
MiG-21 cubanos sobre la República Dominicana
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Heinz Schnaufer vistiendo los diamantes para su Cruz de Caballero |
Derribos del futuro (lt.cdjby.net través errymath)
Este CGI de 2014 muestra a un caza furtivo J-31 lanzando misiles de largo alcance PL-15. Las preocupaciones de la USAF dadas sobre el alto rendimiento PL-15, podría de hecho cuentan con tecnologías de alto rendimiento como el alcance y ramjets que mejoran la maniobrabilidad y una resistencia a la perturbación al buscador de radar AESA.
Diferentes Ángulos del PL-15 (club.mil.news.sina.com.cn)El PL-15 es desarrollado por el Instituto 607. Es el sustituto del BVRAAM de China actual, el PL-12, guiado por radar que al parecer tiene un alcance de aproximadamente 100 km. En comparación con el PL-12, la PL-15 tiene un buscador de radar activo mejorada y enlaces de datos resistente a la perturbación, junto con un motor de cohete de doble pulso para ampliar su alcance.
Este conjunto de fotos de 2013 muestran la PL-15 durante las pruebas de vuelo cautivo (realizado por los combatientes de este tipo J-11B). El PL-15 se demuestra que es de unos cuatro metros de largo y 200 mm de diámetro, aproximadamente el mismo tamaño que el mayor BVRAAM PL-12. El PL-15 utiliza la mejora de propulsión, tales como motores de cohetes de avanzada y posiblemente motores de estatorreactor, para lograr un intervalo mayor.
Nuevo misil del Flanker (Andreas Rupprecht)Incluso en la fase de prototipo, el PL-15 ya es una estrella internacional. En su intervención en la conferencia de la Asociación de la Fuerza Aérea 2015 la misma semana que la prueba, el Comandante General Hawk Carlisle de la USAF citó al PL-15 como la razón para que el Congreso para financiar un nuevo misil para reemplazar el AMRAAM americano. Sus motivos de preocupación es el alcance del PL-15. Mediante la incorporación de un motor estatorreactor, su alcance podría llegar 150-200km, fue así como su capacidad de maniobra terminal. Eso dejaría fuera de rango a los misiles aire-aire estadounidenses existentes, haciendo que el PL-15 no sólo una amenaza para los cazas como el F-35, sino también para los bombarderos y cisternas aéreas críticos de Estados Unidos para las operaciones aéreas estadounidenses en todo el vasto Pacífico. El General Carlisle llamó "fuera de alcance" el PL-15 de alta prioridad para la USAF.
El J-11B Flanker, una modificación china del caza pesado Su-27 ruso, se muestra aquí con un PL-15 en un pilón de carga útil bajo el ala izquierda. Mientras que el radar del J-11B no puede tener el rango de utilizar el PL-15 a su alcance máximo, puede recibir la ubicación de los combatientes enemigos distantes de un avión en el aire de control de alerta temprana KJ-2000 (AEWC), disparando el PL-15 y dejar que el radar avanzado del PL-15 guiar el misil, con correcciones de rumbo de la AEWC KJ-2000, todo sin necesidad de encender el radar del J-11B (y regalando su posición).
El futuro alojamiento del PL-15 (De China Militar revisión Blogspot)
Los primeros prototipo de caza furtivo J-20 serial 2.002 (ahora 2.004) vuela una prueba, llevando cargas de BVRAAM simulados (dos en la bahía principal de armas izquierda). Se espera que la producción de J-20 para poder llevar a tres BVRAAMs en cada bahía principal de armas, por lo que durante 6 misiles de largo alcance, como el PL-15.
Cumpliendo con el plan previsto por Mitre, los Aliados se lanzaron con brío impresionante sobre las trincheras paraguayas, pero sufrieron una marcha pesada por el terreno fangoso bajo el fuego de la artillería paraguaya, hasta estrellarse contra las defensas de "abatíes" que el “genio” de Mitre no había previsto.
Las dos columnas del centro avanzaron, tal cual establecía el plan de batalla. Hombro contra hombro, bayonetas relucientes listas, avanzaron bajo un tremendo fuego de artillería a través de pantanos y del río, cargados con sus mochilas, escaleras. Al llegar a la trinchera, el foro y el parapeto bloqueaban su camino. La segunda columna fue detenida en una laguna por una linea de arboles abatidos, y giró hacia la izquierda bajo un brutal bombardeo. La infantería argentina procedió avanzando, de una manera fria, deliberada a un paso fijo, como en un desfile. La metralla y el fuego de fusileria continuaba. Los oficiales argentinos cabalgando con gran bravura y élan bajo la lluvia de plomo llegaron hasta la trinchera, alentado a la tropa a seguir. El Mayor Ayala del 12 de Línea cayó herido. El Mayor Lucio V. Mansilla, segundo jefe del batallón se hizo cargo de la unidad, pero fue herido también. Los coroneles Juan Bautista Charlone y Manuel Rosetti cayeron heridos de muerte. El cabo Gómez fue herido en una rodilla izquierda por un tiro de fusil, pero desobedeció la orden de retirarse. Otro balazo le impactó en la rodilla derecha, y como no podía permanecer parado continuó disparando en posición de "cuerpo a tierra". El bombardeó redobló su volumen.
Las dos columnas centrales, encargadas del ataque principal sufrieron desde el primer momento un fuego intensísimo de la artillería paraguaya mientras su marcha se veía entorpecida por el terreno fangoso por los tres dias anteriores de lluvia y las malezas. Lograron salvar los obstáculos mediante el uso de fajinas y escalas que llevaban para tal fin y se lanzaron al asalto de la trinchera principal, pero se encontraron con una laguna y una inabordable barrera de malezales que les hizo imposible continuar su avanzada. En esta marcha, sufrieron pérdidas enormes.
La tercera columna, al mando del coronel Rivas siguió avanzando a pesar de los obstáculos, pero su ataque fracasó y los pocos hombres que lograron penetrar en la posición fueron prácticamente ultimados. La cuarta columna, al mando del coronel Martínez, también fue detenida al borde de la laguna y la línea de malezales.
Asalto de la cuarta columna a Curupayti (Cándido López)
El combate se sostenía tenazmente sin que los asaltantes lograran el menor éxito sobre las tropas paraguayas. Según parte del propio Mitre, “fue contenido el ímpetu del ataque por la línea de abatíes que se componía de gruesos árboles enterrados por los troncos, y que en más de treinta varas obstruían el acceso a la trinchera…fue necesario reforzar el ataque con la segunda línea de reservas parciales, comprometiendo en las dos columnas de ataque central veinticuatro batallones”…”las líneas de abatíes no han sido forzadas nunca en asalto franco, ni aun por las primeras tropas del mundo” (Mitre a Martínez. Cuartel de Curuzú, 24 de septiembre de 1866. Partes oficiales) lo que demuestra la imprevisión de Mitre de no reconocer el terreno previamente... salvo que pretendiera realizar una hazaña mayor “que las primeras tropas del mundo”.
El heroísmo y sacrificio de las tropas aliadas, no fue suficiente para vencer ni la “línea de abatíes” ni “la impericia de Mitre”. El propio general en jefe lo admite en sus partes:
“En esas circunstancias, habiéndonos puesto de acuerdo con el barón de Porto Alegre, y viendo que no era posible forzar ventajosamente la línea de abatíes, para llevar el asalto general sino comprometiendo nuestras últimas reservas y que una vez dominada la trinchera no se obtendrían los frutos de tal actor parcial desde que no se conservasen tropas suficientes para penetrar en orden el interior de las líneas y hacer frente allí a las reservas del enemigo, acordamos mandar replegar simultáneamente y en orden las columnas comprometidas den el ataque” (Ibidem)
La columna de la extrema izquierda, entre tanto, aprovechando el terreno cubierto fue a ocupar a una posición de apresto a proximidad de la trinchera enemiga avanzada enemiga, y quedando mas cerca de la linea adversaria, fue la primera en empeñarse. Bajo un violento fuego, los brasileros salvaron la trinchera avanzada, siguiendo después al asalto de la posición principal, batidos por el fuego frontal y de flanco de la misma. No obstante los esfuerzos recibidos, el ataque fracaso y los pocos hombres que lograron penetrar en la posición fueron allí ultimados. La III Brigada de esta columna, confundiendo a los lanceros a pie brasileros con tropas enemigas se desbando presas del pánico a gritos de:" La caballería nos corta!"
La 4a. columna (coronel Martínez) que por reconocimientos comprobó no ser posible flanquear la posición enemiga, se puso en movimiento en el orden que las divisiones tenían en la posición de apresto. Batida de frente por la artillería de la posición y por otra, que desde la derecha, aprovechaba un claro en el monte, al este de la laguna. La 4a. división apresuró su marcha, mientras la 3a. desplegaba con frente al nuevo enemigo, y una batería acudía para contrabatir la artillería flanqueadora. Al llegar al borde de la laguna y de la linea de abatíes, la 4a. división tuvo que detenerse. Desde allí mando a la VIII Brigada , para cooperar con las unidades del coronel Rivas.
Las granadas explotaban formando geysers de agua y barro, brazos, piernas y torsos volaban en todas direcciones. Hacia mas de dos horas que el combate se sostenía tenazmente contra el centro y la derecha paraguaya, sin que los asaltantes lograsen el menor éxito. Apreciando que ni con el empleo de las ultimas reservas se obtendría una victoria decisiva, y que mantenerse allí era acrecer las perdidas, se acordó hacer replegar simultáneamente a todas las tropas comprometidas en el ataque, protegiéndolas con las reservas generales. A las 1700 hrs Mitre ordenó cesar el asalto. El estupendo 6o. Batallón de Infantería se retiró marchando hacia atrás para no darles la espalda al enemigo. El Mayor Julio A. Roca cabalgó hasta la trinchera para rescatar a un oficial herido a quien cargó sobre la grupa, marchando a su caballo lentamente, mientras granadas enemigas silbaban sobre su cabeza. (1) A las 17 hrs el ejército estaba de regreso en Curuzú. Los paraguayos solo salieron para recoger el botín abandonado por el asaltante, desnudar a los muertos y ultimar a los heridos graves. Menos mal que “acordaron mandar replegar” porque casi exterminan su propio ejercito, atropellando una “línea de abatíes”, como el Quijote lo hiciera contra los molinos de viento.
El propio Mitre, aunque escatimando las cifras, da cuenta del desastre sufrido: “Nuestras pérdidas han sido considerables y sensibles…las computo en tres mil (en realidad fueron tres veces más) entre muertos y heridos” ...” Por parte del ejercito argentino se comprometieron diez y siete batallones en el asalto, cayendo muertos o heridos la mayor parte de los jefes que los condujeron” (Ibidem) También da parte del desastre el hermano del general en jefe, general Emilio Mitre, que comandaba el 2° Cuerpo en el asalto:
“V.E. sabe los prodigios de inaudito valor que los cuerpos todos del ejército hicieron en esta jornada. Es pues, inoficioso que el que firma haga de ellos elogios tan justamente merecidos. Basta dejar establecido que de los tres Batallones de este 2° Cuerpo que cargaron sobre la trinchera, solo ha quedado en aptitud de combatir una tercera parte de cada uno de ellos, para probar el denuedo y la bravura de que se hallaban animados, y dieron sangrientas pruebas Cuando a las tres de la tarde, próximamente, ordenó usted la retirada, estos tres bizarros cuerpos se retiraron en el mayor orden posible, a pesar de estar ya muertos de o heridos sus jefes y oficiales” (Del general Emilio Mitre al al General en jefe de los Ejércitos Aliados, Brigadier General D. Bartolomé Mitre. Campamento de Curuzú, 27 de setiembre de 1866. Partes oficiales – AGM.tII.p.334)
No cabe duda alguna de “los prodigios de inaudito valor” y del “denuedo y la bravura de que se hallaban animados” aquellos miles de soldados y oficiales que iban al seguro sacrificio contra una "línea de abatíes", sin rebelarse para linchar a sus comandantes que los mandaban a una muerte inútil e inevitable.
En la crónica que hace el general paraguayo Resquín afirma que “cuando las fuerzas del ejército aliado se retiraron en completa derrota, dejaron en el campo de más de ocho mil cadáveres e innumerables heridos, sin contar los que pudieron recoger”. Las bajas paraguayas las sitúa en “un jefe, tres oficiales y diecinueve hombres de tropa muertos, alcanzando los heridos a siete oficiales y setenta y dos hombre de tropa” (Resquín, Datos históricos. p. 80-81) Es decir, 92 bajas paraguayas contra alrededor de 10.000 bajas aliadas.
Historiadores revisionistas paraguayos (y argentinos, entre ellos García Melluid) aumentaron groseramente las cifras de bajas aliadas en Curupaity. En realidad fueron, 4045 en total, entre muertos heridos de los cuales 2095 argentinos y 1950 brasileros. Las bajas paraguayas: 92. Fue en las palabras de un historiador: "El asalto a Curupaity trae a la mente el ataque de la División de Picket en la batalla de Gettysburg. A la tropa se le asignó una misión imposible. La carga fue un error tremendo que no debia haber tenido lugar." Las cifras del contraste demuestran la improvisación e impericia de Mitre, contra la efectiva defensa comandada por don José E. Díaz , que fue ganando sus galones de general a lo largo de las hazañas producto de su inteligencia, serenidad y valor. El emperador de Brasil, pidió el reemplazo del general en jefe, bajo excusa de los levantamientos de rebeldía en montoneras producidas en las provincias del interior, que se pronunciaban por intermedio de Felipe Varela contra la Guerra del Paraguay y del propio Mitre y su política hacia las provincias interiores
En la sangrienta batalla de Curupaytí el impacto de un casco de granada le destrozó la mano derecha a un ciudadano argentino alistado hacía unos meses como voluntario. Evacuado a Corrientes, la amenaza de la gangrena obligó a amputarle el brazo por encima del codo. Se trataba de un joven dibujante y cronista de 26 años, teniente segundo del ejército, que se llamaba Cándido López. Menos de un año después cumplió su promesa de enviarle al médico que le amputó el brazo un óleo suyo fruto de una prodigiosa reeducación de su mano izquierda. El sería, a través de sus cuadros, el documentalista histórico de la Guerra de la Triple Alianza.(Ver biografía de Cándido López ,"El manco de Curupayty")
También, en Curupaytí perdió la vida Dominguito, hijo adoptivo de Domingo F. Sarmiento.