La aparición del fusil de asalto
La Primera Guerra Mundial sirvió de marco de reflexión sobre el papel del arma individual de infantería en el combate. En el escenario bélico característico de esta contienda, donde las trincheras se hallaban separadas escasos metros unas de otras, la ametralladora era el arma dominante y, frente a ella, el fusil de cerrojo resultaba excesivamente grande, potente y con escasa capacidad de fuego para contrarrestar las oleadas de los asaltos.
Lógicamente comenzó a pensarse en el excelente papel que podría hacer un fusil más ligero, que disparase un cartucho menos potente pero eficaz hasta 400 m. y con capacidad para hacer fuego automático como el subfusil o la pistola ametralladora, que básicamente son las características que hoy definen al fusil de asalto.
Indudablemente se trataba de un concepto totalmente nuevo, porque el arma que cumpliera aquellos requisitos, se separaba tanto de los fusiles al uso como de las ametralladoras ligeras y de los subfusiles, aunque en determinadas condiciones tácticas tenía que operar como éstos. Era, en definitiva, un enfoque radicalmente diferente del problema del arma del infante y no simplemente una reforma de las existentes, pero que, ante todo, exigía una munición menos potente que la de los fusiles reglamentarios de la época, al objeto de poder controlar el disparo en ráfagas.
En el período comprendido entre las dos guerras mundiales, la idea no germinó en nada concreto. Cada país había realizado costosas inversiones en armas y municiones, por lo que la perspectiva de lanzarse a fabricar el fusil de asalto no tenía grandes visos de realización. Tampoco había razones para investigar sobre nuevas armas, porque el Tratado de Versalles había generado grandes esperanzas de asegurar en Europa y en el resto del mundo, una paz duradera. Por otro lado, Estados Unidos, con mentalidad muy conservadora, había encaminado sus proyectos en armamento ligero portátil, hacia una dirección distinta y poco innovadora, como fue la consolidación del fusil semiautomático "Garand" que disparaba un cartucho de alta potencia.
Tan sólo el Estado Mayor del Ejército alemán comenzó, en 1938, a desarrollar el estudio de un arma que supusiera un cambio radical en el armamento del fusilero granadero, base de su Ejército.
Al mismo tiempo, se fijaron las especificaciones de un cartucho de menos potencia, que se aviniera a los requerimientos del futuro fusil de asalto. El análisis de las tácticas de combate empleadas por la Infantería alemana en los primeros meses de la II Guerra Mundial, vino a confirmar plenamente la necesidad de un arma de este tipo. La mayoría de los combates entre fuerzas de Infantería tenían lugar a una distancia inferior a 400 m., aunque el fusil de reglamento de la época podía alcanzar en tiro eficaz hasta los 1.000 m. y a esa distancia no hace falta un cartucho tan potente como los utilizados (6,5; 7; 7,92; 7,5 mm.)
Además un arma como el fusil proyectado resultaba ideal para las nuevas tácticas ofensivas de la "guerra relámpago", que exigía además gran movilidad de las fuerzas atacantes, una considerable capacidad de fuego y un grado de autonomía mayor que el existente. En la fábrica alemana de Polte, se obtiene por fin el cartucho de 7,92x33 mm. "Kurtz" (corto), que parece ser el buscado, puesto que esta munición permitía el tiro a ráfagas con un retroceso más que aceptable. Con el cartucho ya perfectamente definido, en 1942 aparece el primer fusil de asalto, bautizado Mkb-43, que cambió su nombre por los de MP-43 y MP-44 (Maschine pistole) y poco después, en 1944, por el de StG-44 o "sturmgewehr", su último y más cómodo título, cuya traducción aproximada es "fusil de asalto" con lo que nombre y arma se hermanaron.
Existe una pequeña historia de contratiempos y dificultades sobre el “Sturmgewehr”. Parece ser que se construyó pese a la oposición de Hitler, quien hizo uso de su experiencia en la Primera Guerra para condenarlo, a causa de su poco alcance y también, porque había almacenados millones de cartucho de 7,92 largo. Sin embargo, el Ejército alemán estaba a favor del MK 43 y para protegerlo, se sustituyó su nombre por MP 43, haciendo ver a la cúpula nazi que se trataba de fabricar subfusiles.
Esta arma, de la que se fabricaron 300.000 y resultó práctica y muy utilizable en el combate, fue dotada de una serie de complementos y accesorios, como la bocacha lanzagranadas, sistema de puntería óptico y hasta un prolongador de cañón curvo con mira de reflexión, para poder disparar resguardado desde algún obstáculo o desde el interior de vehículos tácticos.
No fue el MP 44 el único fusil de asalto proyectado y construido en Alemania. Durante la GM II hubo otro que cabe en esta categoría. Se trata del FG 42 (fusil de paracaidista) de Rheinmetall que entró en servicio a raíz de la incursión llevada a cabo por paracaidistas alemanes para liberar a Mussolini, en el Gran Sasso en septiembre 1942.
El MP-43, marcan el nacimiento del fusil de asalto en Alemania. En su excelente diseño se inspiró el famoso Kalashnikov AK-47 del que han sido construidos algunos millones y ha sido la base de la mayoría de los fusiles de asalto actuales: Desde el robusto, fiable, algo rudo y bien probado combate GALIL israelí, al refinado SiG 550/551 de los relojes suizos.
LOS FUSILES DE ASALTO DE LA POSGUERRA
Al finalizar la contienda mundial, el concepto de fusil de asalto estaba ya suficientemente extendido en todo el mundo y había calado profundamente en los Estados Mayores, sobre todo en los europeos, de manera que todos, de una forma u otra, acometieron planes de estudio y desarrollo, basándose en los modelos alemanes.
Para subvenir a las necesidades del bloque defensivo occidental (OTAN), en 1948 la Fábrica Nacional belga (FN) de Herstal, produce el fusil conocido por sus siglas FAL (fusil automatique legére) que se convertirá en un clásico del género y será el arma de asalto más difundida fuera del mundo comunista. Fue fabricado inicialmente en calibre alemán 7,92 x 33 (Kurtz) y años más tarde, en el nuevo calibre de la OTAN, el 7,62 x 51.
En 1949 fue adoptado por los Ejércitos belga e inglés (versión rebautizada L1A1). A principios de 1970, más de 75 países utilizaban el FAL en sus diferentes versiones: Canadá, Australia, India, Argentina, Austria, Brasil, etc. El éxito se explica por las excelentes cualidades de este primer fusil de asalto de la posguerra: un arma perfectamente equilibrada, sólida, estabilizada, aunque sin duda, algo pesada por la gran cantidad de acero que se empleaba en su construcción.
En el panorama del arma ligera de la época, va a brillar con nombre propio un fusil español. En 1950, el Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales (CETME), fundado en año anterior inicia, con la participación de ingenieros alemanes que habían intervenido en la fabricación de los fusiles de asalto germanos, los estudios para el desarrollo de un fusil automático individual que sustituya al Máuser M-41, de dotación en las Fuerzas Armadas españolas. Surgió así el CETME modelo 2, con dos características especiales: el sistema de funcionamiento por retroceso de masas con acerrojamiento semirrígido (Se trataba del mismo sistema de cierre semirrígido de rodillos que utilizaba la ametralladora M6-42), (el sistema imperante era el de toma directa de gases); y gran número de piezas de chapa embutida.
Este fusil disparaba un cartucho de potencia intermedia, el 7,92 CETME, pero, tras la adopción por la OTAN del calibre 7,62 x 51, se desarrollaron los modelos A y B (en 1956 se inicia la fabricación del primero), hasta llegar al modelo C, adaptado al cartucho OTAN y en servicio desde 1964.
El tercer modelo de fusil de asalto en el panorama europeo de la posguerra, es el modelo alemán G-3, fabricado por Heckler Und Koch (HK). Este fusil no es más que un desarrollo del diseño CETME, aceptado tras numerosas pruebas por el Ejército alemán, en 1959. Desde entonces, el arma ha sufrido algunas modificaciones que no afectan a sus características fundamentales, aunque desde un principio el G-3 se adaptó al cartucho 7,62 x 51 OTAN. A partir del sistema de funcionamiento del CETME, la casa HK modificó los procesos de fabricación, con mayor empleo del metal estampado así como de material plástico, y ha creado toda una familia de variadas armas portátiles. El G-3 tuvo un enorme éxito, ya que fue aceptado por gran número de países. Actualmente está considerado como uno de los fusiles de asalto más importantes y es reglamentario en el Ejército alemán.
En Estados Unidos se fueron por otros derroteros, siguiendo una dirección menos innovadora, pero perfectamente definida. Tras ciertos estudios y pruebas, quedó claramente concretado que el cartucho que se debía utilizar en una nueva arma para la Infantería, habría de ser de características similares al 30.06 Springfield, por la seguridad y confianza que confería al combatiente americano, reduciendo únicamente la longitud de la vaina al emplear otro propelente de mayor densidad de carga, para hacerlo más adecuado a las armas automáticas. A partir de aquí, se desarrolló un nuevo fusil similar al Garand M-1, con una mayor capacidad de cargador y con posibilidad de hacer fuego automático, que fue bautizado como M-14 y disparaba el nuevo cartucho 308 (equivalente al 7,62 x 51 mm.)
En el bloque oriental (Pacto de Varsovia), el panorama aparece dominado por el arma más famosa de la historia de los países socialistas. Nos referimos al "Kalashnikov" AK 47 (Automat Kalashnikov), que disparaba un cartucho de potencia intermedia, similar al 7,92 mm. Kurtz, el 7,62 x 47 mm. M-43. Fue fabricado en 1947, sobre la base de algunos STG44 alemanes, capturados por el Ejército soviético en 1945. Se trata de un fusil de asalto correcto y bien construido sobre el que se han aplicado las experiencias de fabricación en masa, recurriendo al metal estampado, técnica iniciada en la URSS con los subfusiles PPSh41 y PPSh43. La combinación adecuada del acero de buena calidad y madera de buen acabado en el cajón de los mecanismos, ha dado por resultado un arma que puede soportar duros tratos y errores de manejo. Resulta también muy fácil de entretener y puede utilizarse con un adiestramiento elemental, al reducirse al mínimo sus partes móviles. El AK47 básico y su versión más moderna el AKM han sido y son utilizados por fuerzas regulares y guerrillas de todo el mundo. Se ha fabricado en China, Polonia y República Democrática Alemana y su diseño básico ha inspirado otros proyectos extranjeros como el fusil VALMET finlandés. El AK fue arma reglamentaria del antiguo Pacto de Varsovia y de Ejércitos como el egipcio o el chino.
No puede establecerse con seguridad de dónde proviene la cantidad de AK-47 que se ve por toda la geografía mundial, ya que esta arma y sus derivados se fabrican en muchos países además de los citados: Hungría (modelo AKM-63), Corea del Norte, Yugoslavia y Rumania; incluso numerosas copias se han fabricado en lugares tan extraños como Afganistán.
LA EXPERIENCIA AMERICANA DE VIETNAM
La OTAN no tardó en reconocer que era necesario un calibre más pequeño, puesto que el adoptado no correspondía, desde luego, a la munición más idónea para el concepto de fusil de asalto. La experiencia de los años transcurridos desde 1953, vino a confirmar esta impresión que era sentida en el fuero interno de muchos Estado Mayores de la Alianza. En efecto, el nuevo calibre exigía un elevado peso del fusil de asalto, para que pudiera absorber el fuerte retroceso que producía el disparo.
Así, los infantes de la OTAN tenían que llevar un arma que, además de ser pesada, lo era más que las de sus adversarios del Pacto de Varsovia, dotados del AK47 que disparaba un cartucho más pequeño, el 7,62 x 39. Por otro lado, su potencia hacía nula la eficacia en el tiro, cuando se empleaba la modalidad de ráfagas sin ningún apoyo. Los ingleses supieron ver desde un principio que el 7,62 x 51 no era un calibre para un arma de asalto y por ello, su versión del FAL sólo era semiautomática (tiro a tiro)
Mientras los países europeos occidentales se planteaban estas dudas, la guerra de Vietnam va a obligar a Estados Unidos a revisar su criterio, en favor de los gruesos calibres en vigor desde finales del siglo XIX. Desde los primeros combates en el nuevo escenario bélico del Sudoeste asiático, los soldados USA, armados con el M-14 30.06, se vieron en inferioridad de condiciones ante vietnamitas del Norte y guerrilleros del Vietcong, provistos del AK47, arma superior en ligereza, potencia de fuego y rapidez de tiro. Para subsanar esto, los estadounidenses decidieron investigar en busca de un nuevo fusil, adaptado a las nuevas circunstancias, y hallaron el Armalite AR-15, un arma de aspecto ligero y moderno a la que había que encontrar un nuevo tipo de munición.
Se pensó que un proyectil de menos calibre, pero dotado de mayor velocidad inicial, resultaría eficaz a 200 ó 300 m.; menos sin duda que el 7,62 mm. (.30), pero lo suficiente, teniendo en cuenta las distancias habituales del combate. Su valor balístico podía ser discutible, así como su efecto explosivo, pero el nuevo calibre .223 Rémington (5,56 mm.) ofrecía sobre el 7,62, ventajas indudables en la práctica como su menor peso que permitía tiros a ráfagas largas con una aceptable puntería.
Los Estados Unidos parecieron descubrir en Vietnam, que los calibres pequeños daban mejores resultados tácticos en distancias cortas de combate. En aquel escenario bélico, se demostró que la mayor parte de los encuentros armados se libraron sobre los 100 m. de distancia. Con el 5,56, obtuvieron alta probabilidad de impacto en ráfaga y buena rasadura de trayectorias. El inconveniente que se vio en este cartucho, era su nivel de entretenimiento, porque el 5,56 mm. Se encasquillaba antes que el 7,62, pero los técnicos USA estimaron que las ventajas superaban a los inconvenientes y el .223 fue empleado en el AR-15 (M-16) que en 1965 entró en servicio en Vietnam. En 1966, se perfeccionó y pasó a ser fabricado por Colt, convirtiéndose en el célebre M16A1, el primer fusil de asalto de la segunda generación, el equivalente del AK47 en el mundo occidental, ya que se ha producido en centenares de miles y ha sido ampliamente suministrado y vendido a numerosos países de todo el mundo.
La aparición de la cartuchería 5,56 mm. Y su rápida popularidad en la guerra de Vietnam, constituyó para Europa la señal de alerta de una tendencia al cambio en las municiones, que se confirmó con la elección de ese cartucho por las fuerzas armadas USA. Los Estados Mayores europeos, disconformes desde su aparición con el 7,62, contemplaron cómo los Estados Unidos que habían presionado a la OTAN para que se decantara por ese calibre, adoptaban unilateralmente la nueva munición y el fusil M16A1 adaptado a la misma. Desde este momento, los países de la Alianza se sintieron libres de esta dependencia y se lanzaron a fabricar la nueva munición y a la vez, a desarrollar un arma capaz de dispararla.
A su vez, las casas comerciales y fábricas de armas, del prestigio de FN, Heckler und Koch, Beretta, etc.; no tardaron en darse cuenta de que el cambio a calibre inferior al 7,62, estaba en marcha y que existía un mercado potencialmente amplio para un arma que, con igual cantidad de cartuchos, permitía reducir la mitad de la carga de municiones y facilitaba el adiestramiento y el tiro por su pequeño retroceso. Sin embargo, había un problema y era la gran cantidad de armas y municiones de 7,62 Mm. existentes. Los aliados no podían permitirse desechar inmediatamente todas las armas de este calibre, que prácticamente acababan de adquirir. Por esta razón, hasta 1977 no comienzan en la OTAN, las pruebas-concursos encaminadas a proporcionar un nuevo cartucho básico para las fuerzas de Infantería y simultáneamente, los estudios para elegir un fusil de asalto adaptado a ese calibre. Hubo que esperar hasta 1980, momento en que algunos países tenían que renovar sus reservas de armas ligeras, para que el proyectil SS-109, de 5,56 x 45 Mm., fabricado por FN en Herstal (Bélgica), fuera escogido como segundo proyectil reglamentario. El SS-109 es un cartucho de extraordinario rendimiento balístico. El proyectil es de ojiva de radio variable y base reducida. Mide 23,1 Mm. de longitud (algo más largo que el normal de 5,56 que mide 23 Mm., y que el norteamericano M-193 que tiene 19,2). Está formado por un núcleo perforante de acero tratado, de 4,62 Mm. de diámetro (0,65 gr.), un núcleo de plomo (2,1 gr.) y una camisa (1,3 gr.) Para ello, tuvo que derrotar a otros proyectos de municiones de pequeño calibre, que también pugnaban por ser los sustitutos del 7,62 Mm., como el 4,85 inglés, de 4,6 x 36 alemán y otras municiones americanas, como el 4,32 o los tipos llamados “flechettes”.
Actualmente, el 5,56 Mm. se ha impuesto en todo el mundo, con muchas variantes y versiones. Pero, tras la adopción por la OTAN del cartucho belga SS-109, éste y el fabricado por EE.UU. para el M16A1 (llamado M-193), (la decisión de la OTAN planteó algunas dificultades a los países usuarios de armas con rayado para la carga M-193 (EE.UU., Francia, Israel...), puesto que sus armas no son muy precisas si se emplea la carga NATO), constituyen los dos grandes grupos de esta munición en el momento presente. Más de medio siglo después, también en Alemania, se produce uno de los modernos modelos de este tipo de arma: el Heckler und Koch Gewehr 36 en calibre 5,56x45 OTAN. Otra innovación de gran repercusión, tanto táctica como industrial, fue la implantación del calibre, 5,56 Mm. El combate en la jungla demuestra la necesidad de un arma individual que, usando munición más ligera, permita al soldado portar una dotación numéricamente mayor, y toda vez que las acciones se realizan muchas veces de modo súbito y normalmente a distancias cortas con tiro automático, requieren que éste sea controlable, lo que no es posible con cartuchos tan potentes como el 30-06 (ilusión de los tiradores de caza mayor), el calibre del célebre fusil Garand M1, que muchos dicen fue el mejor de la Segunda Guerra Mundial. Aparece así, el calibre 5,56 Mm. (233 americano) con el FUSA Armalite AR-15 (M16) y se consolida luego con el Colt M16-A1. Casi todos los Ejércitos occidentales se irán pasando al nuevo cartucho. La letalidad del nuevo disparo se basa en su mayor velocidad remanente a la distancia de impacto, lo que produce la dispersión de los fluidos del organismo, y el volteo del proyectil después de incidir en los cuerpos, debido a estar subestabilizado (es similar al efecto "Dum-Dum"). Actualmente se apunta hacia el cartucho sin vaina, para desesperación de la logística y delicia de la industria suministradora.
LOS FUSILES DE ASALTO EN LA ARGENTINA
Fusil de asalto FAL
Su uso en combate
Utilizado por muchos países, el FAL acumuló una larga y excelente foja de servicios. Israel lo utilizó por ejemplo, en la Guerra de los seis días en 1967, pero lo desaconsejó por su facilidad para atascarse con la arena del desierto.
Esto llevó al diseñó del Galil, inspirado en el ubicuo y muy efectivo fusil ruso Kalashnikov, más conocido por el modelo AK-47. Israel probó también y se proveyó de grandes cantidades de otro famoso fusil, el norteamericano M-16, pese a las dificultades que también presentaba de trabarse con arena.
Galil AR
Galil ARM
Galil SAR
El AK-47, un verdadero ícono
Otra arma emblemática, el M-16-A1
Australia fue también un buen usuario de este fusil. Uno de los datos poco conocidos de la Guerra de Vietnam, fue que efectivos del SAS australiano combatieron contra fuerzas norvietnamitas por varios años. Sus armas principales eran la ametralladora M-60 de origen estadounidense, la pistola ametralladora Owen y el también ubicuo y confiable FAL.
La combinación de esa ametralladora mediana con este fusil era que a diferencia de los soldados estadounidenses que necesitaban dos tipos de munición (7,62 y 5,56), los australianos se valían de un monocalibre para ambas armas: el muy efectivo y contundente 7,62, pudiendo intercambiar la munición de sus arma cuando lo desearan.
Pero sin duda, la guerra por excelencia que tuvo como protagonista al FAL, fue el conflicto de Malvinas. Tanto el Reino Unido como Argentina usaban el SLR y el FAL, versiones fabricadas bajo licencia en cada país, del modelo belga.
Esto hizo que la entrega de los fusiles a los soldados argentinos luego de la rendición, fuera especialmente provechosa para Inglaterra a nivel de ganancias de materiales y municiones, más allá de la gran cantidad de armas que los argentinos inutilizaron antes de su entrega para impedir o dificultar su empleo por parte del enemigo inglés.
Fueron tantas las naciones que utilizaron el FAL que los relatos de su uso en combate se harían sin duda muy largos, pero en todas las guerras u operaciones en que combatió, siempre se reveló como una excelente arma de fuego.
El fusil FAL hoy
Curiosamente, el fusil FAL es ahora producido por un país que antes lo rechazara: EE.UU. A principios de 1950 se produjeron escasas unidades para ser probadas por el U.S. Army, pero no fue aprobado. Sin embargo, en los últimos años, cierto número de compañías privadas de EE.UU. fabrican diferentes versiones del FAL, la mayoría limitadas al fuego semiautomático y enfocadas al mercado civil. Para ello se utilizan tanto partes nuevas como viejas de fusiles usados. Aunque no se produzca más en gran escala, muchos países utilizan todavía al FAL en todas sus versiones, que son numerosas. Brasil todavía lo fabrica, donde se lo conoce como LAR. Argentina, a pesar de haber adoptado una cantidad sustancial de fusiles M-16, no ha reemplazado todo su parque de fusiles de asalto, de manera que el FAL sigue siendo un arma tanto de entrenamiento como de primera línea.
En Inglaterra, sucedió algo curioso. Al término de la Guerra de Malvinas, se generalizó el airoso fusil SA80, desplazando al SLR, pero a pesar de haberse fabricado y provisto una gran cantidad de estas nuevas armas de sistema bull-pup, pronto comenzaron a mostrar sus fallas de diseño y existen versiones de que a muchas unidades de infantería, se les reintegró el antiguo y confiable SLR.
Configuración
El FN FAL es un arma ligera automática operada por recuperación de gases producto de la expansión de la deflagración de la pólvora de los cartuchos en el momento del disparo. Según los modelos, es automática o semiautomática. El cargador se presenta en versiones de 20 y 30 cartuchos, cosa desconocida esta última en nuestro país.
El sistema de disparo utiliza un pistón que actúa como tal dentro de un tubo cilíndrico ubicado en forma paralela y dorsal superior al cañón. Éste, tiene a la altura de la mira una pequeña perforación que a través de la masa del punto del guión del sistema de mira, comunica el cañón con el cilindro o tubo de gases. En el momento del disparo, una parte de los gases pasa por esa perforación al cilindro de gases, impulsando al pistón que se encuentra en su interior, el que empuja hacia atrás en su accionar, al conjunto de corredera y cerrojo, que se encuentra tapando el cargador. En ese instante, un nuevo cartucho salta del cargador y en su inmediato retorno, la corredera/cerrojo, impulsada por un resorte ubicado en la culata, introduce al cartucho entro de la recámara, dejando al arma nuevamente lista para el disparo. Todos estos mecanismos, en fracción de segundos.
El arma posee un regulador de gases, que permiten anular este sistema, permitiendo que todos los gases, salgan detrás del proyectil, por la boca del cañón, en el momento del disparo. Esto puede facilitar el empleo de tromblones lanzagranadas de fusil, sea utilizando cartuchos especiales impulsores, sin proyectil, o bien granadas especiales con trampa para balas, y cartuchos equipados con balas comunes.
Son muchos los cambios progresivamente introducidos en diversos países, en el diseño original del FAL. Debe tenerse en cuenta, que se ha fabricado o continúa haciéndoselo, en Australia y Nueva Zelanda, Canadá, India, Argentina, Brasil, Chile, Perú y un gran número de países más.
Por ejemplo, los receptores eran al comienzo, de acero maquinado, pero en 1973 FN pasó a fabricarlos con procedimientos más modernos para bajar los costos de producción. Sin embargo, muchos fabricantes continuaron empleando los procedimientos originales. Como el muelle o resorte recuperador está alojado en la culata, al crear los modelos con culata plegable, hubo que reconfigurar muchas partes del sistema, particularmente el conjunto de corredera y cerrojo.
La palanca de carga está en la parte izquierda de la caja de mecanismos y no se mueve mientras el arma es disparada. Dependiendo del país donde se lo fabrique, esta palanca puede o no ser plegable. Igualmente, el selector de tiro puede tener dos posiciones (seguro – disparo – disparo automático). Todos los cañones están equipados con apagallamas, que también sirven como tromblón lanzagranadas, pero estos dispositivos cambian de un país productor a otro.
Igualmente, los materiales de construcción del FAL cambiaron con el tiempo y los países. Al comienzo, se utilizaba madera para la culata y el guardamanos, como puede verse en muchas fotografías de época. Para estas partes, luego se usaron metal o diferentes materiales plásticos. Por lo general, todas las versiones de ametralladoras ligeras fueron equipadas con bípodes, y en algunos países pasó lo mismo con la versión de fusil. Las miras también suelen ser muy parecidas, pero los detalles varían de país en país. Casi todos los modelos de FAL están equipados con posiciones para bayonetas, y muchos tienen también manijas móviles para facilitar su acarreo con una sola mano.
Vistas laterales del centro del FAL. Obsérvese la robustez de los mecanismos, totalmente hechos en metal. Como en la mayoría de los fusiles de esa época, las partes de material sintético eran escasas. Obsérvese también la manija para portar el fusil, uno de las partes que más sirven para identificar un FAL, aunque no todos lo tenían. En esa época, hasta la llegada del M-16, pocos fusiles tenían asa portafusil.
Características generales
Calibre: 7,62x51 (7,62 OTAN)
Acción: operado por gases
Largo: 1,10 metros en versión de fusil, y entre 99 y 73,6 cm. para el modelo "Para"
Largo del cañón: 533 Mm. para la versión de fusil, 431 en el modelo "Para"
Peso vacío: 4,45 Kg.; 3,77 Kg. en el modelo "Para"
Capacidad del cargador: 20 cartuchos (30 en los modelos de ametralladora liviana)
Cadencia de fuego: entre 650 y 700 proyectiles por minuto
Fusil de Asalto Argentino F.A.R.A 83
A este casi desconocido fusil de producción argentina gestado por la F.M.A.P ‘DM’ ( Fabrica Militar de Armas Portátiles Domingo Matheu) de Rosario Santa Fe primeramente se lo denominó F.A.A. 81 o Fusil de Asalto Argentino 81, para se más tarde definitivamente conocido como F.A.R.A 83 o Fusil de Asalto Republica Argentina 83. Su nacimiento se debió a una petición del Ejercito Argentino a la D.G.F.M. (Dirección General de Fabricaciones Militares) ante la necesidad de contar con un arma que disparara el cartucho OTAN 5.56X45mm (223 Rémington) sin recurrir a compras extranjeras, por lo que se procedió el desarrollo de un fusil de asalto para reemplazar al noble y veterano F.A.L. de 7.62x51mm (308 Winchester) de dotación reglamentaria en Argentina, el cual se había tratado, sin resultado, de convertir al 5,54 mm.
La estética del arma se parece un poco al FNC belga, Beretta AR-70, Galil, entre otros fusiles de asalto. Consta de una palanca de montar el cierre adelanta y ambidiestra por encima del tubo del cilindro de gas, en una posición semejante al del fusil CETME español o la línea tradicional de H&K; sin embargo esta palanca no es solidaria al cerrojo, a su vez carece de ayuda o empujador, necesario por si se llegase a producir un cierre incompleto por causa extrema de suciedad, el apoyo al hombro del tirador se formaliza por medio de una culata de fibra plegable hacia el costado de la ventana de expulsión, siendo la ventana de pequeñas dimensiones para evitar la entrada de elementos que afecten el buen funcionamiento del arma, a su ves esta culata es hueca para alojar útiles de mantenimiento. También se le doto de una culata muy similar al del F.A.L 2 Para de tipo esqueleto y plegable, construida con tubos de aluminio y apoyo para la cara.
En cuanto a los aparatos de puntería, constan de un guión protegido por túnel, el alza o mira trasera es de tipo ortóptica de tambor giratoria graduada para 200 y 400 metros, además cuenta con un guión (que permanece plegado sobre el cañón) y tercer diopter auxiliar de tritium para uso en malas condiciones de luz, el cargador de treinta cartuchos de capacidad es de acero estampado y su reten se encuentra por delante del arco guardamonte. El tipo de construcción es más bien la clásica de los fusiles de asalto tradicionales, en donde la chapa de acero estampado ocupa un gran porcentaje de su estructura como son el cajón de mecanismos y los cargadores, en comparación a las armas que usan aleación ligera como el AR-15 o los últimos desarrollos en donde los compuestos sintéticos están en primer orden como las ultimas creaciones de H&K. La disposición de sus partes principales no se apartan de lo tradicional, pistol grip y cargador por delante de éste, a diferencia del F.A.L el cajón de mecanismo está hecho de acero estampado como un AKM-47, FNC etc. El conjunto porta cierre y cierre, cañón y piezas internas son de acero lógicamente, quedando el plástico reservado para piezas como culata, guardamano y pistol grip.
La sencillez del fusil hace que tenga un desarme básico para su entretenimiento muy sencillo, separando un pasador trasero y abisagrándose el cajón de mecanismo sobre otro pasador ubicado delante del arco guardamonte, semejante el tipo de apertura al del fusil F.A.L, de este modo se puede retirar por detrás el muelle recuperador seguido del porta cierre con su pistón y el mismo cerrojo, de esta manera y sumado el acceso para inspección del sistema de disparo, cañón y cilindro de gas es mas que suficiente para mantener operativo el arma.
Su funcionamiento esta basado en la toma de gases en un punto del cañón con cilindro por encima del mismo, con cierre rotativo con tetones de bloqueo en la cabeza, consta de un porta cierre con pistón solidario y cierre al estilo de un AK-47, la disposición del muelle recuperador es semejante al del fusil ruso y no dentro de la culata como un AR-15 o F.A.L NATO. Su funcionamiento: estando en seguro su palanca selectora de tiro y una vez puesto el cargador lleno se tira de la palanca de montar retrocediendo el porta cierre y cierre, llegando a su limite trasero se larga la palanca de montado y por medio del muelle recuperador el conjunto de cierre en su carrera hacia adelante extrae un cartucho del cargador y lo aloja en la recamara quedando de esta manera positivamente acerrojado y listo para disparar.
Ya elegido el modo de hacer fuego y efectuado el disparo (caída del martillo sobre el percutor y golpe de este en el iniciador del cartucho en recamara) una vez que el proyectil recorrió un tercio del cañón da paso por medio de un orificio en su anima y tobera comunicante, el ingreso de gases producto de la deflagración de la pólvora al cilindro, estos gases se encargan de de empujar el frente de la cabeza del pistón y trasmitir al porta cierre un corto desplazamiento hacia atrás, logrando este movimiento el giro y desbloqueo de los tetones del cerrojo, así con la energía remanente del disparo continúan el conjunto de acerrojado arrastrando la vaina servida que es eyectada por el expulsor o botador hacia fuera del cajón de mecanismos por la ventana de expulsión, en este mismo momento el paso del cierre hacia atrás volvió a montar el martillo percutor, cumplido este ciclo mecánico de haber mas cartuchos en el cargador se vuelve a repetir le proceso de carga, disparo, expulsión o de lo contrario el cerrojo queda retrasado anunciando la carga agotada así se este disparando en modo semiautomático o automático.
El F.A.R.A tiene como complemento cuchillo bayoneta de doble filo con engarce en el pomo y guía en la cruz, vaina metálica y tahalí de cordura, bípode con tijera corta alambres y destapador, otra posibilidad es el disparo de granadas de fusil de tipo AP-AT (antipersonal y antitanque), con sistema TB (trampa de bala) para poder efectuar el disparo de la granada con cartucho ‘C’, común de guerra, oficiando de guía de lanzamiento el cañón con su rompe llamas, este ultimo esta roscado para colocar un dispositivo reforzador de presión para el tiro con cartuchos de fogueo, se menciona un aparato de puntería óptico auxiliar, desconozco origen y características. Para el año 1986 se produjeron cerca de 2000 fusiles, pero el proyecto finalmente fue cancelado debido a limitaciones económicas.
Características
Origen: Argentina-Rosario-provincia de Santa Fe
Fabricante: F.M.A.P ‘DM’ (Fabrica Militar de Armas Portátiles Domingo Matheu)
Tipo de arma: fusil de asalto
Calibre-cartucho: 5,56x45mm (223 Rémington) M-193 y SS-109 belga
Sistema de funcionamiento: por tomas de gases en un punto del cañón
Sistema de cierre: a cerrojo cerrado, bloqueo rotativo por te
Sistema de alimentación y capacidad de carga: cargador de petaca doble hilera curvo con capacidad para 30 cartuchos
Longitud total aproximada: 1000mm con culata extendida, 745mm con culata plegada
Peso aproximado: vacío 3,85 Kg.
Cañón: longitud 452mm
Rayado: convencional, seis estrías con paso de una vuelta en 229mm
Velocidad en boca: 965 a 1005 metros por segundo
Cadencia teórica de tiro: 700 a 800 D.P.M. (disparos por minuto)
Soldados Digital
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