas personas que deban usar y guardar alternativamente sus armas, en el cajón de su escritorio, por ejemplo, con la mayor discreción posible.
Como puedes ver, la elección de la funda es un tema de importancia cuando se trata de un arma de defensa personal. Si el equipo que llevas no te permite empuñar y presentar tu arma con rapidez, te coloca drásticamente en desventaja, y esto significa que no podrás estar sintonizado con la rápida sucesión de eventos que toman lugar en el momento en que necesites emplear un arma.
Para probar y elegir una, no tienes elección posible sin hacer “algún sacrificio”, pero, casi invariablemente, debe asegurarte que logres obtener una adecuada imagen de miras y control del disparador una vez que el arma esté finalmente enfocada al blanco. Esto es una condición inexcusable y, a través de los años, se puede observar que ha sido la responsable de demasiadas muertes.
Además, si tu funda no es suficientemente segura como para ofrecer una protección razonable contra la pérdida del arma, no importa cuán “rápida sea”, debido a que el arma no estará allí cuando más la necesites. La respuesta se encuentra en un punto medio.
El secreto es simple –antes de que comiences a buscar y a elegir una funda, debes definir y sopesar cuidadosamente tus necesidades. Una vez logrado esto, recuerda mantener todo en un nivel tan simple como te sea posible sin comprometer la eficiencia de la misión primordial en el proceso de análisis.
Por último, busca un entrenamiento profesional competente y practica, practica y practica un poco más. Practica con bala viva y con tiros en seco, bajo todas las condiciones climáticas y de iluminación posibles, y emplea toda la variedad posible de los blancos más realistas que puedas obtener, pero no te desgastes disparando infinitos cartuchos hasta agotarte. Muchos programas de entrenamiento llenan el tiempo y el espacio con disparos con bala viva en vez de “capacitar”, conduciendo al reforzamiento de errores preexistentes en vez de corregirlos.
Cualquiera puede disparar, disparar y disparar, pero recuerda que los instructores e institutos verdaderamente competentes no solamente hacen quemar pólvora, también enseñan! Cualquier institución que invierte todo tu tiempo en, simplemente, hacerte disparar no es la mejor elección si tu objetivo es el aprendizaje de las habilidades concretas para el manejo eficiente de las situaciones tácticas, de tiro y del manejo de las armas. Después de todo, qué es lo que deseas: entretenerte o entrenarte? Y cómo puede esto lograrse si disparas unos 2000 tiros en solamente cuatro días, por ejemplo?
La respuesta es que esto no es posible. En ASAA tenemos cientos de estudiantes de varios niveles de certificación de parte de otras instituciones que aún no son capaces de ejecutar correctamente los tres fundamentos del tiro de cualquier especialidad: alineación de miras, imagen de miras y control del disparador! Trabajamos y corregimos sus problemas, pero mis instructores siempre se sorprenden con esta situación que no debería existir si los programas de entrenamiento en los cuales los asistentes participaron previamente hubiesen sido administrados correctamente.
Expresado en términos estadísticos, en las situaciones de vida o muerte, la extracción del arma de la funda es algo que se demanda el 50% de las veces. Esto significa que no solamente el programa de entrenamiento que elijas debe dedicar un tiempo considerable para el procedimiento formal de presentación tanto para la portación exhibida y oculta, sino también, debe estar caracterizado por un análisis detallado del tema de las fundas en el curso, analizado formalmente y con toda seriedad. Esto, no solamente te ahorrará una gran inversión en dinero, sino también podrá salvar tu vida, haciendo que todo tiempo y dinero que inviertas en asistir en este tipo de entrenamiento valga la pena en todo su contexto.
Después de todo, cuánto vale tu vida?
Copiado de la revista virtual Deportiro
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